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Nacionales - 24-11-2024 / 09:11
EL GOBIERNO ANARCO CAPITALISTA EVIDENCIÓ SU PLAN PARA ELIMINAR AL PERONISMO DEL IMAGINARIO SOCIAL

Como en 1955, Javier “el Loco” Milei reedita el intento fallido de desperonización

Como en 1955, Javier “el Loco” Milei reedita el intento fallido de desperonización
Cambiar el nombre del CCK o del Gasoducto Néstor Kirchner, quitar su busto del Congreso o eliminar las imágenes de Eva Perón de las oficinas de ANSES son ejemplos. "Hay una política destinada a reescribir el pasado y el presente desde distintos ámbitos -explica Forster-. Milei lo hace desde lo económico, desde el neoliberalismo y desde el Estado; Villarruel desde la lógica del negacionismo".
Con la decisión de rebautizar edificios y descartar la simbología popular del peronismo y el kirchenrismo, ya con formato de plan sistemático, el gobierno libertario de Javier "el Loco" Milei evidenció en estas últimas semanas su desvelo mayor: hacer "desaparecer" a Perón, a Evita y a Néstor Kirchner. "Fin", diría el posteo del vocero presidencial Manuel Adorni.
 
Estas acciones, hoy planificadas, lejos del rictus espasmódico de los primeros meses en el poder buscan borrarlos del imaginario social. Tal como en 1955 procedió la Revolución Libertadora contra el peronismo "con acciones planificadas, hoy es una política de Estado", explica el historiador Hernán Brienza.
 
El filósofo Ricardo Forster subraya que  es  algo "muy propio de las nuevas derechas que buscan transformar la subjetividad". Detrás, acecha un modelo económico y social totalitario y excluyente "cuya mayor expresión en la materialidad de lo público e institucional es el proceso judicial contra Cristina Kirchner como líder de este espacio político", completa la historiadora Araceli Bellota.
 
Los especialistas analizan el nuevo show del establishment y advierten sobre las enseñanzas de la historia que las huestes de La Libertad Avanza parecen no contemplar.
 
"Hay una cruel ingenuidad en creer que borrando un nombre borras a la persona y a la historia. Hay algo de censura también, y en la intención de hacer desaparecer al otro hay cierto grado de animismo histórico por creer que borrando el nombre, esto se logra", sentencia Brienza a propósito de la batalla cultural que ya ganó las calles tanto como las redes sociales.
 
"La batalla cultural es propia de las extremas derechas", explica Forster respecto de los totalitarismos que horadan la subjetividad. En este tipo de cruzada, como la que lleva adelante el gobierno de los Hermanos Milei y Victoria Villarruel "es esencial cambiar los nombres porque son algo importante, designan, marcan. Si cambio el nombre del CCK a Edificio Libertad hago un gesto hacia la sociedad. Si saco el busto de Néstor Kirchner de un lugar público también" señala el filósofo.
 
La línea histórica de esta serie de saqueos a la memoria popular remite a la proscripción del peronismo agrega Bellota. Y dispara: "La mal llamada Revolución Libertadora tenía entre sus propósitos desperonizar a la Argentina. Esto es un calco: sacar los monumentos, cambiar los nombres, perseguir a los dirigentes y al mismo tiempo, hambrear al pueblo". La historiadora, también concejala en el municipio de Moreno por Unión por la Patria, describe así el núcleo del conflicto.
 
Al principio, en la avanzada sobre lo simbólico donde se refleja la memoria social, hubo solo provocaciones aisladas. Cambiaron el nombre del Salón de las Mujeres en Casa de Gobierno justamente un 8M, Día internacional de la Mujer. Lo rebautizaron: Salón de los Próceres. Antes, y sin aspavientos, quitaron el busto de Néstor Kirchner del patio del ex Ministerio de Agricultura. Fue un anticipo de lo que pasó meses después cuando la ministra de Capital Humano, la inútil Sandra Pettovello, decidió retirar el busto del expresidente de la sede de ANSES y lo difundió en las redes.
 

 
Hoy lo sistematizan: cambiar el nombre del CCK o del Gasoducto Néstor Kirchner, quitar su busto del Congreso o eliminar las imágenes de Eva Perón de las oficinas de ANSES son ejemplos. "Hay una política destinada a reescribir el pasado y el presente desde distintos ámbitos -explica Forster-. Milei lo hace desde lo económico, desde el neoliberalismo y desde el Estado; Villarruel desde la lógica del negacionismo".
 
Y, además, agrega: "Las derechas en el mundo que han avanzado con mucha audacia y capacidad en el relato del pasado para rearmarlo, para cambiar una estructura simbólica, la del sentido común y buscan reescribir la historia".
 
Las provocaciones no cesan. Días atrás, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dijo que Pettovello analiza demoler el edificio del exministerio de Desarrollo Social, ubicado en la Avenida 9 de Julio, donde están las imágenes gigantes de Evita, un lugar emblemático para el peronismo porque fue allí donde Eva Perón renunció a su candidatura a la vicepresidencia en 1951.
 
 
Forzar un relato único
 
La estrategia del relato único "es una política de Estado que el liberalismo conservador lleva adelante en la historia desde el principio de los tiempos -aporta Brienza- si uno toma nota de lo que hicieron los vencedores de la batalla de Caseros (1852) con la quinta de Juan Manuel de Rosas, en Palermo". Allí destruyeron la propiedad y a esa calle la nombraron Avenida Sarmiento, el "gran adversario de Rosas".
 
"Con el peronismo hicieron lo mismo, el famoso Palacio Unzué donde vivieron Perón y Evita -continúa Brienza- fue demolido y allí se construyó la Biblioteca Nacional". El antiperonismo de la Libertadora asume en ese acto un reflejo de la demolición de la quinta de Rosas y avanza en la prohibición impuesta por el decreto de 1956, a toda alusión al peronismo.
 
"Prohíben nombrar a Perón y a Evita, cambian nombres de edificios, destruyen monumentos, abandonan obras públicas en curso como el hospital infantil que se transformó en el Warnes", recuerda el historiador. El hospital iba a ser modelo en Latinoamérica, con capacidad para internar mil pacientes. Tras el abandono de la obra a punto de terminarse, en el barrio porteño de La Paternal; las familias lo fueron ocupando y lo identificaron como Albergue Warnes.
 
Para Brienza, hoy se puede "hacer alguna lógica comparación" con estos otros periodos históricos bajo el común denominador de que "hay un otro que debe ser borrado, quitado, negado, porque no puede aportar nada a la historia que buscan instalar", afirma. Y estos símbolos, al permanecer, contradicen al poder, mantienen en lo colectivo la memoria de las conquistas conseguidas.     
 
 
La lógica del autoritarismo
 
Según Forster, lo que Milei hace es el gesto de borrar el pasado buscando eliminar a la Argentina de los derechos y del peronismo "para dar cuenta de una historia que es la estrategia ideológica de este gobierno de derecha que supone que no hay derecho a tener otras formas de posicionarse en la vida democrática. En esencia y como todo totalitarismo busca vaciar la vida democrática".
 
"Aquí, la idea de la unión nacional se basa en la extirpación del otro, del que no piensa como ellos", acuerda Brienza. "El propio Perón muestra otra actitud histórica cuando nacionaliza los ferrocarriles y les pone el nombre de quienes organizaron la Nación: Sarmiento, San Martin, Belgrano. ¡Hace lo contrario!", puntualiza el historiador en un alto en su viaje a General Pico, La Pampa, donde presentará su nuevo libro ¿Para que sirvió el Peronismo? (Planeta, 2024).
 
Como en el 55, cuando llegaron hasta robar el cadáver de Evita, hoy esta actitud expresa "un revanchismo que supone reescribir la historia, insiste Forster. "Entonces lo que no forma parte de los intereses del poder tiene que ser eliminado porque es espurio, corrupto y portador de todos los males".
 
Bajo la demonización de "los supuestos corruptos que arruinaron la Nación", lo que busca el dispositivo Milei, es anular la idea de justicia social, de igualdad, de soberanía política. "Todo el proceso clave de la vida política argentina que nace con el peronismo y continúa el kirchnerismo, el mileismo quiere destruirlo y para eso son literales: sacan las estatuas y quitan los nombres de los edificios", agrega el filósofo.
 
 
El legado histórico
 
"Siempre la historia es un campo de batalla y los símbolos y los nombres son parte de una disputa fundamental al momento de construir sentido común y consciencia política" subraya Forster. La dictadura buscó cerrar filas al demonizar al otro. Hoy buscan eliminar los relatos, la memoria y su presencia en la sociedad para eliminar la idea de justicia social. "El negacionismo de Villarruel además busca eliminar el papel genocida de la dictadura y anular la verdad histórica y su complejidad", define.
 
En el intento por reescribir la historia, la práctica se ejecuta con radicalidad y violencia. "Arrasar con la memoria del otro -detalla Forster-, va contra la memoria social, contra lo que constituye identidad, arrasan con los nombres y los monumentos y eso conlleva una gigantesca violencia hacia el otro, porque lo niega en la vida política y cultural".
 
"¿No aprenden que el efecto es el contrario?", se pregunta Bellota. "Si en la resistencia peronista el pueblo lograba rescatar lo que volteaban y se fortalecía la pertenencia a un movimiento, hoy, y aunque estamos bastante rotos, el efecto será el mismo", evalúa. Se fundamenta en la historia: "A Perón lo inhabilitan a perpetuidad, como quieren hacer con Cristina. Pero volvió después de mucha lucha, mucha resistencia del pueblo, y volvió con un plan de unidad nacional del que nadie volvió a hablar, salvo ahora Cristina: el Modelo argentino para el proyecto nacional, fruto de un largo trabajo de Perón con (Ricardo) Balbín, otro dirigente de un movimiento popular", repasa la autora de Perón, una biografía del siglo XXI (Planeta, 2024).
 
"¿O van a pensar que le vamos a dejar de decirle CCK?, ¿O creen que porque saquen las estatuas de Néstor la gente lo va a dejar de recordar con cariño y gratitud?", se pregunta. Para la historiadora es evidente que quieren "desperonizar otra vez" para implantar otro modelo socioeconómico.
 
Y lo explica: "Cuando derrocan a Perón, usan al Ejército. Hoy no hace falta, la última dictadura fue tan brutal que para desperonizar hizo desaparecer a 30.000 personas. Con el regreso de la democracia, Alfonsín hizo lo que pudo. A Menem no hizo falta hacerle la guerra porque estaba aplicando el consenso de Washington. Con Néstor y Cristina se da otra vuelta histórica. Por eso ahora usan a la justicia, inventan causas; el espíritu es el mismo: borrar al peronismo de la faz de la tierra. Hasta ahora no lo lograron, y espero que no lo puedan lograr".
 
Por Patricia Chaina
 
Fuente: Página 12
 

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23-10-2025 / 08:10
En el ocaso de una campaña sin épica, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el miedo más grande de su propio gobierno: quedar sin el tercio legislativo que sostiene su poder político seudo democrático. El que hace un año prometía "refundar la Argentina", llega a la elección del 26 de octubre devaluado, aislado y con un discurso cada vez más errático, mientras las encuestas anticipan una caída que podría dejar a La Libertad Avanza sin capacidad de defensa en el Congreso.
 
Consultado por Guillermo Andino sobre qué consideraría un "buen resultado", el presidente no habló de ganar ni de convencer, sino de sobrevivir: "Uno que me asegure un tercio en la Cámara, que es una pared de defensa", admitió Milei, resignado a celebrar un empate como si fuera un triunfo. Esa "pared" es lo único que separa al Gobierno anarco capitalista del colapso institucional. Sin ese tercio, el oficialismo perdería poder de veto sobre leyes opositoras, vería caer sus DNU y hasta quedaría a tiro de un eventual juicio político, algo que hoy se comenta en voz baja en despachos peronistas y radicales.
 
Según un informe elaborado por el politólogo Gonzalo Taboada, el Gobierno solo mantendría control con un 39 por ciento de los votos, cifra que nadie se anima a pronosticar. En el escenario más optimista, Milei llegaría a 104 diputados sumando el PRO y algunos gobernadores aliados; pero con un resultado más realista, cercano al 32 por ciento, el oficialismo quedaría a merced de bloques provinciales y de una oposición fortalecida, con 109 bancas y capacidad de bloquear cualquier iniciativa presidencial.
 
En el peor escenario, con un 30 por ciento o menos, La Libertad Avanza ni siquiera lograría conformar el tercio propio ni sumando al PRO, lo que significaría una catástrofe política. "Una elección de 30 por ciento o menos es el número del abismo", señaló Taboada. "En ese escenario el Gobierno dependería de los árbitros, perdería autonomía y quedaría sin margen de maniobra".
 
La situación no sorprende a quienes observan el deterioro del poder libertario. El desquiciado Milei, que se soñó emperador, terminó mendigando apoyo a Donald Trump, mientras su ministro de Economía intenta contener una recesión que ya acumula dos años consecutivos, con inflación persistente y un dólar que sigue escalando.
 
A la crisis económica se suma una soledad política creciente. Karina "la Coimera" Milei se atrincheró en la Secretaría General, Santiago Caputo perdió influencia y el vínculo con los gobernadores aliados se tensó al extremo. El PRO ya no se comporta como socio, sino como tutor de un Gobierno que no logra ordenar su propia tropa.
 
La estrategia electoral del oficialismo se limitó a campañas de miedo, spots improvisados y discursos cargados de enojo, sin propuestas ni respuestas ante el descontento social. Milei dejó de hablar de "reformas estructurales" para conformarse con conservar la silla presidencial y evitar el aislamiento total.
 
"Pasar de un balotaje con 55 por ciento a una legislativa que arranque con un 20 y pico sería un golpe devastador", reconoció un operador libertario que, en privado, admite que el Gobierno festejará si logra un empate técnico. La foto final podría marcar un antes y un después. Si Milei no alcanza el tercio, su relato de liderazgo "anticasta" trucho quedará pulverizado y su futuro político dependerá de los mismos actores a los que prometió "dinamitar". La elección del domingo, más que una prueba electoral, será un plebiscito sobre su propia capacidad de gobernar.
 
La Opinión Popular
 

22-10-2025 / 11:10
A cinco días de las elecciones legislativas de medio término, la economía argentina volvió a quedar atrapada en un torbellino de tensiones cambiarias y el Banco Central debió volver a intervenir para que el dólar mayorista no superara el techo de la banda de flotación.
 
Ni las intervenciones del Tesoro de Estados Unidos, ni la firma del swap con Washington, ni el anuncio de una recompra de bonos alcanzaron para calmar la incertidumbre del mercado, que se mueve bajo una sola lógica: cubrirse como sea ante el riesgo electoral, aun pagando precios récord por el dólar y desarmando posiciones en acciones y bonos soberanos.
 
El sueño de Javier "el Cipayo" Milei de conseguir un megacrédito internacional empieza a tambalearse. Los gigantes financieros de Wall Street pusieron el freno y exigen garantías concretas antes de liberar los 20 mil millones de dólares prometidos. En la Casa Rosada, el discurso libertario suena fuerte, pero los bancos no compran humo: quieren saber quién paga si el país vuelve a tropezar con su historia de impagos.
 
El plan oficial buscaba armar una línea de financiamiento para reforzar reservas y dar aire al Gobierno, pero el entusiasmo se pinchó rápido. Desde el JP Morgan hasta el Citi, todos coincidieron en algo: Argentina necesita mostrar activos reales o un respaldo estatal sólido, algo que Milei se resiste a ofrecer en su cruzada contra el "Estado elefante".
 
La tensión se siente en los despachos. Mientras el ministro Luis "Toto" Caputo negocia contrarreloj, los operadores financieros miran los indicadores y ven lo mismo que los argentinos: un déficit que sigue sin cerrarse y un dólar que sube como fiebre sin Paracetamol. Cada día sin definición profundiza la desconfianza y pone más presión sobre el presidente, que esperaba anunciar el acuerdo como una victoria política.
 
Para los banqueros, el problema no es ideológico sino contable. Quieren garantías, y las quieren por escrito. Sin eso, los 20 mil millones seguirán siendo una promesa tan etérea como las teorías de "mercado libre" que Milei repite frente a los micrófonos. En el país ya se habla de "default técnico disfrazado de negociación", y los rumores empujan los bonos argentinos a la baja.
 
Desde su entorno intentan minimizar la situación, pero las fuentes financieras son tajantes: el préstamo no está cerrado y no lo estará hasta que el Gobierno muestre números concretos. Entre tanto, en los pasillos del poder ya suena un murmullo incómodo: "Si ni los bancos le creen, ¿Quién va a prestarle a la Argentina?"
 
El Banco Central tuvo que vender divisas de las reservas, ya casi exhaustas, para que la demanda mayorista no hiciera volar el techo de la banda cambiaria. Los anuncios oficiales pasan desapercibidos.
 
La Opinión Popular
 

21-10-2025 / 11:10
El yanqui Donald Trump hizo un demoledor diagnóstico sobre la desatrosa situación económica en la Argentina para justificar el "rescate" al gobierno anarco capitalista de Javier "el Cipayo" Milei, un tema que le está generando muchas críticas internas. "No tienen nada, están muriendo", afirmó el presidente. Con ese análisis, el swap no alcanzó, caen las acciones y el dólar quedó a 1% de la banda.
 
Cuestionado por una periodista por la posibilidad de que EEUU compre carne argentina, una medida que perjudicaría a los productores estadounidenses como ya pasó con la soja, Trump se ofuscó y respondió: "Señorita usted no sabe nada de esto, Argentina está luchando por su vida". "Están luchando por su vida. A Argentina no los beneficia en nada. ¿Entiendes lo que eso significa? No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro por sobrevivir, están muriendo", justificó Trump. Lo dijo a pesar de que no se vean cadáveres en las calles.
 
Trump dijo que intentará ayudar a la Argentina a "sobrevivir en un mundo libre" porque le "gusta" el presidente Milei. "Creo que está intentando hacerlo lo mejor que puede, pero no hagas que parezca que lo están pasando bien, están muriendo. Están muriendo", lanzó. Se trata de la segunda vez en menos de una semana que el presidente de EEUU intenta ayudar al chupamedia Milei, pero lo termina hundiendo.
 
El martes pasado, durante la reunión en la Casa Blanca, le reiteró el apoyo, pero advirtió que está atado al resultado de las elecciones del 26 de octubre. "Si pierde, no seremos generosos con la Argentina", dijo Trump generando un desplome en los mercados. El gobierno de Milei tuvo que salir a aclarar por todos lados que se refería a las elecciones de 2027, pero Trump reiteró en sus redes que se refería a las de medio término. Días después, Milei se enojó con un periodista que le preguntó sobre esa frase y enojado respondió que fue malinterpretada por el Grupo Clarín.
 
Las palabras del mandatario yanqui obligaron a una rápida reacción oficial. El vocero presidencial, Manuel "Cara de Piedra" Adorni, buscó relativizar el impacto y pidió "entender el contexto". Sin embargo, terminó admitiendo que "claramente no somos un país al que le vaya bien", al enumerar inflación mensual del 2%, riesgo país en torno a los 1.000 puntos y un clima electoral enrarecido.
 
El Banco Central (BCRA) firmó el acuerdo de swap con EE. UU. por U$S 20.000 millones. A pesar del anuncio, el riesgo país se ubicó por encima de los 1000 puntos, los ADRs de empresas argentinas cayeron hasta 5% y el dólar cerró en $1495. Otro anuncio de la Secretaría de Finanzas, de toma de deuda con el JP Morgan, hizo revertir algo la caída de bonos. No alcanzó con el Tesoro, se suman los "bancos internacionales amigos" al saqueo y la rapiña.
 
Mientras Trump describió a la Argentina como un país "sin dinero" y "peleando por sobrevivir", la respuesta libertaria se redujo a relativizar el golpe y aceptar, a medias, el diagnóstico externo. Como sea, el mercado parece ya no creer en las promesas de ayuda de Trump y espera hechos concretos. Ni siquiera las intervenciones de Scott Bessent comprando pesos han logrado frenar la volatilidad del dólar.
 
La Opinión Popular
 

20-10-2025 / 10:10
La relación entre José Luis Espert y Fred Machado, el acusado por narcotráfico que financió su campaña presidencial en 2019, sigue complicando a La Libertad Avanza, aunque el economista, al que todavía defiende Javier "Cipayo" Milei, ya no encabeza la lista libertaria oficialista. En el último reportaje que otorgó el día que se confirmó su extradición a los Estados Unidos, se reveló el mensaje que Machado le pasó al Gobierno. Soltó una bomba que hizo temblar a más de uno en La Rosada.
 
En una entrevista de ocho horas con la periodista Caro Fernández, de Splendid AM 990, lanzó una advertencia que suena a ultimátum: "Si hablo, se cae el país". Con la extradición a Estados Unidos autorizada por la Corte Suprema, Machado no se guardó nada y apuntó directo al corazón del poder libertario, salpicando a figuras como José Luis Espert, Patricia Bullrich y Alberto Weretilneck con acusaciones que, de probarse, podrían destruir al Gobierno de Javier Milei.
 
El empresario, con un tono que mezcla bronca y desesperación, mandó un mensaje filoso a Santiago Caputo, estratega clave de Milei: "A Santiago Caputo le hago llegar un mensaje: Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana". La respuesta fue: "Mensaje recibido". ¿Qué sabe Machado que pone tan nervioso al entorno presidencial?
 
Con Espert, su exaliado, no fue menos duro. Financió su campaña en 2019, pero ahora lo acusa de darle la espalda. "Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?", dijo, recordando una advertencia que le hizo en marzo de 2021 sobre los riesgos que corrían. "Le expliqué que irían por él. Pero no me escuchó", disparó con amargura.
 
Las acusaciones también alcanzaron a Patricia Bullrich. Según Machado, habría una triangulación de fondos para su campaña presidencial de 2023, con más de 3 millones de pesos movidos a través de una empresa de la familia Bada Vázquez, de los cuales al menos 215.000 pesos habrían ido a parar a su campaña.
 
Sobre Weretilneck, señaló un supuesto entramado de negocios en Río Negro, con permisos de explotación de arenas silíceas otorgados a Claudio Cicarelli, presunto testaferro del gobernador.
 
En un intento por limpiar su nombre, Machado insistió: "Es una cuestión de plata, no de droga". Sin embargo, la noticia de su extradición lo desmoronó. Entre el ladrido de sus perros y la tensión del momento, suplicó a Fernández: "No me dejes solo". Horas después, un operativo policial lo trasladó para enfrentar su destino en Estados Unidos.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2025 / 08:10
Entre el colapso económico, la pérdida de relato y el avance de sus propios aliados, Javier "el Cipayo" Milei enfrenta el tramo final de la campaña convertido en símbolo de su propio fracaso: un presidente sin respuestas, cercado por la realidad y por quienes financiaron su ascenso. El plan "llegar" se quedó sin nafta cuando todavía falta una semana para alcanzar la meta. La impotencia es la tónica en la recta final antes de unas elecciones que se convirtieron en un delicado plebiscito sobre el futuro del gobierno y del país.
 
El proyanqui Milei volvió de Washington DC con una hoja que dice "amigo" y el fibrón que usó Donald Trump para estampar esa dedicatoria. A su regreso dio dos entrevistas en las que se peleó con sus interlocutores (le dijo "marxista" a Eduardo Feinmann y a Esteban Trebucq que le hacía el "caldo gordo a los psicópatas kirchneristas") y confesó que no tiene una solución para los problemas de los argentinos.
 
- El ochenta por ciento apenas si puede llegar a fin de mes y el sesenta por ciento, setenta, llega al día veinte. Les falta dinero en el bolsillo.
- ¿Qué quiere? ¿Que lo emita?
- No, yo no...
- A ver, entonces, emitiendo no se arregla. ¿Cómo quiere que lo arregle? Vamos, dígame. ¿Cómo le pongo plata a la gente?
- El economista es usted.
- No, bueno, pero digo o sea, a ver, digamos.
 
Un día más tarde insistió:
 
- ¿Y la gente que no puede esperar, presidente?
- A ver. A ver, pero, de vuelta. Te hago una pregunta, no puede esperar, a ver, ¿cómo lo resolvemos?
- Es que yo no lo sé.
- No, bueno, entonces.
- Sólo le pregunto.
- No, bueno, pero si vas a hacer el punto, digamos, a ver, empecemos a discutir cómo se resuelve.
 
Para Milei la escasez y la mala calidad de vida de millones de personas es en todo caso un problema intelectual, teórico, en el que no tiene demasiado interés. Dos años después de asumir le sugiere a su interlocutor (no un funcionario, no un asesor, ni siquiera un consultor sino un periodista en el contexto de una entrevista televisiva en vivo) que empiece la discusión.
 
Decir que no le quita el sueño sería una exageración: ni siquiera lo considera un problema, algo que deba resolver. La economía se encargará de hacerlo, cuando deje de existir el riesgo kuka. Suena estúpido, pero es exactamente el argumento presidencial, palabra por palabra.
 
Para la mayoría de los argentinos se trata en cambio de una cuestión muy concreta, a veces de vida o muerte. Este miércoles, en Congreso, en la marcha semanal por el reclamo de una mejora en las jubilaciones, una pareja daba su testimonio a las cámaras de televisión.
 
Él está atravesando un tratamiento contra el cáncer, le sacaron la cobertura de los remedios para aliviar los dolores y los vómitos cuando le hacen quimioterapia. En el hospital sólo le entregan la mitad. Desde los estudios, la cronista sugiere que den un "alias" bancario para recibir transferencias de gente que pueda ayudarlos. No tienen teléfono: tuvieron que venderlo para comprar medicinas. Milei no tiene una respuesta para ellos ni va a tenerla. 
 

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