La Opinión Popular
                  14:54  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 03-05-2025 / 10:05
VERBA POÉTICA PRESIDENCIAL

Milei calificó a sus opositores de imbéciles, idiotas, infradotados, degenerados, que la tienen adentro, ensobrados, prebendarios, corruptos, sindigarcas, hijos de puta, cagadores, ñoños republicanos, zurdos ridículos, mandriles, bestias keynesianas y demás categorías escatológicas

Milei calificó a sus opositores de imbéciles, idiotas, infradotados, degenerados, que la tienen adentro, ensobrados, prebendarios, corruptos, sindigarcas, hijos de puta, cagadores, ñoños republicanos, zurdos ridículos, mandriles, bestias keynesianas y demás categorías escatológicas
Milei estuvo eufórico con los empresarios y los empresarios con él. Orador y público de un discurso decadente. Los 1200 empresarios presentes, representativos del capital más concentrado, pagaron 250 mil pesos la entrada para escuchar la verba poética presidencial. Y lo aplaudieron con entusiasmo. El espectáculo no resultó edificante. Se supone que es la clase dirigente argentina y en ese cuadro revelaron el enanismo cultural y la voracidad de corto plazo que la caracteriza.
Tres actos con sustancia: el de la CGT por el día del Trabajador, el de la expo EFI, donde Javier "el Loco" Milei habló a los empresarios, y en Lugano, en la largada de la campaña de Manuel "Cara de Piedra" Adorni para legislador por CABA. En la previa, un debate de candidatos que a los pocos que lo vieron les dejó una sensación de menos que minúscula. Mucho barro en el despegue de las elecciones de medio término, cuya importancia creció porque el gobierno lanzará la aplanadora sobre los derechos laborales y sobre las jubilaciones. Es el compromiso con el FMI.
 
La movilización de la CGT fue masiva. Cubrió de trabajadores desde Paseo Colón hasta la calle San José, más de 15 cuadras sobre avenida Independencia. Se podrán hacer muchas críticas a la conducción cegetista, pero nadie podrá negar el olfato de estos dirigentes para medir el clima en sus bases. Tampoco se puede decir que se trata de una conducción combativa, sobre todo tras la salida de Pablo Moyano, pero este gobierno no deja margen para la negociación, sólo garrote y las amenazas de retirar el aporte sindical obligatorio.
 
Sin paritarias libres y con una inflación que no cede, los trabajadores formales e informales se han convertido en el pato de la boda de este gobierno. Cristina Kirchner señaló que los salarios cayeron al nivel de la crisis del 2001. Una investigación del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas que dirige Claudio Lozano concluyó que 2,4 millones de argentinos tiene más de un empleo y que la mayor parte trabaja 16,8 horas por día, más que el promedio de lo que se trabajaba en el siglo XIX.
 
En los altoparlantes a lo largo del trayecto, se escuchó en forma constante la voz del Papa Francisco, sobre todo la frase donde dijo que "el trabajo sin derechos, es esclavitud". A su muerte, Francisco dejó de ser una voz institucional de la Iglesia Católica para convertirse en un símbolo con una influencia cada vez mayor.
 
Dato sobresaliente: tras el acto hubo una reunión en la sede de la central obrera. Los máximos dirigentes de la central, más los de las CTA y de los movimientos sociales se encontraron con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. En un contexto electoral, la reunión con las cabezas de los movimientos sociales y la CGT implicó una fuerte proyección a la figura del gobernador bonaerense para las presidenciales del 2027 y un aval importante dentro del peronismo.
 
El día anterior, el miércoles, Javier Milei ofreció un extenso discurso en la Expo Economía, Finanzas e Inversión (EFI). Entre eufórico y relajado, el presidente calificó a sus opositores de imbéciles, idiotas, infradotados, degenerados, que la tienen adentro, ensobrados, prebendarios, corruptos, sindigarcas, hijos de puta, cagadores, ñoños republicanos, zurdos ridículos, mandriles, bestias keynesianas y demás categorías escatológicas.
 
Los 1200 empresarios presentes, representativos del capital más concentrado, pagaron 250 mil pesos la entrada para escuchar la verba poética presidencial. Y lo aplaudieron con entusiasmo. El espectáculo no resultó edificante. Se supone que es la clase dirigente argentina y en ese cuadro revelaron el enanismo cultural y la voracidad de corto plazo que la caracteriza.
 
Milei destacó en una hora y media los logros fantásticos de su gobierno, dijo que sacó a diez millones de personas de la pobreza y que hace once meses que el salario real no para de subir. Cualquiera puede verificar en su vida personal la mentira de estas afirmaciones, al igual que las demás cifras que revolea. 
 

 
Se mostró eufórico porque dijo que se terminaba la etapa de la estabilización y, en realidad, lo que estaba celebrando era el costoso auxilio de 20 mil millones que consiguió del Fondo Monetario, después de una negociación desesperada.
 
Varios de los empresarios que aplaudieron fueron afectados por la caída del consumo y la recesión, pero festejaron a rabiar los insultos y los falsos éxitos porque en el fondo esperan la destrucción de la protección laboral a los trabajadores y la quita de impuestos, aunque eso signifique la destrucción de las ciencias, la salud y la educación pública, de las que se han favorecido históricamente.
 
También es probable que los empresarios argentinos se sientan identificados con Milei, en la crueldad de ese discurso tan limitado. Esta burguesía retrógrada, producto de la decadencia del mundo occidental, es un dato que deberá tener en cuenta el gobierno que suceda a los libertarios.
 
En contraste con la hora y media que le dedicó a los empresarios, ante los que incluso se permitió algunos pasajes íntimos, como cuando relató sus visitas a sus hijos de cuatro patas, su estadía en Lugano para respaldar la candidatura de su vocero Adorni, fue apurada y fría, como si fuera obligado.
 
Los medios oficialistas titularon como si se hubiera realizado una "recorrida" por el barrio y mostraron imágenes con tomas muy cortas que daban la impresión de mucha asistencia.
 
No hubo recorrida y cuando se ampliaba la imagen quedaba en evidencia la mínima convocatoria del acto. Algunos dicen mil, otros dicen 300 personas. Y se escucharon las puteadas de algunos vecinos a lo lejos. De lo que estaba lleno era de custodios, incluyendo francotiradores en las terrazas vecinas.
 
En las presidenciales ganó Sergio Massa en ese distrito. La presencia de Milei en Lugano era una forma de atraer gente y lo que pasó fue que lo expusieron a un fracaso de convocatoria en el primer acto público de su pollo en la ciudad de Buenos Aires. El acto no duró más de diez minutos, un papelón en el que Milei atinó a decir que iba a poner el último clavo en el cajón del kirchnerismo.
 
El martes se había realizado el debate entre los candidatos a legisladores por la ciudad de Buenos Aires. Ante una elección importante, un debate intrascendente. Y como se emitió por el canal de la ciudad, no lo vio casi nadie. Casi todos los candidatos, menos Leandro Santoro del frente "Ahora Buenos Aires" y María Eva Koutsovitis, del frente Confluencia, trataron de nacionalizar el debate con un antikirchnerismo superficial: "guarda que viene el cuco".
 
Los motivos de esa intención pueden ser varios. Puede ser que la gestión sea difícil de defender, como le sucedió a la macrista Silvia Lospennato. O que el candidato no tenga la menor idea de los problemas de la ciudad, como fue el caso de Adorni, que -según versiones periodísticas- cuando le dijeron que iba a hacer un acto en Lugano, preguntó por qué lo llevaban al conurbano. Si es cierta o no esa versión, lo real es que no demostró conocer CABA.
 
Fuera de los dos candidatos mencionados, hubo pocas propuestas concretas para la ciudad. Es lógico que surja la problemática nacional, pero los legisladores porteños trabajarán sobre la realidad local. A pesar del poco interés y la poca expectativa que transmite la población porteña, esta elección será la primera y proyectará un clima sobre las que siguen hasta octubre.
 
Este país y el planeta están en un momento impredecible, lo demuestran las encuestas para todos los gustos.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página 12
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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