Por La Opinión Popular - 18-09-2025 / 10:09
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
Alianza JxC-LLA: El intríngulis del radicalismo entrerriano
En Entre Ríos, en el frente anti peronista que responde tanto a Rogelio Frigerio como a Javier Milei analizan una alianza entre Juntos por Entre Ríos (JxC) y La Libertad Avanza (LLA). No los une el amor sino el espanto a una victoria del peronismo. Por encuestas, saben que el PJ está arriba del 30% de intención de votos y que la posibilidad de derrotarlo está en el contubernio de toda la derecha. El cierre de alianzas es el 7 de agosto y hasta entonces pasará mucha agua bajo el puente: cierres en otros distritos provinciales con sus respectivas elecciones, que van a dar un panorama de lo qué opina la sociedad. En el PRO insisten que están dispuestos a integrar con LLA, "siempre poniendo en valor lo que cada uno aporte a la alianza".
En Entre Ríos, en el frente anti peronista que responde tanto a Rogelio Frigerio como a Javier Milei analizan una alianza entre Juntos por Entre Ríos (JxC) y La Libertad Avanza (LLA). No los une el amor sino el espanto a una victoria del peronismo. Por encuestas, saben que el PJ está arriba del 30% de intención de votos y que la posibilidad de derrotarlo está en el contubernio de toda la derecha. El cierre de alianzas es el 7 de agosto y hasta entonces pasará mucha agua bajo el puente: cierres en otros distritos provinciales con sus respectivas elecciones, que van a dar un panorama de lo qué opina la sociedad. En el PRO insisten que están dispuestos a integrar con LLA, "siempre poniendo en valor lo que cada uno aporte a la alianza".
Además, en la Casa Gris todos reconocen el carácter estratégico de la elección. La provincia renovará sus tres bancas en el Senado y cinco en Diputados. Quien más arriesga es Juntos. Los senadores Alfredo de Angeli (PRO) y Stella Olalla (UCR) concluirán sus mandatos y lo mismo ocurrirá con Atilio Benedetti (UCR); Marcela Antola (Democracia para Siempre) y Nancy Ballejos (PRO) en la Cámara Baja. En el peronismo, terminarán los períodos de la senadora Stefanía Cora, quien ingresó en febrero en reemplazo del tránsfuga expulsado Edgardo Kueider, coimero aliado de los libertarios, y los diputados Carolina Gaillard y Tomás Ledesma.
En el macrismo entrerriano, con Frigerio a la cabeza, hay una voluntad visible de alianza con los libertarios. Creen, que lo que deben hacer es tratar de canalizar las alternativas en una sola oferta electoral de derecha y no dividirla para, así, impedir que gane el peronismo y de paso evitar salir terceros si van solo en Juntos por Entre Ríos. Requieren con urgencia de un frente electoral anti peronista.
En tanto, ¿qué pasa en el campamento radical? Es indudable un proceso de pérdida de identidad del radicalismo que comenzó cuando el centenario partido se conformó con ser el vagón de cola de Mauricio Macri, y se está profundizando cada vez más con el cisma que se abrió entre los correligionarios "con peluca" que mendigan la atención de Milei y los que buscan un lugar en la vereda opositora.
Dirigentes de la UCR utilizan la palabra vergüenza para definir la sensación que les provoca pertenecer a esa fuerza. "Estoy harto se sentir vergüenza de pertenecer a este partido", dijo un referente. Algo bastante parecido a lo que expresó un concejal: "nos empieza a dar un poco de vergüenza pertenecer al radicalismo, porque en lugar de construir un proyecto serio, nos están llevando a destruir todo lo que se pudo construir, de Raúl Alfonsín a esta parte", afirmó.
Otro histórico dirigente del radicalismo, que cuestionó duramente al partido, afirmó off the record, "lo que más me indigna es la falta de un proyecto claro. En este momento, el radicalismo no tiene un proyecto, y eso genera una enorme desconexión con la gente", dijo, antes de confirmar que analiza presentar su desafiliación a la UCR.
Dirigentes radicales coinciden en la misma crítica: la UCR perdió el rumbo y quienes tienen la responsabilidad de conducirlo o se valieron de la estructura partidaria para acceder a un cargo, o solo piensan en sostener sus privilegios. Los legisladores nacionales y provinciales de la UCR oscilan en sus posicionamientos políticos con una velocidad asombrosa, votan en contra de proyectos que ellos mismos impulsaron, llevan al partido de un lado para el otro sin más objetivo a la vista que asegurarse una prebenda.
La cúpula de la UCR lo convirtió en un campo de batallas personales. No hay pelea de ideas, sino pelea de dirigentes y las ambiciones personales prevalezcan sobre el proyecto colectivo. Así, van camino a convertirse en un sello de goma. Su representatividad quedó seriamente comprometida a partir del surgimiento de La Libertad Avanza que les arrebató parte de su base electoral. Las ambiciones radicales en Entre Ríos ya no pasan por convertirse en una alternativa de gobierno en 2027, se limitan a la disputa de lugares de las listas legislativas con la esperanza de acceder a una banca.
El proceso de recuperar la identidad del radicalismo, como un partido de centro, se ve dificultado por el cerrado alineamiento de la UCR de Entre Ríos con el gobernador Frigerio que quedó sellado con la conformación del nuevo Comité Provincial. La dirigencia crítica al Gobernador prefirió no dar la interna para no exhibir su debilidad y la lista única que se presentó para renovar la conducción partidaria para los próximos años dejó en claro que la UCR es hoy, más que nunca, una fuerza provincial oficialista. Aunque Frigerio no sea radical y siga estrechamente las directivas de Milei.
Las permanentes críticas de Milei a la UCR, con declaraciones violentas e insultantes, sosteniendo que el radicalismo "es parte del problema y no de la solución" y de paso, también subrayando que "no hay afinidad de ideas" porque "son gente que adhiere a ideas de la izquierda o de centro izquierda". Y agregando que "es bastante difícil escucharlos y que no suenen parecido a lo que presentan el kirchnerismo". También Milei se despachó con agresiones y descalificaciones contra Alfonsín, al que acusó de haber sido partícipe de un supuesto golpe de Estado en 2001 que, según él, destituyó al entonces mandatario, Fernando de la Rúa.
¿Cómo han de creer, los afiliados radicales entrerrianos auténticos, en una alianza con los libertarios y en sus beneficios políticos, que no sean para favorecer a un grupo reducidos de dirigentes? ¿Cómo podrán los referentes hacer entender su conducta, con qué palabras les van a hablar a los adeptos y con qué sentimientos, si la UCR ha sido ignorada, aunque sí insultada, en los últimos tiempos? Es evidente que el brutal ajuste neoliberal de Milei fracturará el voto a la UCR, el partido de masas más longevo de Argentina, que se dividirá a favor y en contra del presidente anarco capitalista, el que saquea los recursos de Entre Ríos y del interior federal.
El oficialismo provincial encontrará dificultades para armar listas de diputados y senadores nacionales. En la UCR y el PRO descuentan que irán juntos, pero ambos partidos inician el proceso electoral complicado por internas. Hay una pelea por los cargos que se hace más feroz conforme los pronósticos se hacen más innegables. Las encuestas revelan números no tan abundantes, lo mismo muestra el termómetro de la calle. Entonces solo sirven los primeros lugares de las listas, porque más abajo no hay ninguna expectativa de llegar a una banca nacional.
Dentro del PRO y la UCR también se libra una interna entre quienes se calzaron totalmente la peluca de Milei y abogan por una alianza que los ubique como vagón de cola de los libertarios y quienes pretenden conservar algo de identidad propia. Producto de esas internas, en la UCR hubo revoleo de renuncias, como la del intendente de Villa Urquiza, Manuel Tennen, que ocupaba la candidatura al estratégico cargo de secretario del partido "en solidaridad" con la "situación injusta" del intendente de Concordia, Francisco Azcué, que se vio impedido de asumir la presidencia del partido por un fallo del Tribunal partidario -ratificado luego por la Justicia Electoral- en el que se afirmó que no reunía los requisitos exigidos por la carta orgánica de la UCR para ocupar ese cargo.
Por corrimiento, quien lo reemplazó fue la intendente de Federal, Alicia Oviedo, quien no quiere hablar de una coalición de la UCR con La Libertad Avanza, poniendo en riesgo el plan aliancista de Frigerio. Sobre este punto, Oviedo esquiva una definición inmediata y deposita la responsabilidad en el Congreso partidario. Es que Oviedo no optó por Frigerio en las PASO de 2023. Su candidato a gobernador fue Pedro Galimberti. Ambos ganaron sus respectivas internas y luego hicieron campaña juntos, pero no son lo mismo.
El último Congreso provincial de la UCR entreabrió la puerta a una alianza con los libertarios, pero ahora la conformación será otra y Azcué, que públicamente motorizaba la exigencia de esa alianza, quedó afuera de la jefatura partidaria. En este sentido, no es probable un enfrentamiento de Oviedo con Frigerio ni nada parecido. Pero con los libertarios puede ser otro tema.
Es que, la resolución del intríngulis radical se da en el marco de un ajuste que destruye el poder adquisitivo y una recesión que se profundiza. La crisis social, sumada a la especulación financiera, aviva el descontento en las calles y congrega a la resistencia popular. Milei cerró el verano con un escenario económico devastador: inflación persistente, desplome del consumo, caída de la actividad y un mercado laboral en crisis. Contra el relato auto celebratorio del autócrata y su séquito de trolls rentados, los indicadores muestran una recesión profunda, miles de empresas que cierran y precarización de empleo y jubilaciones. ¿El tsunami que agita las calles, en las últimas semanas, despertará de su letargo a la UCR?
La Opinión Popular