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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Entre Ríos - 13-07-2025 / 20:07
PANORAMA POLÍTICO ENTRERRIANO

Milei desfinancia el interior para sabotear las gestiones provinciales y quedarse con el voto de los descontentos

Milei desfinancia el interior para sabotear las gestiones provinciales y quedarse con el voto de los descontentos
Hace un mes los gobernadores en conjunto empezaron a elevar su voz para reclamarle a Javier Milei por los recortes en las transferencias a las provincias, y también metieron presión presentando en el Senado proyectos para distribuir en forma automática los ATN (Adelantos del Tesoro Nacional) y modificar el reparto del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). Antes habían pedido revisar la política de la "motosierra" a la obra pública en los distritos. ¿Es una sublevación de los gobernadores? ¿Qué factores inciden en ese cambio de postura, de querer marcarle la cancha a Milei? ¿Qué motiva al Ejecutivo nacional a enfrentarse a los gobernadores? ¿Qué se puede esperar a partir de ahora?
Hace un mes los gobernadores en conjunto empezaron a elevar su voz para reclamarle a Javier Milei por los recortes en las transferencias a las provincias, y también metieron presión presentando en el Senado proyectos para distribuir en forma automática los ATN (Adelantos del Tesoro Nacional) y modificar el reparto del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). Antes habían pedido revisar la política de la "motosierra" a la obra pública en los distritos. ¿Es una sublevación de los gobernadores? ¿Qué factores inciden en ese cambio de postura, de querer marcarle la cancha a Milei? ¿Qué motiva al Ejecutivo nacional a enfrentarse a los gobernadores? ¿Qué se puede esperar a partir de ahora?
 
De cualquier manera, el temeroso gobernador Rogelio Frigerio no quiso quemar los puentes con Milei, por recelo y porque todavía acompaña el relato libertario del equilibrio fiscal. Una prueba de ello fue que los senadores que le responden, Alfredo de Ángeli (PRO) y Stela Olalla (UCR), se ausentaron en las votaciones de los proyectos sobre aumento a las jubilaciones, moratoria jubilatoria y emergencia en discapacidad. La senadora peronista Stefanía Cora votó a favor.
 
El porteño Gobernador ha hecho votar a sus legisladores todas las leyes de Milei, porque supone que, siendo su perrito faldero, Milei le iba a abrir el grifo del financiamiento del Estado nacional. Además, tiene miedo al proceso electoral de octubre, donde las encuestas lo ubican tercero, y por ello y a pesar del maltrato del gobierno nacional, sueña con ir junto con La Libertad Avanza en los comicios.
 
El libertario de los ricos respondió a esa acción conjunta de los mandatarios con indiferencia, advertencias, insultos y amenazas, dejando claro que le importa tres carajos lo que quieran o digan los gobernadores: su política de déficit cero -basada en recortes, ajustes, motosierra y saquear las transferencias a las provincias- se va a mantener. Implementa, en definitiva, lo que dijo que iba a hacer: destruir el Estado. El problema es que ello implica desarmar el andamiaje del sistema democrático, republicano, representativo y federal. También se está destruyendo la estructura de servicios, caminos, salud, enseñanza e infraestructura general del país.
 
Algunos vinculan este cierre del grifo de recursos para las provincias con la estrategia de La Libertad Avanza para imponerse en las elecciones de octubre. La lectura es que, a mayor enojo con los mandatarios distritales, más chances de que la marea libertaria se quede con el voto de los descontentos. La recesión económica, el que los sueldos no alcancen, el cierre de empresas, los despidos, los problemas para sostener la salud, la educación, la seguridad, los caminos en mal estado, el alto costo de las tarifas en el interior, genera un mal clima social en el interior federal.

Todo ello recae en cabeza de los gobernadores y terminará siendo su responsabilidad, si ellos no reaccionan. Ya está sucediendo que un sector de sus sociedades les echa la culpa por los problemas derivados de la política económica nacional. Otros, en cambio, avizoran simplemente el comienzo de complicaciones en el modelo económico neoliberal de Milei y Luis Caputo, que solo beneficia a los más ricos y que no puede sostenerse de otro modo que no sea secando las provincias de recursos públicos.

En paralelo, LLA les arma listas electorales propias desafiando al poder local. A la mayoría de las provincias, esta realidad les comienza a penetrar y avizoran la trampa que hace Milei de tener superávit fiscal generando problemas de gobernabilidad a los mandatarios distritales. En este momento, la reacción de los gobernadores, no todos, a través de sus brazos legislativos preocupa al Gobierno. Ya no es el peronismo, ahora son casi indivisos.

No es casualidad que 24 gobernadores de diferentes orientaciones políticas coincidan en decirle a Milei: "Tu superávit es con la nuestra, devolvenos nuestro dinero". Los Ejecutivos provinciales no están pensando en que el Gobierno nacional se caiga, están obligados a defenderse. Es el juego perverso que ha desarrollado Milei con la idea de que los recursos son propios y los problemas, de los otros. 
Es evidente que le faltan unos caramelos en el frasco.


 

Ante ese panorama, Milei y Caputo deberían entender que el superávit fiscal no es sostenible si Nación se apropia de partidas que corresponden a las provincias. Tampoco es sostenible si el superávit se genera con una pérdida real en los salarios públicos y en los de los empleados de salud y universitarios o con el congelamiento de partidas para atender las discapacidades. Tampoco es sostenible que el Estado se desentienda de la construcción de la infraestructura necesaria para el desarrollo. El brutal ajuste se siente cada vez más y a Frigerio le quedan menos explicaciones para acompañar la crueldad de Milei.
 
Milei buscará evitar una crisis económica dilatando las decisiones legislativas tras recibir un revés significativo en el Congreso. La oposición, liderada por el peronismo, ha logrado desarrollar estrategias que podrían frustrar veto presidencial. Se intentará convocar de nuevo a legisladores "héroes" para ayudar al oficialismo ante la inminente elección del 7 de septiembre en provincia de Buenos Aires.
 
El Gobierno nacional está decidido a estirar todo el tiempo que sea necesario para evitar que las leyes sancionadas por el Congreso provoquen la caída del superávit fiscal y eviten la baja de la inflación, sus principales banderas. Vetando o intentando judicializar. Sin embargo, este enfoque de "ganar tiempo" podría perjudicar cualquier reactivación económica y alejar a empresas multinacionales, como está ocurriendo. La sostenibilidad del superávit fiscal se cuestiona, especialmente si se sacrifican salarios y se ignoran necesidades de infraestructura. La inacción podría resultar peligrosa en este contexto crítico. Es que, hacer tiempo no soluciona los problemas de la economía.

Mientras tanto, la provincia está paralizada, Frigerio solo piensa en endeudarse, le cuesta pagar los sueldos (aun no pagaron el medio aguinaldo), peor aún, recorta los haberes de los trabajadores y despide contratados, la obra pública no existe, el empleo privado decayó desde que el porteño es gobernador, solo basta ver la empleabilidad en la construcción. La única "solución" es más endeudamiento. Y los entrerrianos lo están percibiendo y cae la imagen pública del gobierno ante los ojos de todos.

Sostiene el candidato a diputado nacional del Partido Justicialista (PJ) de Entre Ríos, Guillermo Michel, que el problema de Frigerio es que La Libertad Avanza le pisa el electorado y está obligado a ir a la cola en las elecciones, por eso no se puede enfrentar a ellos. Por eso sus dos senadores se fueron del recinto cuando tenían que votar, por eso los diputados de Frigerio acompañan todas las leyes de Milei.
 
El problema es político, la complicación es que La Libertad Avanza le pisó el electorado y no puede presentarse como una opción distinta a la ultra derecha en la provincia. Por ello, al final del día, Frigerio no piensa en la defensa de los entrerrianos ni qué les sirve a los entrerrianos, piensa en qué le sirve a él electoralmente en estas elecciones y ya pensando en el 2027.
 
¿Y que se le ocurre explicar al rosarino Mauricio Colello, el Secretario General de la Gobernación? La culpa es del gobierno anterior. Nunca, ningún funcionario, desde 1983 a la fecha, al llegar a la mitad de su mandato, optó por quejarse del gobierno anterior, hay que hacerse cargo, gobernar, gestionar, resolver problemas, tomar decisiones, cuidar a su pueblo (claro que en este caso hay que quererlo, entenderlo, y cuando sos foráneo, es difícil tener la empatía entrerriana).
 
Se terminaron las facultades delegadas y los gobernadores tomaron el control del Congreso. Comenzó otra etapa del gobierno de Milei. De ahora en más, en el plano nacional, se abre una época de nuevas incertidumbres, en la que el Presidente deberá decidir si sigue gobernando a puro veto, si desconoce al Congreso y judicializa su desacato a las leyes o si prefiere exponerse a un juicio político que podría terminar con su destitución.
 
La Opinión Popular
 

Milei desfinancia el interior para sabotear las gestiones provinciales y quedarse con el voto de los descontentos 
 
Las provincias se plantaron y Milei atravesó su semana más negra
 
El presidente, Javier "el Loco" Milei, está preso de un proyecto sin sustentos, un experimento anarco capitalista que no se aplicó en ningún lugar del mundo, y eso quedó más que claro durante la semana que pasó. Es impactante la sucesión de errores y horrores ejecutivos que cometieron los adolescentes improvisados de Casa Rosada, tal vez porque se acumularon en una misma semana.
 
La relación entre Milei y los gobernadores se rompió tras una serie de incumplimientos y de decisiones unilaterales del presidente. La crisis evidenció la falta de respuesta a demandas esenciales del interior federal. El fanatismo mileísta, de a poco, abre paso a la resignación. Ahora resta saber si ese vacío de exaltación podrá ser llenado por un nuevo proyecto nacional y popular.
 
Sostiene Rafael Cortes, columnista de Misiones Online, que exactamente un año le duró al Gobierno nacional la hegemonía política que supo construir para sacar adelante la Ley de Bases. El acto del 9 de Julio dejó en evidencia el contraste: el año pasado el Presidente, Javier Milei, recibió el respaldo de 18 gobernadores que firmaron el demorado Pacto de Mayo, este año prefirió no viajar a Tucumán para evitar la soledad.
 
La impresionante seguidilla de derrotas que sufrió el libertario en el Congreso esta semana es resultado directo del aislamiento que se autoimpuso. La estrategia de destratar a los aliados, desatender compromisos asumidos con las provincias y de evitar acuerdos para "ir por todo" en todos los terrenos generó costos que el Gobierno anarco capitalista le costará gestionar para evitar que la rebelión en la granja se generalice.
 
Con todos los puentes rotos, el Presidente atravesó la peor semana parlamentaria desde que asumió. Fueron ocho golpes consecutivos en cuestión de días.
 
En Diputados falló la cuestionable estrategia libertaria de clausurar las comisiones para evitar debates y los proyectos de Emergencia Pediátrica y de financiamiento para las universidades tuvieron sus respectivos dictámenes.
 
Dos días después llegó el plato fuerte. El Senado convirtió en ley la Emergencia en Discapacidad, el incremento a las jubilaciones y el regreso de la moratoria previsional.
 
Además, se dio media sanción al proyecto de ley que impulsan 23 gobernadores y el jefe de gobierno porteño para que se coparticipen los ATN y parte de lo recaudado por el impuesto a los combustibles, plata de las provincias que la Nación venía reteniendo en buena parte. La última derrota fue el rechazo al veto presidencial por la declaración de emergencia en Bahía Blanca.
 
La oposición dejó una muestra clara de que tiene la fuerza suficiente para imponer agenda y para torcerle la mano al Gobierno, incluso con las mayorías especiales necesarias para revertir vetos.
 
La buena noticia para Milei es que estos resultados no responden a una alianza de fondo que conecte a todas las fuerzas no libertarias, más bien es el resultado de una confluencia circunstancial de intereses que la desidia política del oficialismo dejó que sucediera.
 
Los gobernadores volvieron a ser factores determinantes. Así como hace poco más de un año le daban al Presidente un apoyo con la sanción de la Ley de Bases y la delegación de facultades, ahora le marcaron la cancha en una puja que es más vieja que la Independencia: la de la distribución de los recursos federales.
 
Donde más pesan los mandatarios provinciales es en el Senado, allí el oficialismo perdió todas las votaciones con más de dos terceras partes de los votos en contra, salvo en el proyecto de la vuelta de la moratoria previsional, el que menos consenso tiene.
 
La disconformidad de los gobernadores con el gobierno unitario y centralista se inició con el incumplimiento de los compromisos, especialmente en materia de obra pública, asumidos durante la trabajosa rosca para sacar adelante la Ley de Bases.
 
Los puentes terminaron de romperse con la caída de la coparticipación y la negativa del Gobierno libertario a repartir fondos que por ley corresponden a las provincias y que el Ejecutivo viene reteniendo y robando.
 
En lo que va del año se sucedieron reuniones en las que los mandatarios provinciales presentaron sus planteos ante funcionarios nacionales que escucharon, pero nunca respondieron. Milei nunca se dignó siquiera a recibirlos.
 
El desinterés central por negociar juntó a opositores acérrimos con dialoguistas y aliados circunstanciales para dar forma a dos proyectos de ley que traducen los reclamos de los gobernadores.
 
Lo que plantean esas iniciativas que el jueves tuvieron media sanción en Senadores es que los fondos que por ley deben destinarse a ATN y parte de la recaudación del impuesto a los combustibles sean repartidos de manera automática entre las provincias junto con la coparticipación.
 
En el caso de los ATN, lo que ocurre con este y con anteriores gobiernos es que la Nación subejecuta los fondos (lo que le permite quedarse con recursos que corresponden legítimamente a las provincias) y los distribuye según criterios discrecionales, siempre a cambio de favores políticos.
 
Algo parecido pasa con el impuesto a los combustibles, parte del cual debería ser destinado al financiamiento de obras viales. Aquí también hay una marcada subejecución que permite a la Nación quedarse con recursos que deberían ir a resolver problemas en territorios provinciales y obliga a los gobernadores a destinar dineros propios a ejecutar obras que antes hacía Nación.
 

Milei desfinancia el interior para sabotear las gestiones provinciales y quedarse con el voto de los descontentos 
 
¿Que pasará después del veto?
 
Frente a la golpiza que recibió el gobierno de los Hermanos Milei en el Congreso, el Ejecutivo anticipó que vetará todo lo aprobado por entender que atenta contra su equilibrio fiscal "trucho" y apuesta a ganar tiempo para recomponer canales de diálogo con gobernadores y aliados circunstanciales.
 
Para sostener los vetos necesitará al menos un tercio de los votos en alguna de las cámaras. El sistema está pensado para que la voluntad presidencial se imponga frente al Congreso, pero la gran debilidad legislativa de este gobierno le juega en contra.
 
En Senadores el panorama es más hostil, la apuesta libertaria pasará entonces por repetir aquello de "los 87 héroes" en Diputados. Para ganar tiempo, el Gobierno estirará todo lo posible los plazos para la presentación de los vetos y su posterior tratamiento legislativo.
 
De las tres leyes sancionadas el jueves, la que tiene mayores posibilidades de sobrevivir al veto presidencial es la de Emergencia en Discapacidad, que en ambas cámaras superó holgadamente las dos terceras partes de los votos. La ley que restituye la moratoria previsional es la más expuesta a los efectos de un veto, porque apenas logró la mayoría simple en las dos votaciones.
 
Mientras que la ley que obliga al Gobierno a aumentar 7,2% las jubilaciones y eleva el bono que reciben los jubilados de la mínima de 70 mil a 110 mil pesos será materia de negociación. Cuando se votó en Diputados, no alcanzó los 170 votos necesarios para insistir con la ley, pero tampoco tuvo la cantidad de rechazos necesaria para blindar un eventual veto presidencial. Hubo 19 abstenciones y 29 ausencias que podrían terminar definiendo la suerte de esa sanción.
 
La duda más grande pasa por los dos proyectos que impulsan los gobernadores, que ya consiguieron media sanción en Senadores. Si los mandatarios que respaldaron con su firma estos proyectos se mantuvieran firmes en sus posturas, sobran los votos para convertirlos en leyes y resistir eventuales vetos en ambas cámaras.
 
La reacción inicial de Milei fue la habitual, acusó a los gobernadores de golpistas, de ser "parte del problema y no de la solución", de interesarse solamente "por la de ellos" para cerrar caracterizándolos, con la fina elegancia que lo destaca, como "una constelación de hijos de puta a la enésima potencia".
 
Como siempre, el que dio indicios de cómo avanzará otra "negociación" fue el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien salió a aclarar que "no todos los gobernadores son lo mismo". Previsiblemente, buscará romper la débil unidad de los gobernadores negociando por separado.
 
En este "toma y daca" que se acelerará en los próximos días, el dinero no es la única moneda de cambio, también lo serán las alianzas políticas. Es que a varios gobernadores no solo les molestó que el Gobierno nacional no cumpliera con obras prometidas y que los pusiera del lado del filo de la motosierra, también les preocupan las ambiciones territoriales libertarias que impulsan la armadora Karina Milei y los Menem.
 

Milei desfinancia el interior para sabotear las gestiones provinciales y quedarse con el voto de los descontentos 
 
A las puertas del Cielo
 
La bizarra participación presidencial en una ceremonia celebrada en una iglesia evangélica encabezada por un pastor que asegura haber financiado la construcción de su templo gracias a la conversión milagrosa de pesos en dólares, no solo volvió a asociar Milei con personajes extravagantes, sino que también le valió el rechazo de buena parte de la comunidad religiosa. Evidentemente, en el delirio teológico que dirige su propio infierno interior, en Milei hay una idea fija que no lo deja dormir: la justicia social y el catolicismo.
 
El mandatario se despachó con un discurso encendido en el que volvió a condenar el concepto de justicia social, al que equiparó al pecado capital de la envidia, y afirmó que el Estado es la representación "del maligno en la tierra", lo cual convertiría al presidente (en tanto cabeza del Estado en Argentina) como una suerte de delegado demoníaco.
 
¿Acaso se refiere al mismo Estado que tiene bajo su órbita al Hospital Garrahan, que tiene como misión salvar la vida de cientos de niños cada año? ¿Al mismo que vio nacer al CONICET, organismo emblema en materia de investigación; a las universidades públicas que han sido ejemplo de calidad académica en Latinoamérica; a las rutas que facilitan la conectividad a todo nivel dentro del territorio nacional; a los gasoductos que permiten llevar calidad de vida a los hogares? ¿YPF también entra en el rango maléfico?
 
Además, Milei, haciendo una curiosa interpretación de la cultura judeocristiana fustigó el concepto de justicia social, la interpretó como un robo, cuando es un concepto que está presente tanto en el primero como en el segundo testamento, y en el cristianismo se sustenta en la dignidad humana, el bien común y la solidaridad. En el judaísmo en obligación moral de ayudar a los necesitados, promoviendo equidad y dignidad.

El discurso de Milei tiene mucho de religioso. El ajuste económico se justifica en que Argentina ha venido "pecando" a través de una fiesta interminable de dispendio de recursos del Estado. Y entonces, ha llegado la hora de pagar la fiesta -el pecado- a través del sacrificio del ajuste bajo el manto de buena vibra de "las fuerzas del cielo". Y para llegar al paraíso primero hay que pasar cuarenta años en el desierto. 

Así el Presidente despierta emociones positivas en un segmento del electorado que justifica el ajuste económico. Es un discurso cegado que genera en los fanáticos libertarios que ese sacrificio vale la pena. Y expresan la crueldad sin complejos, donde la bondad ha sido totalmente borrada. Aunque digan que circunscriben su crueldad a los estatistas y los k es obvio que incluye, entre otros, a jubilados, docentes, médicos, discapacitados...
 
Representantes de la Iglesia Católica salieron al cruce de los dichos presidenciales. En su homilía con ocasión del tedeum del día de la independencia y en el marco del "jubileo de los gobernantes" que celebra la Iglesia Católica, el arzobispo de La Plata, Gustavo Carrara, dejó en claro que «la doctrina social de la iglesia no ha dejado nunca de subrayar la importancia de la justicia distributiva y de la justicia social».
 
Alberto Barros, sacerdote de la Diócesis de Posadas, tildó de "delirantes y peligrosas" las afirmaciones del presidente de la Nación sobre el Estado y la justicia social. Cuestionó su "ignorancia, crueldad y encono" hacia la Iglesia Católica y dijo que el verdadero "virus" es la indiferencia ante el sufrimiento ajeno.
 
Iglesias evangélicas también respondieron a través de una carta pública titulada "No es Moisés... es como el Faraón" que lleva la firma conjunta de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), de la Pastoral Social Evangélica y la Asociación de Iglesias Pentecostales de Argentina (AIPA).
 
"El presidente argentino Javier Milei suele compararse públicamente con Moisés en tanto libertador del pueblo o paladín de la libertad. Sin embargo, alcanza con repasar su modo de gestión y las medidas que promueve para decir que se asemeja más al Faraón que con crueldad maltrató y esclavizó al pueblo de Dios", afirma el documento.
 
Quien tiene las herramientas para accionar en favor del pueblo y la obligación moral e institucional de defender los intereses de nuestro país, el Presidente, lo único que hace es detonar bombas. Un fanático de la destrucción. Ese personaje insensible, irrespetuoso y cruel es quien conduce a la Argentina hacia un futuro cada vez más incierto.
 
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