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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 23-04-2025 / 10:04
UNA VERDAD INCÓMODA PARA LOS LIBERTARIOS

¿Por qué el Loco Milei y los anarco capitalistas odiaban al Papa Francisco?

¿Por qué el Loco Milei y los anarco capitalistas odiaban al Papa Francisco?
La muerte del Papa Francisco no solo conmueve al mundo católico, sino que también desnuda una batalla oculta: la que libró hasta sus últimos días contra la ultra derecha internacional, Donald Trump, Jair Bolsonaro, el Opus Dei y sus aliados políticos, entre ellos, el núcleo duro libertario que hoy gobierna Argentina. El alivio que hoy respiran los sectores más conservadores de la Iglesia y ciertos círculos de poder no es por simple antipatía, sino porque Bergoglio fue el único pontífice que les hizo frente. A lo largo de su papado, Francisco cuestionó al capitalismo salvaje y, en especial, al mundo financiero global usurario por ser inmoral e injusto. El mismo que el Loco Milei defiende.
La muerte del Papa Francisco no solo conmueve al mundo católico, sino que también desnuda una batalla oculta: la que libró hasta sus últimos días contra la ultra derecha internacional, Donald Trump, Jair Bolsonaro, el Opus Dei y sus aliados políticos, entre ellos, el núcleo duro libertario que hoy gobierna Argentina. El alivio que hoy respiran los sectores más conservadores de la Iglesia y ciertos círculos de poder no es por simple antipatía, sino porque Bergoglio fue el único pontífice que les hizo frente. A lo largo de su papado, Francisco cuestionó al capitalismo salvaje y, en especial, al mundo financiero global usurario por ser inmoral e injusto. El mismo que el Loco Milei defiende. 
 
Francisco les arrebató lo que más valoraban: privilegios, autonomía y poder. En 2022, reformó los estatutos del Opus Dei, eliminando su estatus de "prelatura personal" -una suerte de gobierno paralelo dentro de la Iglesia- y obligándolos a someterse al control directo del Vaticano. Les exigió transparencia financiera, el fin de estructuras feudales (como la servidumbre de mujeres laicas) y la erradicación de prácticas aberrantes, como el espionaje espiritual: informes basados en confesiones sacramentales que luego se usaban con fines políticos y económicos.
 
La resistencia fue feroz. Según fuentes vaticanas, el Opus Dei presentó dos reformas estatutarias "tibias", y Francisco las rechazó de plano. Ahora, con su muerte, la organización conservadora tiene vía libre para retroceder en los cambios y recuperar terreno perdido. Aquí entra en juego otro actor: el núcleo ideológico del gobierno de Milei. Alberto Benegas Lynch (padre), referente clave de su espacio, no ocultó su odio: exigió suspender relaciones con el Vaticano mientras allí "prime el espíritu totalitario de la Teología de la Liberación".
 
La conexión no es casual. El Opus Dei fue el brazo derecho de Juan Pablo II en su cruzada global contra el comunismo, apoyando regímenes dictatoriales en América Latina y combatiendo toda expresión de izquierda dentro y fuera de la Iglesia. Francisco, en cambio, fue su némesis: denunció la "economía que mata", defendió a los migrantes y desmanteló redes de influencia eclesiástica que operaban como un Estado dentro del Estado.
 
Para los libertarios argentinos, Francisco era un "populista" que cuestionaba el libre mercado y hablaba de "justicia social", un concepto que choca con su ultra individualismo radical. Por otro lado, los conservadores y sus aliados perdieron influencia en el Vaticano. Francisco purgó a cardenales ultraconservadores y les cortó el flujo de dinero opaco.
 
La derecha católica nunca perdonó que un papa latinoamericano rehabilitara a figuras como Leonardo Boff o Gustavo Gutiérrez, a quienes ven como "comunistas infiltrados". Con Francisco muerto, los conservadores y sus aliados apurarán su contraofensiva. Buscarán un nuevo papa más afín -quizás un europeo conservador- y presionarán para revertir sus reformas. En Argentina, Milei, que se cansó de insultar y maldecir al Papa, ya no tendrá que lidiar con un líder global que cuestionaba su nefasto modelo neoliberal.
 
Pero hay una ironía histórica: el Papa que el desquiciado Milei y sus huestes libertarianas despreciaban era el más popular del mundo. Y su legado -una Iglesia cercana a los pobres y lejos del poder- será difícil de borrar. Mientras el gran poder económico internacional y la oligarquía nativa celebran en silencio, millones de fieles lloran al único pontífice que resolvió enfrentarlos. El último acto de esta guerra, recién comienza.
 
La Opinión Popular
 

 
CAPITALISMO E INEQUIDAD
 
La doctrina económica del papa Francisco
 
El papa Francisco reiteró en su papado que, así como el mandamiento de "no matar" pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, también se tiene que decir "no a una economía de la exclusión". Criticó la teoría del derrame y advirtió que no se puede confiar en la mano invisible del mercado.
 
El papa Francisco y su compromiso con los excluidos del sistema. Uno de sus primeros gestos disruptivos de su papado: lava los pies a presos en Jueves Santo, una tradición que remonta a la Última Cena de Jesús con sus apóstoles.
 
Varias son las facetas que identifican el ciclo del papado de Francisco, una de ellas, que ha sobresalido, es la observación crítica del funcionamiento del capitalismo global. La Doctrina Social de la Iglesia abarca aspectos sociales, políticos, económicos, familiares y culturales. En este marco conceptual, el papa Francisco enfatizó, en exhortaciones apostólicas, encíclicas, declaraciones y discursos públicos, la cuestión económica.
 
A lo largo de su papado, cuestionó al capitalismo y, en especial, al mundo financiero global por ser inmoral e injusto. En estos años, el Vaticano ha sido sede de seminarios, organizados por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, en donde se ha debatido y cuestionado, en duros términos, el papel de la deuda como instrumento de dominación de países.
 
El papa Francisco ha denunciado que las deudas externas de países vulnerables se inscriben en la tensión acerca del abuso del capitalismo financiero globalizado sobre el Estado-Nación.
 
Otros papas se han ocupado de las miserias y desigualdad del capitalismo. Lo hicieron con un mensaje eclesiástico basado en una posición moral. Francisco avanzó desde esta instancia, incorporando observaciones críticas acerca de su funcionamiento, al identificar los principales actores beneficiarios de un sistema injusto.
 
 
Los primeros cuatro No de Francisco
  
El puntapié inicial fue la exhortación apostólica Evangelli Gaudium, del 24 de noviembre del 2013, apenas nueve meses desde el comienzo de su papado, que luego se complementaron con tres encíclicas, entre las que se destaca Laudato sí.
 
El capítulo dedicado a la cuestión económica, de la primera de las nueve exhortaciones apostólicas de Francisco, define su posición sin ambigüedades:
 
1. No a una economía de la exclusión.
2. No a la nueva idolatría del dinero.
3. No a un dinero que gobierna en lugar de servir.
4. No a la inequidad que genera violencia.
 
Las encíclicas y las exhortaciones son documentos de enseñanza doctrinal y constituyen el legado de los papas en su reinado. Resulta ilustrativo exponer los principales conceptos económicos expuestos en la Evangelii Gaudium porque ofrece un atractivo contrapunto a este período de dominio de políticas económicas de derecha.
 
 
Cuestionamiento a la teoría del derrame
 
El papa Francisco escribió que, así como el mandamiento de "no matar" pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, también se tiene que decir "no a una economía de la exclusión y la inequidad". Afirmó que "esta economía mata. No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la Bolsa. Eso es exclusión".
 
Denunció que no se puede tolerar que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre, para señalar que "eso es inequidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizontes, sin salida".
 
Advirtió que se considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar. Describió la cultura del "descarte" que se promueve, ya que no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y de la opresión, sino de algo nuevo: "con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia, o sin poder, sino que se está fuera".
 
El papa Francisco sentenció que "los excluidos no son "explotados" sino desechos, "sobrantes". Luego cuestionó a quienes todavía defienden las teorías del "derrame", que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo.
 
"Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante. Mientras tanto, los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia", afirmó.
 
 
El fetichismo del dinero y el becerro de oro
  
La Evangelii Gaudium definió que las crisis financieras hacen olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: "¡la negación de la primacía del ser humano! Hemos creado nuevos ídolos. La adoración del antiguo becerro de oro ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano".
 
Ilustra que la crisis mundial, que afecta a las finanzas y a la economía, pone de manifiesto sus desequilibrios y, sobre todo, la grave carencia de su orientación antropológica, que reduce al ser humano a una sola de sus necesidades: el consumo.
 
"Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común. Se instaura una nueva tiranía invisible, a veces virtual, que impone, de forma unilateral e implacable, sus leyes y sus reglas", sentencia.
 
 
Endeudamiento, consumismo y corrupción
  
Indica, además, que la deuda y sus intereses alejan a los países de las posibilidades viables de su economía y a los ciudadanos de su poder adquisitivo real.
 
A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales. Apunta que, en este sistema que tiende a fagocitar todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta.
 
Los mecanismos de la economía actual promueven una exacerbación del consumo, pero resulta que el consumismo desenfrenado, unido a la inequidad, es doblemente dañino para el tejido social. Así, la inequidad genera, tarde o temprano, una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás.
 
"Sólo sirven para pretender engañar a los que reclaman mayor seguridad, como si hoy no supiéramos que las armas y la represión violenta, más que aportar soluciones, crean nuevos y peores conflictos. Algunos simplemente se regodean culpando a los pobres y a los países pobres de sus propios males, con indebidas generalizaciones, y pretenden encontrar la solución en una "educación" que los tranquilice y los convierta en seres domesticados e inofensivos", explica.
 
Para destacar que "esto se vuelve todavía más irritante si los excluidos ven crecer ese cáncer social que es la corrupción profundamente arraigada en muchos países -en sus gobiernos, empresarios e instituciones- cualquiera que sea la ideología política de los gobernantes".
 
"La inequidad es la raíz de los males sociales", escribió el papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelli Gaudium, del 24 de noviembre del 2013, puntapié inicial de la construcción de la doctrina económica de su papado.
 
 
La causas estructurales de la inequidad
 
La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados y de ordenar a la sociedad, sino para sanar de una enfermedad que la vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nuevas crisis.
 
Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y, en definitiva, ningún problema. La inequidad es la raíz de los males sociales.
 
"Ya no se puede confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado", definió el papa Francisco.
 
El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo.
 
Para concluir que "estoy lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando así nuevos excluidos".
 
El papa Francisco escribió la exhortación apostólica Evangelli Gaudium hace doce años y tiene una actualidad notable cuando se observa el devenir del capitalismo global y, a la vez, es una descripción crítica precisa de la orientación y consecuencias de la política económica del gobierno de Javier Milei.
 
Por Alfredo Zaiat
 
Fuentes: El Destape y Agencia Nova
 

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17-11-2025 / 10:11
16-11-2025 / 09:11
El fiscal Franco Picardi estableció que buena parte de los sobreprecios y coimas con remedios para discapacitados era manejada por hombres de Mauricio Macri. En base a escritos secuestrados, se llamó a indagatoria al íntimo de Javier Milei, Diego Spagnuolo, y se ordenó la detención del principal macrista. Pablo Atchahabian, un exfuncionario de Cambiemos, ordenaba desde afuera fraccionar pagos a las droguerías y hasta los despidos en la propia agencia. En los chats se habla de que "podemos sacar entre 1.600 y 1.700 palos". El rol de los Menem y la ruta del blanqueo que llega hasta José Luis Espert.
 
Cómo era el mecanismo utilizado, el lavado de dinero y los pasos que conducen a los Menem y la Casa Rosada. El fiscal Franco Picardi detalla en la acusación por las multimillonarias irregularidades en Discapacidad que buena parte de las maniobras las realizaron exfuncionarios del gobierno de Macri. Desde afuera de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) manejaban Andis.
 
Por ejemplo, se encontró un escrito en el que Pablo Atchahabian -exdirector Nacional de Acceso a la Salud durante el gobierno del PRO- ordenó fraccionar los pagos a una droguería y directamente no pagarles a otras seis "por no cumplir con lo acordado" o por ser "bocón". Es decir, no pagar las coimas, no intervenir en los sobreprecios y hablar de la trama de corrupción. La referencia seguramente es al 3 por ciento para Karina Milei y a la intervención de los primos Menem.
 
En ese terreno, el fiscal prepara otra resolución, que incluye las maniobras de la Droguería Suizo Argentina. El mismo exfuncionario macrista ordenó reducir personal (27 personas) despidiendo "rápido y sin piedad", según sus palabras. Otros exMacri accedían al sistema con usuarios y contraseñas truchas y resolvían a quién se compraba y a quién no. En los chats se habla de que "podemos sacar entre 1.600 y 1.700 palos" y de que se llevaron "90.000 dólares".
 
La plata sucia se blanqueaba por dos caminos: a través de criptomonedas mediante la aplicación Neblockshain y comprándole horas de vuelo a una empresa de aviones privados, Baires Fly, propiedad de Sergio Mastroprieto, el mismo que presentó al narco Fred Machado a José Luis Espert.
 
Como ejemplo, un medicamento para el cáncer, Keytruda, comprada a laboratorios extranjeros entre 12 y 16 millones de pesos se puede comprar a un laboratorio nacional en 4.5 millones. Bursosumab, 20 mg, se llegó a comprar a 45 millones de pesos, por lo que el fiscal calcula un sobreprecio de 115 por ciento. Debió comprarse en 21 millones.
  
A lo largo de 276 páginas, el fiscal le resume al juez Sebastián Casanello la forma en que no sólo se le robaron millones y millones de dólares al Estado sino también a las propias personas con discapacidad. La clave de la maniobra era que sólo unas pocas droguerías -cuatro o cinco- participaran de las compulsas especiales de precios (así las llamaron) en lo que se conoce como PACBI (prestaciones de alto costo y baja incidencia). Son especialmente medicamentos o elementos médicos que valen millones de pesos, principalmente oncológicos.
 
El juez Casanello, en la resolución que ordena la indagatoria de Diego Spagnuolo y otras 14 personas, transcribe que "las empresas Génesis S.A y Profarma S.A. se repartieron el 93 por ciento de los 30.000 millones de pesos en medicamentos en el marco de licitaciones reducidas. Asimismo, New Farma y Floresta se adjudicaron el 51 por ciento en el rubro implantes cocleares, audífonos e insumos vinculados". Tiembla Karina.
 

15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
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