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Nacionales - 20-04-2025 / 07:04
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Dólar libre y cepo al salario: costos de la servidumbre al FMI que Milei y Caputo celebran

Dólar libre y cepo al salario: costos de la servidumbre al FMI que Milei y Caputo celebran
Mientras el gobierno de Javier “el Loco” Milei y su ministro Luis “Toto” Caputo celebran la “salida del cepo” y el ingreso de capitales especulativos, el ancla que sostiene su frágil estabilidad es el deterioro del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones. Con paritarias estranguladas, precios en alza y deudas impagables, la Argentina real se hunde entre changas, recortes y endeudamiento cotidiano.
El gobierno de Javier "el Loco" Milei y su ministro Luis "Toto" Caputo celebran la salida del cepo al dólar mientras aprieta todavía más el cepo a los salarios, que tras la devaluación de la semana pasada se convirtieron en la única ancla que le brinda cierta estabilidad al esquema macroeconómico. Es un escenario en el que todas las opciones son malas para los trabajadores: si los precios suben se vuelven pobres, si no suben es porque ya son pobres.
 
Lo explicó de forma transparente un exasesor de Milei, el economista Fauto Spotorno: "Si no hay más dinero, no se puede pagar todo más caro. Algún precio no se va a poder pagar, entonces no se vende. Por ahí si solamente gastás en alimentos y en medicamentos entonces le das prioridad a los medicamentos y comés menos, qué se yo. Ponele. Y bueno, el de fideos no venderá".
 
Spotorno dijo que se trata de un caso "hiper hipotético". Eso sólo demuestra el desconocimiento de quienes toman y analizan decisiones económicas en este gobierno respecto a la vida de los gobernados. Si salieran a la calle verían que comprar medicinas o comida, pagar los servicios o la prepaga, o recortar gastos para llegar al alquiler son decisiones que deben tomar todos los días los argentinos.
 
Mientras Milei y su ministro de Economía, Caputo, estrangulan las paritarias y esperan que los precios bajen, un fenómeno inusual y para nada seguro, la mitad de los hogares del país tiene que recurrir a ahorros, préstamos o a vender sus pertenencias para llegar a fin de mes, de acuerdo a un estudio del Instituto Argentina Grande de esta semana.
 
Sin embargo la salida del cepo, dicen, fue un éxito porque a) no hubo devaluación y b) la devaluación, que no existió, no se trasladó a precios gracias a que c) el ministro Caputo negoció con los supermercados para que rechacen las nuevas listas de precios con aumentos mientras que d) la inflación sigue siendo en todo momento y lugar un fenómeno estrictamente monetario. Algo no cierra.
 
Algunas precisiones: en primer lugar, cualquier persona que haga compras con cierta frecuencia y fue esta semana a los supermercados encontró aumentos notorios. Luego corresponde precisar que el 70 por ciento del consumo de los argentinos se hace en almacenes de barrio y comercios de cercanía, donde los aumentos fueron aún más pronunciados.
 
Esa tendencia va a profundizarse a medida que siga deteriorándose el trabajo formal, como sucedió hasta ahora durante el mandato de Milei, y la gente tenga que volcarse a changas, emprendedorismo o economía de plataformas para cubrir sus gastos. Sin un sueldo fijo se aleja la compra mensual en supermercados, que es reemplazada por visitas esporádicas al comercio local, cuando hay un mango.
 
En el intento poco sofisticado de tergiversar lo que sucede los voceros del gobierno, incluso los de más alta estatura institucional, terminan reconociendo el diagnóstico que quieren negar. Fue el caso del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en una entrevista que dio para reforzar la idea de que endeudarse en 20 mil millones con el FMI, devaluar y tener un repunte inflacionario era algo digno de festejarse.
 

 
"Los supermercados se plantaron ante los principales productores de alimentos y dijimos (sic) no te acepto estos alimentos con una suba del 12 por ciento, te los llevás o me lo bajás el precio. ¿Por qué dijeron eso? Porque saben que la gente no tiene poder de compra para comprar un 12 por ciento más caro o un 9 por ciento más caro", dijo Francos.
 
De lo que se desprende, por un lado, que sí hubo remarcaciones por el 12 por ciento en las listas de precios de los principales productores de alimentos después del anuncio del acuerdo con el FMI y la salida del cepo. Por el otro, que el gobierno reconoce que a la mayor parte de la sociedad ya no le alcanza el dinero para cubrir sus consumos. Los precios suben, los salarios tienen cepo.
 
Los pesos que faltan en los bolsillos de los trabajadores se usan para alimentar la bicicleta financiera, una herramienta clásica del repertorio de Caputo elevada al rango de política de Estado. Por seis meses, hasta las elecciones, queda abierta la temporada de capitales golondrina. Dólar bajo, tasas altas, fondos frescos, intervención e info privilegiada: una oportunidad de negocios masiva, bro.
 
El "inversionista y emprendedor" Ariel Sbdar, socio de Nicolás Mindlin en Cocos Cap publicó en X: "El que hace una semana apostó al peso, vendió dólar MEP y compró letras largas a tasa fija en pesos... hoy tiene 45% más dólares. Sí, en dólares y en una semana. Después dice que Argentina no da oportunidades...". Si hubiera algún adulto en la sala advertiría que esto no tiene forma de terminar bien.
 
No es la primera vez que se utiliza el carry trade para disimular el déficit de cuenta corriente, engordado en Argentina por el peso de los intereses de la deuda. La diferencia con otras épocas es que lo que antes era algo poco decoroso hoy es objeto de jactancia, lo que antes era contingente ahora es definitivo y lo que antes era una instrumental ahora es estructural. El país de la bicicleta financiera.
 
Resulta llamativo que mientras Donald Trump monta su épica sobre una batalla para reindustrializar Estados Unidos y repatriar puestos de trabajo que se fueron a causa de la financiarización de la economía, Milei, su émulo local, haga exactamente lo contrario: cerrar fábricas y deshacer empleos para que toda la economía gire en torno a encontrar el elusivo equilibrio natural de un montón de números imaginarios.
 
El vicepresidente de Trump, JD Vance, explicaba la guerra comercial que desató la Casa Blanca diciendo que endeudarse con China (los campesinos chinos) para adquirir cosas que se fabrican en China llevaba a depender excesivamente del otro. Es exactamente lo que está haciendo Milei con Estados Unidos cuando les pide dólares y también la apertura de un Tratado de Libre Comercio bilateral.
 
Eso sólo se entiende si asumimos que el presidente ha decidido actuar antes como representante de las autoridades y los intereses de otro país que el mandato constitucional conferido por el voto de los argentinos. Una más en la larga lista de traiciones y perjuicios al pueblo por los que deberá responder cuando pierda el favor de los que hoy lo sostienen y lo dejarán cuando encuentren otro más conveniente.
 
Cuesta asumir semejante destrato a nuestras más altas instituciones por parte de quienes tienen la enorme responsabilidad de conducirlas, por designio popular. Pero es hora de hacerlo. Ya no se trata solamente del riesgo de la destrucción de la democracia o del Estado; lo que está en riesgo ahora es también y sobre todo la propia integridad de la Nación.
 
El monto de la deuda asumida con el Fondo Monetario Internacional a través de dos programas ilegales que no cumplieron las normativas internas del organismo ni de la Argentina, en 2018 y en 2025, funciona en los hechos como un cepo a la soberanía, comprimiendo su propia capacidad fiscal al mismo tiempo que se le imponen metas y condiciones desde el extranjero que poco tienen que ver el desarrollo nacional.
 
La servidumbre por deudas es una de las formas de servidumbre reconocidas por la Organización de Naciones Unidas y se considera la más habitual de las formas de trabajo forzoso o semiesclavo en la actualidad. Se trata de una práctica presente a lo largo de la historia y en todas las latitudes. Hasta obras de ficción, como la novela de Paul Auster "La música del azar", dan cuenta de esa clase particular de opresión.
 
Esa es la clase de cadena que pusieron alrededor del cuello de 47 millones de habitantes de un país que ya no es soberano porque debe mucho más que lo que puede pagar y porque quienes deberían defender sus intereses son los que lo entregaron a cambio de nada. Una que nos reduce al mero papel de vasallos de un imperio en decadencia. Spoiler: es un rol muy poco agradable para vivir.
 
Argentina es mucho más grande que eso y sus ciudadanos merecemos una vida mejor. Eso es lo que nunca van a entender los que odian al país que les tocó gobernar. Para salir de esta pesadilla hay que recordar una lección que aprendimos todos los argentinos cuando éramos chicos: si queremos ver en su trono a la noble igualdad, primero es necesario oír el ruido de rotas cadenas. Yo no hago las reglas.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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15-11-2025 / 09:11
14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
La Opinión Popular

13-11-2025 / 09:11
Se perdieron más de 220.000 puestos de trabajo durante el gobierno cipayo, vende patria y pro oligarca de Javier "el Loco" Milei. Es la caída de empleo registrado privado, público y trabajadoras de casas particulares en agosto en relación a noviembre de 2023. En el mismo período creció el monotributo (+121.740). La precarización laboral avanza. En ese marco, Milei puso nuevamente en agenda la reforma laboral con el falso argumento de crear empleo. En la historia del país ya se demostró que eso no ocurrió, solo avanzó la precarización laboral, con salarios por el piso, que aumentó las ganancias de los empresarios.
 
El impensable y contundente resultado electoral de hace unos domingos atrás agrandó al gobierno anarco capitalista, que pasó a la ofensiva. La punta de lanza de esta ofensiva es la promocionada reforma laboral. ¿Se trata de una modernización equitativa y democrática de las relaciones capital trabajo, o se trata de una regresión a formas de dominio absoluto del capital sobre el trabajo?
 
Aprovechando el envión dado por las urnas, Milei está decidido a cumplir con las imposiciones del FMI. Que el Congreso apruebe el presupuesto 2026 en las sesiones extraordinarias de diciembre y sancione las leyes que impongan las reformas laboral esclavista y la tributaria, también exigidas por el Círculo Rojo, en enero. La previsional quedaría para más adelante.
 
Así como desde el inicio de su gestión creó una suerte de sentido común acerca de las bondades del equilibrio fiscal, que ya nadie en la oposición sistémica discute. Así ha buscado imponer un ambiente favorable a las reformas, particularmente la que tiene que ver en contra de los derechos del trabajo.
 
Los argumentos son por demás conocidos. Modernizar la legislación y sus normativas que estarían obsoletas frente a los nuevos procesos de producción y comercialización, que no se adaptarían a las nuevas tecnologías en continuo cambio, que su rigidez impediría la creación de empleo y por lo tanto obstaculizaría la reducción de la informalidad. Cuando el desempleo en Argentina llegó al 7,9% en el primer trimestre de 2025, según el INDEC. Casi 1,8 millones de personas estuvieron sin trabajo en ese período.
 
No se trata de ninguna modernización, es una regresión a las condiciones laborales del pre peronismo, si se quiere de fines del siglo XIX y principios del XX, que maximizan las ganancias de las empresas sobre la base de rebajar aún más el ingreso de los trabajadores. La experiencia demuestra que este tipo de reformas solo traen más precarización y pérdida de derechos. (Recordar "Ley de Empleo", 1991 y "Ley de Empleo, productividad y equidad", 2000 (Ley Banelco). La creación de empleos formales, que baja la informalidad, no depende de este tipo de normativas sino del crecimiento de la inversión productiva y la expansión de la actividad económica.
 
¿Qué tipo de reforma es necesaria? Una que compense la asimetría entre capital y trabajo, que no incline la cancha más de lo que está. Que por ejemplo reduzca la jornada para crear empleo. Que reconozca la calidad de trabajadores y por lo tanto sus derechos a quiénes se desempeñan en los servicios de plataformas. Que otorgue derechos a quienes trabajan en la Economía Popular. Que reconozca las licencias por paternidad y regule las tareas de cuidados...
 
Las condiciones de vida de los trabajadores no mejorarán con la reforma laboral de Milei, hay que rechazar el proyecto y conquistar trabajo con derecho para todos. No hay nada que negociar. Por el contrario, hay que resistir y luchar contra esta reforma antiobrera y antisindical que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres. 
 
La Opinión Popular
 

12-11-2025 / 11:11
Gobierno libertario solo para la casta de los más ricos. Los "héroes" del Presidente. Marcos Galperín, ferviente defensor de que el Estado no intervenga en la economía, recibe millonarias exenciones impositivas. En un contexto de ajuste fiscal y debates por la reforma tributaria, el Formulario 10-Q presentado por Mercado Libre ante la SEC de Estados Unidos expone una vez más los jugosos beneficios fiscales que el gobierno de Javier Milei le otorga al "unicornio" fundado por Galperín, el hombre más rico de la nación con un patrimonio de 8.300 millones de dólares, según Forbes.
 
La empresa, valorada en más de 106 mil millones de "verdes", reportó ingresos netos de 7.400 millones en el tercer trimestre, un 39 por ciento más que el año anterior, y ganancias de 421 millones de dólares. Sin embargo, detrás de estos números relucientes se esconde un "secreto a voces": exenciones impositivas que superan los 350 millones de dólares en los últimos cinco años.
 
Bajo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, Mercado Libre accedió en los primeros nueve meses de 2025 a beneficios por 50 millones en Ganancias y 17 millones de dólares en aportes previsionales, un 52 por ciento más que en 2024. "Es un subsidio injusto a una multinacional que no lo necesita", critica el Observatorio del Trabajo Informático (OTI), vinculado a la Asociación Gremial de Computación.
 
A Galperín le perdonaron en 2021: US$ 59 millones, en 2022: US$ 81 millones, en 2023: US$ 109 millones, en 2024: US$ 57 millones, en 2025: US$ 67 millones. Total: US$ 373 millones de impuestos le perdonaron a Galperin en cinco años. Pero los sectores populares tienen que pagar el IVA de los fideos sin chistar.
 
Sectores gremiales y la industria financiera coinciden: con su tamaño colosal, Javier Milei abusa del esquema al encuadrar áreas menores bajo un solo CUIT, mientras evade contribuciones que podrían destinarse a pymes o servicios públicos en crisis. Galperín, exiliado fiscal en Uruguay, predica la libre competencia, pero no duda en alzar la voz contra rivales como Temu y Shein, las plataformas chinas que inundan el mercado con productos baratos.
 
En el Foro Abeceb, Juan Martín de la Serna, presidente de la filial argentina de Mercado Libre, exigió "reglas claras" para importaciones, advirtiendo que amenazan el 90 por ciento de ventas de pymes en la plataforma y el empleo local. "Abrir indiscriminadamente da trabajo a chinos, no a argentinos", sentenció.
 
Ironía pura: el defensor del no intervenciónismo estatal ahora pide regulaciones que protejan su imperio. El cruce en X con Miguel Ángel Pichetto lo desnuda todo. El diputado peronista instó a gravar a estas "economías de plataformas" para cuidar la industria nacional.

Galperín replicó con arrogancia: "No estoy preocupado, competimos exitosamente". Pichetto no se quedó atrás: "Mejor empezá a preocuparte, porque te van a pasar por arriba y ya impactan en empleos de distribución".

Mientras, el Gobierno de Milei discute bajar cargas patronales, pero calla sobre estos privilegios elitistas de los más ricos empresarios. Esta disparidad fiscal alimenta el descontento: ¿por qué el gobierno de Milei regala millones a un magnate mientras mientras los salarios deprimidos de jubilados y trabajadores pagan la crisis?

La Opinión Popular


12-11-2025 / 10:11
Las últimas declaraciones del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, acerca de la intervención del gobierno de Donald Trump en favor de Javier Milei para apuntalar el rendimiento electoral de los libertarios abren un nuevo abanico de sospechas y dudas acerca de las condiciones financieras de la operación y los favores prometidos a la potencia del Norte. Es más, fue Bessent quien habló de un swap activado, lo cual implica una operación de deuda de la que nadie en el gobierno argentino aporta un dato.
 
En medio del estruendoso silencio oficial, el secretario Bessent hizo público que Argentina activó el swap para devolverle inmediatamente a Estados Unidos su intervención para rescatar a Milei antes de las elecciones. Toto Caputo igual sigue sin decir palabra sobre los intereses que pagará el país por esa nueva deuda. Bessent confirmó que se activó el swap. Es decir, que Estados Unidos se garantizó una ganancia financiera contra el aumento de la deuda argentina. Ganancias de los yanquis y silencio del gobierno libertario.
 
En medio de la total falta de transparencia en torno a la operación, fuentes del mercado hablan de unos 2 mil millones de dólares por el rescate de octubre, a lo que se sumarían casi 800 millones que se pagaron al FMI en concepto de cancelación de vencimientos de deuda, lo cual acercaría la cifra a la banda de los 2700-3000 millones de dólares.
 
Cuestionado por la prensa norteamericana por el despilfarro de recursos que para muchos votantes de ese país supuso la ayuda a la Argentina, Bessent confirmó que Estados Unidos "hizo dinero" con la operación, es decir que "entró y salió" del mercado cambiario local y sugirió que, de no haber favorecido a Milei, el otro camino era derribar lanchas de narcotraficantes.
 
La operación Trump-Milei deja mucha tela para cortar. Por un lado, expuso como nunca la fragilidad de la economía argentina bajo la conducción libertaria y deja establecida una suerte de amenaza, bastante explícita, acerca de que, si se llegara a dar un cambio de signo político, el apoyo se esfuma y, por lo tanto, se desataría una crisis cambiaria fulminante.
 
En segundo lugar, hay un fuerte componente de opacidad respecto de en qué consiste la operación. ¿Cuáles fueron las condiciones financieras acordadas? ¿y cuáles las no financieras, asociadas a por ejemplo la reducción de la presencia de China en el país, algo que Bessent dijo con todas las letras?
 
El diputado de Unión por la Patria, Carlos Castagneto, lo aclaró: "1) Bessent trajo dólares. 2) Los cambió por pesos con una ¿tasa privilegiada del Gobierno? 3) Esos pesos los volvió a cambiar a dólares (después de las elecciones) que el país había pedido prestados (el swap). Resultado: Bessent no prestó plata, sólo hizo un cambio que nos dejó con más deuda en dólares", y le pidió al ministro Caputo que explique públicamente la operación.
 

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