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“Discutir con la ultraderecha es como jugar al ajedrez con una paloma: la paloma derribará las piezas, se cagará en el tablero y luego saldrá volando, atribuyéndose orgullosa la victoria y dejándote a ti la tarea de tener que limpiar la mierda”. Ece Temelkurán
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Nacionales - 02-12-2024 / 09:12
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

El desalmado gobierno de ultra derecha de Milei arrecia y la oposición no encuentra el rumbo para frenarlo

El desalmado gobierno de ultra derecha de Milei arrecia y la oposición no encuentra el rumbo para frenarlo
A pesar de los indicadores recesivos en el consumo, de la remozada polémica en el Indec por cómo se miden los precios y de la nueva tanda de incrementos generalizados que se precipita en diciembre, semeja primerear a) la sensación de estabilidad así fuere a costa de que sectores medios y populares se achican cada vez más; y b), en línea con lo anterior, que los golpes al bolsillo no son ni vienen siendo, "perceptivamente", de a grandes saques.
La última encuesta del consultor Gustavo Córdoba, que se publicó este domingo 1 de diciembre, sostiene que una mayoría de la población percibe que "no hay nada" frente al presidente Javier "el Loco" Milei, que el oficialismo no tiene contrapeso.
 
En el año 2017, luego de lograr la victoria en las elecciones de medio término, el entonces presidente Mauricio Macri le decía a sus asesores: "El punto es que peleamos contra la nada". Estaba convencido de que había logrado construir una nueva hegemonía política, entre el triunfo en las urnas y la persecución judicial a sus adversarios. Y que los riesgos pasaban entonces por las internas que se abrían en la supuesta nueva fuerza dominante, ahora que no había un cuco a ser derrotado que funcionara como ordenador.
 
Fue una etapa de la política argentina -no duró más de seis meses- en la que también se había instalado la percepción de que no había oposición. Lo mismo puede decirse de la mayoría de los 12 años que gobernó el kirchnerismo. Recién cuando se constituyó Cambiemos, en marzo de 2015, surgió una gran coalición antiperonista con capacidad de ganar una elección nacional. Tuvo que correr mucha agua bajo el puente, incluida la desaparición física de Raúl Alfonsín, que jamás hubiera avalado una alianza del radicalismo con el macrismo.
 
¿En qué se parecen estos períodos al actual? Dos elementos: un oficialismo fortalecido por cierto respaldo popular, en el caso de Milei recostado en las encuestas propias, y una oposición sin rumbo.
 
A la oposición hay que analizarla en dos planos. Un trazo es lo que podría describirse como el antimileismo. En ese universo están incluidos los radicales que responden a Martín Lousteau y Facundo Manes; el socialismo santafesino y el Frente de Izquierda. Por ahora parece imposible que estas fuerzas construyan una alianza con el peronismo para enfrentar al gobierno.
 
En otro plano está la fragmentación del propio peronismo. La defección de gobernadores como Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil y Martín Llaryora dejó como expresión opositora al peronismo de Axel Kicillof de la Provincia de Buenos Aires, junto con el riojano Ricardo Quintela, el formoseño Gildo Insfrán el pampeano Sergio Ziliotto; y, más oscilante, el santiagueño Gerardo Zamora. El punto es que dentro de ese peronismo opositor también hay fragmentación. La más visible es la tensión entre el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y La Cámpora de Máximo Kirchner, a la que se suman intendentes alineados en cada vertiente.

El peronismo opositor a Milei es sólo una parte del peronismo y además está dividido. No es extraño que la percepción social sea que no hay una oposición. Kicillof suele mostrar su gestión como la contracara de Milei, pero esa posición no es luego acompañada por el resto del peronismo bonaerense. Los dirigentes nucleados en La Cámpora ponen más energía en cuestionar al gobernador de su propia fuerza que en respaldarlo en su enfrentamiento con el gobierno nacional, que está asfixiando a la Provincia. Es una estrategia que tiene un efecto seguro: no suma votos para nadie.

Kicillof, por su parte, trasladó este conflicto a la disputa por la conducción del PJ nacional. No respaldó la candidatura de CFK para la conducción partidaria. Es una posición que no le suma demasiado porque sus votantes son los mismos que quieren a Cristina. Luego del triunfo de Macri en 2015 parecía que el PJ se había roto en tantos pedazos que sería imposible volver a pegarlo y cuatro años después ese PJ ganaba la elección. 

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El gobierno arrecia y la oposición no encuentra rumbo
 
Hay un contraste muy claro en el escenario político. A simple vista, no concuerdan la temperatura de los enfrentamientos y la calma chicha de la economía. ¿O sí coinciden? Es un buen desafío contestar esa pregunta.
 
Por un lado, están los fuegos de disputas encendidas, verborrágicas, entre varios o muchos de los actores de todas las fuerzas. Se concentran básicamente en el ámbito parlamentario, como ocurrió esta semana en particular, y a través de las provocaciones en X. En la calle, excepto por manifestaciones dispersas, pasa entre nada y poco.
 
Por otra parte, hay una imagen congelada de la economía en su acepción de fiesta financiera y proceso inflacionario a la baja. Tres notas de Página/12, este domingo, dan cuenta del presente y panorama quizás ostentosos.
 
La de Leandro Renou sobre el país para los amigos de Milei. La de Alfredo Zaiat acerca de los condenados por esa guillotina. Y la de Melisa Molina en torno a un Presidente decidido a prescindir del Congreso, a decretazo limpio.
 
A pesar de los indicadores recesivos en el consumo, de la remozada polémica en el Indec por cómo se miden los precios y de la nueva tanda de incrementos generalizados que se precipita en diciembre, semeja primerear a) la sensación de estabilidad así fuere a costa de que sectores medios y populares se achican cada vez más; y b), en línea con lo anterior, que los golpes al bolsillo no son ni vienen siendo, "perceptivamente", de a grandes saques.
 
Esto último es impresionante, porque los tarifazos en energía, de acuerdo con el cálculo interanual, promedian un 450 por ciento. Pero la operativa mediante toques mensuales cuotifica el impacto.
 
En ejemplaridad boxística, jabs: puñetazos con la mano delantera que preparan el terreno para siguientes mandobles, y que miden la distancia con el oponente.
 
En este mes aumentarán tarifas de agua, luz, gas, prepagas, cable, internet, nafta y educación privada. Todo por encima de la discutida inflación oficial, sin que salarios ni ingresos se aproximen a empardar. Y hay otros rubros en los que ya parece haberse naturalizado un aumento o saqueo directamente descomunales. Medicamentos, a la cabeza.
 
El tema, sin embargo, es que vuelve a prevalecer la sensación "macro", deseosa en esperanzas o resignada a que no hay otra cosa, por sobre la realidad chiquicientas veces comprobada, no sólo entre nosotros, de lo que estos modelos terminan generando.
 
La película de las tres M previa a esta cuarta no debería dejar espacio a la más mínima duda. Diferentes circunstancias epocales no varían el pronóstico acerca de un enfermo con delirios o, mejor, negociados formidables de tablitas cambiarias, dólares iguales a pesos, monstruosos endeudamientos externos, bicicletas, inundación de productos importados, deme dos, integrarse al "mundo" y etcéteras que debieran ser agotadores.
 
Ahora se agregó la devaluación del principal socio comercial de Argentina, que tampoco mueve el amperímetro de la pusilánime UIA. ¿No se les refresca la memoria de que la convertibilidad cruzó la puerta del cementerio en 1999, cuando la crisis financiera en Brasil? ¿O son una muestra patente de "nuestra burguesía industrial"?
 
Sí parecen haber variado dos cuestiones, al menos, que son complementarias.
 
Una es que el engendro libertarista proviene de la crisis ¿definitiva? del sistema partidocrático tradicional. La otra, que ese universo triunfante del individualismo no se topa con alguna épica contrapuesta. O siquiera módica.
 
Si vemos sin necesidad de detenimiento la escena de los cruces verbales entre el oficialismo y cualquiera de las variantes opositoras, incluyendo lo que surca a mileístas y adyacentes, veremos que no hay nada que conmueva al interés de las mayorías.
 
Nada o, más aún, movidas y componendas por las cuales el adversario se transforma en aliado, y viceversa, con una facilidad asombrosa.
 
Por las dudas: la política vive plagada de esas características en todo tiempo y lugar. Aspirar a lo impoluto de la inexistencia de sapos, roscas, zancadillas y negociaciones non sanctas queda reservado a las almas bellas confortables de quienes, jamás, podrán moverse de lugares testimoniales sin vocación de poder.
 
En consecuencia, cero susto o indignación porque, encima, eso alimenta al discurso anti-política del que se valen, en primerísimo término, los que hacen política munidos de tal discurso.
 
El problema es cuando el tablero de las discusiones gira alrededor de sí mismo y las transas no representan objetivos superadores.
 
Si es por el frente gobernante, la lucha apenas consiste en de qué forma Mauricio Macri, los radicales dialoguistas, los peronistas ídem, asumirán que los hermanos presidenciales fueron capaces de fumárselos. A Victoria Villarruel le cabe lo mismo, todo por ahora.
 
El kirchnerismo también se ve constreñido.
 
El pliego de Ariel Lijo junto con el armado de la futura Corte Suprema, la caída del proyecto de "ficha limpia", la eliminación de las PASO, son un entramado que obliga a idas y vueltas, de modo mayor, en derredor de Cristina. Pero no solamente.
 
Axel Kicillof queda involucrado porque el armado electoral para el año próximo, según sea que se descarten o no las Primarias y cómo se votará, desdoblando o no, con cuál acuerdo o no con los intendentes del conurbano, le cae como peludo de regalo en medio de la confrontación ridícula que él no promovió.
 
¿Qué es lo que identifica a este laberinto?
 
Es que la única oposición susceptible de ser verdadera, la que deviene de lo que el kirchnerismo le ofrendó a las mayorías como síntesis de lo mejor que les pasó, está asimismo a la defensiva porque, se lo acepte o no, la agenda y las acciones son fijadas por esta ultraderecha, o como cada quien prefiera llamarla. Esta disrupción. Este ilusionismo.
 
Lamentablemente, desde nuestra óptica, no habrá forma de que esas características puedan variar mientras, entre los referentes principales, no haya vocación de, primero, unidad.
 
Después, justamente como elementos clave y constitutivos de esa unidad, aspectos concretos de un modelo de salvataje y crecimiento inclusivos.
 
Por fuera de eso queda sentarse a esperar que lo "inevitable" haga lo suyo para, recién entonces, ver cómo se sigue.
 
Atención: en voz más baja que alzada, son muchos los que piensan eso dentro del "campo nacional y popular". Esperar a que la historia vuelva a enseñar la lección. Que se pudra todo. Que cuanto peor mejor. Que vuelva el estallido, para articular cómo se procede y confiar en la aparición de algún Néstor, alguna anomalía, que ya sabrá qué hacer.
 
Lo que en rigor enseña la historia es que Néstor o la anomalía fueron producto de unas condiciones acumuladas, y no inmediatamente previas.
 
Se gestó resistencia al menemato. La eclosión financiera que acabó con las expectativas clasemedieras tuvo uno de los ajustes devaluatorios más grandes de todos los tiempos. Y Kirchner, El Tipo que Supo, leyó e implementó lo que ocurría aprovechando en dirección popular circunstancias internacionales, de precios de las materias primas y despegue consolidado de China, enormemente favorables.
 
Hace unos días, en diálogo radiofónico, Hugo Yasky recordó lo arduo y prolongado que fue erigir obstáculos efectivos contra el menemismo envalentonado de la convertibilidad.
 
Sólo después de varios años, hacia fines de los 90, se logró -por ejemplo- que la lucha de los docentes, de sus dirigentes más significativos, entronizaran la Carpa Blanca. Fue una suerte de germen que entroncó con lo que había sido el peronismo disidente y con lo que sería el Frepaso, el Frenapo y aledaños con anclaje sindical. De movimientos sociales incipientes. De combatividad sectorial. De gente lúcida en el campo intelectual, cooperativo, artístico.
 
No se parió de un repollo lo que dejaría el canal para que apareciese un líder impensado.
 
Nació desde lo que en su momento era una soledad casi absoluta, con la sociedad sumergida en el voto-licuadora y el uno a uno. Pero fueron las minorías intensas, convencidas de que no quedaba otro camino que resistir y empezar alguna construcción.
 
¿Rige hoy algo de eso? ¿O la lucha se termina en cálculos de personalismos y miradas cortas?
 
La respuesta pinta para lo segundo.
 
El ánimo resistente y confrontador de cierta parte de esta sociedad, en cambio, sugeriría lo primero que hoy no se nota. 
 
Por Eduardo Aliverti
 
Fuente: Página 12
 

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22-01-2025 / 10:01
El fascista presidente Javier "el Loco" Milei lanzó un grosero, peligroso y amenazante mensaje en la red X, donde apuntó a los "zurdos hijos de putas" y escribió: "No sólo no les tenemos miedo. Sino que los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la libertad". Lo hizo apenas un par de líneas después de defender al ultra derechista millonario Elon Musk por su gesto nazi.
 
¿Qué significa, en boca de Milei la amenaza: "los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta"? ¿Acaso pretende intimidar con repetir lo realizado por el último gobierno militar que persiguió y fue a buscar a los que pensaban distinto, suprimió los derechos civiles de los ciudadanos y las libertades públicas, anuló las garantías constitucionales, suspendió la actividad política, vedó los derechos de los trabajadores, intervino los sindicatos y la CGT, prohibió las huelgas, disolvió el Congreso y los partidos políticos, y destituyó la Corte Suprema de Justicia? Una dictadura que impuso el terrorismo de Estado como método sistemático, un régimen de represión ilegal, violencia indiscriminada, persecuciones, tortura sistematizada y desaparición forzada de personas, en el que se violaron masivamente los derechos humanos y se produjeron, en un verdadero genocidio, decenas de miles de desaparecidos. Una dictadura que Milei añora.
 
"Nazi las pelotas", se atajó Milei antes de su catarata de amenazas con violento tono fascista. Según el mandatario, el magnate tecnológico es "uno de los hombres más importantes de la Historia" y "está empujando el progreso humano a ritmos vertiginosos". Musk fue el centro de las críticas tras la toma de posesión de Donald Trump como presidente de EE.UU., debido a un gesto que realizó mientras daba un discurso: en un momento levantó el brazo derecho de una manera que se asemejó totalmente al saludo nazi.
 
Para Milei, sin embargo, se trata de una campaña de "la progresía internacional" que "se monta sobre el inocente gesto de Elon Musk para tildarlo de nazi". "Pero el mundo cambió. Elon no está solo. Los que luchamos por la libertad ya no estamos solos. Somos millones. Y ahora también recuperamos la "tierra de la libertad" que estaba en sus manos, gracias a nuestro querido Donald Trump", agregó el chupamedias de Milei. Y cerró con su fuerte amenaza: "No sólo no les tenemos miedo. Sino que los vamos a ir a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la LIBERTAD. Zurdos hijos de putas tiemblen. La libertad avanza. VIVA LA LIBERTAD CARAJO".
 
Lo cierto es que, más allá de los papelones virtuales a los que acostumbra este payaso que tenemos de Presidente, tan dedicado a las redes sociales, todavía resta avanzar con parte de la gira presidencial, la cual lo espera en Davos para los próximos días, donde dará un discurso de stand up de 30 minutos ante los principales economistas y líderes mundiales. La intención allí será sacar el mismo provecho que sacó de su paso por Washington, donde si bien pasó desapercibido en relación a la asunción de Trump, sí logró la promesa de un préstamo para reservas del Fondo Monetario Internacional.
 
La respuesta llegó apenas 24 horas después de que, gracias a la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo, recuperara su identidad la nieta número 139 apropiada durante la dictadura militar. El presidente Milei no emitió ningún comentario sobre el tema. La "guerra" de los genocidas de los 70 contra los "zurdos": la izquierda y el peronismo, dejó un saldo de 30 mil personas detenidas-desaparecidas.
 
La Opinión Popular
 

21-01-2025 / 07:01
La vía política, la asunción de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, parece allanarle a Javier "el Loco" Milei, en el acto hubicado atrás y en punta de pies para salir en la foto como un figureti, un desembolso no tan lejano de nuevos dólares y un nuevo endeudamiento, pero más allá de las fotos con pulgares arriba, sonrisas y gestualidades, por detrás hay una negociación técnica que no se sale de los carriles formales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) viene con un listado de puntos innegociables, que tienen a la cabeza una corrección del tipo de cambio, para ponerlo en un valor más cercano a la realidad.

Redoblando su sometimiento neocolonial con EE.UU., Milei apuesta a utilizar su afinidad ultra derechista con la nueva gestión yanqui para terminar de cerrar un nuevo acuerdo con el FMI y favorecer la llegada de inversiones, con la mirada puesta en revertir la falta de dólares. Sin embargo, la reacción de China y Brasil a las políticas proteccionistas de Estados Unidos plantean serios problemas para el gobierno argentino. Además está por verse la capacidad de la Casa Blanca para enfrentar el declive del imperialismo yanqui y qué pedirá a cambio de otorgar ciertas concesiones a Milei.

Esas discusiones se van a dar en Argentina la semana próxima, cuando llegue una misión oficial del FMI, punto que se acordó en el encuentro que mantuvieron en Washington Milei y la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Ya el Fondo aclaró que está de acuerdo con el ajuste que produjo Milei sobre la economía y hasta arriesgó que la economía nacional tendrá dos años consecutivos de crecimiento en el 2025 y 2026, pero lo que viene en la sintonía fina es lo relevante.

Georgieva enviará a la Argentina al venezolano Luis Cubeddu, que conoce el paño desde hace años y fue la cabeza de la misión local por muchos años. Según fuentes del organismo, confirmaron cuáles son los puntos en los cuales no se logran poner de acuerdo con el gobierno anarco capitalista de Milei. Básicamente, son 3: el primero, la fecha de levantamiento del cepo cambiario; el segundo, la unificación cambiaria; el tercero, de cuánto tendrá que ser la devaluación para alcanzar el valor real del dólar.

Allí está el choque más fuerte, no sólo por lo económico, sino por lo político: es que Milei y Caputo le insisten al organismo que "este es el tipo de cambio de equilibrio". Lo hacen casi en soledad, pero por una razón lógica: el dólar congelado e intervenido artificialmente es el corazón del modelo neoliberal libertario, la máquina que sostiene, principalmente, la inflación a la baja.

El problema, que es lo que el FMI apunta en el marco de esa discusión, es que hay sectores, como el agro y las industrias, que afirman que el dólar a 1000 pesos no es un valor válido, sino que debería estar, por lo menos, más cerca de los 1300, el precio al que hoy se acercan los dólares financieros. El agro y la industria argentinas ya comienzan a verse impactadas por la decisión de Milei de mantener el peso atrasado y desregular el comercio, a contramano de Trump y del mundo.
 
Milei afirma que está cerca de alcanzar un nuevo acuerdo con el FMI y espera obtener pronto un desembolso de unos US$11.000 millones o más. Si bien EE.UU. tiene un rol central en el FMI, los países europeos, Japón y hasta China tienen poder de decisión dentro del organismo. Y por más elogios que Trump o Elon Musk puedan propinarle a Milei, nunca entregarán dólares sin imponer mayores exigencias. Desde el FMI no quieren repetir la historia del brutal crédito otorgado a Mauricio Macri y que las divisas sean utilizadas para la fuga; por este motivo las condiciones relativas al CEPO cambiario están en el centro de la negociación.
 
La Opinión Popular

19-01-2025 / 08:01
El año 2024 registró por primera vez en la historia argentina doce meses seguidos de baja del consumo masivo. El acumulado del año fue una caída del 13,9 por ciento. Como dice el refrán: si alguien come dos pollos y otra persona ayuna, la estadística observa dos personas satisfechas.
 
Dado que existe una parte de la población que pudo aprovechar las ganancias extraordinarias en dólares ofrecidas por la timba financiera y, por lo tanto, expandió su capacidad de compra, y que otros quemaron ahorros para sostener su nivel de vida, eso significa que la mayoría de la sociedad que no forma parte de esos grupo en realidad sufrió un recorte mucho más profundo de sus gastos. No es un ejercicio teórico sino una descripción  de la realidad: el consumo de carne y de leche es el más bajo en un siglo.
 
El nuevo impulso a la dolarización de la economía, que se había anticipado hace un mes, busca cristalizar esa economía a dos velocidades. Una verdadera sociedad de castas. La tarea del formidable aparato de comunicación estatal y paraestatal montado desde la Casa Rosada será ocultar, en un año electoral, una de las dos caras, la más desagradable, de esa moneda.
 
Mostrar, por ejemplo, el superávit que le permite cumplir con los acreedores, pero no el recorte a los jubilados que lo hizo posible. Durante 2024, el haber mínimo cayó un 13 por ciento, más el costo de los medicamentos que ya no tienen cobertura. El modelo exitoso consiste en sacarles dinero a los trabajadores y jubilados para garantizar ganancias extraordinarias a los bonistas. Eso no sale en la tele.
 
Los voceros oficiales y oficiosos instalan la idea de que este gobierno terminó con la inflación. Eso no se verifica. El IPC de diciembre fue el mismo que en octubre, con la núcleo más alta. La cifra anual, 118 puntos entre enero y diciembre, es sensiblemente más baja que la del 2023 pero sigue estando por las nubes y subestima el peso de los servicios en el gasto de los hogares más pobres, que en algunos casos se multiplicó por diez.
 
La bicicleta financiera tomó nuevo impulso por la renovada promesa de mantener bajo el precio del dólar y las tasas en pesos por las nubes. Sin ese artificio, el esquema macro volaría por los aires. Cada peso que sale de los esforzados bolsillos de un laburante termina alimentando ganancias extraordinarias en la timba. Dos caras de una moneda.
 
A pesar del valor prohibitivo de las tarifas, los primeros calores de un verano que hasta aquí había sido amable gatillaron una serie de cortes de luz en la ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, Rosario y otras localidades del sur de Santa Fe. Las empresas reconocieron más de 70 mil hogares afectados pero existen denuncias de subreportes.
 
Desde el gobierno y las empresas responsabilizan a los usuarios por un supuesto pico de demanda a partir del uso de aires acondicionados. Es una explicación endeble, ya que la demanda eléctrica de la industria en lo que va de este mes corre un 18 por ciento por debajo del mes pasado y cayó un 27 por ciento si se lo compara con enero del 2024. A los vecinos que salieron a protestar les aplicaron el protocolo antipiquetes.
 

18-01-2025 / 11:01
El gobierno libertario festejó más el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos que los datos de inflación de diciembre. Presentó el 2,7 como un éxito, pero no pudo ocultar preocupación. Pasó un año de ajuste brutal pero la inflación núcleo fue de 3,5 mensual y la inflación real, si se ponderaran realmente la electricidad, los alquileres, las expensas, las prepagas, internet, el gas, la nafta, el transporte, sería más alta aún porque los precios de varios de esos rubros triplicaron o más a la inflación.
 
A pesar de que la inflación anual tampoco incluyó el 26 por ciento que provocó la devaluación de Luis Caputo apenas asumieron en diciembre del 2023, el gobierno logró transmitir a una parte de la sociedad que ha logrado bajar la inflación. En realidad, logró bajar los niveles horrorosos que provocó aquella devaluación, pero se quedó en los niveles que tenía el gobierno anterior, que eran muy altos.
 
En gran parte esa disminución de la inflación del 26 al 2,7 por ciento es el principal factor para explicar el bajo nivel de conflictividad en comparación con el ajuste salvaje que aplicó. Ambos factores, inflación y conflictividad relativamente baja, favorecieron al gobierno, que aprovechó ese impulso para arremeter contra el PRO y absorber dirigentes y base electoral. Algo parecido hizo Carlos Menem para terminar con lo que quedaba del Partido Militar que lo había precedido como expresión política hegemónica del modelo neoliberal.
 
Diego Valenzuela, intendente de 3 de febrero en el Conurbano, anunció que abandonaba el PRO para incorporarse al oficialismo. Y lo mismo hizo el intendente de 25 de Mayo en la provincia de Buenos Aires, un dirigente que participaba en las listas del GEN, de Margarita Stolbizer. La Libertad Avanza busca desplazar a los demás referentes del ex frente de derecha Juntos por el Cambio, para ocupar ese lugar en forma excluyente. Mauricio Macri quedó acorralado entre una alianza desfavorable y la extinción.
 
El gobierno aprovecha el viento a favor, pero índices como el derrumbe del consumo empiezan a delinear las consecuencias inflamables que está convocando. La caída del consumo en diciembre en los supermercados fue del 20 por ciento comparado con el mismo mes del 2023, que ya fue malísimo tras la drástica devaluación. Comparada con el mes de noviembre la caída fue del 14 por ciento. Pero estas cifras encierran un universo heterogéneo, porque hubo sectores minoritarios con alto consumo y otros que se mantuvieron. O sea que aquellos que debieron disminuir sus compras, lo hicieron bastante más que los de esos índices.
 
La caída del consumo implicó cierre de comercios y de fábricas chicas, medianas y grandes y también despidos. Ese fenómeno estuvo representado por la caída del 18 por ciento en el consumo de energía en diciembre. No se trata del consumo familiar que incide poco en esa cifra, sino que la caída se constató en la industria.
 
La recaudación acompañó esa baja pero no es algo que le importe a un gobierno que canceló la obra pública y despidió médicos, psicólogos, enfermeros y otros trabajadores de direcciones especializadas en la atención de la tuberculosis o el VIH, y al punto de paralizar hospitales especializados como el Bonaparte en adicciones, el Sommer, en lepra, o el Instituto Nacional de Cáncer.
 
Los apagones en el Conurbano, en la ciudad de Buenos Aires y en Rosario, que dejaron sin luz a miles de personas no se entienden cuando el consumo de energía disminuyó con relación a eneros anteriores. 
 

17-01-2025 / 10:01
El evento en Mar del Plata, en el que Karina "el Jefe" Milei pretendía lanzar su campaña política, terminó en un fracaso debido a la intervención inesperada de Walter "Alfa" Santiago, el polémico ex participante de Gran Hermano. Como el Mago sin Dientes en los años dorados de Mauricio Macri, la presencia del mediático desató una interna en el espacio libertario e incluso obligó a los dirigentes del partido a desmentir públicamente sus aspiraciones políticas.
 
Karina, junto a figuras como Martín Menem y Sebastián Pareja, había apostado al evento en el Centro Gallego de La Feliz, sin imaginar que la aparición de Alfa alteraría el curso de la jornada. El "figuretti" ex Gran Hermano, quien confirmó su intención de ser candidato, irrumpió en la escena y desvió la atención del acto.
 
El enojo de Sebastián Pareja fue inmediato, quien, a través de sus redes sociales, expresó con dureza su malestar por la situación. Esta misma indignación fue compartida por Santiago Caputo, quien lamentó la interferencia de Alfa. En su opinión, la aparición de Alfa opacó los esfuerzos por posicionar a Karina como una figura seria dentro del escenario político.
 
El conflicto tuvo como trasfondo una rivalidad latente entre distintos sectores del espacio libertario, particularmente con Daniel Scioli, quien, aunque no fue invitado al evento, había intentado influir indirectamente enviando a Alfa como "embajador". Scioli, quien mantiene su base de operaciones en Mar del Plata, buscaba contribuir al acto de Karina, pero su estrategia terminó siendo contraproducente, como una "inundación" en lugar de una ayuda.
 
Por su parte, José Luis Espert se mostró particularmente molesto, al considerar que la intervención de Alfa no solo afectaba la candidatura de Karina, sino que también dañaba la imagen de su propio proyecto político. La desprolijidad de la situación hizo que Espert se sintiera ultrajado, mientras que Santiago Caputo, al frente de la estrategia de Karina, lamentó que la imagen de la candidata se viera comprometida por la asociación con el mediático.
 
El incidente con Alfa se enmarca dentro de una serie de tensiones más amplias dentro del libertarismo, especialmente en lo que respecta a las aspiraciones de Daniel Scioli. Espert ve en Scioli una amenaza para su proyecto en la provincia de Buenos Aires, especialmente si no se le ofrece una candidatura en la Ciudad de Buenos Aires, lo que podría llevarlo a postularse en 2027.
 
En paralelo, surgen nuevos roces dentro del círculo de los Scioli, con el menor de los hermanos, Nicolás Scioli, generando incertidumbre. Su pasado, relacionado con denuncias y rumores sobre presuntos fondos ocultos, podría empañar aún más la imagen de la familia en el ámbito político. Las tensiones se multiplican en un contexto de competencia por el control del armado de listas, y figuras como Pilar Douradinha, ex esposa de Nicolás, podrían revivir viejas denuncias que agregarían un nuevo nivel de complejidad a la situación de corrupción.
 
En resumen, lo que comenzó como un acto de lanzamiento de campaña para Karina Milei terminó reflejando las profundas divisiones y las luchas de poder internas que atraviesan no solo su espacio político, sino también el panorama anarco capitalista y la intrincada red de alianzas y rivalidades dentro de la política.
 
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