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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 22-04-2025 / 10:04
NO LES ALCANZA CON AJUSTAR... BAJARON 5 MANGOS EL DÓLAR Y YA PIDEN UNA MEDALLA

El Loco Milei y el Toto Caputo festejan el acuerdo con el FMI que es la demostración total de su fracaso

El Loco Milei y el Toto Caputo festejan el acuerdo con el FMI que es la demostración total de su fracaso
Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo amanecieron con ganas de aplausos. En lugar de anunciar mejoras reales en el bolsillo de la gente, el ministro de Economía prefirió subir a la red social X para sacarse una selfie verbal con el dólar y exigirle disculpas a medio país. Sí, leyó bien: Caputo quiere que los economistas y periodistas que alertaron sobre una devaluación le pidan perdón... porque, según él, no hubo tal cosa.
Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo amanecieron con ganas de aplausos. En lugar de anunciar mejoras reales en el bolsillo de la gente, el ministro de Economía prefirió subir a la red social X para sacarse una selfie verbal con el dólar y exigirle disculpas a medio país. Sí, leyó bien: Caputo quiere que los economistas y periodistas que alertaron sobre una devaluación le pidan perdón... porque, según él, no hubo tal cosa.
 
"Dólar en $1.065, por debajo del oficial previo al cepo", escribió con tono de goleador que grita el empate. Como si con eso alcanzara para calmar la inflación, mejorar los salarios o frenar la recesión. Para el gobierno anarco capitalista, la estabilidad momentánea de la divisa es prueba irrefutable de su genialidad. Para el resto, sigue siendo un número que poco tiene que ver con la realidad de millones de argentinos.
 
En el país de la flotación entre bandas, que están lejos de serlo sólo respecto de la cotización del dólar, el Gobierno libertariano parece haber comenzado "bien", "tranquilo", "firme", "a paso seguro", "con los mandriles domados", su nueva etapa ficcional. ¿Hasta dónde dura una ficción? ¿Hasta que termina la película porque se acepta el código de dejarse llevar por los giros argumentales? ¿O hasta que resulta obvio cuál es la trampa del guion, y entonces cabe esperar el desenlace como una letanía?

Transitoriamente, se festeja el éxito del fracaso. Sucumbió llegar a las elecciones sin tocar al dólar y con una inflación que bajaría al 1 por ciento mensual. Los mandriles tuvieron razón. El tipo de cambio estaba retrasado y aún semeja estarlo, junto con la impresionante pérdida de reservas. El Fondo Monetario le hizo morder al Gobierno el polvo de la derrota. Y hay, en ese aspecto, contradicciones aparentes. Milei festeja que el FMI lo obligó a hacer lo que no quería hacer. 

Es innegable que Washington volvió a proveer un respaldo a priori insólito, violando todo precepto de cuidado frente a un incumplidor serial como la Argentina. El costo es un papelón, no de Estados Unidos o quizás también. Es de Milei y sus econochantas. Juraron no devaluar. Lo hicieron día tras día, y en cada entrevista presidencial con sus mascotas vivas. Y los explosivos que iban a situar en el Banco Central se transformaron en fortalecerlo, convirtiendo una deuda en pesos, intra-estatal, en otra en dólares. Otra más.
 
Cuando hay gobiernos de derecha no se devalúa: se flota. No se declara default: se reperfila. No sube la inflación: disminuye la velocidad en que baja. No aumentan los precios: se corrigen. No suben las tarifas: se sinceran. Y se toman préstamos que no te endeudan.
 
Luego, siendo que el Gobierno mantiene dosis de imagen positiva considerables y que en la semana del levantamiento parcial del cepo no hubo terremoto alguno, ¿hasta dónde ese papelón de su marcha atrás es visto en efecto como tamaña cosa? ¿O más bien es cuestión de que lo ficcional continúa enseñoreándose porque "en algo hay que creer"?
 
La Opinión Popular
 

 
Sinteticemos lo objetivo de toda objetividad.
 
Los individuos, no las personas jurídicas, ahora pueden comprar dólares en el mercado oficial. Quedó habilitado remitir utilidades al exterior, pero sólo las generadas a partir de este año. Se accede más fácil al pago de importaciones. Y se enchufan bonos para la circulación entre stock y empresas vinculadas. Punto, prácticamente.
 
Después se verá si los exportadores no amarrocan y si en agosto, cuando haya terminado la liquidación de la cosecha gruesa, queda un saldo comercial favorable para tirar hasta octubre y acumular reservas. O si empiezan a fumarse antes los dólares frescos del Fondo, que es de lo que el fugador compulsivo Caputo Toto sabe un montón.
 
A tono con el Día de la Marmota, para variar, no hay manera de que estas especulaciones tácticas no vayan a concluir en la tragedia perpetua.
 
Lo será a "largo" plazo porque la apoyatura estadounidense bancará los trapos financieros, so pena de que el experimento argentino vuele por los aires cuando es su punta de lanza en la región. ¿De qué otro modo podría interpretarse la "ayuda" renovada e impactante de los Estados Unidos que, al igual que la inédita visita de Scott Bessent, tiene el objetivo mayor de enmarcar a Argentina en la disputa contra los chinos?
 
O bien, lo será en un período corto-mediano porque, por caso, lo pone en riesgo una escena electoral en que la inflación vuelve a decir lo suyo. Es un ingrediente desafiante para el Gobierno. A los pobres ya no hay mucho más que sacarles. Ergo, como señala Carlos Heller, el botín es o vuelve a ser la clase media, que regula el comando del humor masivo.
 
En un artículo reciente publicado en La Tecl@Eñe, Ricardo Aronskind refuerza las dos percepciones que chocarán en las próximas semanas. O incluso, bastante más allá.
 
Por un lado, ahora "podemos" comprar dólares. La traducción a imaginario sería "lo que siempre quisimos hacer". Por otro, están subiendo los precios, erosionando los ingresos, sin que nuestros salarios puedan alcanzarlos.
 
Agregado a eso, el fracaso anti-inflacionario y el cambiario se dan en el contexto de un año electoral. La derecha libertarista aún está robusta, y la macrista oscila entre ladrarle y acompañarla.
 
Es una gran atracción, para la política opositora, erigirse sobre el proceso inflacionario que el propio mileísmo había colocado como estandarte de la máxima reivindicación posible para las masas.
 
"La paradoja es que hablar sólo de la inflación y desentenderse de los problemas estructurales del país, casi invisibles para la mayoría despolitizada y desinformada, es seguir reforzando los mantras que la derecha ha sabido imponer".
 
La "baja de la inflación", como añade el economista e investigador, sólo significa que los precios fijados por las empresas suban cada vez un poco menos. No importa a qué niveles ya llegaron, ni cómo quedó la capacidad de compra de las personas concretas.
 
Es así que el máximo anhelo argentino sería que la inflación no suba más (todavía), con lo cual se cristaliza una pésima distribución del ingreso.
 
Resulta muy interesante ese concepto paradojal de que detenerse únicamente en lo inflacionario, como zanahoria más a mano del discurso opositor, en verdad asienta a los espejos de colores del oficialismo.
 
Ocurre que no se trata "apenas" de una trampa cazabobos, sino que revela las graves carencias propositivas del conjunto de la oposición y, en particular, de la más combativa. De por sí, hay un elemento que no se presta a polémicas: quienes contienden contra el modelo reinante corren detrás, invariablemente, de todas las acciones y provocaciones que suscitan Los Hermanísimos y Compañía.
 
Puede ser el "Che, Milei", al margen de la certeza de sus apuntes, o casi cualquiera de las críticas que despierta el andar oficial. Nunca están por delante. Siempre a la zaga.
 
Eso lleva a la pregunta de cuánto incide la ausencia de propuestas alternativas en la falta de un liderazgo unificador, por parte de la oposición que se pretende auténtica.
 
Interrogado de otro modo y para reiterar por enésima vez, ¿habría la lucha por momentos desaforada, en torno a quién conduce al peronismo, si estuviera más claro qué es lo que quieren edificar como opción?
 
En ese sentido, y como ejemplo nada menor, el acuerdo impuesto por el FMI debería manifestarse como un parteaguas (para empezar a hablar, porque si mañana, por arte de magia, desapareciera la deuda con el Fondo, los problemas nodales del país seguirían allí, incólumes). Las minorías significativas, que al cabo son las que estipulan el cuerpo central de todo discurso político, inquieren acerca de qué se hará con el atroz endeudamiento externo. No hay ninguna probabilidad seria de formular un programa de gobierno, alterno al vigente, si no se responde -entre otras- a esa incógnita.
 
Hace unas semanas, aquí mismo, se insistió en requerir contestaciones básicas, nada originales, que son necesarias pero ya tan aburridas, o ¿paralizantes?, como el guión de la estabilidad mileísta.
 
Aquello de si se hace un pagadiós con cuál fuerza político-social. Si se convoca a quiénes para qué tipo de acuerdo nacional. Si se ofrece un esquema de pagos atado a cuáles posibilidades reales de generación de divisas, en función de alguna programática de mediano-largo plazo para diversificar exportaciones que no impliquen seguir primarizando la economía. Si se cambia bruscamente en las relaciones externas y se toma nota del mundo multipolar que llegó para quedarse.
 
En toda variante, qué clase de "contrato" social se impone para apechugar sus consecuencias. Quiénes están en condiciones más aptas para ofertarlo y convencer. Y mientras tanto, cuál programa concreto se ejecuta para asistir a los desposeídos eternos y para la producción de un mercado interno capaz de no depender de cabezas dolarizadas.
 
Si no hay quienes tengan esas respuestas, o quienes se animen siquiera a ensayarlas, a llorar a la iglesia cuando arriba un Jamoncito para reproducir, con métodos pornográficos, el mismo escenario de toda la vida. Con sus interrupciones "populistas", que fue cuando los argentinos la pasaron mejor.
 
Como se leyó en un posteo, el odio antiperonista nos sale muy caro.
 
Por Eduardo Aliverti
 
Fuente: Página 12
 

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22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
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18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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