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Nacionales - 04-05-2025 / 08:05
INJURIAS, INTIMIDACIONES Y AMENAZAS A LOS ECONOMISTAS, PERIODISTAS Y POLÍTICOS QUE NO LE RINDEN PLEITESÍA

Estrategia de los mandriles fascistas: qué hay detrás de los insultos, la incitación a la violencia y el odio de Milei

Estrategia de los mandriles fascistas: qué hay detrás de los insultos, la incitación a la violencia y el odio de Milei
A medida que avanza su gobierno, Javier “el Loco” Milei profundiza sus apelaciones a la violencia, escalando los insultos, intimidaciones y amenazas a los economistas, periodistas y políticos que no le rinden pleitesía. No es una casualidad ni un rasgo de carácter, es un modelo desplegado por el Presidente y sus referentes mundiales, como Donald Trump, que busca paralizar a sus opositores. Entre insultos, amenazas y mandriles, Milei sigue la receta de sus pares internacionales: convertir el odio en capital político, la grosería en estrategia y la verdad en un valor que ya no tiene la menor relevancia.
A medida que avanza su gobierno, Javier "el Loco" Milei profundiza sus apelaciones a la violencia, escalando los insultos, intimidaciones y amenazas a los economistas, periodistas y políticos que no le rinden pleitesía. No es una casualidad ni un rasgo de carácter, es un modelo desplegado por el Presidente y sus referentes mundiales, como Donald Trump, que busca paralizar a sus opositores. Entre insultos, amenazas y mandriles, Milei sigue la receta de sus pares internacionales: convertir el odio en capital político, la grosería en estrategia y la verdad en un valor que ya no tiene la menor relevancia.
 
Un presidente en contra del diálogo porque no considera que sea una herramienta de la construcción democrática. Necesita imponer su mirada a como dé lugar y gobierna únicamente, no ya para quienes lo votaron, sino para quienes asienten sin desviaciones. Verla es sintonizar con la obsecuencia. Y en respuesta a quienes no la ven, el presidente se envalentona.
 
La misma descripción vale tanto para un Milei como para un Trump, o para casi cualquier otro líder de la ultraderecha mundial. No es casualidad que el prototipo y los modos se repitan, como si obedecieran a un método. ¿Cuánto hay de caos y espontaneidad en esas cataratas de insultos anales y llamados a la violencia? ¿Hay más caos y espontaneidad que estrategia? ¿O más cálculo que improvisación?
 
"El insulto y la violencia son parte de una lógica y de una manera de entender la acción política. Por supuesto que en el caso de Milei, su obsesión por las redes, especialmente X, y su personalidad ayudan muchísimo", señala el editor, escritor y exministro de Cultura, Pablo Avelluto. "Pero no es casual -sigue- que este tipo de estrategias de comunicación se reproduzcan en todos los nodos de la red autoritaria y fascista a nivel internacional. No es que nuestra versión de la extrema derecha incluya insultos contra quienes no pensamos como el gobierno, sino que eso es lo que hace la extrema derecha en todas partes". Lo de los mandriles, según Avelluto, sí es una pincelada autóctona, pero lo demás no.
 
El miércoles pasado, Milei se mostró especialmente violento. El contexto fue un discurso ante unos 1.200 empresarios y economistas. Apuntó contra el exministro Martín Guzmán, a quien llamó "imbécil, incapaz e infradotado" por idear una ley "que obliga a tener que pasar un programa del FMI por el Congreso, es decir, el lugar donde están los degenerados fiscales".
 
En ese marco, festejó haber logrado el acuerdo con el Fondo: "La tienen adentro". También apuntó contra "los periodistas ensobrados, los sindi-garcas, los profesionales funcionales al conjunto de hijos de puta que cagaron al país, los ñoños republicanos y los zurdos ridículos", a quienes tildó, otra vez, de "mandriles". Los que estaban en las butacas se reían y aplaudían; se mostraban como un campo fértil.
 
Para los ojos de la audiencia, bombardeada minuto a minuto con expresiones cada vez más brutales, líderes de ultraderecha como Matteo Salvini, Jair Bolsonaro, Trump y el propio Milei traen cada día un nuevo numerito. Cada día, un nuevo golpe de efecto, con el discurso de "la doma" de las redes reconvertido en palabra oficial. 
 

Con referentes que, aparentemente, tienen en común y de especial que se expresan sin pelos en la lengua, al revés que los políticos tradicionales, que lo hacen en un lenguaje ajustado a ciertas reglas. Pero, sin embargo, por debajo del barullo y la confusión, se oculta el trabajo de propagandistas, comunicadores, especialistas en big data que, en los últimos años, monopolizan el juego político.
 
Esa supuesta autenticidad convierte a un Trump y a un Milei en depósitos de indignación, personajes que pueden absorber y redireccionar la ira de quienes tienen -o perciben que tienen, según el caso- grandes motivos para estar enojados: los excluidos y marginados sociales, los perjudicados, los que perciben que no están siendo escuchados.
 
 
Batalla emocional y democracia de baja calidad
  
"La estrategia vulgar, grotesca, mesiánica y distorsiva con la que el gobierno de Milei aborda la disputa por la palabra pública no es original ni novedosa; forma parte de un manual ya aplicado o aún en uso por líderes como Trump y Jair Bolsonaro en Brasil, con consecuencias ruinosas para la calidad democrática", explica Ezequiel Rivero, investigador del Centro de Industrias Culturales (UNQ).
 
De la mano de estos líderes, y de quienes les proporcionan las herramientas digitales y algoritmos para hacerlo, la política contemporánea se ha ido transformando en una batalla emocional, donde los hechos, los datos chequeables, la verdad científica e histórica han sido reemplazados por la manipulación de sentimientos como el miedo y el resentimiento.
 
Por eso, ya no gana una discusión quien tiene mejores argumentos, sino quien doma a su contraparte, quien insulta más fuerte. Y esto, además, plantea otra encerrona: quedarse del otro lado pataleando en estado de escándalo frente a la procacidad del debate tampoco ha demostrado servir para algo. De ahí que, para muchas personas, las fuerzas políticas que se supone que constituyen una alternativa a las ultraderechas sean percibidas como: censuradoras, inauténticas, moralistas, hipócritas.
 
En el caso de Trump, su retórica agresiva hacia los medios, clasificándolos de "enemigos del pueblo", ha sido ampliamente documentada. "Durante su presidencia, implementó medidas que amenazaron la independencia de los medios y la transparencia gubernamental, con ataques verbales, demandas y amenazas de revocación de licencias como represalias políticas. Estas acciones contribuyeron a un ambiente hostil para el periodismo y a un deterioro de la libertad de prensa en Estados Unidos", explica Rivero.
 
"Bolsonaro -recuerda Rivero-, durante su presidencia, utilizó plataformas como Facebook para atacar frontalmente a los medios en la mayoría de sus emisiones en vivo. Su gobierno fue responsable de una explosión de violencia física contra periodistas, con agresiones que impidieron el ejercicio de su profesión. Estas prácticas fomentaron un ambiente de intimidación y censura, debilitando la democracia brasileña".
 
En Argentina, el presidente Javier Milei ha seguido una línea similar, "estigmatizando a periodistas y desmantelando medios, lo que ha provocado una caída significativa en la clasificación de libertad de prensa del país", dice.
 
Reporteros Sin Fronteras ha alertado sobre este deterioro, señalando que las acciones del gobierno argentino están reduciendo cada vez más la libertad de prensa. En este contexto, el influencer libertario Daniel Parisini -conocido como "El Gordo Dan"- pidió que el Presidente "meta preso a algún periodista por decreto como hizo (Raúl) Alfonsín".
 
"Estas estrategias de confrontación y deslegitimación de la prensa y la cultura buscan consolidar un núcleo duro de seguidores, pero a largo plazo entiendo que generan fracturas profundas en el tejido social y político que la ciudadanía en general tiende a rechazar, especialmente cuando se perciben como ataques desproporcionados contra figuras públicas con prestigio social o cultural", finaliza Rivero.
 
Algo de esto explica el libro de Giuliano da Empoli, Los ingenieros del caos, donde se analiza cómo la tecnología y la manipulación de las emociones de las audiencias han reconfigurado el panorama político. Si bien estos líderes muestran un comportamiento visceral, en verdad hay más cálculo del que se imagina. No porque no crean en lo que proclaman, sino porque saben cómo administrarlo, cómo usar las herramientas de la comunicación digital para difundir mensajes simples y emocionalmente potentes, segmentar las audiencias y maximizar el impacto.
 
La emergencia de una nueva modalidad de construcción política con el insulto como insumo, alumbrada por usos estratégicos e ingeniosos de Internet y las redes sociales.
 
"Cuando intentan dar fundamento a una idea, caen irremediablemente en el bochorno", reflexiona el escritor Martín Kohan sobre el uso oficial del odio y del insulto, a pedido de este diario. Lo dice pensando en el arco que va desde la exposición de Milei en Davos hasta el video oficial de Agustín Laje por el 24 de marzo, pasando por las consideraciones de Victoria Villarruel en su intento de que se diera de baja la novela Cometierra, de Dolores Reyes.
 
"Son variaciones de un derrape entre la inconsistencia, la mala comprensión, el desconocimiento, las simplificaciones más burdas o la lisa y llana falsificación. Han llegado a dar vergüenza a los propios o a los cercanos", sigue Kohan.
 
"No es extraño que esa impotencia para el pensar y el decir se resuelva en la alternativa de la violencia verbal, la humillación sistemática, la intimidación calculada. Eso sí les sale bien, porque se han formado haciéndolo. Incluso en áreas que se supone que conocen, como la de la economía, hemos oído al Presidente de la Nación responder cuestionamientos con sus oscuras fantasías de violador, que penosamente hace públicas: fantasías de vaselina y penetración, que lo exaltan por no consentidas. Son expresiones figuradas, ya lo sé. Pero, ¿dónde, sino en las expresiones figuradas, cabe detectar ciertas fantasías? Fue lo que contestó a los cuestionamientos de otros economistas, algunos de ellos cercanos a su visión de las cosas", puntualiza el escritor.
 
 
La búsqueda de nuevos enemigos avanza
  
No es un presidente de convicciones democráticas. De hecho, es casi imposible rastrear alguna declaración en la que Milei la valore positivamente.
 
El odio, por estos días, se enfoca contra el periodismo, pero ayer nomás lo hacía contra los artistas que dicen en público no coincidir, por ejemplo, en las expresiones homofóbicas o misóginas. Al principio del mandato, las patotas iban principalmente contra la casta política. Hoy, quizás, es más difícil -a casi un año y medio de gestión- distinguir entre La Libertad Avanza y la entelequia "casta".
 
Cuando desde el poder se dicen cosas como que "no se odia lo suficiente al periodismo", para Philip Kitzberger (politólogo, investigador del CONICET y profesor en la Universidad Torcuato Di Tella), se instala una idea de "disciplinamiento de la esfera pública, de engendrar un efecto de autocensura: cualquier periodista o cualquier voz crítica que quiera emerger en el espacio público va a pensar si se quiere someter al escarnio de las redes filo-oficialistas".
 
También hay, según Kitzberger, "ciertas ideas sobre la verdad: el presidente, como economista, cree que tiene un acceso privilegiado a ésta y que los demás no la ven. Y eso tiene que ver con las ideas que tiene acerca de la democracia. Cree que la democracia es un error, está gobernada por los prejuicios, la ignorancia, por la mayoría o las masas. Su supuesto acceso privilegiado a la verdad hace que él sea el árbitro de qué es verdad y qué es mentira".
 
"En su dimensión más preocupante, es el intento de dar fin a la lógica democrática, para afirmar el gobierno directo de los dueños, dejando las instituciones como cáscaras vacías, una legalidad de forma sin fondo sustantivo. Y lo hacen apelando a un discurso bélico, donde quienes nos oponemos somos considerados enemigxs a los cuales negar todo tipo de derechos", analiza María Pía López sobre este tema.
 
"En ese contexto hay que entender, por un lado, la construcción de un enemigo muy amplio: el feminismo, las subjetividades trans, las disidencias sexuales, los sindicatos, el Estado, los progresismos, el periodismo, lxs científicxs, las universidades. ¿Qué tienen en común? Dedicarse a la construcción de lazos sociales más allá del mercado; proponer imágenes diversas en el ámbito público; sostener ideas igualitaristas. Y, por otro lado, también implica una revisión del pasado".
 
"Al afirmar guerra contra democracia, impugnan el llamado pacto del Nunca Más: es decir, el acuerdo en la condena al terrorismo de Estado. Como en la batalla cultural, el problema no es el terrorismo de Estado, sino el peronismo -como nombre de una apuesta social y estatalista, como experiencia de ampliación de derechos-; buscan un acuerdo de las clases dominantes sobre ese punto y, a la vez, legitiman la represión en el presente".
 
 
De gorilas y mandriles
 
Una de las que más le gusta es la que combina la animalización con referencias a la penetración anal: se refiere a los "mandriles" -en forma de insultos, animaciones, memes-. La broma gira siempre alrededor de una idea que lo obsesiona: ganar -una discusión o las elecciones- es equivalente a someter al contrincante por vía anal.
 
"El otro día yo escuchaba a Trebucq, el periodista de La Nación Más, haciendo una defensa del uso de mandriles, diciendo: si a los antiperonistas se los llamaba gorilas, ¿qué hay de diferente entre gorila y mandril? Primero, marca la ignorancia histórica de Esteban Trebucq, porque el origen del término gorila es bien distinto", advierte el politólogo Philip Kitzberger.
 
Kitzberger se refiere a que el origen de la clasificación de "gorila" tiene que ver con una canción de moda en un programa de radio de la época, un poco antes del derrocamiento de Perón. Había un estribillo que decía algo así como "¿dónde están los gorilas?". Cuando se empezaron a correr los rumores del golpe, dentro del campo peronista se lo empezó a relacionar con ese estribillo: serían los gorilas los que estaban conspirando.
 
"Se le atribuye a eso, pero no tenía nada que ver con una cuestión de animalidad ni de deshumanización. Y luego, además, tuvo una apropiación positiva al término gorila. Muchos antiperonistas se han reconocido históricamente como gorilas; ha tenido su apropiación positiva. Puede que el término mandril también la tenga en el futuro. Pero me parece que ahí hay una diferencia importante".
 
Por Dolores Curia
 
Fuente: Página 12
 

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12-05-2025 / 09:05
En la semana en que Javier "el Loco" Milei dijo que son los empleados quienes explotan a los patrones, y en la que el gobierno anarcoliberal, que deja todo en manos del mercado, impugnó nada menos que la paritaria de Comercio porque se trata de bajar los sueldos, haberse detenido en la farsa de Ficha Limpia es el enorme símbolo de lo sucias que están las cosas. Se necesitó un hecho magnificente, como la elección del nuevo Papa, para frenar siquiera por unas horas el escándalo que desde la noche del miércoles obsesionó a todos los medios.
 
No se sabe con certeza si tal impacto en la agenda publicada tendrá correlato en la social y luego en lo electoral, pero caben intuiciones obvias cuando es la economía lo que concentra con exclusividad el interés de las mayorías. Por fuera del mundillo politizado, ¿alguien perdió el sueño por ese debate y su sorpresivo desenlace? O más aún, ¿es verdad que nadie se esperaba cómo terminó?
 
El episodio vuelve a revelar hasta qué punto resultan desviados (los que deberían ser) grandes ejes temáticos de la política argentina. Y no es sólo manipulación de sus protagonistas. Es también, e incluso antes, lo que buena parte de la sociedad decide creer. El colega Sebastián Lacunza, en un artículo acerca de la farsa honestista, apunta precisamente a eso cuando recuerda que no es una cuestión de dirigentes más o menos oportunistas e inescrupulosos, sino de instituciones y de actores centrales de la democracia como, por caso, los medios de comunicación.
 
Trae a cuento la filmación fraguada en el living del departamento de Elisa Carrió. Una entrevista falsa, a un narco falsamente arrepentido, en el programa de Jorge Lanata. Se señaló a Aníbal Fernández como "La Morsa", a días de la elección que ganaría María Eugenia Vidal. Era igualmente falso. ¿Eso habla únicamente de la moralidad de los implicados o, como añade el colega, también respecto de lo que está dispuesta a convencerse una sección de "la gente"?
 
En forma análoga, cae por su propio peso el interrogante de si Ficha Limpia era una aspiración de avanzar en la limpieza de corruptos. O si, en efecto, obraba al solo objeto de proscribir a Cristina, desde una institucionalidad que de ministro de Economía tiene al mayor fugador serial de divisas de la historia. No de la nuestra. Del mundo.
 
Hay varios ingredientes que ameritan ser estimados, pero todos confluyen en aquel carácter de farsa. Algunos conllevan un riesgo portentoso para la "salud republicana", que tanto inquieta a quienes portan la tradición de quebrarla.
 
Si se hubiera sancionado el proyecto habría sido judicializado de inmediato porque, como advierten numerosos juristas de tendencias diferentes, una ley no puede modificar el principio de presunción de inocencia hasta que no se alcance sentencia firme. Los loritos oficiales y oficiosos hablan de doble condena, siendo que es doble conforme. Pero inclusive semejante aspecto sería lo de menos, apenas se repara en cuál clase de intachables tendría a su cargo impartir justicia.
 
¿Quiénes serían? ¿Los centros de operaciones tribunalicias que dejó armado el macrismo, en sus quintas tenísticas? ¿Comodoro Py, atravesado por los sótanos de inteligencia con sus fondos reservados que no paran de incrementarse? ¿Después la Corte Suprema, que tampoco cesa en sus fallos y operetas de conveniencias de turno? ¿Y así que el PRO, garante indispensable para que Los Hermanísimos vengan esquivando toda investigación por la cripto estafa, pasó a ser el indignado porque los libertaristas se lo fumaron en pipa alquilando a dos senadores de Misiones, a quienes el insultador serial Javier Milei no dedicó ni una sola diatriba?
 

12-05-2025 / 09:05
En el primer "súper domingo" del año electoral confluyeron las elecciones en Jujuy, Salta, Chaco y San Luis en las que se impusieron los oficialismos provinciales ante una oposición que, en muchos casos, se presentó dividida. Dos gobernadores radicales -Carlos Sadir (Jujuy) y Leandro Zdero (Chaco)- y dos de fuerzas provinciales -Gustavo Sáenz (Salta) y Gustavo Poggi (San Luis)- cantaron victoria con comodidad, por un lado, pero también con números discretos si se comparan con sus elecciones anteriores.
 
Desde la Casa Rosada, las huestes de Javier "el Loco" Milei buscaron armar una jornada celebratoria con el módico triunfo de La Libertad Avanza en la capital salteña y al sumarse a la victoria radical en Chaco donde sellaron una alianza, sin aportarle demasiados apoyos.
 
El peronismo hizo una aceptable elección en Chaco, una floja en San Luis y muy mala en Salta y Jujuy, dos distritos intervenidos por Cristina Kirchner. Como ya había sucedido en abril en Santa Fe, otro dato de la jornada fue la baja participación electoral, que rondó entre el 52 y el 65%.
 
"De 12 senadores sacamos 11 y de 30 diputados en juego conseguimos 20. Creo que ganamos", ironizó el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, el primero en salir a hablar debido al rápido recuento. Es que desde el Ejecutivo nacional y los medios afines buscaron instalar como un triunfo provincial la victoria del candidato a senador de La Libertad Avanza, Roque Cornejo, en el distrito Capital, el más habitado.
 
Sáenz es un gobernador de origen peronista cercano a Sergio Massa pero lejano del kirchnerismo, que vino apoyando al gobierno libertario de Milei en votaciones clave en el Congreso. Va por su segundo mandato en la provincia y la elección de este domingo le permitirá consolidar esa hegemonía.
 
La Libertad Avanza buscó sacarle todo el jugo posible a la victoria en la capital provincial, con el propio Milei replicando en las redes toda expresión triunfalista. En especial, las que pusieran de relieve las condiciones de su hermana Karina como armadora política del oficialismo, algo que se había puesto en duda luego del tercer puesto en Santa Fe.
 
La propia Karina agradeció a "salteños, jujeños y chaqueños" y prometió cumplir el encargo de su hermano de "llevar la antorcha de la libertad a cada rincón del país". Como era de imaginar, La Libertad Avanza creció a su casi inexistencia de dos años atrás, pero estuvo lejos de los niveles de la elección presidencial.
 
Un aparte para la muy mala actuación del peronismo salteño, intervenido por Sergio Berni y María Laura Alonso como delegados de Cristina Kirchner. El resultado de esa estrategia fue que por primera vez en la historia el PJ de Salta no consiguió ni una de las bancas en juego.
 
En el distrito Capital, por ejemplo, el Frente Justicialista llegó apenas al 6,5%. Dirigentes marginados en el armado como el ex gobernador Juan Manuel Urtubey criticaron la actuación de los interventores. "Hay una tarea de reconstrucción en la que tenemos que decidir si buscamos armar partidos nacionales o ambacéntricos", planteó.
 

11-05-2025 / 12:05
La cuenta regresiva hacia las elecciones legislativas porteñas que se celebrarán el domingo 18/05 se inició con una bomba política que tiende a profundizar la pulseada entre Javier "el Loco" Milei y Mauricio "el Gato" Macri por el dominio sobre el espectro ideológico de la derecha. La fallida sanción de la ley de Ficha limpia, una reforma al código electoral para impedir que cualquier condenado en 2 instancias de la justicia se pueda presentar como candidato, amplió la grieta entre el Presidente y su antecesor, referencia máxima de un PRO que propende a achicarse a manos de LLA.
 
Contra los pronósticos -y hasta se frustraron celebraciones previstas en TV- la iniciativa que venía con media sanción de la Cámara de Diputados obtuvo en el Senado 36 votos afirmativos versus 35 negativos, lo que resultó insuficiente para la aprobación dado que esto requería de una mayoría especial de 37 votos positivos. Aunque quedó en minoría, el peronismo -que se abroqueló en todo momento contra el proyecto por considerarlo un instrumento de proscripción de Cristina Kirchner, quien cuenta con una condena con doble conforme- pudo festejar, incluso ante el asombro de algunos de sus senadores.
 
A partir de entonces comenzó un pase facturas y acusaciones entre Milei y el PRO, que estaba entre los principales impulsores de Ficha limpia. Los cruces tienen como telón de fondo la disputa en la CABA, donde LLA no logró o no quiso armar un frente electoral con el macrismo. A pesar de la colaboración de los amarillos en el Congreso, los libertarios locales resultaron los más duros detractores de la gestión de Jorge Macri, intentando trabar sus proyectos e impulsando otros a contramano.
 
La generala en esa embestida es Karina "la Recaudadora" Milei, y su comandante en el campo es la legisladora Pilar Ramírez. La pelea en la Capital Federal se volvió tan prioritaria para la hermanísima que se desprendió de Manuel Adorni, vocero presidencial y figura clave del engranaje karinista, para que encabece la lista de legisladores de LLA. El Gobierno nacionalizó la disputa y puso al Presidente al frente de la campaña. Milei acompaña a Adorni en apariciones públicas y dice que el vocero es, justamente, "mi voz en la Ciudad". Adorni repite "Milei soy yo".
 
La caída de Ficha limpia quedó sellada cuando 2 senadores de la provincia de Misiones, que suelen votar con el oficialismo y que habían anticipado su apoyo, finalmente optaron por el rechazo. Se trata de Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, del Frente Renovador de la Concordia, el espacio que gobierna la provincia mesopotámica desde 2003 y cuyo inspirador y líder indiscutido es Carlos Rovira, un caudillo peronista que fue gobernador entre 1999 y 2007, y cuyo sueño de reelección indefinida fue abortado cuando ganó el NO a su propuesta para reformar la constitución.
 
Silvia Lospennato, diputada del PRO y tal vez la legisladora más asociada al impulso del proyecto, apuntó directo contra Milei. "Usted me defraudó", dijo desde un atril con la leyenda "Ficha limpia". Adjudicó el resultado de la votación a una "mala praxis" del oficialismo por los 2 votos que se "le escaparon" al presidente del bloque libertario, el jujeño Ezequiel Atauche, o "a algo peor".
 

10-05-2025 / 12:05
El significado que debería tener un proyecto de ley de "Ficha Limpia" se desvirtuó al presentarlo en los días previos a una elección y con cláusulas que sólo incluían a una persona, la que podía ser candidata opuesta al partido que lo presentó. Claramente era un proyecto de proscripción. Con su rechazo, la mayor beneficiada no fue Cristina, sino la sociedad, gran parte de la cual fue engañada por ese falso honestismo, usado como herramienta de manipulación politiquera. La caída de Ficha Limpia dinamitó el vínculo entre Macri y Milei. Hubo pase de facturas, insultos y una interna que cruje.
 
Silvia Lospennato, impulsora del proyecto, lo necesitaba para su candidatura por el PRO en la ciudad de Buenos Aires. Pertenece a un partido que no tuvo prurito en llevar como candidato presidencial a Mauricio Macri, que ya tenía causas abiertas en la justicia y cuyas empresas lo convertían, junto con Paolo Rocca, en los dos mayores proveedores del Estado. El partido que impulsó Ficha Limpia puso a Mauricio Macri a administrar los negocios que el Estado tiene con las empresas de Mauricio Macri. No existe figura menos ética.
 
En los Panamá Papers aparecieron más de cuarenta cuentas offshore de Macri, quien ya tiene abiertas numerosas causas por negociados con sus empresas contra el Estado o usando al Estado, como la del Correo o las autopistas, los parques eólicos o Macair.
 
Al revés que las causas que tiene Cristina Kirchner, las de Macri no fueron denunciadas por la política, sino por periodistas internacionales o por los perjudicados. Cristina Kirchner fue condenada en un fallo polémico, lleno de irregularidades y sin pruebas concretas, por tribunales donde jueces y fiscales tenían relaciones promiscuas y muchos de ellos estaban directamente vinculados a Mauricio Macri. En las causas contra Macri, en cambio, las pruebas son sólidas y la ganancia está a la vista.
 
Gran parte del poder de Macri como empresario y político ha sido el control de un amplio dispositivo judicial y mediático. Ningún otro político tiene tanta injerencia en la justicia ni en los medios. Es de cajón concluir que cuanto más grande es el dispositivo judicial que controla un político es porque lo necesita como protección y que lo usará como arma contra sus adversarios. De allí se deducen las causas contra Cristina, como arma política, y la necesidad de protección de Macri por las denuncias en su contra.
 
Es la explicación de la importancia que le dio el empresario expresidente a la construcción de ese aparato judicial-mediático. Nadie niega, ni sus propios simpatizantes, la existencia de este aparato controlado por el macrismo, así como el funcionamiento de la Mesa Judicial durante su presidencia. La consecuencia es que el Poder Judicial es la institución con peor imagen del país: un 80 por ciento de imagen negativa.
 
Macri generalizó esta práctica denuncista con campañas de humo mediáticas y con jueces muy cuestionados, como el fallecido Claudio Bonadio, y el fiscal Carlos Stornelli, contra el gobierno de Cristina Kirchner. No deja de ser una paradoja que alguien con problemas en la justicia controle ese aparato y sea el impulsor de esas campañas. Por la misma razón, las causas contra Macri se demoran años en los tribunales, mientras que las de Cristina Kirchner se mueven cada vez que el macrismo lo necesita por motivos políticos.
 

09-05-2025 / 20:05
En una nueva embestida autoritaria contra el periodismo independiente, el presidente Javier "el Loco" Milei anunció que firmó tres denuncias por calumnias e injurias contra periodistas que, según él, difundieron "mentiras" en su contra. Fue contra el periodista Carlos Pagni por presuntas "calumnias o falsa imputación" e "injurias" en los tribunales de Retiro y la investigación quedó a cargo por sorteo del juez federal Daniel Rafecas. También denunció por los mismos delitos a Viviana Canosa y al periodista Ari Lijalad, informaron fuentes judiciales. En el caso de Canosa, la denuncia quedó a cargo del juez federal Sebastián Ramos y en el de Lijalad del juzgado federal 6 que está vacante y es subrogado por el juez Rafecas.
 
Durante una entrevista con el streamer libertario Daniel "El Gordo Dan" Parisini, Milei no reveló los nombres de los periodistas, pero insinuó que iría contra ellos para acallarlos. En el mismo programa, Milei arremetió contra la prensa con una serie de sus habituales insultos, calificando a los periodistas de "prostitutas de los políticos", "mandriles", "lacra inmunda" y "ensobrados". Estas declaraciones se suman a una larga lista de ataques verbales que el mandatario dirigió hacia los medios desde el inicio de su gestión.
 
El desquiciado presidente también criticó a los periodistas por no entender la ironía y los acusó de tener el monopolio del micrófono para difamar sin consecuencias. "Son calumniadores e inquisidores", afirmó, y agregó que "lloran asimetría" cuando se les responde con ofensas.
 
Estas acciones generaron preocupación en organizaciones de prensa y derechos humanos, que ven en la actitud de Milei un claro intento de silenciar las voces críticas y socavar la libertad de expresión en el país. El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) expresó su inquietud por la creciente hostilidad del presidente hacia los periodistas.
 
Además, el gobierno libertariano implementó medidas que restringen el acceso a la información pública, como un decreto presidencial que modifica la Ley de Acceso a la Información Pública, permitiendo al Ejecutivo negar información que considere de naturaleza privada. Esta medida arbitraria fue criticada por organizaciones de la sociedad civil y asociaciones periodísticas por considerarla un fuerte retroceso en materia de transparencia.
 
La relación entre Milei y la prensa continúa deteriorándose, con el presidente anarco capitalista utilizando sus plataformas, pagadas por el Estado, para atacar a periodistas y medios que considera adversarios, mientras limita el acceso a la información y evita las conferencias de prensa tradicionales. Esta estrategia ha sido comparada con la de otros líderes autoritarios que buscan controlar el discurso público y minimizar o acallar las críticas sobre la corrupción del gobierno.
 
En este contexto, la comunidad periodística y diversas organizaciones llamaron a defender la libertad de prensa y a resistir los intentos de censura y persecución por parte de "el Trastornauta" Milei. La situación plantea serias preocupaciones sobre el estado mental del presidente, la salud de la democracia y el respeto a los derechos fundamentales en Argentina.
 
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