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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 15-12-2024 / 12:12
DISPUTAS EN LA DERECHA

Macri versus Milei: la venganza tardía por el caso Kueider de un calabrés muy acorralado

Macri versus Milei: la venganza tardía por el caso Kueider de un calabrés muy acorralado
La expulsión del senador Edgardo Kueider y la crisis que desató en el corazón del oficialismo le permitieron a Mauricio Macri lanzar la contraofensiva que venía preparando en silencio desde hace meses, mientras intenta reconstruir el partido que preside desde mayo.
El fundador del PRO no logra definir un estilo de conducción. Después de pintar al partido de color violeta, intenta reunir a los malheridos de su gestión y convencerlos de volver al color amarillo. Las encuestas lo muestran al borde de disolución pero puede complicar a LLA si se decide eliminar las PASO.
 
La expulsión del senador Edgardo Kueider y la crisis que desató en el corazón del oficialismo le permitieron a Mauricio Macri lanzar la contraofensiva que venía preparando en silencio desde hace meses, mientras intenta reconstruir el partido que preside desde mayo.
 
El magnate no termina de definir un estilo de conducción del PRO: después de expulsar a Patricia Bullrich y activar el rifle sanitario para evitar una absorción de La Libertad Avanza, mantuvo el apoyo irrestricto y casi acrítico en el Congreso a favor de Javier Milei. Al mismo tiempo, Macri mantiene reuniones con los malheridos de su gestión, con ex funcionarios que no valoró cuando estuvo en el poder y reactiva vínculos casi extinguidos para retomar los resortes federales del partido.
 
El ex presidente parece tejer el armado partidario que no hizo hace una década, cuando le reclamaban que lo hiciera. Ahora, envalentonado por las internas que rodean al presidente, lanzó una nueva batería de advertencias.
 
Según dicen en su entorno, esta vez viene en serio, tanto en público, como en privado, tanto en los temas visibles, como en los asuntos donde es más importante el milagro que el santo que puede estar detrás. El momento elegido para mostrar los dientes es a un paso de fin de año, en la previa del verano, a dos meses de que pueda comprobarse algún gesto que confirme el poder de daño que le queda al PRO.
 
Afuera del Palacio y en las encuestas que miden los precalentamientos electorales, al partido amarillo no le va bien. Toda la conducción del PRO lo sabe y por eso varios dirigentes no ocultaron su preocupación el viernes, cuando el expresidente reunió al Consejo Nacional del partido en un hotel del barrio porteño de Abasto.
 
Ante un centenar de asistentes Macri volvió a posarse en un atril y retomó el tono de candidato. Habló del destrato permanente del Gobierno con el PRO y destacó todo el apoyo que le han brindado durante este año. El ex presidente buscó mostrar que se terminó una etapa y ahora deberá ver si le rinde dividendos electorales.
 
Incluso quienes lo bancan al frente del partido no olvidan que el PRO sigue por debajo de los dos puntos en términos de imagen positiva en distritos determinantes, como la provincia de Buenos Aires. El año que viene tienen que renovar 22 bancas en Diputados y los últimos números de este año preelectoral no son buenos.
 
Lo único que ha esperanzado a los macristas de paladar negro es que los últimos errores del Gobierno han comenzado a quitarle nitidez, especialmente sobre el electorado que votó a Milei y que perdió el PRO, entre el apoyo pactado después de la primera vuelta y el salto que pegó Bullrich reclamando la propiedad del 80% de voluntades que le aportaron a LLA.
 

Según Macri los dos intentos fallidos en Diputados para darle media sanción al proyecto de Ficha Limpia marcaron una inflexión. Fue una forma de catalizar la bronca acumulada por la negociación del Gobierno con la CGT y la decisión de los hermanos Milei de habilitar un diálogo con el kirchnerismo. Macri esperaba que apuntaran a borrarla del mapa y, en caso de ser posible, acelerar todos los procesos judiciales en su contra.
 
Al fundador del PRO no le gusta la idea de quedar atrapado en una polarización total entre Milei y Cristina, con un lugar menguante para el PRO, que podría ahondarse si la nueva táctica crítica no funciona y les cuesta caro ante ese electorado que los votó durante años y ahora los mira de reojo porque los entusiasmó el shock libertario, aún a costa de empobrecerse.
 
En la Casa Rosada no eluden que el macrismo puede hacerles daño en las dos cámaras del Congreso. Quizás por eso, entre otros factores, no convocaron a extraordinarias en diciembre y si lo hacen en febrero será para volver a pelearse con el PRO. Pero miran afuera de esas paredes palaciegas y advierten que los fogonazos de Macri son crepusculares. El expresidente cree lo contrario, pero también sabe que no controla todo el partido. Por eso tiene que volver a evangelizar, aunque la imagen que protagonizó en el Abasto no lo ayude.
 
«El que tiene aspiraciones para 2025 y el viernes fue a escucharlo a Mauricio, se quedó preocupado, porque estaban pensando en violeta y ahora les pide que vuelvan a pensar en amarilllo», confió otro asistente a la reunión de Consejo Nacional. Macri no es ajeno a ese planteo, pero quienes lo defienden sostienen que tenía que comenzar a diferenciarse antes de que sea demasiado tarde.
 
En los últimos meses han surgido señales inquietantes en uno de los terrenos donde el PRO ha buscado pisar fuerte. Los bloques en las dos cámaras están virtualmente fracturados por los alineamientos automáticos con Milei y quienes no se bancan ese derrotero.
 
El momento más crítico y más reciente lo tuvo a Macri como protagonista el jueves, durante la sesión convocada para expulsar a Kueider, que hace 10 días fue detenido en Paraguay, proveniente de Brasil, mientras cruzaba el Puente de la Amistad junto a su secretaria, con 211 mil dólares en efectivo que no pudo justificar. «Justo en ese puente, donde nunca pasa nada, parece una trampera lo que pasó», interpretó un dirigente del PRO que conoce a Macri hace décadas.
 
Refleja el clima que respiran aquellos macristas que saben hasta dónde puede llegar el expresidente cuando está realmente enojado y cede ante su origen calabrés, al que le adjudican un costado tóxicamente vengativo.
 
El jueves, mientras transcurría una sesión tensa e inesperada, Macri también estuvo presente. El oficialismo arrancó la jornada convencido de conseguir una licencia sin goce de sueldo por un año y una posterior expulsión cuando el escenario fuera otro. El objetivo inicialmente pactado con un sector del radicalismo y el PRO era evitar que la caída del entrerriano se precipitara y le permitiera al bloque de Unión por la Patria sumar una banca a las 33 que ya tiene.
 
Stefanía Cora es la segunda en la lista del Frente de Todos, detrás de Kueider, cuando era candidato y todavía no se había transformado en el aliado desequilibrante del Ejecutivo a través del consultor presidencial Santiago Caputo.
 
La fractura más reciente del PRO sucedió en esa jornada y fue con el cordobés Luis Juez, que exigió hasta las últimas consecuencias que echaran a Kueider. Los tiempos se aceleraron en la previa de la sesión, porque la jueza federal Sandra Arroyo Salgado ordenó la detención del senador, pidió su desafuero y ordenó una serie de allanamientos que se concretaron ese mismo día.
 
Uno de ellos llegó al tercer piso del Senado y obligó a Villarruel a ordenar que parte del cuerpo de seguridad blindara la planta y precintara el despacho. Es el «hecho nuevo» que mencionaron distintos senadores del PRO antes de la sesión para avanzar con el desafuero, pero la posibilidad no fue valorada.
 
Era la expulsión que beneficiaba al kirchnerismo o una suspensión incómoda que los podía dejar muy expuestos ante la opinión pública, más enfocada ahora que una jueza había movido una pieza letal en un momento muy bien elegido que también disparó sospechas.
 
La medida de la magistrada le sirvió como punto de fuga a la mayoría de la UCR, que dejó de lado la suspensión y se aferró a la expulsión del entrerriano. En el PRO hablan de una discusión entre Macri y Juez que no llegó a buen puerto.
 
Fue el prólogo del comunicado inusual que sacó el Consejo del partido para sostener la idea de suspensión y desafuero en lugar de una expulsión. Sucedió el jueves después de las 16:30, cuando el oficialismo había pedido un cuarto intermedio para tratar de encontrar una salida.
 
No la hubo, cuentan en el bloque amarillo, porque Juez no aflojó, y en respuesta Macri convenció a otros cuatro senadores de que se olvidaran de la idea de la expulsión. Otra herida en la maltrecha relación del magnate con el bloque del PRO en el Senado.
 
La fractura quedó expuesta y Macri volvió a encontrarse con su pasado. El senador cordobés quiere ser gobernador, peleará por ello y ya lo intentó. El año pasado perdió, pero quedó muy cerquita del peronista Martín Llaryora. Después no ocultó su bronca por la ferocidad de la interna nacional entre Macri, a través de Patricia Bullrich, y Horacio Rodríguez Larreta.
 
Juez bramó por entonces contra las consecuencias de esa pelea. Dicen que esta vez no dejará que un traspié, impulsado otra vez por Macri, lo perjudique esta vez desde el Senado. El cordobés no sólo habla con el magnate, también dialoga con el presidente y con la vice, Victoria Villarruel, la otra parte de esta crisis en pleno desarrollo.
 
Cerca de la vicepresidenta también identifican a Juez como una pieza desequilibrante en la derrota vivida el jueves. «Esta vez ganó el peronismo, sumó una banca y ahora el Gobierno nos considera traidores a nosotros, algo raro está pasando», razonó un integrante del bloque oficialista que preside Ezequiel Atauche.
 
El jujeño buscó cumplir con el pedido de la Casa Rosada para bancar la suspensión por un año, pero los acuerdos se rompieron después de las medidas que ordenó Arroyo Salgado y que impactaron en las entrañas del Senado. «Por las advertencias de Juez tuvimos que mover todo, nos arruinó todo y después se metió Macri con sus intervenciones y el comunicado de último momento», lamentó otra alta fuente del oficialismo.
 
Tras la expulsión de Kueider, el Gobierno entró en crisis y responsabilizaron a Villarruel. Tal como contó Tiempo en su edición web, la crisis del entrerriano los obligó a retomar los puentes con la Rosada. Hubo conversaciones previas con distintos funcionarios del Gobierno e incluso con intermediarios de Caputo. El jueves, durante la sesión, hubo tres comunicaciones con el jefe de Gabinete Guillermo Francos.
 
Por entonces el presidente ya había comenzado su viaje a Italia y no habían firmado el traspaso de mando. Se concretó a las 19, dos horas después de la sesión y la Rosada comenzó a instalar que la expulsión del senador detenido in fraganti, resuelta por 60 votos, no tenía validez. Poco después Milei ofreció una entrevista y aumentó la interna. Cargó contra Villarruel y dijo que la sesión no tenía validez.
 
En la presidencia del Senado hay resignación. Resulta un termómetro revelador, porque Villarruel ya no se sorprende. Si bien no lo esperaba, tampoco le quita el sueño que la acusen públicamente al borde la traición cuando en privado había retomado una coordinación empujada por la necesidad de no caer ante el peronismo en el recinto.
 
La fiebre de este jueves quedará como la última foto de un Congreso que no volverá a funcionar hasta febrero o marzo. Milei finalmente no convocó a extraordinarias. Podría hacerlo a partir de la primera semana de febrero con un objetivo estratégico: derotar las PASO y buscar un pacto con el sector del panperonismo que viene proponiendo anularlas desde hace años. Sería otra afrenta para el PRO, la fuerza que más utilizó las primarias desde que existen, Si no hay PASO las chances de un frente común con LLA se diluyen por completo. Macri hablo de una oferta electoral competitiva y, a diferencia de cuando comía milanesas en Olivos, no mencionó ir junto al oficialismo. Es otro poder de daño latente, porque también sabe que Milei tendrá dificultades para armar listas en todo el país si el PRO les quita el cuerpo y los deja a merced de los sectores más marginales de las ultraderechas locales.
 
Ahí radica otra debilidad que Macri tiene en el radar. Desde el viernes quedó en un lugar muy incómodo y sin puentes con el Gobierno después del caso Kueider. El bloque se partió en el Senado y el expresidente, sin quererlo, también quedó pegado a Kueider por no querer echarlo. El año no ha terminado y el magnate sigue apareciendo mal en las encuestas.
 
El 29 de diciembre el cortesano Juan Carlos Maqueda cumplirá los 75 y deberá jubilarse automáticamente. Milei dijo que podría designar por decreto a los postulantes que nominó al Senado y que siguen sin acuerdo. En la cena que la Asociación de Magistrados organizó para cerrar el año y despedir a Maqueda hablaron los cortesanos. Reclamaron hombres fuertes para defender el equilibrio de poderes. Quizás lo recuerden si tienen que decidir si toman juramento a cortesanos nombrados por decreto y en comisión. Deberán firmar una acordada previa y en ella podrían provocarle un duro revés institucional al presidente. Macri sigue el tema en detalle y aguarda agazapado, aunque las encuestas le den la espalda.
 
Por Claudio Mardones
 
Fuente: Tiempo Argentino
 

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17-11-2025 / 10:11
16-11-2025 / 09:11
El fiscal Franco Picardi estableció que buena parte de los sobreprecios y coimas con remedios para discapacitados era manejada por hombres de Mauricio Macri. En base a escritos secuestrados, se llamó a indagatoria al íntimo de Javier Milei, Diego Spagnuolo, y se ordenó la detención del principal macrista. Pablo Atchahabian, un exfuncionario de Cambiemos, ordenaba desde afuera fraccionar pagos a las droguerías y hasta los despidos en la propia agencia. En los chats se habla de que "podemos sacar entre 1.600 y 1.700 palos". El rol de los Menem y la ruta del blanqueo que llega hasta José Luis Espert.
 
Cómo era el mecanismo utilizado, el lavado de dinero y los pasos que conducen a los Menem y la Casa Rosada. El fiscal Franco Picardi detalla en la acusación por las multimillonarias irregularidades en Discapacidad que buena parte de las maniobras las realizaron exfuncionarios del gobierno de Macri. Desde afuera de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) manejaban Andis.
 
Por ejemplo, se encontró un escrito en el que Pablo Atchahabian -exdirector Nacional de Acceso a la Salud durante el gobierno del PRO- ordenó fraccionar los pagos a una droguería y directamente no pagarles a otras seis "por no cumplir con lo acordado" o por ser "bocón". Es decir, no pagar las coimas, no intervenir en los sobreprecios y hablar de la trama de corrupción. La referencia seguramente es al 3 por ciento para Karina Milei y a la intervención de los primos Menem.
 
En ese terreno, el fiscal prepara otra resolución, que incluye las maniobras de la Droguería Suizo Argentina. El mismo exfuncionario macrista ordenó reducir personal (27 personas) despidiendo "rápido y sin piedad", según sus palabras. Otros exMacri accedían al sistema con usuarios y contraseñas truchas y resolvían a quién se compraba y a quién no. En los chats se habla de que "podemos sacar entre 1.600 y 1.700 palos" y de que se llevaron "90.000 dólares".
 
La plata sucia se blanqueaba por dos caminos: a través de criptomonedas mediante la aplicación Neblockshain y comprándole horas de vuelo a una empresa de aviones privados, Baires Fly, propiedad de Sergio Mastroprieto, el mismo que presentó al narco Fred Machado a José Luis Espert.
 
Como ejemplo, un medicamento para el cáncer, Keytruda, comprada a laboratorios extranjeros entre 12 y 16 millones de pesos se puede comprar a un laboratorio nacional en 4.5 millones. Bursosumab, 20 mg, se llegó a comprar a 45 millones de pesos, por lo que el fiscal calcula un sobreprecio de 115 por ciento. Debió comprarse en 21 millones.
  
A lo largo de 276 páginas, el fiscal le resume al juez Sebastián Casanello la forma en que no sólo se le robaron millones y millones de dólares al Estado sino también a las propias personas con discapacidad. La clave de la maniobra era que sólo unas pocas droguerías -cuatro o cinco- participaran de las compulsas especiales de precios (así las llamaron) en lo que se conoce como PACBI (prestaciones de alto costo y baja incidencia). Son especialmente medicamentos o elementos médicos que valen millones de pesos, principalmente oncológicos.
 
El juez Casanello, en la resolución que ordena la indagatoria de Diego Spagnuolo y otras 14 personas, transcribe que "las empresas Génesis S.A y Profarma S.A. se repartieron el 93 por ciento de los 30.000 millones de pesos en medicamentos en el marco de licitaciones reducidas. Asimismo, New Farma y Floresta se adjudicaron el 51 por ciento en el rubro implantes cocleares, audífonos e insumos vinculados". Tiembla Karina.
 

15-11-2025 / 10:11
Desde mayo la tendencia inflacionaria es al alza pero el IPC del Indec está lejos del sufrimiento de los bolsillos argentinos. Fuertes subas sub representadas que marcan un pulso en la calle muy distinto al que registra la estadística oficial. Es la mentira de las canastas de pobreza e indigencia. En ese marco, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei atraviesa un momento de creciente desgaste político y social, marcado por una serie de errores estratégicos, decisiones económicas controvertidas y promesas de campaña que se han diluido con el paso del tiempo.
 
Aunque el presidente continúa sosteniendo su discurso de reformas estructurales y combate contra la "casta", distintos sectores señalan falencias de gestión, inconsistencias doctrinarias y retrocesos que han afectado tanto su imagen como el rumbo de la administración. Uno de los principales focos de crítica apunta a la política económica. Pese a haber prometido libertad absoluta de mercados, el oficialismo implementó un esquema de devaluaciones administradas que contradice su discurso inicial.
 
Mientras se aplicó un crawling peg que deterioró salarios, jubilaciones y capacidad de consumo, también se produjo un reacomodamiento financiero que impactó sobre pymes y sectores productivos. El desarme de instrumentos financieros, como las letras estatales, generó un clima de incertidumbre que especialistas atribuyen a errores propios de gestión más que a herencias recibidas.
 
La gobernabilidad es otro frente de debilidad. Sin una base legislativa sólida y con tensiones internas, el oficialismo se apoyó recurrentemente en decretos, lo que debilitó la capacidad de negociación y profundizó la distancia con fuerzas aliadas y opositoras. A ello se sumó un episodio político costoso: la fallida estrategia de forzar un plebiscito anticipado, que derivó en una derrota y dejó al Presidente expuesto en su momento de mayor fragilidad.
 
La estructura de poder extremadamente concentrada, especialmente en el círculo íntimo más reducido, manejado autoritariamente por su hermana Karina, también es señalada como un factor que limita la capacidad de reacción ante crisis. Otro golpe duro llegó con el escándalo de la criptomoneda LIBRA, impulsada desde sectores cercanos al oficialismo y que terminó desplomándose abruptamente.
 
La polémica, bautizada como "Cryptogate", dañó la credibilidad presidencial, instaló dudas sobre el rol corrupto de funcionarios vinculados al proyecto y abrió interrogantes sobre eventuales responsabilidades políticas. A esto se suman los efectos sociales del ajuste. Los recortes profundos en salud pública redujeron programas, afectaron personal y dejaron en situación crítica a áreas sensibles, lo que despertó fuertes cuestionamientos desde organizaciones médicas y sociales. La contradicción entre el discurso de eficiencia estatal y la caída de prestaciones esenciales alimenta críticas sobre la orientación del ajuste.
 
En paralelo, varias promesas centrales de campaña quedaron inconclusas. La privatización de Vaca Muerta y de empresas estatales no avanzó; la ruptura de vínculos comerciales con países catalogados como "comunistas" quedó en declaraciones simbólicas más que en acciones concretas; y el supuesto desmantelamiento del sistema de planes sociales no llegó acompañado de mejoras sostenibles en la asistencia. Incluso afirmaciones erróneas sobre vacunas, como en el caso de la prevención del dengue, generaron malestar por la falta de precisión en cuestiones de salud pública. Con este panorama, Milei enfrenta un desgaste que combina problemas económicos, errores políticos y promesas que no lograron materializarse.
 
La Opinión Popular
 

15-11-2025 / 09:11
En una sincronía que se ha repetido en la historia, al tiempo que en Naciones Unidas el representante del gobierno argentino acusaba de corruptas a las víctimas de la dictadura y a sus familiares, en Washington se anunciaba un acuerdo con el gobierno de Javier "el Loco" Milei de subordinación y entrega. En Argentina, la violación de los derechos humanos, o su negación como en este caso, siempre tuvo su correlato con una relación de sumisión abyecta con Estados Unidos. La injerencia yanqui sobre su colonia argentina se profundiza. 

El miserable discurso pronunciado en la Comisión contra la Tortura de la ONU generó rechazo entre los demás presentes. En general, revictimizar a personas que han sufrido las peores aberraciones en torturas, violaciones, secuestros y desapariciones, genera repugnancia.

El funcionario al que le tocó jugar ese papel denigrante fue el subsecretario de Derechos Humanos, el siniestro Alberto Baños. Acusó a los organismos de derechos humanos, a las víctimas de la represión y a sus familiares de inventar la cifra de los 30 mil desaparecidos "para hacer negocio".
 
Este personaje tenía que responder preguntas sobre la represión del gobierno de Javier Milei a la protesta social y por el cercenamiento de políticas de derechos humanos. Pero eligió el papel más repulsivo para desacreditar a los organismos de derechos humanos que han sido quizás el aporte más democratizador que tuvo el proceso de transición democrática en la Argentina.
 
Baños es un exponente típico de un amplio sector del Poder Judicial. Se incorporó al fuero civil de la ciudad de Buenos Aires durante la dictadura y fue designado juez en el gobierno de Carlos Menem. Tuvo a su cargo algunos casos de resonancia, como la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karshanyan, en la que estaban sospechados miembros de esa institución. Baños hizo que la misma policía sospechada participara en la investigación y después de un tiempo dejó el caso sin resolver.
 
En otro caso, declaró prescripta la corrupción por el vaciamiento de Aerolíneas, lo que después tuvo que ser reconsiderado por otro tribunal. Y cuando se reabrió la investigación por la desaparición de las manos de Perón, la carpeta donde estaban los resultados de la investigación fue misteriosamente sustraída de su despacho.
 
No sería el sujeto más indicado para hablar de corrupción o para ser la cara de los derechos humanos de un gobierno que los respete. Más bien, su función ha sido hasta ahora liquidar las políticas de derechos humanos que la sociedad construyó laboriosamente desde la retirada de la dictadura.
 
Y en su presentación en Ginebra ante la Comisión contra la Tortura intentó ocultar la violencia institucional del gobierno del estafador Milei que todos los miércoles es pública y notoria cuando reprime con violencia a los jubilados.
 
La presentación tan sucia de Baños coincidió con el anuncio del gobierno de Estados Unidos del acuerdo con Milei que levanta aranceles aduaneros a los productos de ese país, elimina controles de calidad, así como controles sanitarios y se compromete a obstaculizar el ingreso de productos de otros países.
 
La contrapartida es cero. Estados Unidos no se compromete a nada que favorezca a los productos argentinos. Lo que se conoce del acuerdo afectará gravemente a la industria local como advirtió el gobierno de la provincia de Buenos Aires, donde se asienta gran parte de esa actividad. Hay una regla invariable en la historia moderna del país: la violación sistemática de los derechos humanos ha estado siempre relacionada con gobiernos que al mismo tiempo entregaron soberanía. 
 

14-11-2025 / 09:11
La Casa Blanca de Estados Unidos dio a conocer unilateralmente los primeros lineamientos del acuerdo comercial entre Argentina y EE.UU., a espaldas de los argentinos y del debate en el Congreso. Anunciaron un acuerdo comercial y de inversiones que materializa el momento histórico de mayor subordinación colonialista de Argentina a Estados Unidos. Más apertura hacia la entrada de productos yanquis incluso agrarios, eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, entre otros puntos. Sin detalles, que todavía deben ser negociados, el texto muestra un completo alineamiento con todas las regulaciones norteamericanas, más allá del interés argentino, y la apertura total a sus mercaderías. El comunicado local no expresa claramente cuáles serían los "beneficios" para Argentina.
 
Los argentinos nos enteramos del acuerdo por el que Trump viene a cobrar su apoyo electoral a Milei, y que pagaremos todos los argentinos. Allí, se anuncia la firma de un convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con Argentina. Ambos países se comprometen en abrir sus mercados en "áreas clave", aunque en la letra del texto difundido es mucho más la Argentina abriendo sus fronteras a los productos norteamericanos que los "compromisos" asumidos por este último. Es una reversión de Pacto Roca-Runcimann de 1933, el Estatuto Legal del Coloniaje, que subordinó la economía argentina a los intereses británicos.
 
El acuerdo favorece mucho más a los Estados Unidos. Entre los puntos principales destaca que Argentina brindará "acceso preferencial a productos estadounidenses como medicamentos, maquinaria, tecnologías de la información y productos agrícolas". A su vez, Estados Unidos eliminará aranceles para "ciertos recursos naturales argentinos y bienes farmacéuticos no patentados" y considerará el impacto del acuerdo al aplicar medidas comerciales relacionadas con la seguridad nacional.
 
En el ámbito agrícola, ambas partes se comprometieron a mejorar las condiciones de acceso al mercado de carne vacuna y aviar, así como a facilitar el comercio de productos como menudencias, carne de cerdo y productos lácteos. También se acordó no restringir el uso de ciertos términos cárnicos y lácteos.
 
El documento subraya que Argentina eliminará barreras no arancelarias como licencias de importación y formalidades consulares, y se comprometió a desmantelar gradualmente el impuesto estadístico para productos estadounidenses. Asimismo, se alineará con estándares internacionales en múltiples sectores y reconocerá certificaciones de organismos estadounidenses como la FDA. Este último punto implica un mazazo para la industria farmacéutica nacional.
 
Es un acuerdo con costos. El Marco de Comercio Recíproco e Inversión se presenta como un paso histórico para el vínculo bilateral. Sin embargo, la letra fina sugiere que Milei es un títere de los yanquis y los principales beneficios inmediatos recaerán sobre la economía de la potencia del norte: mayor acceso a sectores industriales y tecnológicos argentinos, influencia regulatoria ampliada, apertura en agroalimentos y una posición reforzada en cadenas de valor estratégicas. Para Argentina, los potenciales beneficios -posible llegada de inversiones- dependerán de cómo se implementen las reformas y de si el país puede evitar que la apertura derive en una nueva dependencia comercial asimétrica.
 
Milei celebró la difusión del acuerdo por parte del gobierno de Estados Unidos (que en Argentina no se oficializó formalmente). Para los norteamericanos, los "recates" al gobierno anarco capitalista tras haber fracasado no una, sino dos veces en menos de seis meses (salvataje del FMI en abril y de EEUU en octubre), están rindiendo con el sometimiento de Argentina en forma de entrega de soberanía.
 
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