Entre Ríos - 20-10-2025 / 10:10
NO INTENTÓ COMPETIR EN LA INTERNA PERONISTA, SE PRESENTÓ DIRECTAMENTE A LA ELECCIÓN GENERAL
Carolina Gaillard, una ayuda urribarrista para Frigerio y Milei dividiendo el voto del PJ
Frente a tantas luces de alerta de cara a la prueba del domingo que viene, el oficialismo de Entre Ríos encuentra en la división del peronismo un favor electoral. Lo paradojal es que quien resulta más funcional a Frigerio es la lista de Carolina Gaillard, sobrina de Sergio Urribarri, en teoría la menos sospechada de responder a la estrategia del Gobernador.
Frente a tantas luces de alerta de cara a la prueba del domingo que viene, el oficialismo de Entre Ríos encuentra en la división del peronismo un favor electoral. Lo paradojal es que quien resulta más funcional a Frigerio es la lista de Carolina Gaillard, sobrina de Sergio Urribarri, en teoría la menos sospechada de responder a la estrategia del Gobernador.
En las estimaciones del mundo libertario, Entre Ríos es una de las provincias en las que esperan ganar este 26 de octubre. Confían en el éxito electoral de la alianza con el frente provincial que en 2023 llevó a Rogelio Frigerio a la gobernación.
Pero la sucesión de errores no forzados del presidente Javier Milei y la incertidumbre económica, que no ha logrado disipar el inédito auxilio del gobierno de Estados Unidos, han puesto en dudas lo que dos meses atrás era una cómoda victoria en el distrito.
Para algunos encuestadores, sólo CABA y Mendoza garantizan un triunfo a Milei y Entre Ríos pasó a integrar el grupo de provincias de resultado incierto. Otros trabajos, a los que accedió Página Política, vaticinan una diferencia de pocos puntos a favor del oficialismo.
En su construcción política en Entre Ríos, Frigerio pareció responder a una estrategia de largo plazo que afectó directamente a los dos partidos más grandes de la provincia. Cabalgó con habilidad sobre la siempre mezquina interna radical hasta lograr un fuerte alineamiento del centenario partido y buscó en el peronismo un doble propósito: sumar aliados para su frente provincial y debilitar al principal adversario electoral.
Este último objetivo parece haberse alcanzado con éxito, si se toma en cuenta que de las siete listas que hay en la boleta única de papel (BUP) de Entre Ríos, cuatro están encabezadas por candidatos peronistas. Divide y triunfarás.
Pero ¿cuánto tuvo que ver Frigerio en esta fragmentación de la oferta electoral peronista? Bastante menos de lo que se puede suponer.
Interna irresuelta
Con las PASO suspendidas, la conducción del PJ no pudo o no quiso encontrar el modo de definir, a través del voto popular, quién mandaba en esta nueva etapa opositora, tras dos décadas consecutivas ocupando el gobierno provincial. La lista única tenía sentido cuando el jefe de turno ocupaba el principal sillón de la Casa de Gobierno.
Sin embargo, ahora también quedó en pie una lista única, encabezada por Adán Bahl para el Senado y Guillermo Michel para Diputados. Fue la única que cumplió los requisitos formales exigidos por el partido.
Pero la caída de una interna que hubiera resultado ordenadora para el PJ, en su versión opositora, puede explicar una sola de las otras tres listas peronistas que están en la BUP: la que encabezan Héctor Maya para el Senado y Gustavo Guzmán para Diputados. Ambos habían intentado competir en la interna del PJ, pero sus listas fueron rechazadas por insuficiencia de avales.
Las dos listas peronistas restantes de la BUP no tienen nada que ver con la caída de la elección interna. Porque no intentaron competir dentro del PJ.
Una es comprensible que no lo haya hecho. Es la que encabeza Emilio Martínez Garbino, un veterano opositor a las conducciones del PJ que hace muchos años no pisa el partido y que, por el contrario, trabajó en 2023 para que Frigerio llegue al gobierno. Posiblemente le reste más votos a Frigerio que al PJ. En cualquier caso, nadie espera que sean muchos.
La otra es la que encabeza la diputada Carolina Gaillard, que se postula para el Senado y Paola Rubattino, para Diputados. Y es la opción que, según las encuestas, logra más adhesiones, por fuera de la lista oficial de Bahl y Michel. Pero esta expresión, que contiene a una parte del kirchnerismo entrerriano, no intentó competir en la interna. Se presentó directamente a la elección general.
Ensalada "socialista"
Maya y Guzmán reúnen méritos suficientes para ser sospechados de responder a la estrategia de Frigerio de dividir el voto peronista.
Resulta llamativo, para empezar, que se hayan unido cuando habían intentado dar la interna en el PJ en dos listas separadas, con perfiles ideológicos bien diferenciados.
Guzmán era uno de los líderes del PAR, una nueva agrupación dentro del peronismo con perfil progresista, por la que tuvo un fugaz paso Gaillard y también una K de pura cepa, como la diputada Blanca Osuna, que por un acuerdo local terminó apoyando la lista de Bahl.
Maya, en cambio, fue rescatado del olvido por José Allende, eterno mandamás de UPCN. Ambos son de los pocos dirigentes del peronismo entrerriano que en la era K no disimularon su menemismo. De ahí la sintonía de Frigerio -funcionario de Carlos Menem en su juventud- con el jefe del gremio estatal mayoritario. Y de ahí la sospecha de que Maya volvía al ruedo como quinta columna de Frigerio en la interna peronista.
Pues bien, tras no haber podido competir en la interna del PJ por insuficiencia de avales, Guzmán y Maya unieron sus penas de "proscripción" y, aparentemente, superaron sus diferencias ideológicas. Ayudó que Guzmán nunca haya sido progresista y que el grueso de lo que fue PAR lo dejara solo. Primero fueron intendentes del PJ sub 40 que se habían asociado a PAR y que terminaron juntando los tacos ante la lista oficial del PJ. Y luego fueron varios de los propios fundadores de PAR.
Por si a esta ensalada ideológica le faltara algún ingrediente más, se presentan a elecciones con el sello del Partido Socialista.
La cosa es más o menos así: como parte de Juntos por Entre Ríos (JxER), los socialistas no se bancaban ir en alianza con La Libertad Avanza porque -explicaron- con Milei no querían ir "ni a la esquina". Entonces, deciden abandonar la coalición que lidera Frigerio y presentarse a elecciones solos. Eso sí, llevan a un histórico menemista y a un peronista militante del pañuelo celeste a la cabeza de las listas.
En otras palabras, salieron por izquierda de JxER para terminar en una alianza con sectores del peronismo que corren por derecha a los candidatos oficiales del PJ.
La verdad es que a los socialistas entrerrianos les queda muy poco de izquierda y progresismo. En 2023 ingresan a JxER por la puerta de la coalición más corrida a la derecha, que en Paraná controlaba el grupo de la entonces diputada y postulante a la intendencia, Ayelén Acosta, delegada de Patricia Bullrich en el PRO entrerriano.
Tiene cuatro patas, ladra y mueve la cola. Debe ser un perro. Debe ser que el PS salió de la alianza oficialista para hacerle el mandado a Frigerio: dividir el voto peronista. Si así no fuera ¿por qué el PS no encabeza al menos una de las dos listas?
Paradojas
Por el contrario, la identidad kirchnerista de Gaillard y Rubattino las ubica en un lugar insospechado de responder a los intereses de Frigerio.
Sin embargo, carecen de los argumentos de Maya y Guzmán para ir por afuera del PJ y, en consecuencia, es más evidente aún que resultan funcionales a Frigerio al dividir el voto peronista.
Es que, pudiendo hacerlo, no presentaron listas en la interna del PJ. En consecuencia, no pueden excusarse en ninguna "proscripción" instrumentada desde una conducción partidaria de la que, además, son parte.
El PJ llamó a internas. No se presentaron. Y ahora, como fracasaron en su intento por integrar la única lista que quedó en pie en el PJ, van por afuera del partido. Usando otros sellos partidarios (Frente Grande, Frente con Todos) compiten electoralmente en contra del partido al que son afiliadas y, en el caso de Gaillard, integrante de la conducción provincial. En cualquier partido político de occidente esa conducta amerita una expulsión. Pero esto es peronismo.
Las encuestas marcan en la provincia una polarización entre la alianza de Milei - Frigerio y Fuerza Entre Ríos, la lista oficial del PJ. Y entre las tres listas restantes encabezadas por peronistas muestran como más competitiva a la de Gaillard y Rubattino.
Es una notable paradoja, porque la lista teóricamente menos sospechada de jugar para Frigerio es la que termina resultando más efectiva para la estrategia del Gobernador de dividir el voto peronista.
Es más, en clave de ideas políticas se podría decir que la lista 503 plantea lo más parecido a la interna peronista que no fue: es una parte del kirchnerismo y del urribarrismo residual que le da pelea al massismo dominante en la conducción del PJ entrerriano.
La alternativa que propone la lista K es mucho más clara y comprensible que la de Maya y Guzmán con el PS, o la de Martínez Garbino, que se parece más a un desprendimiento del frigerismo.
De nuevo la paradoja: la lista que con más claridad plantea una interna dentro del peronismo está encabezada por quienes no presentaron lista en la interna del PJ porque, según dijo Gaillard a Página Política, sabían que esa elección nunca iba a realizarse.
La diputada no se hace cargo de dividir el voto peronista. Por el contrario, dice que suma al juntar votos que no van a Michel y Bahl, cabezas de la lista "massista". La explicación virtuosa es que en 2025 juntan votos por izquierda y en 2027 todos unidos triunfaremos.
En esa línea, argumentan que si alcanzan una banca (para lo cual Rubattino debería juntar entre 90 y 110 mil votos) será restada de la alianza oficialista y no del PJ. El reparto de diputados no sería 3 - 2, sino 2 - 2 - 1 y hasta en un triunfo de ALLA, el peronismo sumaría más bancas. En esa hipótesis, votar a Rubattino no le restaría al PJ sino a ALLA, contribuiría a dejar afuera al único candidato de la UCR, Darío Schneider, que ocupa el tercer lugar de la lista oficialista.
En suma, tratan de minimizar lo que podría terminar siendo un enorme favor a Frigerio si es que el domingo que viene reúnen los votos que le falten al PJ para ganar en lo que -según algunas encuestas- se presenta como una polarización muy competitiva.
Por: Pablo Bizai
Fuente: Página Política