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Internacionales - 11-01-2025 / 08:01
LA DEBILIDAD DE LAS DEMOCRACIAS FRENTE A LAS OLIGARQUÍAS TECNOCAPITALISTAS TRASNACIONALES

Elon Musk es el camino que propone Donald Trump para competir con China

Elon Musk es el camino que propone Donald Trump para competir con China
Elon Musk duplicó su fortuna con el triunfo de Donald Trump y en diez días asumirá como asesor especial de su gobierno. La debilidad de las democracias frente al mundo distópico de las oligarquías tecnocapitalistas trasnacionales.
Pocos días antes de las elecciones en Alemania, Elon Musk dio un fuerte impulso a la ultraderecha neonazi con una entrevista a su principal dirigente, Alice Weidel, en la red social de su propiedad X (ex Twitter). El hombre más rico del planeta duplicó su fortuna con su respaldo a Donald Trump y aspira a controlar las comunicaciones mundiales a través de su empresa satelital Starlink. En diez días asumirá el nuevo presidente norteamericano que propone a Musk como el modelo de negocios para Occidente.
 
Menos de dos años atrás, el multimillonario sudafricano se convertía en el hombre más rico del planeta cuando su fortuna personal alcanzaba los 200 mil millones de dólares. Según la revista Forbes, gracias a su respaldo a Trump, en los últimos meses más que duplicó esa montaña de plata al traspasar los 400 mil millones de dólares en un planeta donde miles de millones de seres humanos no tienen para comer.
 
Musk es el modelo que Estados Unidos propone para competir con China. En vez de ofrecer caminos nuevos, Occidente se dispone a profundizar los que llevaron a su decadencia. En el mundo capitalista neoliberal que se basa en la creciente desigualdad, la incorporación de negocios con nuevas tecnologías involucradas en la comunicación generó productos como Musk con gobiernos controlados por tecnócratas ultra capitalistas con fortunas que exceden al PBI de algunos países.
 
Trump anunció que incorporará a Musk a su gabinete y el sudafricano dijo que despedirá al 70 por ciento de los empleados de la administración pública federal para reemplazarlos con inteligencia artificial, seguramente provista por sus empresas.
 
Yago Álvarez Barba, jefe de la sección de Economía del diario digital español El Salto, explicó la duplicación de la fortuna de Musk. Son rubros de tecnologías de punta, que coinciden con las prioridades que se marcó la economía China. La diferencia es que para China se trata de metas nacionales, en tanto que para Musk son exclusivamente individuales.
 
El más conocido es la fabricación de automóviles eléctricos Tesla. Hace bastante tiempo que fue superada en la cantidad de autos fabricados por la china BYD a la que se le suman varias marcas de ese país. China no sólo estableció esas prioridades para el desarrollo, sino que cambió la matriz del transporte público, que en este momento es eléctrico, lo que implicó una enorme experiencia para mejorar baterías y aleaciones.
 
Los automóviles chinos barrieron con las marcas occidentales y asiáticas. Ford, Volkswagen, FIAT y Mercedes han tenido que cerrar fábricas y se quejan porque no pueden competir con las marcas chinas. En 2035 se dejarán de fabricar autos con motores a explosión en Europa. La eliminación de los gasoductos rusos subió los precios de la energía lo que hizo perder competitividad a la industria europea. Frente a la invasión de vehículos chinos, el anuncio de Trump de medidas proteccionistas envió al cielo las acciones de Tesla.
 
Según Álvarez Barba, de cien mil millones de dólares que valía la parte de la empresa que pertenece a Musk, saltó a 160 mil millones. Twitter le costó 40 mil millones. Sólo con Tesla, amortizó esa inversión que usa para hostigar a gobiernos que no son amigables con sus negocios.
 

 
Space X es otra de las empresas de Musk, conocida por llevar al espacio a multimillonarios excéntricos. Pero el negocio verdadero con esas performances es impresionar a la NASA para convertirse en uno de sus principales proveedores. Ya se habla sobre un jugoso contrato.
 
La empresa se propone enviar doce mil satélites a órbitas bajas para ofrecer Internet en todo el mundo a través de la empresa Starlink, también de su propiedad, desplazando a los demás proveedores y controlando las comunicaciones globales. Otro producto que ya tendría un contrato multimillonario es una red similar de satélites, Starshield, pero sólo para las comunicaciones encriptadas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
 
En Junio del año pasado, Space X estaba valuada en 200 mil millones de dólares. Tras la victoria de Trump, ahora su valor es de 350 mil millones de dólares, según Blumberg. La Unión Europea tiene su propio proyecto de comunicación satelital militar bautizado Iris 2. En parte, el motivo de la campaña de mentiras y falsa información lanzada por X, busca desplazar a los gobiernos conservadores y socialdemócratas que impulsan este proyecto y reemplazarlos o arrinconarlos por los ultraderechistas.
 
El otro negocio es el de las criptomonedas. Musk tiene importantes inversiones en una de ellas, cuyo valor subió el 250 por ciento desde el triunfo de Trump.
 
Elon Musk se ha convertido en el arquetipo del modelo que Estados Unidos le ofrece al mundo y al que adscribe con fanatismo el presidente argentino Javier Milei. Se trata de una distopía donde cuatro o cinco megaempresarios favorecidos por el proceso de concentración del capital controlan a un mundo empobrecido, del que sacan y ponen dirigentes gracias a su control de las comunicaciones.
 
Cuando compró Twitter y la transformó en X, Musk sacó todo tipo de control de discursos de odio o mentiras, alteró el algoritmo para que favorezca su ideología y lanzó campañas de falsa información para intervenir en los procesos políticos en todo el planeta. En las últimas semanas acusó al primer ministro británico Kay Starmer y a su antecesor Gordon Brown, ambos laboristas, de proteger bandas de prostitución infantil. Y ahora publicó una entrevista con la dirigente de los neonazis alemanes de Alternativa para Alemania.
 
Otro millonario de las comunicaciones, el dueño de Facebook, WhatsApp, Instagram, Messenger Live y Threats, Mark Zukerberg, anunció que retirará todos los "verificadores" de contenido de sus plataformas. El control en Argentina era un chiste, pero lo que sale a defender Zuckerberg es su derecho omnímodo como propietario, aunque se trate de un servicio público como la información y la comunicación.
 
Molestos por las intervenciones de Musk a través de X, los líderes europeos abandonaron su parsimonia con las redes. El presidente francés, Emmanuel Macron exhortó a "conseguir una agenda de defensa de la democracia". Cada vez es más evidente que sin un marco regulatorio para las falsas noticias, los discursos de odio o el juego clandestino que se introduce en los hogares, la democracia resulta imposible.
 
El más claro fue Lula: "Lo que queremos es que cada país tenga su soberanía protegida. No puede ser que una, dos o tres personas crean que pueden herir la soberanía de una Nación. Me parece gravísimo que quieran que la comunicación digital no tenga la misma responsabilidad que el que comete un delito en la prensa escrita". Hasta la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), en la que muchos de los medios corporativos que la integran han protagonizado campañas furiosas, criticó la decisión de Zuckerberg porque "debilita los esfuerzos necesarios para combatir la propagación de noticias falsas".
 
El brutal modelo Musk que propone Estados Unidos abrió el gran debate sobre las sociedades distópicas que tienden a generar las nuevas oligarquías tecnocapitalistas que han acumulado un poder económico y comunicacional frente al cual las democracias están indefensas.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página 12
 

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07-11-2025 / 18:11
07-11-2025 / 18:11
07-11-2025 / 09:11
Una realidad imposible de pensar apenas dos meses atrás acaba de imponerse en forma irrefutable al neoliberalismo del presidente yanqui Donald Trump, golpeando y diluyendo un poco más su promocionada intención de "hagamos nuevamente grande a los Estados Unidos". Por cierto, que las ideas base de hacer nuevamente grande -es decir: dominador- a su país atrasan un poco y se desubican otro tanto.
 
Si algo se puede estimar que le ha ido de acuerdo con sus planes es la relación con la Argentina de Javier Milei, un país que va quedando reducido a la condición de neocolonia, de un imperio decadente. Esa relación, que incluye el apartar la presencia china, también ha conseguido despertar las iras de los agricultores estadounidenses ya que, al disminuir a nuestro país como proveedor sojero, los chinos se han volcado a otros países latinoamericanos, Brasil fundamentalmente, desplazando a los yanquis.

También los manejos financieros en pro de la decadente moneda argentina han indignado a algunos sectores norteamericanos, que ven en esos millones de dólares facilitados a nuestro país una pérdida de posibles apoyos. Simultáneamente, la desubicación de Trump había anunciado la construcción en la Casa Blanca de un salón de baile, con un costo de más de 200 millones de la moneda norteamericana. La consiguiente reacción de la opinión pública lo obligó a desistir de la idea.

Como contrapartida, la semana que pasó los noticieros de todo el mundo informaron y visualizaron una noticia insólita, asombrosa: las largas colas en varias ciudades de los EE.UU. en procura de los bonos que les permitan adquirir algunos alimentos básicos. Esta vigencia del hambre, que lo es, numéricamente está estimada en unos 42 millones de personas (una cifra casi equivalente a la población argentina).

Sin embargo, al gobierno yanqui la más formidable bofetada política de los últimos tiempos se la dio el resultado de la reciente elección del alcalde de Nueva York, la ciudad más populosa del país y uno de los centros financieros y comerciales más importantes del mundo. Ocurre que, pese a la desvergonzada y falaz propaganda del Partido Republicano en el poder federal, los neoyorquinos eligieron como autoridad comunal a Zohran Mamdani, un miembro del Partido Demócrata que además es inmigrante que llegó a los EEUU siendo muy pequeño, de cultura y religión árabe y con ideas claramente inclinadas al socialismo, o al menos lo que los miembros del Partido Republicano entienden por socialismo.

Mamdani es un líder progresista y basó su campaña en un compromiso con la solución de los problemas de vivienda, educación y justicia social. Ha acumulado experiencia política y sabido conectarse con diversos grupos comunitarios de la ciudad, promoviendo una promesa de mejor calidad de vida, con aumento de los impuestos a las grandes fortunas de la ciudad. Esas condiciones principalmente le permitieron imponerse por una sorprendente mayoría de votos.


A los resultados de Nueva York se suman los batacazos demócratas de Nueva Jersey, donde ganó la demócrata Mikie Sherrill como gobernadora; de Virginia, donde ganó otra mujer (por primera vez en ese estado), Aigail Spanberger; en Detroit, donde se impuso otra mujer como alcalde (Mary Sheffield); y en Cincinnati, donde Aftab Pureval logró la reelección como alcalde, como hicieron también Corey OConnor en Pittsburgh y Andre Dickens en Atlanta.

La reacción del gobierno de Trump, dentro de todo, ha sido la que se podía esperar: calificar abiertamente a Mamdani de comunista y predecir una avalancha de fortunas neoyorquinas con destino a Miami, a imitación de los cubanos emigrados por el castrismo. 
Incluso Milei criticó a Mamdani e invitó a invertir en la Argentina.Por cierto, que esa ligereza en los juicios recuerda a actitudes muy parecidas que se dan por estas latitudes. Es el desafío en escala internacional que las derechas ultras y extremas, de Trump y Milei, les plantean a los progresismos y al peronismo en Argentina.


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06-11-2025 / 19:11
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