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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 13-04-2025 / 09:04
PRESENTACIÓN FESTIVA DEL FRACASO

Acuerdo con el FMI: Devaluación cercana al 30%, fin de los subsidios, privatizaciones, reformas estructurales y giro contra China

Acuerdo con el FMI: Devaluación cercana al 30%, fin de los subsidios, privatizaciones, reformas estructurales y giro contra China
El nuevo acuerdo con el FMI marca el verdadero inicio del programa económico exigido por Estados Unidos: una devaluación cercana al 30%, el fin de los subsidios, privatizaciones, reformas estructurales y un giro geopolítico contra China. Tras dos meses de resistencia, Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo cedieron y aceleraron las medidas. El Tesoro norteamericano ya pisa Buenos Aires para garantizar el cumplimiento. Washington pide mucho más que ajuste: quiere influir en el gabinete, quedarse con recursos estratégicos y allanar el camino a una eventual dolarización.
El nuevo acuerdo con el FMI marca el verdadero inicio del programa económico exigido por Estados Unidos: una devaluación cercana al 30%, el fin de los subsidios, privatizaciones, reformas estructurales y un giro geopolítico contra China. Tras dos meses de resistencia, Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo cedieron y aceleraron las medidas. El Tesoro norteamericano ya pisa Buenos Aires para garantizar el cumplimiento. Washington pide mucho más que ajuste: quiere influir en el gabinete, quedarse con recursos estratégicos y allanar el camino a una eventual dolarización.
 
La "tercera fase del programa económico" de Milei y Caputo es, en realidad, la primera fase del programa económico dictado desde Washington para el gobierno argentino. El dólar no se cayó como un piano, como anticipaba el presidente, sino que sufrirá una nueva devaluación, cercana al 30 por ciento, que invita a imaginar un nuevo salto después de las elecciones de octubre. Exactamente lo contrario a lo planeado. El fracaso es completo.
 
La visita del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, que este lunes se hará un hueco en la agenda durante el punto álgido de la más grande guerra comercial de la historia moderna para llegar a Buenos Aires con el acuerdo ya firmado, sólo puede explicarse si viene a controlar su aplicación. Entre las condiciones que se conocieron hay reformas estructurales regresivas y el fin de los subsidios a la energía. Hay otras que no figuran en los documentos públicos.
 
La salida del cepo, a las apuradas, responde menos a una estrategia macroeconómica que a una exigencia de Estados Unidos y a la necesidad de tapar con algo que parezca una buena noticia el dato de inflación de marzo, que echó por tierra el último capital simbólico del gobierno. Sin reservas, con devaluación y precios otra vez retroalimentados, pidiendo la escupidera al FMI y aplicando más ajuste va a ser difícil explicar el sentido del sacrificio que se hizo hasta ahora.
 
Este mismo acuerdo con el Fondo estaba sobre la mesa desde comienzos de febrero, pero se demoró dos meses por la resistencia de Milei y Caputo a devaluar y sacar el cepo. El viaje fallido a Mar-a-Lago, donde esperaban pedirle personalmente a Donald Trump una dispensa, les hizo entender finalmente, que no habría desembolso sin que se cumplan esas dos condiciones. Durante esos dos meses las reservas del Banco Central cayeron 5 mil millones de dólares.
 
Desde el regreso de Mar-a-Lago todo se precipitó en tiempo récord, lo cual da cuenta de que las negociaciones ya estaban en estado avanzado. El 4 de abril el presidente y el ministro de Economía desairados aterrizaron en Buenos Aires. El 8 de abril se publicó el Acuerdo Técnico. El 12 de abril el directorio del FMI aprobó el nuevo programa en una reunión en cuya agenda originalmente no iba a tratarse el caso argentino. Se completó en cuatro días algo que suele tomar semanas.
 
Esto no habría sido posible sin el apoyo de la Casa Blanca, que se encargó de hacer saber que supervisa de cerca las negociaciones a través de Mauricio Claver Carone, un halcón que ya había facilitado el préstamo de 55 mil millones a Mauricio Macri. Mientras Milei estaba en Mar-a-Lago esperando la foto que nunca iba a llegar, él a pocos kilómetros hacía explícito uno de los puntos del acuerdo no escrito: para contar con Trump, Milei debe alejarse de China.
 

 
"Nosotros queremos que el presidente Milei tenga éxito, que su gestión tenga éxito. Entendemos primero el enorme sacrificio que ha llevado a cabo con todas las reformas fiscales que ha llevado a cabo. Es admirable, el mundo debe mirarlo en ese sentido. Es algo estamos haciendo aquí en los Estados Unidos. Un tema que sí nos preocupa en Argentina sigue siendo el papel de China", dijo en una charla abierta de la que participó el periodista Andrés Fidanza.
 
"Si bien no me quiero entrometer en la negociación que están llevando a cabo con el Fondo Monetario Internacional, porque queremos que tenga éxito, lo que sí eventualmente quisiéramos ver es que termine la famosa línea de crédito que tiene Argentina con China. Queremos asegurarnos que ningún acuerdo con el Fondo Monetario termine prolongando esa línea de crédito o ese swap que tienen con China", continuó.
 
"Si hacemos eso nos estamos tirando un tiro en el pie. En definitiva, que las medidas que pueda tomar Argentina y el programa que va a tomar Argentina llegue a un fin definitivo, porque esa línea de crédito es extorsiva. Y mientras mantengan esa línea de crédito, siempre China va a poder extorsionar. Así que para nosotros la meta con el programa del Fondo es que no refuerce la posición de China con esa línea de crédito. Esa es nuestra prioridad en cuestión geopolítica".
 
El jueves el Banco Central emitió un comunicado que informaba que la renovación del total del tramo activado del swap, que consiste en 5 mil millones de dólares. La noticia fue interpretada por prácticamente todos los medios como un desafío a Claver Carone, una lectura que no tiene sentido en el contexto, en las vísperas de que se confirmara el acuerdo con el Fondo y con un viaje del secretario del Tesoro por delante. Lo que sucedió en realidad fue más bien lo contrario.
 
La confusión reside en que usamos la misma palabra, swap, para nombrar dos mecanismos diferentes. Por un lado, una maniobra contable por 18 mil millones de dólares, que engrosan las reservas del Banco Central pero sólo pueden usarse para el comercio bilateral. Por el otro, una activación de una parte de esos 18 mil millones, más parecida a un préstamo tradicional, equivalente a 5 mil millones, que negoció Sergio Massa para pagarle al FMI y operar en el mercado cambiario.
 
Esa segunda parte del swap se ejecutó entre junio y julio de 2023 y debía repagarse, junto con intereses, un año más tarde. A mediados de 2024, cuando el blanqueo todavía estaba en el horizonte y el gobierno de Milei se encontraba bajo apremio financiero, acordó cerrar esa línea de crédito con doce meses de gracia, por lo que esos 5 mil millones tenían que devolverse entre junio y julio de este año como paso previo para cancelar el otro swap, el de 18 mil millones, en 2026.
 
La renovación que anunció el Banco Central no es otra cosa que una nueva extensión de ese plazo, que patea hasta el año que viene la devolución del crédito ejecutado por Massa en 2023. No implica fondos frescos para la Argentina ni significa un desplante para Estados Unidos. Por el contrario, confirma que no se van a usar los dólares que ingresen por el acuerdo con el FMI para cancelar deuda con China. Exactamente lo que se proponía evitar Claver Carone.
 
Los norteamericanos sospechaban de una maniobra de Caputo, en quien no confían, para acordar con Beijing la devolución a término de los 5 mil millones que usó Massa a cambio de una segunda activación, más cuantiosa, que alivie las arcas del Banco Central. El anuncio, a comienzos de abril, 60 días antes, de que va a postergar ese vencimiento debe leerse como una señal a Washington en vísperas del acuerdo con el FMI y de la visita de Bessent. En 2026 se acaba el swap.
 
El domingo pasado anticipamos en estas líneas que "la Casa Blanca espera que el gobierno argentino rompa lazos con China, salga del Mercosur y le dé a empresas norteamericanas acceso preferencial a los recursos estratégicos, además de reformas estructurales, privatizaciones e influencia en el nombramiento de posiciones clave del gabinete a cambio de un apoyo que va más allá del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional".
 
El miércoles Milei viajó a Paraguay a ver a su par Santiago Peña. Juntos boicotearon a pedido de Estados Unidos la declaración de consenso de la CELAC, que esta semana sesionó sin representantes argentinos. El viernes los cancilleres del Mercosur se reunieron en Buenos Aires. Bajo la amenaza de romper el bloque hubo un compromiso para flexibilizar los aranceles comunes para negociar con Washington a partir del cambio de la política arancelaria de Trump.
 
Las reformas estructurales asoman en los documentos del BCRA y el FMI que anunciaron el nuevo programa. El gobierno se compromete a modificar el esquema de jubilaciones durante el año 2026 y también a hacer modificaciones en la normativa en materia laboral y fiscal, incluyendo una baja de retenciones y eliminación del monotributo. También se dará de baja la segmentación tarifaria en materia energética, terminando con los subsidios en ese área.
 
Las privatizaciones también tuvieron un impulso el viernes: por una resolución de la IGJ Milei convirtió en sociedades anónimas Fabricaciones Militares, Télam, la Administración General de Puerto y otras empresas públicas. El mismo día se publicó un decreto que pone en marcha el proceso de venta de las centrales hidroeléctricas de Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Aguila. Las cuatro recibieron fuertes inversiones públicas y hoy resultan superavitarias.
 
Los cambios en el gabinete parecen inminentes. El discurso de Caputo fue interpretado por actores del mundo financiero como una despedida, con dedicatoria a la familia y todo. En Casa Rosada desde hace tiempo hablan de reemplazarlo después de la salida del cepo, que comenzará a concretarse a partir de mañana. El canciller Gerardo Werthein está en la cuerda floja tras el papelón de Mar-a-Lago y el jefe de Gabinete Guillermo Francos es un permanente candidato a eyectar.
 
Lo curioso es que el candidato para reemplazar a los tres es el mismo: Federico Sturzenegger, autor intelectual de la salida del cepo, pulseada que ganó contra la voluntad de Caputo. El actual ministro de Desregulación es un hombre muy bien vinculado en Washington, donde hicieron saber de varias maneras que verían con buenos ojos su desembarco en un rol de mayor protagonismo. Todo parece indicar que el hombre que quebró a la Argentina dos veces va a tener otra oportunidad.
 
En cuanto a los negocios, esta semana pasó por la Argentina una comitiva de quince empresarios norteamericanos que están de gira por la región. Se dividen en dos grupos: los que vienen a vender cosas, representantes de empresas de seguridad, salud y telecomunicaciones, sectores con alto valor agregado, y los que vienen a llevarse cosas, de los rubros de energía y minería. La vieja división mundial del trabajo sigue viva en el nuevo capitalismo que dice querer inventar Trump.
 
Es temporada alta de saqueo. También estuvo en el país esta semana Ashok Pinto, funcionario del Departamento de Comercio para Mercados Globales. Su agenda es sugestiva. Visitó las instalaciones de Exolgan, empresa que opera la terminal portuaria de contenedores en la punta de entrada y salida de la Hidrovía, y tuvo encuentros cara a cara con los secretarios de Minería, Luis Lucero, y Energía, María Tettamantti del gobierno nacional.
 
En ambos encuentros estuvo acompañado por la encargada de Negocios de la Embajada, Abigail Dressel, que encabeza la delegación diplomática desde la asunción de Trump y mientras no se concrete la designación del nuevo embajador. Dressel ha estado muy activa desde el primer día y su actividad también da cuenta de cuáles son las prioridades de Washington por estas latitudes: recursos naturales y seguridad geoestratégica.
 
En poco más de dos meses Dressel ya tuvo reuniones con todos los gobernadores patagónicos: Ignacio Torres (Chubut) el 5 de febrero, Claudio Vidal (Santa Cruz) el 7 de febrero, Alberto Weretilneck (Río Negro) el 18 de febrero, Gustavo Melella (Tierra del Fuego) el 5 de marzo y Rolando Figueroa (Neuquén) el 3 de abril. Visitó Ushuaia y Vaca Muerta, además de IMPSA, metalúrgica especializada en sectores estratégicos, la primera privatizada de Milei, ahora en manos norteamericanas.
 
La misma fuente que anticipó a El Destape las exigencias extraoficiales de Estados Unidos para apoyar en la firma de un nuevo programa con el FMI, que se han ido cumpliendo, señaló que en el paquete que se estaba diseñando entre los dos países estaba incluída una ayuda financiera que permitiría la dolarización de la economía argentina, una promesa de campaña de Milei que nunca abandonó, de acuerdo a declaraciones oficiales del presidente y sus asesores.
 
En su primer año de mandato esa idea chocó con la resistencia del propio gobierno norteamericano, aún en manos de Joe Biden, que desaconsejaba esa maniobra. Sin embargo la llegada de Trump le dio nuevo impulso a la iniciativa, que el presidente argentino nunca abandonó porque considera que es la única manera de evitar que un futuro gobierno deshaga las reformas que él está aplicando. Lamentablemente, en eso tiene razón.
 
Embarcado en una guerra comercial con China para sostener al dólar como moneda de reserva global, la perspectiva de que un país del tamaño de argentina lo adopte en este momento crucial se ajusta al relato trumpista y a su mirada que divide el mapa mundial en un Yalta moderno, donde la Argentina, como todo el continente, pertenece a su patio trasero. La ayuda financiera excepcional del Tesoro norteamericano que anticipan en el gobierno sería para facilitar la transición.
 
En una entrevista con Radio Mitre a comienzos de este enero el presidente argentino volvió a decir que su plan era la dolarización una vez que se completara el saneamiento del Banco Central y que mientras tanto fomentaría la competencia de monedas para facilitar la adopción del dólar. Cada paso que dio desde entonces es compatible con esa decisión. Con Milei y con Trump sucede que muchos se soprenden cuando hacen lo que dijeron que iban a hacer.
 
Es un grave error que les da margen de tiempo y maniobra para llevar a cabo sus planes.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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26-04-2025 / 13:04
Argentina se encamina a los tumbos hacia una elección de medio término sacudida por los vientos huracanados de dos fenómenos de dimensiones colosales, entre la explosión simbólica del fallecido Papa argentino y la apuesta electoral descarada de la mayor entidad financiera del planeta. El papa Francisco y el Fondo Monetario, uno como expresión de un sistema que pone al ser humano en el centro y el otro que pone al mercado en ese lugar.
 
Es obvio que la política de un Papa no se juega en el plano de un país, ni en el de la política partidaria. Son dimensiones diferentes, pero resulta inevitable que un discurso tan referencial y cargado de valores espirituales, morales y humanistas repercuta en cada país y en cada partido. Sobre todo cuando además el origen de ese discurso potente es argentino.
 
Por otro lado, ante la decadencia del modelo de globalización neoliberal hegemonizado por Estados Unidos, las herramientas de ese poder hegemónico se hacen más evidentes, más descarnadas y exponen los sentidos que han tratado de ocultar o disimular.
 
Los préstamos del Fondo Monetario cobran intereses más bajos pero imponen medidas económicas que tienden a preservar la dependencia y la subordinación al orden hegemónico.
 
Las declaraciones públicas de Kristalina Georgieva --titular del organismo-- en las que hizo campaña por Javier Milei al señalar que esperaba que las elecciones se definieran por mantener el actual rumbo económico, fueron una intervención en los asuntos internos del país.
 
Pero además mostraron que el sentido de este crédito es de respaldo a la campaña electoral del gobierno anarco capitalista, similar al que se le concedió a Mauricio Macri antes de las presidenciales de 2017.
 
Si antes los directivos del Fondo Monetario trataban de aparentar alguna independencia de Washington y de los procesos políticos internos de cada país, estas declaraciones de Georgieva aparecen como una gran lamida de trasero a Donald Trump.
 
El crédito se suma en parte a la deuda externa con ese organismo que a esta altura es materialmente imposible de pagar sin arruinar al país.
 
Así como el fallecido Papa era nacido y criado en Argentina, Argentina es el país que tiene casi la mitad de la deuda de todo lo que ha prestado el FMI en el planeta. Argentina es el mayor deudor del Fondo, con un PBI que no pasa del promedio.
 
En Argentina nació y se crio quien se anuncia en lo inmediato como un símbolo de independencia y justicia social y al mismo tiempo es la más encadenada a políticas de desigualdad y dependencia. Argentina forjó al actual símbolo de la justicia social y al mismo tiempo sufre la intervención inusitada de la titular del Fondo a favor del Gobierno.
 

26-04-2025 / 10:04
¿Se perdió el avión o la dignidad? El presidente Javier "el Loco" Milei arribó a Roma este viernes con la intención de rendir homenaje al papa Francisco, pero llegó tarde al cierre del velatorio público en la basílica de San Pedro, impidiéndole participar en el último adiós al Sumo Pontífice. El avión presidencial ARG-01 aterrizó en el aeropuerto de Fiumicino a las 19:00 hora local (14:00 en Argentina), justo cuando se clausuraban las puertas del templo vaticano, que durante días recibió a cientos de miles de fieles. El único presidente que no podía faltar por ser el representante del país donde nació el Papa, no llego y es un papelón mundial.
 
En contraste a este papelón mundial, el cartonero argentino Sergio Sanchez, amigo personal del Papa sin recursos económicos, llegó a tiempo y pudo despedir a su amigo. Milei con todos los recursos del Estado a disposición no llegó y no pudo entrar a la despedida del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro porque se demoró en un acto de anarcocapitalistas en la escuelita de Alberto Benegas Lynch (hijo y padre).
 
El libertario estuvo en la tarde noche del jueves en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade), fundada por el padre de Bertie en 1978. Allí lo esperaron el propio "prócer liberal", como lo define el presidente, junto al economista español anarco capitalista Jesús Huerta de Soto, uno de los enemigos del Papa fallecido y uno de los héroes de Milei, al menos por el momento.
 
La Eseade no aparece en los rankings académicos internacionales más conocidos (como QS, THE o ARWU), sin embargo, por este instituto pasaron figuras de renombre mundial como las del propio Milei, Manuel Adorni y Juliana Santillán, la diputada que tiene un diploma en economía austríaca. En el acto en la Eseade, Milei se calzó la toga de "doctor" con los colores de Newells con la que los egresados de esa escuela suelen ser reconocidos por la calle.
 
Como el discurso que le dedicó al ultra derechista español, a quien recibirá en la Casa Rosada a su regreso de Roma, se demoró por más de 40 minutos, su viaje a la Santa Sede sufrió un retraso que le impidió llegar con tiempo a entrar a la Basílica en la que estuvieron otros líderes como el francés Emmanuel Macron y el brasileño Lula da Silva. Tampoco llegaron tarde otros 250 mil fieles que fueron a despedir al Santo Padre.
 
Milei aterrizó en Roma acompañado por su hermana Karina y una comitiva de 35 personas, pero sin tiempo ni protocolo para ver por última vez al Papa que antes llamó "representante del maligno". Su reciente "devoción" no alcanzó para llegar a tiempo al último adiós del Papa Francisco. Mientras en la Basílica de San Pedro se cerraba el féretro del primer pontífice argentino, el Presidente estaba en Buenos Aires premiando a otro economista libertario ignoto y lanzando frases grandilocuentes sobre la destrucción del Estado.
 
El contraste fue brutal: mientras el mundo despedía al líder espiritual de millones, el Presidente argentino priorizó una cátedra libertaria y un premio pedorro simbólico, para después volar sin pena ni gloria a un funeral donde ya no se puede ver al Papa. Ah, y por cierto: no tiene agenda oficial en Roma, más allá de estar presente en el funeral. Parece que eso de "el argentino más importante de la historia" tenía poco convencimiento.
 
La Opinión Popular
 

25-04-2025 / 11:04
La relación entre Javier "el Loco" Milei y el Papa Francisco fue, desde el inicio, una catarata de insultos, desprecio y declaraciones dignas del archivo más oscuro de la política argentina, por parte del libertario. Luego del insulto a los abrazos: Milei pasó de llamar "sorete mal cagado" al Papa a despedirlo con palabras de respeto, luego de haberlo visitado en el Vaticano entre sonrisas y elogios. ¿Alguien puede creer en el arrepentimiento del desquiciado por sus dichos sobre el Papa? 

En múltiples entrevistas y publicaciones en redes sociales, el actual presidente no dudó en calificar al sumo pontífice con términos como "zurdo hijo de puta", "empobrecedor", "representante del maligno" e incluso llegó a insultarlo con la frase "sorete mal cagado". Un informe, basado en publicaciones analizadas entre el 14 y el 18 de agosto del año 2023, revela cómo los dichos del por entonces guarango candidato de ultraderecha generaron un fuerte repudio social. El estudio muestra cómo sus ataques contra el Papa datan desde 2016 y que nunca fueron tibios: siempre se trataron de agresiones personales cargadas de violencia verbal.

Sin embargo, luego de su victoria en las elecciones, Milei pareció descubrir que la fe mueve votos. Su discurso cambió de manera abrupta: pasó de tratar al Papa como enemigo público a decir que lo respetaba "como jefe de la Iglesia Católica". Incluso, en una visita oficial al Vaticano, se mostró sonriente, le pidió un abrazo y posó como si nada hubiera pasado. La hipocresía quedó inmortalizada en la foto del apretón de manos con quien antes consideraba "el maligno en la Tierra".
 
Este lunes, tras conocerse la noticia del fallecimiento de Francisco, Milei volvió a la hipocresía de vestirse de cordero. En redes sociales y en declaraciones públicas expresó su "respeto" y "dolor" por la partida del líder espiritual. Antes de viajar a Roma dijo que el Papa fue el "argentino más importante", pero no fue a ningún homenaje. Pero el archivo no perdona, y tampoco las redes: millones de usuarios recordaron la violencia que supo lanzar contra quien ahora despide con palabras amables.
 
¿Por qué Milei, que detestaba y hasta insultaba al Papa, gasta dinero público de todos nosotros para viajar a Roma a despedirlo? Milei, que tras la muerte del Papa Francisco no fue a ninguna misa en su homenaje, ahora viajará con casi la mitad de su gabinete al Vaticano, donde participará de la misa exequial del sumo pontífice y, además, el cholulo buscará cruzarse con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para sacarse una foto con su Jefe.
 
Si bien desde su entorno admitieron que Milei no asistió a los homenajes del Papa en Buenos Aires "porque no tuvo ganas" y mientras que los referentes de la tropa digital libertaria rentada repitieron hasta el cansancio que Francisco "era comunista" y que "estaba equivocado", el Presidente quiso mostrar otra cara antes del viaje, con el único objetivo de sacar rédito político de un hecho que generó una conmoción internacional. ¿Quién los invitó?
 
Cuatro días después de la muerte de Bergoglio, salió a declarar que el funeral del Papa se trata de "un evento extremadamente importante porque, le guste a quien le guste, el papa Francisco ha sido el argentino más importante de la historia". Luego agregó: "estamos hablando de una persona de una envergadura enorme y tuvimos el privilegio que sea argentino". Cinismo al palo. Borró con el codo lo que escribió con la mano. A veces la muerte sirve de espejo. Y el reflejo de Milei es patético.
 
La Opinión Popular
 

24-04-2025 / 10:04
Acorralado por el destrato que recibe desde del gobierno de Javier "el Loco" Milei, Mauricio "el Gato" Macri transparentó qué hay detrás de las "negociaciones" entre las fuerzas de derecha y ultraderecha para las próximas elecciones. "Los que tienen precio ya fueron comprados", describió el proceso por el que varios dirigentes tránsfugas del PRO pegaron el garrochazo a La Libertad Avanza. Hubo una furiosa reacción de los que ya dieron el salto.
 
Milei continúa mostrado dificultades en la construcción de su alternativa electoral en las provincias, evidenciando dificultades para consolidar alianzas y una tendencia a imponer candidaturas sin consenso. A pesar de la invitación de Macri para establecer una mesa de negociación que aborde cuestiones electorales y de gestión, Milei optó por designar unilateralmente a José Luis Espert como su candidato en la provincia de Buenos Aires, cerrando la puerta a posibles acuerdos con el PRO en esa jurisdicción.
 
Además, en provincias, el armado político avanza sin una estructura orgánica clara, manipuladas por Karina "el Jefe" Milei, una persona sin experiencia política y con agrupaciones como "Las Fuerzas del Cielo" operando de manera independiente y sin coordinación efectiva con la dirigencia nacional.
 
Detrás de las palabras duras de Macri hacia quienes lo abandonaron para irse con Milei está una negociación que viene complicada: desde LLA ya promocionaron dos fotos de Karina Milei en la Rosada con Cristian Ritondo y Diego Santilli, pero siguen diciendo sotto vocce que no habrá un acuerdo partidario con el PRO, sino que les quitarán dirigentes.
 
Estas acciones reflejan una estrategia política de LLA que prioriza decisiones unilaterales y una falta de apertura al diálogo, tanto con aliados potenciales como dentro de su propio espacio. La imposición de candidaturas y la ausencia de internas democráticas podrían debilitar la cohesión y efectividad del movimiento libertario que Milei busca consolidar.
 
La respuesta de los tránsfugas no se hizo esperar y llegó de la mano de Diego Valenzuela, un intendente que formaba parte de la conducción del PRO bonaerense que Macri logró desplazar cuando asumió la presidencia del partido (y que ahora tiene a la cabeza a Ritondo) y un dirigente que está referenciado desde el comienzo con Bullrich. Este año, anunció que dejaba oficialmente el PRO y se iba a LLA. "Si algo no tengo es precio. Nuestros valores con Patricia Bullrich son claros: apoyar el cambio que votaron los argentinos y no caer en especulaciones partidarias", le retrucó Valenzuela.
 
Y, en plan de pegar donde duele, Macri recordó que el último dato de inflación fue un 3,7 por ciento: "El tres y pico de inflación lo queremos anual y el PRO puede aportar equilibrio, profesionalismo y seguirá aportando donde la gente confíe en que gobernemos, como en Mar del Plata o Pinamar", remarcó Macri, quien consideró que en el acuerdo también tiene que estar "un sector del radicalismo".
 
No deja de ser una pregunta para quienes negocian: ¿Cómo se hace para acordar con alguien que, entre sus planes, tiene la extinción del PRO? Por ahora, no hay respuesta.
 
La Opinión Popular
 

23-04-2025 / 10:04
La muerte del Papa Francisco no solo conmueve al mundo católico, sino que también desnuda una batalla oculta: la que libró hasta sus últimos días contra la ultra derecha internacional, Donald Trump, Jair Bolsonaro, el Opus Dei y sus aliados políticos, entre ellos, el núcleo duro libertario que hoy gobierna Argentina. El alivio que hoy respiran los sectores más conservadores de la Iglesia y ciertos círculos de poder no es por simple antipatía, sino porque Bergoglio fue el único pontífice que les hizo frente. A lo largo de su papado, Francisco cuestionó al capitalismo salvaje y, en especial, al mundo financiero global usurario por ser inmoral e injusto. El mismo que el Loco Milei defiende. 
 
Francisco les arrebató lo que más valoraban: privilegios, autonomía y poder. En 2022, reformó los estatutos del Opus Dei, eliminando su estatus de "prelatura personal" -una suerte de gobierno paralelo dentro de la Iglesia- y obligándolos a someterse al control directo del Vaticano. Les exigió transparencia financiera, el fin de estructuras feudales (como la servidumbre de mujeres laicas) y la erradicación de prácticas aberrantes, como el espionaje espiritual: informes basados en confesiones sacramentales que luego se usaban con fines políticos y económicos.
 
La resistencia fue feroz. Según fuentes vaticanas, el Opus Dei presentó dos reformas estatutarias "tibias", y Francisco las rechazó de plano. Ahora, con su muerte, la organización conservadora tiene vía libre para retroceder en los cambios y recuperar terreno perdido. Aquí entra en juego otro actor: el núcleo ideológico del gobierno de Milei. Alberto Benegas Lynch (padre), referente clave de su espacio, no ocultó su odio: exigió suspender relaciones con el Vaticano mientras allí "prime el espíritu totalitario de la Teología de la Liberación".
 
La conexión no es casual. El Opus Dei fue el brazo derecho de Juan Pablo II en su cruzada global contra el comunismo, apoyando regímenes dictatoriales en América Latina y combatiendo toda expresión de izquierda dentro y fuera de la Iglesia. Francisco, en cambio, fue su némesis: denunció la "economía que mata", defendió a los migrantes y desmanteló redes de influencia eclesiástica que operaban como un Estado dentro del Estado.
 
Para los libertarios argentinos, Francisco era un "populista" que cuestionaba el libre mercado y hablaba de "justicia social", un concepto que choca con su ultra individualismo radical. Por otro lado, los conservadores y sus aliados perdieron influencia en el Vaticano. Francisco purgó a cardenales ultraconservadores y les cortó el flujo de dinero opaco.
 
La derecha católica nunca perdonó que un papa latinoamericano rehabilitara a figuras como Leonardo Boff o Gustavo Gutiérrez, a quienes ven como "comunistas infiltrados". Con Francisco muerto, los conservadores y sus aliados apurarán su contraofensiva. Buscarán un nuevo papa más afín -quizás un europeo conservador- y presionarán para revertir sus reformas. En Argentina, Milei, que se cansó de insultar y maldecir al Papa, ya no tendrá que lidiar con un líder global que cuestionaba su nefasto modelo neoliberal.
 
Pero hay una ironía histórica: el Papa que el desquiciado Milei y sus huestes libertarianas despreciaban era el más popular del mundo. Y su legado -una Iglesia cercana a los pobres y lejos del poder- será difícil de borrar. Mientras el gran poder económico internacional y la oligarquía nativa celebran en silencio, millones de fieles lloran al único pontífice que resolvió enfrentarlos. El último acto de esta guerra, recién comienza.
 
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