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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 26-10-2024 / 10:10
PORQUE LO IMPORTANTE VIENE DESPUÉS

La concurrencia de Cristina y Kicillof al acto de Abuelas, demostró que ambos son conscientes de que no se pueden romper puentes

La concurrencia de Cristina y Kicillof al acto de Abuelas, demostró que ambos son conscientes de que no se pueden romper puentes
Juntos por el Cambio se disolvió, el radicalismo se dividió y la interna al borde del abismo que sufre el peronismo han sido los sacudones en la superestructura de la política a partir de la movilización que provocó el brutal ajuste del gobierno anarco capitalista. Si la elección de Javier "el Loco" Milei --de "psicología especial" según su resbaloso amigo Mauricio Macri-- fue un dato de la crisis de representación, esta reconfiguración a partir de la protesta demuestra, al menos, síntomas de sensibilidad con la realidad.
Juntos por el Cambio se disolvió, el radicalismo se dividió y la interna al borde del abismo que sufre el peronismo han sido los sacudones en la superestructura de la política a partir de la movilización que provocó el brutal ajuste del gobierno anarco capitalista. Si la elección de Javier "el Loco" Milei --de "psicología especial" según su resbaloso amigo Mauricio Macri-- fue un dato de la crisis de representación, esta reconfiguración a partir de la protesta demuestra, al menos, síntomas de sensibilidad con la realidad.
 
La pregunta que surgió desde el primer día de gobierno de Milei ha sido hasta dónde aguantará la sociedad tanta devastación. Para muchos la respuesta parecía más cerca de lo que fueron las movilizaciones del 19 y 20 de diciembre del 2001 que enterraron al gobierno de Fernando de la Rua cuando apenas habían pasado dos años.
 
De hecho las movilizaciones contra el gobierno comenzaron mucho antes de que se cumpliera el tradicional "periodo de gracia" que se le concede a los que recién asumieron. Las movilizaciones por los derechos humanos, las convocadas por la CGT y los movimientos sociales fueron masivas, pero no inclinaron la balanza.
 
Cuando se sumaron los estudiantes y los jubilados, no se produjeron desbordes, aunque desde el gobierno hubo provocaciones para que se produjeran, y tampoco provocaron la caída del gobierno como en el 2001. No hubo helicóptero y a Milei sólo lo afecta la voz de los empresarios.
 
No hubo 2001, por lo menos hasta ahora, pero la suma de esas protestas fue cambiando la ecuación de fuerzas en la política. Gran parte del voto popular del oficialismo se desilusionó y comenzó a migrar.
 
A su vez, el voto del PRO fue ganado por el gobierno, pero a esta altura está en disputa entre las dos opciones de la derecha extrema. El radicalismo pagó caro su acompañamiento incondicional con el macrismo y, cuando esa opción se derechizó aún más, sufrió fuertes tensiones hasta la fractura reciente.
 
El peronismo y sus aliados pagaron a su vez el costo del gobierno de Alberto Fernández que desilusionó y enojó a gran parte de su sustento electoral. Sin preverlo, se encontró en una interna que incluyó una fractura en el camporismo, su agrupación más grande, y un debate en el seno del mismo kirchnerismo que como siempre pasa en el peronismo, corrió al borde de una ruptura, que en este caso sería fatal.
 
La explosión de Juntos por el Cambio y del PRO se produjo tras la interna que ganó Patricia Bullrich, su posterior derrota en las presidenciales y su deserción del PRO para integrarse al gobierno, dejando a Macri en una situación difícil. Horacio Rodríguez Larreta, el radicalismo y hasta la Coalición Cívica quedaron peor frente a la derechización total de sus aliados. Comenzó a perfilarse allí una opción de centroderecha a la que se sumaron algunos prófugos del peronismo. Es lo que ha sido el "opoficialismo".
 

Los socialistas santafesinos, los mismos radicales y la Coalición Cívica, tocaron un borde áspero con los ajustes a las provincias, a los jubilados y a la educación pública. En ese borde el opoficialismo dejó de ser funcional para un sector. Fue evidente que gran parte del radicalismo negoció el cambio de voto de cinco de sus 33 diputados. La negativa a sancionarlos demostró que si hubiera sido necesario, esos cinco hubieran sido más.
 
Esa negativa puso al descubierto que un sector importante, liderado por el titular del bloque, Rodrigo de Loredo, había negociado un respaldo encubierto al gobierno. Los sectores más consecuentes con la defensa de las universidades públicas, encabezados por Facundo Manes y Martín Lousteau decidieron romper el bloque.
 
Hay una confluencia de derecha extrema expresada por los libertarios, el macrismo PRO, el sector del radicalismo de De Loredo, gobernadores como el mendocino Alfredo Cornejo y el menemismo residual. Y hay otra confluencia de centroderecha entre los sectores del radicalismo de Manes y Lousteau, la Coalición Cívica, el socialismo santafesino y sectores del PRO con Rodríguez Larreta.
 
La opción nacional y popular que estuvo representada por Unión por la Patria no llegó a la ruptura, mantuvo sus alianzas con el Frente Renovador de Sergio Massa, con sectores socialistas y del radicalismo, pero, además de sufrir el panquecazo de dos de sus gobernadores, el catamarqueño Raúl Jalil y el tucumano Osvaldo Jaldo, fue sacudido por una fuerte e inesperada disputa que involucró a dos de sus principales figuras, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y la ex presidenta Cristina Kirchner.
 
En realidad, la disputa es con el gobernador Ricardo Quintela quien, aunque reconoce su cercanía con el kirchnerismo, resolvió enfrentar a Cristina Kirchner por la presidencia del PJ y reunir al peronismo no kirchnerista, incluyendo a los dos gobernadores cuyos diputados rompieron la disciplina del bloque de Unión por la Patria.
 
En el marco de disputas que tiene en su distrito, Kicillof decidió no tomar partido en la interna, lo que disgustó a la expresidenta, quien respaldó fuertemente su campaña para gobernador. Es un debate donde los dos tienen parte de razón pero que fue muy tensionado por sectores de ambos lados.
 
Una interna sangrienta en este momento sería muy peligrosa para cualquier fuerza política porque sus propias bases están más preocupadas por sobrevivir al ajuste brutal de Milei. Y porque las internas constituyen una herramienta. El objetivo de una interna en este contexto para el peronismo es enfrentar al gobierno. Y una interna que divide, debilita en vez de fortalecer.
 
Al aniversario de las Abuelas de Plaza, el miércoles en el Teatro Argentino de La Plata, asistieron Cristina Kirchner y Axel Kicillof, invitados por Estela Carlotto. Hubo quienes destacaron la frialdad que hubo entre ambos. Echaron más leña al fuego de la confrontación.
 
Pero, más allá de la relación personal entre ambos dirigentes, unidos en otra época por un vínculo de afecto, si este encuentro fue cálido o frío resultó secundario. Lo más importante fue que ambos fueron conscientes de la necesidad de que esta interna no puede romper puentes, porque lo que importa es lo que viene después.
 
En sectores de la militancia se exacerbó el enfrentamiento. Pero sería un error desde el peronismo debilitar al gobernador peronista que confronta con Milei sobre la base de mucho esfuerzo, desde la provincia que tiene el 40 por ciento de los habitantes del país. Y también sería un error subestimar la importancia que tiene la existencia de un liderazgo popular como el que representa Cristina Kirchner.
 
Fomentar ese enfrentamiento es suicida. Ese liderazgo se mantiene como la carta más fuerte del peronismo frente a otras fuerzas, como lo demuestra la insistencia del sistema en tratar de destruirla a través del lawfare y del intento de asesinato.
 
En el texto Barajar y dar de nuevo Arturo Jauretche señaló que "lo esencial es evitar la confusión y que las divergencias que no hacen a esos objetivos inmediatos, no jueguen a favor de la oligarquía y el colonialismo como ha sucedido reiteradamente".
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página 12
 

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04-12-2025 / 08:12
Martillar el último clavo en el ataúd que encierra el cadáver del peronismo es una causa nacional que pronto cumplirá 80 años. Ahí, en 1946, radica la "cifra redonda", el año fundacional, tanto del peronismo como movimiento de masas como del antiperonismo como irrenunciable leit motiv de buena parte de la sociedad argentina. Y así venimos desde hace décadas, matando al peronismo, dándolo por finiquitado, y asistiendo a sus múltiples y polifacéticas resurrecciones.
 
Como un destino nacional inexorable; "el hecho maldito del país burgués" que definió John William Cooke. En ese itinerario pueden indentificarse 11 muertes del peronismo, 11 episodios que el antiperonismo festejó como un Mundial para, poco después, volver a empezar.
 
Pero, ¿qué sería del antiperonismo, buceando ya en profundidades ontológicas, si el peronismo realmente muriera? Si combatir al peronismo en todas sus formas -rechazarlo, denostarlo y condenarlo- es la razón de ser de tantos argentinos, ¿qué vendría después? ¿Qué verían al asomarse a ese abismo nietzscheano que nos habita y nos acecha cuando el monstruo de afuera ya no esté?
 
La flamante victoria de La Libertad Avanza generó todo tipo de conjeturas sobre el futuro de un peronismo enredado en la miseria de sus internas y carente de una propuesta alternativa, capaz de seducir a una ciudadanía desencantada. Lo llamativo es que este contexto crítico se replicó en varias ocasiones desde los años 50 a la fecha y generó los mismos efectos.
 
"Ahora sí, este es el fin del peronismo", es un título redactado en numerosas ocasiones, siempre listo y nunca definitivo. Será porque los intentos por "matar" al peronismo han adoptado distintas formas: la proscripción, la represión, la fragmentación interna, la debacle económica, la derrota electoral. Cada uno de esos embates reforzó, de una manera u otra, su condición de fenómeno político persistente.
 
Los siguientes 11 episodios -las 11 muertes- lo ejemplifican.
 
1) 26 de julio 1952. La que fallece es Eva Duarte, "Jefa Espiritual de la Nación" y estandarte del "primer peronismo", cuando el país -al decir de Félix Luna- era una fiesta. Después de Evita, ¿qué?, era la pregunta. Las pintadas celebratorias repartidas por Buenos Aires ("viva el cáncer") expresaban el anhelo de que esa muerte de carne y hueso fuera el simbólico inicio de otra muerte, la de Perón, la de su gobierno y la de todo lo que el peronismo representaba. Muchos lo creyeron así.
 
2) 16 de septiembre de 1955. Golpe de Estado. Revolución Libertadora (para los peronistas, la "fusiladora"). Es el comienzo de una gigantesca operación cultural: la desperonización de la Argentina. La proscripción del peronismo y el exilio de 18 años de su líder son la punta del iceberg. Se demuelen estatuas, se destruyen bustos, se queman cuadros, se borra todo vestigio de peronismo al punto de prohibir, por ley, que se lo nombre en público. Pero en lugar de matarlo, lo que lograron fue fortalecer la identidad, al punto de que el sólo hecho de ser peronista se convirtió en un acto de resistencia.
 

03-12-2025 / 10:12
No fue solo un giro diplomático: por primera vez desde el retorno de la democracia, Argentina votó en esta materia junto con EEUU e Israel, dos países cuestionados por graves violaciones a los derechos humanos y hasta genocidio, posicionándose, así como los tres únicos Estados en el mundo que se niegan a condenar el uso de la tortura.
 
El posicionamiento argentino desnuda la verdadera esencia del gobierno de Javier "el Loco" Milei, al cual la calificación de fascista no resulta exagerada, pues hubo incluso gobiernos de extrema derecha, que por vergüenza o compromiso, votaron afirmativamente condenando la tortura.
 
La resolución rechazada por Argentina fue promovida por el Comité contra la Tortura (CAT), órgano que días antes había publicado un informe crítico sobre la situación del país. Ese informe expresó su "profunda preocupación" por la persistencia de detenciones prolongadas en comisarías, prácticas policiales violentas, falta de controles judiciales efectivos y condiciones inhumanas en lugares de encierro.
 
El Comité recordó que los jueces y juezas penales son garantes últimos de la legalidad y dignidad de toda detención, y que el Estado argentino viola sus obligaciones cuando tolera celdas sin ventilación, superpobladas, sin colchones, sin agua potable, o cuando naturaliza golpizas, hostigamientos y traslados arbitrarios.
 
Nada de esto es nuevo: hace décadas que organismos de DDHH como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Comisión Provincial por la Memoria de la provincia de Buenos Aires, entre otros, advierten y condenan las prácticas sistemáticas que se dan en los contextos de encierro, que encuadran dentro de los "Tratos crueles, inhumanos o degradantes" tal como se define en el derecho internacional en materia de DDHH.
 
Sin embargo, lejos de reconocer la legitimidad de estas observaciones, el gobierno argentino reaccionó con un ataque político. El mismo día que se conoció el informe del CAT, se publicó en el sitio "Argentina.gob" la respuesta oficial, calificando al informe como "sesgado", bajo la acusación de haber omitido "graves abusos ocurridos durante el gobierno de Alberto Fernández".
 
Para el gobierno de Milei, el documento emitido por el CAT está "abiertamente influido por grupos militantes y organizaciones con marcada orientación kirchnerista" y "exhibe un sesgo ideológico incompatible con la imparcialidad que exige el sistema internacional de derechos humanos".
 
Resultaría gracioso, si no fuera tan trágico, que se etiquete de esa forma a un organismo técnico en el ámbito de las Naciones Unidas. Pero esa es la lógica del gobierno de La Libertad Avanza: quien denuncia abusos policiales o defiende garantías constitucionales es automáticamente sospechado de "zurdo" o "kuka".
 

03-12-2025 / 10:12
Karina "la Coimera" Milei sueña con que su hermano la elija como sucesora como hizo Néstor Kirchner con Cristina en 2007 en una maniobra que le permitió al kirchnerismo quedarse en el poder durante 12 años. "Hay que ir por la reelección de Javier Milei", aclaró en Mar del Plata, en el congreso libertario que encabezó frente a 300 personas, pese a que esperaban más de 700. Pero lo que no dijo es que ella se plantea como sucesora de su hermano, en el 2027 o en el siguiente turno electoral.
 
"Ella quiere que Milei la elija como sucesora, como hizo Néstor con Cristina", explicó un dirigente libertario al tanto de los planes de la hermana presidencial. En el mismo acto se difundió la creación de un "comité de disciplina" de La Libertad Avanza, que tendrá tolerancia cero a las individualidades. Entre los libertarios dijeron que el comité servirá como una suerte de Mazorca de Karina para tener a raya a todo el partido, en especial a los influencers como el Gordo Dan, el cabecilla de Las Fuerzas del Cielo que agrupa a los seguidores de Santiago Caputo.
 
Justamente el Gordo Dan ofició durante los primeros dos años de mandato de Milei como un guardián de la pureza libertaria y fue quien hizo echar a varios funcionarios que se corrieron de la línea. Karina quiere ser la única en detentar ese poder. Además, no quiere que los ministros, diputados y senadores vayan a la televisión sin su supervisión previa.
 
La visión policial de la política que despliega Karina ya es motivo de preocupación entre importantes dirigentes libertarios y llegó a impactar en el Congreso. "Patricia Bullrich le tiene terror a Karina", afirmó un importante dirigente libertario.
 
La hermana de Milei ahora tiene en mira el ministerio de Justicia como el próximo lugar para colonizar. Karina le pidió a Mariano Cúneo Libarona que se quedara en el ministerio luego de las elecciones pese a que ya había presentado una carta con su renuncia. El objetivo era darse un tiempo para definir su sucesor.
 
Ahora, Karina quiere que el puesto de Cúneo lo ocupe Santiago Viola. Viola es el apoderado de La Libertad Avanza y era su candidato para la secretaría Legal y Técnica antes de que Santiago Caputo acercara a María Ibarzábal Murphy, quien se ganó la confianza de Milei y es una pieza clave del gabinete. Pero los tiempos cambiaron y la obsesión de Karina por la Justicia creció desde el caso Libra y las coimas de la Andis, que la tienen en el centro de las investigaciones de la justicia federal.
 
Estos movimientos forman parte, según los libertarios, de un objetivo mayor para Karina, que es el de entrar a la fórmula presidencial en el futuro. Milei repite que su jefe es su hermana y por eso en el gobierno no descartan que Karina pida dar el salto en 2027.
 
La semana pasada, Karina se apersonó en el Senado para dar una demostración de poder en la Cámara en la que acaba de entrar Patricia Bullrich, otra de las figuras del gobierno con aspiraciones a entrar en la fórmula presidencial, pero que teme a la hermana de Milei.
 
Karina es la persona de este gobierno que tiene peor imagen, se la asocia a la corrupción. Su figura, cada vez más central dentro de la estructura de poder, es parte del debate sobre quién toma las decisiones en la gestión nacional. De hecho, las encuestas ya están evaluando la percepción sobre quién gobierna realmente: Javier Milei o su hermana, la secretaria general de la Presidencia.
 
La Opinión Popular
 

01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
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