Nacionales - 14-08-2025 / 09:08
LA MOTOSIERRA MATA: LA TRAGEDIA SANITARIA GOLPEA LA GESTIÓN DE MILEI Y A LA DESREGULACIÓN DE STURZENEGGER
Fentanilo contaminado: 97 muertos, 90.000 dosis sin ubicar y un gobierno bajo sospecha
La crisis sanitaria por el lote 31202 de fentanilo contaminado con bacterias letales alcanza dimensiones históricas en Argentina. Con 97 víctimas fatales confirmadas y más de 90.000 ampollas sin localizar, la investigación avanza con lentitud. La situación es muy grave. Los fallecimientos podrían incrementarse, mientras el gobierno de Javier Milei impulsa una mayor desregulación del sector, que quita poder de control a la ANMAT.
La crisis sanitaria por el lote 31202 de fentanilo contaminado con bacterias letales alcanza dimensiones históricas en Argentina. Con 97 víctimas fatales confirmadas y más de 90.000 ampollas sin localizar, la investigación avanza con lentitud. La situación es muy grave. Los fallecimientos podrían incrementarse, mientras el gobierno de Javier Milei impulsa una mayor desregulación del sector, que quita poder de control a la ANMAT, para favorecer a las grandes empresas.
Si bien todas las miradas apuntan a las malas prácticas de producción de este laboratorio, empiezan a quedar en evidencia las falencias del gobierno libertario empezando por Milei y el Ministro de Salud, Leopoldo Lugones, muy denunciado por su exasperante desprecio hacia la salud pública y quienes nos atendemos en ella. Como así lo demuestra el vaciamiento del Hospital Garrahan.
El plan motosierra de Milei y su runfla cobra una relevancia central en este caso. Sucede que a la destrucción de los hospitales y las universidades, se suma el desguace de la Anmat, el ente público encargado del control y la supervisión de la producción de medicamentos en el país. De la misma ha trascendido el colmo que ni siquiera está en condiciones de ir personalmente a laboratorios a hacer las inspecciones, lo que las hace a través de videollamadas, dificultando el control de los procesos de la producción.
De parte del gobierno, quien sí salió a pronunciarse fue el ministro de "Desregulación" Federico Sturzenegger. Culpó a la Anmat y propuso cerrarla, en un intento que ya viene llevando adelante y que consiste en avanzar en la importación de medicamentos de la India sin necesidad del visto bueno de este organismo. Otra vez el Estado, los empresarios y el ajuste son un peligro para la vida de los argentinos, como en el vuelo de LAPA, o la masacre de Once.
En abril de 2025, el Hospital Italiano de La Plata detectó un brote de neumonías fulminantes en pacientes de terapia intensiva. El hallazgo de bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia spp. en ampollas de fentanilo llevó a identificar al lote 31202, producido en diciembre de 2024 por HLB Pharma y Laboratorios Ramallo.
Se distribuyeron 154.530 ampollas, pero solo 64.000 fueron recuperadas. Más de 42.000 ya habrían sido administradas y unas 90.000 permanecen sin ubicar. La Anmat emitió una alerta nacional y prohibió su uso, pero la magnitud del faltante plantea un riesgo residual y abre interrogantes sobre el control estatal. Con 24 imputados -entre ellos Ariel García Furfaro y directivos de ambos laboratorios-, no hay procesados ni detenidos.
El Hospital Italiano, epicentro inicial del brote, fue aceptado como querellante y se presenta como víctima. Sin embargo, familiares denuncian que no cerró la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) ni suspendió cirugías al detectar los primeros casos, prolongando la exposición de pacientes. La tragedia del fentanilo contaminado no solo es un episodio sanitario, sino también un espejo de fallas estructurales del control del Estado.
Con 97 muertos confirmados, supera el saldo de las peores catástrofes de la historia reciente en la Argentina, pero con un agravante: se trata de un envenenamiento masivo ocurrido dentro del sistema hospitalario, donde los pacientes acudieron buscando salvar su vida. Casos como Once, Cromañón o el atentado a la AMIA provocaron procesos judiciales rápidos, condenas y reformas. Aquí, en cambio, la cifra de víctimas crece, las 90.000 ampollas faltantes siguen siendo una incógnita y no hay procesados. Este contraste brutal entre magnitud y respuesta proyecta una sombra de impunidad que amenaza con convertir a esta tragedia en un símbolo de la connivencia entre poder libertario, negocios de grandes empresarios y silencio judicial.
La Opinión Popular
Fentanilo: 33 años no es nada
"Promediando el año 1992 se comunicaron numerosos casos de intoxicación por ingesta de un producto con propóleos de Laboratorio Huilén que arrojó como resultado la muerte de 23 personas y la internación de varias más. Fue producido por la presencia de sustancias altamente tóxicas en la extracción del principio activo del producto y alcanzó, como era de esperarse, una singular repercusión en la opinión pública. Alerta Sanitaria Nacional, Alerta rojo en todo el país, titulaban los diarios. Se revelaba así, con un alto costo, la necesidad de extremar medidas para ejercer un control estricto sobre la elaboración y consumo de medicamentos que garantizara la seguridad sanitaria de la población."
Estas palabras pertenecen al libro que escribimos junto a Carlos De Angelis y Gabriel Zeitune pocos años después de aquel episodio, llamado Los Medicamentos en la Argentina del 2000. Hoy, el desastre sanitario producido por la administración de fentanilo contaminado a cientos y tal vez miles de personas, que ocasionó hasta ahora la muerte de 97 de ellas, recuerda el triste episodio de los propóleos de 1992 y las razones por las cuales tener una agencia de control sanitario es tan importante y debe estar fuera de discusión.
No obstante, el gobierno nacional ha decidido, una vez más, soslayar controles en aras de la "libertad", y su ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturtzenegger, quien está aplicando un ajuste salvaje sobre todas las instituciones del Estado, responsabiliza a la ANMAT diciendo que debería haber controlado adecuadamente y que, si no existiera, otro se hubiera ocupado de hacerlo. Más cinismo es difícil de conseguir.
Si bien es cierto que la responsabilidad del control de medicamentos corresponde a la ANMAT y, por carácter transitivo, al Ministerio de Salud de la Nación, no es menos cierto que durante los más de 30 años desde su creación, la ANMAT con aciertos y algunos errores se ha mostrado sumamente eficaz en el control de medicamentos, alimentos y productos de tecnología médica.
Pero ahora resulta que, repentinamente, la ANMAT no es idónea, como si todos los funcionarios que la componen hubiesen perdido de un plumazo sus conocimientos o, peor aún, su honestidad.
La pregunta entonces debe ser: si gobierna un "topo" que vino a destruir el Estado desde adentro, si el Ministro de Desregulación desfinancia y elimina o flexibiliza los controles, si sucesivos Ministros de Salud (Russo y Lugones) solo se ocupan de desactivar áreas, reducir personal, desfinanciar proyectos y luego hacerse los desentendidos con las consecuencias, si nombran a una directora de ANMAT que no respeta los criterios de control y fiscalización para los que ANMAT ha sido creada... ¿Qué suponían que ocurriría?
Fuente: La Arena Diario