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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 05-05-2025 / 09:05
ANIMALADAS: AGRESIONES PRESIDENCIALES A DIESTRA Y SINIESTRA

La celebración de la violencia: El Loco Milei subió otro peldaño de su escalada incendiaria

La celebración de la violencia: El Loco Milei subió otro peldaño de su escalada incendiaria
La semana pasada, Javier "el Loco" Milei subió otro peldaño de su escalada incendiaria. Aun si se interpreta que las agresiones presidenciales a diestra y siniestra significan ante todo una táctica desviacionista, para ocultar los interrogantes sobre el rumbo económico, no varía la pregunta acerca de cuál es el verdadero consenso social que respalda sus animaladas.
La semana pasada, Javier "el Loco" Milei subió otro peldaño de su escalada incendiaria. Aun si se interpreta que las agresiones presidenciales a diestra y siniestra significan ante todo una táctica desviacionista, para ocultar los interrogantes sobre el rumbo económico, no varía la pregunta acerca de cuál es el verdadero consenso social que respalda sus animaladas.
 
El auditorio que lo cobijó en esta oportunidad no fue cualquiera. Era una platea de la Expo EFI, con alrededor de 1200 empresarios, economistas y dirigentes corporativos que representan a la crema del sector financiero bancario. Lo acompañaron con risas y vítores en cada una de sus groserías, cual auténtico coro de bufones.
 
En algunos pasajes, a juzgar por sus balbuceos, gestos y referencias de una ordinariez incrementada, Milei semejó estar particularmente desvariado. Si no se conociera al personaje, cabrían sospechas en torno a su salud mental. Quizás quepan, de todos modos. Dejamos eso para especialistas, y para quienes practican medicina y psiquiatría a distancia. Pero, en cualquier caso, cuentan mucho más la cantidad y calidad de sus festejantes, que no son sólo los de esta ocasión.
 
En Página 12, Leandro Renou destaca precisamente la forma, ya sin resguardos pudorosos, en que el poder económico celebra la violencia. Esos aplaudidores del odio, en efecto, se reproducen en todos los foros de la casta empresarial a donde concurre el mandatario, incluyendo los de aquellos rubros seriamente afectados por sus políticas. Industria, construcción, consumo masivo.
 
De hecho, como recuerda Renou, en el Día de la Industria los popes del área ya habían tolerado que Milei les endilgara ser prebendarios y "menos que el campo". Agacharon la cabeza, "algunos por el temor de confrontar con un gobierno que promete vendettas públicas y escraches; y otros, porque les parece que el insulto es un precio barato para conseguir el objetivo final".
 
Por eso es atinado el interrogante que formula el colega, relativo a si esta burguesía se cuadra en el registro del insulto presidencial por una cuestión ideológica; por embarcarse en un culto a la batalla cultural, o por si ven en ésta la última chance de que se cumplan sus viejos anhelos. O todo eso junto.
 
También en efecto, el trasfondo del fenómeno es global porque el empresariado de punta se ha dado cuenta de que ya no alcanza con gobiernos que prometan apertura, sino que es tiempo de apoyar regímenes ultra para trabajar desde adentro, en la misma sintonía, y achicar el margen de error.
 
Al cierre de la nota, como ingrediente más preocupante, se adosa que son muy pocos los empresarios conscientes de que la belicosidad del mensaje de Milei alimenta un proceso de violencia creciente. Y se cita el off de uno de ellos, que está en clara minoría ante el avance de los ultras: "Es parte de la poca responsabilidad que tenemos como burguesía, sabiendo que también nosotros somos actores centrales del proceso democrático".
 
Por cierto, cabe preguntar asimismo si alguna vez fue no ya distinto sino, apenas, diferente. ¿Acaso al hablar de dictadura no se le añade "cívico" a "militar"? ¿Cuándo sucedió que los golpes de Estado, los procesos de desmantelamiento del aparato productivo, la violencia contra las clases oprimidas, la represión, los industricidios, no tuvieran el concurso clave de los grandes actores de la economía?
 

 
A lo sumo, sí ocurrió que durante el lapso denostado como "populista" se intentó una distribución de la torta algo más equitativa, sin que por eso se alterara, ni de lejos, el margen de ganancia de las franjas del privilegio. Todo lo contrario. Aunque jamás lo confiesen en público, con Néstor y Cristina esos sectores vieron enormemente favorecidos sus ingresos más, claro, la yapa de haberse liquidado el endeudamiento externo que provocaron ellos, no el populismo.
 
En línea con lo descripto, pero atendiendo a lo que acontece antes abajo que por encima, una magnífica contratapa de Álvaro García Linera, en este diario, el domingo pasado, plantea alertas fundamentales sobre la raíz de la crueldad. Y lo hace llevando el asunto mucho más allá de las fronteras argentinas.
 
Se interroga qué condujo a que estas abominaciones tengan hoy carta de ciudadanía, e inclusive justificación moral, entre las elites empresariales y segmentos de las clases medias. Nos permitimos añadir que esa penetración alcanzó igualmente a los sectores más bajos de la pirámide.
 
Su respuesta central es que las grandes oleadas autoritarias, de odio restaurador de viejas jerarquías sociales y raciales, vienen precedidas de grandes avances en la igualdad material. En el caso del mileísmo, a los años de la democratización económica kirchnerista se agregó la frustración redistributiva, vía inflación, del gobierno -progresista o como se lo denomine, pero nunca reaccionario- que antecedió al triunfo de Milei.
 
Como apunta Linera, apoyado en una realidad incontrastable, la expansión social de las ideologías requiere de un soporte material que las faculte. Entonces, si las crisis económicas son generales, tienden a promover coaliciones socio-políticas igualitarias, encabezadas por gobiernos de izquierda o progresistas. Pero, si fue el gobierno progresista quien promovió la crisis, o no la resolvió, le sucederá una coalición de derecha extrema.
 
La decepción de los de abajo, fácilmente, podrá empujarlos a abrazar resentimientos, no contra los poderosos, sino contra los más débiles. En consecuencia, y cómo no coincidir, en tiempos de crisis no hay mayor impulso al conservadurismo autoritario que la renuncia de un gobierno progresista a la audacia de los cambios.
 
"La única opción ante los arrebatos contraigualitarios es con más igualdad. Con nuevas expectativas, convincentes, de mejores condiciones de la vida en común. Radicalizando las políticas de distribución de la riqueza. Y, para ser duraderas, tendrán que afectar a las oligarquías rentistas, además de expandir un nuevo tipo de productivismo sustentable".
 
En términos propositivos, justamente, se verá si algún conjunto de las fuerzas progresistas habrá aprendido la lección. Por el momento, y con pronóstico muy reservado por no decir que directamente resulta grave, lo que se observa es que permanecen en estado deliberativo.
 
Eso no está mal per se. Hay ambiciones personales que, desde ya, son legítimas mientras no afecten la construcción de un espíritu colectivo.
 
Libertaristas, macristas y fauna tribal de todo color y pelaje no tienen ese problema, por si hiciere falta abundar en señalamientos obvios. Las disputas de negocios no perjudican, en lo más mínimo, la cohesión que demuestran respecto de sus intereses globales. Termina siendo secundario detenerse en cuánto los afecta la pésima imagen de La Hermanísima, los ladridos de Macri por sentirse despechado, las internas dentro del propio "triángulo de hierro" y las diferencias por cómo edifican o socavan sus tejidos institucionales.
 
Nada de eso le resta valor a cómo les irá en el proceso electoral que comienza el próximo fin de semana. Votarán Chaco, Salta, Jujuy y San Luis. Pero el pico inicial es lo que vaya a acaecer en la ciudad de Buenos Aires, por su altísimo valor simbólico.
 
Si todas las encuestas son acertadas y Leandro Santoro recoge los frutos de su muy buen trabajo en los barrios, con propuestas concretas y aprovechando la dispersión del voto al oficialismo y sucedáneos, se habrá dado un pequeño-gran paso para reacomodar melones. No es moco de pavo que el macrismo pierda la Ciudad, así fuere sólo en legislativas. Y el propio Manuel Adorno reconoció que una derrota por poco es un buen resultado.
 
Tampoco se trata de quitar indignación por las actitudes mafiosas del monotributista que parece ser el Presidente en las sombras. Ni de dejar de sorprenderse por la virulencia con que el Jamoncito de marras aumenta sus brotes desquiciados.
 
Sí es cuestión de prevenir que no es en esos tópicos donde se juega el destino estructural aunque, por supuesto, la promoción oficial de la violencia no sea un dato menor. Sólo decimos que esas acciones son inherentes a la pandilla gobernante, y que va quedando muy poco lugar para remitirse nada más que a los diagnósticos.
 
En lo resistencial, sigue habiendo hechos demostrativos de que las reservas están. La manifestación de la CGT y ambas CTA fue importante, para ejemplificar y anotando que, sin embargo, no tuvo repercusión aun entre los lugares mediáticos que son o se pretenden fuertemente opositores.
 
Puede presumirse que eso continuará siendo así, activo pero prejuiciado, potente pero disperso, mientras el peronismo y las fuerzas del progresismo en general no sean capaces de resolver sus cuitas.
 
Por Eduardo Aliverti
 
Fuente: Página 12
 

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05-05-2025 / 09:05
La semana pasada, Javier "el Loco" Milei subió otro peldaño de su escalada incendiaria. Aun si se interpreta que las agresiones presidenciales a diestra y siniestra significan ante todo una táctica desviacionista, para ocultar los interrogantes sobre el rumbo económico, no varía la pregunta acerca de cuál es el verdadero consenso social que respalda sus animaladas.
 
El auditorio que lo cobijó en esta oportunidad no fue cualquiera. Era una platea de la Expo EFI, con alrededor de 1200 empresarios, economistas y dirigentes corporativos que representan a la crema del sector financiero bancario. Lo acompañaron con risas y vítores en cada una de sus groserías, cual auténtico coro de bufones.
 
En algunos pasajes, a juzgar por sus balbuceos, gestos y referencias de una ordinariez incrementada, Milei semejó estar particularmente desvariado. Si no se conociera al personaje, cabrían sospechas en torno a su salud mental. Quizás quepan, de todos modos. Dejamos eso para especialistas, y para quienes practican medicina y psiquiatría a distancia. Pero, en cualquier caso, cuentan mucho más la cantidad y calidad de sus festejantes, que no son sólo los de esta ocasión.
 
En Página 12, Leandro Renou destaca precisamente la forma, ya sin resguardos pudorosos, en que el poder económico celebra la violencia. Esos aplaudidores del odio, en efecto, se reproducen en todos los foros de la casta empresarial a donde concurre el mandatario, incluyendo los de aquellos rubros seriamente afectados por sus políticas. Industria, construcción, consumo masivo.
 
De hecho, como recuerda Renou, en el Día de la Industria los popes del área ya habían tolerado que Milei les endilgara ser prebendarios y "menos que el campo". Agacharon la cabeza, "algunos por el temor de confrontar con un gobierno que promete vendettas públicas y escraches; y otros, porque les parece que el insulto es un precio barato para conseguir el objetivo final".
 
Por eso es atinado el interrogante que formula el colega, relativo a si esta burguesía se cuadra en el registro del insulto presidencial por una cuestión ideológica; por embarcarse en un culto a la batalla cultural, o por si ven en ésta la última chance de que se cumplan sus viejos anhelos. O todo eso junto.
 
También en efecto, el trasfondo del fenómeno es global porque el empresariado de punta se ha dado cuenta de que ya no alcanza con gobiernos que prometan apertura, sino que es tiempo de apoyar regímenes ultra para trabajar desde adentro, en la misma sintonía, y achicar el margen de error.
 
Al cierre de la nota, como ingrediente más preocupante, se adosa que son muy pocos los empresarios conscientes de que la belicosidad del mensaje de Milei alimenta un proceso de violencia creciente. Y se cita el off de uno de ellos, que está en clara minoría ante el avance de los ultras: "Es parte de la poca responsabilidad que tenemos como burguesía, sabiendo que también nosotros somos actores centrales del proceso democrático".
 
Por cierto, cabe preguntar asimismo si alguna vez fue no ya distinto sino, apenas, diferente. ¿Acaso al hablar de dictadura no se le añade "cívico" a "militar"? ¿Cuándo sucedió que los golpes de Estado, los procesos de desmantelamiento del aparato productivo, la violencia contra las clases oprimidas, la represión, los industricidios, no tuvieran el concurso clave de los grandes actores de la economía?
 

04-05-2025 / 08:05
A medida que avanza su gobierno, Javier "el Loco" Milei profundiza sus apelaciones a la violencia, escalando los insultos, intimidaciones y amenazas a los economistas, periodistas y políticos que no le rinden pleitesía. No es una casualidad ni un rasgo de carácter, es un modelo desplegado por el Presidente y sus referentes mundiales, como Donald Trump, que busca paralizar a sus opositores. Entre insultos, amenazas y mandriles, Milei sigue la receta de sus pares internacionales: convertir el odio en capital político, la grosería en estrategia y la verdad en un valor que ya no tiene la menor relevancia.
 
Un presidente en contra del diálogo porque no considera que sea una herramienta de la construcción democrática. Necesita imponer su mirada a como dé lugar y gobierna únicamente, no ya para quienes lo votaron, sino para quienes asienten sin desviaciones. Verla es sintonizar con la obsecuencia. Y en respuesta a quienes no la ven, el presidente se envalentona.
 
La misma descripción vale tanto para un Milei como para un Trump, o para casi cualquier otro líder de la ultraderecha mundial. No es casualidad que el prototipo y los modos se repitan, como si obedecieran a un método. ¿Cuánto hay de caos y espontaneidad en esas cataratas de insultos anales y llamados a la violencia? ¿Hay más caos y espontaneidad que estrategia? ¿O más cálculo que improvisación?
 
"El insulto y la violencia son parte de una lógica y de una manera de entender la acción política. Por supuesto que en el caso de Milei, su obsesión por las redes, especialmente X, y su personalidad ayudan muchísimo", señala el editor, escritor y exministro de Cultura, Pablo Avelluto. "Pero no es casual -sigue- que este tipo de estrategias de comunicación se reproduzcan en todos los nodos de la red autoritaria y fascista a nivel internacional. No es que nuestra versión de la extrema derecha incluya insultos contra quienes no pensamos como el gobierno, sino que eso es lo que hace la extrema derecha en todas partes". Lo de los mandriles, según Avelluto, sí es una pincelada autóctona, pero lo demás no.
 
El miércoles pasado, Milei se mostró especialmente violento. El contexto fue un discurso ante unos 1.200 empresarios y economistas. Apuntó contra el exministro Martín Guzmán, a quien llamó "imbécil, incapaz e infradotado" por idear una ley "que obliga a tener que pasar un programa del FMI por el Congreso, es decir, el lugar donde están los degenerados fiscales".
 
En ese marco, festejó haber logrado el acuerdo con el Fondo: "La tienen adentro". También apuntó contra "los periodistas ensobrados, los sindi-garcas, los profesionales funcionales al conjunto de hijos de puta que cagaron al país, los ñoños republicanos y los zurdos ridículos", a quienes tildó, otra vez, de "mandriles". Los que estaban en las butacas se reían y aplaudían; se mostraban como un campo fértil.
 
Para los ojos de la audiencia, bombardeada minuto a minuto con expresiones cada vez más brutales, líderes de ultraderecha como Matteo Salvini, Jair Bolsonaro, Trump y el propio Milei traen cada día un nuevo numerito. Cada día, un nuevo golpe de efecto, con el discurso de "la doma" de las redes reconvertido en palabra oficial. 
 

03-05-2025 / 10:05
Tres actos con sustancia: el de la CGT por el día del Trabajador, el de la expo EFI, donde Javier "el Loco" Milei habló a los empresarios, y en Lugano, en la largada de la campaña de Manuel "Cara de Piedra" Adorni para legislador por CABA. En la previa, un debate de candidatos que a los pocos que lo vieron les dejó una sensación de menos que minúscula. Mucho barro en el despegue de las elecciones de medio término, cuya importancia creció porque el gobierno lanzará la aplanadora sobre los derechos laborales y sobre las jubilaciones. Es el compromiso con el FMI.
 
La movilización de la CGT fue masiva. Cubrió de trabajadores desde Paseo Colón hasta la calle San José, más de 15 cuadras sobre avenida Independencia. Se podrán hacer muchas críticas a la conducción cegetista, pero nadie podrá negar el olfato de estos dirigentes para medir el clima en sus bases. Tampoco se puede decir que se trata de una conducción combativa, sobre todo tras la salida de Pablo Moyano, pero este gobierno no deja margen para la negociación, sólo garrote y las amenazas de retirar el aporte sindical obligatorio.
 
Sin paritarias libres y con una inflación que no cede, los trabajadores formales e informales se han convertido en el pato de la boda de este gobierno. Cristina Kirchner señaló que los salarios cayeron al nivel de la crisis del 2001. Una investigación del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas que dirige Claudio Lozano concluyó que 2,4 millones de argentinos tiene más de un empleo y que la mayor parte trabaja 16,8 horas por día, más que el promedio de lo que se trabajaba en el siglo XIX.
 
En los altoparlantes a lo largo del trayecto, se escuchó en forma constante la voz del Papa Francisco, sobre todo la frase donde dijo que "el trabajo sin derechos, es esclavitud". A su muerte, Francisco dejó de ser una voz institucional de la Iglesia Católica para convertirse en un símbolo con una influencia cada vez mayor.
 
Dato sobresaliente: tras el acto hubo una reunión en la sede de la central obrera. Los máximos dirigentes de la central, más los de las CTA y de los movimientos sociales se encontraron con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. En un contexto electoral, la reunión con las cabezas de los movimientos sociales y la CGT implicó una fuerte proyección a la figura del gobernador bonaerense para las presidenciales del 2027 y un aval importante dentro del peronismo.
 
El día anterior, el miércoles, Javier Milei ofreció un extenso discurso en la Expo Economía, Finanzas e Inversión (EFI). Entre eufórico y relajado, el presidente calificó a sus opositores de imbéciles, idiotas, infradotados, degenerados, que la tienen adentro, ensobrados, prebendarios, corruptos, sindigarcas, hijos de puta, cagadores, ñoños republicanos, zurdos ridículos, mandriles, bestias keynesianas y demás categorías escatológicas.
 
Los 1200 empresarios presentes, representativos del capital más concentrado, pagaron 250 mil pesos la entrada para escuchar la verba poética presidencial. Y lo aplaudieron con entusiasmo. El espectáculo no resultó edificante. Se supone que es la clase dirigente argentina y en ese cuadro revelaron el enanismo cultural y la voracidad de corto plazo que la caracteriza.
 
Milei destacó en una hora y media los logros fantásticos de su gobierno, dijo que sacó a diez millones de personas de la pobreza y que hace once meses que el salario real no para de subir. Cualquiera puede verificar en su vida personal la mentira de estas afirmaciones, al igual que las demás cifras que revolea. 
 

02-05-2025 / 12:05
Este miércoles por la tarde, el presidente Javier "el Loco" Milei irrumpió en el corazón de Villa Lugano, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), para respaldar la candidatura de Manuel "Cara de Piedra" Adorni, en un acto que más bien pareció un operativo de guerra que una campaña política. El jefe de Estado llegó al club barrial tras hacer esperar más de 2 horas a los unos 300 militantes congregados, y solo permaneció 10 minutos en el escenario antes de retirarse escrachado de forma tan abrupta como su arribo.
 
El despliegue de seguridad fue inédito para un acto barrial: francotiradores apostados en azoteas, vallas metálicas delimitando el perímetro y agentes infiltrados mezclados con el público. Cuatro tiradores del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) se ubicaron en los techos, mientras otros dos permanecían en una camioneta blanca con fusiles de precisión y binoculares, listos para neutralizar "amenazas" al estilo de un guion hollywoodense.
 
En la previa de la organización del acto, Adorni preguntó por qué hacían un acto en el Conurbano si él es candidato a legislador porteño, pero le explicaron que Lugano es parte de la CABA. Desde un improvisado atril, y rodeado por su hermana Karina "la Recaudadora" Milei, secretaria general de la Presidencia y "Jefa" de La Libertad Avanza (LLA), Milei lanzó su clásico canto de batalla: "¡Hay que ponerle el último clavo al ataúd del kirchnerismo!".
 
Los escasos jóvenes llevaron bengalas violetas y fueron liderados por El Niño Brócoli, que resiste la intervención de la juventud karinista y este miércoles dio una imponente muestra de fortaleza territorial junto a 20 (veinte) seguidores. Un par de libertarios entusiastas se disfrazaron de leones como muestra de lealtad a su líder.
 
Las banderas violetas ondearon con fuerza, y por todas partes se leía el lema "Adorni es Milei", mientras bengalas y bombos ambientaban la escena como si fuera un estadio de fútbol. El gesto, más cercano a una demostración de fuerza que a una convocatoria democrática, dejó a los vecinos de Lugano atónitos y cuestionando si están ante un gobierno o una milicia urbana.
 
Pero todas estas medidas que hablan de la fobia del mandatario al pueblo, no evitó que Milei sea igualmente escrachado por varios vecinos del lugar. Fue durante su huida, que el Presidente fue abucheado e insultado por una multitud de personas que se acercaron para mostrarle su descontento con sus políticas y hasta le gritaron: "Le pegás a los viejos, hijo de puta". Milei escapó rápidamente del lugar envuelto en sus efectivos de seguridad a los cuales evidentemente se los veía muy nerviosos por la situación.
 
Con su breve pero impactante paso por el sur porteño, Milei ratificó que su campaña no escatima en dramatismo ni en recursos de seguridad. Para sus críticos, la imagen de francotiradores sobre techos de casas sociales es demasiado cinematográfica: "¿Esto es política o una película de acción?", se preguntan. Mientras tanto, Adorni suma el mayor respaldo presidencial posible, aunque con un costo simbólico que aún resuena en cada esquina de Villa Lugano.
 
La Opinión Popular
 

01-05-2025 / 13:05
No fue como la del 9 de abril. Aquella vez los sindicatos afiliados a la CGT habían decidido jugarse fuerte al paro general del día siguiente y acompañar la marcha de los jubilados con delegaciones que, de todas maneras, alcanzaron para colmar junto con las organizaciones sociales y los partidos de izquierda la plaza de los Dos Congresos. Esta vez los sindicatos apostaron a una marcha masiva que mostró una marcada predisposición a la protesta. No hubo oradores pero sí un documento con fuertes críticas al gobierno libertario que ahora tiene que definir qué actitud tomará.
 
Sindicatos como UPCN multiplicaron por seis o sietes veces su participación con una columna nutrida que ocupaba al menos dos cuadras de la avenida Independencia por donde ingresaron las columnas de todos los sindicatos muchas de las cuales ingresaron desde Av. 9 de julio ya desde las 13 horas. Lo mismo ocurrió con la UOCRA que aportó unos cuantos millares de manifestantes a la movilización. El SMATA repitió su masiva columna al igual que camioneros y Sanidad que ya habían aportado sus gruesas movilizaciones en la jornada anterior.
 
Las dos CTA movilizaron con la UTEP y destacaron "la unidad y la fraternidad entre los dirigentes de las tres centrales y los militantes que se movilizaron en todo el país". Los sindicatos combativos vinculados con la izquierda ingresaron junto al Frente de Lucha Piquetero por la calle Chile hasta Paseo Colón para toparse con el resto de las columnas bajo el reclamo de la continuidad del plan de lucha y un nuevo paro general.
 
La posición de la CGT se dio a conocer mediante un documento en el cual, bajo el título de "el Trabajo es sagrado" en clara referencia a la muerte del Papa Francisco. Las referencias a la figura papal estuvieron presentes en las consignas pero también es pasacalles que, entre otros sindicatos, puso la FATUN de los trabajadores no docentes de las universidades nacionales. "No hay trabajadores libres sin sindicatos", fue una de las citas elegidas tomadas de Bergoglio.
 
El documento de la CGT planteó, entre otros puntos, que "este día constituye siempre una oportunidad para reafirmar nuestros derechos y compromiso solidario", sin embargo, continúan, "hoy nos encuentra preocupados y alertas por la situación social, económico y laboral que estamos atravesando". El texto de la CGT sostiene que enfrentamos "un Gobierno Nacional que no atiende reclamos, no escucha y no dialoga, a la par que implementa un grave ajuste, cuyo costo lo están pagando las y los trabajadores activos y pasivos con el deterioro de sus ingresos". Paralelamente, denuncian, "en contraste, el sector financiero capitaliza ventajas y multiplica obscenamente sus ganancias".
 
Para la CGT la política del gobierno impone "metas fiscales que pierden de vista el rostro humano de esas decisiones, degradan la calidad de vida de nuestros compatriotas y posterga un horizonte de democracia moderna y de desarrollo nacional". A la vez denuncian "el desmantelamiento del estado y sus organismos de control", así como "el abandono de la obra pública, los despidos masivos más el desfinanciamiento de la educación y la salud pública, agravan el escenario de desempleo, desigualdad y el riesgo social".
 
Entre otros puntos señalan "reclamamos respeto a las paritarias libres, homologación de todos los Convenios Colectivos de Trabajo, actualización y aumento de emergencia para todas las jubilaciones, políticas activas para la generación de empleo y poner fin a la represión salvaje e injustificada de la protesta, que viola leyes y acuerdos institucionales". Ahora, si el gobierno no reacciona, deberán definir si profundizan las medidas. Esta primera etapa mostró que, por abajo, hay voluntad de lucha para acompañar todas las medidas que se decidan a tomar.
 
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