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“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
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Nacionales - 03-11-2024 / 11:11
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

De Trump a Milei: políticas neoliberales autocráticas bajo la fachada democrática

De Trump a Milei: políticas neoliberales autocráticas bajo la fachada democrática
Las nuevas camadas de la ultraderecha comprenden cabalmente el juego. Funcionan como un virus informático o una enfermedad autoinmune: ponen al sistema a trabajar en su autodestrucción. Las obras que se escribieron hace unos años para advertir sobre los peligros de una deriva autocrática se leen ahora como un manual de instrucciones. Y llegan, casi todas, a la misma conclusión: cuando el daño a la democracia se vuelve evidente suele ser demasiado tarde.
La llegada de Donald Trump al poder en 2016 marcó un punto de inflexión en la política global y dejó expuesto un malestar creciente hacia el sistema que se había gestado por años. Desde entonces, la extrema derecha ha sabido capitalizar un clima de descontento generalizado, erosionando los consensos básicos sobre realidad y democracia.
 
En este marco de posverdad, figuras como Trump, Javier Milei y megamillonarios como Musk y Thiel impulsan una narrativa que atenta contra las instituciones, promoviendo políticas autocráticas bajo la fachada democrática.
 
Los procesos históricos son complejos y rehúyen de explicaciones lineales pero algunos acontecimientos dejan un mojón reconocible que permite poner en perspectiva, desde un determinado punto fijo, ciertos fenómenos. En ese sentido, a la deriva de empoderamiento de la extrema derecha y erosión democrática que estamos viviendo se la puede rastrear, hacia atrás, hasta una fecha clave: el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos en 2016.
 
Esa noche no fue el comienzo de nada pero sí el momento en que salió a la superficie un descontento profundo con el estado de las cosas, incubado durante un cuarto de siglo largo de políticas neoliberales y magnificado por la forma en la que se saldó la crisis financiera de 2008 y 2009. La ilusión obamista de que el capitalismo salvaje podía tener un rostro humano estalló en mil pedazos. Y lo que quedó en ese lugar es esto que estamos viviendo ahora.
 
Como señala el historiador italiano Steven Forti en su libro Extrema Derecha 2.0, no es casual que fue en 2016 que el diccionario de Oxford, autoridad en la lengua inglesa, eligió "post-truth" ("posverdad") como palabra del año. Según la definición que le dieron, se trata de las "circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de opinión pública que las referencias a emociones y a creencias personales". Cualquier semejanza con la realidad, etc.
 
Es importante entender, señala Forti, que la posverdad no se construye solamente con noticias falsas o fake news sino que se trata de un relativismo insidioso que cuestiona cualquier autoridad dotada de la capacidad de validar una versión de las cosas por sobre otras, en todos los ámbitos. Eso implica la destrucción de un mínimo común acuerdo sobre la realidad en la que estamos viviendo, como puede observarse en el boom de la ciencia falsa, los terraplanistas y los antivacunas.
 
Esa ruptura de los marcos de referencia que nos permiten coexistir en una sociedad mínimamente funcional también se atarea con una grotesca reescritura de la historia. Esta semana pudimos ser testigos. Primero Javier Milei, y tras él un scrum de funcionarios, políticos que pasaron hace mucho su mejor momento, agentes de inteligencia, influencers y comunicadores (no son categorías excluyentes), quisieron instalar la idea de que Fernando De La Rúa fue víctima de un golpe de Estado.
 
Esa versión de los hechos no es nueva pero nunca había levantado vuelo por el pequeño detalle de que es notoriamente falsa. Algunos periodistas que ahora abonan acaloradamente la teoría del golpe pedían la renuncia de De La Rúa en vivo por tevé la noche del 19 de diciembre de 2001. Lo pueden encontrar fácilmente en youtube. Si hubo un golpe, ellos mismos son cómplices. Pero no lo hubo. Fue el trágico y solitario final de un pésimo presidente y de una época terrible para el país.
 

 
Como colateral de estos retoques a la historia queda una lavada de cara a los protagonistas de aquel gobierno fallido que hoy están en la primera línea de la tropa de Milei. Patricia Bullrich salió en los medios a abonar la teoría del golpe, quizás para no tener que explicar los papelones cotidianos de sus fuerzas en la dizque lucha contra el narcotráfico. Federico Sturzenegger no dijo nada: está ocupado confeccionando una lista con más de diez mil despidos para fin de año.
 
La versión también le sirve al gobierno para volver a pararse frente al radicalismo y el peronismo, los dos enemigos que eligió para esta etapa, a quienes les cuelga el cartel de golpistas. Es una retórica reiterada (se ejecuta cada vez que hay una marcha crítica o una votación contraria al oficialismo en el Congreso, por ejemplo) que se utiliza para habilitar niveles extraordinarios de represión a la disidencia política en nombre de la estabilidad de las instituciones.
 
Pero el objetivo principal de estas operaciones es seguir retroalimentando el circuito de posverdad, que se ha convertido en una pieza clave, sino la más importante, de la estrategia que ha vuelto tan exitosas las propuestas de extrema derecha a partir de 2016. Fragmentación, relativismo y confusión. En una sociedad que no concibe, porque le quedó muy lejos, la idea de bien común, se debilitan las barreras que construyeron varias generaciones para frenar el regreso del fascismo.
 
Ocho años después de aquella noche que Trump ganó y se torció el rumbo de la historia, el magnate tiene por delante su tercera elección presidencial (es el primero desde Richard Nixon en llegar a tres). En el medio sufrió una ajustada derrota contra Joe Biden, que todavía no reconoció, y promovió un golpe de Estado fallido, que culminó con la toma del Capitolio. A pesar de eso, pudo superar todos los obstáculos judiciales para ser nuevamente candidato.
 
Existe temor de que las elecciones que se van a celebrar el martes signifiquen un nuevo punto de quiebre. Si gana, Trump promete profundizar su deriva autocrática, alentada por los megamillonarios que lo rodean, como Elon Musk, protagonista del tramo final de la campaña y dueño de la red social X, el foro más importante donde se exhiben y exponen todos los candidatos. La elección se celebra bajo el supuesto tácito de que Musk no hace nada indebido para beneficiar a su candidato. Jeje.
 
Si pierde es posible que veamos un nuevo intento de desconocer el resultado electoral, como en 2020 o en las últimas elecciones presidenciales de Brasil. Sólo que esta vez  los golpistas van a estar más organizados y cuentan con el respaldo de una Corte Suprema alineada. El escenario se volvería particularmente inestable, sin antecedentes en la historia norteamericana. En cualquiera de los dos casos las líneas que delimitan la democracia van a borronearse.
 
Musk es algo más que un apoyo a la candidatura de Trump. Es uno de sus principales impulsores y de sus más públicos defensores. El dueño de Tesla especuló públicamente, además, con asumir un rol en el futuro gobierno republicano. Estaría a cargo de un futuro Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE, por su acrónimo en inglés, el mismo nombre del perrito que protagoniza muchos memes y es la cara de una criptomoneda).
 
Es un eufemismo para proponer una reforma institucional que implica el vaciamiento de áreas completas del Estado y la expulsión de decenas de miles de empleados públicos que serían reemplazados por funcionarios afines o dejarían su lugar vacío. El plan está inspirado directamente en las ideas de Curtis Yarvin, el más influyente intelectual de la ultraderecha de Silicon Valley, que llama a despedir a todos los trabajadores públicos y reemplazar la burocracia estatal por un líder monárquico.
 
El ajuste de Musk encuentra su eco en algunos episodios del gobierno de Milei, desde la épica decadente que intenta ponerle Sturzenegger a su gris tarea de demolición metódica del Estado, los exabruptos imperiales de Santiago Caputo a través de sus múltiples cuentas anónimas en X o el anuncio de una purga de corte explícitamente fascista en el ministerio de Relaciones Exteriores, con el fin de detectar a quienes impulsen "agendas enemigas de la libertad".
 
Esta afinidad fue explicitada por el influencer de ultraderecha y asiduo visitante de la SIDE Daniel Parisini, el Gordo Dan. "Tenés en el Estado sobrevivientes del kirchnerismo, del macrismo, del radicalismo, de administraciones anteriores que literalmente son comunistas que siguen laburando. Es gente que no se ha logrado barrer o echar para poner a los propios. Hay que poner a los propios. Los propios a veces es un amigo, un conocido", dijo esta semana en su programa de stream.
 
En un segundo plano, con menos exposición que Musk, acompaña esta aventura de Trump Peter Thiel, otro megamillonario californiano con ideas muy particulares sobre la gobernanza. En un ensayo de 2009 escribió que ya no cree que "la libertad y la democracia sean compatibles" porque estamos "en una carrera mortal entre la política y la tecnología" que puede volver al futuro "mucho peor o mucho mejor". Donde dice tecnología debe leerse capital. Sacando ese detalle, no le falta razón.
 
En julio de este año contamos en El Destape que Thiel visitó a Milei dos veces en la Casa Rosada, en febrero y en mayo. La primera no dejó registro en la planilla de audiencias. Esta semana en una exclusiva conferencia en Miami, a la que no se puede acceder con cámaras ni con grabadoras, el megamillonario dio su opinión sobre la Argentina y sobre su presidente, según reportó desde el lugar de los hechos el periodista Andrés Fidanza.
 
"Hay muchos que son pesimistas sobre Argentina porque es un país que lleva 100 años de decadencia. En 1920 era un país muy rico. La pregunta es: ¿por qué nos interesa tanto lo que pasa en Argentina? Y la respuesta es que Argentina podría ser el futuro de Europa y de Estados Unidos. Un gobierno corrupto y enorme, ese peronismo con demasiados sectores ineficientes y corruptos y semi socialistas en educación y en salud", dijo Thiel.
 
"De alguna forma eso funcionó políticamente y ganaron elecciones por décadas, y le costó mucho a la sociedad desarmarlo. Siento que Argentina es una versión extrema de lo que está pasando lentamente en muchos de los países desarrollados. Sería muy bueno que a la Argentina le vaya bien y que acá no tengamos que pasar por los 100 años de declive argentino antes de tener nuestro propio Milei", agregó el fundador de Pay Pal, que no suele hablar en público, ante no más de 250 personas.
 
Thiel es, entre otras cosas, el patrón del candidato a vicepresidente de la tira republicana, J.D. Vance. Le dio al senador por Ohio su primer trabajo importante, donde comenzó a hacer fortuna. Luego financió su primera aventura empresarial y le dio los contactos necesarios para hacerla crecer. Cuando Vance quiso dar el salto a la política, Thiel pagó por su campaña. Fue la más onerosa en la historia del senado de los Estados Unidos. Se puede decir que le debe la vida sin exagerar.
 
La sintonía entre Milei y los plutócratas de Silicon Valley es tan explícita como el desprecio por la democracia que comparten. Lo que no es tan claro son las implicancias y ramificaciones que eso puede tener para la Argentina a partir de las elecciones de este martes si Trump gana, si Vance queda primero en la línea de sucesión de un hombre de 78 años sin posibilidad de reelección, si Musk y Thiel, y otros que impulsan esa agenda se ubican tan cerca del Salón Oval.
 
Aquí Milei seguirá gobernando con un Congreso virtualmente estéril, que no tiene como rechazar sus vetos, utilizando las herramientas excepcionales que le otorgan el DNU 70/23 y la ley de Bases, sin ley de presupuesto que le ponga límites a la asignación discrecional de recursos y con una Corte Suprema paralizada a partir de fin de año. La mayoría de los mecanismos de control republicano que establecen la Constitución y las leyes no funcionan o no pueden ponerle un límite.
 
Durante muchos años se estudió el deterioro de los procesos democráticos en el siglo XXI. La mayoría de los análisis coinciden en que el paso de un régimen democrático a uno que no lo es ya no sucede, casi nunca, con golpes de Estado clásicos, sino que se trata de líderes que llegan al poder mediante el voto y utilizan las herramientas institucionales que tienen a mano para ir socavando la democracia gradualmente. Como un topo infiltrado en las filas enemigas, digamos.
 
Las nuevas camadas de la ultraderecha comprenden cabalmente el juego. Funcionan como un virus informático o una enfermedad autoinmune: ponen al sistema a trabajar en su autodestrucción. Las obras que se escribieron hace unos años para advertir sobre los peligros de una deriva autocrática se leen ahora como un manual de instrucciones. Y llegan, casi todas, a la misma conclusión: cuando el daño a la democracia se vuelve evidente suele ser demasiado tarde.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 

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12-12-2024 / 09:12
Cristina Kirchner asumió la conducción del Partido Justicialista con señales para la interna y duras críticas al modelo neoliberal de Javier "el Loco" Milei. Consideró que "no tiene nada de nuevo" sino que es la cuarta vez que se aplica con resultados catastróficos para la Argentina. Y resaltó que, cada vez, hubo escándalos parlamentarios para imponerlo, como el del senador Edgardo "Valijero" Kueider, que tratará hoy el Congreso.
 
La expresidenta asumió al frente del PJ nacional en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y propuso un plan de acción para confrontar al gobierno neoliberal de Milei. Un día después de que se cumpla un año de la gestión libertaria, y tras el discurso por cadena nacional que dio el Presidente desde la Casa Rosada, CFK dijo que el jefe de Estado vive "en Disney", y recordó que, más allá de sus modos, sus ideas y políticas no son novedosas.
 
"Lo que hoy vive la Argentina es más viejo que el sol: es un modelo de valorización financiera", remarcó y explicó que aquello significaba que "la guita no se invierte en bienes y servicios, sino en timba". También describió el de LLA como un modelo "extractivista", por el RIGI. Y finalizó: "No nos merecemos esto los argentinos, tenemos que trabajar porque merecemos algo mejor".
 
En un mensaje de unidad, la flamante presidenta del PJ saludó a quien fue su oponente en la pelea por ese cargo, el gobernador de La Rioja Ricardo Quintela, pero entre el público no hubo ningún mandatario provincial. Tampoco estuvo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con quien el vínculo sigue tenso. Desde La Plata argumentaron que Kicillof no asistió porque tenía otras actividades ya planificadas en agenda pero terminó felicitando a CFK a través de X.
 
Cristina empezó su discurso diciendo que, después de un año del gobierno de Milei y al día siguiente de su mensaje, el peronismo se tiene que hacer tres preguntas: En primer lugar dijo que hay que cuestionarse "qué está pasando", en segundo "por qué", y, en tercero, "qué hacer". Aclaró que el de Milei es un gobierno que ganó en ballotage e indicó que ella difiere "de los que dicen que hay estafa electoral".
 
"Es un candidato que propuso dolarización y motosierra contra la casta y hay una aceptación de la sociedad", añadió. También hizo un análisis económico. Dijo que "desde julio hay déficit en la cuenta corriente del estado argentino", y que eso se suma a "un endeudamiento fenomenal de casi 100 mil millones de dólares más". La flamante presidenta del PJ admitió que "el blanqueo fue un éxito, mucho más exitoso que el de Macri", y luego recordó que "entran dólares, pero seguimos en reservas negativas".
 
Por último, dijo que Milei no tiene una buena lectura del contexto mundial. Allí recordó la última visita a Estados Unidos que hizo el mandatario, cuando estuvo con Trump, y burlesca reflexionó que el fanatismo del presidente por Rocky le hacía acordar al fanatismo que su hijo tenía por el personaje de ficción pero a los cinco años. Sobre el tratado de libre comercio con el país del norte en el que quiere avanzar Milei advirtió: "Que alguien le avise que no somos complementarios sino competidores. En su admiración por EEUU hay infantilismo y cholulismo", sentenció.
 

11-12-2024 / 09:12
Javier "el Loco" Milei repasó su año de gestión hablando de un país de fantasía, que solo existe en su delirante imaginación, sin hacer mención del 50 % de pobreza. Festejó el ajuste y aplaudió el despido de miles de empleados públicos, prometió avanzar en una reforma laboral, previsional, penal, entre otras. Repitió su estribillo contra la casta, sin detenerse en que este relato se encuentra fuertemente cuestionado a raíz del escándalo de corrupción del senador Edgardo Kueider. El libertario hará en su segundo año lo único en lo que cree: acelerar. Su mensaje por cadena nacional confirmó que el 2025 redoblará la apuesta. Competencia de monedas, reducción de impuestos, tratado de libre comercio con Estados Unidos, salida del cepo, más facilidades para la llegada de inversiones especulativas: la agenda es solo económica.
 
Con las facultades delegadas en plena vigencia, al igual que el DNU 70/23, tendrá las manos libres para aplicar buena parte de sus iniciativas autoritarias sin pasar por el Congreso de la Nación. En la Casa Rosada hablan de una nueva tanda de decretos en gateras. Aunque confunda con cifras inventadas y otras que son ciertas pero se sacan de contexto, la idea de que el sacrificio de los argentinos se limitó al año que termina, como dijo Milei, se choca con la realidad, como pueden comprobar los jubilados a los que recientemente se les quitó la cobertura de medicamentos.
 
También se contradice con el propio discurso del presidente, que prometió una motosierra más profunda para los próximos doce meses. El objetivo es explícito. Las áreas y roles del Estado nacional que resulten redituables pasarán a manos privadas "amigas". Las responsabilidades que signifiquen un déficit en el presupuesto serán trasladadas a las provincias, sin los recursos necesarios para cumplirlas.
 
Las promesas de desarrollo que hizo Milei es una broma de pésimo gusto. Destacó la red de ferrocarriles que tuvo alguna vez el país al mismo tiempo que desmonta lo que queda de ella. Prometió impulsar "un plan nuclear argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación en las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares". Es exactamente lo contrario a lo que sucedió en su primer año de gobierno, en el que se está vaciando la CNEA, se frenó la obra del reactor modular CAREM y se frizó el acuerdo con China para la construcción de Atucha III.
 
El protagonismo de Karina "el Jefe" Milei prácticamente a la par de su hermano es el dato sobresaliente. En el momento en el que afloran algunas tensiones en el triángulo de hierro que completa Santiago Caputo, por diferencias respecto a la estrategia electoral, el presidente ratifica que su sociedad fraternal está por encima de todas las demás lealtades. El asesor estrella no quiso aparecer ni en el video institucional ni en el mensaje grabado que se emitió por la noche. La excluida de todo fue la vice, Victoria Villarruel.
 
Dos ministros fueron destacados por la comunicación oficial, con lugares destacados en la cadena nacional. Uno es el de Economía, Luis "Toto" Caputo, uno de los grandes protagonistas de la narrativa triunfal del gobierno. La otra es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La ministra recibirá nuevas facultades en 2025 que proyectó el presidente en su mensaje. El proyecto de ley antimafias, la reforma de la Policía Federal y la reducción de la edad de imputabilidad van en ese sentido. El afán aceleracionista de Milei y el torniquete fiscal de Caputo sólo pueden sostenerse en el tiempo sobre un fuerte aparato represivo muy consolidado.
 
La Opinión Popular
 

10-12-2024 / 10:12
El peronismo, antes de cerrar el año, dejó una foto de unidad con los dirigentes de mayor peso del espacio como protagonistas. En un acto convocado por el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, se sentaron en la misma mesa la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el excandidato a presidente, Sergio Massa y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
 
Del otro lado los escucharon, y debatieron cuatro horas con ellos, intendentes, sindicalistas y legisladores del espacio. El cierre del encuentro, que se hizo en la localidad de Moreno, estuvo a cargo de CFK. Ella habló "de unidad y del desastre que está haciendo Milei", pero antes fue el turno de Kicillof.
 
El gobernador, que transitó meses muy complejos de discusiones con La Cámpora, en su discurso respondió a los pedidos de unidad y remarcó: "todos tenemos vocación de unidad", pero agregó: "Tenemos que mostrarlo en la acción y en la práctica". Massa, por último, destacó que la provincia de Buenos Aires "es la hermana mayor y el territorio más importante donde ganó el peronismo", y que, por eso, "tiene que asumir un rol de responsabilidad y de liderazgo de cara a la gente".
 
Según dijeron cerca de Máximo Kirchner --que estuvo en la cabecera de la mesa junto con Massa, CFK, Axel, la vicegobernadora Verónica Magario y la intendenta de Moreno, Mariel Fernández-- el encuentro tuvo como objetivo "escuchar a todos y todas".
 
En su entorno solo se limitaron a decir que allí se habló de la "realidad provincial", del contexto nacional, de las elecciones pasadas y también de las futuras, pero lo cierto es que uno de los ejes que cruzó todo el encuentro fue el debate y el pase de facturas sobre el apoyo o no a Axel Kicillof. CFK habría recordado que ella apoyó al gobernador durante toda su carrera política y, desde el entorno del gobernador, le habrían pedido que, por eso, también lo haga ahora.
 
Sobre las elecciones del año que viene, CFK dijo que para ella no hay que desdoblar las de provincia de Buenos Aires de las nacionales porque la discusión política hoy pasa por el enfrentamiento con el gobierno de Javier Milei y desdoblar implicaría adelantarlas y eso, para ella, traería problemas. "Si se adelanta será un maremoto de operaciones de prensa en contra tuyo", dicen que argumentó la expresidenta. Kicillof no hizo comentarios. Desde el Frente Renovador opinan que deberían ser elecciones concurrentes un solo día y "que la gente compare la BUP y el sistema tradicional". Para el massismo, deberían votar diputados nacionales con BUP y legisladores y concejales con boleta partidaria. Es una discusión que quedó abierta y que promete tener más capítulos.
 
Después de que habló Máximo y antes de CFK, tomaron la palabra Massa y Kicillof. El gobernador de la provincia de Buenos Aires pidió que el PJ siga insistiendo con el presupuesto 2025 que el gobierno nacional no incorporó en el temario de sesiones extraordinarias --así al menos lo informó el vocero presidencial Manuel "Cara de Piedra" Adorni-- y solicitó que lo acompañen en el reclamo por la deuda que la Nación tiene con la Provincia que él conduce.
 
Kicillof, por último, reclamó a todos los presentes que respalden al gobierno provincial en su pelea con Milei y opinó que "hay que mostrar que en la provincia de Buenos Aires gobierna el peronismo". "Hay que demostrar que somos distintos y tenemos que actuar como un escudo y red frente al avasallamiento. Por eso necesitamos armar la mejor estrategia para ganarle a Milei", disparó.
 

09-12-2024 / 10:12
En la Casa Rosada están desesperados por sacar del tope de la agenda de los medios el caso de corrupción Kueider, el senador tránsfuga aliado al gobierno libertario que fue detenido la semana pasada en la frontera de Paraguay con más de 200.000 dólares sin declarar y permanece preso en Asunción, primer caso en la historia argentina. El escándalo sacude al gobierno a días de cumplir el primer año de gobierno y se suma al golpe que sufrió Javier "el Loco" Milei por desestimar el avance del proyecto Ficha Limpia en el Congreso, que también golpeó el relato libertario de supuesto combate a los vicios de "la casta" de los políticos.
 
El caso de Kueider lastima especialmente a Santiago Caputo, alias "Caputito", que fue quien acercó su voto clave para que se sancione la ley Bases, en medio de versiones de pago de coimas millonarias en dólares. El asesor estrella del Presidente no ha logrado hasta ahora articular una respuesta consistente al escándalo.
 
El héroe libertario Edgardo Kueider vino a ponerle un poco de pimienta al escenario aparentemente congelado en la fiesta financiera. ¿Es un escándalo que se quedará ahí? ¿Irá poco o bastante más allá? Para que suceda lo segundo debería ocurrir que, en forma subterránea, esté produciéndose una combustión hoy imperceptible. Hay sacudida en el mundillo político e institucional. El resto, en hipótesis silvestre, muy probablemente mira las andanzas del tránsfuga como paisaje habitual, ¿del que sólo Jamoncito saldría indemne por aquello del "cualquiercosismo"?
 
Ese término fue acuñado por el académico Alfredo Serrano Mancilla. Refiere a la impunidad del Presidente, y de su reducido pero eficaz séquito comunicacional, para decir lo que venga sin necesidad de respaldo técnico, ni histórico, ni de tipo alguno. No es la hora de las argumentaciones, sino de los vómitos. Eso sí que es ir ganando la batalla cultural.
 
Milei dice que el senador que compraron es todo del kirchnerismo, por más que haya votado exactamente al revés que todos los integrantes de Unión por la Patria. Sin la voluntad de Kueider, la Ley Bases se caía. Milei ratifica que los pobres ya son menos, muchos menos, y que los jubilados ganan en dólares como nunca en la vida. Milei humea sin ningún reparo que los extranjeros no residentes deberán pagar sus estudios superiores. No existe que algún extranjero no residente curse la Universidad pública. No importa. Está bien. "Que paguen".
 
Milei dice que el Mercosur es una prisión que obstaculizó el desarrollo. Lo asegura en la reunión del bloque, donde se habría llegado a un acuerdo para que los países que lo integran y la Unión Europea converjan en un ámbito de libre comercio entre zorros y gallinas. Lula, quien sí juega en las grandes ligas, lo ninguneó nuevamente. El presidente paraguayo avisa que firmó con reservas. Su colega uruguayo previene que todavía falta mucho para concretar el arreglo. Pero tampoco importa. Milei clavó la provocación y se habla de eso. La fijación de agenda es suya con exclusividad. Nada más. Y nada menos.
 
Milei ordenó hacer todo lo posible para cerrar el Senado. Es a fines de que no destituyan a Kueider, porque lo reemplazaría una representante peronista no vendida. Pero al republicanismo anticasta tampoco le importa. Y sigue mintiendo.
 
La Opinión Popular
 

08-12-2024 / 10:12
La caída en los ingresos de los trabajadores y las jubilaciones, en medio de una recesión económica histórica y la debacle del consumo, es la marca del primer año de Javier "el Loco" Milei, que también avanzó contra los derechos humanos, las políticas de género y todos los sectores más débiles de la sociedad. En contrapartida, fue un festín para los empresarios más ricos y poderosos, empezando por las energéticas, petroleras, alimenticias y financieras que fueron grandes ganadoras de la desregulación y los tarifazos. Las personas más pobres sufrieron el peso del ajuste.
 
Para la gran mayoría de los argentinos, el 2024 deja poco o nada para celebrar: tarifazos, caída de ingresos, recesión y destrucción del empleo marcaron el día a día. A contramano, Milei festeja que su hoja de cálculo cierra el año con superávit, estabilidad cambiaria y desaceleración inflacionaria. Los objetivos, para él, están cumplidos.
 
Quienes también brindan son los grupos económicos que vieron multiplicadas sus rentabilidades gracias al programa de estabilización: empresas energéticas que aumentaron sus resultados netos un 700 por ciento; petroleras, un 800 por ciento; alimenticias, un 600 por ciento; y financieras, un 400 por ciento.
 
Si bien para el Presidente en economía la suma cero no existe, en este caso, las casualidades tampoco. El modelo tuvo grandes ganadores, mientras trabajadores, jubilados y pymes pagaron el costo del ajuste y la desregulación. Evidentemente, el filo de la motosierra no atravesó a todos por igual.
 
La bicicleta financiera del ministro Luis Caputo ubicó al sector financiero en el ranking de los ganadores. A partir de los balances contables de las compañías que cotizan en la Bolsa de Comercio, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) reveló, por ejemplo, que el Banco Santander -hasta el tercer trimestre del año- aumentó sus ganancias netas un 427 por ciento. El Macro y el BBVA Argentina también reportaron incrementos significativos en sus resultados operativos y netos.
 
La fortuna de las entidades financieras no se dio por arte de magia. Se explicó por la diferencia que existe entre la tasa que el Tesoro Nacional le abona a los bancos por la Letra Fiscal de Liquidez (LeFi) y la menor tasa que reciben los ahorristas por sus depósitos a plazo fijo. Es decir, el Estado le paga caro a los bancos y los bancos le pagan barato a los ahorristas.
 
El caso de Arcor resulta paradigmático. Con las ventas en supermercados cayendo más de un 11 por ciento en términos generales y el consumo de leche en mínimos históricos, la alimenticia fue una de las beneficiarias del modelo. Según el organismo que dirige el economista Claudio Lozano, de enero a septiembre, la firma de la familia Pagani mejoró su resultado neto en un 624 por ciento.
 
En un mercado extremadamente concentrado, la eliminación de regulaciones y de programas como "Precios Cuidados" le permitió a la compañía ampliar sus márgenes de rentabilidad en los productos de la canasta básica familiar. Todo un síntoma de época, en un país en donde uno de cada cuatro hogares sufre inseguridad alimentaria (Observatorio de la Deuda Social de la UCA).
 

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