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Sociedad e Interés General - 24-03-2025 / 09:03
24 DE MARZO DE 1976, UN DÍA PARA NO OLVIDAR JAMÁS

Recordando a las Primeras Víctimas del Golpe Militar

Recordando a las Primeras Víctimas del Golpe Militar
El 24 de marzo de 1976, la dictadura militar impuso el terrorismo de Estado como método sistemático, un régimen de represión ilegal, violencia indiscriminada, persecuciones, tortura sistematizada y desaparición forzada de personas, en el que se violaron masivamente los derechos humanos y se produjeron, en un verdadero genocidio, decenas de miles de desaparecidos. Hay muertes, que por ser las primeras, son todo un símbolo. Los militares asesinos los eligieron primero porque eran peronistas. Y no se lo perdonaron. Compañeros Víctor Lorenzo, Luis Carnevale y Bernardo Alberte, Presentes. Hasta la victoria, siempre.
Por Blas García para La Opinión Popular  
Mientras la mayor parte de los argentinos dormían, en la madrugada del miércoles 24 de marzo de 1976, me desperté sobresaltado por los golpes en la puerta de mi casa. El "Chueco", un viejo compañero de militancia, me vino a comunicar que las Fuerzas Armadas habían derrocado al gobierno constitucional del peronismo.
 
Me vestí apresuradamente, me cambié el peinado, me afeite los bigotes y salí inmediatamente a alertar a otros compañeros. La primera casa a la que llegué, la de Rodolfo "Rody" Vittar, no existía más. Horas antes un comando paramilitar había llegado para detenerlo, y como no lo encontró, instaló explosivos y voló la vivienda hasta los cimientos.
 
La represión en Córdoba fue muy dura, igual que en muchos otros lugares del país. Este proceso desembocó en una sangrienta y larga noche de males, que dejó como saldo miles desaparecidos, una guerra perdida a manos de Gran Bretaña y un país económicamente quebrado, entre otras cosas.
 
Por eso, en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia, en este nuevo aniversario del golpe militar genocida, quiero recordar y rendir un recóndito homenaje a tres queridos compañeros y amigos, asesinados ese siniestro 24 de marzo.

Ellos son: Víctor Lorenzo, Concejal en Córdoba Capital por la Juventud Revolucionaria Peronista, quien fuera ejecutado, el día del golpe, de un tiro en la cabeza en la cárcel local; don Luis Carnevale, Senador Nacional por la misma provincia, secuestrado y desaparecido ese mismo día; y el mayor Bernardo Alberte, ex Delegado Personal de Juan Perón, quien fuera arrojado a través de la ventana de su departamento, en un sexto piso, por una patrulla militar, la madrugada del siniestro Golpe de Estado.

Hay muertes, que por ser las primeras, son todo un símbolo. Los militares asesinos los eligieron primero porque eran peronistas. Y no se lo perdonaron. Pero, a pesar de las cárceles y los fusilamientos, de los compañeros muertos y los desaparecidos, nunca fuimos vencidos. Continuamos invariablemente las luchas que emprendieron Eva y Juan Perón.

Compañeros Víctor Lorenzo, Luis Carnevale y Bernardo Alberte, Presentes. Hasta la victoria, siempre.

Por Blas García para La Opinión Popular 
 
 
Recordando a las Primeras Víctimas del Golpe Militar
 
El golpe de Estado de 1976 puso fin al Proyecto Nacional y Popular de Juan Perón, un modelo de dignificación del trabajo, producción y pleno empleo, para instaurar un programa neoliberal de especulación financiera, injusta distribución de la riqueza, hambre y miseria. Para imponer ese modelo antipopular, la dictadura cívico militar ejecutó un plan sistemático de exterminio a los opositores gremiales, políticos y sociales.


La represión en Córdoba

La represión en Córdoba fue dura, igual que en muchos otros lugares. Entre los detenidos ilegalmente se encontraban obreros, estudiantes, profesionales, conscriptos y trabajadores independientes, de todas las edades y distintas condiciones sociales.

Algunas víctimas fueron los dirigentes gremiales René Salamanca y Tomás Di Toffino del SMATA y Luz y Fuerza respectivamente. También los estudiantes del colegio Manuel Belgrano cuyos familiares denunciaron a las autoridades del establecimiento por delatar en marzo de 1976 a alumnos que posteriormente fueron secuestrados y no se supo más nada de ellos.

En las cárceles, en particular la Unidad Penitenciaria de Barrio San Martín, se produjeron fusilamientos además de simulacros de ejecuciones de presos políticos durante la dictadura, por lo que fue condenado el represor Videla. En aquel lugar fueron asesinados los amigos y compañeros: José "el Negro" Brizuela y Miguel Ángel "el Chicato" Mozzé, entre otros.

Si bien no hay datos precisos se calcula que, en Córdoba, fueron detenidos más de 4.000 peronistas, sobre todo jóvenes y trabajadores, entre 1976 y 1979. Y muchos debimos pasar a la clandestinidad.

Funcionarios y legisladores justicialistas fueron víctimas como el caso del concejal de la JP Víctor Lorenzo muerto mientras estaba detenido o el de Don Luis Carnevale, Senador Nacional, desaparecido tras ser llevado detenido, ambos episodios ocurridos el día del golpe.


Don Luis, un militante hecho y derecho

Don Luis Carnevale era un viejo militante peronista, hecho y derecho. Habría revistado, cuando joven, en las filas del Partido Comunista de la Argentina del que fue expulsado por repudiar a la Unión Democrática y al embajador yanqui Spruille Braden. Se sumó al justicialismo, colaboró con Evita y desde 1955 participó activamente en la Resistencia peronista.

A mediados del 60 fue nombrado Delegado Personal de Perón en la Provincia de Córdoba y después del golpe militar de 1966, con la disolución del Partido Justicialista, estableció una relación muy estrecha con la nueva Juventud Peronista que nosotros encarnábamos.

Con el surgimiento de la CGT de los Argentinos en 1968, que representó un sindicalismo más combativo, cuyo secretario general era Raimundo Ongaro, Juan Perón nos ordena a los integrantes de la JP, a través de su Delegado Personal el mayor Alberte, que desde Córdoba apoyemos junto a Luis Carnevale, a la misma. Yo me encontraba en Tucumán y me ordenan volver a Córdoba y viajar a la Capital Federal para reunirme con Ongaro y Alberte.

En Córdoba, Don Luis nos dio participación y protagonismo y nos trasmitió la experiencia de los hombres de la resistencia, la lucha de los viejos peronistas que, desde 1955 en adelante, no bajaron los brazos, no se rindieron y lograron poner en pie la gesta popular del retorno del General Perón a la Patria y al Poder.

El 11 de marzo de 1973 es electo senador nacional por la provincia de Córdoba. A pesar de ello, su vida corría permanente peligro por las reiteradas amenazas de la Triple A de López Rega. Me tocó a mí compartir, con Don Luis, "sentencias de muerte" de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) junto a Ricardo Obregón Cano, Atilio López y los dirigentes sindicales Agustín Tosco y René Salamanca, entre otros.

El 24 de marzo de 1976, fue el último día que supimos de don Luis Carnevale. Fue secuestrado y desaparecido por la dictadura militar. 


El "Gordo" Lorenzo, salteño trabajador

El "Gordo" Víctor Lorenzo, amigo y compañero, salteño, trabajador y estudiante, era un integrante de nuestra generación, que al principio de los 70 se incorpora al combate político en la J.P., formando parte de la Juventud Revolucionaria Peronista (J.R.P.)

Sus características físicas y su serenidad personal, muy provinciana, contribuyeron al mote de "El Buro" o "Burócrata" con que lo llamábamos, pero era un activista formidable en la universidad y en los suburbios de la zona norte de Córdoba, alrededor de ese bastión peronista que era Barrio Patricios.

Siempre contento, era un compañero que irradiaba capacidad natural de mando, seguridad ideológica y convicción peronista. Sostenía una intransigencia y pureza de principios que, con entusiasmo, fuerza y convicciones profundas, trasmitía y contagiaba a todos.

En marzo de 1973 es electo Concejal por la ciudad de Córdoba, donde desarrolló una intensa actividad, con claridad política, sin ambigüedad ni especulaciones en sus planteos. Con él trabajaron, de secretarios del Consejo Deliberante, José Manuel de la Sota y Jorge Busti.

El 24 de marzo de 1976, producido el golpe militar, Víctor Lorenzo es detenido y ejecutado, de un tiro en la cabeza, en la cárcel de Córdoba.

Recordando a las Primeras Víctimas del Golpe Militar 

El mayor Bernardo Alberte, un militar patriota

El "Yorma" Bernardo Alberte había conocido a Perón en el año 1945. En octubre de ese año cuando era teniente intentó sublevar la Escuela de Infantería de Campo de Mayo para ponerla a favor de Juan Perón. No tuvo éxito: tenía 27 años y lo degradaron. Con el triunfo del 17 de octubre recuperó el grado y la libertad. Allí se encolumnó con el Líder.

En 1954, Perón lo nombró su edecán personal, creciendo la relación entre ambos. En el golpe del 55 fue la primera defensa en la Casa Rosada y se quedó a su lado hasta que el General se exilió.

Fue encarcelado, estuvo en la penitenciaría de Las Heras, en el penal de Magdalena y luego lo confinaron a Ushuaia, una cárcel que había sido cerrada por infrahumana. Años después, en 1967, Perón recompensó la lealtad de Alberte: lo nombró Delegado Personal a nivel nacional y Secretario del Movimiento Justicialista.

En aquel momento tuve la oportunidad de conocerlo y tratarlo, siendo yo representante del peronismo universitario de Córdoba. Distribuíamos el periódico "Con Todo", órgano del peronismo revolucionario, del cual el mayor Alberte era editor. Allí se defendió públicamente a los compañeros de las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) apresados en Taco Ralo, Tucumán, en septiembre de 1968.

Colaboramos con él cuando surgió la CGT de los Argentinos, en marzo de 1968, la cual obró como un gran instrumento de lucha, y brotó porque Alberte les dio el paraguas político peronista; permitiendo la articulación de una nueva dirección sindical combativa y revolucionaria, la que impulsará el Cordobazo y ayudará a concretar la vuelta de Perón a la Patria y del peronismo al gobierno en el año 1973.

El mayor continuó las ideas de John William Cooke y fue uno de los fundadores de la tendencia del peronismo revolucionario. Lo secundamos, yo como presidente del Integralismo cordobés, en la organización y el desarrollo del histórico Primer Plenario clandestino del Peronismo Revolucionario, realizado en una quinta en las inmediaciones del aeropuerto de Pajas Blancas, Córdoba, en enero de 1969. Allí participaron, entre otros, los legendarios Gustavo Rearte y José Sabino Navarro.

En 1973, Alberte recuperó su grado y fue ascendido teniente coronel cuando asumió Cámpora. Y Néstor Kirchner le rindió un justo homenaje: le otorgó un ascenso post mortem a coronel.

En vísperas del golpe, Alberte había denunciado que la Triple A, del "Brujo" López Rega, había intentado secuestrarlo. Además, le escribe una carta abierta a Jorge Rafael Videla, horas antes de ser asesinado por un grupo de tareas del "proceso". En esa memorable carta, Alberte denunciaba la represión ilegal, advirtiendo la tragedia que se cernía sobre el país y la vergüenza que tarde o temprano se abatiría sobre las Fuerzas Armadas.

En las primeras horas del 24 de marzo de 1976, un grupo de militares y policías uniformados violentó el departamento de Alberte, en el sexto piso de Avenida del Libertador 1160, en Capital Federal. "Alberte, venimos a matarte", gritaron antes de arrojarlo por una ventana. Antes, él se había calzado un revolver e intentó una defensa. No pudo hacer mucho. En los forcejeos lo agarraron entre varios y, sin más, lo tiraron por una ventana del comedor. Cayó al pulmón del edificio y murió en el acto.

Así, la dictadura hacía su aparición en escena. Estrenaba la metodología que pondría en acción durante los siguientes siete años: el asesinato y la desaparición. Y lo hizo, en primera instancia, con compañeros del peronismo combativo: Víctor Lorenzo, Luis Carnevale y Bernardo Alberte.

Por Blas García*

Reivindicando a Néstor Kirchner 

*Blas García, integrante de la "gloriosa J.P." de los 70 no fue observador, sino actor en una generación que tuvo capacidad para plantear un proyecto de poder.

Formado en el nacionalismo popular y el revisionismo histórico, comenzó a militar en las movilizaciones peronistas por el "Operativo Retorno" de Perón a la Argentina (1964). Dirigente estudiantil integralista y del Movimiento Universitario Peronista (1966), participa en la gran huelga universitaria de seis meses (1966) contra la dictadura, en el Cordobazo (1969), el estallido popular contra la dictadura y en los duros enfrentamientos, conocidos como el Vivorazo (1971)

Fundó, junto a Jorge Busti y Hernán Orduna, la Juventud Revolucionaria Peronista (J.R.P.) de Córdoba, a fines de los 60 y condujo, junto al Rodolfo Vitar y a Roberto Vidaña, la Juventud Peronista de la Provincia mediterránea.

En junio de 1972 participa en el Acto de la Unidad de la Juventud Peronista en la Federación de Box, en Capital Federal, integrando la primera Conducción Nacional de la "gloriosa J.P."

A los 23 años, forma parte de la Junta Provincial del refundado Partido Justicialista y a los 25 años es Diputado por la Provincia de Córdoba, donde lo encuentra el golpe militar.

(NdelaR)

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26-10-2025 / 19:10
26-10-2025 / 19:10
El 27 de octubre de 2010, en El Calafate, muere Néstor Carlos Kirchner. Una figura política decisiva en la Argentina de los últimos tiempos. Su muerte llegó en forma sorpresiva y además de generar intensos efectos emotivos, también provocó un fuerte impacto político.
 
Su Gobierno, el mejor desde el retorno de la democracia, generó un estilo que rescató la política del descrédito en que había caído, privilegió una decidida militancia social y juvenil, jerarquizó la figura presidencial y su autoridad, amplió el poder del Estado, reconstruyó la autonomía nacional. Significó un cambio total respecto al nefasto modelo neoliberal que se implantó con el golpe militar de 1976, se profundizó en la década de los 90 con el menemismo, explotó con la crisis de 2001 y terminó con el nefasto gobierno radical de la Alianza.
 
Hoy todos debemos reconocer de Néstor los logros concretos de su gestión, como: el crecimiento económico; el desarrollo de la industria nacional y la importante contracción de la tasa del desempleo; las mejoras salariales en la mayoría de las actividades, que superaron las proyecciones inflacionarias; el auge del consumo y el crédito; la ampliación de los beneficios jubilatorios para personas que no habían hecho aportes; la función activa del Estado desplazando al "mercado". Estableció un tipo de cambio alto para favorecer las exportaciones, dispuso tasas de interés bajas para promover la industria y aumentos reales de salarios para impulsar el mercado interno.
 
Además, el discurso reivindicativo, nacional y popular, frente a las grandes corporaciones empresariales y a organismos internacionales como el FMI; la renovación de la Corte Suprema; el concreto desendeudamiento con el Fondo Monetario Internacional; la política de Derechos Humanos y la nulidad de las leyes de obediencia debida: la integración regional... Por todo esto, ya tiene un lugar en la historia, con toda justicia.
 
A pesar que en este proceso se colaron nichos de corrupción política, como consecuencia de una dilatada permanencia en el poder, el descuido en el reclutamiento de colaboradores y el escaso control de su irregular cuadro de funcionarios, que contravino objetivos y rumbo, la derecha gorila argentina utiliza esto para evitar la discusión política de fondo y negar la historia.
 
Jamás, hechos de corrupción de funcionarios puede ser la referencia esencial para juzgar gobiernos o etapas políticas. Siempre es más importante lo que hicieron y porque hicieron. La Privatización de YPF por Menem, la Reforma Laboral de De la rúa o el brutal endeudamiento de Macri son más dañinos que las coimas a algunos funcionarios. Los escándalos personales impactan en la gente común pero las grandes decisiones económicas y políticas gravitan mucho más.
 
El móvil actual de la operación cultural, política y mediática anti-kirchnerista es tapiar la discusión sobre las políticas públicas de Kirchner. Los medios lo ponen en manifiesto en todo momento para cubrir o conceder espacios secundarios a los terribles daños que causaron las medidas neoliberales de los gobiernos de Macri y Milei. Se concentran en aspecto del pasado para no hablar del presente. Pretenden ocultar los derechos populares alcanzados y la presente anulación de esos derechos.
 
Hoy, cuando se pretende minimizar o anular las realizaciones de Néstor Kirchner, lo cierto es que ha marcado un antes y un después. Es parte fundamental en la realidad argentina, vive en el corazón de su pueblo, porque puso nuevamente en marcha un proyecto político peronista transformador que forjó nuevos derechos, en la pelea por la igualdad y la equidad social, en la lucha permanente de la causa nacional y popular por: la Soberanía Política, la Independencia Económica y la Justicia Social, contra el neoliberalismo antipopular.

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Por Blas García   

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