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                  10:30  |  Lunes 08 de Septiembre de 2013  |  Entre Ríos
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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 07-09-2025 / 09:09
COMO TIBURONES QUE HUELEN SANGRE, EL PODER ECONÓMICO OBSERVA A UN GOBIERNO DESGASTADO Y SONDEA ESCENARIOS DE TRANSICIÓN

Para el establishment, Milei va dejando de ser “el loco que ilusiona” para convertirse en un inútil que no controla las variables económicas

Para el establishment, Milei va dejando de ser “el loco que ilusiona” para convertirse en un inútil que no controla las variables económicas
Javier Milei y Luis Caputo, entre CEOS tiburones que huelen sangre. Cualquiera sea el resultado electoral de hoy en la provincia de Buenos Aires, la gran mayoría del establishment no espera ninguna mejora en el panorama económico. Para ellos, Milei va dejando de ser "el loco que ilusiona" para convertirse en un inútil que no controla las variables básicas. Caputo está "cansado" y dice que "la estabilización está cumplida y ahora tiene que hacerse cargo la política".
Javier Milei y Luis Caputo, entre CEOS tiburones que huelen sangre. Cualquiera sea el resultado electoral de hoy en la provincia de Buenos Aires, la gran mayoría del establishment no espera ninguna mejora en el panorama económico. Para ellos, Milei va dejando de ser "el loco que ilusiona" para convertirse en un inútil que no controla las variables básicas. Caputo está "cansado" y dice que "la estabilización está cumplida y ahora tiene que hacerse cargo la política".
 
Por primera vez en casi dos años, el establishment empezó a sentarse con la oposición a charlar de política. La crisis económica y, sobre todo, el coima-gate apuraron los plazos de interacciones con el bloque de gobernadores, dirigentes del PJ y Mauricio Macri. El diagnóstico es que, pase lo que pase en las elecciones, la interna libertaria y el ajuste llevaron a Milei del "loco" que ilusionaba a un mandatario que no controla las variables.
 
La política es cíclica y repite situaciones cada vez con mayor velocidad. A fines del segundo año de "el Gato" Macri en el Gobierno, incluso luego del triunfo en las legislativas del 2017, los empresarios más importantes del país empezaron a retomar los contactos con sectores opositores.
 
En aquel entonces, apareció esa inquietud, propia de los que observan que los proyectos llegan a un cuello de botella que, en general, tiene que ver con una economía que empieza a mostrar falencias serias o, directamente, se frena sin más. Se había empezado a terminar el amor entre el poder económico y el presidente amarillo.
 
Hoy, a un año y ocho meses de haber asumido, a Milei parece estar pasándole lo mismo. Las conversaciones del poder real, el establishment, con diferentes terminales de la oposición, se dan luego de un tiempo prudencial de paciencia (para los empresarios), en el que observan que el programa de ajuste no evolucionó a un escenario virtuoso de crecimiento. Más bien se estancó. Este proceso nada tiene que ver, incluso, con resultados electorales. Es una muestra de desgaste.
 
A diferencia de Macri, a Milei le estalló un grave escándalo de corrupción en el camino. Aquellos que hasta no hace tanto comparaban al Macri del 17 con el Milei actual, ahora aseveran que el libertario está mucho más debilitado que el ex presidente. Cuenta con menos espalda política y focos ígneos en casi todos los frentes.
 
El Presidente tiene, además, otra contra, que se comentó en estos días en encuentros de banqueros e industriales: pase lo que pase en las votaciones, el desgaste de la gestión política y económica augura un futuro corto muy malo. Y ese futuro convulsionado incluye el debate interno sobre cambios de fondo en la gestión del Ministerio de Hacienda.
 
Por lo antes mencionado, los empresarios hablan con los gobernadores que hicieron rancho aparte luego de haber bancado a Milei, en el inicio; con tres dirigentes muy importantes del espacio del peronismo y afines; y con todo aquel que ofrezca una lectura alternativa. Los más conservadores volvieron a acercarse a Mauricio Macri, y otro tanto al ex alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Muy requerido.
 
Ni siquiera les exigen un plan de Gobierno, sino más bien un simple espacio catártico, un oasis para descargar lo que no se puede hablar con Milei. Casi una instancia colaborativa de búsqueda de una transición a algún lugar que, definitivamente para ellos, no es este. Tampoco saben aún cuál es. 
 

 
"Charlamos, de cómo ven la cosa, qué planes tienen. Por ahora, es un acercamiento para saber cómo la ven", contó uno de los tantos que se acercaron a dirigentes.
 
Esta semana hubo dos eventos públicos consagratorios de esa dinámica, que ya venía dándose en privado: la celebración de los 80 años del Grupo Clarín congregó a empresarios, a políticos opositores y a nadie del Gobierno de Milei.
 
Ese tipo de mitines se mueven, es cierto, en una gama de colores sepia, con lógicas antiguas y, en general, dinámicas perdedoras, pero sirven para ejemplificar climas, situaciones. Allí se mostraron los gobernadores, Macri, Sergio Massa, otros dirigentes del peronismo y otras fuerzas políticas. Del Gobierno, casi nadie.
 
El otro evento, la convención de la Unión Industrial (UIA) en Córdoba. Estaba invitado Caputo, que prefirió no ir, mandaron al Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que no convenció a nadie. En ese escenario, hubo un hecho directo: Martín Rappallini, titular de la UIA y uno de los cuadros de confianza de Techint, se quejó del estatismo excesivo de los gobiernos anteriores, pero le reclamó a Milei tasas más bajas, una economía menos abierta a los importados y una recreación de la actividad económica. Hasta ahora, la UIA venía diciendo que la macro ordenaba todo. Cambiaron los tiempos.
 
En este marco, Milei corre con una ventaja: la fragmentación opositora le divide la oferta que lo enfrenta. Con Macri, las opciones eran menos y más directas. Y el peronismo venía de un ciclo, el de CFK, de una economía agotada, pero con cifras generales que hoy serían un sueño para cualquiera.
 
De todos modos, el dato de cómo se mueven los empresarios no es menor, es un proceso veloz de cambio de paradigma, del Milei líder disruptivo e infranqueable, a un Presidente debilitado en su autoridad y con un programa económico que no sale bien y erosiona la confianza de antaño. El escándalo de las coimas en la agencia de Discapacidad, además, le suma un extra de pimienta: es el tema que se charló en todos los eventos empresarios de la última semana.
 
 
Caputo está "cansado"
  
El corazón del descontento con el Gobierno, más allá del plus de las coimas, son las deficiencias del programa económico y, sobre todo, que el Círculo Rojo observa que el oficialismo no registra que se necesita una modificación de fondo al programa. Mientras le exigen aminorar para ordenar, Milei promete más ajuste.
 
Esto se conjuga con un internismo creciente que tuvo un hecho iniciático, el desarme de las LEFI. Eso quebró lo que era un bloque monolítico. Es que en charlas privadas, los funcionarios de Hacienda siguen echándole la culpa a Milei por esa medida. Y el escuadrón de Caputo entró en estado catatónico.
 
"El Presidente nos confirmó", dijeron esta semana en charlas informales con interlocutores varios. Esa frase era impensada hace un mes o dos: antes decían que "hablamos muy poco con el Presidente, lo puntual, nos da libre manejo".
 
Los íntimos de "Toto" aseveran que "está cansado, hizo un gran esfuerzo, el plan de estabilización ya está hecho, ahora cree que es hora de que la política se haga cargo". Si fuera por él, de hecho, ya se hubiese ido. Por esto, Milei le pidió que viaje con él a Los Ángeles. Corrió entre ambos un chiste, algo fuera de contexto. Que California es la casa de los Lakers, el equipo de la NBA que ambos admiran.
 
El clima en Hacienda es espeso, y el choque con los bancos lo puso peor. Dos banqueros, uno nacional y otro de una entidad foránea, charlaron sobre "las idas y vuelta de la política de Caputo". Y fue la comidilla en los Whatsapp del sector la teoría de Pablo Quirno, el secretario de Finanzas, que le vendió a Milei que el banco chino ICBC estaba operando contra el Gobierno jugando fuerte para hacer subir el dólar.
 
Le dijo, incluso, que era parte de la conspiración internacional de oriente. Milei compra, porque calza con la especulación de los rusos y los venezolanos operando con los audios de las coimas de los Milei y los Menem. Ya hace meses, en otra parte de la corrida, habían culpado de lo mismo a los bancos Galicia, Provincia y Macro.
 
La bronca con los banqueros, en realidad, es porque hay al menos dos altos dirigentes que instalan un debate sobre el regreso del cepo cambiario post elecciones. La teoría es la que, también, vendieron a sus clientes algunos analistas top, como el ex PRO Carlos Melconian. Además, muchos piensan que hay que oxigenar Hacienda. El asunto, como también pasa con los empresarios de la economía real, nadie ve un reemplazo de Caputo que cambie la mano hacia un escenario de confianza. "No hay un perfil que calme la escena", admiten.
 
En el medio de la historia, además, quedó el Fondo Monetario Internacional (FMI). En las últimas 48 horas, el organismo se mantuvo en silencio, sin siquiera confirmar el apoyo que Quirno vendió le habían dado para que operen con ventas de dólares del Tesoro. Fuentes muy cercanas al organismo aseguraron que le dijeron a Caputo que no agitarán las aguas hasta después de las elecciones, pero la situación no les gusta mucho. El FMI también quiere un cambio de política monetaria y cambiaria. Habrá que esperar para ver.
 
Por Leandro Renou
 
Fuente: Página 12
 

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08-09-2025 / 09:09
Fuerza Patria obtuvo en provincia de Buenos Aires un contundente triunfo sobre La Libertad Avanza. Los candidatos peronistas obtuvieron 47,28 por ciento, quedándose con seis de las ocho secciones electorales. En tanto, los libertarios consiguieron 33,71 por ciento. La contundente derrota de Javier "el Loco" Milei en Buenos Aires, dejó claro el rechazo masivo a su modelo de hambre y destrucción nacional para alimentar el endeudamiento y la timba financiera. CFK y Kicillof marcaron la responsabilidad que la victoria significa para el peronismo y el Presidente solo atinó a decir que redoblará el ajuste que llevó al país y a él mismo a la debacle.
 
Triunfó el peronismo y no en cualquier lado, fue en el distrito electoral más importante de la Argentina, la provincia de Buenos Aires. Lo hizo de manera indiscutida por más de 13 puntos sobre La Libertad Avanza. Fue una contundente paliza para el presidente Milei que, como estrategia, había nacionalizado esta elección provincial y polarizó su contenido con el kirchnerismo.
 
Una decisión que no solo puso en el peligro la suerte de su partido en los comicios nacionales de octubre, sino que también pone en riesgo su gobierno porque a las derrotas hay que saber administrarlas, sobre todo si a la caída de este domingo se le debe sumar la crisis económica que afecta directamente al bolsillo y necesidades de todos los argentinos. Por si fuera poco, también está el escándalo político de las coimas de los medicamentos en la agencia de discapacidad.
 
Se lo recordó Cristina Kirchner que, a través de un tuit, le dijo que "señalar con el dedo y estigmatizar a los discapacitados, mientras tu hermana cobra el 3 por ciento de coima de sus medicamentos, es letal". A su turno, Axel Kicillof justificó el triunfo de Fuerza Patria en la unidad alcanzada, fruto de la generosidad de Sergio Massa y CFK, para  advertir finalmente que esta cosecha de votos muestra que "hay otro camino y comenzamos a recorrerlo".
 
El resultado final, que muestra un escrutinio provisorio del 97,85 por ciento de las mesas, le otorgó a Fuerza Patria el 47,28 por ciento de los votos y el 33,71 por ciento para La Libertada Avanza. Así, el peronismo se quedó con seis de las ocho secciones electorales pintando de celeste a casi la totalidad de la provincia de Buenos Aires. Milei se quedó con mucha pintura violeta sin usar.
 
Al final del día quedó claro que estas elecciones las ganó el peronismo, pero también que las perdió Milei. A pesar de que parezca una obviedad, una verdad de perogrullo, lo cierto es que las dos fuerzas políticas jugaron todas sus fichas. El peronismo, en unidad, comenzó a recuperar su condición de alternativa política y Milei logró que esta derrota terminara de hacer añicos su modelo económico y político. Habrá que ver cómo gestiona este final que, por el momento, tiene todavía dos años por delante.
 
El triunfo holgado fue el resultado de una compleja y no menos problemática construcción. El primer inconveniente se dio en el cierre de listas de Fuerza Patria, pero se lograron contener las diferencias y se avanzó en un contexto de una unidad, frágil pero unidad al fin. Luego los votos del peronismo se fueron acumulando donde pesó, y mucho, el modelo de gobierno y el rol que Axel Kicillof le impuso al Estado bonaerense: contención a los más necesitados y garantizar los servicios de educación y salud pública. Todo lo contrario al modelo de Milei
 

07-09-2025 / 11:09
El resultado de las elecciones bonaerenses definirá mucho más que un reparto de bancas: marcará si el peronismo puede quebrar dos décadas de derrotas en medio término o si La Libertad Avanza logra sostener, aunque sea por un voto, un experimento de gobierno corroído por la crisis económica, las internas y los escándalos de corrupción. En cualquiera de los dos escenarios -triunfo oficialista o derrota- se abre un horizonte de ingobernabilidad con consecuencias inmediatas para la estabilidad política y el futuro del ciclo libertario.
 
El peronismo ganó por última vez una elección de medio término en la provincia de Buenos Aires hace veinte años. Luego no pudo hacerlo aunque llevó como candidatos a Néstor Kirchner (en 2009 fue derrotado por Francisco De Narváez) y a Cristina Fernández de Kirchner (en 2017 terminó perdiendo contra Esteban Bullrich); ni como oficialismo (en 2009, 2013 y 2021) ni como oposición (en 2017).
 
Una nueva derrota, esta vez bajo el nombre de Fuerza Patria, que no puede descartarse, aunque la mayoría de los sondeos le asignen cierto favoritismo, estaría lejos de ser una sorpresa o un evento excepcional. El recuerdo de la experiencia fallida del Frente de Todos aún es reciente y, para peor, la oferta política de este año no difiere demasiado de aquella.
 
El acceso de más dirigentes, como Axel Kicillof y Juan Grabois, a la mesa de decisiones, ganado con pulso político y apoyo en las bases, es un camino en la dirección correcta pero no ha sido suficiente hasta ahora para darle al espacio una nueva identidad que pueda atender una demanda que vas más allá de la trinchera contra los avances de la topadora anarcocapitalista.
 
Las internas, lejos de haber amainado, sólo están contenidas por mérito de los propios hermanos Milei. En ese contexto, haber llegado al día de las elecciones bonaerenses en condiciones competitivas es un mérito que comparten algunos aciertos propios con muchos errores y horrores ajenos. Nadie sabe qué va a pasar.
 
Pero si el peronismo tiene chances de hacer un papel decoroso es exclusivamente porque se llega al día de la elección con un oficialismo que se está cayendo a pedazos en todos los frentes: la macro, la micro, sus alianzas en el Congreso, en las provincias, en el empresariado local y hasta con el gobierno de Estados Unidos, los escándalos de corrupción y las internas que en las horas previas a los comicios escalaron a velocidad vertiginosa.
 
Si La Libertad Avanza gana, todos esos problemas seguirán allí el lunes por la mañana. Un triunfo puede darle un poco de aire, pero el premio no se paga en efectivo y el problema del gobierno nacional es que no hay plata. Dólares, para ser más específicos.
 
Ya se fumaron una megadevaluación, un blanqueo histórico, un acuerdo con el Fondo, un espaldarazo del Tesoro yanqui, ya intervino en las cotizaciones paralelas, en el mercado de futuros y finalmente esta semana reventó 500 palos para sostener la cotización por debajo de los 1400 pesos. A este ritmo tienen plata para aguantar una semana o diez días más, tope.
 
Por supuesto, un triunfo del oficialismo, aunque sea por un voto, será esgrimido por Milei como patente de corso para profundizar el saqueo de las arcas públicas, el ajuste en beneficio de los más adinerados y sobre todo la violencia, la represión y el autoritarismo. Lo usará como excusa para escalar su conflicto con otros poderes, la persecución a la prensa y la criminalización de cualquier forma de disidencia política. 
 

07-09-2025 / 09:09
Javier Milei y Luis Caputo, entre CEOS tiburones que huelen sangre. Cualquiera sea el resultado electoral de hoy en la provincia de Buenos Aires, la gran mayoría del establishment no espera ninguna mejora en el panorama económico. Para ellos, Milei va dejando de ser "el loco que ilusiona" para convertirse en un inútil que no controla las variables básicas. Caputo está "cansado" y dice que "la estabilización está cumplida y ahora tiene que hacerse cargo la política".
 
Por primera vez en casi dos años, el establishment empezó a sentarse con la oposición a charlar de política. La crisis económica y, sobre todo, el coima-gate apuraron los plazos de interacciones con el bloque de gobernadores, dirigentes del PJ y Mauricio Macri. El diagnóstico es que, pase lo que pase en las elecciones, la interna libertaria y el ajuste llevaron a Milei del "loco" que ilusionaba a un mandatario que no controla las variables.
 
La política es cíclica y repite situaciones cada vez con mayor velocidad. A fines del segundo año de "el Gato" Macri en el Gobierno, incluso luego del triunfo en las legislativas del 2017, los empresarios más importantes del país empezaron a retomar los contactos con sectores opositores.
 
En aquel entonces, apareció esa inquietud, propia de los que observan que los proyectos llegan a un cuello de botella que, en general, tiene que ver con una economía que empieza a mostrar falencias serias o, directamente, se frena sin más. Se había empezado a terminar el amor entre el poder económico y el presidente amarillo.
 
Hoy, a un año y ocho meses de haber asumido, a Milei parece estar pasándole lo mismo. Las conversaciones del poder real, el establishment, con diferentes terminales de la oposición, se dan luego de un tiempo prudencial de paciencia (para los empresarios), en el que observan que el programa de ajuste no evolucionó a un escenario virtuoso de crecimiento. Más bien se estancó. Este proceso nada tiene que ver, incluso, con resultados electorales. Es una muestra de desgaste.
 
A diferencia de Macri, a Milei le estalló un grave escándalo de corrupción en el camino. Aquellos que hasta no hace tanto comparaban al Macri del 17 con el Milei actual, ahora aseveran que el libertario está mucho más debilitado que el ex presidente. Cuenta con menos espalda política y focos ígneos en casi todos los frentes.
 
El Presidente tiene, además, otra contra, que se comentó en estos días en encuentros de banqueros e industriales: pase lo que pase en las votaciones, el desgaste de la gestión política y económica augura un futuro corto muy malo. Y ese futuro convulsionado incluye el debate interno sobre cambios de fondo en la gestión del Ministerio de Hacienda.
 
Por lo antes mencionado, los empresarios hablan con los gobernadores que hicieron rancho aparte luego de haber bancado a Milei, en el inicio; con tres dirigentes muy importantes del espacio del peronismo y afines; y con todo aquel que ofrezca una lectura alternativa. Los más conservadores volvieron a acercarse a Mauricio Macri, y otro tanto al ex alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Muy requerido.
 
Ni siquiera les exigen un plan de Gobierno, sino más bien un simple espacio catártico, un oasis para descargar lo que no se puede hablar con Milei. Casi una instancia colaborativa de búsqueda de una transición a algún lugar que, definitivamente para ellos, no es este. Tampoco saben aún cuál es. 
 

06-09-2025 / 11:09
Cuatro meses después de que Javier "el Loco" Milei anunciara que había llegado "la hora del crecimiento", con la inflación que ya tenía "fecha de defunción", la realidad se presenta invertida. La inflación va para arriba, igual que el dólar, las tasas, los encajes y el riesgo país. La producción, el crédito y el consumo se sumergen en la recesión. Y el Gobierno avisa que el programa no resiste una derrota electoral.
 
La salud mental del prescindente Milei se convirtió en un tema de creciente preocupación en el ámbito político y social, especialmente ante las decisiones erráticas y la incapacidad de su Gobierno para resolver los problemas que económicos y sociales. Expertos y analistas han comenzado a cuestionar si estos comportamientos reflejan un estado psicológico que trasciende lo meramente político, impactando directamente la estabilidad del Ejecutivo.
 
En este marco, el periodista y médico Nelson Castro realizó un diagnóstico contundente: "Estamos frente a un presidente de la República, con un problema psíquico importante de comportamiento en cuanto a conducta". Estas conductas, según Castro, no solo afectan la gestión presidencial, sino que generan una "fragilidad" estructural en el Gobierno, poniendo en jaque su estabilidad política y económica.
 
Durante su columna radial, el periodista aseveró con firmeza: "Estamos frente a un presidente de la República, digo con toda responsabilidad, con un problema psíquico importante de comportamiento en cuanto a conducta". Castro señaló que la obstinada negativa de Milei a buscar acuerdos políticos, a pesar de liderar un gobierno en minoría, es una muestra clara de estas conductas "ilógicas".
 
Esta actitud, según explicó, tiene un impacto directo en la gobernabilidad: "Un gobierno que vive peleándose todo el tiempo y no tiene ninguna mayoría, es un gobierno con una fragilidad y una pérdida de poder político fenomenal". Además, apuntó a la relación entre Milei y su hermana, Karina Milei, como un factor adicional que agrava la situación.
 
Según el periodista, existe una "relación patológica" que influye negativamente en las decisiones del Ejecutivo, consolidando un entorno de gestión marcado por la desconfianza y la confrontación. El conductor evocó la figura de Winston Churchill, recordando cómo las revelaciones póstumas de su médico expusieron las vulnerabilidades de su liderazgo.
 
En este sentido, Castro advirtió que la sociedad argentina podría llegar a preguntarse en el futuro: "¿En manos de quién estuvimos?". Esta preocupación, aseguró, ya comienza a resonar con fuerza en los círculos de poder económico: "En el mundo de los negocios y en el mundo de las finanzas, esto ya se está instalando".
 
El diagnóstico médico coincide con lo que en octubre de 2023 advirtió un ex profesor del presindente. "Es terrible. El problema de Milei es que dice que es liberal. Fue mi alumno en Buenos Aires. En primer lugar, es un loco, y solo en segundo plano es liberal", describió en su momento el economista francés Guy Sorman.
 
Ahora, los dichos de Castro llegan en un momento crítico para el desgobierno de Milei, con las inminentes elecciones en la provincia de Buenos Aires y en octubre a nivel nacional. Además, enfrenta crecientes cuestionamientos por su gestión económica y escándalos de corrupción, como los relacionados con su hermana y presuntas irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad.
 
La Opinión Popular
 

05-09-2025 / 09:09
El Senado de la Nación volteó el veto a la Emergencia en Discapacidad por amplísima mayoría, dejando expuesta la crueldad del ajuste que implementa Javier "el Loco" Milei. Es la primera vez en la era libertaria, justo en medio del escándalo por las coimas de Karina "la Recaudadora" Milei en la Andis. No fue el único golpe al Gobierno. También dieron media sanción a la reforma de la ley que regula los DNU, lo que amenaza aún más su estilo autoritario de gestión y su experimento anarco capitalista.
 
Con una nueva multitudinaria concentración frente al Congreso del colectivo de personas con discapacidad, el cruel Gobierno libertario sufrió una nueva derrota, producto de la lucha. Haber logrado que se voltee el veto presidencial constituye un hecho histórico y solo es explicable por la persistente pelea que dieron los colectivos del área junto a diversas organizaciones políticas y sociales.
 
En el Congreso, hasta su propio bloque libertario hace agua: la Ley de Emergencia en Discapacidad le tiró por la borda el veto presidencial, un cachetazo político que deja claro que ni los legisladores se compran el verso. Pero Milei insiste: si los números macros cierran, que la realidad reviente. El presidente muestra porcentajes como si fueran estampitas, y espera que la fe alcance para calmar al dólar, al riesgo país y a los aliados que le votan en contra. El problema es que nadie cree en milagros contables.
 
Mientras tanto, el FMI le suelta un desembolso de 2 mil millones de dólares, no por amor a las reformas, sino porque cualquier incendio en Argentina les salpica a ellos también. Es decir: te pagan para que no te quemes la casa... aunque el humo ya se ve desde la esquina. En Wall Street los mercados celebran, acá se hunden: dólar más 2 por ciento, riesgo país más 20 por ciento y MERVAL menos 5 por ciento en apenas días. Pero Milei repite que todo es culpa de "la casta" y de los "traidores" que no entienden su plan maestro de convertir los LECAPs en estampitas coleccionables.
 
La "política anti-volatilidad" del Gobierno es como apagar un incendio tirando nafta: suben tasas al 75 por ciento TEA para que nadie se escape del peso, pero el costo son intereses que ya devoran 1,7 por ciento del PBI y familias con la misma morosidad que en pandemia. La bicicleta se llama "estabilidad", aunque tenga las ruedas pinchadas.
 
Y claro, el ajuste selectivo: jubilaciones indexadas para no perder votos, recorte en planes sociales y sueldos públicos para que la foto cierre. Milei lo vende como cirugía mayor, pero parece más bien un cirujano que opera con serrucho en una guardia de hospital público. Pero por amplia mayoría, el Senado le devolvió al colectivo más afectado por el ajuste y las coimas la ley por la que tanto empujó. Hacía 22 años que el Congreso no rechazaba un veto presidencial.
 
También se avanzó en la limitación a los DNU. Actualmente, si los decretos no se tratan en el Congreso, quedan firmes. La iniciativa que impulsa la oposición establece que los DNU deben tratarse en un plazo de 90 días en ambas cámaras, o de lo contrario caerán.
 
En su peor momento político, el gobierno de Milei va a las elecciones del domingo con temor por el impacto de su crisis en las urnas y tomando medidas desesperadas para intentar gestionar el cortísimo plazo, mientras que a partir del lunes el país puede adentrarse en terreno desconocido dependiendo de cómo sea el resultado. El tema es que empiece un fin de ciclo acelerado para La Libertad Avanza.
 
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