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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 30-03-2025 / 08:03
PRIMERA GRAN CRISIS FINANCIERA DEL GOBIERNO LIBERTARIO

El “Loco” Milei y el “Toto” Caputo: Los responsables de una nueva catástrofe económica neoliberal

El “Loco” Milei y el “Toto” Caputo: Los responsables de una nueva catástrofe económica neoliberal
Por impericia de política económica y un modelo que no se aplicó en ningún país del mundo, Milei terminó apelando al FMI aun habiendo hecho el ajuste más grande de la historia. Esa misma ineptitud técnica, mezclada con una desesperación por dólares frescos que salven el proceso político electoral, está minando de dudas, internas y secretos las negociaciones con dicho organismo, resultando en una corrida casi diaria que el BCRA tiene que apagar con reservas que ya cayeron por debajo de los 26 mil millones de dólares. El acuerdo con el FMI genera más dudas que certezas. El mercado no compró el discurso del Gobierno nacional y buscó cubrirse de una posible devaluación.
El anarco capitalista Javier "el Loco" Milei no tardó en consolidarse como uno de los principales promotores del endeudamiento argentino. Milei se convertiría en el segundo presidente que más endeudó a la Argentina con el FMI, mientras que Luis "Toto" Caputo es responsable del 72% de la deuda total contraída con el organismo desde 1958. Con el crédito de u$s 20.000 millones que espera ser aprobado en las próximas semanas, solo es superado por Mauricio Macri, quien tomó u$s 44.000 millones durante su gestión.

Detrás de ambos nefastos acuerdos está la misma firma: "Toto" Caputo, ministro de Economía de Milei, quien también presidió el Banco Central durante el gobierno de Macri y fue responsable directo del desastre financiero que provocó el retorno al FMI en 2018. Desde 1958, la Argentina ha recurrido al organismo internacional en diversas ocasiones, pero ningún otro funcionario concentró tanta deuda como Caputo. Bajo su gestión, el país quedó atrapado en una espiral de dependencia financiera que ahora se profundiza con el aval de Milei. La receta es siempre la misma: ajuste brutal, destrucción del Estado y una carga impagable para los argentinos.

Por impericia de política económica y un modelo que no se aplicó en ningún país del mundo, Milei terminó apelando al FMI aun habiendo hecho el ajuste más grande de la historia. Esa misma ineptitud técnica, mezclada con una desesperación por dólares frescos que salven el proceso político electoral, está minando de dudas, internas y secretos las negociaciones con dicho organismo, resultando en una corrida casi diaria que el BCRA tiene que apagar con reservas que ya cayeron por debajo de los 26 mil millones de dólares.

El gobierno libertario se jacta de su "plan motosierra" y de su supuesta austeridad fiscal, pero la realidad es que su estrategia no es otra que la repetición de un ciclo neoliberal de endeudamiento irresponsable que solo beneficia a los especuladores financieros y a los acreedores internacionales. Cuando uno va a pedir la escupidera del FMI es porque está al horno. 
Así, Argentina pasaría a estar más endeudada que Ucrania en guerra. Mientras tanto, los sectores populares sufren las consecuencias: economía paralizada, salarios pulverizados e inflación imparable.


El dato es irrefutable: en menos de una década, Caputo y sus mandantes, los especuladores financieros, han sido responsables de la de la deuda con el FMI. Lo que vendieron como "soluciones" solo han dejado crisis económicas y una dependencia insostenible. Argentina ya conoce este camino y sabe cómo termina. El gobierno pierde el control, la crisis financiera, la desconfianza del mercado crecen y los dólares se fugan.

Luego de los sucesos de las últimas semanas, la desconfianza en el equipo económico de Milei y Caputo ha alcanzado un punto crítico. La falta de transparencia en la gestión de la deuda en pesos, sumada a las contradicciones sobre el acuerdo con el FMI, ha deteriorado la credibilidad del gobierno. La incertidumbre se traduce en una aceleración inflacionaria y una corrida cambiaria que debilita aún más las reservas del Banco Central.

La desesperación por contener el dólar llevó al gobierno a maniobras financieras cuestionables, generando sospechas de financiamiento indirecto del Tesoro a través del Banco Nación y el BCRA. En este contexto, el FMI endurecería su postura y exigiría una devaluación inmediata que podría alcanzar al 30%, mientras los mercados anticipan el fracaso de la estrategia libertaria. Con las elecciones de medio término en el horizonte, Milei intenta sostener un modelo agotado, pero el pueblo ya paga los costos de un ajuste sin salida.

El endeudador serial Caputo no solo enfrenta la fuerte pulseada con el FMI, que él mismo complicó filtrando datos más allá de cualquier código. También recibe el ataque de "fuego amigo", incluidos miembros del equipo económico neoliberal que se pelean por su sillón. Todos resaltan su impericia técnica, y la del propio Milei, que derivó en la desesperada búsqueda de dólares para llegar sin devaluar a las próximas elecciones, evitando una inflación creciente.

La Opinión Popular



 
TRASTIENDA POLÍTICA DE LA PRIMERA GRAN CRISIS FINANCIERA DEL GOBIERNO DE MILEI
 
Secretos, operaciones y nervios entre Caputo y el FMI
 
El ministro, desesperado por un desembolso de dólares millonario en una sola vez que lo sostenga en su cargo, violó un código interno al filtrar negociaciones en curso. Malestar en el Board y ruido en Hacienda por una oferta que deja al Gobierno al límite.
 
El mercado mostró esta semana que no le cree al ministro de Economía, Luis Caputo, cuyo cargo está en revisión y tiene fuego amigo que lo opera en esa línea. La verdad es que viendo cómo se sucedieron los acontecimientos de los últimos días, razones para explicar la turbulencia no faltan.
 
Horas atrás, Caputo violó un código comunicacional interno del FMI, un pacto tácito.  Filtró el monto del acuerdo y hasta especuló con la forma de los desembolsos, justo cuando se está negociando eso con el organismo. Habló de 20 mil millones de dólares y deslizó que sería todo de una vez. La movida cayó como una bomba en la sede del organismo en Washington y hubo directores del Board de al menos 5 países poderosos que se quejaron ante Kristalina Georgieva. No era cierto, según cuentan, que el ministro tenía aval para avanzar tan en detalle.
 
Es más, según fuentes al tanto de las negociaciones, la reunión informal del Board con enviados de Caputo, a inicios de semana, no salió tan bien como esperaba Argentina. Lo que hay hoy son diferencias visibles entre el Staff del FMI y el Board, que es el validador final y el que define la cuestión cambiaria, es decir, cuánto tendrá que devaluar el Gobierno. ¿Por qué? porque el Staff quiere un crédito político a Milei, avalado por Estados Unidos, y el Board, los países, advierten que esto ya ocurrió y terminó mal.
 
Por esta razón, la portavoz Julie Kozack, primero, y luego una filtración a la prensa del propio organismo, salieron a jugarle a Caputo con las mismas armas peligrosas: comunicaron que el préstamo es en cuotas y solo una parte es para intervenir. Le marcaron la cancha y sacudieron aún más los mercados dando una versión diferente a la del ministro. Más tarde, fue el propio Caputo el que habló con medios amigos para que titulen que el FMI había autorizado 20 mil millones. No habían dicho eso.
 
La decisión del ministro de romper códigos se dio luego de varias discusiones entre él y Milei. El Presidente le teme a la corrida y quiere ver resultados urgentes, cuentan. Pero el FMI tiene sus tiempos. Lo que más desesperó al Gobierno es que, hoy, el consenso del mercado y lo que se comenta en los Estados Unidos es que habrá dinero fresco en dos tramos de baja intensidad.
 
"Se están matando por los montos y por la devaluación", detalló alguien que sigue las negociaciones muy de cerca. Lo que está en la mesa, más allá de las operaciones oficiales, es alarmante: un crédito de 20 mil millones de dólares de los cuales entre 5000 y 6000 millones serán de libre disponibilidad y el resto para pagar vencimientos.
 
Pero con un problema: el FMI quiere darle a Caputo 2000 millones entre mayo y noviembre, es decir, post aprobación del crédito de parte del Board del FMI; y otros 3000 después de las elecciones, devaluación mediante. Si el ministro y el BCRA se patinaron 1600 millones en 10 días, ese desembolso casi que acrecienta la crisis político-financiera de Milei. "Sería dramático", especulan en Casa Rosada, donde dicen que "pelearemos a muerte para que la plata sea importante y de una vez".
 
 
Sangrías y el mitín de los multilaterales
  
En síntesis, el organismo le dijo a Caputo que, si se niegan a devaluar, tendrán que bancarse corridas en los mercados con poca plata para seguir interviniendo por las próximas tres semanas, hasta que el FMI defina. Por eso el ministro insiste y hasta opera con la agencia de noticias Bloomberg para presionar por un volumen inicial grande.
 
En las últimas dos semanas, hubo tres cables y artículos instalando el desembolso de una vez. La preocupación de Caputo es natural: el viernes último, el BCRA vendió casi 200 millones de dólares para intervenir la brecha, pero ese día, el agro liquidó 150 millones, algo que debería haber redundado, en un escenario normal, en compras. Pasó lo contrario: en concreto, en los papeles, el Central terminó el viernes vendiendo 350 millones de dólares, un récord absoluto.
 
Hay, en este escenario, una pulseada virulenta por los fondos frescos, pero aquí el FMI también puede quedar comprometido: los negociadores del Gobierno en el organismo contaron a Página I12 que, históricamente, en los programas de Facilidades Extendidas, el Fondo no suele dar inicialmente más que el 35 por ciento del total del dinero. Eso hizo con Mauricio Macri, entregando 14.700 millones sobre 50 mil millones pedidos. ¿Violará el organismo esta regla? La última vez que hubo un sobrecrédito, también con Macri, terminó en razzia total en el organismo. También gobernaba Donald Trump.
 
Otro dato es central en esta historia y explica por qué Caputo quiere garantizarse plata gruesa del Fondo: hace unos días se celebró en Chile la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde participaron funcionarios argentinos y de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
 
En ese mitín, la CAF avisó que no tiene en carpeta desembolsos fuertes para Argentina y que, además, son a contraparte de obras, es decir, no se usan para reforzar reservas. Por su parte, el BID deslizó que el crédito que Caputo prometió de organismos internacionales no está cerrado. El ministro dijo que habrá un paquete extra de esos entes para usar de libre disponibilidad.
 
 
A Caputo lo operan desde adentro
  
En este contexto, un Caputo desgastado por una negociación que le pesa, experimenta problemas impensados. Por un lado, el FMI le hizo saber que la carta de los senadores de Unión por la Patria sobre desconocer la deuda a futuro es "importante" para el organismo. "Esto tiene que salir con consenso político", insisten.
 
Por otro lado, y aunque resulte sorprendente lo que se contará a continuación, hay algunos que lo están velando al ministro por anticipado. Y varios son tropa propia. Esta semana, Pablo Quirno, el secretario de Finanzas, que conoce a Caputo desde la gestión en el macrismo y comparten palco en la cancha de River, movió fuerte. En reuniones con bancos y aseguradoras, se vendió como "el potencial suplente" de Toto. A Quirno, de grande, le empezó a gustar tener protagonismo, según cuentan.
 
Llega, hoy, a hablarle directo al Presidente y se acercó a los trolls libertarios, tanto que se acostumbró a gestualidades cuasi infantiles de esos cuadros, y afirman quienes los frecuentan que copia todos los gestos del "Gordo" Dan aplicados a la batalla cultural. "Está raro, Pablo", admiten sus viejos amigos. Mientras tanto, Quirno sostiene en los mitines antes mencionados que "soy la continuidad más ordenada".
 
¿Quién vendría a ser, entonces, la continuidad más desordenada? Hay que mirar al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. En estas páginas se relató que en las últimas horas "el coloso", como lo llama Milei, le dijo al Presidente que hay que levantar ya mismo el cepo porque el plan de dólar quieto de Caputo está terminado.
 
Desde los años del macrismo en el poder se detestan. Sturzenegger es el que más plantea los objetivos y los modos de Milei, y hoy se siente empoderado: avisó que lo de Caputo no iba a funcionar. Corajudo, hasta se tomó una foto que dice muchas cosas: se dejó ver con Georgieva, como parte del consejo asesor en crecimiento del organismo.
 
Por Leandro Renou
 
Fuente: Página 12
 

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21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
La Opinión Popular
 

17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

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