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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 24-11-2024 / 09:11
EL GOBIERNO ANARCO CAPITALISTA EVIDENCIÓ SU PLAN PARA ELIMINAR AL PERONISMO DEL IMAGINARIO SOCIAL

Como en 1955, Javier “el Loco” Milei reedita el intento fallido de desperonización

Como en 1955, Javier “el Loco” Milei reedita el intento fallido de desperonización
Cambiar el nombre del CCK o del Gasoducto Néstor Kirchner, quitar su busto del Congreso o eliminar las imágenes de Eva Perón de las oficinas de ANSES son ejemplos. "Hay una política destinada a reescribir el pasado y el presente desde distintos ámbitos -explica Forster-. Milei lo hace desde lo económico, desde el neoliberalismo y desde el Estado; Villarruel desde la lógica del negacionismo".
Con la decisión de rebautizar edificios y descartar la simbología popular del peronismo y el kirchenrismo, ya con formato de plan sistemático, el gobierno libertario de Javier "el Loco" Milei evidenció en estas últimas semanas su desvelo mayor: hacer "desaparecer" a Perón, a Evita y a Néstor Kirchner. "Fin", diría el posteo del vocero presidencial Manuel Adorni.
 
Estas acciones, hoy planificadas, lejos del rictus espasmódico de los primeros meses en el poder buscan borrarlos del imaginario social. Tal como en 1955 procedió la Revolución Libertadora contra el peronismo "con acciones planificadas, hoy es una política de Estado", explica el historiador Hernán Brienza.
 
El filósofo Ricardo Forster subraya que  es  algo "muy propio de las nuevas derechas que buscan transformar la subjetividad". Detrás, acecha un modelo económico y social totalitario y excluyente "cuya mayor expresión en la materialidad de lo público e institucional es el proceso judicial contra Cristina Kirchner como líder de este espacio político", completa la historiadora Araceli Bellota.
 
Los especialistas analizan el nuevo show del establishment y advierten sobre las enseñanzas de la historia que las huestes de La Libertad Avanza parecen no contemplar.
 
"Hay una cruel ingenuidad en creer que borrando un nombre borras a la persona y a la historia. Hay algo de censura también, y en la intención de hacer desaparecer al otro hay cierto grado de animismo histórico por creer que borrando el nombre, esto se logra", sentencia Brienza a propósito de la batalla cultural que ya ganó las calles tanto como las redes sociales.
 
"La batalla cultural es propia de las extremas derechas", explica Forster respecto de los totalitarismos que horadan la subjetividad. En este tipo de cruzada, como la que lleva adelante el gobierno de los Hermanos Milei y Victoria Villarruel "es esencial cambiar los nombres porque son algo importante, designan, marcan. Si cambio el nombre del CCK a Edificio Libertad hago un gesto hacia la sociedad. Si saco el busto de Néstor Kirchner de un lugar público también" señala el filósofo.
 
La línea histórica de esta serie de saqueos a la memoria popular remite a la proscripción del peronismo agrega Bellota. Y dispara: "La mal llamada Revolución Libertadora tenía entre sus propósitos desperonizar a la Argentina. Esto es un calco: sacar los monumentos, cambiar los nombres, perseguir a los dirigentes y al mismo tiempo, hambrear al pueblo". La historiadora, también concejala en el municipio de Moreno por Unión por la Patria, describe así el núcleo del conflicto.
 
Al principio, en la avanzada sobre lo simbólico donde se refleja la memoria social, hubo solo provocaciones aisladas. Cambiaron el nombre del Salón de las Mujeres en Casa de Gobierno justamente un 8M, Día internacional de la Mujer. Lo rebautizaron: Salón de los Próceres. Antes, y sin aspavientos, quitaron el busto de Néstor Kirchner del patio del ex Ministerio de Agricultura. Fue un anticipo de lo que pasó meses después cuando la ministra de Capital Humano, la inútil Sandra Pettovello, decidió retirar el busto del expresidente de la sede de ANSES y lo difundió en las redes.
 

 
Hoy lo sistematizan: cambiar el nombre del CCK o del Gasoducto Néstor Kirchner, quitar su busto del Congreso o eliminar las imágenes de Eva Perón de las oficinas de ANSES son ejemplos. "Hay una política destinada a reescribir el pasado y el presente desde distintos ámbitos -explica Forster-. Milei lo hace desde lo económico, desde el neoliberalismo y desde el Estado; Villarruel desde la lógica del negacionismo".
 
Y, además, agrega: "Las derechas en el mundo que han avanzado con mucha audacia y capacidad en el relato del pasado para rearmarlo, para cambiar una estructura simbólica, la del sentido común y buscan reescribir la historia".
 
Las provocaciones no cesan. Días atrás, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dijo que Pettovello analiza demoler el edificio del exministerio de Desarrollo Social, ubicado en la Avenida 9 de Julio, donde están las imágenes gigantes de Evita, un lugar emblemático para el peronismo porque fue allí donde Eva Perón renunció a su candidatura a la vicepresidencia en 1951.
 
 
Forzar un relato único
 
La estrategia del relato único "es una política de Estado que el liberalismo conservador lleva adelante en la historia desde el principio de los tiempos -aporta Brienza- si uno toma nota de lo que hicieron los vencedores de la batalla de Caseros (1852) con la quinta de Juan Manuel de Rosas, en Palermo". Allí destruyeron la propiedad y a esa calle la nombraron Avenida Sarmiento, el "gran adversario de Rosas".
 
"Con el peronismo hicieron lo mismo, el famoso Palacio Unzué donde vivieron Perón y Evita -continúa Brienza- fue demolido y allí se construyó la Biblioteca Nacional". El antiperonismo de la Libertadora asume en ese acto un reflejo de la demolición de la quinta de Rosas y avanza en la prohibición impuesta por el decreto de 1956, a toda alusión al peronismo.
 
"Prohíben nombrar a Perón y a Evita, cambian nombres de edificios, destruyen monumentos, abandonan obras públicas en curso como el hospital infantil que se transformó en el Warnes", recuerda el historiador. El hospital iba a ser modelo en Latinoamérica, con capacidad para internar mil pacientes. Tras el abandono de la obra a punto de terminarse, en el barrio porteño de La Paternal; las familias lo fueron ocupando y lo identificaron como Albergue Warnes.
 
Para Brienza, hoy se puede "hacer alguna lógica comparación" con estos otros periodos históricos bajo el común denominador de que "hay un otro que debe ser borrado, quitado, negado, porque no puede aportar nada a la historia que buscan instalar", afirma. Y estos símbolos, al permanecer, contradicen al poder, mantienen en lo colectivo la memoria de las conquistas conseguidas.     
 
 
La lógica del autoritarismo
 
Según Forster, lo que Milei hace es el gesto de borrar el pasado buscando eliminar a la Argentina de los derechos y del peronismo "para dar cuenta de una historia que es la estrategia ideológica de este gobierno de derecha que supone que no hay derecho a tener otras formas de posicionarse en la vida democrática. En esencia y como todo totalitarismo busca vaciar la vida democrática".
 
"Aquí, la idea de la unión nacional se basa en la extirpación del otro, del que no piensa como ellos", acuerda Brienza. "El propio Perón muestra otra actitud histórica cuando nacionaliza los ferrocarriles y les pone el nombre de quienes organizaron la Nación: Sarmiento, San Martin, Belgrano. ¡Hace lo contrario!", puntualiza el historiador en un alto en su viaje a General Pico, La Pampa, donde presentará su nuevo libro ¿Para que sirvió el Peronismo? (Planeta, 2024).
 
Como en el 55, cuando llegaron hasta robar el cadáver de Evita, hoy esta actitud expresa "un revanchismo que supone reescribir la historia, insiste Forster. "Entonces lo que no forma parte de los intereses del poder tiene que ser eliminado porque es espurio, corrupto y portador de todos los males".
 
Bajo la demonización de "los supuestos corruptos que arruinaron la Nación", lo que busca el dispositivo Milei, es anular la idea de justicia social, de igualdad, de soberanía política. "Todo el proceso clave de la vida política argentina que nace con el peronismo y continúa el kirchnerismo, el mileismo quiere destruirlo y para eso son literales: sacan las estatuas y quitan los nombres de los edificios", agrega el filósofo.
 
 
El legado histórico
 
"Siempre la historia es un campo de batalla y los símbolos y los nombres son parte de una disputa fundamental al momento de construir sentido común y consciencia política" subraya Forster. La dictadura buscó cerrar filas al demonizar al otro. Hoy buscan eliminar los relatos, la memoria y su presencia en la sociedad para eliminar la idea de justicia social. "El negacionismo de Villarruel además busca eliminar el papel genocida de la dictadura y anular la verdad histórica y su complejidad", define.
 
En el intento por reescribir la historia, la práctica se ejecuta con radicalidad y violencia. "Arrasar con la memoria del otro -detalla Forster-, va contra la memoria social, contra lo que constituye identidad, arrasan con los nombres y los monumentos y eso conlleva una gigantesca violencia hacia el otro, porque lo niega en la vida política y cultural".
 
"¿No aprenden que el efecto es el contrario?", se pregunta Bellota. "Si en la resistencia peronista el pueblo lograba rescatar lo que volteaban y se fortalecía la pertenencia a un movimiento, hoy, y aunque estamos bastante rotos, el efecto será el mismo", evalúa. Se fundamenta en la historia: "A Perón lo inhabilitan a perpetuidad, como quieren hacer con Cristina. Pero volvió después de mucha lucha, mucha resistencia del pueblo, y volvió con un plan de unidad nacional del que nadie volvió a hablar, salvo ahora Cristina: el Modelo argentino para el proyecto nacional, fruto de un largo trabajo de Perón con (Ricardo) Balbín, otro dirigente de un movimiento popular", repasa la autora de Perón, una biografía del siglo XXI (Planeta, 2024).
 
"¿O van a pensar que le vamos a dejar de decirle CCK?, ¿O creen que porque saquen las estatuas de Néstor la gente lo va a dejar de recordar con cariño y gratitud?", se pregunta. Para la historiadora es evidente que quieren "desperonizar otra vez" para implantar otro modelo socioeconómico.
 
Y lo explica: "Cuando derrocan a Perón, usan al Ejército. Hoy no hace falta, la última dictadura fue tan brutal que para desperonizar hizo desaparecer a 30.000 personas. Con el regreso de la democracia, Alfonsín hizo lo que pudo. A Menem no hizo falta hacerle la guerra porque estaba aplicando el consenso de Washington. Con Néstor y Cristina se da otra vuelta histórica. Por eso ahora usan a la justicia, inventan causas; el espíritu es el mismo: borrar al peronismo de la faz de la tierra. Hasta ahora no lo lograron, y espero que no lo puedan lograr".
 
Por Patricia Chaina
 
Fuente: Página 12
 

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17-12-2025 / 09:12
A días de cumplir su segundo año de gestión, el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei busca aprobar su primer presupuesto sin frenar en las curvas. Tras conseguir dictamen de mayoría con ayuda de gobernadores aliados, este miércoles se trata la "Ley de Leyes" en Diputados. Envalentonada, Patricia Bullrich buscará incluirlo también en la sesión del viernes 26, en la que se debatirá la reforma laboral en el Senado. Para sorpresa de la oposición, el dictamen deroga el Financiamiento Universitario y la Emergencia en discapacidad. Ambas iniciativas fueron sancionadas por el Congreso, vetadas por el Gobierno e insistidas en ambas cámaras. El nuevo proyecto deroga el ajuste automático de las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo y le da discrecionalidad al gobierno.
 
En un súper miércoles, la Casa Rosada intentará disciplinar al Congreso con la ley de "Disciplina Fiscal", que penaliza a quienes atenten contra el excel libertario y buscará avanzar con la aprobación de un blanqueo blue rebautizado "inocencia fiscal". La CGT llamó a movilizar contra el desfinanciamiento de la educación, la ciencia y la tecnología.
 
Al Gobierno le quedan menos de diez días hábiles para cumplir los deberes que le fijaron Donald Trump y el FMI: tener un presupuesto y sancionar una reforma laboral. Ayer, la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Bertie Benegas Lynch dejó listo el dictamen que el oficialismo buscará aprobar este miércoles. Los apoyos para reunir las 28 firmas -sobre un total de 46- llegaron de la mano de sus aliados del PRO, la UCR y el MID, y de los gobernadores de Catamarca, Tucumán, San Juan, Mendoza y Misiones.
 
De esas 28 firmas, seis fueron en disidencia, lo que obliga al Gobierno a continuar las negociaciones si no quiere correr una suerte similar a la que atravesó durante el tratamiento de la Ley Bases, que perdió buena parte de su articulado en el camino.
 
Para asegurarse los respaldos, la administración de Milei abrió la billetera. En los últimos días, los gobernadores colaboracionistas recibieron Aportes del Tesoro Nacional. El misionero Hugo Passalacqua recibió 12 mil millones de pesos; el chaqueño Leandro Zdero, 11 mil millones; y el tucumano Osvaldo Jaldo, 20 mil millones. Esta última fue la cifra más generosa que el Gobierno envió a una provincia en todo 2025.
 
Además, el lunes por la noche la Casa Rosada envió al Congreso la reforma de la Ley de Glaciares. La iniciativa habilita a las provincias a avanzar con proyectos mineros sobre reservas estratégicas de agua. De aprobarse, Catamarca, Mendoza y San Juan quedarían entre las principales beneficiadas para hacer negocios con las multinacionales yanquis que miran de reojo.
 
Si bien existe consenso entre la mayoría de los bloques en que el Gobierno no puede seguir administrando el Estado sin un presupuesto, el proyecto no contempla partidas para recomponer los ingresos de los jubilados, no prevé mecanismos para reactivar la obra pública ni incluye un solo artículo orientado a impulsar la actividad económica.
 
Todo el andamiaje se reduce a blindar el equilibrio fiscal, que Milei alcanzó a fuerza de recortar en todas las áreas sensibles del Estado, a excepción del pago de los intereses de la deuda. Además, las metas que fija parecen a simple vista difíciles de cumplir. El proyecto prevé un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación anual del 10,1 por ciento y proyecta un dólar a 1423 pesos para diciembre de 2026. Esto último está por debajo del precio actual.
 

16-12-2025 / 10:12
Las reformas que impulsa el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei, en especial la laboral, buscan sin disimulo convertir a nuestro país en una economía colonial de enclave, productor de materias primas, sin industria y en donde sobre más de la mitad de los argentinos. En el país cierra una empresa por hora y 400 trabajadores por día se quedan sin empleo. El cálculo surge de tomar en cuenta que "el Peluca" y su motosierra destruyeron 19.114 firmas dejando en la calle a algo más que 264 mil asalariados registrados en sus dos primeros años de gobierno.
 
Para Argentina es un cambio dramático, pues es uno de los países en donde la legislación laboral del siglo XX más avanzó en el sentido de proteger a los trabajadores. Por esa razón, por ese "mal ejemplo" para la región latinoamericana, el objetivo del FMI de retroceder más de un siglo en las condiciones bajo las cuales se desenvuelve el mundo laboral, haya sido tomado con tanta energía por los últimos gobiernos de derecha y mucho más ahora bajo el modelo reaccionario extremo que impulsan los desquiciados Milei, Sturzenegger, Caputo y cía.
 
Todos y cada uno de los puntos del extenso proyecto que acaba de aterrizar en el Congreso es un muestrario de la ideología conservadora y retrógrada que alienta a este gobierno como fiel representante de la elite económico-financiera también conocida como "círculo rojo". A tal extremo esto es así que el gobierno ni se molestó en desmentir lo que hace un tiempo se conoció: los autores materiales de este engendro son los estudios de abogados que prestan sus servicios a las corporaciones más poderosas, los llamados "dueños de la Argentina". Es el gobierno para los ricos.
 
El sueño húmedo de esta minoría enferma de codicia es voltear, una por una, todas las protecciones legales que tienen los trabajadores argentinos, aunque también debe decirse que buena parte de ellas ya fueron demolidas de hecho por el propio accionar de un mercado laboral que, con independencia de los gobiernos que se sucedieron desde el estallido social y la gran crisis económica de 2001, dejaron a casi la mitad de los asalariados desempeñándose "en negro", al margen de la formalidad.
 
Lo que veremos en las próximas horas en el Congreso les dejará en claro a los argentinos quiénes son los senadores y diputados dignos de ser llamados oposición y quiénes se someterán ante las ofertas de dinero que ya está circulando por oscuras vías. Gobernadores dialoguistas también estarán en el "toma y daca" que este gobierno puso en marcha sin que la gran prensa porteña, convertida en vocera oficial de la Casa Rosada, hable como lo hacía habitualmente de "látigo y billetera" con otros gobiernos que nunca llegaron a extremos de manipulación de los recursos fiscales como el actual.
 
El triunfo electoral de octubre de Milei es el combustible que aceleró la decisión de avanzar con este proyecto y con otros que también buscan reconfigurar en profundidad el diseño social, económico e institucional de la Argentina. La llamada ley de tierras, de glaciares, la reforma educativa, la tributaria, etc. conforman una ofensiva de los sectores concentrados de la economía contra el conjunto social. Convertir a este país en una economía colonial, sin industria, sin ciencia, sin educación de calidad, sin protección social ni laboral para las mayorías populares es una meta que está en las mentes de los libertarios. La política de tierra arrasada que se proponen les resulta indiferente, pues la ambición de poder -político y económico- está por encima de todo.
 
La CGT convocó a una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves a la que adhirieron las dos CTA, ATE y otros gremios, el peronismo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda.  Para aterrorizar, la especialidad del mileísmo, aplicarán el protocolo antipiquetes. Si la movilización es masiva, cuesta creer que la amenaza de represión violenta se cumpla. Crispar el clima social en vísperas de fin de año, en nuestro país, nunca tuvo buenos resultados para los gobiernos.
 
La Opinión Popular
 

14-12-2025 / 09:12
Bajo el mote de reforma laboral se esconde la decisión de Javier "el Loco" Milei que pretende consagrar institucionalmente, en 2026, los objetivos que en 1976 se planteara la dictadura militar genocida. Los cambios en el proceso de acumulación en el marco del genocidio, el endeudamiento, la valorización financiera y la fuga de capitales, la desindustrialización, el modo de incorporación del cambio tecnológico y la llegada del capitalismo de plataformas, produjo una sustancial alteración de la relación capital-trabajo, obviamente en desmedro del conjunto de los trabajadores.
 
En ese marco de brutal regresividad en las condiciones materiales de vida de quienes trabajan, se sucedieron en las distintas administraciones conservadoras cambios normativos, todos con la misma dirección. 1. Abaratar el precio del trabajo. 2. Facilitar el despido. 3. Debilitar los convenios colectivos. 4. Limitar y destruir la organización sindical.
 
Estas orientaciones fueron parte de los cambios normativos que impulsó la dictadura militar, de las leyes que llevaron adelante Cavallo, Menem y De la Rúa, del frustrado intento de Macri y también del proyecto de Milei. Proyecto este cuya profundidad en términos de alteración de la Ley de Contrato de Trabajo solo es equiparable a lo planteado hace 50 años por la dictadura militar.
 
Además, se lleva a cabo la directa eliminación de los costos del despido a partir de la creación de un Fondo de Asistencia Laboral que se financiará con tres puntos de las actuales contribuciones patronales. A la vez, se les reduce en un punto adicional los aportes a los empresarios en relación a las obras sociales que dejarían de percibir un punto de los que están recibiendo en la actualidad.
 
En síntesis, cuatro puntos de los aportes patronales dejan de financiar las jubilaciones y la salud de los trabajadores, con el objeto de eliminar los costos del despido y reducir los costos laborales. Situación ésta que implica una redistribución de ingresos desde los trabajadores al capital, cercana a los 3000 millones de dólares.
 
Las experiencias internacionales y la propia experiencia nacional indican que estas propuestas solo profundizan la desocupación, la informalidad y la pobreza. Es más, aspectos laborales de esta naturaleza son los que contenía la Ley Bases y que ya tuvieron dos años de aplicación en el curso del gobierno de Milei. Años que lejos de promover el empleo registrado, coexisten con la destrucción de 222 mil puestos de trabajo formales registrados de los cuales 139 mil son del propio sector privado, al tiempo que el monotributo y los asalariados no registrados constituyen las formas de inserción laboral de mayor importancia en los últimos dos años.
 
Por si esto fuera poco, los modelos que pregonan los funcionarios libertarios como objetivos a alcanzar por la Argentina, no hacen más que negar con la evidencia lo que el propio gobierno pregona para justificar lo que propone. Poner como ejemplo a seguir países como Paraguay o Perú, que prácticamente carecen de legislación laboral, resulta inentendible. Estos dos países exhiben, aún sin legislación laboral, niveles de informalidad superiores a los que hoy exhibe la Argentina.
 
Para frenar esta ofensiva hay que convocar a la sociedad a discutir la necesidad de relaciones laborales diferentes para un país distinto al que construye Milei. Para eso necesitamos relaciones laborales que se edifiquen en base a la redistribución del ingreso, la revalorización del trabajo y la necesidad de expandir derechos para todos aquellos que trabajan independientemente del tipo de inserción laboral que tengan.
 
La Opinión Popular
 

13-12-2025 / 09:12
El proyecto de país que perfila el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei tomó el aspecto de una sociedad sin derechos organizada por el mercado. El mercado elimina el concepto de soberanía y decidirá quién irá preso y quién se tomará vacaciones. A su vez, el mercado está organizado por una escala jerárquica según el poder económico.
 
O sea: la libertad de los libertarios es como la milanesa tucumana hecha con papel higiénico. Y de postre: inflación. Si alguno pensó que el esfuerzo valía la pena, el 2,5 de inflación -medido por un Indec que todo el mundo sabe trucho-- le dio una mala noticia: se quedó sin trabajo, se quedó sin empresa, y además tiene inflación.
 
En la misma semana asumió Joaquín Mogaburu como subsecretario de Derechos Humanos y se presentó el proyecto de reforma laboral en el Congreso. El nuevo funcionario es un personaje ligado a los represores y da cursos en los cuarteles sobre "memoria completa".
  
Mogaburu aboga por la conciliación y el perdón a los genocidas. El combo es coherente con el protocolo de seguridad que criminalizó la protesta social, el decreto que permitió a las fuerzas armadas intervenir en conflictos internos y la eliminación del derecho a huelga y otros derechos como lo estipula la reforma laboral enviada al Congreso.
 
Durante el mes hubo decenas de actos sobre derechos humanos en centros culturales, casas de la memoria y en plazas de todo el país. Y el jueves se realizó un festival en la Plaza de Mayo encabezado por Madres, Abuelas y el Serpaj de Adolfo Pérez Esquivel. Al mismo tiempo, la CGT anunciaba un acto público para oponerse al proyecto de ley enviado al Congreso.
 
No hay derechos humanos y no hay derechos laborales. No hay derecho a la protesta y no hay derecho que proteja contra la tortura y la violación como reclaman los que piden la libertad de torturadores y violadores que actuaron tras haber usurpado el Estado durante el golpe genocida. No hay sujetos de derecho en esta sociedad que conciben los libertarios y que ha sido votada por muchos que perderán los derechos que tenían.
 
Con el mercado se come, con el mercado se educa, con el mercado se cura. Si eso era difícil con la democracia, el mercado ni se lo plantea porque el único derecho que reconoce es el del que tiene más capital. El mercado habla de méritos, pero los derechos no se ganan. Los derechos implican también responsabilidades, pero no se ganan por méritos. Al menos la democracia reconoce que todos tienen derecho a comer, a la educación y a la salud. Después dependerá de los gobiernos proveer esos derechos.
 
Los libertarios inventaron una democracia con voto, pero sin derechos. Y los derechos son para todos porque son inherentes a la condición del ser humano. Si son para pocos, no califica. La democracia se construye sobre los derechos ciudadanos. Sin esos derechos básicos no hay sistema democrático. Este gobierno habla de democracia y libertad, pero cuando hace la milanesa, le pone papel higiénico en vez de libertad y democracia.
 

12-12-2025 / 10:12
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei mandó al Senado un proyecto de contrarreforma para eliminar derechos laborales, sindicales y de huelga que atrasa un siglo. Contra la Constitución desconoce hasta la jornada de 8 horas y el derecho a huelga. Redactado por los abogados de las grandes empresas, de Paolo Rocca, Galperin y Eurnekian, en cada rubro empeora la posición de los trabajadores. Perjudica también a monotributistas e informales y se propone financiar los despidos con la plata de los jubilados.
 
El gobierno libertario demoró la presentación de la contrareforma laboral, que no registra precedentes desde la dictadura genocida de 1976, para estirar los tiempos de negociación y definir cuán a fondo iría en su ofensiva contra los trabajadores y el sindicalismo. El proyecto que ingresó al Senado retoma lo peor de todas las versiones anteriores y lo condensa en 71 páginas y 191 artículos.
 
Enmascarada en una supuesta "modernización", la iniciativa retrocede más de un siglo y desconoce pilares básicos del derecho laboral como la jornada de ocho horas y restringe el derecho a huelga. Lejos de mejorar la vida de los trabajadores, crear empleo o incorporar a los informales al mercado formal, la reforma sólo busca abaratar costos para que el empleador pueda despedir y amplía la desprotección sobre el sector más débil.
 
Los especialistas coinciden en que "invierte la presunción de laborabilidad" perjudicando a monotributistas y trabajadores "independientes". El texto final del proyecto confirma la transferencia regresiva de los derechos de los trabajadores en favor del gran capital, debilita su capacidad de organización y faculta al empleador para modificar condiciones laborales según sus necesidades.
 
La reforma laboral, firmada por Milei, fue elevada al Congreso de manera errónea por parte de Gobierno. Legisladores opositores y abogados laboralistas cuestionaron el ingreso por el Senado, ya que la reforma laboral contiene un capítulo tributario que modifica impuestos centrales. Al respecto, la Constitución fija que toda ley de carácter impositivo debe originarse en Diputados.
 
La reforma laboral que impulsa Milei atrasa porque reinstala un modelo previo al propio nacimiento del derecho laboral. La abogada Natalia Salvo advierte que es "una novedad de museo que nos devuelve a un tiempo sin normas". El proyecto permite jornadas de hasta 12 horas, un retroceso a antes de la Ley 11.544, conquistada después de las huelgas y masacres de la Patagonia y la Semana Trágica.

También elimina ítems remunerativos para achicar aguinaldo y vacaciones, ahora fraccionadas como en etapas de precariedad anteriores a cualquier estándar moderno. Al mismo tiempo, remarca que la iniciativa desconoce los avances globales sobre las plataformas: mientras en Europa los tribunales y países como España o Portugal ya reconocen a esos trabajadores como dependientes, aquí se los deja en un limbo jurídico. Modernizar sería ampliar la protección, no recortarla. Con un 43 por ciento de informalidad, el proyecto empuja al país hacia un pasado sin resguardo, donde la relación laboral quedaba librada a la voluntad de la patronal.

Un Gobierno que miente en todo, presenta el argumento principal en la supuesta "creación de trabajo formal". Silogismo falaz, acaba de ser refutado por un hombre del gran capital, el abogado Julián de Diego. Dijo que "sin crecimiento, no habrá generación de empleo". Ese crecimiento se presenta, como promesa lejana, relato de un provenir etéreo, medido en décadas. Equiparada a Irlanda, Alemania, y otras naciones. Por ahora, lo que hay es recesión, inflación en alza y deuda. Cada vez más deuda.

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