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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 31-03-2025 / 08:03
LA POLÍTICA EXTERIOR DEL LIBERTARIO SE BASA EN UNA DEVOCIÓN INCONDICIONAL A TRUMP, PERO ÉL NI SIQUIERA LE ATIENDE EL TELÉFONO

Cipayismo al palo: El Loco Milei, fan del yanqui Trump, sin respuesta ni estrategia efectiva

Cipayismo al palo: El Loco Milei, fan del yanqui Trump, sin respuesta ni estrategia efectiva
En el escenario internacional Javier Milei es un fan: de Trump, de Elon Musk, de Georgia Meloni, de Jair Bolsonaro, hasta de Sylvester Stallone. Pero es un fan que cree que la admiración que siente por esas figuras es mutua. Le gusta mostrarse en eventos VIP cuyo acceso se franquea con dinero como si lo hubieran invitado por sus méritos.
Pasó desapercibido pero esta semana Javier "el Loco" Milei reconoció en una nota al Washington Post que Donald Trump no le atiende el teléfono: "Consultado respecto a su comunicación con el presidente de Estados Unidos, Milei dijo que no tiene contacto directo con Trump y que prefiere seguir los canales oficiales del Departamento de Estado", dice la nota. "Con ese tipo de cosas, desde mi punto de vista, es mejor manejarlo de forma ordenada, porque esos canales funcionan", explicó el presidente argentino. Los periodistas cierran la nota con una burla en forma de repregunta: "¿Entonces a veces la burocracia funciona?". El admite que sí.
 
La anécdota sobrevuela un punto central que explica buena parte del desgobierno que encabeza Milei y que, desde hace dos meses, vive en estado de crisis permanente. El presidente argentino es un hombre al que le resultan ajenas las bondades de la negociación. A los que él tiene por debajo suyo les ordena. A los que considera superiores, los obedece. Eso es problemático para conducir (no funciona en una cooperativa escolar, mucho menos una Nación de la magnitud y con los desafíos que tiene la Argentina), pero doblemente malo a la hora de tomar decisiones de política exterior, donde cada actor guarda celosamente sus intereses.
 
En el escenario internacional Javier Milei es un fan: de Trump, de Elon Musk, de Georgia Meloni, de Jair Bolsonaro, hasta de Sylvester Stallone. Pero es un fan que cree que la admiración que siente por esas figuras es mutua. Le gusta mostrarse en eventos VIP cuyo acceso se franquea con dinero como si lo hubieran invitado por sus méritos.
 
A veces lo dejan entrar a la cancha junto a los jugadores, como a las mascotas en los espectáculos deportivos, pero eso no lo hace parte del equipo. Su diplomacia es la del amor que espera ser correspondido tan solo por la magnitud de su intensidad. ¿Si yo los quiero tanto, cómo ellos no van a quererme a mí?
 
El problema es que en esa búsqueda desesperada de cariño y admiración Milei no sólo ofrece todo de sí; también ofrece todo de nosotros, es decir, del país que gobierna. Y en cambio las migajas de atención que recibe (premios de dudosa procedencia, fotos sacadas a las apuradas en el backstage de eventos, un tuit, cada tanto alguna reunión bilateral) son para él y no para el país, al que nadie va a darle absolutamente nada que no se procure por sí solo en la mesa de negociación. Ni inversiones, ni acuerdos comerciales, ni el apoyo por Malvinas van a existir gracias al amor del presidente sino a cambio de otra cosa.
 
El precio, si hay dos partes interesadas, es el resultado de una negociación. Si hay una parte interesada y un fan, lo pone la parte interesada. A Emmanuel Macron, concesiones en el sector estratégico de los minerales críticos le costaron apenas una conversación telefónica de menos de diez minutos, un tuit, y el compromiso de apoyar en el FMI un nuevo acuerdo que sigue demorado pero cuyo destino bastante poco depende de lo que haga o deje de hacer el presidente francés. Quién podría destrabar el rescate del Fondo es Trump, pero a pesar de los desesperados intentos de convencernos de lo contrario varias veces por día, eso no está sucediendo.
 
Milei celebra triunfos simbólicos, que no alivian las necesitadas arcas del Banco Central, como la prohibición a CFK para entrar a Estados Unidos o la participación de Federico Sturzenegger en un Consejo de Asesores de sobre Emprendimiento y Crecimiento organizado por el FMI. En el ministerio de Economía desconfían del acercamiento de Sturzenegger al organismo porque sospechan que podría estar preparando el terreno para reemplazar a Luis "Toto" Caputo, el ciclista financiero que en 2018 ya fue expulsado del gobierno de Macri a pedido del FMI por hacer lo mismo que está haciendo ahora.
 

 
¿Y la plata?
 
Pero la plata no llega y Trump no le atiende el teléfono a Milei, que desde que asumió lo dejó todo para que lo quieran. Su llegada a la Casa Rosada significó el abandonó de la histórica posición de neutralidad argentina en Naciones Unidas para alinearse acríticamente con Washington, lo que llevó a que nuestro país se oponga, entre otras cosas, al derecho de los palestinos a su autodeterminación, a declarar una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente, al Pacto para el Futuro y hasta a establecer un Día Mundial de la Coexistencia Pacífica. También se volcó por la compra de aviones F 16 norteamericanos antes que los J17 chinos.
 
 
Una promesa
 
A partir del 20 de enero los gestos unilaterales se multiplicaron. Argentina anunció su salida de la OMS y anticipó que podría hacer lo mismo con el Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático, en un patético esfuerzo de imitar los gestos que llegaban desde el norte, así como la absurda batalla cultural que emprendió a partir del discurso en Davos unos días más tarde o la idea de que el problema del país que gobierna pasa por la inmigración ilegal. Los pedidos reiterados de establecer un tratado de libre comercio, mientras Trump rompe discrecionalmente los que existen desde hace décadas, lógicamente no encuentran eco del otro lado.
 
La ayuda de Washington, que en la Casa Rosada prometen desde el primer día, casi un año antes de las elecciones en Estados Unidos, sigue siendo eso, una promesa, como se encargó de recordar el FMI cada vez que un funcionario del gobierno, o el propio presidente, dijeron esta semana que ya había algo más. La plata finalmente llegará, poca o mucha, toda junta o en plazos, y permitirá estirar la agonía financiera de un modelo inviable por algunos meses. El problema es qué pedirán a cambio. Milei no puede, ni quiere, decir que no. Lo que se firme comprometerá al país durante décadas.
 
Tampoco tuvo suerte el fanático con Giorgia Meloni, a la que el ejército de tuiteros a sueldo del gobierno llegó a inventarle un romance con el presidente argentino. Milei ya había sufrido un desplante en el G7 de Roma, cuando lo dejaron afuera del video oficial del gobierno italiano mientras acá sus voceros decían que había sido el centro de la fiesta. Esta semana el ministro de Relaciones Exteriores de Meloni anunció un cambio en la legislación que permite a los descendientes de italianos obtener la ciudadanía. La posibilidad, desde ahora, estará restringida a hijos y nietos. El país donde hay más perjudicados por esta decisión es Argentina.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: eldestapeweb.com
 

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08-05-2025 / 12:05
La diputada Silvia Lospennato tenía todo preparado para colgarse la medalla de Ficha Limpia en vivo y en directo en los estudios de TN. Eran las 22.02 y sonreía, feliz, frente a las cámaras de televisión. La diputada del PRO había sido invitada para presenciar la votación en el Senado y ufanarse de ser la promotora de la proscripción de Cristina Kirchner. El desenlace, sin embargo, no fue el esperado.
 
A las 22.04, la vicepresidenta Victoria Villarruel comunicó que fue "rechazada la orden del día" y la sonrisa de la legisladora se desfiguró automáticamente. Furiosa y mordiéndose los labios, Lospennato acusó a la Casa Rosada de haber pergeñado la maniobra que derrumbó la iniciativa. "Hay gente que entiende que es necesaria una Cristina en la cancha", lanzó, en clara referencia a Javier Milei.
 
Los votos en contra de los dos senadores de Misiones, Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, abrieron una nueva grieta entre el macrismo y La Libertad Avanza. "Acá hay claramente un pacto de impunidad", denunció Lospennato y completó: "Esto le permite a Cristina Kirchner ser candidata. Es un escenario que algunos querían". El mensaje apuntó directo a las filas libertarias.
 
La Casa Rosada responsabilizó al kirchnerismo por hacer caer el proyecto y aprovechó la situación para victimizarse. Recordó que también fueron bloqueados los pliegos que presentó el Ejecutivo para ocupar las vacantes en la Corte Suprema. "Antepone sus intereses económicos y su protección judicial, frente a las necesidades del pueblo argentino", manifestó y completó su descargo con el latiguillo de la casta: "El Senado de la Nación se consolida una vez más como el refugio de la casta política argentina".
 
Ni bien se conoció el resultado, Manuel Adorni y Patricia Bullrich salieron en tándem a derramar indignación en las redes sociales, con el mismo slogan: "Es kirchnerismo o libertad". El vocero habló de una jugada de la "vieja política" y la ministra afirmó que de un lado están "los que encubren y festejan a los corruptos" y del otro los pusieron "el pecho para defender Ficha Limpia".
 
En los pasillos de la Cámara, el desconcierto era total. Algunos sugirieron que Milei no tuvo nada que ver y que el cambio de postura de los senadores obedeció a un enojo del exgobenador misionero Carlos Rovira por el armado electoral que está orquestando la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, en la provincia. Es decir, que se trató de una vendetta. Más allá de las suposiciones, en el macrismo dudan de todos.
 
La contracara de la desilusión macrista, fue el festejo del peronismo. El resultado plasmado en el tablero del Senado despertó la euforia del bloque de Unión por la Patria. A la senadora por Santa Cruz, Alicia Kirchner, se la vio a los abrazos con su par de Tierra del Fuego, María Eugenia Duré. A pocos metros José Mayans, Oscar Parrilli y Eduardo "Wado" de Pedro sonreían.
 
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, celebró en redes sociales que se haya bloqueado el intento de proscripción a Cristina. "Métanse la cultura de la cancelación en el bolsillo. En Argentina no van a volver a proscribir al peronismo. Vivimos y defendemos la democracia", publicó la jefa comunal y evocó el nacimiento de Eva Perón. "En el día de su natalicio, con Evita en el corazón: volverá y será millones que son representados en Cristina Kirchner", concluyó.
 
La Opinión Popular
 

07-05-2025 / 10:05
Ocurrió otra vez: Patricia "Chaborra" Bullrich cambió de partido. La ministra de Seguridad, que hace dos años fue la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio y presidenta del PRO, se desafilió del partido amarillo y se afilió a La Libertad Avanza. Lo hizo acompañada de Karina Milei en un acto que huele a candidatura de ella en octubre. Pero esto no es todo: según se pudo saber, la salida de Bullrich será seguida por la ruptura del bloque del PRO en Diputados.
 
Se podría llevar hasta unos 12 diputados, comandados por Damián Arabia. Ayer estaban debatiendo en qué momento era mejor anunciar el éxodo. El PRO saludó su salida en un comunicado en el que señala que "al darle la espalda a aquellos que la votaron y creyeron en ella, deja atrás una parte muy grande de su reputación, tal vez toda".
 
Si bien la salida de la milica Bullrich estaba más cantada que Despacito, la ministra eligió un momento clave de la campaña porteña para hacer su anuncio, como un hito más de la candidatura de Manuel Adorni, que celebró el fin de su conversión como "un acto de honestidad". La afiliación se escenificó en una caminata con la hermanísima y el vocero en la Plaza Vicente López y Planes, en Recoleta.
 
"Desde el primer día soy parte del Gobierno, esto para mí es un acto de coherencia", justificó Bullrich y les habló a los electores macristas: "El votante del PRO quiere un país con instituciones, con república, que vote leyes como las que promovemos nosotros, el votante del PRO quería esto, que la gente pueda ser libre. Por eso les pido que nos acompañen".
 
Toda la construcción dio para especular con que la dirigente va a ser la cabeza de lista de senadores de LLA en octubre para disputarle la Ciudad al PRO. No obstante, la ministra todavía no confirmó nada. Sí se tomó un momento para dedicarle un mensaje a Mauricio Macri. "De corazón, él diría a Mauricio Macri: apoyá el cambio con todo. Mauricio, no te quedés a medio camino", le recomendó.

No alcanza la edición entera de este diario para comentar todos los cambios de partido de Bullrich, pero se puede ensayar una síntesis: fue parte de la Juventud Peronista en los setentas, por lo cual Milei en la campaña de 2023 la acusó de "poner bombas en jardines de infantes".

Ella niega haber sido parte de Montoneros y haber participado de acciones guerrilleras, pese a que algunos libros afirman lo contrario. Con el menemismo, se reconvirtió y fue diputada en la lista que encabezó Erman González. Luego saltó a Nueva Dirigencia, de Gustavo Béliz, de donde pasó a la Alianza de Fernando de la Rúa, de donde fue ministra de Trabajo y es recordada por el recorte a jubilados y estatales.

Tras la crisis del 2001, se la vio con su propio sello, Unión por Todos. Más adelante, entró en la Coalición Cívica, donde escaló posiciones hasta ser la mano derecha de Elisa Carrió, a quien luego abandonó por Macri. Tras el fracaso de su gobierno, Macri le dio la presidencia del PRO, solo para ver como en 2023 hacía una negociación paralela y se iba con Milei. Un verdadero camaleón. 


Karina "la Recaudadora" Milei blanqueó que apuró a la presidenta del PRO a afiliarse a La Libertad Avanza. Bullrich es sin dudas el Groucho Marx de la política con la famosa frase que se le atribuye: "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". Así, y a pesar de haber fracasado en cada gestión de la que fue parte, ella se reinventa, cambia de partido y sigue viviendo del Estado. Una política 100% casta.

06-05-2025 / 10:05
No llegaron a dos años de gobierno y las denuncias de negociados y corrupción les estalla a diario a la cúpula de La Libertad Avanza. La interna entre Karina Milei y Santiago Caputo no colabora en desactivar estos estallidos que se reflejan en las redes sociales y los medios de comunicación, donde las denuncias hacen ruido.
 
Viviana Aguirre es de La Libertad Avanza, pero no llegó por su militancia o su prestigio profesional, sino que lo hizo pagando de su bolsillo el canon necesario para acceder a ese cargo. Viendo la podredumbre desde adentro Aguirre ahora fue a la Justicia a ratificar sus denuncias de corrupción que conoce dentro del PAMI y el ANSES, que dado cómo se fue conformando el espacio libertario quedan pocas dudas de que sean verdad.
 
Se multiplican así las denuncias en distintas provincias contra autoridades del PAMI. Todas fueron realizadas desde el interior de la Libertad Avanza, y tienen el mismo planteo: sostienen que los responsables del partido oficialista les pedían aportes a integrantes del organismo para financiar la campaña en negro. Las acusaciones apuntan a funcionarios de Menem, Martín y Eduardo "Lule". A raíz de estas denuncias, el PAMI abrió un sumario interno y fue separado el titular del PAMI de Junín, Alberto Pascual.
 
La justicia investiga si hubo extorsión a los empleados o financiamiento irregular. Una de las primeras denuncias fue en Misiones y arrancó en febrero: se trató de una denuncia penal hacia el lugarteniente de Karina "la Recaudadora" Milei, Carlos Adrián Núñez, por presuntamente haber retenido el 10 por ciento de los sueldos de funcionarios de las sedes locales de ANSES y PAMI. Núñez es el titular de La Libertad Avanza Misiones.
 
A esa primera denuncia se sumaron después otras similares en Chaco, Santa Cruz y La Pampa, donde se investigan desvíos de fondos y en licitaciones. La primera reacción del PAMI fue decir que iniciaban una investigación interna y que esas delegaciones "no serán más una caja negra al servicio de la política". Los denunciados por "hacer caja" eran los propios dirigentes, vinculados a los Menem.
 
Las denuncias quedaron en medio de la interna libertaria por el armado de listas. En La Pampa, el titular del PAMI y de La Libertad Avanza son la misma persona: Luciano Ortiz. Pero, a medida que la interna crecía, Karina Milei buscó reemplazarlo como autoridad partidaria y nombró otra persona en su lugar, Juan Pablo Patterer. Un fallo judicial impugnó esa decisión y Ortiz volvió al frente de LLA.
 
Allí, se abrió una tercera posición: una de las apoderadas del partido en La Pampa, María Victoria Rambur, denunció a otro dirigente de la cúpula local de La Libertad Avanza, Julio Jamad, como "el recaudador" y detalló que es el titular de la cuenta donde los funcionarios locales están obligados a depositar todos los meses el 15 por ciento de su sueldo. Los dirigentes apuntados son de los Menem.
 
En Chaco, el fiscal federal de Resistencia, Patricio Sabadini, anunció que comenzó a investigar por el presunto delito de extorsión a funcionarios del PAMI y de la ANSES chaqueña: Silvia Arolfo, la responsable de PAMI, y Alfredo "Capi" Rodríguez, de ANSES. "Se advierte que el medio comisivo empleado para finalmente obligar a las víctimas a entregar o ceder un porcentaje de sus haberes fue a través de claros actos intimidatorios", indicó el fiscal. "Capi" Rodríguez es, además, el titular de La Libertad Avanza Chaco. Se repite un escenario de corrupción: los titulares de LLA y del PAMI son la misma persona. Y en el medio quedan pegados los Menem. Mientras se multiplican las denuncias, Javier "el Loco" Milei habría intervenido para intentar frenar la escalada en la interna libertaria, que sacó a la luz estas sucias componendas.
 
La Opinión Popular
 

05-05-2025 / 09:05
La semana pasada, Javier "el Loco" Milei subió otro peldaño de su escalada incendiaria. Aun si se interpreta que las agresiones presidenciales a diestra y siniestra significan ante todo una táctica desviacionista, para ocultar los interrogantes sobre el rumbo económico, no varía la pregunta acerca de cuál es el verdadero consenso social que respalda sus animaladas.
 
El auditorio que lo cobijó en esta oportunidad no fue cualquiera. Era una platea de la Expo EFI, con alrededor de 1200 empresarios, economistas y dirigentes corporativos que representan a la crema del sector financiero bancario. Lo acompañaron con risas y vítores en cada una de sus groserías, cual auténtico coro de bufones.
 
En algunos pasajes, a juzgar por sus balbuceos, gestos y referencias de una ordinariez incrementada, Milei semejó estar particularmente desvariado. Si no se conociera al personaje, cabrían sospechas en torno a su salud mental. Quizás quepan, de todos modos. Dejamos eso para especialistas, y para quienes practican medicina y psiquiatría a distancia. Pero, en cualquier caso, cuentan mucho más la cantidad y calidad de sus festejantes, que no son sólo los de esta ocasión.
 
En Página 12, Leandro Renou destaca precisamente la forma, ya sin resguardos pudorosos, en que el poder económico celebra la violencia. Esos aplaudidores del odio, en efecto, se reproducen en todos los foros de la casta empresarial a donde concurre el mandatario, incluyendo los de aquellos rubros seriamente afectados por sus políticas. Industria, construcción, consumo masivo.
 
De hecho, como recuerda Renou, en el Día de la Industria los popes del área ya habían tolerado que Milei les endilgara ser prebendarios y "menos que el campo". Agacharon la cabeza, "algunos por el temor de confrontar con un gobierno que promete vendettas públicas y escraches; y otros, porque les parece que el insulto es un precio barato para conseguir el objetivo final".
 
Por eso es atinado el interrogante que formula el colega, relativo a si esta burguesía se cuadra en el registro del insulto presidencial por una cuestión ideológica; por embarcarse en un culto a la batalla cultural, o por si ven en ésta la última chance de que se cumplan sus viejos anhelos. O todo eso junto.
 
También en efecto, el trasfondo del fenómeno es global porque el empresariado de punta se ha dado cuenta de que ya no alcanza con gobiernos que prometan apertura, sino que es tiempo de apoyar regímenes ultra para trabajar desde adentro, en la misma sintonía, y achicar el margen de error.
 
Al cierre de la nota, como ingrediente más preocupante, se adosa que son muy pocos los empresarios conscientes de que la belicosidad del mensaje de Milei alimenta un proceso de violencia creciente. Y se cita el off de uno de ellos, que está en clara minoría ante el avance de los ultras: "Es parte de la poca responsabilidad que tenemos como burguesía, sabiendo que también nosotros somos actores centrales del proceso democrático".
 
Por cierto, cabe preguntar asimismo si alguna vez fue no ya distinto sino, apenas, diferente. ¿Acaso al hablar de dictadura no se le añade "cívico" a "militar"? ¿Cuándo sucedió que los golpes de Estado, los procesos de desmantelamiento del aparato productivo, la violencia contra las clases oprimidas, la represión, los industricidios, no tuvieran el concurso clave de los grandes actores de la economía?
 

04-05-2025 / 08:05
A medida que avanza su gobierno, Javier "el Loco" Milei profundiza sus apelaciones a la violencia, escalando los insultos, intimidaciones y amenazas a los economistas, periodistas y políticos que no le rinden pleitesía. No es una casualidad ni un rasgo de carácter, es un modelo desplegado por el Presidente y sus referentes mundiales, como Donald Trump, que busca paralizar a sus opositores. Entre insultos, amenazas y mandriles, Milei sigue la receta de sus pares internacionales: convertir el odio en capital político, la grosería en estrategia y la verdad en un valor que ya no tiene la menor relevancia.
 
Un presidente en contra del diálogo porque no considera que sea una herramienta de la construcción democrática. Necesita imponer su mirada a como dé lugar y gobierna únicamente, no ya para quienes lo votaron, sino para quienes asienten sin desviaciones. Verla es sintonizar con la obsecuencia. Y en respuesta a quienes no la ven, el presidente se envalentona.
 
La misma descripción vale tanto para un Milei como para un Trump, o para casi cualquier otro líder de la ultraderecha mundial. No es casualidad que el prototipo y los modos se repitan, como si obedecieran a un método. ¿Cuánto hay de caos y espontaneidad en esas cataratas de insultos anales y llamados a la violencia? ¿Hay más caos y espontaneidad que estrategia? ¿O más cálculo que improvisación?
 
"El insulto y la violencia son parte de una lógica y de una manera de entender la acción política. Por supuesto que en el caso de Milei, su obsesión por las redes, especialmente X, y su personalidad ayudan muchísimo", señala el editor, escritor y exministro de Cultura, Pablo Avelluto. "Pero no es casual -sigue- que este tipo de estrategias de comunicación se reproduzcan en todos los nodos de la red autoritaria y fascista a nivel internacional. No es que nuestra versión de la extrema derecha incluya insultos contra quienes no pensamos como el gobierno, sino que eso es lo que hace la extrema derecha en todas partes". Lo de los mandriles, según Avelluto, sí es una pincelada autóctona, pero lo demás no.
 
El miércoles pasado, Milei se mostró especialmente violento. El contexto fue un discurso ante unos 1.200 empresarios y economistas. Apuntó contra el exministro Martín Guzmán, a quien llamó "imbécil, incapaz e infradotado" por idear una ley "que obliga a tener que pasar un programa del FMI por el Congreso, es decir, el lugar donde están los degenerados fiscales".
 
En ese marco, festejó haber logrado el acuerdo con el Fondo: "La tienen adentro". También apuntó contra "los periodistas ensobrados, los sindi-garcas, los profesionales funcionales al conjunto de hijos de puta que cagaron al país, los ñoños republicanos y los zurdos ridículos", a quienes tildó, otra vez, de "mandriles". Los que estaban en las butacas se reían y aplaudían; se mostraban como un campo fértil.
 
Para los ojos de la audiencia, bombardeada minuto a minuto con expresiones cada vez más brutales, líderes de ultraderecha como Matteo Salvini, Jair Bolsonaro, Trump y el propio Milei traen cada día un nuevo numerito. Cada día, un nuevo golpe de efecto, con el discurso de "la doma" de las redes reconvertido en palabra oficial. 
 

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