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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 17-02-2025 / 09:02
POR LA ESTAFA, "EL LOCO" ACUMULÓ MÁS DE 100 DENUNCIAS POR DEFRAUDACIÓN, NEGOCIACIONES INCOMPATIBLES CON LA FUNCIÓN PÚBLICA Y ASOCIACIÓN ILÍCITA

El gobierno de los Hermanos Milei quedó herido en un ala

El gobierno de los Hermanos Milei quedó herido en un ala
DIOS ME $LIBRE. El Presidente, Javier “el Loco” Milei, acumuló más de 100 denuncias por defraudación, negociaciones incompatibles con la función pública y asociación ilícita y varios pedidos de juicio político por la estafa multimillonaria con criptomonedas. Mientras el Gobierno anarco capitalista no consigue encontrar una salida, quedó al descubierto el entramado de negocios construido por los hermanos Milei y sus allegados, también comprometidos en el escándalo $Libra. En ese marco, un empresario clave del mundo cripto denunció pedidos de coimas.
El cripto-escándalo pone una pausa, de derivaciones finales desconocidas, en la marcha fanfarrona de los estafadores Hermanos Milei. Por primera vez en lo que va de su gestión, quedaron arrinconados y sin mayores recursos para defender al desquiciado Presidente con efectividad.
 
En el propio Gobierno anarco capitalista están estupefactos, claro que no por razones morales ni cosa que se le parezca. Excepto por la hermana Karina, nadie estaba al tanto de una barrabasada inenarrable y de cuya repercusión se enteraron por las redes. Simplemente, en ésta no encuentran la forma de proteger al engendro presidencial.
 
El hecho no tiene antecedentes mundiales: un jefe de Estado promocionando la estafa con una moneda trucha, que ya era asaz sospechosa. Shitcoin, en la jerga de ese mundo. Y después, el mismo aspirante al Premio Nobel de Economía diciendo que "no estaba interiorizado" para que, a las pocas horas, apareciera la confesión uno de los creadores de Libra, Hayden Mark Davis: "Soy asesor de Javier Milei".
 
El índice inflacionario de enero había vuelto a envalentonar al Gobierno libertariano, sin que importara el costo de una medición desactualizada, ni el achicado poder adquisitivo de las mayorías, ni el panorama turbulento por los valores artificiales de la macroeconomía.
 
Los últimos días, para (no) variar, fueron pletóricos en la impresión de que nada conmovía al andar oficial. La agenda publicada muestra un sinfín de episodios que deberían hacer mella en la credibilidad de los hermanos Milei, de los triángulos o cuadriláteros del diseño institucional, de sus cómplices que se revisten de dialoguistas e, incluso, de factores de poder que empiezan a mirar con inquietud el horizonte financiero.
 
Sin embargo, ¿qué porción de esa agenda influye realmente en el ánimo popular? ¿Cuál es el interés masivo que se le dispensa? ¿Cambian esas preguntas tras el escándalo? Apenas como hipótesis de entrecasa, o no, podría afirmarse que el Gobierno no está ganando, necesariamente, lo que las propias usinas oficiales denominan "batalla cultural".
 
Hasta las encuestas de consultoras amigables con Casa Rosada revelan que no es una generalidad el número de argentinos dispuestos a confiar en el abandono global del Estado, ni en la agresión contra las políticas de género, ni el reversionado de las relaciones carnales con Estados Unidos, ni en los etcéteras del extremismo presidencial en esos sentidos. Las mismas elecciones advirtieron eso, vamos: 56 a 44 por ciento no es una diferencia aplastante.
 
Pero sí se diría que los extremistas van ganando la batalla por el corto plazo de las sensaciones alrededor de la economía. Por supuesto, puede considerarse que eso es, precisamente o también, una victoria cultural. ¿Por qué? Porque se basa en la pérdida de memoria o registro de masas. ¿Y eso llega hasta dónde con cuáles probabilidades de reversión para que un eventual recupero no llegue tarde? Más incógnitas de muy complicada respuesta.
 
De ser por lo estrictamente económico y por esa "macro" cuya salud obsesiona a niveles de excluir toda otra variable, sirve por ejemplo una sencilla y eficaz provocación que disparó Emmanuel Álvarez Agis. Si el inversor que pone plata en Vaca Muerta ve que Miami está lleno de argentinos diciendo "dame 4", y después mira que el Banco Central está vacío de reservas, dirá que esto no aguantará. "Mejor espero a una devaluación y meto ahí", concluyó el economista.
 

Es el dos más dos son cuatro de la memoria perdida, a sabiendas, por impotencia o por inconsciencia social. Y de ahí, para arriba y para abajo, es que el Gobierno va ganando. Nadie sabe hasta cuándo.
 
Luego, las reacciones frente a los (des)propósitos gubernamentales pasan de largo excepto por aquello de las minorías intensas, alguna franja comunicacional minoritaria, "militancia" en redes y foros.
 
Bajo presiones, amenazas y decisión oficiales, se censuró una actuación artística en lo que fue el más emblemático de los campos de concentración. La Ficha Limpia resultó votada en Diputados por varios o muchos de los personajes más sucios de nuestra política. Después de consecuencias devastadoras, el nuevo subsecretario de Ambiente admitió que el Gobierno falló en la prevención de los incendios patagónicos y, alegremente, unas horas más tarde dijo que lo que dijo fue por falta de información.
 
La Comandante Pato, con gorra a la usanza, inauguró un alambrado en el límite con Bolivia y a la media hora removieron el palo porque, créase o no, aparecieron además unos presuntos propietarios de la tierra reclamando indemnización. Y el proceso licitatorio por el dragado de la llamada Hidrovía quedó anulado, en medio de un cruce de acusaciones por aprietes y negociados, de la noche a la mañana.
 
¿Alcanza o seguimos?
 
Un dicho relativamente extendido señala que, en Argentina, la política empieza en marzo.
 
Ese aserto quedaría relativizado porque hace rato que las convulsiones se producen durante todo el año, y así lo ratifica este verano si es por las polémicas encendidas y potenciadas desde las guerrillas digitales. Pero puede concederse que los indicios se transforman en grandes batallas con el comienzo formal de temporada, y mucho más al tratarse de un período electoral.
 
¿Habrá grandes novedades respecto de lo que señalan las perspectivas?
 
Salvo por la incertidumbre profundizada sobre cuánto durará el espejismo de estabilidad económico-financiera, momentáneamente nada semeja conmover a los dos grandes bloques. El tuiteo de Jamoncito siembra la duda hacia delante.
 
Por un lado, el bloque de un gobierno que parece (¿parecía?) firme al asentarse en la baja inflacionaria, así como en la determinación con que manifiesta, y ejecuta, toda barbaridad imaginable.
 
Por otro, el de contendientes que no aciertan a estructurar las ideas alternativas.
 
La diferencia es que el primero se aferra a su manual como única opción. Nadie, con sano juicio político, puede suponer que los libertaristas serían capaces de retroceder. Están plenamente confiados en sus salvajadas. De hecho, ni siquiera les provoca algún estremecimiento la sucesión espectacular de funcionarios echados o renunciados casi a diario. Al contrario. Lo exhiben hasta con deleite, cual muestra de impunidad.
 
En cambio, y éste sería al menos un amago de buena noticia, asimismo a nadie se le ocurre que el disperso bloque rival puede permanecer así indefinidamente. Acerca de eso, y cuando encima hay elecciones a la vuelta de la esquina bien que de medio término, cabría esperar un piso de consenso.
 
¿Cuánto más de ombliguismo, de ausencia para referenciarse en liderazgos renovados, de falta de impulso a fines de trabajar con vocación de unidad? Resuenan como desafíos de fórmula, esquemáticos, pero es que tampoco se escuchan apelaciones dirigenciales que convoquen a encararlos.
 
La gente enojada, que es un montón, está harta de que todo empiece y termine en putear a Milei cuando, como si poco fuera, él y los suyos demuestran soberbia para redoblar apuestas.
 
El astillamiento en varios pedazos del peronismo santafesino, que además afronta la votación de una reforma constitucional, es un síntoma muy malo. Sin que vaya en perjuicio del respeto por las características y decisiones distritales, hechos como ése radican igualmente en la carencia de una conducción nacional que estipule lineamientos nodales.
 
Otro tanto cabe argüir acerca de la inmensa mayoría de las provincias. Mandatarios y referentes parlamentarios quedan expuestos al arbitrio de las extorsiones y favores del gobierno central. También de sus agachadas.
 
Así, la medida de qué sucederá estará dada, en relación directamente proporcional, por el grado de alianzas efectivas que sepa tejer una cabeza hoy desmembrada. Y no es, únicamente, cuestión de tejidos partidarios (para usar un convencionalismo demodé, siendo que los partidos, hace demasiado, ya no quieren decir nada ni en materia organizativa ni en orden conceptual).
 
Hablamos de entretejidos sociales, sectoriales, intelectuales. Y empresarios, cómo no. ¿O acaso no se suman día a día los conglomerados de pymes y franjas productivas que sufren el escenario desde la lona? ¿Todo el entramado industrial, por caso, es un antro de cipayos dedicado a la especulación financiera? ¿Todo? ¿Ninguno estaría dispuesto a escuchar, al menos, alguna idea superadora del final archisabido de esta película?
 
Martín Caparrós posteó una afirmación desafiante. Fue previa al cripto-escándalo, pero le cae a éste como anillo al dedo. "Humilla que te maneje un tonto. Una cosa es un malvado inteligente. Otra es un malvado poderoso. Pero la subsistencia de un malvado que no es inteligente ni poderoso sólo depende de la sumisión de sus súbditos".
 
Sea cual fuere el adjetivo que corresponda al malvado, tal vez podría agregarse que su subsistencia también depende de quienes, en condiciones para enfrentarlo, no concretan hacia eso todo lo posible.
 
No puede saberse cuál será el desenlace del escándalo. Pero quizás, sólo quizás, sirva para despertar conciencia en tanta gente obnubilada.
 
Por Eduardo Aliverti
 
Fuente: Página 12
 

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21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
La Opinión Popular
 

18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

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