La Opinión Popular
                  17:12  |  Jueves 04 de Diciembre de 2013  |  Entre Ríos
El clima en Paraná

Por
“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
Recomendar Imprimir
Nacionales - 24-11-2024 / 09:11
EL GOBIERNO ANARCO CAPITALISTA EVIDENCIÓ SU PLAN PARA ELIMINAR AL PERONISMO DEL IMAGINARIO SOCIAL

Como en 1955, Javier “el Loco” Milei reedita el intento fallido de desperonización

Como en 1955, Javier “el Loco” Milei reedita el intento fallido de desperonización
Cambiar el nombre del CCK o del Gasoducto Néstor Kirchner, quitar su busto del Congreso o eliminar las imágenes de Eva Perón de las oficinas de ANSES son ejemplos. "Hay una política destinada a reescribir el pasado y el presente desde distintos ámbitos -explica Forster-. Milei lo hace desde lo económico, desde el neoliberalismo y desde el Estado; Villarruel desde la lógica del negacionismo".
Con la decisión de rebautizar edificios y descartar la simbología popular del peronismo y el kirchenrismo, ya con formato de plan sistemático, el gobierno libertario de Javier "el Loco" Milei evidenció en estas últimas semanas su desvelo mayor: hacer "desaparecer" a Perón, a Evita y a Néstor Kirchner. "Fin", diría el posteo del vocero presidencial Manuel Adorni.
 
Estas acciones, hoy planificadas, lejos del rictus espasmódico de los primeros meses en el poder buscan borrarlos del imaginario social. Tal como en 1955 procedió la Revolución Libertadora contra el peronismo "con acciones planificadas, hoy es una política de Estado", explica el historiador Hernán Brienza.
 
El filósofo Ricardo Forster subraya que  es  algo "muy propio de las nuevas derechas que buscan transformar la subjetividad". Detrás, acecha un modelo económico y social totalitario y excluyente "cuya mayor expresión en la materialidad de lo público e institucional es el proceso judicial contra Cristina Kirchner como líder de este espacio político", completa la historiadora Araceli Bellota.
 
Los especialistas analizan el nuevo show del establishment y advierten sobre las enseñanzas de la historia que las huestes de La Libertad Avanza parecen no contemplar.
 
"Hay una cruel ingenuidad en creer que borrando un nombre borras a la persona y a la historia. Hay algo de censura también, y en la intención de hacer desaparecer al otro hay cierto grado de animismo histórico por creer que borrando el nombre, esto se logra", sentencia Brienza a propósito de la batalla cultural que ya ganó las calles tanto como las redes sociales.
 
"La batalla cultural es propia de las extremas derechas", explica Forster respecto de los totalitarismos que horadan la subjetividad. En este tipo de cruzada, como la que lleva adelante el gobierno de los Hermanos Milei y Victoria Villarruel "es esencial cambiar los nombres porque son algo importante, designan, marcan. Si cambio el nombre del CCK a Edificio Libertad hago un gesto hacia la sociedad. Si saco el busto de Néstor Kirchner de un lugar público también" señala el filósofo.
 
La línea histórica de esta serie de saqueos a la memoria popular remite a la proscripción del peronismo agrega Bellota. Y dispara: "La mal llamada Revolución Libertadora tenía entre sus propósitos desperonizar a la Argentina. Esto es un calco: sacar los monumentos, cambiar los nombres, perseguir a los dirigentes y al mismo tiempo, hambrear al pueblo". La historiadora, también concejala en el municipio de Moreno por Unión por la Patria, describe así el núcleo del conflicto.
 
Al principio, en la avanzada sobre lo simbólico donde se refleja la memoria social, hubo solo provocaciones aisladas. Cambiaron el nombre del Salón de las Mujeres en Casa de Gobierno justamente un 8M, Día internacional de la Mujer. Lo rebautizaron: Salón de los Próceres. Antes, y sin aspavientos, quitaron el busto de Néstor Kirchner del patio del ex Ministerio de Agricultura. Fue un anticipo de lo que pasó meses después cuando la ministra de Capital Humano, la inútil Sandra Pettovello, decidió retirar el busto del expresidente de la sede de ANSES y lo difundió en las redes.
 

 
Hoy lo sistematizan: cambiar el nombre del CCK o del Gasoducto Néstor Kirchner, quitar su busto del Congreso o eliminar las imágenes de Eva Perón de las oficinas de ANSES son ejemplos. "Hay una política destinada a reescribir el pasado y el presente desde distintos ámbitos -explica Forster-. Milei lo hace desde lo económico, desde el neoliberalismo y desde el Estado; Villarruel desde la lógica del negacionismo".
 
Y, además, agrega: "Las derechas en el mundo que han avanzado con mucha audacia y capacidad en el relato del pasado para rearmarlo, para cambiar una estructura simbólica, la del sentido común y buscan reescribir la historia".
 
Las provocaciones no cesan. Días atrás, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dijo que Pettovello analiza demoler el edificio del exministerio de Desarrollo Social, ubicado en la Avenida 9 de Julio, donde están las imágenes gigantes de Evita, un lugar emblemático para el peronismo porque fue allí donde Eva Perón renunció a su candidatura a la vicepresidencia en 1951.
 
 
Forzar un relato único
 
La estrategia del relato único "es una política de Estado que el liberalismo conservador lleva adelante en la historia desde el principio de los tiempos -aporta Brienza- si uno toma nota de lo que hicieron los vencedores de la batalla de Caseros (1852) con la quinta de Juan Manuel de Rosas, en Palermo". Allí destruyeron la propiedad y a esa calle la nombraron Avenida Sarmiento, el "gran adversario de Rosas".
 
"Con el peronismo hicieron lo mismo, el famoso Palacio Unzué donde vivieron Perón y Evita -continúa Brienza- fue demolido y allí se construyó la Biblioteca Nacional". El antiperonismo de la Libertadora asume en ese acto un reflejo de la demolición de la quinta de Rosas y avanza en la prohibición impuesta por el decreto de 1956, a toda alusión al peronismo.
 
"Prohíben nombrar a Perón y a Evita, cambian nombres de edificios, destruyen monumentos, abandonan obras públicas en curso como el hospital infantil que se transformó en el Warnes", recuerda el historiador. El hospital iba a ser modelo en Latinoamérica, con capacidad para internar mil pacientes. Tras el abandono de la obra a punto de terminarse, en el barrio porteño de La Paternal; las familias lo fueron ocupando y lo identificaron como Albergue Warnes.
 
Para Brienza, hoy se puede "hacer alguna lógica comparación" con estos otros periodos históricos bajo el común denominador de que "hay un otro que debe ser borrado, quitado, negado, porque no puede aportar nada a la historia que buscan instalar", afirma. Y estos símbolos, al permanecer, contradicen al poder, mantienen en lo colectivo la memoria de las conquistas conseguidas.     
 
 
La lógica del autoritarismo
 
Según Forster, lo que Milei hace es el gesto de borrar el pasado buscando eliminar a la Argentina de los derechos y del peronismo "para dar cuenta de una historia que es la estrategia ideológica de este gobierno de derecha que supone que no hay derecho a tener otras formas de posicionarse en la vida democrática. En esencia y como todo totalitarismo busca vaciar la vida democrática".
 
"Aquí, la idea de la unión nacional se basa en la extirpación del otro, del que no piensa como ellos", acuerda Brienza. "El propio Perón muestra otra actitud histórica cuando nacionaliza los ferrocarriles y les pone el nombre de quienes organizaron la Nación: Sarmiento, San Martin, Belgrano. ¡Hace lo contrario!", puntualiza el historiador en un alto en su viaje a General Pico, La Pampa, donde presentará su nuevo libro ¿Para que sirvió el Peronismo? (Planeta, 2024).
 
Como en el 55, cuando llegaron hasta robar el cadáver de Evita, hoy esta actitud expresa "un revanchismo que supone reescribir la historia, insiste Forster. "Entonces lo que no forma parte de los intereses del poder tiene que ser eliminado porque es espurio, corrupto y portador de todos los males".
 
Bajo la demonización de "los supuestos corruptos que arruinaron la Nación", lo que busca el dispositivo Milei, es anular la idea de justicia social, de igualdad, de soberanía política. "Todo el proceso clave de la vida política argentina que nace con el peronismo y continúa el kirchnerismo, el mileismo quiere destruirlo y para eso son literales: sacan las estatuas y quitan los nombres de los edificios", agrega el filósofo.
 
 
El legado histórico
 
"Siempre la historia es un campo de batalla y los símbolos y los nombres son parte de una disputa fundamental al momento de construir sentido común y consciencia política" subraya Forster. La dictadura buscó cerrar filas al demonizar al otro. Hoy buscan eliminar los relatos, la memoria y su presencia en la sociedad para eliminar la idea de justicia social. "El negacionismo de Villarruel además busca eliminar el papel genocida de la dictadura y anular la verdad histórica y su complejidad", define.
 
En el intento por reescribir la historia, la práctica se ejecuta con radicalidad y violencia. "Arrasar con la memoria del otro -detalla Forster-, va contra la memoria social, contra lo que constituye identidad, arrasan con los nombres y los monumentos y eso conlleva una gigantesca violencia hacia el otro, porque lo niega en la vida política y cultural".
 
"¿No aprenden que el efecto es el contrario?", se pregunta Bellota. "Si en la resistencia peronista el pueblo lograba rescatar lo que volteaban y se fortalecía la pertenencia a un movimiento, hoy, y aunque estamos bastante rotos, el efecto será el mismo", evalúa. Se fundamenta en la historia: "A Perón lo inhabilitan a perpetuidad, como quieren hacer con Cristina. Pero volvió después de mucha lucha, mucha resistencia del pueblo, y volvió con un plan de unidad nacional del que nadie volvió a hablar, salvo ahora Cristina: el Modelo argentino para el proyecto nacional, fruto de un largo trabajo de Perón con (Ricardo) Balbín, otro dirigente de un movimiento popular", repasa la autora de Perón, una biografía del siglo XXI (Planeta, 2024).
 
"¿O van a pensar que le vamos a dejar de decirle CCK?, ¿O creen que porque saquen las estatuas de Néstor la gente lo va a dejar de recordar con cariño y gratitud?", se pregunta. Para la historiadora es evidente que quieren "desperonizar otra vez" para implantar otro modelo socioeconómico.
 
Y lo explica: "Cuando derrocan a Perón, usan al Ejército. Hoy no hace falta, la última dictadura fue tan brutal que para desperonizar hizo desaparecer a 30.000 personas. Con el regreso de la democracia, Alfonsín hizo lo que pudo. A Menem no hizo falta hacerle la guerra porque estaba aplicando el consenso de Washington. Con Néstor y Cristina se da otra vuelta histórica. Por eso ahora usan a la justicia, inventan causas; el espíritu es el mismo: borrar al peronismo de la faz de la tierra. Hasta ahora no lo lograron, y espero que no lo puedan lograr".
 
Por Patricia Chaina
 
Fuente: Página 12
 

Agreganos como amigo a Facebook
04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
La Opinión Popular
 

NicoSal soluciones web

© Copyright 2009 LA OPINIÓN POPULAR – www.laopinionpopular.com.ar - Todos los derechos reservados.

E-mail: contacto@laopinionpopular.com.ar