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Por La Opinión Popular - 22-07-2023 / 12:07
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL

¿Por qué el porteño Frigerio falta a la verdad mencionando que es entrerriano?

¿Por qué el porteño Frigerio falta a la verdad mencionando que es entrerriano?
"Como los entrerrianos no vamos a soñar en grande", afirma Frigerio en un spot de campaña que se propala hasta el cansancio en redes sociales, donde se presenta en primera persona del plural, que hace referencia a quien habla o emite el mensaje, como si él hubiera nacido en nuestra provincia. El problema es que Frigerio es más porteño que el tango. Nacido y criado en la Capital Federal, estudió en el Colegio Goethe Schule, en la localidad de Boulogne, y se recibió como licenciado en la Universidad de Buenos Aires. Proveniente del menemismo, fue elegido legislador de la CABA por el PRO, el partido vecinal porteño. Jamás, en sus 53 años, vivió en Entre Ríos. Tal vez no durmió nunca dos noches seguidas en nuestra provincia. En su última declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción, Frigerio informó que posee: 2 departamentos con cochera en CABA, 7 inmuebles rurales sin vivienda, 3 en Paranacito y 4 en Islas del Ibicuy. Es evidente que no vive en Entre Ríos.
 

El precandidato a gobernador de Juntos por Entre Ríos, Rogelio Frigerio, ha traído del puerto de Buenos Aires las fake news y la posverdad, que parecen llegadas para quedarse en la política entrerriana. El porteño ha pasado de la construcción de argumentos políticos basados en evidencias o en datos objetivos a otros que simplemente intentan ser verosímiles, sin importar que sean ciertos, en la medida que, en el corto, plazo impacten en la opinión pública en su propio beneficio.
 
"Como los entrerrianos no vamos a soñar en grande", afirma Frigerio en un spot de campaña que se propala hasta el cansancio en redes sociales, donde se presenta en primera persona del plural, que hace referencia a quien habla o emite el mensaje, como si él hubiera nacido en nuestra provincia. El problema es que Frigerio es más porteño que el tango. Nacido y criado en la Capital Federal, estudió en el Colegio Goethe Schule, en la localidad de Boulogne, y se recibió como licenciado en la Universidad de Buenos Aires. Proveniente del menemismo, fue elegido legislador de la CABA por el PRO, el partido vecinal porteño. Jamás, en sus 53 años, vivió en Entre Ríos. Tal vez no durmió nunca dos noches seguidas en nuestra provincia. En su última declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción, Frigerio informó que posee: 2 departamentos con cochera en CABA, 7 inmuebles rurales sin vivienda, 3 en Paranacito y 4 en Islas del Ibicuy. Es evidente que no vive en Entre Ríos.
 
Un segundo ejemplo de posverdad se vincula con la educación. En Villaguay, a la hora de hacer un diagnóstico en la materia, el porteño detalló que "cada año cerca de 24 mil estudiantes abandonan la escuela por factores socioeconómicos. Son 24 mil personas que no van a tener un futuro mejor y no van a poder progresar". Salió a cruzarlo el titular del Consejo General de Educación, Martín Müller, "Frigerio no dice la verdad. Son mentira los datos que da sobre el abandono escolar", retrucó. "Entre Ríos ha sumado 2.000 chicos más a la escuela secundaria. Somos pioneros en el programa de Alerta Temprana para evitar la deserción y llevamos un 90 por ciento de nominalización", explicó. Y resaltó: "No son verdad los datos que vierte Frigerio sobre educación, está mintiendo para hacer campaña política".
 
"Frigerio ya fue gobierno y ya mostró cuál es el modelo de escuela que aspira implementar en nuestra provincia: es dar de baja el Programa Conectar Igualdad y que los chicos ya no reciban notebooks para formarse en las tecnologías actuales; eliminar las paritarias y dejar a los docentes sin el derecho a discutir salarios; abandonar la construcción de jardines maternales; o el modelo de Ciudad de Buenos Aires, donde vive Frigerio, que le quita recursos a la educación pública para beneficiar a la educación paga, para unos pocos", concluyó Müller.
 
Otro ejemplo de posverdad son los anuncios de Frigerio sobre salud pública realizados en La Paz, en el marco de la campaña. Fue ministro de la gestión de Mauricio Macri que frenó la obra del Hospital La Baxada en Paraná, cuando estaba cerca de finalizarse, quien disparó: "Después de 20 años de gobierno, nunca existió un programa de salud en la provincia". Otras de las críticas fue que "en la costa del Uruguay está concentrado el 65% de los centros de salud y en la costa del Paraná el 35%, una disparidad de recursos que perjudica la equidad en la atención". Es evidente que Frigerio no conoce la provincia porque nació y vivió siempre en Buenos Aires, y no tuvo en cuenta que de las cuatro ciudades más grandes de la provincia, tres están sobre la costa del Uruguay, por lo que es lógico que haya más recursos para más personas.
 
"La salud y la educación se transforman con hechos concretos, no con promesas vacías", le aclaró Gustavo Bordet, quien casualmente, el mismo día, abría los sobres para la licitación para la construcción de un nuevo hospital en Villaguay por 1500 millones de pesos. "Por favor, no insulten la inteligencia del pueblo entrerriano que sabe quién es quién y qué hace cada uno de nosotros todos los días para solucionar la salud pública", añadió Bordet, refiriéndose a la campaña de la oposición que está llena de eslóganes y lugares comunes, sin contenido alguno.
 
¿Qué es lo que lleva a Frigerio a decir lo que no es? La posverdad, según la Real Academia Española (RAE), es la distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Lo que la caracteriza es la falta de respeto por la verdad o el desprecio por ella. Esta particularidad no debe ser identificada con la mentira. La mentira y el desprecio por la verdad son diferentes formas de engaño. El mentiroso sabe cuál es la verdad, juega la partida de la verdad, pero la oculta de manera intencionada. Sin embargo, la posverdad va más allá. Ignora el juego de la verdad, se desentiende: la verdad es ignorada, obviada. La posverdad es una práctica política exclusiva de la derecha, los conservadores ingleses con el Brexit y la elección de Donald Trump fueron el comienzo, luego la aplicó Macri.
 
¿Por qué el porteño Frigerio dice que es entrerriano, cuando no lo es? La "entrerrianía" de Frigerio ha sido desmentida reiteradamente pero él igual insiste con ella. "Miente, miente, que siempre algo queda", decía Joseph Goebbeles, quien fuera el ministro de propaganda del siniestro régimen nazi. El mandato era repetir cien veces una mentira para transformarla en verdad. Los medios locales no han instalado el tema que Frigerio fuera entrerriano, él mismo y sus redes sociales han generalizado la idea de que es comprovinciano. Para eso están los operadores en redes sociales, los trolls centers, saliendo a decir y discutiendo que es entrerriano, llegando a miles en toda la provincia con mentiras intencionadas, para hacer creer lo que no es. Conocen la verdad y la ocultan, la falsean y la encubren para invisibilizarla. Llegan a un punto donde el debate se hace inviable, donde ya no importan los hechos, lo que ocurrió, sino lo que circula en las redes sociales. Es tan extrema la mirada, que quieren creer lo que les gustaría que fuera, sin confirmar si eso es verdad o no.
 
La estrategia de campaña de Frigerio se basa en una distorsión de la realidad que se hace de manera deliberada. Se emplea para instalar hechos falsos utilizando la influencia de los sentimientos, las emociones o las creencias y prejuicios personales. Se especula con que el desánimo, la bronca y la falta de esperanza en el futuro de algunos cuenten más que la razón. Su posibilidad de crecimiento se debe al enorme flujo de información que transita por las redes sociales. El peligro es que los ciudadanos confundan lo verdadero con lo falso.
 
Frigerio pertenece a un partido, el PRO, que llegó al gobierno en 2015 con promesas tales como: pobreza cero, bajar la inflación a un dígito, crear nuevas fuentes de trabajo, otorgar un millón de créditos hipotecarios, construir 3 mil jardines de infantes, quitar impuesto a la Ganancias a los trabajadores, entre otras. Sin Covid, ni guerra en Ucrania, ni sequia, no cumplieron absolutamente con nada. Con este nivel de posverdad, andá a creerle a Frigerio y a los dirigentes macristas.
 
Estamos frente a una oposición de derecha que no dice lo que piensa hacer y que vive distorsionando la realidad. Todo indica que si llega al Gobierno, volvería a hacer lo mismo, más considerando que muchos dirigentes que hoy forman parte de las listas de candidatos son las que en su momento aplaudieron de pie el neoliberalismo y el descomunal endeudamiento con el FMI, porque supuestamente traería una lluvia de inversiones, pero solo trajo una brutal fuga de dólares, de sus "amigos" hacia el extranjero.
 
Las fake news, las mentiras en campaña, son muy difíciles de desmontar, es un sistema que busca imponer informaciones como certeras cuando no lo son. Esta estrategia es de origen cínico, sin ninguna ética de la responsabilidad donde se puede decir cualquier cosa sin medir las consecuencias. Un discurso a medida de lo que dicen las encuestas, apelando a lo que quiere oír su electorado. No importa que sus propias gestiones anteriores lo desmientan. No hay ningún compromiso con la verdad, vale todo. Aspectos como la vergüenza o la moral, no actúan. Sin agachar la cabeza, sin rendirnos, debemos denunciar estas mentiras para que a Frigerio le dé un poquito de vergüenza y termine con estas historias, típicas de porteño pícaro, arrogante o embustero. Como si los entrerrianos fuéramos todos ingenuos pajueranos.
 
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