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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 15-09-2009 / 23:09
16 DE SEPTIEMBRE DE 1955

“La Fusiladora”: Golpe militar autodenominado “Revolución Libertadora”

“La Fusiladora”: Golpe militar autodenominado “Revolución Libertadora”
Almirante Isaac Rojas y General Pedro Eugenio Aramburu.
El enfrentamiento entre dos campos antagónicos: el nacional-popular y el oligárquico-imperialista llegó a su punto más alto con la "La Fusiladora" conocida también como  "Revolución Libertadora" que es como se autodenominó la dictadura militar, que gobernó el país, mediante un golpe de estado iniciado el 16 de septiembre de 1955, tras derrocar al presidente Juan Perón.
El 13 de noviembre de 1955, el general Eduardo Lonardi sería reemplazado por el general Pedro Eugenio Aramburu, profundizando el contenido gorila y reaccionario del golpe militar. Tras más de dos años de gobierno antipopular, este hizo entrega del mismo al presidente Arturo Frondizi, el 1º de mayo de 1958.



Escribe: Blas García

 Revolución Nacional y Popular
 
Todo proceso de transformación de una sociedad que involucre un cambio de sus estructuras para crear condiciones de mayor justicia social, es revolucionario.
 
A partir de 1945, el peronismo fue una revolución en marcha desde el poder de las masas populares, del Estado y del gobierno, sin derramamiento de sangre.
 
Desde el momento que significó un cambio de estructuras para alcanzar una mayor justicia social, no pudo dejar de herir privilegios causantes de la injusticia y molestar situaciones estabilizadas hasta entonces.  

La revolución peronista hirió sensiblemente a las minorías oligárquicas del país, pero también perjudicó ostensiblemente a los intereses yanquis y británicos, que se unirían a quienes les ofrecieran la más segura posibilidad de revancha.
 

 
Antecedentes previos

Los cruces del peronismo con los militares  y políticos liberales comenzaron en ocasión de la Reforma Constitucional de 1949 que, entre otras medidas, le otorgaba más atribuciones al gobierno para intervenir en la economía e incorporaba cambios fundamentales para la igualdad social.
 
En la Constitución de 1949 se habían integrado los derechos sociales conquistados por el Movimiento Obrero y la legalización de los cambios económicos, especialmente la política de nacionalizaciones del comercio exterior, de los combustibles y del transporte. Todo esto generaba un fuerte malestar a las clases oligárquicas y conservadoras.
 
Posteriormente, estas fricciones se profundizaron cuando en 1951 se comenzó a hablar de la posibilidad de que Eva Perón fuese candidata a vicepresidenta a la que se enfrentaron.

 
Además debe señalarse que durante el Gobierno de Perón, la oposición substancial estuvo a cargo de la Unión Cívica Radical, una fracción de la pequeña burguesía aliada al imperialismo y la oligarquía. Su área de implantación era la zona agropecuaria de la Provincia de Buenos Aires y la zona de servicios de la Capital Federal. Vinculado a la estructura mas atrasada, al sistema agro exportador, el radicalismo ve con preocupación a las masas obreras y a la industria desarrollada por el peronismo.
 
Partido con una conducción arcaica, el radicalismo vivía una época que ya no era la suya. Las grandes convulsiones de una sociedad que buscaba resolver sus problemas fundamentales lo llevaron lejos del poder.
 
Escribía Abelardo Ramos: "Medroso ante la oligarquía, áspero hacia el proletariado, sin disimular su odio hacia el peronismo, incapaz de combatir al imperialismo sino en palabras, yrigoyenista en el pasado y liberal en los tiempos actuales, el radicalismo vive prisionero de todas las categorías formales de la democracia oligárquica e hipnotizado por un nirvana rural irrealizable".

 
Primer intento de golpe
  
En 1951 el general Benjamín Menéndez se sublevó contra el gobierno de Perón, pero no tuvo éxito, pues no encontró adhesiones importantes dentro del aparato militar. Perón declaró el Estado de Guerra interno, y dijo que "todo militar que no se subordine o se subleve contra las autoridades o participe en movimientos tendientes a derrocarlas o desconocerlas, será fusilado inmediatamente".
Pero la conspiración en contra del gobierno de Perón continuó, conforme aumentaba su respaldo popular.
 
El general Eduardo Lonardi, que estaba preso, nominó al entonces general Pedro Eugenio Aramburu como el jefe del movimiento. El presidente Perón contaba con el apoyo de grupos nacionalistas, tanto dentro del ejército como de la sociedad civil, sumados a la clase trabajadora y la CGT. Aramburu pensaba que todavía no era momento de sublevarse, pues la muerte de Evita había producido una galvanización del peronismo, y un abroquelamiento de los trabajadores en torno a su líder indiscutido.
 
Perón triunfó contundentemente en las elecciones de 1952 ampliando su apoyo hasta alcanzar un 62,49% de los votos. Las dificultades de la oposición para articular una opción política electoral al peronismo, impulsaría a muchos sectores a la actividad golpista e incluso terrorista. El 15 de abril de 1953 se produjo un grave atentado terrorista contra una manifestación sindical organizada por la CGT en la Plaza de Mayo, resultando asesinados 5 trabajadores y 95 heridos.
 
El conflicto con la iglesia católica, que se agrava rápidamente y el enfrentamiento de Perón con los sectores políticos católicos (Democracia Crisitana) precipitó la conspiración en su contra. Perón había llamado a una Convención para separar a la iglesia del estado, lo que puso a los sectores católicos en pie de guerra junto a los otros sectores que venían conspirando.
 
En marzo de 1955, funciona el congreso de la productividad y los empresarios pretenden reducir las conquistas obreras para aumentar la productividad, entrando en colisión con la CGT. El Frente Nacional, que representa a trabajadores y empresarios industriales, entra en crisis.
 
En abril de 1954, las elecciones para legisladores y vicepresidente (Quijano había muerto) arrojan amplia mayoría para el Partido Peronista, especialmente en el padrón femenino y en las provincias del interior, con el 63,2% de los votos.
 



 
Foto: Dos mujeres civiles peronistas muertas por el feroz bombardeo.


Segundo intento de golpe: la Masacre de Plaza de Mayo
 
El 16 de junio de 1955, un grupo de civiles y militares reaccionarios sobrevolaron la Plaza de Mayo en un supuesto desfile aéreo que había sido dispuesto por el Ministro de Aeronáutica como acto de desagravió a San Martín y de adhesión a Perón, pero que culminó en un salvaje ataque a la ciudad indefensa, en lo que fue el bautismo de fuego de la aviación naval.
 
Dicho ataque tenía como objetivo abrir camino a una tropa de la infantería de marina al mando del contralmirante Samuel Toranzo Calderón que debía tomar por asalto la casa Rosada y asesinar a Perón.
 
El levantamiento militar en el que la Aviación Naval bombardeó Buenos Aires es consecuencia del odio irracional de la oligarquía, alimentado desde las históricas jornadas del 17 de octubre de 1945, y que fue vomitado sobre la ciudad indefensa en una mansalva de bombas y metralla que dejo un saldo de más de 300 muertos y millares de heridos. 
 
Se combatió por aire, mar y tierra. Aviones de la Marina se enfrentaron a los de la Fuerza Aérea y atacaron a unidades del ejército que convergían sobre el epicentro de la ciudad. Los puntos bombardeados fueron: la Casa de Gobierno, los alrededores de Plaza de Mayo, el Ministerio de Guerra, el Departamento Central de Policía, la zona aledaña a la Residencia Presidencial, en la zona norte del Gran Buenos Aires en el barrio de Olivos y otros sectores de la ciudad.
 
La reacción del pueblo fue instantánea. Gran cantidad de trabajadores convergieron hacia la Plaza de Mayo y la CGT y al grito de "La vida por Perón" reclamaron armas y ofrecieron su apoyo en la defensa del gobierno constitucional y colaboraron en la lucha contra las fuerzas sublevadas. 
 
Perón dejó la represión en manos del ejército, que llegaría más tarde y comenzaría el ataque (al mando del General Valle, el mismo que será asesinado por la Fusiladora en 1956) sobre el Ministerio de Marina  que hacía de sede del comando rebelde, al tiempo que el pueblo seguía llegando a la Plaza en todo tipo de transporte y portando todo tipo de armas.
 
El Regimiento de Granaderos a Caballo y cuerpos del Ejército, con el Regimiento Motorizado Buenos Aires a la cabeza, lograron rechazar el ataque de la Infantería de Marina sobre la Casa de Gobierno y rendir al Ministerio de Marina, donde se había concentrado el alto mando rebelde, cuyo jefe, el Contralmirante Benjamín Gargiulo, al ver fracasada la asonada, se suicidó.
 
Por la noche, millares de militantes peronistas incendiaron los principales templos del casco histórico de la ciudad, la Curia Metropolitana y los edificios de instituciones, como el Jockey Club, por el apoyo que dieron a los golpistas.


 

Perón llama a la "convivencia democrática"
 
El fracasado intento subversivo sería la señal de que el conflicto entre el gobierno y la oposición ya no tenia retorno. O Perón profundizaba la revolución apoyado en la inmensa mayoría del pueblo argentino, o el proceso revolucionario iniciado en 1945 se truncaba.
 
En julio, Perón hace un llamado a los opositores para pacificar el país, apostando por la "convivencia democrática" y "la consolidación nacional". Con la sangre aún caliente de los millares de víctimas de la descabellada masacre de Plaza de Mayo, Perón llama a la conciliación y no a la lucha. Se ocultó el verdadero número de víctimas de los bombardeos y se negó a fusilar a los principales responsables.
 
Perón invita a la oposición a la conciliación y pacificación del país, y la oposición lo rechaza con argumentos bizantinos y pretensiones desmedidas, mientras continúa con la conspiración, el sabotaje y los atentados, alimentados por una oligarquía ávida de recuperar el poder que le había sido arrebatado en 1946.
 
Es evidente que la oligarquía estaba dispuesta a llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias: la franca confrontación entre los beneficiarios y los enemigos de la Nueva Argentina. Ya lo había demostrado con el bombardeo de Plaza de Mayo.
 


El golpe final del 16 de septiembre de 1955
 
El 16 se septiembre de 1955 estalló en Córdoba  la insurrección militar que daría inicio a la autodenominada Revolución Libertadora.
 
Los rebeldes contaron con el apoyo de los llamados "comandos civiles", políticos gorilas que combatieron contra las tropas leales al presidente Perón en Alta Córdoba, y mantuvieron escaramuzas en distintos puntos del país, ocupando edificios públicos y constituyeron un factor de enlace permanente con los militares sublevados.
 
Hubo fuertes enfrentamientos entre la Escuela de Artillería, su aliada, la Escuela de Tropas Aerotransportadas y la vecina Escuela de Infantería, leal al gobierno, en las afueras de Córdoba y se combatió en el epicentro de aquella ciudad, sobre todo frente al histórico Cabildo; en la Basa Naval de Río Santiago, atacada por la Fuerza Aérea leal y en el Río de la Plata, donde la Escuadra de Ríos sufrió serios daños. También se produjeron choques en Curuzú Cuatiá (provincia de Corrientes), en Cuyo y Entre Ríos.
 
Hubo duros enfrentamientos entre fuerzas del Ejército y la Aviación Naval en la zona de Sierra de la Ventana y Tornquist y combates de consideración en Bahía Blanca y la provincia de Río Negro donde un convoy fue atacado por aviones navales.
 
Por otra parte, la Marina bombardeó los depósitos de combustible y la Escuela de artillería antiaérea de Mar del Plata, amenazó con hacer lo mismo en la Destilería de La Plata y  unidades rebeldes de la Fuerza Aérea atacaron aeródromos y bases leales en diferentes puntos de las provincias de Córdoba y Buenos Aires.



 
Foto: Pese a la brutal represión, en Rosario la resistencia no afloja. En una de esas jornadas de 1956, Villa Manuelita amanece pintada en abierto desafío al orden mundial imperante: " Los yanquis, los rusos y las potencias reconocen a la Libertadora. Villa Manuelita no ".


Rosario: Capital del Peronismo
 
Apenas iniciado el golpe contra el gobierno constitucional peronista, aparecieron los resistentes en Rosario y durante 7 días con sus noches soportaron el asedio de los golpistas.
 
El general León Bengoa con refuerzos militares, armamento y municiones suficientes sitia a la ciudad provocando una guerra civil en Rosario. Sitiados, sin alimentos, sin armamento, las fuerzas leales a Perón, el Regimiento Militar II de Infantería de Rosario junto a los trabajadores del cordón industrial y el pueblo pelean y avanzan sobre los sectores enemigos del centro de la ciudad y las fuerzas armadas.

Durante siete días mantuvieron en vilo a la ciudad y a las fuerzas golpistas que nunca pudieron entrar para arrancar los bustos de Perón y Evita, por ese motivo Perón la declara la Capital del Peronismo.

 
Allí la resistencia peronista fue una de las más feroces y activas. Tenía una base social amplia y en esos días de guerra civil, en Rosario, el golpe se cobró más de 400 muertos entre niños, mujeres y hombres de distintas edades, además de cientos de heridos.
 
Los enfrentamientos en todo el país se extendieron del 16 al 21 de septiembre y finalizaron cuando Perón renunció a la presidencia y se marchó al exilio, primero a Paraguay y posteriormente a Venezuela, República Dominicana y España.

 

¿Por qué renunció Perón?
 
Para la renuncia se unieron varios factores: la falta de disposición de Perón a la lucha, la débil lealtad de los militares hacia él y el deseo de evitar la abierta confrontación de la oligarquía con el pueblo en las calles y armado, dispuesto a todo.
 
Sumado a ello la profunda decisión de los militares sublevados de llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias; como lo demuestra la amenaza de la Marina de bombardear a la población civil de la ciudad de Buenos Aires y destruir las destilerías de petróleo "Eva Perón", una obra de extraordinario valor para la economía nacional.
 
El gobierno de Perón tal vez estaba en condiciones de derrotar militarmente a los sediciosos, sin embargo la estabilidad del régimen popular dependía de su decisión de enfrentar violentamente a la oligarquía terrateniente y profundizar el proceso revolucionario iniciado el 17 de octubre de 1945. Perón tuvo el temor de introducir al país en una guerra civil, cedió a la presión y cursó su renuncia.
 
El golpe militar de septiembre de 1955 provocó, entre junio y septiembre, la muerte de casi 4000 personas, entre civiles y militares y significó el triunfo y el festejo para los sectores pertenecientes a las clases media y alta, pero la mayoría de los trabajadores y de los sectores populares lo recibieron con tristeza e indignación.
 
 
"Ni vencedores, ni vencidos"

El 20 de septiembre Lonardi asumía la presidencia de la República con una frase que luego fue desvirtuada por la realidad de los hechos: "Ni vencedores, ni vencidos".

Los partidos políticos gorilas festejaban en las calles. El Comité Nacional de la UCR brindó su apoyo al gobierno militar explicitando textualmente que: "la revolución triunfante por el sacrificio de soldados, marinos, aviadores y civiles unidos por su patriotismo y amor a la libertad, abre una gran esperanza".

Incluso radicales como los doctores Roque Carranza, Carlos Alconada Aramburu, y en Entre Ríos, Sergio Montiel, resultaron ser relevantes conspiradores y "comandos civiles".

El Congreso Nacional se disolvió; las provincias fueron intervenidas; a los miembros de la Corte Suprema de Justicia se los dejó cesantes; se creó una Comisión Nacional de Investigaciones destinada a actuar contra el peronismo.

Mientras tanto, el Movimiento Peronista se encuentra desorganizado y lo previsible ocurre. Con la caída de Perón se produce el desbande general de los viejos dirigentes; muy pocos permanecieron en sus puestos de lucha.

Los "comandos civiles" atacan los locales obreros y los ocupan a punta de pistola (se interviene la CGT, se asaltan los locales partidarios y se encarcela a sus dirigentes más representativos) Pero la resistencia surgirá rápida y espontánea en las bases populares indignadas por el derrocamiento de Perón, aunque sus dirigentes estaban presos, exiliados o escondidos.



Política de los "libertadores"

El nuevo gobierno "de facto" toma medidas de neto corte antipopular que tiende a sustituir el Estado de Bienestar del peronismo.

El Plan Prebisch, alentado por el nuevo gobierno de facto, considera que existe una crisis económica en el país. Para salir de ella, siguiendo los lineamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI) propone y efectiviza: fuerte incentivo a la producción agropecuaria, restablecimiento del mercado libre de cambios, acudir al crédito exterior, congelar sueldos y salarios, admitir la entrada de capital extranjero y la devaluación del peso argentino. Consecuentemente, dispone el ingreso como país-socio al Fondo Monetario Internacional.


 
Asume Aramburu

Pero grupos de militares cerradamente antiperonistas (llamados "gorilas") entienden que Lonardi es demasiado blando y no lleva a cabo la tarea de "desperonizar" al país con suficiente energía. Un golpe interno en las Fuerzas Armadas, determinó el día 13 de noviembre su reemplazo por un liberal de derecha, el General Pedro Eugenio Aramburu.


En ambas Presidencias el Almirante Isaac Rojas ocupó el cargo de vicepresidente de la Nación conjuntamente con la Junta Consultiva, integrada por representantes de los partidos gorilas opositores al peronismo, seleccionados por el poder militar.
 
Los siguientes partidos fueron los integrantes de la Junta Consultiva Nacional: Unión Cívica Radical, Partido Socialista, Partido Demócrata Conservador, Partido Demócrata Progresista y Partido Demócrata Cristiano.
 

Recrudece la política represiva


Con Aramburu comienza una etapa de mayor represión. Se disuelve el Partido Peronista y se intervienen más sindicatos. El 1º de Mayo de 1956 se vuelve a poner en vigencia a la Constitución de 1853, declarándose nulas y sin valor las reformas sociales realizadas en 1949.

Paralelamente al cambio presidencial, se agudiza la represión, llevándose a la práctica decretos leyes como el 4.161, que desautoriza toda actividad peronista (se prohíbe, con pena de cárcel: nombrar a Perón y a Eva Perón, tener sus retratos o símbolos, cantar la marcha peronista, etc.) también se proscribe electoralmente al peronismo y se secuestran los restos mortales de Evita.

Empieza una sorda resistencia inorgánica, con tres polos de desarrollo: la fábrica, el barrio y los militares peronistas. Desde el exilio, Perón envía "directivas secretas" a los dirigentes peronistas para intentar organizar la Resistencia, menciona especialmente a la Juventud Peronista y nombra su delegado personal para coordinar la Resistencia a John William Cooke.



La resistencia peronista

El año 1956 se caracteriza por el aumento de la oposición peronista al gobierno de Aramburu, la creciente tensión social y la crisis profunda que sacude al régimen.


Desde las fábricas, los barrios, el seno del movimiento obrero, desde las estructuras de los cuerpos de delegados y comisiones internas se formó el engranaje de una nueva manera de resistir el golpe, con la consigna de Perón Vuelve. Esa lucha se dará en Rosario, Córdoba, el primer y segundo cordón industrial de la provincia de Buenos Aires, en la provincia de Tucumán y en Tafí Viejo, donde se encuentran los talleres ferroviarios más emblemáticos, Altos Hornos Zapla, los cañeros de la Fotia, Minera Aguilar, Jujuy y las Pirquitas, y tanto más.

También en el 56 comienzan a organizarse en forma embrionaria agrupaciones gremiales ligadas a jóvenes peronistas, nucleados fundamentalmente en los barrios. Estos grupos juveniles se organizaron progresivamente hasta confluir al año siguiente en la Mesa Ejecutiva de la Juventud Peronista, integrada por Gustavo Rearte, Héctor Spina, Felipe Vallese y otros. Aparecen varios periódicos ligados a ese sector (Norte, Línea Dura, etc.)



Se amplia la intransigencia

La exclusión política del peronismo, produjo un proceso de resistencia que ampliaría el perfil del justicialismo. A partir de 1955 el peronismo aglutinó, representó y canalizó a todas las rebeldías y críticas contra el sistema económico, social y político, crecientemente ineficaz y en el cual era el único actor apartado.

El espectro político peronista se tornó muy amplio y variado. El activismo peronista opositor, con ingenio y combatividad, realizó sus intentos por la vía del levantamiento cívico-militar, acciones de resistencia por métodos encubiertos, "trabajo a tristeza", sabotajes, colocación de explosivos, paros gremiales, atentados, ataques con bombas "Molotov", etc.



Experiencias insurreccionales

En esta etapa se realizaron alzamientos cívico-militares -la revolución del general Juan José Valle y, posteriormente, la asonada del general Iñiguez- y se probaron otras formas de lucha que incluyeron experiencias insurreccionales -la toma del Frigorífico Lisandro de la Torre, encabezada por Sebastián Borro, que puso en pie de guerra al barrio de Mataderos durante una semana-, y experiencias guerrilleras rurales como fue la de los "Uturuncos" desarrollada en Tucumán y Santiago del Estero entre octubre de 1959 y junio de 1960.

Además, el peronismo participaba, aunque estaba proscripto, en las elecciones apoyando a otros candidatos en contra de los radicales, que eran los representantes civiles de la dictadura militar.



El radicalismo nunca se alejó demasiado del poder. En los interregnos militares inaugurados por la Revolución Libertadora de 1955 siempre se pueden encontrar ministros, gobernadores e intendentes radicales, en grado tal que es posible hablar de la Unión Cívica Radical como brazo civil del golpismo militar de las décadas del 50, 60 y 70.

 
La revolución del General Valle y la Operación Masacre

En el marco de la resistencia anti-oligarquica, en junio de 1956, el General Juan José Valle organiza un alzamiento cívico-militar contra el gobierno ilegítimo para defender la soberanía popular y la justicia social, avasalladas por el gobierno militar instalado en septiembre de 1955.

El movimiento revolucionario es infiltrado, pero no se lo reprime hasta que se manifiesta como tal. Se buscaba desde el poder dar un escarmiento total que sirviera para desalentar posibles intentos posteriores.

Tan es así, que los decretos de fusilamiento para el general Valle y sus compañeros fueron firmados antes del 9 de junio, pese a que el tribunal militar que los juzgó, los había absuelto. Así y todo se les aplicó la ley marcial retroactiva a la fecha y hora de disposición. Es de hacer notar que al rendirse el general Valle, se le garantizó salvaguardar su vida. Entre el 9 y el 12 de junio de 1956, murieron fusilados y asesinados en los basurales de José León Suárez 31 patriotas revolucionarios peronistas.

 

Si bien los militares gorilas y golpistas, testaferros de la oligarquía ávida de recuperar el poder que le había arrebatado el pueblo en 1945, hablarán del "tirano sangriento" y la "tiranía sangrienta" refiriéndose a Perón, que se había negado a fusilar a los culpables de la masacre de Plaza de Mayo y a perseguir a sus cómplices, lo cierto es que serán ellos los salvajes y homicidas que proscribirán, perseguirán, encarcelarán, torturarán y matarán al pueblo argentino.

 
Escribe: Blas García

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12-09-2025 / 10:09
Fernando "el Cantor" Cerimedo, dueño de La Derecha Diario y una figura clave en la campaña que hizo presidente a Javier "el Loco" Milei, declaró bajo juramento ante la Justicia que Diego Spagnuolo le había ido contando "en cuotas", durante conversaciones sostenidas a lo largo de 2024, el mismo esquema de sobornos con los medicamentos para discapacitados que, según los ya famosos audios, terminaba en Karina "la Recaudadora" Milei y la Casa Rosada.
 
Cerimedo, consultor de La Libertad Avanza, declaró ante el fiscal Franco Picardi en el marco de la investigación por una red de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Durante su testimonio, confirmó que el exdirector del organismo, Spagnuolo, le había «hablado de hechos de corrupción» y hecho mención «a coimas». Esta declaración es considerada un elemento central para la pesquisa que intenta determinar la existencia de un circuito de sobornos que involucraría a la ANDIS y a la droguería Suizo Argentina SA.
 
En su relato, Cerimedo ratificó el contenido de las denuncias, sosteniendo que Spagnuolo le había comentado sobre posibles irregularidades. Sin embargo, negó de manera rotunda haber sido el autor de las grabaciones que desataron el escándalo. Argumentó que nunca se reunió en el lugar que se escucha de fondo en los audios y cuestionó su presunta motivación para perjudicar al Gobierno libertario, destacando su apoyo público a la administración.
 
Respecto a su vínculo con el exfuncionario, Cerimedo no ocultó que mantuvo una buena relación, la cual fue facilitada por el presidente Milei. Precisó que Spagnuolo solía contarle «cosas de internas y de política» utilizando expresiones similares a las de las polémicas grabaciones. Cerimedo aclaró además que en la conversación filtrada no se hablaba del presidente, sino de la cercanía de Spagnuolo con Milei.
 
Mientras tanto, la defensa de la familia Kovalivker, propietaria de la droguería mencionada, ha solicitado la nulidad de la investigación. Alega que la causa se inició basándose en una grabación obtenida de manera ilícita, lo que constituiría una violación a la intimidad de Spagnuolo.
 
La investigación se encuentra próxima a un momento crucial, con el vencimiento en una semana del secreto de sumario. Esto permitirá a las partes acceder al expediente completo. En este escenario, se evalúa que Spagnuolo podría optar por convertirse en «imputado colaborador», una figura que le permitiría mejorar su situación legal a cambio de aportar datos veraces y relevantes para la causa.
 
La declaración de Cerimedo es una bomba político-judicial. Es el primer testimonio directo ante la justicia federal que confirma no sólo la autenticidad de los audios de Spagnuolo sino su contenido: la existencia de una matriz de corrupción en el corazón del gobierno libertario para cobrar coimas en la compra de medicamentos para los discapacitados.
 
La confirmación en sede judicial del esquema de coimas instrumentado en conjunto con la droguería Suizo Argentina de la familia Kovalivker amenaza así con erigirse en el gran escándalo de corrupción del gobierno anarco capitalista de Milei y sumar otro capítulo negro a la historia de la política ultra derechista argentina.
 
La Opinión Popular
 

11-09-2025 / 16:09
La referente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, lanzó duras acusaciones contra el prescindente Javier "el Loco" Milei y su hermana la coimera Karina, luego del revés que sufrió el oficialismo en las elecciones legislativas bonaerenses. "La pareja presidencial es una pareja perversa, que disfruta de la crueldad y está movida por la codicia", disparó.
 
Carrió habló el martes en el canal A24, donde aseguró estar "contenta" con la derrota del Gobierno. Criticó al jefe de Estado por sus ataques contra las personas con discapacidad y por haber vetado los aumentos jubilatorios, al tiempo que insistió en denunciar presuntas coimas en las que estaría involucrada la secretaria General de la Presidencia.
 
"La perversidad de este Gobierno no es solo crueldad: es gozar de la crueldad", remarcó. Respecto al resultado electoral, destacó que el peronismo volvió a imponerse en la provincia, aunque relativizó la magnitud del triunfo: "El peronismo sacó los votos que saca siempre".
 
Según sostuvo, la derrota libertaria también respondió a la fragilidad de la alianza con el PRO: "El error fue creer que Juntos por el Cambio era Mauricio Macri. No. El Gobierno perdió porque no cuenta con la UCR ni con la Coalición Cívica".
 
También opinó sobre el panorama interno del peronismo: "Ganaron los intendentes, pero Cristina pierde. El cristinismo está en retroceso". Pese a sus diferencias ideológicas, reconoció a Axel Kicillof como dirigente político.
 
Carrió cargó también contra el estratega Santiago Caputo, a quien responsabilizó por la campaña fallida, y exculpó a Sebastián Pareja, referente bonaerense de La Libertad Avanza. "¿Quién levantó al kirchnerismo en esta campaña? ¿Quién jugó a la polarización?", se preguntó.
 
De cara al futuro inmediato, sostuvo que "no va a pasar nada" tras la victoria peronista en la provincia, pero advirtió: "Hay que equilibrar el poder autoritario. El Gobierno disolvió a sus posibles aliados y está poniendo en riesgo la república".
 
En otro tramo de la entrevista, vinculó a los Milei con un escándalo financiero: "Lo de Libra es una estafa fenomenal. Los Milei son ilegales. Es la Argentina de la ilegalidad".
 
Mirando hacia las elecciones de octubre, la exdiputada planteó que la única salida para preservar la institucionalidad es que la sociedad apoye a una tercera alternativa: "Ellos van a ganar representación, pero hay que votar una opción que modere el parlamento. Tienen que terminar su mandato, pero con límites".
 
Carrió también criticó al frente opositor Provincias Unidas, formado por varios gobernadores, por considerar que sus líderes "se pelean entre todos por sus ambiciones presidenciales".
 
Por último, cuestionó a los responsables de la política económica. Dijo no confiar en el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y calificó a Luis "Toto" Caputo como "un gran trader", aunque lo acusó de desconocer la realidad del país: "Nunca vieron una pyme en su vida y no les importan las pequeñas y medianas empresas".
 
La Opinión Popular
 

11-09-2025 / 11:09
De espaldas al pronunciamiento electoral, el cruel gobierno de burros de Javier "el Loco" Milei vetó las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica. Con la primera, amplias mayorías de las dos Cámaras buscaban garantizar la subsistencia de las casas de altos estudios, amenazada por el ajuste irracional de los analfabetos  libertarios.
 
La ley educativa establecía el aumento de financiamiento para el funcionamiento y los salarios en las universidades. La Ley de Emergencia Pediátrica buscaba incrementar financiamiento a los hospitales pediátricos. En línea con lo ocurrido con la Emergencia en Discapacidad, el Congreso se prepara para rechazarlo la semana próxima.
 
Finalmente, la miserable furia presidencial después de la derrota se tradujo en un nuevo ataque contra la universidad pública. El desquiciado Milei volvió a empuñar la motosierra y vetó la Ley de Financiamiento Universitario y también la Emergencia en Pediatría, dejando en evidencia que la autocrítica prometida en el búnker, la noche en la que reconoció la estrepitosa caída en la provincia de Buenos Aires, nunca existió.
 
El montaje del diálogo se desvaneció rápido: el Gobierno anarco capitalista no sólo vetó una ley sancionada por una mayoría abrumadora en el Congreso, sino que ya prepara el veto a la norma del reparto automático de los ATN, avalado por los 24 gobernadores a los que busca seducir con migajas en medio de la crisis política más profunda desde su llegada a la Casa Rosada. Es la segunda vez que el Presidente veta una ley que apuntala al financiamiento universitario.
 
La catastrófica derrota electoral en la provincia de Buenos Aires el pasado domingo, dejó en crisis al gobierno de los ricos expresando el descontento con la situación económica que está sufriendo la mayoría trabajadora en el país y el doble discurso "contra la casta" tras los escándalos de corrupción que involucran a Karina Milei. Aún así el Gobierno profundiza su rumbo de ajuste planteando que no se moverá "ni un milímetro" de la política económica neoliberal y anti popular.
 
El Loco Milei ya había vetado este mismo proyecto el año pasado, lo que derivó en tomas en decenas de universidades del país con movilizaciones masivas. Tras la derrota electoral, el gobierno se encuentra en su momento de mayor debilidad. No obstante, insiste en profundizar el ajuste contra los trabajadores, contra la salud y la educación públicas, contra jubiladas y jubilados, así como en discapacidad. Esto confirma que el único plan de Milei es el ajuste y la destrucción de derechos.
 
El Congreso se prepara para resistir y podría insistir con la Ley la próxima semana. Los gremios, rectores y estudiantes acompañarán la sesión con la "Tercera Marcha Federal", que se prevé masiva. Por su parte, los sindicatos docentes convocaron a un paro nacional universitario para el viernes próximo. 
 
Los médicos y trabajadores del Garrahan, en tanto, también preparan sus medidas de acción directa. Tras la derrota electoral del Gobierno libertario y en su momento más débil, es necesario impulsar movilizaciones masivas junto con todos los sectores atacados para tirar abajo el veto y derrotar el ajuste.
 
La Opinión Popular
 

10-09-2025 / 11:09
El Gobierno de Javier "el Loco" Milei en su peor momento, salió a festejar el apoyo del Fondo Monetario Internacional. Las cuentas de Milei y Luis Caputo repostearon un twit de la vocera del organismo, Julie Kozack, que respaldó el ancla cambiaria, la política monetaria y las desregulaciones del Gobierno. Las viejas recetas neoliberales del FMI que profundizan la miseria y la entrega nacional. Ni los gobernadores más colaboracionistas con la administración libertaria confirmaron su apoyo en medio de críticas al destrato de la Casa Rosada. Fuertes reclamos y exigencias de los peronistas. Los alineados en Provincias Unidas lo definirán en conjunto este viernes en Córdoba.
 
Solo San Juan confirmó que asistirá a la cita del gobierno central, en medio del tembladeral que causó en el Gobierno anarco capitalista de Milei la estrepitosa derrota que sufrió frente al peronismo en la provincia de Buenos Aires, la Casa Rosada ensaya estrategias para intentar no mostrarse aislados a un mes y medio de las elecciones legislativas nacionales.
 
Una de ellas fue una convocatoria (todavía informal y sin agenda) a una "mesa de diálogo federal" con los gobernadores, aunque las primeras respuestas públicas de los mandatarios provinciales no fueron las que esperan los estrategas libertarios ni aun de aquellos colaboracionistas que hasta ahora le brindaron su apoyo en el Congreso para sostener las políticas de ajuste y motosierra del Gobierno central.
 
Decepcionados por los acuerdos pactados que Milei no cumplió, los cinco gobernadores (Córdoba, Santa Fe, Chubut, Jujuy y Santa Cruz) que armaron Provincia Unidas como una opción electoral en octubre --frente a LLA y Fuerza Patria- desconfían, no quieren aparecer como un salvavidas para el gobierno tras la experiencia bonaerense y se reunirán en Río Cuarto para definir una postura común en medio de un acto de campaña.
 
Los mandatarios peronistas que también colaboraron con la administración libertaria salieron a cuestionar la convocatoria al calor del 7-S bonaerense, mientras que el resto reclama soluciones urgentes en medio de la asfixia económica con la que el Gobierno somete a sus territorios. Solo el mandatario sanjuanino respondió solícito al convite de Balcarce 50, mientras que los gobernadores aliados de los libertarios el 26 de octubre (Mendoza y Chaco) ni siquiera se pronunciaron.
 
El domingo por la noche, desde La Plata y arriba del escenario de la victoria, el gobernador bonaerense Axel Kicillof reclamó públicamente a Milei una reunión para solucionar la poda de recursos económicos que el gobierno libertario le adeuda a la provincia. Aunque conmovido por la dura derrota, el gobierno diseñó una convocatoria amplia en modo electoral para no ceder al reclamo de su vencedor: el vocero presidencial Manuel Adorni anunció por X la conformación de una "mesa política nacional" libertaria (tras la derrota) y la decisión presidencial de convocar a una "mesa de diálogo federal con los gobernadores".
 
Pero fueron los mandatarios provinciales más cercanos al Gobierno los primeros en darle la espalda. El santafesino Maximiliano Pullaro, que rápidamente tomó nota del resultado electoral en la provincia de Buenos Aires y contestó por la misma vía: "La gente viene hablando fuerte y claro. El gobierno sigue sin escuchar, paralizado. Hay que dejar atrás el pasado, lleno de fracasos y frustraciones. Enfrentar ya los graves problemas del presente, porque en las casas de nuestra gente todo apremia", posteó Pullaro.
 
Y agregó: "No se puede maltratar, no se puede agredir ni insultar. Cuando se pierde la sensibilidad y encima la comunicación es muy agresiva, la gente te da la espalda". "Siempre que el presidente convoca tenemos que ir a escuchar y a colaborar, pero lo resolveremos en el marco de Provincias Unidas, con los otros cinco gobernadores que integramos ese espacio", respondió sobre el convite dialoguista.
 
La Opinión Popular
 

09-09-2025 / 08:09
El gobierno de los hermanos Milei se aferran a su círculo íntimo de alcahuetes para no cambiar nada, pese a una rotunda derrota en la provincia de Buenos Aires. Mientras el dólar rozaba el techo de la banda y el riesgo país superaba los 1100 puntos, Luis "Toto" Caputo filtró a los inversores que "se perdió por errores electorales, el plan sigue sin cambios". Mucho no le creyeron. Morgan Stanley desaconsejó colocar fondos en Argentina y el gabinete es un tembladeral. Guillermo Francos ligó la derrota a temas económicos y en medio del descalabro crece Federico Sturzenegger.
 
Mientras Karina, convertida en enfermera improvisada, le hace tragar a Milei Valcote 500 miligramos y Quetiapina 100 miligramos, drogas que cualquier psiquiatra receta para frenar tormentas internas que no se arreglan con meditación, la derrota categórica en la elección bonaerense no parece haber permeado, puertas adentro, en lecturas correctas sobre el resultado final.
 
El lunes a primera hora, siguiendo la línea que marcó el presidente en su discurso de la noche del domingo, el titular de Hacienda, Caputo, ordenó a sus laderos comunicarles a los inversores el siguiente mensaje: "se perdió por errores tácticos, electorales, los responsables son Pareja (Sebastián, el armador bonaerense) y los escándalos de corrupción de los Menem. El plan económico sigue sin cambios". El texto sorprendió a los interlocutores. Con un mensaje claro de las urnas respecto a la crisis económica, el costo de vida y el empleo se negaban modificaciones y prometían más ajuste. Lo contrario a lo que se votó.

El "Loco" Milei, golpeado por la contundente derrota en las elecciones, anunció la creación de una "mesa política nacional" que no es más que un refugio de fieles para blindar su proyecto libertario en crisis. La decisión, comunicada por el vocero Manuel "Cara de Piedra" Adorni, llega horas después de que el peronismo, liderado por Axel Kicillof, arrasara en los comicios, consolidando un rechazo masivo al ajuste económico que hunde a millones en la pobreza.

Lejos de escuchar el mensaje de las urnas, Milei opta por atrincherarse con su círculo íntimo. Presidida por él mismo, la mesa estará integrada por su hermana Karina "Alta Coimera" Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el "estratega" Santiago Caputo, el diputado Martín "Casta" Menem y el propio Adorni. Con los mismos de siempre, buscan engañar otra vez a los gobernadores más cobardes, crédulos o ingenuos. 
Sigue hasta Martín Menem, el coimero que reporta a la coimera Karina.


No hay lugar para la oposición ni para voces disidentes: esto es un club de fanáticos diseñado para encerrarse en un modelo nefasto que el pueblo bonaerense repudió con claridad. La derrota en la provincia clave, que representa casi el 40 por ciento del padrón nacional, expone la fragilidad de un Gobierno que prometió "libertad" pero entrega inflación, despidos masivos y un dólar cada vez más alto. El intento de Milei de mostrar apertura con una "mesa de diálogo federal con los gobernadores" es puro maquillaje. Después de demonizar a mandatarios como Kicillof, negándoles fondos coparticipables y acusándolos de "zurdos", ahora finge tender puentes. Los gobernadores ya dejaron claro que no negociarán con un presidente que asfixia a las provincias mientras favorece a los especuladores financieros.

En Buenos Aires, la jugada es aún más desesperada: Milei busca ampliar la "mesa política provincial" para incluir a "representantes del espacio". Es un intento burdo de contrarrestar la paliza electoral, donde el oficialismo perdió en 99 municipios. La maniobra revela el pánico libertario que ve desmoronarse su narrativa ante un peronismo revitalizado. Esta "mesa de los fieles" no es una estrategia de gobernabilidad, sino un búnker de alcahuetes para resistir el vendaval político. Mientras las calles se van poblando de protestas por despidos y las pymes cierran, Milei ignora el veredicto popular y se aferra al poder con los fanáticos suyos.
 
La Opinión Popular



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