Por La Opinión Popular - 18-09-2025 / 11:09
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
Los diputados entrerrianos de la UCR y el PRO, que responden a Frigerio, encubren a Milei y se negaron a investigar la burda cripto estafa
El radical Atilio Benedetti votó en rechazo a investigar la estafa junto a los macristas Francisco Morchio y Nancy Ballejos. Por su parte, la también radical Marcela Antola se ausentó. El único libertario entrerriano en la cámara, Beltrán Benedeit, votó en contra por obediencia debida. Los peronistas Gustavo Bordet, Blanca Osuna, Tomás Ledesma y Carolina Gaillard emitieron su voto positivo para que se investigue el chanchullo perpetrado por el libertario, con el respaldo de una hueste de "fuerzas celestiales".
Entre el viernes 14 y sábado 15 de febrero de 2025 hubo una brutal estafa cripto que protagonizó el presidente Javier Milei, una suba vertiginosa y posterior desplome del valor de $LIBRA en pocas horas, que significó transacciones por 4 mil millones de dólares y dejó una ganancia de más de 100 millones de dólares a un puñado de avivados "inversores", dejando un tendal de 44 mil damnificados. Los impulsores de esta estafa eran todos allegados a Milei: Novelli, Terrones Godoy, Julián Peh, Hayden Davis, Sergio Morales, con auspicio particular de la hermana, Karina Milei. Una banda de delincuentes improvisados que dejaron todos los dedos marcados.
A partir del 14 de febrero, cuando en el día de los enamorados, Milei publicitó la desconocida criptomoneda $LIBRA, el Gobierno anarco capitalista enfrentó una serie de problemas políticos y judiciales tanto en Argentina como en EE.UU. Hasta ahora había logrado zafar del primer intento de crear una comisión investigadora en el Senado. Fue gracias a la pirueta que dio el jefe del bloque de la UCR, Eduardo Vischi, quien había firmado como coautor de la iniciativa junto a sus compañeros de bancada y a la hora de votar, votaron en contra.
Desde aquel intento frustrado del 20 de febrero hasta ahora, se fueron revelando detalles del escándalo, como los estrechos vínculos de Milei con los armadores de la estafa, los pedidos de dinero de Karina Milei para conseguir una reunión con el presidente y otros hechos de corrupción que enchastran al Ejecutivo nacional. Por la crisis económica, la imagen presidencial se fue desgastando y con ella el vínculo con los gobernadores aliados. Estos aportaron los votos necesarios para aprobar la resolución de creación de la comisión. Fue por 128 votos a favor, 93 en contra y 7 abstenciones.
Los diputados de Rogelio Frigerio, los radicales y macristas entrerrianos se negaron a investigar la estafa de Milei. De los cuatro diputados y diputadas que comanda el porteño Frigerio, tres votaron en rechazo y una se ausentó convenientemente en la creación de la comisión que investigará la criptoestafa en la que estaría involucrado Milei. Radicales y macristas, unidos para ocultar el delito.
Sin fisuras, el bloque de diputados de JXC que dirige desde Entre Ríos el Gobernador, intentó evitar que se cree la comisión investigadora del desfalco. No hubo diferencias entre la UCR y el PRO en el intento de evitar que se sepa la verdad de lo qué pasó con la mega estafa internacional. Los eternos defensores de la transparencia y la "ficha limpia" intentaron tapar todo y zafar a los Hermanos Milei.
El radical Atilio Benedetti votó en rechazo a investigar la estafa junto a los macristas Francisco Morchio y Nancy Ballejos. Por su parte, la también radical Marcela Antola se ausentó. El único libertario entrerriano en la cámara, Beltrán Benedeit, votó en contra por obediencia debida. Los peronistas Gustavo Bordet, Blanca Osuna, Tomás Ledesma y Carolina Gaillard emitieron su voto positivo para que se investigue el chanchullo perpetrado por el libertario, con el respaldo de una hueste de "fuerzas celestiales".
Para entender el porqué de los votos de la UCR y el PRO a favor de la impunidad del estafador Milei, hay que ver que, por distintos motivos, ambos partidos están en un momento de quiebre. La irrupción del libertario Milei impactó en la UCR y el PRO, confundidos por la llegada al poder de un personaje que los trata como parásitos y no saben cómo reaccionar. Es que, la sorprendente irrupción de Milei en el escenario nacional, fue producto de una nueva crisis de los partidos tradicionales.
En 2001 también hubo un quiebre entre la dirigencia política y la sociedad. En aquel momento, la solución provino de la propia política. Primero, con el arribo al poder del peronista Eduardo Duhalde a través de una Asamblea Legislativa. Luego, mediante el voto popular, llegó al Gobierno el entonces ignoto -y también peronista- Néstor Kirchner. En aquella crisis económica y social, de la cual surgió el reclamo "que se vayan todos...", no emergió un outsider, como sí ocurrió en 2023 con el libertario Milei y La Libertad Avanza, una agrupación que se improvisó sobre la marcha y que incluye a muchos aventureros, tránsfugas, excéntricos, aficionados y oportunistas.
Con el anarcocapitalista como presidente, el oficialismo y los partidos de oposición están enfrascados en los preparativos para la campaña electoral que se avecina, con la mira puesta en las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre. Milei padece las dificultades de gobernar un país con una profunda crisis económica, sin respaldo político territorial y con muy poco peso en el Congreso. Pero tiene un aliciente, en un contexto de complicaciones en su gestión: la crisis de la UCR y el PRO.
El centenario radicalismo y el novel PRO, están atravesados por fuertes dificultades internas, con matices y por distintos motivos. El radicalismo aparece como el más complicado. La UCR ya atravesó varias crisis a lo largo de sus más de 130 años de existencia. Pero la actual parece ser terminal. Sin un liderazgo claro a nivel nacional -ya que el presidente es el porteño Martín Lousteau, cuestionado en la mayoría de las provincias-, el radicalismo sólo suma incertidumbre de cara a octubre.
El centenario partido parece destinado a convertirse en una fuerza provincial, pero sin un denominador común a nivel nacional que le permita ser una verdadera opción de poder. Lousteau es senador porteño y afrontará un duro examen el próximo 18 de mayo, cuando se realicen las elecciones legislativas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
El radicalismo conformó una alianza y lleva a la joven Lucille Levy como primera candidata a legisladora porteña. Las encuestas le dan mal a la lista que impulsa Lousteau. Una mala elección porteña puede terminar de hundir al presidente del radicalismo nacional. En el resto de las provincias, entre ellas Entre Ríos, la UCR buscará armar alianzas locales sin consultar a la conducción nacional.
El PRO está en un laberinto. Fue fundado en 2005 por Mauricio Macri y un grupo de dirigentes, en Capital Federal. Con ese sello, en alianza con otros partidos, Macri llegó a ser jefe de Gobierno porteño y luego presidente de la Nación. Hoy, el PRO gobierna CABA, Chubut y Entre Ríos, más un centenar de municipios en todo el país.
El partido de Macri se partió en las pasadas elecciones presidenciales, cuando Horacio Rodríguez Larreta desafió el liderazgo del expresidente y se lanzó como precandidato presidencial. Macri, quien intuyó que el entonces jefe de Gobierno porteño intentaba "jubilarlo" de la política, apoyó la candidatura de Patricia Bullrich, quien derrotó ampliamente a Larreta en las PASO.
Después de las elecciones generales, donde Bullrich quedó fuera del balotaje, esta se sumó a la campaña de Milei. Con el triunfo de los libertarios, la exdirigente montonera se convirtió en ministra de Seguridad de la Nación y también tomó distancia de Macri, quien se resiste a que su partido sea fagocitado por La Libertad Avanza.
Al igual que la UCR, el PRO se juega una parada decisiva en las elecciones legislativas porteñas. Los Macri (Mauricio y el actual jefe porteño, Jorge Macri) impulsan la lista que encabeza la diputada nacional Silvia Lospenatto. El macrismo se juega a todo o nada contra los libertarios, que impusieron al verborrágico vocero presidencial Manuel "Cara de Piedra" Adorni para tratar de hacer pie en territorio de los Macri.
La elección porteña puede terminar con 17 años de triunfos macristas en CABA y con el PRO mismo, con una novedad: las primeras encuestas marcan que el kirchnerista de origen radical Leandro Santoro podría ganar en territorio amarillo. Los libertarios juegan a ganador, pero se darían por satisfechos con que no ganen los Macri. El PRO expone su futuro en esos comicios porteños y sus principales dirigentes pueden terminar emigrando en masa a LLA.
De cara a octubre, por distintos motivos, la UCR y el PRO afrontan un intríngulis, un horizonte cercano muy complejo. Tan complejo como la inestabilidad y desconfianza de los mercados financieros que enfrenta el outsider -ahora con poder- Milei. Y ni que hablar de la resistencia popular que comienza a crecer en todas partes. De ahí que los diputados radicales y macristas entrerrianos ya se preparan para el garrochazo como vagón de cola de los libertarios.
La Opinión Popular