Nacionales - 27-07-2011 / 07:07
La vida de Eva Perón en un film de dibujos animados
La vida de Eva Perón en un film de dibujos animados.
En octubre se prevé el estreno de la primera película de animación sobre la historia política argentina y según su directora, María Seonane: "Nos propusimos dejar un registro de los seis años de vida política de Evita, que demandaron tantas interpretaciones".
La figura de Eva Perón, su pensamiento y la construcción de su mito, constituyen el eje de la película Eva de la Argentina, la primera cinta de animación que aborda la historia política del país, cuyo relato se presenta a través de los ojos críticos y militantes de Rodolfo Walsh.
La cinta, dirigida por la periodista e investigadora María Seoane, se estrenará en octubre. Consultada sobre el formato elegido, Seonane aseguró que "el cómic es el mejor lenguaje para difundir la figura de Evita de 0 a 99 años" y entendió que en este tiempo político "hay mucho que defender de lo que 'esa mujer' defendió".
"Se recurre a la animación porque la ficción permite introducir el arte de la metáfora y de los sentidos -color, movimiento, texturas- en una historia caracterizada por la pasión, el secreto, la resistencia, la lucha, la solidaridad, el odio, el amor y el poder", explicó. Eva de la Argentina, con producción de Azpeitía Cine e Illusion Studios, cuenta con la colaboración de Francisco Solano López en los dibujos y música de Gustavo Santaolalla y León Gieco.
Primera
"Será la primera película de animación de la historia política argentina y nos propusimos dejar un registro de los seis años de vida política de Evita, que demandaron tantas interpretaciones", expresó Seonane. La actual directora de Radio Nacional y autora de La noche de los lápices (1986) apuntó que la película está dedicada a Rodolfo Walsh y Francisco Solano López; y se inscribe en una concepción que entiende que "la historia no termina, continúa, y es recogida por las siguientes generaciones".
"Creo en la locura creativa, creo en la pasión por la historia. Este proyecto es hijo de esos impulsos", agregó. La cinta, de 75 minutos de duración, además de recorrer la vida de Eva Perón, reposará su mirada en la tormentosa travesía de su cadáver, una historia que investigó en su momento el propio Walsh y cuyo relato se convirtió en una pieza fundamental de la literatura argentina, el cuento Esa mujer.
Solano López, el dibujante de la primera versión del cómic El Eternauta, creado por Héctor Oesterheld, colaboró y asesoró en la película y, según el productor ejecutivo, Rolo Azpeitía, "inspiró las ilustraciones".
Cristina Álvarez Rodríguez, sobrina nieta de Eva Perón y ministra de Infraestructura bonaerense, afirmó que la película cumplirá una función determinante "para ayudar a las nuevas generaciones a conocer la historia". "El presente se ancla en el pasado para mirar el futuro. Y por eso tiene importancia este proyecto, que está realizado con mucha calidad", apuntó.
Por su parte, Santaolalla, ganador de dos premios Oscar por la música de las películas Babel y Secretos de la montaña, elogió el proyecto por su valor "en la conciencia pública". "Es un privilegio formar parte de este proyecto y de colaborar en una visión única de una mujer que también ha sido única", ponderó el productor que fuera miembro del grupo de rock argentino Arco Iris. Eva de la Argentina cuenta con guión de Carlos Castro, Graciela Maglie y la propia Seoane; y se realizará con la dirección de animación de Laura Rodríguez.
Breve análisis de su discurso
Los discursos de Eva Perón, sumamente emocionales y de gran impacto, tuvieron la particularidad de tomar las mismas palabras peyorativas con las que la clase alta solía referirse a los trabajadores, para tornarlas en palabras elogiosas, como hizo con el término "grasitas", diminutivo afectuoso de "grasa", modo sumamente despectivo frecuentemente utilizado para referirse a los sectores populares, incluso en la actualidad.
Eva también usaba habitualmente la palabra "descamisados" para dirigirse a los trabajadores, término que se constituyó en un símbolo del peronismo y enfatizaba su propio origen humilde como forma de solidarizarse con los trabajadores.
El siguiente párrafo, incluido en Mi Mensaje, escrito poco antes de morir, constituye un ejemplo del modo en que Evita se dirigía al pueblo, tanto en sus discursos públicos como por escrito:
"Todo lo que se opone al pueblo me indigna hasta los límites extremos de mi rebeldía y de mis odios, pero Dios sabe también que nunca he odiado a nadie por sí mismo, ni he combatido a nadie con maldad, sino por defender a mi pueblo, a mis obreros, a mis mujeres, a mis pobres "grasitas" a quienes nadie defendió jamás con más sinceridad que Perón y con más ardor que "Evita". Pero es más grande el amor de Perón por el pueblo que mi amor; porque él, desde su privilegio militar supo encontrarse con el pueblo, supo subir hasta su pueblo, rompiendo todas las cadenas de su casta. Yo, en cambio, nací en el pueblo y sufrí en el pueblo. Tengo carne y alma y sangre del pueblo. No podía hacer otra cosa que entregarme a mi pueblo. Si muriese antes que Perón, quisiera que esta voluntad mía, la última y definitiva de mi vida, sea leída en acto público en la Plaza de Mayo, en la Plaza del 17 de Octubre, ante mis queridos descamisados".
Evita insistía mucho también en criticar abiertamente a la clase alta argentina, a la que denominaba "la oligarquía", debido a la activa posición contra la democracia y promotora de la desigualdad social que ese sector había mantenido, así como al capitalismo y al imperialismo.
Un ejemplo de ello es el siguiente párrafo de Mi Mensaje: "Los dirigentes sindicales y las mujeres que son pueblo puro no pueden, no deben entregarse jamás a la oligarquía. Yo no hago cuestión de clases. Yo no auspicio la lucha de clases, pero el dilema nuestro es muy claro: la oligarquía que nos explotó miles de años en el mundo tratará siempre de vencernos".
El discurso de Evita abundaba en elogios incondicionales a Perón y convocaba a apoyarlo sin reservas. La siguiente frase pronunciada en el acto del 1º de Mayo de 1949 es un ejemplo de ello: "Sabemos que estamos ante un hombre excepcional, sabemos que estamos ante el líder de los trabajadores, ante el líder de la Patria misma, porque Perón es la Patria y quien no esté con la Patria es un traidor".
La investigadora Lucía Gálvez, refiriéndose a sus primeros discursos observa, según se destaca en el sitio Wikipedia: "Los discursos que le escribía Muñoz Azpiri hablaban, por un lado, del siglo del feminismo victorioso, para caer en seguida en lugares comunes parecidos a los de La razón de mi vida, destinados a exaltar la grandeza de Perón y la pequeñez de su mujer".
También describe que "el discurso de Evita fue el primero pronunciado desde el poder político por una persona integrante de la clase trabajadora y por una mujer, en la historia argentina. Su contenido tendió abiertamente a reivindicar los valores e intereses de los trabajadores y las mujeres. Por otro lado Evita utilizó un discurso emocional y socialmente muy polarizado, en una época en la que la polarización política y social fue extremadamente alta".
El secuestro de su cadáver
Durante la dictadura militar que fue de 1955 a1958 que derrocó a Juan Domingo Perón, un comando al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig secuestró el cuerpo de Evita, el 22 de noviembre de 1955 por la noche, que se encontraba en la CGT.
La orden la había dado el dictador al mando del país, Pedro Eugenio Aramburu. Desde ese momento se estableció un itinerario macabro y perverso. Una versión indica que se colocó el cadáver dentro de una camioneta y lo mantuvo en su interior durante varios meses, estacionándola en distintas calles de Buenos Aires, en depósitos militares, o incluso en la casa de un militar. Una noche incluso, los militares llegaron a matar a una mujer embarazada confundiéndola con un comando peronista que pretendía recuperar el cadáver.
Una de las personas que vio el cadáver de Evita en una oficina de la presidencia de la Nación fue la cineasta María Luisa Bemberg. Aramburu encomendó al coronel Héctor Cabanillas sepultarlo clandestinamente.
La llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel y luego dictador también Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda del sacerdote Francisco "Paco" Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los paulinos, el padre Giovanni Penco, y el propio Papa Pío XII.
El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto en el barco Conté Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en la tumba 41 del campo 86 del Cementerio Mayor de Milán.
Las versiones se multiplicaron y el mito se agrandó. Hay versiones que sostienen que los militares mandaron realizar tres copias de cera de la momia, y que las enviaron a otro cementerio italiano, uno en Bélgica y otro en Alemania Occidental.
En 1970 la organización guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu, exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo de Evita. Cabanillas entonces se movilizó para traerlo, pero no llegó a tiempo y Aramburu fue asesinado.
En septiembre de 1971, el General Lanusse, dictador por entonces del país, le ordenó al coronel Cabanillas, organizar el "Operativo Retorno". El cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina en Milán y devuelto a Perón en Madrid. En tal acción participó el brigadier Jorge Rojas Silveyra, embajador argentino en España. Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas condiciones generales.
En 1974, ya con Perón de regreso en el país, los Montoneros secuestraron el cadáver de Aramburu con el fin de "cambiarlo" por el cadáver de Evita. Ese mismo año, ya muerto Perón, su tercera esposa María Estela Martínez de Perón, decidió traer el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la quinta presidencial. Mientras tanto, el gobierno de Isabel Perón comenzó a proyectar el Altar de la Patria, un mausoleo gigantesco que albergaría los restos de Juan Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la Argentina.
En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que su familia posee en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires.
El conocido cuento del escritor Rodolfo Walsh, titulado "Esa mujer", publicado póstumamente en 1986, tiene como tema el secuestro del cadáver de Evita.
Trajes españoles
La Dirección General de Museos presenta la exposición "Evita y los trajes del pueblo español. Memoria de una colección" en el Museo de Arte Español Enrique Larreta de Buenos Aires.
La muestra está basada en la colección de 50 Trajes Regionales Españoles obsequiados a Eva Duarte de Perón en 1947 en ocasión del viaje que la Primera Dama realizara a España, informaron los organizadores a través de un comunicado.
Se trata de una colección única en el mundo: cada uno de estos trajes femeninos conserva el espíritu y la esencia de la tradición de cada una de las 50 provincias españolas. Son trajes completos, que incluyen joyas, accesorios, calzado y ropa interior. La muestra podrá visitarse hasta el 28 de agosto, de lunes a viernes de 13 a 19.
Últimos días
Eva Perón enfermó de un cáncer de cuello uterino. Su primera manifestación sucedió el 9 de enero de 1950 cuando sufrió un desmayo en el acto de fundación del Sindicato de Taxistas. A comienzos de 1951 vuelve a desmayarse en la Fundación Eva Perón, razón por la cual trasladó su oficina a la residencia presidencial, ubicada en aquel entonces en Austria y Libertador, donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional.
El 15 de octubre publicó su libro "La razón de mi vida", escrito con la ayuda del periodista español Manuel Penella entre otros, con una primera edición de 300.000 ejemplares. Después de su muerte se convertiría en libro de lectura en las escuelas.
El avance del cáncer la volvía cada vez más débil y la obligaba a guardar reposo. Pese a ello participaba en los actos públicos. Uno de los más importantes de este período final de su vida fue el del 17 de octubre de ese año. El discurso que Evita pronunció ese día ha sido considerado como su testamento político; en él menciona nueve veces su propia muerte.
El 5 de noviembre de 1951 fue intervenida quirúrgicamente por el famoso médico oncólogo norteamericano, George Pack, en el Hospital de Avellaneda (actual Hospital Interzonal General de Agudos "Presidente Perón"), construido por la propia Fundación Eva Perón.
Seis días después votó allí, en su cama, en las elecciones generales que consagraron la reelección de Perón. Por esa época Eva Perón empezó a dictar su último libro, conocido como Mi Mensaje, dictado al dirigente sindical de los docentes, Juan Jiménez Domínguez, y finalizado pocos días antes de morir. Se trata del texto más encendido y emocional de Evita, uno de cuyos fragmentos fue leído después de su muerte, el 17 de octubre de 1952, en el acto de Plaza de Mayo, y que luego se extravió, para ser hallado en 1987. Sus hermanas sostuvieron entonces que se trataba de un texto apócrifo, iniciando un juicio que finalizó en 2006 estableciendo que se trata de un texto auténtico.
Fuente: Diario UNO