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Por La Opinión Popular - 18-09-2025 / 11:09
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

Frigerio celebró el acuerdo de Milei con el FMI que plantea nuevos ajustes a Entre Ríos

Frigerio celebró el acuerdo de Milei con el FMI que plantea nuevos ajustes a Entre Ríos
El que instó a apoyar este plan cipayo de dependencia a los EE.UU. fue el gobernador Rogelio Frigerio quien habló con los diputados nacionales de su espacio político para que voten a favor del nuevo acuerdo con el FMI. En ese sentido, remarcó: "Hay que darle las herramientas al Gobierno para que pueda ordenar la macroeconomía. Necesitamos que el Gobierno nacional pueda ordenar la macro para crecer y salir adelante", afirmó refiriéndose al engendro de un nuevo mega endeudamiento, bajo el pliego de condiciones que exige el FMI para dar el préstamo. Porque el acuerdo con el FMI, que tanto celebran Milei y Frigerio, no es una donación, es un endeudamiento. Y lo pagarán con miseria planificada.
 

 
El nuevo acuerdo secreto de endeudamiento de Javier Milei con el FMI marca el verdadero inicio del programa económico exigido por Donald Trump: una devaluación cercana al 30%; el fin de los subsidios a la luz y el gas para la clase media; privatizaciones de Aerolíneas, Banco Nación, YPF y otras; reformas laborales y jubilatorias que incluye el aumento de la edad jubilatoria (65 años las mujeres y 70 años los varones); y un giro geopolítico de sumisión total a EE.UU. y en contra de una relación con China. Tras meses de negociación, Milei y Luis "Toto" Caputo cedieron y aceleraron las medidas. El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, vino a Buenos Aires para garantizar el cumplimiento y se llevó la promesa de que Argentina entregará sin discutir todo lo que exijan los yanquis.
 
Washington pide mucho más que ajuste por el salvataje a Milei y a su plan fracasado encaminado al default: quiere imponer un modelo neocolonial, influir en el gabinete, quedarse con recursos estratégicos y allanar el camino a una eventual dolarización. La "tercera fase del programa económico", el cualquiercosismo de Milei y Caputo es, en realidad, la primera fase del programa económico dictado por Trump al gobierno libertario. El dólar no cayó como un piano, como anticipaba Milei, sino que sufrió una nueva devaluación, y habrá un nuevo salto después de las elecciones de octubre con la inflación consecuente. Exactamente lo contrario a lo planeado. Cuando un Gobierno, en cualquier parte del mundo, va a pedir la escupidera al FMI es porque fracasó. Cuando ese país es el más endeudado del mundo con el FMI por lejos, ese fracaso es completo.
 
El que instó a apoyar este plan dipayo de dependencia a los EE.UU. fue el gobernador Rogelio Frigerio quien habló con los diputados nacionales de su espacio político para que voten a favor del nuevo acuerdo con el FMI. En ese sentido, remarcó: "Hay que darle las herramientas al Gobierno para que pueda ordenar la macroeconomía. Necesitamos que el Gobierno nacional pueda ordenar la macro para crecer y salir adelante", afirmó refiriéndose al engendro de un nuevo mega endeudamiento, bajo el pliego de condiciones que exige el FMI para dar el préstamo. Porque el acuerdo con el FMI, que tanto celebran Milei y Frigerio, no es una donación, es un endeudamiento. Y lo pagarán con miseria planificada.
 
Ahora bien, detrás de esas medidas se esconde un objetivo concreto: reducir gastos fiscales para pagar la deuda externa y cumplir con los condicionamientos impuesto por el Fondo para el desembolso de los dólares, así el Gobierno de Milei se comprometió con nuevos ajustes al interior federal. Pretenden quitarles más recursos. Los salarios y jubilaciones serán las principales variables de ajuste en las finanzas de las provincias. Y habrá un fuerte recorte en obras necesarias. Nada nuevo bajo el sol.
 
Es otro ataque al federalismo. Además de más endeudamiento y devaluación, el acuerdo con el FMI prevé una revisión del sistema de coparticipación federal de impuestos. Indudablemente, y a pesar del tremendo ajuste que ya sufrieron las provincias sobre recursos que ellas mismas generan, una de las condiciones que impuso el FMI y aceptó Milei es quitar más recursos aún. Arguyen que las provincias son el mal de la Argentina y responsables de esta nueva deuda.
 
La jugada de Milei para seguir saqueando al interior federal es eludir a las legislaturas provinciales. En la Casa Rosada interpretan que las provincias, tal como son citadas en la Constitución, están representadas en el Congreso, por lo que no es necesario pedir autorizaciones legislativas en cada una de ellas. La diferencia no es menor: los gobernadores son mucho más fuertes en sus Legislaturas que en el Congreso nacional, dónde si bien se hacen sentir, no siempre son decisivos. Con el esquema de Milei, podría darse que un mandatario no esté de acuerdo con un nuevo reparto de fondos y no pueda impedirlo por su escaso peso en el Congreso.
 
Mientras tanto, la realidad desmiente a Milei, el "éxito" que vende Caputo del equilibrio fiscal fue a partir de quedarse con recursos de las provincias. Y pretenden seguir ajustando. En el texto del acuerdo, el FMI sugiere "reducir los impuestos provinciales distorsivos"; como Ingresos Brutos, y mejorar la valoración de inmobiliarios y rurales. Además, propone "reformar el sistema de coparticipación y marcos de responsabilidad fiscal".
 
La idea es la que el FMI intentó imponer con Mauricio Macri, donde las provincias se deberían financiarse con tributos a la propiedad, como Vehículos e Inmobiliario. En su momento se sacó la cuenta y para reemplazar Ingresos Brutos se debía aumentar Inmobiliario por diez. Esto es exactamente lo mismo, cobrarles a las personas de a pie para bajarles impuesto a los ricos empresarios.
 
Los ingresos provinciales provienen básicamente de dos fuentes: recursos propios (principalmente, Ingresos Brutos, Inmobiliario, Automotor y Sellos) y recursos tributarios nacionales, principalmente por transferencias de coparticipación, éstas representan una buena parte de los ingresos provinciales: en promedio, alcanzan 44,8% en recursos de Coparticipación Federal de Impuestos (CFI), mientras que si se incorpora el resto de transferencias de origen nacional (RON), el guarismo asciende a 54,0% del total.
 
A pesar que las provincias se hicieron cargo de la salud, la educación, la seguridad, la contención social, la obra pública y otras funciones que les corresponden al Gobierno Nacional, en 2024 se redujo la transferencia a las provincias un 76% en términos reales respecto a 2023. En este contexto, además, los ingresos están castigados por la recesión económica que impacta de lleno en las arcas provinciales. Y ni que hablar de los municipios a los que Nación les cortó todo.
 
Entre Ríos es una provincia que no tiene petróleo y sus regalías, no tiene minería ni regalía de litio, no gozará de financiamiento adicional por el fomento de las actividades extractivas. De allí la inquietud por la guerra arancelaria EE.UU. vs. China que puede dañar los precios de sus productos. ¿"No hay plata" será la frase que volverá a resonar? Talvez no se resentirán demasiado los servicios esenciales del Estado (salud, educación y seguridad), pero no habrá fondos para gastos de capital. En otras palabras, aquellos funcionarios que planteen adquisición de maquinaria, compras de vehículos o equipamiento informático no tendrán una respuesta afirmativa desde el ala económica.
 
La preocupación es creciente. la recaudación de impuestos provinciales ha caído, en términos reales y esa tendencia se hizo constante en los últimos meses. Frente a esta doble amenaza -una recaudación propia que ya no alcanza y un recorte inminente de las transferencias nacionales-, resulta inadmisible la ausencia de una posición firme y contundente por parte del gobernador Frigerio, porque es el momento de reclamar con claridad lo que corresponde, anticipándo al futuro problema, porque cuando se reaccione ya puede ser tarde. Es un tema alarmante, para el que no hay respuestas.
 
Este nuevo ajuste de "Las Fuerzas del Cielo" no puede aceptarse dócilmente. Desde Entre Ríos y el interior federal hay entidad para rechazarlo. Somos una provincia que siempre vivió con lo propio: históricamente tuvimos (hasta que llegó este ajuste neoliberal libertario al federalismo) una equivalencia entre lo recibido por coparticipación federal y lo aportado por nuestra economía provincial al fisco nacional. Frigerio, la Legislatura, los partidos políticos, las cámaras empresarias, sindicatos, colegios profesionales y organizaciones sociales deben expresar públicamente su rechazo a cualquier intento de reforma del régimen de coparticipación que implique recortes para Entre Ríos.
 
Una vez más, y fieles a nuestra historia, debemos resistir este avasallamiento al federalismo. Resignar esa lucha sería convalidar un modelo unitario empobrecedor pero aún más centralista, con más inequidad territorial en el interior y más desigualdad social. El efecto es inevitable, la realidad cotidiana lo está demostrando, un gobierno solo para los ricos, con un modelo económico neoliberal que prioriza la especulación financiera sobre la producción y el trabajo. Un esquema de ajuste permanente que busca achicar el Estado y reducir su capacidad de intervenir en favor de los sectores más vulnerables, para que los más ricos paguen menos impuestos y crezca la carga en la clase media y baja.
 
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