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Nacionales - 09-09-2025 / 08:09
NO ENTENDIERON NADA: NIEGAN UNA DERROTA "POR LA ECONOMÍA" Y LES ECHAN LA CULPA A PAREJA Y LOS MENEM

Tras la derrota en las elecciones, el psicótico Milei, empastillado, se encierra en su búnker de alcahuetes

Tras la derrota en las elecciones, el psicótico Milei, empastillado, se encierra en su búnker de alcahuetes
El gobierno de los hermanos Milei se aferran a su círculo íntimo de alcahuetes para no cambiar nada, pese a una rotunda derrota en la provincia de Buenos Aires. Mientras el dólar rozaba el techo de la banda y el riesgo país superaba los 1100 puntos, Luis "Toto" Caputo filtró a los inversores que "se perdió por errores electorales, el plan sigue sin cambios". Mucho no le creyeron. Morgan Stanley desaconsejó colocar fondos en Argentina y el gabinete es un tembladeral. Guillermo Francos ligó la derrota a temas económicos y en medio del descalabro crece Federico Sturzenegger.
El gobierno de los hermanos Milei se aferran a su círculo íntimo de alcahuetes para no cambiar nada, pese a una rotunda derrota en la provincia de Buenos Aires. Mientras el dólar rozaba el techo de la banda y el riesgo país superaba los 1100 puntos, Luis "Toto" Caputo filtró a los inversores que "se perdió por errores electorales, el plan sigue sin cambios". Mucho no le creyeron. Morgan Stanley desaconsejó colocar fondos en Argentina y el gabinete es un tembladeral. Guillermo Francos ligó la derrota a temas económicos y en medio del descalabro crece Federico Sturzenegger.
 
Mientras Karina, convertida en enfermera improvisada, le hace tragar a Milei Valcote 500 miligramos y Quetiapina 100 miligramos, drogas que cualquier psiquiatra receta para frenar tormentas internas que no se arreglan con meditación, la derrota categórica en la elección bonaerense no parece haber permeado, puertas adentro, en lecturas correctas sobre el resultado final.
 
El lunes a primera hora, siguiendo la línea que marcó el presidente en su discurso de la noche del domingo, el titular de Hacienda, Caputo, ordenó a sus laderos comunicarles a los inversores el siguiente mensaje: "se perdió por errores tácticos, electorales, los responsables son Pareja (Sebastián, el armador bonaerense) y los escándalos de corrupción de los Menem. El plan económico sigue sin cambios". El texto sorprendió a los interlocutores. Con un mensaje claro de las urnas respecto a la crisis económica, el costo de vida y el empleo se negaban modificaciones y prometían más ajuste. Lo contrario a lo que se votó.

El "Loco" Milei, golpeado por la contundente derrota en las elecciones, anunció la creación de una "mesa política nacional" que no es más que un refugio de fieles para blindar su proyecto libertario en crisis. La decisión, comunicada por el vocero Manuel "Cara de Piedra" Adorni, llega horas después de que el peronismo, liderado por Axel Kicillof, arrasara en los comicios, consolidando un rechazo masivo al ajuste económico que hunde a millones en la pobreza.

Lejos de escuchar el mensaje de las urnas, Milei opta por atrincherarse con su círculo íntimo. Presidida por él mismo, la mesa estará integrada por su hermana Karina "Alta Coimera" Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el "estratega" Santiago Caputo, el diputado Martín "Casta" Menem y el propio Adorni. Con los mismos de siempre, buscan engañar otra vez a los gobernadores más cobardes, crédulos o ingenuos. 
Sigue hasta Martín Menem, el coimero que reporta a la coimera Karina.


No hay lugar para la oposición ni para voces disidentes: esto es un club de fanáticos diseñado para encerrarse en un modelo nefasto que el pueblo bonaerense repudió con claridad. La derrota en la provincia clave, que representa casi el 40 por ciento del padrón nacional, expone la fragilidad de un Gobierno que prometió "libertad" pero entrega inflación, despidos masivos y un dólar cada vez más alto. El intento de Milei de mostrar apertura con una "mesa de diálogo federal con los gobernadores" es puro maquillaje. Después de demonizar a mandatarios como Kicillof, negándoles fondos coparticipables y acusándolos de "zurdos", ahora finge tender puentes. Los gobernadores ya dejaron claro que no negociarán con un presidente que asfixia a las provincias mientras favorece a los especuladores financieros.

En Buenos Aires, la jugada es aún más desesperada: Milei busca ampliar la "mesa política provincial" para incluir a "representantes del espacio". Es un intento burdo de contrarrestar la paliza electoral, donde el oficialismo perdió en 99 municipios. La maniobra revela el pánico libertario que ve desmoronarse su narrativa ante un peronismo revitalizado. Esta "mesa de los fieles" no es una estrategia de gobernabilidad, sino un búnker de alcahuetes para resistir el vendaval político. Mientras las calles se van poblando de protestas por despidos y las pymes cierran, Milei ignora el veredicto popular y se aferra al poder con los fanáticos suyos.
 
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Milei, Caputo y el plan "chocar de frente"
 
Abstraídos de la realidad, en Hacienda les comunicaron a los inversores que se perdió por "errores tácticos y la corrupción", y que el programa económico "se mantiene". El debate interno por el cepo, los precios, la devaluación y las operaciones de Sturzenegger.
 
La derrota categórica del gobierno de Javier Milei en la elección bonaerense no parece haber permeado, puertas adentro, en lecturas correctas sobre el resultado final. El lunes a primera hora, siguiendo la línea que marcó el Presidente en su discurso de la noche del domingo, el titular de Hacienda, Luis Caputo, ordenó a sus laderos comunicarles a los inversores el siguiente mensaje: "se perdió por errores tácticos, electorales, los responsables son Pareja (Sebastián, el armador bonaerense) y los escándalos de corrupción de los Menem. El plan económico sigue sin cambios".
 
El texto breve, del que tomó conocimiento Página I12, sorprendió a los interlocutores. Una vez más, aún con un mensaje claro de las urnas respecto a la crisis económica, el costo de vida y el empleo -que surgió del lugar más poblado del país- el Presidente y el ministro negaban modificaciones de fondo y prometían más ajuste. Lo contrario a lo que se votó.
 
A renglón siguiente, les informaron a los empresarios y mercados su sensación de que "la volatilidad va a seguir unos días, pero no va a haber pase a precios. Además, el Estado no va a emitir, asique no habrá crisis".
 
Esa situación generó una discusión interna, sobre todo con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que salió a sincerarse en público admitiendo que las políticas macro del Gobierno no llegaron a la gente. Caputo se enojó, particularmente, porque Francos fue el único funcionario oficial que relacionó la elección con temas de economía.
 
El otro fue, precisamente, el ex comisario y candidato en la tercera sección, Maximiliano Bondarenko, quien aseguró que su madre jubilada no llega a fin de mes. A Francos lo tabicaron desde adentro, pero ya su puesto está en riesgo; a Bondarenko lo atendieron las alicaídas huestes digitales de Daniel "Gordo Dan" Parisini. Postales del descalabro interno.
 
Naturalmente, las operaciones sobre Caputo no tardaron en llegar, pero insisten en la Rosada que Milei lo quiere conservar. "Se quieren mucho", admiten con ternura. De todos modos, el contexto general del Gobierno es surreal. Caputo decidió no estar en el bunker el domingo porque, según confiaron en su entorno, estaba "muy agotado" por el viaje a Los Ángeles, en el que acompañó a Milei.
 
Tampoco estuvo en la primera reunión del Gabinete en Casa de Gobierno, el lunes por la mañana. Esta vez, la excusa fue que estaba monitoreando mercados. Por la tarde, cerca de las 16, sí Caputo apareció por Balcarce 50, esta vez acompañado del titular del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili. Fueron parte de la segunda reunión de gabinete del día. Muy raro todo lo que ocurre en torno al jefe del Palacio.
 
El ala política del Gobierno, de hecho, quiere echarlo ya, pero el Presidente parece haberse puesto de lado de Hacienda. Un detalle interesante: el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que sonaba para reemplazar a "Toto", habló con Milei en las últimas horas. "Yo quiero ser jefe de Gabinete", le blanqueó. Le explicó que la cercanía de ambos le daba una autoridad como jefe de ministros que le permitiría, además, manejar Hacienda por control remoto.
 
 
El "Coloso", garante del ajuste
  
Milei y Sturzenegger hablan muy seguido, y el presidente hace tiempo le busca un lugar de mayor influencia. Se sabe, internamente, que el mandatario es mucho más parecido, en esencia y actuar, al "Coloso" que a "Toto". Eso le permitiría ser el garante de un ajuste sostenido al que Caputo se niega.
 
Sturzenegger, que se ofreció a estar el domingo en la foto de la derrota en La Plata, desprecia a Caputo y cree que puede ayudar a ordenar el desorden político del oficialismo. No tiene, por supuesto, el aval del otro Caputo, Santiago, el asesor estrella que parece haberles ganado la pulseada a los Menem en las últimas horas.
 
Sin ir más lejos, de esas usinas salió una orden directa para los economistas oficiales. Se habían entusiasmado, los muchachos, con la frase de que "los bonaerenses cagan en un un balde". La afirmación es usada por los conservadores para dar una idea de lo primitivos que, entienden, son esos votantes. Y que por eso votan contra ellos.
 
El primero que volvió atrás con la frase fue Miguel Boggiano, del equipo de asesores. "No hay caso, la gente de La Matanza ama cagar en un tacho y caminar en calles de barro", escribió. Borró y volvió a redactar, tras los aprietes oficiales. "Esto que dije ayer está mal. Por algun motivo, la gente votó como lo hizo. Momento de tomar mensajes y bajar niveles de agresión". Caputo junior, hábil, se dio cuenta que el ajuste va a seguir, pero que con sangre entra aún menos en la sociedad.
 
 
Morgan Stanley, devaluación y cepo
 
Los economistas más cercanos al Gobierno, presionan por una idea que, entienden, equilibraría la escena. La frase es "devaluación y cepo", para no estar corriendo atrás del dólar todo el tiempo. Es algo que, además, se desliza de maneras diferentes en muchos informes de la City, entre ellos la consultora 1816, PXQ y Equilibra. Milei entiende que eso es la tumba definitiva y no quiere ni oirlo.
 
El Gobierno dice que la devaluación del lunes no se fue a precios. Los comercios dicen otra cosa. "Hoy no hay precios, hay que esperar unos días". expresaron grandes supermercados y proveedores de la construcción. Estiman que llegarán listas con aumentos de al menos el 3 por ciento. "El problema es que el mercado no aguanta más aumentos, nadie vende nada", concluyó un empresario.
 
Además, los bancos de inversión, como el JP Morgan y el Morgan Stanley, también le piden al gobierno que lea los resultados electorales en tono económico. Morgan Stanley, de hecho, retiró su "postura favorable" sobre el país y cerró su recomendación de "comprar" bonos argentinos ante la nueva incertidumbre generada tras las elecciones bonaerenses.
 
El banco reportó dudas sobre la capacidad de Argentina de salir a tomar crédito en los mercados mundiales. Por último, habló directamente de devaluar: consideró "razonable esperar una depreciación adicional de la moneda", posiblemente acercándose al techo de la banda cambiaria fijado en 1460 pesos.
 
En este contexto, la duda está puesta en qué reacción tendrá el Fondo Monetario Internacional (FMI) ante semejante desbarajuste. El jueves próximo, Julie Kozack, la portavoz del organismo, dará una conferencia de prensa en Washington, en la que seguramente será consultada por el caso argentino. Desde el miércoles último, día en que el Tesoro empezó a vender dólares, este diario consulta a funcionarios del FMI sobre una posición sobre el cambio en el Gobierno de Milei. No hay respuestas.
 
El problema, ahora, es aún más complejo: el dólar oficial quedó muy cerca de tocar el techo de la banda de flotación del acuerdo entre Caputo y el FMI. Cuando eso ocurra, deberá vender dólares ya no del Tesoro, sino de las reservas, es decir, empezar a timbearse las divisas del crédito del organismo para llegar con aire a las legislativas de octubre. Por eso, ya el FMI estará más obligado a dar definiciones de fondo. Sin ir más lejos, la preocupación de los organismos por la situación local apareció ayer a la mañana, en la reunión que Caputo, Milei y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, mantuvieron con el brasileño titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn.
 
Por Leandro Renou
 
Fuente: Página 12 y Nova
 

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09-09-2025 / 08:09
El gobierno de los hermanos Milei se aferran a su círculo íntimo de alcahuetes para no cambiar nada, pese a una rotunda derrota en la provincia de Buenos Aires. Mientras el dólar rozaba el techo de la banda y el riesgo país superaba los 1100 puntos, Luis "Toto" Caputo filtró a los inversores que "se perdió por errores electorales, el plan sigue sin cambios". Mucho no le creyeron. Morgan Stanley desaconsejó colocar fondos en Argentina y el gabinete es un tembladeral. Guillermo Francos ligó la derrota a temas económicos y en medio del descalabro crece Federico Sturzenegger.
 
Mientras Karina, convertida en enfermera improvisada, le hace tragar a Milei Valcote 500 miligramos y Quetiapina 100 miligramos, drogas que cualquier psiquiatra receta para frenar tormentas internas que no se arreglan con meditación, la derrota categórica en la elección bonaerense no parece haber permeado, puertas adentro, en lecturas correctas sobre el resultado final.
 
El lunes a primera hora, siguiendo la línea que marcó el presidente en su discurso de la noche del domingo, el titular de Hacienda, Caputo, ordenó a sus laderos comunicarles a los inversores el siguiente mensaje: "se perdió por errores tácticos, electorales, los responsables son Pareja (Sebastián, el armador bonaerense) y los escándalos de corrupción de los Menem. El plan económico sigue sin cambios". El texto sorprendió a los interlocutores. Con un mensaje claro de las urnas respecto a la crisis económica, el costo de vida y el empleo se negaban modificaciones y prometían más ajuste. Lo contrario a lo que se votó.

El "Loco" Milei, golpeado por la contundente derrota en las elecciones, anunció la creación de una "mesa política nacional" que no es más que un refugio de fieles para blindar su proyecto libertario en crisis. La decisión, comunicada por el vocero Manuel "Cara de Piedra" Adorni, llega horas después de que el peronismo, liderado por Axel Kicillof, arrasara en los comicios, consolidando un rechazo masivo al ajuste económico que hunde a millones en la pobreza.

Lejos de escuchar el mensaje de las urnas, Milei opta por atrincherarse con su círculo íntimo. Presidida por él mismo, la mesa estará integrada por su hermana Karina "Alta Coimera" Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el "estratega" Santiago Caputo, el diputado Martín "Casta" Menem y el propio Adorni. Con los mismos de siempre, buscan engañar otra vez a los gobernadores más cobardes, crédulos o ingenuos. 
Sigue hasta Martín Menem, el coimero que reporta a la coimera Karina.


No hay lugar para la oposición ni para voces disidentes: esto es un club de fanáticos diseñado para encerrarse en un modelo nefasto que el pueblo bonaerense repudió con claridad. La derrota en la provincia clave, que representa casi el 40 por ciento del padrón nacional, expone la fragilidad de un Gobierno que prometió "libertad" pero entrega inflación, despidos masivos y un dólar cada vez más alto. El intento de Milei de mostrar apertura con una "mesa de diálogo federal con los gobernadores" es puro maquillaje. Después de demonizar a mandatarios como Kicillof, negándoles fondos coparticipables y acusándolos de "zurdos", ahora finge tender puentes. Los gobernadores ya dejaron claro que no negociarán con un presidente que asfixia a las provincias mientras favorece a los especuladores financieros.

En Buenos Aires, la jugada es aún más desesperada: Milei busca ampliar la "mesa política provincial" para incluir a "representantes del espacio". Es un intento burdo de contrarrestar la paliza electoral, donde el oficialismo perdió en 99 municipios. La maniobra revela el pánico libertario que ve desmoronarse su narrativa ante un peronismo revitalizado. Esta "mesa de los fieles" no es una estrategia de gobernabilidad, sino un búnker de alcahuetes para resistir el vendaval político. Mientras las calles se van poblando de protestas por despidos y las pymes cierran, Milei ignora el veredicto popular y se aferra al poder con los fanáticos suyos.
 
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08-09-2025 / 09:09
Fuerza Patria obtuvo en provincia de Buenos Aires un contundente triunfo sobre La Libertad Avanza. Los candidatos peronistas obtuvieron 47,28 por ciento, quedándose con seis de las ocho secciones electorales. En tanto, los libertarios, macristas y radicales con peluca consiguieron 33,71 por ciento. La contundente derrota de Javier "el Loco" Milei en Buenos Aires, dejó claro el rechazo masivo a su modelo de hambre y destrucción nacional para alimentar el endeudamiento y la timba financiera. CFK y Kicillof marcaron la responsabilidad que la victoria significa para el peronismo y el Presidente solo atinó a decir que redoblará el ajuste que llevó al país y a él mismo a la debacle.
 
Fue una goleada. Triunfó el peronismo y no en cualquier lado, fue en el distrito electoral más importante de la Argentina, la provincia de Buenos Aires. Lo hizo de manera indiscutida por más de 13 puntos sobre La Libertad Avanza. Fue una contundente paliza para el presidente Milei que, como estrategia, había nacionalizado esta elección provincial y polarizó su contenido con el kirchnerismo.
 
Una decisión que no solo puso en el peligro la suerte de su partido en los comicios nacionales de octubre, sino que también pone en riesgo su gobierno porque a las derrotas hay que saber administrarlas, sobre todo si a la caída de este domingo se le debe sumar la crisis económica que afecta directamente al bolsillo y necesidades de todos los argentinos. Por si fuera poco, también está el escándalo político de las coimas de los medicamentos en la agencia de discapacidad.
 
Se lo recordó Cristina Kirchner que, a través de un tuit, le dijo que "señalar con el dedo y estigmatizar a los discapacitados, mientras tu hermana cobra el 3 por ciento de coima de sus medicamentos, es letal". A su turno, Axel Kicillof justificó el triunfo de Fuerza Patria en la unidad alcanzada, fruto de la generosidad de Sergio Massa y CFK, para  advertir finalmente que esta cosecha de votos muestra que "hay otro camino y comenzamos a recorrerlo".
 
El resultado final, que muestra un escrutinio provisorio del 97,85 por ciento de las mesas, le otorgó a Fuerza Patria el 47,28 por ciento de los votos y el 33,71 por ciento para La Libertada Avanza. Así, el peronismo se quedó con seis de las ocho secciones electorales pintando de celeste a casi la totalidad de la provincia de Buenos Aires. Milei se quedó con mucha pintura violeta sin usar.
 
Al final del día quedó claro que estas elecciones las ganó el peronismo, pero también que las perdió Milei. A pesar de que parezca una obviedad, una verdad de perogrullo, lo cierto es que las dos fuerzas políticas jugaron todas sus fichas. El peronismo, en unidad, comenzó a recuperar su condición de alternativa política y Milei logró que esta derrota terminara de hacer añicos su modelo económico y político. Habrá que ver cómo gestiona este final que, por el momento, tiene todavía dos años por delante.
 
El triunfo holgado fue el resultado de una compleja y no menos problemática construcción. El primer inconveniente se dio en el cierre de listas de Fuerza Patria, pero se lograron contener las diferencias y se avanzó en un contexto de una unidad, frágil pero unidad al fin. Luego los votos del peronismo se fueron acumulando donde pesó, y mucho, el modelo de gobierno y el rol que Axel Kicillof le impuso al Estado bonaerense: contención a los más necesitados y garantizar los servicios de educación y salud pública. Todo lo contrario al modelo de Milei
 

07-09-2025 / 11:09
El resultado de las elecciones bonaerenses definirá mucho más que un reparto de bancas: marcará si el peronismo puede quebrar dos décadas de derrotas en medio término o si La Libertad Avanza logra sostener, aunque sea por un voto, un experimento de gobierno corroído por la crisis económica, las internas y los escándalos de corrupción. En cualquiera de los dos escenarios -triunfo oficialista o derrota- se abre un horizonte de ingobernabilidad con consecuencias inmediatas para la estabilidad política y el futuro del ciclo libertario.
 
El peronismo ganó por última vez una elección de medio término en la provincia de Buenos Aires hace veinte años. Luego no pudo hacerlo aunque llevó como candidatos a Néstor Kirchner (en 2009 fue derrotado por Francisco De Narváez) y a Cristina Fernández de Kirchner (en 2017 terminó perdiendo contra Esteban Bullrich); ni como oficialismo (en 2009, 2013 y 2021) ni como oposición (en 2017).
 
Una nueva derrota, esta vez bajo el nombre de Fuerza Patria, que no puede descartarse, aunque la mayoría de los sondeos le asignen cierto favoritismo, estaría lejos de ser una sorpresa o un evento excepcional. El recuerdo de la experiencia fallida del Frente de Todos aún es reciente y, para peor, la oferta política de este año no difiere demasiado de aquella.
 
El acceso de más dirigentes, como Axel Kicillof y Juan Grabois, a la mesa de decisiones, ganado con pulso político y apoyo en las bases, es un camino en la dirección correcta pero no ha sido suficiente hasta ahora para darle al espacio una nueva identidad que pueda atender una demanda que vas más allá de la trinchera contra los avances de la topadora anarcocapitalista.
 
Las internas, lejos de haber amainado, sólo están contenidas por mérito de los propios hermanos Milei. En ese contexto, haber llegado al día de las elecciones bonaerenses en condiciones competitivas es un mérito que comparten algunos aciertos propios con muchos errores y horrores ajenos. Nadie sabe qué va a pasar.
 
Pero si el peronismo tiene chances de hacer un papel decoroso es exclusivamente porque se llega al día de la elección con un oficialismo que se está cayendo a pedazos en todos los frentes: la macro, la micro, sus alianzas en el Congreso, en las provincias, en el empresariado local y hasta con el gobierno de Estados Unidos, los escándalos de corrupción y las internas que en las horas previas a los comicios escalaron a velocidad vertiginosa.
 
Si La Libertad Avanza gana, todos esos problemas seguirán allí el lunes por la mañana. Un triunfo puede darle un poco de aire, pero el premio no se paga en efectivo y el problema del gobierno nacional es que no hay plata. Dólares, para ser más específicos.
 
Ya se fumaron una megadevaluación, un blanqueo histórico, un acuerdo con el Fondo, un espaldarazo del Tesoro yanqui, ya intervino en las cotizaciones paralelas, en el mercado de futuros y finalmente esta semana reventó 500 palos para sostener la cotización por debajo de los 1400 pesos. A este ritmo tienen plata para aguantar una semana o diez días más, tope.
 
Por supuesto, un triunfo del oficialismo, aunque sea por un voto, será esgrimido por Milei como patente de corso para profundizar el saqueo de las arcas públicas, el ajuste en beneficio de los más adinerados y sobre todo la violencia, la represión y el autoritarismo. Lo usará como excusa para escalar su conflicto con otros poderes, la persecución a la prensa y la criminalización de cualquier forma de disidencia política. 
 

07-09-2025 / 09:09
Javier Milei y Luis Caputo, entre CEOS tiburones que huelen sangre. Cualquiera sea el resultado electoral de hoy en la provincia de Buenos Aires, la gran mayoría del establishment no espera ninguna mejora en el panorama económico. Para ellos, Milei va dejando de ser "el loco que ilusiona" para convertirse en un inútil que no controla las variables básicas. Caputo está "cansado" y dice que "la estabilización está cumplida y ahora tiene que hacerse cargo la política".
 
Por primera vez en casi dos años, el establishment empezó a sentarse con la oposición a charlar de política. La crisis económica y, sobre todo, el coima-gate apuraron los plazos de interacciones con el bloque de gobernadores, dirigentes del PJ y Mauricio Macri. El diagnóstico es que, pase lo que pase en las elecciones, la interna libertaria y el ajuste llevaron a Milei del "loco" que ilusionaba a un mandatario que no controla las variables.
 
La política es cíclica y repite situaciones cada vez con mayor velocidad. A fines del segundo año de "el Gato" Macri en el Gobierno, incluso luego del triunfo en las legislativas del 2017, los empresarios más importantes del país empezaron a retomar los contactos con sectores opositores.
 
En aquel entonces, apareció esa inquietud, propia de los que observan que los proyectos llegan a un cuello de botella que, en general, tiene que ver con una economía que empieza a mostrar falencias serias o, directamente, se frena sin más. Se había empezado a terminar el amor entre el poder económico y el presidente amarillo.
 
Hoy, a un año y ocho meses de haber asumido, a Milei parece estar pasándole lo mismo. Las conversaciones del poder real, el establishment, con diferentes terminales de la oposición, se dan luego de un tiempo prudencial de paciencia (para los empresarios), en el que observan que el programa de ajuste no evolucionó a un escenario virtuoso de crecimiento. Más bien se estancó. Este proceso nada tiene que ver, incluso, con resultados electorales. Es una muestra de desgaste.
 
A diferencia de Macri, a Milei le estalló un grave escándalo de corrupción en el camino. Aquellos que hasta no hace tanto comparaban al Macri del 17 con el Milei actual, ahora aseveran que el libertario está mucho más debilitado que el ex presidente. Cuenta con menos espalda política y focos ígneos en casi todos los frentes.
 
El Presidente tiene, además, otra contra, que se comentó en estos días en encuentros de banqueros e industriales: pase lo que pase en las votaciones, el desgaste de la gestión política y económica augura un futuro corto muy malo. Y ese futuro convulsionado incluye el debate interno sobre cambios de fondo en la gestión del Ministerio de Hacienda.
 
Por lo antes mencionado, los empresarios hablan con los gobernadores que hicieron rancho aparte luego de haber bancado a Milei, en el inicio; con tres dirigentes muy importantes del espacio del peronismo y afines; y con todo aquel que ofrezca una lectura alternativa. Los más conservadores volvieron a acercarse a Mauricio Macri, y otro tanto al ex alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Muy requerido.
 
Ni siquiera les exigen un plan de Gobierno, sino más bien un simple espacio catártico, un oasis para descargar lo que no se puede hablar con Milei. Casi una instancia colaborativa de búsqueda de una transición a algún lugar que, definitivamente para ellos, no es este. Tampoco saben aún cuál es. 
 

06-09-2025 / 11:09
Cuatro meses después de que Javier "el Loco" Milei anunciara que había llegado "la hora del crecimiento", con la inflación que ya tenía "fecha de defunción", la realidad se presenta invertida. La inflación va para arriba, igual que el dólar, las tasas, los encajes y el riesgo país. La producción, el crédito y el consumo se sumergen en la recesión. Y el Gobierno avisa que el programa no resiste una derrota electoral.
 
La salud mental del prescindente Milei se convirtió en un tema de creciente preocupación en el ámbito político y social, especialmente ante las decisiones erráticas y la incapacidad de su Gobierno para resolver los problemas que económicos y sociales. Expertos y analistas han comenzado a cuestionar si estos comportamientos reflejan un estado psicológico que trasciende lo meramente político, impactando directamente la estabilidad del Ejecutivo.
 
En este marco, el periodista y médico Nelson Castro realizó un diagnóstico contundente: "Estamos frente a un presidente de la República, con un problema psíquico importante de comportamiento en cuanto a conducta". Estas conductas, según Castro, no solo afectan la gestión presidencial, sino que generan una "fragilidad" estructural en el Gobierno, poniendo en jaque su estabilidad política y económica.
 
Durante su columna radial, el periodista aseveró con firmeza: "Estamos frente a un presidente de la República, digo con toda responsabilidad, con un problema psíquico importante de comportamiento en cuanto a conducta". Castro señaló que la obstinada negativa de Milei a buscar acuerdos políticos, a pesar de liderar un gobierno en minoría, es una muestra clara de estas conductas "ilógicas".
 
Esta actitud, según explicó, tiene un impacto directo en la gobernabilidad: "Un gobierno que vive peleándose todo el tiempo y no tiene ninguna mayoría, es un gobierno con una fragilidad y una pérdida de poder político fenomenal". Además, apuntó a la relación entre Milei y su hermana, Karina Milei, como un factor adicional que agrava la situación.
 
Según el periodista, existe una "relación patológica" que influye negativamente en las decisiones del Ejecutivo, consolidando un entorno de gestión marcado por la desconfianza y la confrontación. El conductor evocó la figura de Winston Churchill, recordando cómo las revelaciones póstumas de su médico expusieron las vulnerabilidades de su liderazgo.
 
En este sentido, Castro advirtió que la sociedad argentina podría llegar a preguntarse en el futuro: "¿En manos de quién estuvimos?". Esta preocupación, aseguró, ya comienza a resonar con fuerza en los círculos de poder económico: "En el mundo de los negocios y en el mundo de las finanzas, esto ya se está instalando".
 
El diagnóstico médico coincide con lo que en octubre de 2023 advirtió un ex profesor del presindente. "Es terrible. El problema de Milei es que dice que es liberal. Fue mi alumno en Buenos Aires. En primer lugar, es un loco, y solo en segundo plano es liberal", describió en su momento el economista francés Guy Sorman.
 
Ahora, los dichos de Castro llegan en un momento crítico para el desgobierno de Milei, con las inminentes elecciones en la provincia de Buenos Aires y en octubre a nivel nacional. Además, enfrenta crecientes cuestionamientos por su gestión económica y escándalos de corrupción, como los relacionados con su hermana y presuntas irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad.
 
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