Entre Ríos - 19-10-2025 / 18:10
PANORAMA POLÍTICO PROVINCIAL
Adán Bahl y Guillermo Michel: La boleta de los entrerrianos para frenar la locura de Milei
A días de los comicios legislativos nacionales del 26 de octubre de 2025, en el territorio provincial, la elección es, antes que nada, una pulseada entre el peronismo entrerriano, federal con justicia social, y el cruel ajuste libertario, centralista y porteño de Javier Milei, con el suculento respaldo de su seguidor incondicional: el porteño Rogelio Frigerio. La situación se complica por el reciente salvataje del yanqui Donald Trump al fracasado gobierno anarco capitalista cruel e insensible, lo que podría influir en el resultado provincial, a favor y en contra. Con 10% de indecisos, el voto puede cambiar en días.
A días de los comicios legislativos nacionales del 26 de octubre de 2025, en el territorio provincial, la elección es, antes que nada, una pulseada entre el peronismo entrerriano, federal con justicia social, y el cruel ajuste libertario, centralista y porteño de Javier Milei, con el suculento respaldo de su seguidor incondicional: el porteño Rogelio Frigerio. La situación se complica por el reciente salvataje del yanqui Donald Trump al fracasado gobierno anarco capitalista cruel e insensible, lo que podría influir en el resultado provincial, a favor y en contra. Con 10% de indecisos, el voto puede cambiar en días.
Frente a Milei y Frigerio, dos asociados de la motosierra que corta a lo bruto, por donde más duele y sin más propósito que un superávit sin crecimiento, basado en el saqueo a provincias y jubilados, la lista Fuerza Entre Ríos lleva como cabeza de fórmula a Adán Bahl (candidato a senador) y a Guillermo Michel (candidato a diputado), dos dirigentes con trayectoria territorial que intentan amalgamar experiencia pública, despliegue territorial y una campaña orientada a frenar la polarización que promueve el gobierno de Milei.
Bahl, nacido en Paraná en 1967, es contador público, músico y dirigente con larga trayectoria en la estructura del peronismo entrerriano. Fue ministro de Gobierno en gestiones provinciales peronistas y vicegobernador de Entre Ríos entre 2015 y 2019. En 2019 fue electo intendente de la ciudad de Paraná, cargo que ocupó hasta 2023, posición desde la cual consolidó su perfil de gestor local con sensibilidad social y referente territorial del PJ en la capital provincial. Ese bagaje le otorga a Bahl una imagen de dirigente con experiencia, mostrando logros de gestión municipal como garantía para representar a Entre Ríos en el Senado. En campaña, su equipo realizó recorridas por localidades y contactos con actores productivos con una propuesta orientada a la obra pública y la inversión.
Michel es contador público y abogado. En los últimos años, se convirtió en una voz visible del espacio, con presencia mediática y un rol activo en la organización territorial del PJ en distintas secciones de la provincia. Es uno de los referentes que buscan reconstruir y recomponer la estructura partidaria. En 2025 encabeza la lista de candidatos a diputado por Fuerza Entre Ríos, con una campaña que combina acción territorial, trabajo en redes y actos con militancia.
Bahl y Michel defienden el equilibrio fiscal sin necesidad de ajustar a la salud pública ni a la educación, y sin paralizar a la economía real con políticas recesivas. Entre sus propuestas de campaña, Michel impulsa herramientas que cuidan el ingreso de las familias, como una ley de devolución del IVA a trabajadores y jubilados para generar consumo y mejorar el poder adquisitivo. Otro eje es la obra pública, entendiendo que la Nación no puede desentenderse de la destrucción de las rutas nacionales.
Michel viene posicionándose además como un aliado de estructuras nacionales cercanas a Sergio Massa y en su discurso pone el acento en la necesidad de presentar "cuadros nuevos" y en la reconstrucción del peronismo a nivel provincial, aunque siempre anclado a la experiencia local y a la gestión territorial.
La alianza que los une este año se presentó bajo el sello Fuerza Entre Ríos, una lista que busca concentrar el voto "útil" del peronismo frente a una elección marcada por la polarización con el gobierno de los Hermanos Milei. El objetivo explícito de la campaña es consolidar el voto peronista para disputar las bancas nacionales.
Los mensajes en la campaña expresan la idea de "ponerle un freno" a políticas nacionales que perjudican a la provincia y a su producción. Destacan la defensa de la producción local y el reclamo por más obra pública e inversiones. La estrategia del peronismo entrerriano está clara. La del oficialismo provincial cada día parece más indefinida, con signos de agotamiento y desorientación.
Para ello, buscaron concentrar voluntades en torno a una lista que pretende evitar la dispersión del voto peronista en un contexto competitivo. Esa estrategia, sin embargo, convive con tensiones internas en el PJ provincial que se reflejaron en las internas y en la existencia de listas paralelas, bancadas por el oficialismo provincial.
Michel, mescla recorridas (actos, visitas a localidades) con fuerte trabajo en redes sociales y apariciones en medios provinciales; Bahl, por su parte, explota su anclaje en Paraná y el relato de gestión municipal como carta de credibilidad.
La campaña ofreció en octubre diversas rondas de encuentros con intendentes, cámaras empresariales y actos en localidades, sumadas a entrevistas y piezas audiovisuales destinadas a radio, TV y redes. El armado busca cubrir el interior profundo de la provincia y, a la vez, asegurar la banca de votos en el conglomerado urbano de Paraná.
Entre Ríos llega a las legislativas con un escenario reconfigurado: encuestas provinciales recientes, pagadas por el oficialismo, indican un cierto crecimiento de La Libertad Avanza (LLA) en intención de voto, lo que complica la estrategia del peronismo de concentrar y recuperar electores. Algunos sondeos, publicados en medios provinciales, ubicaron a LLA por encima del peronismo en intención de voto, obligando a los candidatos a recalibrar mensajes y esfuerzos de movilización en las semanas decisivas.
Por su parte, el Observatorio Entrerriano de Opinión presentó su nuevo estudio electoral de octubre y confirmó que la Lista 501 mantiene un liderazgo consolidado en la provincia, con más de 12 puntos de ventaja sobre La Libertad Avanza. El relevamiento, realizado entre el 8 y el 11 de octubre sobre una muestra de 1.095 casos, muestra un escenario de estabilidad y una intención de voto del 41,3% para la 501, frente al 29,2% del espacio libertario.
El estudio revela una consistencia territorial notable: la Lista 501 encabeza en las ocho ciudades analizadas, con resultados que superan el promedio provincial en varios distritos. En Paraná alcanza el 42,5%, en Gualeguay 41,8% y en Concepción del Uruguay 43,2%, consolidando su peso político en el litoral este. La Libertad Avanza se mantiene como segunda fuerza con 29,2%, mientras que el espacio AHORA 503 logra 6,8%. Un 13,5% de los consultados aún no definió su voto. En el PJ apuestan a que el crecimiento en el rechazo a la figura de Milei y a su gestión termine sumando votos para su causa.
Hay una variedad de encuestas de intención de voto. No hay ninguna que no indique que la elección se definirá entre la lista que encabezan Bahl y Michel y la que dirigen los desconocidos Andrés Laumann y Joaquín Alberto Benegas Lynch, que optan por el silencio y apenas hacen campaña, aunque cuentan con abundantes recursos del Gobierno nacional y provincial. Dos dirigentes con experiencia política y de gestión, frente a otros dos improvisados que irán a levantar la mano en el Congreso tal como lo indique Karina Milei.
El desafío para Bahl y Michel es doble: por un lado, disputar el espacio peronista y, por otro, achicar la ventaja de candidaturas emergentes que retan el mapa tradicional de la provincia. Sin dudas, los candidatos peronistas defenderán a los entrerrianos y trabajarán por una agenda productiva que incluya obra pública y condiciones para la inversión local. Esos enunciados han sido repetidos en apariciones provinciales. Michel por su parte, plantea que el peronismo debe presentar "cuadros nuevos" y reconstruir su base territorial; Bahl, con su trayectoria en gestión municipal, pone el foco en la experiencia para gestionar recursos y proyectos desde la representación parlamentaria.
La fórmula Bahl-Michel busca convertir la defensa federal provincial y la promesa de gestión en votos suficientes para enfrentar a candidatos de las nuevas fuerzas que se presentan en Entre Ríos y a una coyuntura electoral marcada por la polarización y la volatilidad de las preferencias. A menos de una semana del 26 de octubre, la elección legislativa entrerriana promete ser una pulseada entre consolidación territorial y dinámicas nacionales que podrían inclinar la balanza. Entre Ríos aparece como un tablero donde el peronismo provincial apuesta su capacidad de movilización, apoyado en dos ejes: candidatos conocidos con experiencia comprobable y modelo de gestión en defensa irrestricta de los intereses provinciales.
La Opinión Popular
Milei le entregó el rosquete a Trump
El "día después" será más importante que la noche del 26 de octubre. La reacción de Milei ante el resultado electoral será crucial para las provincias. El libertario y sus aliados, como Frigerio, deberán buscar consensos para reformas impositivas y laborales muy anti populares, y enfrentarán resistencia en el Congreso, mientras el contexto económico se les complicará. En tanto la inyección de divisas por parte del Tesoro de EE. UU. demuestra el fracaso del experimento anarco capitalista y no detiene la fuga hacia el dólar.
Sostiene Rafael Cortes, columnista de Misiones Online, que el salvataje agónico de Donald Trump al fracasado experimento libertario que encabeza Javier Milei inaugura un capítulo inédito de dependencia a una potencia extranjera en la historia argentina.
La intervención yanqui llega con dos ejecutores: el secretario del Tesoro, Scott Bessent, se presenta como el garante para sostener al peso de una caída que parece inevitable, mientras el lobista todoterreno Barry Bennett intenta reconstruir los puentes políticos con las fuerzas de la oposición no kirchneristas que el gobierno libertario se encargó de destruir.
La promocionada visita de Milei a la Casa Blanca fue planificada como un golpe de efecto en el tramo final de la campaña de cara a las elecciones de la semana próxima, pero las cosas no salieron de acuerdo al plan.
Milei soñaba con una reunión bilateral, pero debió conformarse con un almuerzo que mutó en una extraña conferencia de prensa en la que solamente hablaron los representantes del gobierno yanqui. Como era previsible, Trump elogió al presidente argentino que llegaba a rendirle pleitesía, pero después se salió de libreto y terminó embarrando la cancha.
"Si Milei no gana, no seremos igual de generosos con Argentina, nuestras decisiones están sujetas a quien gane las elecciones", respondió con la frontalidad que lo caracteriza ante la consulta de un periodista argentino.
Los mercados escucharon al presidente yanqui condicionar el salvataje al resultado de unas elecciones que se presentan difíciles para el Gobierno nacional y salieron a buscar cobertura. Si el 27 de octubre ya era una gran incógnita antes de los dichos de Trump, ahora lo son mucho más. Los dólares se dispararon y las acciones de empresas argentinas se derrumbaron ante la perplejidad de los funcionarios nacionales que rápidamente intentaron hacer control de daños.
En un pintoresco ejercicio de interpretación forzada, todos los voceros del mundillo libertario salieron a explicar que el distraído de Donald en realidad hablaba de las presidenciales de 2027 y no de las elecciones del domingo 26, pero tanto esfuerzo resultó inútil porque el propio Trump se volvió a referir al asunto a través de un posteo en X y esta vez habló de "elecciones de medio término".
Más allá de la discusión respecto a las interpretaciones de los dichos del mandatario yanqui, el episodio desnuda el altísimo grado de vulnerabilidad de la economía argentina, que vive a un tuit del abismo. El Gobierno de Milei depende de las intervenciones del Tesoro de EEUU para evitar que el dólar se dispare. El problema es que estas intervenciones tienen cada vez menos efecto.
Cuando Bessent anunció que saldría al rescate de su amigo Milei, bastó un tuit y una escueta compra de pesos por 24 millones de dólares para que la cotización del dólar bajara (como un piano según la lectura libertaria) de 1.468 a 1.420 pesos, el riesgo país descendiera y los bonos y acciones argentinas despegaran.
Pero la magia duró poco y en las siguientes rondas el dólar volvió a subir a pesar de que el Tesoro yanqui puso alrededor de 500 millones de dólares, según estimaciones de mercado. Como el dólar sigue subiendo y el peso bajando, las intervenciones de Bessent llevan al Tesoro de EEUU a perder dinero y los cuestionamientos se multiplican en el país del norte.
El asunto no es menor, porque como el propio Trump aclaró en la conferencia de prensa que tuvo a Milei como espectador de lujo, Argentina no ocupa un lugar relevante en la agenda de EE.UU. Con su verba siempre proclive al sincericidio, el mandatario de jopo anaranjado dejó entrever que el salvavidas a Argentina era más un capricho personal por afinidad ideológica ultra derechista que una cuestión de Estado: "Argentina no es tan importante", dijo.
¿Cuánta presión estará dispuesto a soportar Trump para auxiliar a su amigo Milei? ¿Estará dispuesto Bessent a soportar el desprestigio de apadrinar un fracaso en Argentina? Medios de Estados Unidos acusan al secretario del Tesoro de estar metiendo a su país en una suerte de Vietnam financiero en Argentina.
"Bessent se juega su credibilidad y el dinero de los contribuyentes en su apuesta por Argentina", tituló The New York Times en una nota editorial. Otros medios más conservadores como Wall Street Journal o Financial Times siguieron la misma línea.
"Aferrarse a una moneda sobrevalorada puede frenar el aumento de los precios, pero también frena el crecimiento económico. En el caso argentino, ha agotado valiosas reservas y ha alimentado la salida de capitales. En última instancia, es insostenible", publicó el Financial Times, haciendo una lectura bastante similar a la que vienen haciendo los analistas que Milei cataloga como "econochantas".
Por más que el presidente argentino intente explicar la crisis actual como un efecto del "riesgo kuka" que se terminará indefectiblemente después de las elecciones, el consenso entre los analistas en Argentina y en Estados Unidos es que el tipo de cambio actual es insostenible por cuestiones que poco tienen que ver con la política.
El Gobierno está vendiendo dólares que no tiene para mantener al tipo de cambio dentro de la banda de flotación, cuando en realidad debería estar comprándolos para engrosar reservas y para poder enfrentar los vencimientos de deuda que asoman en el horizonte. Esto ya se lo hicieron saber al Toto Caputo tanto el FMI como los funcionarios del Tesoro americano.
Habiendo agotado todos los prestamistas posibles, a Milei simplemente ya no le quedan balas para bajar al dólar. La multinacional financiera Morgan Stanley, a la que difícilmente se le puedan atribuir influencias kuka, consideró en un reciente informe que, dependiendo de los resultados de las elecciones, a fin de año el dólar en Argentina oscilará entre los 1.700 y los 2.000 pesos con riesgo de que se produzca un "overshooting" que dispare la cotización por encima de esos límites.
De cumplirse estos pronósticos, el Tesoro habrá perdido mucho dinero producto de sus intervenciones en Argentina y la reputación de Bessent (que declaró que compraba pesos porque estaban subvaluados) sufrirá un duro golpe.
Los motivos del apoyo de Trump
¿Por qué la administración Trump se arriesgaría a asumir costo político y desprestigio para rescatar financieramente a un país que el propio presidente yanqui calificó como "poco importante"? Milei y Trump juran que la ayuda estadounidense es desinteresada, pero cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía.
Desde el gobierno del país del norte defendieron el salvavidas a Milei ante su propio electorado aduciendo cuestiones relacionadas a la geopolítica. Poner freno a la creciente penetración de China en Latinoamérica fue el único motivo que expresaron los yanquis para justificar los dólares derramados en este lado del mundo.
Como Estados Unidos tiene tradición de no dar puntada sin nudo, se elucubran muchas versiones respecto a la contrapartida que exigiría Trump a cambio del auxilio, la mayoría de las cuales apuntan a otorgar favoritismo a las empresas yanquis en la explotación de negocios de alto valor estratégico como el litio, tierras raras, hidrocarburos, comunicaciones o energía atómica.
En Estados Unidos son muchos los que tienen una explicación bastante más terrenal. Creen que Bessent no está poniendo los dólares para rescatar a Argentina sino para cubrir la salida de los grandes grupos financieros que hicieron fortunas con el carry trade en Argentina y necesitan salir antes de que se produzca una devaluación para no perder parte de esas ganancias.
El premio Nobel, Paul Krugman, ya le dedicó dos artículos a Argentina. En ambos sostiene que la ayuda de Estados Unidos terminará perjudicando al país. Afirma además que el único objetivo es revaluar los activos argentinos para que los fondos de inversión, particularmente menciona al fondo Discovery, de Robert Citrone, amigo y ex jefe de Bessent, puedan salir de la Argentina con los bolsillos llenos.
Fuerte recesión en puerta
Milei, en el país de las maravillas, dijo que "la recuperación ya se está notando", mientras la tensión cambiaria se lleva todas las miradas y la economía real se desmorona. La supuesta recuperación en V solo apareció en los tuits de Milei porque los datos de actividad muestran un parate generalizado.
Un reciente informe de la Fundación Capital advierte sobre el ingreso de la economía en período recesivo en el tercer trimestre de 2025, al acumularse tres períodos sucesivos con baja de la actividad. Esta consultora asegura que el Producto Bruto Interno (PBI) cayó 0,1% en el segundo trimestre, en términos desestacionalizados, y estima una nueva baja del 0,8% para el tercero.
El consumo acompaña la tendencia. En septiembre, las ventas de las Pequeñas y Medianas Empresas (pymes) registraron un retroceso del 4,2% interanual a precios constantes, marcando la quinta caída consecutiva desde mayo, según un relevamiento elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El dato implica un nuevo descenso tras la baja del 2,6% registrada en agosto, reflejando la fragilidad del consumo interno en un contexto de incertidumbre.
Entre los empresarios crece la preocupación porque el contexto de altas tasas de interés y el aumento de la morosidad. Los préstamos personales y de tarjetas de crédito descendieran un 0,4% real en septiembre. El costo que enfrentan las empresas para operar en descubierto alcanzó el miércoles de esta semana el 190%, el nivel más alto en al menos 16 años.
El Índice Líder de la Universidad Torcuato Di Tella reportó una baja mensual del 4,7% en agosto pasado, situando la probabilidad de ingreso a una fase recesiva en un alarmante 98,6%.
La Opinión Popular