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Internacionales - 03-03-2025 / 08:03
3 DE MARZO DE 1991, EN LOS ÁNGELES, EE.UU.

Rodney King: emblema del enfrentamiento racial en Estados Unidos

Rodney King: emblema del enfrentamiento racial en Estados Unidos
El 03 de marzo de 1991, en Los Ángeles (Estados Unidos), un video amateur graba la golpiza que sufrió el taxista afro estadounidense Rodney King, estando inmovilizado, por parte de policías blancos del Departamento de Policía de Los Ángeles. El hecho provocó graves disturbios raciales en los Estados Unidos.
 
Esa noche, King, en libertad condicional por robo, manejaba a alta velocidad tras haber bebido alcohol en una fiesta. La policía intentó parar su marcha, pero esquivó los controles y cruzó semáforos en rojo. Tras una intensa persecución, se logró detener el auto y bajarlo.
 
Tras tumbarlo, comenzaron a darle patadas, golpearlo con porras y pistolas de descarga eléctrica. Además de los golpes en todo el cuerpo sufrió nueve heridas en la cabeza y una fractura de tobillo. Un hombre, desde su domicilio, grabó la escena, que rápidamente se viralizó en todos los canales de televisión, y dio la vuelta al mundo.
 
El enojo de la comunidad negra, que desde hacía años cuestionaba el accionar policial, no se hizo esperar. Sin embargo, en el juicio contras los uniformados, se decidió absolverlos de casi todos los delitos. Así se inició una de las más grandes manifestaciones de la historia, con incendios, saqueos y asaltos que convirtieron a Los Ángeles en una ciudad sin ley.
 
Sólo en el primer día de disturbios murieron doce personas. Tras seis días, y con la ciudad ya tomada por las fuerzas militares, los disturbios terminaron con un total de 55 muertos, 2.000 heridos y más de 1.000 millones de dólares en pérdidas económicas. Tras un nuevo juicio, se condenó a dos policías.
 
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Se convirtió en el símbolo de las revueltas de la ciudad de Los Ángeles en 1992
 
Rodney King, el hombre que en 1992 se convirtió en el símbolo de los mayores disturbios raciales de la historia de Los Ángeles, tras la brutal paliza que le propinó la policía de esa localidad, falleció la madrugada de 17 de junio a los 47 años de edad. Su prometida, Cynthia Kelly, encontró su cuerpo en la piscina de la casa que King poseía en Rialto (California), según confirmó su representante a la cadena de televisión ABC. Las autoridades han abierto una investigación para descubrir la causa de la muerte.
 
El 2 de marzo de 1991, King, que conducía borracho, fue parado por cuatro agentes, que le sacaron de un vehículo, le dispararon con una pistola eléctrica y le propinaron una brutal paliza. La escena fue captada por un video aficionado y, a los pocos días, los espectadores de medio mundo contemplaban el desmedido ataque. Desde entonces, King pasó de ser un ciudadano que vivía en el más completo anonimato a convertirse en un símbolo para los jóvenes afroamericanos de los guetos de Los Ángeles, que veían en sus heridas un ejemplo más del abuso que ellos mismos sufrían a diario a manos de los policías de raza blanca.
 
La absolución de los agentes un año después, desató una indignación que derivó en las revueltas raciales más violentas que se recuerdan en Estados Unidos en los últimos 30 años. Durante los disturbios, que comenzaron el 29 de abril de 1992, 53 personas perdieron la vida y alrededor de 2.000 resultaron heridas. Los altercados causaron daños cifrados en miles de millones de dólares.
 
Con motivo de la conmemoración del vigésimo aniversario de los disturbios el pasado marzo, King recordó a un periodista local cómo, cuando conoció el veredicto absolutorio para sus agresores, sintió que "llegaba el fin del mundo". Hace unos meses, King presentó su autobiografía, The riot within: my journey from rebellion to redemption. [Los disturbios por dentro: mi camino desde la rebelión a la redención], en la que relata cómo era su vida antes, durante y después de la violenta paliza.
 
Cuando sufrió la agresión policial, King se encontraba en libertad condicional tras cumplir uno de los dos años a los que fue sentenciado por golpear al propietario de un establecimiento al que había entrado a robar. A lo largo de estas dos últimas décadas, ha sido detenido en una docena de ocasiones, acusado, entre otros cargos, de conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas y de violencia doméstica.
 
Rodney Glen King nació el 2 de abril de 1965 en Sacramento (California). Poco después, se trasladó con sus padres y sus tres hermanos a Pasadena, donde su progenitor, que era alcohólico -razón que su hijo alegaba para justificar su propia adicción a la bebida-, trabajaba de manera intermitente en la construcción y su madre se convirtió en una ferviente devota de los Testigos de Jehová. King, que desde pequeño tuvo dificultades para leer, abandonó el instituto con 18 años para vagabundear por las calles. Tiene tres hijos de varias relaciones sentimentales y en 2010 se prometió a su actual compañera, que fue uno de los jurados del proceso que ordenó a la ciudad de Los Ángeles a indemnizarlo por la paliza policial. En 1993, King inició el primero de una larga serie de programas de rehabilitación, uno de los cuales fue televisado hace cuatro años a través de un programa de telerrealidad.
 
King se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos civiles. Supo aprovechar la atención mediática que generó su agresión y firmó contratos millonarios con agencias publicitarias y estudios de Hollywood. Pero esa fama inesperada también lo expuso al escrutinio social sobre cada una de sus nuevas detenciones y recaídas en las adicciones.
 
Fuente: El País

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"¡Si son terroristas, fusílenlos!". La orden de eliminar a decenas de hombres, mayoritariamente jóvenes, cuando ya habrían sido reducidos, en los morros de Rio de Janeiro, parece haber sido impartida desde lo alto del poder. A los 64 muertos el martes en un operativo policial se sumaron otros 68. Con los cuerpos recuperados ayer, el número de muertos por la masacre perpetrada por la policía racista del gobernador ultra derechista Cláudio Castro ha llegado a 132. Estas cifras ya son más altas que las de la Masacre de Carandiru, y todavía hay informes de personas desaparecidas. Fue la peor matanza policial de la historia en la guerra contra el narco.

Los cuerpos de esas más de 60 víctimas fatales fueron encontrados por vecinos durante la madrugada de este miércoles en un área de floresta llamada Mata da Vacaria, un laberinto verde por donde los presuntos miembros del cártel Comando Vermelho intentaban darse a la fuga. Uno de los encargados del traslado de los cadáveres hasta la zona urbanizada de las favelas del Complexo da Penha, fue Raul Santiago. "En 36 años de favela, pasando por varias matanzas, nunca ví nada parecido a lo que estoy viendo hoy. Brutal. Esto es algo nuevo".

Según moradores que hablaron sin dar sus nombres al diario O Globo, algunos cuerpos tenían perforaciones de bala en la nuca, varios estaban con las manos amarradas. Signos de que fueron eliminados sin presentar resistencia. Cubiertos con mantas o lonas improvisadas, los cadáveres fueron depositados uno al lado del otro, en la Plaza San Lucas, de la favela Complexo da Penha. Allí también había muertos del Complexo do Alemão, donde están las otras comunidades atacadas por la Policía Militar. Junto a los cuerpos decenas de vecinos iban del desconsuelo a la indignación.

Las imágenes de ese velorio colectivo realizado en la mañana de este miércoles, se instaló en los canales de noticias locales, y después en los globales, que un día antes habían dedicado amplio espacio al Megaoperativo Contención, llevado a cabo por 2500 mil policías. El número de muertos el martes fue sesenta y cuatro mientras que los fallecidos en una supuesta, aún no confirmada, ejecución sumaria, en las primeras horas del miércoles, ascendió a sesenta y ocho según la Auditoría Pública. Dando un total de ciento treinta y dos. Para el gobierno de Rio de Janeiro, gestionado por Claudio Castro, el número de muertos entre martes y miércoles llegó a ciento diecinueve.

Castro, marioneta al servicio de los intereses del ex presidente, Jair Bolsonaro, y su clan familiar, declaró que el operativo más sangriento de la historia en las comunidades del norte carioca fue "un éxito", y sólo lamentaba la muerte de "cuatro" víctimas: los policías fallecidos en los tiroteos con el Comando Vermelho. Las expresiones del gobernador bolsonarista fueron repudiadas por organismos de derechos humanos y la bancada de diputados del PT, que lo indicó como uno de los culpables de la "masacre".

Este caso de violencia extrema en los morros coincide con el discurso bolsonarista sobre el combate al narcoterrorismo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó estar horrorizada por los hechos. "Esta operación mortal refuerza la tendencia de consecuencias letales extremas de las operaciones policiales en las comunidades marginadas de Brasil", indicó en una publicación en redes sociales la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, encabezada por Volker Turk.

El presidente Lula llamó a "combatir el crimen organizado" con un trabajo coordinado "sin poner en riesgo a policías, niños y familias inocentes".

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28-10-2025 / 20:10
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