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                  19:45  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 29-12-2024 / 10:12
LA CAMPAÑA ELECTORAL SERÁ UN CAMPO DE BATALLA CON REGLAS INCIERTAS Y MUCHOS CONTENDIENTES EN JUEGO Y LOS ARMADOS SE CRUZARÁN CON TRAICIONES, RUPTURAS Y ALIANZAS QUE DESAFÍAN CUALQUIER LÓGICA

2025: Milei desarticula bloques opositores pero tiene la LLA tensada por internas y fracturas en sus bases

2025: Milei desarticula bloques opositores pero tiene la LLA tensada por internas y fracturas en sus bases
El año electoral tiene razones que el calendario no entiende. Mucho antes de poner a enfriar la sidra para el brindis del 31, la política ya comenzó a funcionar en modo de campaña y rosca por las listas. El panorama político cruje por la ola expansiva del efecto Javier Milei, que provocó rupturas en todos los bloques opositores, tironeados también por la atracción gravitatoria que ejercen Mauricio Macri y Cristina Kirchner, dos líderes que vuelven a ocupar el centro del escenario y acaso también de una boleta.
Si consigue domar los corcoveos del dólar, que esta semana les recordó a los argentinos que nunca hay que darlo por sentado, el oficialismo libertario de Javier Milei tiene todas las condiciones para hacer una buena elección legislativa.
 
La fragmentación opositora, cuando se trata de repartir bancas de forma más o menos proporcional, suele terminar beneficiando al que consolida una primera minoría. Pero eso no significa que el propio Milei no tenga que lidiar con internas que pueden poner en riesgo todo lo que construyó y lo que destruyó hasta ahora. A medida que se acerquen los cierres de listas, haya que tomar definiciones de fondo sobre estrategia electoral y decidir quién es elegido y quién queda herido, las tensiones van a multiplicarse.
 
No resultará sencillo para el triángulo de hierro cumplir simultáneamente con todos los compromisos adquiridos. Los dirigentes del PRO y la UCR que se acercaron de la mano de Patricia Bullrich con la expectativa de conseguir un lugar en las listas son muchos y en algunos casos están enfrentados entre ellos.
 
Los peronistas que se arrimaron a través del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también reclaman su parte. Los gobernadores que funcionaron como aliados desconfían de los armados novedosos en su territorio y van a poner condiciones. Serán meses de negociaciones a varias bandas que pondrán a prueba por primera vez la capacidad de los armadores que rodean al presidente.
 
La prueba de fuego llegará cuando choquen, en algún momento, los proyectos de expansión de Karina Milei y Santiago Caputo, las dos piezas de la mesa chica del presidente que tienen miradas distintas respecto a la estrategia de La Libertad Avanza para 2025.
 
Mientras que la secretaria general de la Presidencia apuesta por acuerdos con referentes territoriales para armar el partido desde abajo en todos los distritos del país, tarea que delega en sus colaboradores Martín y Lule Menem y Sebastián Pareja, el estratega sin cargo apuesta a la "batalla cultural" y quiere llenar las listas con referentes de "Las Fuerzas del Cielo", su grupo de tareas digital, y otras celebridades surgidas o potenciadas por las redes sociales.
 
Un experimentado dirigente que visita la Casa Rosada de forma cotidiana pero no toma partido en esa disyuntiva pregunta en voz alta qué puede pasar cuando los muchachos de X se pongan ásperos en la interna. "No tienen códigos, puede ser una masacre", se responde a sí mismo.
 
La combinación de servicios de inteligencia y patotas expertas en viralizar operaciones en las redes sociales apuntando sus cañones contra la baja nobleza de la política local, una casta poco austera y bastante desprolija de la que se nutre el armado de Karina, puede ser explosivo. "Y si el conflicto escala, no sé hasta dónde puede llegar --advierte el veterano--. ¿Qué va a pasar cuando el presidente se entere que espían a su hermana?".
 

 
El año electoral tiene razones que el calendario no entiende. Mucho antes de poner a enfriar la sidra para el brindis del 31, la política ya comenzó a funcionar en modo de campaña y rosca por las listas. El panorama político cruje por la ola expansiva del efecto Javier Milei, que provocó rupturas en todos los bloques opositores, tironeados también por la atracción gravitatoria que ejercen Mauricio Macri y Cristina Kirchner, dos líderes que vuelven a ocupar el centro del escenario y acaso también de una boleta.
 
Pero el propio oficialismo no está exento de tensiones y fracturas, incluso dentro del triángulo de hierro que constituye la mesa más chica en la que se toman las decisiones sensibles del gobierno y de la estrategia política.
 
La salida del diputado Roberto Mirabella de la bancada de Unión por la Patria fue un desafío directo a la conducción del peronismo. El santafesino fue explícito a la hora de anunciar su monobloque: "Soy opositor a Milei mirando a mi provincia y no al PJ Nacional", escribió en sus redes sociales.
 
"La agenda que se sigue es una agenda porteña, pensada para el conurbano, y enfocada en liderazgos del pasado, que se eligen como rivales para la tribuna, sin enfocarse en los temas que son urgentes, porque lo urgente es el presente", completó. Mirabella, que llegó al Congreso por un acuerdo entre el exgobernador Omar Perotti y CFK, debe revalidar su banca y sabe que si las listas se cierran en el Instituto Patria esta vez no habrá lugar para él.
 
El problema es que el diputado santafesino no es el único en esa situación. Las heridas de la interna fallida acompañarán al peronismo en este proceso, hasta que se salde la cuestión del liderazgo o se rompa en forma definitiva el frente opositor.
 
Una veintena de diputados y alrededor de diez senadores están en una situación similar a Mirabella. No comulgan con el kirchnerismo, no tienen canales de diálogo abiertos con las nuevas autoridades y se imaginan que la lapicera no va a tocarlos esta vez. Algunos ya hablan de conformar rancho aparte para afrontar el año electoral. La temporada veraniega estará atravesada por quinchos y tertulias donde se van a definir los pasos a seguir. A esta altura no hay nada garantizado.
 
Una ruptura en esos términos puede tener consecuencias en los armados provinciales de cara a las elecciones locales y nacionales. Si hay bloques separados en marzo lo más probable es que haya listas separadas en octubre; hipótesis que se torna casi indefectible en caso de que se concrete la suspensión o eliminación de las PASO que propone el oficialismo y acompaña una parte de la oposición.
 
A eso hay que sumarle que en provincias como Tucumán y Catamarca los gobernadores peronistas intentarán jugar en tándem con el gobierno. El resultado podría dividir ese voto en dos o tres opciones en algunos distritos, despejando el camino del candidato que llegue con el apoyo político, logístico y financiero de la Casa Rosada.
 
Es por eso que incluso los mandatarios provinciales que están en este momento distanciados de la conducción partidaria, como Ricardo Quintela y Axel Kicillof, intentan bajarle el tono a las elucubraciones sobre ruptura, impulsadas principalmente por legisladores de los llamados "sin tierra".
 
Eso, sin embargo, no los pone a salvo de internas en el pago chico, como las que dejaron al gobernador bonaerense sin presupuesto ni autorización para endeudarse por lo menos hasta febrero. La inflexible negativa opositora que bloqueó la iniciativa se construyó con el guiño de algunos intendentes y legisladores del peronismo, en negociaciones a espaldas del ejecutivo provincial. La relación con La Cámpora está dinamitada.
 
Mientras tanto, el radicalismo firmó esta semana, con una foto en la Casa Rosada, su divorcio. El que blanqueó su alineamiento fue el jefe del bloque de la UCR en la cámara de diputados, Rodrigo De Loredo, que está apurado porque su histórico rival Luis Juez, con quien compite por una candidatura a la gobernación cordobesa, lo primereó en la relación con Milei y hoy es el favorito del presidente.
 
Para dar vuelta esa puja le llevó en ofrenda una docena de legisladores dispuestos a acompañar al gobierno en el Congreso, justo después de que el tribunal de ética partidario decidiera expulsar a los tres pioneros en ponerse la peluca, Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat, que ocuparon lugares de privilegio en la foto con Milei.
 
De Loredo asegura que los veinte diputados del bloque que conduce lo acompañan en este movimiento para acercarse al gobierno. Como prueba de eso celebra la presencia de Julio Cobos, un hueso duro de roer para el oficialismo hasta ahora.
 
Cerca de Facundo Manes, uno de los referentes del sector que prefiere mantenerse en la oposición módica que mantuvieron hasta ahora, creen que pueden engrosar sus filas con tres o cuatro legisladores que aún forman parte del bloque oficial pero no estuvieron en la Casa Rosada. En la Cámara Alta el bloque de trece va camino a partirse. Algunos senadores que llegaron al Congreso en lista radical están pensando que esta temporada les sienta mejor el violeta.
 
Milei apuesta a conseguir con la UCR lo mismo que ya hizo con el PRO: en vez de realizar acuerdos de cúpula en los que se ve obligado a ceder, les vacía las estructuras por abajo, de a un dirigente por vez, hasta que no queda mucho por negociar.
 
La interlocutora en ambos casos es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que de esta forma ejecuta su venganza contra Macri, que la abandonó en la mitad de la campaña presidencial para impulsar al candidato de La Libertad Avanza. Hoy ella es una pieza clave de este gobierno y ejecuta la sangría de dirigentes que el expresidente no consigue detener. Hombres y mujeres que durante décadas fueron sus empleados y ahora no le atienden el teléfono.
 
Macri sabe que la propuesta de Milei de "ir juntos en todos lados o ir separados" es una disyuntiva entre la capitulación total y una competencia en la que muy probablemente el PRO reciba una derrota sin atenuantes. Lo que no sabe es cómo salir de esa trampa.
 
La ciudad de Buenos Aires es el último bastión que le queda por defender, incluso si eso implica que vuelva a postularse. Es que la mayoría de las figuras taquilleras que contaba en su escudería ya están negociando su ficha en el equipo rival. En 2025 Patricia Bullrich, Cristian Ritondo, Diego Santilli, Rogelio Frigerio, Diego Kravetz, Luis Caputo y Soledad Acuña, entre tantos otros, serán candidatos o harán campaña por candidatos de La Libertad Avanza.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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