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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 14-04-2025 / 09:04
EL LIBERTARIANO ENFRENTA HORAS DECISIVAS PARA LA SUERTE DE SU EXPERIMENTO ANARCO CAPITALISTA

De Mauricio Macri a Javier Milei, la historia sin fin: Ajuste fiscal, sobreendeudamiento con el FMI y desregulación desenfrenada

De Mauricio Macri a Javier Milei, la historia sin fin: Ajuste fiscal, sobreendeudamiento con el FMI y desregulación desenfrenada
El acuerdo con el FMI no requiere ningún análisis especializado. Sus dos columnas vertebrales son eternas e inmodificables. Ajuste y más ajuste en cabeza de quienes menos tienen. Y "avanzar" en las tres reformas estructurales: previsional, laboral y tributaria. Más, obvio, los recursos naturales mineros y energéticos. Aquello de que las cosas se cuentan solas.
Javier "el Loco" Milei enfrenta horas probablemente decisivas para la suerte de su experimento a corto y mediano plazo. En el largo, ya se sabe, todo está dicho respecto de modelos como éste. Casi completamente cercados por la agonía de las reservas, Toto Caputo y el ¿insólito? personaje que ejerce de Presidente notificaron todo lo contrario de lo que afirmaban, sin cansancio, hasta el jueves a la noche. Que no devaluarían.
 
Llegar con aire a octubre es el único o mayor sentido de lo anunciado. El plano económico se ratifica como excluyente en las preocupaciones populares. Le sigue, a distancia abismal, el de un escenario en las urnas que, hasta hace pocos meses, el oficialismo imaginaba mucho menos inquietante.
 
Este domingo, sin ir más lejos, se vota en Santa Fe para convencionales constituyentes, junto con las Primarias de cargos comunales y municipales. El alcance es provincial. Pero no, tal vez, su resultado político. Todas las encuestas adelantaron el triunfo considerable del gobernador Maximiliano Pullaro. Eso no significa un comienzo de reconstitución nacional de los radicales, que hace ya demasiado rato perdieron cualquier atisbo de identidad. Sí conllevaría una imagen aplastada de La Hermanísima Karina, en cuyo tarotismo se jugó el armado electoral de los libertaristas.
 
Se suma a ese factor la partición despiadada, en Capital, de lo Milei y lo Macri. En territorio bonaerense es al revés, aunque no con beneplácito de El Calabrés. Nada de cuestiones ideológicas. El capo de lo que queda del Pro calificó como "maravilloso" el acuerdo con el Fondo y la eliminación del cepo. Simplemente, "Mauricio" se entera por los diarios de lo que, mudados del amarillo al violeta, cierran Pucho Ritondo y Diego Santilli.
 
De más estaría reiterar que nada de esto sucedería, en la representatividad electoral del bloque dominante, si tuvieran certeza acerca de cuán fortalecido está el rumbo de la economía. Pueden tenerla en lo básico de cómo beneficiar sus negocios y negociados. No, en cuanto a la capacidad administrativo-política de los genios mileístas.
 
El índice inflacionario de marzo metió otra cuña. Pone en peligro el activo-madre del Gobierno, que es la baja de los precios. Se supondría que, en el bolsillo, nadie se lo cree. Pero si, sobre mojado llovido, las cifras oficiales dan cuenta de un retroceso en esa creación de imaginario, el panorama se complejiza.
 
El acuerdo con el FMI no requiere ningún análisis especializado. Sus dos columnas vertebrales son eternas e inmodificables. Ajuste y más ajuste en cabeza de quienes menos tienen. Y "avanzar" en las tres reformas estructurales: previsional, laboral y tributaria. Más, obvio, los recursos naturales mineros y energéticos. Aquello de que las cosas se cuentan solas.
 

 
Se sugiere la lectura de dos artículos del Cash de este domingo.
 
El de Pablo Tigani, en torno a la brutal similitud del camino emprendido desde diciembre de 2023 con la tragedia del período 2016-2018. Combinación de ajuste fiscal, sobreendeudamiento y desregulación desenfrenada. La historia sin fin.
 
Y el de Andrés Asiain y Fernando del Zorro. Repara en que la entrada de dólares frescos del Fondo es apenas una fracción de lo conseguido por el blanqueo, sin que éste haya servido para evitar que se perdieran 8.500 millones de dólares de las reservas.
 
Este lunes arriba el secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Es todo un gesto de apoyo al Gobierno. Luis Caputo dijo precisamente eso. Que Scott Bessent viaja para reafirmar el respaldo pleno de Washington a "las audaces reformas económicas". El problema de Toto es que sigue invicto: habla, aun con sus empleados mediáticos, y oscurece mucho más que lo que aclara.
 
Nada diferente sucedió tras su alocución del viernes, lagrimeando y agradeciéndole a su mujer y familia como si se tratase de haber ganado un Martín Fierro. Por lo demás, sólo se dedicó a echar culpas sobre el gobierno anterior por una deuda descomunal que contrajo y se fumó él.
 
Ocurre que a Milei, el especialista en crecer con o sin dinero según decía antes de mudarse sin escalas de los paneles televisivos a Presidente, le toca su ortodoxia de planilla Excel en medio de una guerra comercial inédita. Una contienda entre las grandes ligas donde Argentina no cuenta ni por asomo y que, tanto él como sus mandantes, afrontan sin la menor idea creativa ni productiva.
 
Efecto de esa impericia, incurren en contradicciones que no son pragmatismo. Son manotazos de improvisación. Otro Mauricio, Claver Carone, jefe del Departamento de Estado para América Latina, les había prevenido que debían cortar la asistencia financiera china. ¿Y qué tuvo que hacer Jamoncito, quien juró que jamás se sentaría a negociar con esos comunistas perversos? Debió agachar la cabeza y refrescar un tramo activo de los créditos chinos por 5 mil millones de dólares, so pena de provocar un sismo financiero justo cuando ya no para(ba) de hablarse de devaluación.
 
Juan Carlos De Pablo, vocero eterno de los intereses del establishment cualquiera sea la acepción temporal de esa figura y hombre respetado por -además- su relación personal con Milei, se curó en salud y salió a avisar que "si el mundo se va al tacho" es insostenible creer que Argentina no se verá afectada.
 
Que la escena mundial vaya a tener ese destino se relaciona, derecho viejo, con la alta posibilidad de un reseteo geopolítico financiero en que el dólar perderá, inevitablemente aunque no se sepa en qué plazo, su carácter de reserva de valor. Los países centrales, y las economías ya no emergentes sino consolidadas, van por el oro, la plata y las monedas de transacción alternativas. En semejante escena, los cráneos del salvajismo libertarista alucinan con atarse de pies y manos al alineamiento con Trump. Increíble, si no fuera por ser quienes son. De nuevo: brutos, encima de brutales.
 
El aspecto principal del que todavía se toman, para guardar esperanzas chicas pero conducentes, en la inmediatez y el vértigo, es la ausencia de un frente opositor que se anime a revelarse como tal.
 
Ese cuadro se remozó con la división en el pejotismo bonaerense, que preside la interna global. No tiene mayor sentido seguir dando vueltas alrededor de lo que se presenta como una lucha incompresible. Lo que se disputa es el liderazgo peronista. Y, de modo abarcativo, el liderazgo a futuro del espacio auténticamente opositor.
 
Es fingir demencia que se trata de segmentar o nacionalizar las elecciones de la Provincia, y de la calesita por la integración de las listas. Claro que hay algo o bastante de eso. Mucho, si se quiere. Pero no como pimienta decisoria.
 
Axel Kicillof dio una muestra contundente de rebeldía ante el dictado de la lapicera. Y Cristina apuesta a sus pergaminos históricos para reclamar la conducción.
 
Después, más allá de provocaciones altisonantes a un lado y otro, ambos bajaron un cambio y prefirieron coincidir en que el adversario es Milei.
 
No está claro si ya comenzaron a orejear las cartas para conformar una nómina de unidad. De unión, para ser precisos, porque las relaciones personales están rotas. No se hablan. Hace tiempo.
 
Una opción sería que haya Primarias, que eso sirva para que cada quien vaya por las suyas y luego contar los porotos. Se verá. Por lo pronto, libertaristas y ex cambiemitas irán juntos. Si la respuesta a esa entente es un peronismo dividido, nada menos que en la provincia de Buenos Aires, francamente es complicado no sintetizar que se merecerían la derrota.
 
Por supuesto, estas circunstancias alientan las expectativas violetas. La carencia de ese liderazgo unificado entre las fuerzas oponentes domina al conjunto.
 
Observemos, por caso, lo sucedido con el paro de la CGT.
 
El carnereo de la UTA habilitó que hubiera transporte público, de tal manera que la acción se vio disminuida. El Gobierno y sus comunicadores sacaron pecho, en consecuencia, hablando de una medida pobre por boca de una Comandante Pato que esta(ría) de salida para ser candidata a diputada en octubre. Tan paupérrimo no habrá sido el paro porque, a la par, los loros oficiales mentaron la tremenda pérdida económica que implicó.
 
Como sea, pregunta contrafáctica que tiene una respuesta quizás elemental. ¿Acontecería esa polémica sobre los alcances del paro, y en torno al volumen de la movilización cegetista del miércoles, y acerca de la pusilanimidad de la UTA, y etcétera, si hubiera una dirección firme desde un peronismo que no fuera un aquelarre?
 
En resumen, la incógnita continúa discurriendo por la capacidad, o no, que tengan en las cúpulas del peronismo para armonizar diferencias. Peronismo o como se identificara a la construcción opositora requerida, siendo que el gobernador bonaerense no viene de ese palo y que la sustancia identitaria peronista también entró en crisis.
 
No parece ser momento de perderse en discusiones de peronómetro. Sí, de elaborar una agenda tan antagónica como propositiva. Desde el anuncio del viernes, como si hubiera hecho falta, es más urgente todavía.
 
Por Eduardo Aliverti
 
Fuente: Página 12
 

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21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

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