Nacionales - 13-06-2025 / 11:06
LA UNIDAD DE ACCIÓN ES ABSOLUTAMENTE NECESARIA PARA QUE LAS LUCHAS PONGAN FRENO A LA BARBARIE LIBERTARIA
La resistencia popular contra el gobierno anarco-nefasto del Loco Milei sigue creciendo
Pasan los días y el campo nacional y popular sigue movilizado en defensa de Cristina Kirchner. Así, la resistencia popular contra el gobierno desastroso y funesto de Javier "el Loco" Milei sigue creciendo y está en franco y continuado ascenso, con picos de alza como las grandes movilizaciones en defensa de la salud y la educación pública. La base de esta conflictividad es un modelo económico a-narco capitalista centrado con exclusividad en el neoliberalismo que está dejando un alto costo social.
Pasan los días y el campo nacional y popular sigue movilizado en defensa de Cristina Kirchner. Así, la resistencia popular contra el gobierno desastroso y funesto de Javier "el Loco" Milei sigue creciendo y está en franco y continuado ascenso, con picos de alza como las grandes movilizaciones en defensa de la salud y la educación pública. La base de esta conflictividad es un modelo económico a-narco capitalista centrado con exclusividad en el neoliberalismo que está dejando un alto costo social.
Desde los días iniciales del gobierno del desquiciado Milei las resistencias a su política de ajuste y por el control de los espacios públicos, aún con oscilaciones, se hicieron notar. La convocatoria a marchar por el 1° de Mayo, bajo la consigna "El trabajo es sagrado", volvió a poner sobre el tapete el papel del trabajo en la sociedad. Se coronó así un ciclo de tres huelgas generales y varias concentraciones obreras multitudinarias en las que se destaca la marcha por la defensa de la Universidad y la educación pública.
Desde el auxilio del FMI y el apoyo de la administración de Donald Trump, la economía está en modo electoral. El objetivo central del gobierno al menos hasta octubre, es electoralista. Consiste en mantener bajo control el tipo de cambio y la inflación, conteniendo la emisión. Pero la no emisión tiene su contrapartida en el endeudamiento creciente, no solo por la colocación de nuevos bonos y Letras sino porque parte de los intereses que generan esos instrumentos no se están pagando sino que se capitalizan. Esto es, se pagan intereses sobre intereses. Esto solo beneficia a los especuladores financieros y es lo que facilita el actual superávit fiscal, porque hay gastos que se patean para adelante.
Todo para empujar la tendencia descendiente de la tasa de inflación, principal capital político de Milei de cara a las próximas elecciones de octubre. El resto de las variables económicas están subordinadas a este objetico central, lo que también conlleva el ajuste permanente del gasto público, lo que hace que se vayan acumulando tensiones que en algún momento deberán resolverse.
Hay un fuerte inconformismo social que, entre otros ámbitos, se expresa en el abstencionismo electoral que se verifica en todas las elecciones ocurridas hasta ahora. Un malestar generalizado que también recorre las bases obreras. Al mismo tiempo es ese estado de ánimo lo que hace que ante declaraciones de paro general o la convocatoria a movilizaciones por parte de las centrales obreras, las bases respondan con contundencia y masividad.
Es que el componente central de esas tensiones que promueve el modelo económico-financiero en curso, no es otro que la creciente conflictividad social. Son resistencias defensivas, que se desenvuelven por todo el país, por caída de los salarios y jubilaciones frente a la carestía de la vida; por suspensiones y debilidad del empleo; por caída de la demanda; por el desfinanciamiento de la salud y la educación pública; por cierre de empresas que se suman a la reducción de los planes por discapacidad, al vaciamiento de ámbitos estatales...
A lo largo del país se desenvuelven movilizaciones y distintas formas de protesta y resistencia por el alza de los precios, caída de la actividad, esa disconformidad va creciendo en intensidad siendo en este momento los casos de los metalúrgicos de Tierra del Fuego y de los trabajadores de la salud del Hospital Garrahan, junto con la continuidad de las luchas de los jubilados apaleados y gaseados, los más visibles. Un camino de unidad de acción es absolutamente necesario para que las luchas pongan freno a la barbarie libertaria en curso.
La Opinión Popular
EL ACOMPAÑAMIENTO A CRISTINA KIRCHNER SIGUE CRECIENDO
La resistencia que se expande
Tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia que la proscribe, las manifestaciones se diseminaron por todo el país, hubo cortes de rutas y autopistas y en la ciudad de Buenos Aires arrancó un acampe frente al Palacio de Tribunales para denunciar que "la democracia está en riesgo". Además, parte de la militancia mantiene la vigilia frente a la casa de la expresidenta para demostrarle su apoyo.
Mientras ayer por la tarde algunas organizaciones sociales y sindicatos frenaron el tránsito en la autopista Buenos Aires-La Plata, en Panamericana y 197 y en el Acceso Oeste -donde se vivieron momentos tensos con la Gendarmería- al atardecer miles de manifestantes llegaron hasta Plaza Lavalle para iniciar una concentración y acampe que durará hasta hoy al mediodía. Ni el frío ni los efectivos de la Policía de la Ciudad impidieron que la militancia colme la zona frente al Palacio de Justicia.
También fueron muchas familias y personas que no pertenecen a agrupaciones políticas, que llegaron en grupos o solos, conmovidos por la situación que atraviesa la presidenta del Partido Justicialista. Estas medidas forman parte del estado de alerta y movilización que declararon gremios, partidos políticos, organizaciones y centros de estudiantes.
"Quiero vivir mis últimos días en un país digno, por eso estoy acá", dijo envalentonado Eduardo Barnech, de 79 años, un jubilado que cobra la mínima. Una bufanda de tonos marrones le protegía el cuello, de donde colgaba un cartel que decía: "Si no hay justicia, no habrá paz". Y, además, sostenía una pancarta: "Rosatti, Rosenkrantz, Lorenzetti: delincuentes judiciales".
Eduardo no quiso quedarse en su casa mirando cómo la historia pasaba a través de la televisión: "no queda otra que estar en la calle y seguir protestando y demostrar que lo que se ha cometido acá no es una injusticia solamente contra Cristina, sino también contra el pueblo argentino porque ya no es un gobierno democrático".
Eduardo insistió con una idea: "no puedo esperar mucho tiempo más para vivir en un país digno. Tuve oportunidades, en algunos lapsos de tiempo, de vivir razonablemente bien, y quiero que mis últimos días sean en un país justo". Con 60 años menos, Elena Lipovich también llegó hasta las puertas de los tribunales para cumplir con el pedido de CFK de seguir militando. "Estoy acá porque no solo se invalidaron todos los procesos judiciales, sino porque también es un fallo que intenta ser disciplinador con quienes hacemos política en el campo nacional y popular. Están en contra de la politización de las mayorías".
Para Elena hay un sector bien delimitado detrás de la decisión de la CSJN: los grupos económicos concentrados "que no es que perdieron con Cristina, sino que no ganaron tanto como siempre, por ejemplo el Grupo Clarín, que siempre tuvo privilegios desde la dictadura".
Augusto Di Cesare también cree que el fallo del máximo tribunal está atravesado por los intereses económicos. "La República está desapareciendo, hemos comprobado que está realmente perdida, que la ficción democrática era una farsa hasta ahora bien manejada por el señor Héctor Magnetto", dijo. Y criticó al tridente supremo: "estos jueces no representan a la república, se supone que deberían ser imparciales y hacer respetar la Constitución Nacional, pero no lo hacen. Por eso estamos luchando como ciudadanos, porque cuando fallan los poderes, el poder vuelve al pueblo".
Alrededor de las siete de la tarde, el agite de los bombos hizo entrar en movimiento a los cuerpos tensos por el frío y las canciones fueron un buen antídoto para la vigilia que recién empezaba. Los estudiantes de varias facultades de la UBA llegaron con carpas y bolsas de dormir. "Las palabras de Cristina nos dan fuerza y el mensaje de que nos organicemos es muy importante porque no es momento de quedarnos en casa. No es momento de ser indiferentes, esto no es una causa más. Hoy lo que está en juego es la democracia y lo último que podemos hacer es no defenderla", dijo Renata Weber, presidenta del centro de estudiantes de Filosofía y Letras.
Con una extensa bandera ubicada debajo de los árboles estaba la Juventud Universitaria Peronista, que a lo largo del día hizo pintadas y colocó pasacalles en distintos barrios. "El futuro se desmorona", dijo Gianluca Estola, uno de los integrantes de la organización. Por eso, llamó a seguir movilizados incansablemente: "El futuro es de lucha, de movernos hasta que la proscripción se levante". Y pidió sostener la organización porque "creemos que estamos en el lugar correcto de la historia, que es defendiendo a nuestro pueblo y a su democracia".
"Nos quieren extinguir. A nosotros que somos cartoneros y que somos el último orejón del tarro nos quieren borrar, por eso estoy acá porque ´la chorra´nos escuchaba y nos daba soluciones", dijo Paola Godoy, presidenta de la cooperativa Jóvenes en Progreso de Lomas de Zamora, donde trabajan más de 200 personas. Paola siente este tiempo como un desamparo, como un baldío que no tiene resguardo del viento que se lleva sus derechos, sin un Estado que preste atención a sus reclamos. "Vamos a seguir acá porque ahora no se mira a los que Cristina miró", cerró.
Al cierre de esta edición, columnas de vecinos y vecinas marchaban por las calles de la ciudad hacia la casa de CFK en Constitución avivadas por un sentimiento de lealtad.
Por Eduardo Lucita
Por Celeste del Bianco
Fuentes: Página 12 y La Arena