Nacionales - 18-03-2025 / 09:03
¿PREPARAN UN AUTOGOLPE?: GENDARMES Y POLICÍAS, CON LICENCIA DE MILEI Y BULLRICH PARA ASESINAR
Bullrich miente: Identificaron al gendarme que intentó matar al fotógrafo Pablo Grillo
"Mapa de la Policía", un grupo de periodistas, realizó un estudio con imágenes de la televisión y otras aportadas por fotoreporteros y cronistas que estaban en el lugar. El cabo primero Guerrero, Legajo 103208, del móvil 6 de Gendarmería Nacional, fue el autor material del intento de asesinato de Pablo Grillo. También hay responsabilidades del jefe del escuadrón y la ministra Patricia "Chaborra" Bullrich. En base a los videos y fotos disponibles, se determinó la falsedad de la versión oficial sobre la granada que impactó en la cabeza del fotorreportero y se comprobó quién es el gendarme que aparece como principal sospechoso del disparo: es el cabo primero Guerrero. Bullrich se niega a abrir un sumario y deja aún más clara su responsabilidad. En tanto, la Justicia no hace nada.
"Mapa de la Policía", un grupo de periodistas, realizó un estudio con imágenes de la televisión y otras aportadas por fotoreporteros y cronistas que estaban en el lugar. El cabo primero Guerrero, Legajo 103208, del móvil 6 de Gendarmería Nacional, fue el autor material del intento de asesinato de Pablo Grillo. También hay responsabilidades del jefe del escuadrón y la ministra Patricia "Chaborra" Bullrich. En base a los videos y fotos disponibles, se determinó la falsedad de la versión oficial sobre la granada que impactó en la cabeza del fotorreportero y se comprobó quién es el gendarme que aparece como principal sospechoso del disparo: es el cabo primero Guerrero. Bullrich se niega a abrir un sumario y deja aún más clara su responsabilidad. En tanto, la Justicia no hace nada.
Una investigación independiente avalada por peritos en balística que cotejó imágenes de video y fotografías dio con el efectivo de la fuerza que responde a la ministra de Seguridad. El cabo Guerrero es parte de la Sección de Empleo Inmediato (SEI) de la GNA, que son los que actúan inicialmente en las manifestaciones y portan las pistolas lanzagases. Esas armas, por protocolo, están en manos de efectivos con alguna experiencia, como los cabos primeros, que llevan unos 10 años en la fuerza. En el video también se ve a otros gendarmes y policías federales disparando horizontalmente, algo que convierte las pistolas en letales. El cabo primero Guerrero apunta la pistola en forma horizontal, al igual que el resto de las fuerzas de seguridad.
Es evidente que el tiro de Guerrero que impactó en la cabeza de Pablo no fue un hecho aislado. Los disparos realizados de modo horizontal, transgrediendo todos los manuales y protocolos, son reiterados y sistemáticos. En gobiernos anteriores, un efectivo sabía que si disparaba de esa manera, su carrera tenía altas posibilidades de terminar o, en el mejor de los casos, lo trasladaban a una provincia lejana. Actualmente están cebados por Bullrich, que dirigió todo el operativo desde la sede del Comando Unificado que funciona en la sede del Ministerio de Seguridad. "El fuego a discreción" fue tal que hasta hubo un policía herido por un disparo de otro policía.
Unas horas antes de que se conociera este nuevo material, Bullrich mintió defendiendo el accionar del gobierno libertario durante la represión en la marcha en apoyo a los jubilados. "Todos los gendarmes tiran como tienen que tirar", dijo en vivo en el estudio del canal LN+. Mientras pasaban imágenes del momento del impacto, la ministra describió hechos que no se ajustan a la realidad. "Rebota dos veces antes, y vuelve tocar un hierro. Yo no tengo el parte médico y no sé si le pegó la granada o cómo entró", agregó y catalogó como "arma mortal" a la estructura de fierros que se ve delante de Grillo.
La responsable mayor del operativo criminal es Bullrich. Su implicación se ve incrementada por su encubrimiento como cómplice por las falsedades que vertió en los medios de comunicación luego de los acontecimientos. Mientras Grillo peleaba por su vida, la ministra sin escrúpulos salió a decir que estaba preso y que trabajaba en la Municipalidad de Lanús, entre otras falsedades.
Se reitera así la importancia del aporte de cada material para realizar la investigación. "Una vez más queda demostrada la potencia de lo colectivo en la construcción de la verdad histórica. Las mentiras del poder se desmoronan cuando la ciudadanía se activa", señala Mapa, esta iniciativa creada por diversos organismos de Derechos Humanos.
La Opinión Popular
IDENTIFICARON AL EFECTIVO QUE LE DISPARÓ AL FOTÓGRAFO PABLO GRILLO
Gendarmes y policías, con licencia para matar
El colectivo Mapa de la Policía identificó este lunes al cabo primero Guerrero, legajo 103.208 de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) como el efectivo que disparó el proyectil de gases lacrimógenos que produjo las gravísimas heridas al fotógrafo Pablo Grillo.
La identificación del tirador que tiene en estado crítico a Grillo coincide con las conclusiones que surgieron de la secuencia obtenida por la fotógrafa de Página/12, Alejandra Morasano. Todos los materiales permiten distinguir al efectivo porque su uniforme era el único con un color levemente distinto: los policías federales de azul, los gendarmes de verde, y el que disparó, verde más clarito o caqui. En el trabajo del Mapa, los informes de Willy Pregiasco y Martin Onetto son decisivos: "el disparo ocurrió a las 17:18:05. La trayectoria está ligeramente inclinada hacia abajo y no impacta sobre ningún objeto intermedio ni el piso".
La Comisión Provincial de la Memoria también aportó elementos clarísimos en su ampliación de la denuncia penal. En las 46 páginas del texto, se señala a "GNA 1" como el tirador más probable, con otro efectivo, "GNA 2", a su lado. Con la firma de Adolfo Pérez Esquivel, Dora Barrancos y Roberto Cipriano García se agregan fotos que indican que el jefe de la Gendarmería, Claudio Brilloni, estaba presente en el escenario de la represión. O sea, tiraron horizontalmente con las máximas autoridades de la fuerza a unos metros, respaldando el accionar letal.
No fue un caso aislado
Pero lo impactante del video del Mapa es que el gendarme no es el único que tira de manera horizontal. Se ven también otros gendarmes y policías federales disparando de la misma manera, así como policías federales que se diferencian claramente y lo hacen hacia arriba, como indican los manuales. Los ángulos distintos se ven a simple vista: no hay margen para los disparatados argumentos de Bullrich, que el proyectil rebotó o que el efectivo disparó de forma correcta.
Un jefe de la Gendarmería le explicó a este diario que para disuadir a manifestantes a 100 metros hay que tirar hacia arriba, produciendo la parábola imprescindible. Los cartuchos pueden ser utilizados a más distancia todavía, lo que indica que, si se tira horizontal, la fuerza es devastadora, es un tiro directo.
De hecho, los fabricantes lo ponen de la siguiente manera: "pueden ser letales, mortales cuando: se disparan en sitios cerrados produciendo muerte por asfixia y cuando se dispara un cartucho hacia el cuerpo o cabeza de un manifestante."
"Hacer correr zurdos"
El video refleja lo que fue el operativo de la semana pasada. Los integrantes de los cuerpos de infantería, tanto de la Gendarmería como de la Policía Federal, son efectivos que hacen un culto de la fuerza física, la pelea, el gimnasio. Por lo general, los demás policías o gendarmes los desprecian, los consideran "los brutos", muy lejos, por ejemplo, de los que quieren hacer investigaciones, pericias, informática o algunas de las actividades más sofisticadas. Abundan los admiradores de Videla y los que gritaban "corran zurdos".
En gobiernos anteriores, un efectivo como el que le pegó a la jubilada de 82 años, Beatriz Blanco, terminaba en esa misma jornada con un sumario interno y altas posibilidades de ser trasladado a Jujuy o quedar directamente fuera de la fuerza. Lo mismo respecto de los que le tiraron gases en la cara a manifestantes que sólo estaban parados con un cartel.
Las pistolas lanzagases, dado que pueden producir muertes, quedan en manos de personal con algún nivel de antigüedad. Hasta en eso se ha retrocedido. Antes, el grado para portar una de esas armas era de sargento para arriba: ahora, de cabo en adelante. O sea, efectivos con unos diez años de servicio. Todos ellos saben que no se puede disparar de forma horizontal, conocen los protocolos y fueron entrenados para eso.
Sin embargo, la mezcla resultó explosiva. Efectivos con espíritu violento ("los brutos, los bestias", como les dicen), incentivados por una ministra que los envalentona y los ceba. El resultado fue un descontrol total, con cada uno tirando a discreción, sin sentir el peligro de que su carrera podría terminar ante un disparo horizontal. Más bien lo contrario.
Para agravar todo el panorama, es un secreto a voces que hay un alto nivel de consumo de estupefacientes o anabólicos en los cuerpos de infantería. Los jefes y exjefes lo niegan, admiten que hay casos, pero no generalizados. De todas maneras, los justifican explicando que esos efectivos están 48 horas acuartelados en la previa y les prometen que se van a su casa ni bien "se despeje la plaza". Todos son ingredientes del descontrol y la violencia.
En gobierno anteriores, la consigna era evitar el conflicto, "que no haya quilombo". Ahora la consigna es "fuego a discreción".
Pruebas irrefutables
El Mapa de la Policía -que tiene el auspicio del CELS, la Correpi, la Revista Crisis y otras organizaciones- utilizó secuencias de tres canales de noticias distintos. Una toma desde abajo, atrás de la ubicación de Grillo, y dos drones, uno de A24 y el otro de TN.
Se suman tomas de La Nación. En función de la trayectoria diseñada por los peritos del Mapa y luego la ubicación fijada por las imágenes de los drones, se determinó la identificación. Hay una toma en el momento exacto en el que sale el disparo porque se ve hasta el humo saliendo del arma.
Esa seguidilla es la que permite la identificación que, desde el punto de vista judicial, tiene un problema grave: las pistolas lanzagases no dejan estrías, es decir que es difícil saber de qué pistola salió cada disparo. La clave estará en las secuencias fotográficas y las pericias.
Aunque se menciona al jefe del SEI de la Gendarmería (habría cambiado), y a su superior, el comandante general Marcelo Fabián Porra Melconián, jefe del Comando Región I de la Provincia de Buenos Aires, la verdadera responsabilidad global recae en el Director de la Gendarmería, Brilloni, allí presente y, por supuesto, en la ministra Bullrich.
En la escena también estaba, según documentó la Comisión Provincial, el comisario Inspector Gerardo Perillo de la Federal, que es un habitué en el manejo de la represión de movilizaciones. Todos ellos deberían ser imputados por tentativa de homicidio, porque el disparo directo es letal.
El descontrol del operativo fue tan evidente, que a la guardia del Hospital Argerich entró el efectivo de la Policía de la Ciudad, Elías Montenegro. El muchacho, de 34 años, gritaba "no me corten el brazo, no me corten el brazo". Los médicos deshicieron el torniquete que traía, mal hecho por sus compañeros, y le limpiaron la herida. Lo estabilizaron y finalmente lo derivaron al Hospital Italiano porque así lo indicó la obra social.
El Ministerio reportó "Montenegro, Elías, herido por arma de fuego". La realidad es que los médicos le sacaron del brazo las esquirlas de goma de un proyectil que, en realidad, fue disparado por otro policía. Un operativo en el que, incentivados por el odio represivo, hasta un efectivo le disparó a otro.
Por Raúl Kollmann
Fuente: Página 12