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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 23-04-2025 / 10:04
UNA VERDAD INCÓMODA PARA LOS LIBERTARIOS

¿Por qué el Loco Milei y los anarco capitalistas odiaban al Papa Francisco?

¿Por qué el Loco Milei y los anarco capitalistas odiaban al Papa Francisco?
La muerte del Papa Francisco no solo conmueve al mundo católico, sino que también desnuda una batalla oculta: la que libró hasta sus últimos días contra la ultra derecha internacional, Donald Trump, Jair Bolsonaro, el Opus Dei y sus aliados políticos, entre ellos, el núcleo duro libertario que hoy gobierna Argentina. El alivio que hoy respiran los sectores más conservadores de la Iglesia y ciertos círculos de poder no es por simple antipatía, sino porque Bergoglio fue el único pontífice que les hizo frente. A lo largo de su papado, Francisco cuestionó al capitalismo salvaje y, en especial, al mundo financiero global usurario por ser inmoral e injusto. El mismo que el Loco Milei defiende.
La muerte del Papa Francisco no solo conmueve al mundo católico, sino que también desnuda una batalla oculta: la que libró hasta sus últimos días contra la ultra derecha internacional, Donald Trump, Jair Bolsonaro, el Opus Dei y sus aliados políticos, entre ellos, el núcleo duro libertario que hoy gobierna Argentina. El alivio que hoy respiran los sectores más conservadores de la Iglesia y ciertos círculos de poder no es por simple antipatía, sino porque Bergoglio fue el único pontífice que les hizo frente. A lo largo de su papado, Francisco cuestionó al capitalismo salvaje y, en especial, al mundo financiero global usurario por ser inmoral e injusto. El mismo que el Loco Milei defiende. 
 
Francisco les arrebató lo que más valoraban: privilegios, autonomía y poder. En 2022, reformó los estatutos del Opus Dei, eliminando su estatus de "prelatura personal" -una suerte de gobierno paralelo dentro de la Iglesia- y obligándolos a someterse al control directo del Vaticano. Les exigió transparencia financiera, el fin de estructuras feudales (como la servidumbre de mujeres laicas) y la erradicación de prácticas aberrantes, como el espionaje espiritual: informes basados en confesiones sacramentales que luego se usaban con fines políticos y económicos.
 
La resistencia fue feroz. Según fuentes vaticanas, el Opus Dei presentó dos reformas estatutarias "tibias", y Francisco las rechazó de plano. Ahora, con su muerte, la organización conservadora tiene vía libre para retroceder en los cambios y recuperar terreno perdido. Aquí entra en juego otro actor: el núcleo ideológico del gobierno de Milei. Alberto Benegas Lynch (padre), referente clave de su espacio, no ocultó su odio: exigió suspender relaciones con el Vaticano mientras allí "prime el espíritu totalitario de la Teología de la Liberación".
 
La conexión no es casual. El Opus Dei fue el brazo derecho de Juan Pablo II en su cruzada global contra el comunismo, apoyando regímenes dictatoriales en América Latina y combatiendo toda expresión de izquierda dentro y fuera de la Iglesia. Francisco, en cambio, fue su némesis: denunció la "economía que mata", defendió a los migrantes y desmanteló redes de influencia eclesiástica que operaban como un Estado dentro del Estado.
 
Para los libertarios argentinos, Francisco era un "populista" que cuestionaba el libre mercado y hablaba de "justicia social", un concepto que choca con su ultra individualismo radical. Por otro lado, los conservadores y sus aliados perdieron influencia en el Vaticano. Francisco purgó a cardenales ultraconservadores y les cortó el flujo de dinero opaco.
 
La derecha católica nunca perdonó que un papa latinoamericano rehabilitara a figuras como Leonardo Boff o Gustavo Gutiérrez, a quienes ven como "comunistas infiltrados". Con Francisco muerto, los conservadores y sus aliados apurarán su contraofensiva. Buscarán un nuevo papa más afín -quizás un europeo conservador- y presionarán para revertir sus reformas. En Argentina, Milei, que se cansó de insultar y maldecir al Papa, ya no tendrá que lidiar con un líder global que cuestionaba su nefasto modelo neoliberal.
 
Pero hay una ironía histórica: el Papa que el desquiciado Milei y sus huestes libertarianas despreciaban era el más popular del mundo. Y su legado -una Iglesia cercana a los pobres y lejos del poder- será difícil de borrar. Mientras el gran poder económico internacional y la oligarquía nativa celebran en silencio, millones de fieles lloran al único pontífice que resolvió enfrentarlos. El último acto de esta guerra, recién comienza.
 
La Opinión Popular
 

 
CAPITALISMO E INEQUIDAD
 
La doctrina económica del papa Francisco
 
El papa Francisco reiteró en su papado que, así como el mandamiento de "no matar" pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, también se tiene que decir "no a una economía de la exclusión". Criticó la teoría del derrame y advirtió que no se puede confiar en la mano invisible del mercado.
 
El papa Francisco y su compromiso con los excluidos del sistema. Uno de sus primeros gestos disruptivos de su papado: lava los pies a presos en Jueves Santo, una tradición que remonta a la Última Cena de Jesús con sus apóstoles.
 
Varias son las facetas que identifican el ciclo del papado de Francisco, una de ellas, que ha sobresalido, es la observación crítica del funcionamiento del capitalismo global. La Doctrina Social de la Iglesia abarca aspectos sociales, políticos, económicos, familiares y culturales. En este marco conceptual, el papa Francisco enfatizó, en exhortaciones apostólicas, encíclicas, declaraciones y discursos públicos, la cuestión económica.
 
A lo largo de su papado, cuestionó al capitalismo y, en especial, al mundo financiero global por ser inmoral e injusto. En estos años, el Vaticano ha sido sede de seminarios, organizados por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, en donde se ha debatido y cuestionado, en duros términos, el papel de la deuda como instrumento de dominación de países.
 
El papa Francisco ha denunciado que las deudas externas de países vulnerables se inscriben en la tensión acerca del abuso del capitalismo financiero globalizado sobre el Estado-Nación.
 
Otros papas se han ocupado de las miserias y desigualdad del capitalismo. Lo hicieron con un mensaje eclesiástico basado en una posición moral. Francisco avanzó desde esta instancia, incorporando observaciones críticas acerca de su funcionamiento, al identificar los principales actores beneficiarios de un sistema injusto.
 
 
Los primeros cuatro No de Francisco
  
El puntapié inicial fue la exhortación apostólica Evangelli Gaudium, del 24 de noviembre del 2013, apenas nueve meses desde el comienzo de su papado, que luego se complementaron con tres encíclicas, entre las que se destaca Laudato sí.
 
El capítulo dedicado a la cuestión económica, de la primera de las nueve exhortaciones apostólicas de Francisco, define su posición sin ambigüedades:
 
1. No a una economía de la exclusión.
2. No a la nueva idolatría del dinero.
3. No a un dinero que gobierna en lugar de servir.
4. No a la inequidad que genera violencia.
 
Las encíclicas y las exhortaciones son documentos de enseñanza doctrinal y constituyen el legado de los papas en su reinado. Resulta ilustrativo exponer los principales conceptos económicos expuestos en la Evangelii Gaudium porque ofrece un atractivo contrapunto a este período de dominio de políticas económicas de derecha.
 
 
Cuestionamiento a la teoría del derrame
 
El papa Francisco escribió que, así como el mandamiento de "no matar" pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, también se tiene que decir "no a una economía de la exclusión y la inequidad". Afirmó que "esta economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la Bolsa. Eso es exclusión".
 
Denunció que no se puede tolerar que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre, para señalar que "eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida".
 
Advirtió que se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Describió la cultura del "descarte" que se promueve, ya que no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: "con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera".
 
El papa Francisco sentenció que "los excluidos no son "explotados" sino desechos, "sobrantes". Luego cuestionó a quienes todavía defienden las teorías del "derrame", que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo.
 
"Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia", afirmó.
 
 
El fetichismo del dinero y el becerro de oro
  
La Evangelii Gaudium definió que las crisis financieras hacen olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: "¡la negación de la primacía del ser humano! Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano".
 
Ilustra que la crisis mundial, que afecta a las finanzas y a la economía, pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica, que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo.
 
"Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas", sentencia.
 
 
Endeudamiento, consumismo y corrupción
  
Indica, además, que la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real.
 
A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales. Apunta que, en este sistema que tiende a fagocitar todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta.
 
Los mecanismos de la economía actual promueven una exacerbación del consumo, pero resulta que el consumismo desenfrenado, unido a la inequidad, es doblemente dañino para el tejido social. Así, la inequidad genera, tarde o temprano, una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás.
 
"Sólo sirven para pretender engañar a los que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos. Algunos simplemente se regodean culpando a los pobres y a los países pobres de sus propios males, con indebidas generalizaciones, y pretenden encontrar la solución en una "educación" que los tranquilice y los convierta en seres domesticados e inofensivos", explica.
 
Para destacar que "esto se vuelve todavía más irritante si los excluidos ven crecer ese cáncer social que es la corrupción profundamente arraigada en muchos países -en sus gobiernos, empresarios e instituciones- cualquiera que sea la ideología política de los gobernantes".
 
"La inequidad es la raíz de los males sociales", escribió el papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelli Gaudium, del 24 de noviembre del 2013, puntapié inicial de la construcción de la doctrina económica de su papado.
 
 
La causas estructurales de la inequidad
 
La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados y de ordenar a la sociedad, sino para sanar de una enfermedad que la vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nuevas crisis.
 
Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y, en definitiva, ningún problema. La inequidad es la raíz de los males sociales.
 
"Ya no se puede confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado", definió el papa Francisco.
 
El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo.
 
Para concluir que "estoy lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando así nuevos excluidos".
 
El papa Francisco escribió la exhortación apostólica Evangelli Gaudium hace doce años y tiene una actualidad notable cuando se observa el devenir del capitalismo global y, a la vez, es una descripción crítica precisa de la orientación y consecuencias de la política económica del gobierno de Javier Milei.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuentes: El Destape y Agencia Nova
 

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29-12-2025 / 09:12
La metodología del Indec para algunos indicadores centrales de la economía y la sociedad vienen recibiendo cuestionamientos debido a la distancia que existe entre las mediciones y lo que ocurre en la realidad.
 
Un informe de Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó en detalle las distintas controversias en torno a las estimaciones del organismo de medición oficial y encontró claras inconsistencias en las cifras sobre salarios -que impactan en el cálculo de la pobreza-, en las de pobreza e inflación -por la sub ponderación de indicadores claves- y en la estimación de la actividad económica -con la que evitaron titulares sobre el ingreso de la economía en recesión-.
 
Las modificaciones en las formas de calcular, para que los datos se adapten a la narrativa del gobierno de Javier "el Loco Milei, no solo agregan descrédito a las estadísticas oficiales e imposibilidad de realizar comparaciones certeras con años previos, sino que subestiman problemáticas graves a las que el Estado debería ubicar en el eje de sus políticas.
 
El reporte reveló que entre la asunción de Milei en el Ejecutivo y mayo de 2025, el salario del empleo no registrado publicado por Indec registra un aumento real acumulado de 27,2 por ciento, "mostrando un desacople significativo respecto del resto de los asalariados".
 
El dato tiene como base a la EPH, que por cambios metodológicos introducidos desde fines de 2023 "comenzó a captar con mayor precisión ingresos no laborales previamente subregistrados (Tarjeta Alimentar, pensiones no contributivas, Progresar y otros programas)".
 
El problema, de acuerdo con CEPA, es que el instituto no explicó el impacto de estas modificaciones sobre la comparabilidad histórica de la serie. "Esta mejora en la captación de ingresos afecta no sólo la medición del salario no registrado, sino también la estimación de la pobreza y la comparación con otros indicadores salariales, como el salario registrado del SIPA", remarcó el documento.
 
Sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), la dificultad está relacionada con el uso de una canasta de consumo y una estructura de ponderadores que no resultan representativas de los patrones de consumo actuales de los hogares. Por ejemplo, no pondera de forma adecuada los fuertes aumentos tarifarios, de alquileres y de combustibles.
 
"Así, entre noviembre de 2023 y noviembre de 2025, la inflación acumulada sería de 288,2 por ciento con ponderadores actualizados, frente al 249,5 por ciento resultante de la metodología vigente, una brecha cuya relevancia ha sido señalada incluso por el FMI", sostiene CEPA.
 
La medición de la pobreza es otro de los indicadores que quedó en el centro de las críticas. Por un lado, la Canasta Básica Total (CBT) se construye a partir de una relación gasto alimentario-no alimentario que subestima el peso actual de los servicios y el transporte, explica el reporte.
 
"En la última medición, la CBA representa el 45 por ciento de la CBT, un valor significativamente superior al observado en encuestas previas de gastos de los hogares", afirma CEPA. El impacto en el número final contiene entonces la subestimación del componente no alimentario "en un contexto de fuertes aumentos tarifarios".
 

28-12-2025 / 12:12
Las ventas en rubros estratégicos de Alimentos caen hasta 20% interanual, y aun así las fábricas avisaron aumentos mayores al 5% desde el 1 de enero. El diagnóstico de la UIA da balance en rojo de Los 4 grandes. Deberá el presidente Javier "el Loco" Milei quemar en la hoguera de los balances de fin de año una de sus teorías predilectas sobre uno de los fenómenos que creyó tener bajo control, pero que se le está desmadrando.
 
Apasionado por la idea del poco iluminado economista austríaco Carl Menger, el mandatario aplicó uno de sus principios para -a lo largo de estos dos años- afirmar que los precios se establecen en relación no a los costos de producción y otros factores, sino a la cantidad de dinero que los consumidores estén dispuestos a convalidar como precio de ese bien.
 
Pero los hechos muestran que pasó exactamente lo contrario: hace varios meses, y sobre todo con mayor intensidad desde el triunfo electoral libertario el 26 de octubre, las grandes empresas del sector alimentos decidieron subir los precios, aún en un contexto de consumo masivo desplomado.
 
Es decir, eligieron regular su pérdida aumentando el precio del producto, sin importar lo que los consumidores creen, convalidan o rechazan sobre esos precios. Y esto pegó de lleno en las mediciones de inflación del INDEC, que siguen centradas más en Bienes que en Servicios, a pesar del cambio de composición en el gasto de los hogares.
 
Así, Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se garantizaron la permanencia en el escenario que todos los gobiernos intentan esquivar: la estanflación, es decir, estancamiento de la actividad con inflación al alza.
 
Desde octubre, de hecho, no hubo ni una sola semana con precios de alimentos estables, y las últimas cuatro semanas del mes acumulan un alza de al menos 2,5 por ciento en un rubro clave como es el consumo de bienes básicos.
 
PáginaI12 accedió en las últimas horas a listados con aumentos de precios de hasta 6 por ciento a aplicarse desde el 1° de enero en diferentes rubros. "No hay explicación alguna", admiten los comerciantes que recibieron las alzas, pero aseguran que las empresas de alimentos nucleadas en la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) precisan que no hay otra forma de amortiguar que la crisis que venden por precios lo que no sale de góndola por cantidades.
 
Hay un pelotón de firmas, entre las que están los gigantes Procter & Gamble, SC Johnson y Unilever, que ya avisaron que desde el 1° de enero aumentan un 5 por ciento toda su línea de productos. Un poco más abajo, aparecen lácteas como La Serenísima, que pasaron listas con aumentos del 2,5 para enero. Esto último es curioso, dado que la mayoría de las empresas, a diferencia de lo que ve el Gobierno, estiman que la inflación será mayor, no menor, en los meses siguientes.
 
En ese grupo de las que pasaron aumentos cercanos al 3 por ciento también aparecen Coca Cola y Pepsi, y varias de las empresas que producen cerveza, que hace al menos tres meses no suben de precio y tienen ventas derrumbadas, aún en los calores, temporada alta de su negocio.
 
Lo curioso es que, a muchas de estas firmas, hace cerca de dos semanas, los supermercados y comercios ya les rechazaron listas de aumentos por no querer aplicarlos. El Gobierno, que se jacta de ser el más liberal del mundo, les ruega a los comerciantes que no acepten aumentos, sino el desborde sería mayor.
 

27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
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24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
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