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El clima en Paraná

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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 08-10-2024 / 10:10
AGUSTÍN SALVIA: "UN CUARTO DE LA SOCIEDAD DEJÓ DE SER DE CLASE MEDIA Y CAYÓ EN LA POBREZA"

En poco tiempo, al país de clase media el Loco Milei lo transformó en un país de pobres

En poco tiempo, al país de clase media el Loco Milei lo transformó en un país de pobres
Las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei no van a revertir la tendencia sino, más bien, a profundizarla. Sólo el 8% de los encuestados opina que sus políticas benefician a la clase media y a la clase baja, mientras que el 50% cree que benefician a los más ricos. Las políticas impulsadas por la actual administración libertaria perjudican la posibilidad de progreso. En poco tiempo, el país de clase media se transformó en un país de pobres.
Uno de los relatos más potentes que alimenta el imaginario colectivo nacional es que Argentina es "un país de clase media". Este concepto se fue gestando lentamente a medida que el país se consolidó como estado-nación y fue desarrollando un modelo económico, político y social. La inmigración, la educación pública, la industrialización y la urbanización del país fueron factores clave en la formación de una subjetividad de clase que se transformó en un atributo diferencial de la identidad nacional.
 
La existencia y expansión de la clase media ha contribuido a la cohesión social funcionando como un factor estabilizador, evitando la polarización extrema entre ricos y pobres, pero al mismo tiempo, al concebirse como un grupo separado de los sectores de menores ingresos, ha dificultado la posibilidad de tejer redes solidarias políticas más amplias entre ciudadanos que comparten más intereses de los que reconocen.
 
A pesar de las recurrentes crisis políticas, económicas y sociales, muchos argentinos han mantenido su autoidentificación como integrantes de la clase media. Incluso cuando las condiciones económicas empeoraron, la aspiración a pertenecer a la clase media se mantuvo vigente, lo que demostraba la resiliencia de esta identidad. Sin embargo, luego de décadas de inestabilidad económica, una parte importante de la identidad nacional, asociada al valor simbólico de pertenencia a la clase media, esté cambiando.
 
El gobierno de Juan Perón implementó una serie de políticas públicas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, incluyendo la construcción de viviendas, barrios y ciudades obreras que posibilitó que muchos trabajadores accedieran a la propiedad de la vivienda, un factor clave en la consolidación de una identidad de clase media.
 
Sin embargo, la ausencia de un horizonte claro, la incapacidad de producir una síntesis que conjugara el modelo agroexportador con el industrial, los cambios pendulares en la política económica y el fracaso de los gobiernos para gestionar de manera eficiente los recursos del Estado, produjeron un colapso del sistema económico en Argentina que se manifestó en el cierre de muchas fábricas, precarización del empleo, pauperización, inseguridad, exclusión y nulo o escaso acceso al crédito.
 
Las encuestas indican que sólo el 18% se reconoce como "clase media", mientras que el 37% de las personas se autopercibe de "clase media-baja" y el 41% de "clase baja". Sin embargo, el 81% de las personas que se define de clase "media baja" tiene ingresos por debajo de la línea de pobreza, fijada por el INDEC en $939.887 para una familia tipo. Esto significa que eligen identificarse con la clase media aunque técnicamente sean pobres.
 
Durante los gobiernos radicales de principios del siglo XX, se promovió la educación como un medio para igualar oportunidades, pero fue durante el período peronista, que la industrialización y la expansión del sector de servicios generaron una gran demanda de mano de obra calificada y semicalificada que permitió a muchos trabajadores acceder a mejores salarios y condiciones laborales, favoreciendo la formación de una clase media trabajadora asalariada.
 
El 22 de noviembre de 1949, Perón suspendió el cobro de los aranceles universitarios y logró que la educación superior dejara de ser un privilegio para transformarse en un derecho. Esta medida, interrumpida por los gobiernos de facto y reinstaurada por el de Raúl Alfonsín, fue determinante para que pudieran acceder a la universidad los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
 
Sin embargo, en las últimas décadas, la educación pública fue perdiendo su valor integrador. Las escuelas de nivel primario y secundario de gestión estatal dejaron de ser el ámbito donde se cruza el hijo del médico con el del obrero para transformarse en ámbitos segregados donde muchas familias envían a sus hijos simplemente porque no cuentan con los recursos suficientes para pagar una escuela de gestión privada.
 
Otra variable clave en la percepción de clase es la propiedad de una vivienda. Los programas de vivienda y el acceso al crédito fueron fundamentales para que sectores previamente excluidos del acceso a la propiedad pudieran mejorar sus condiciones de vida, contribuyendo a la percepción de pertenencia a la clase media. La inestabilidad económica y la inflación han dificultado la implementación de estos programas. Los datos de la encuesta revelan que el 58% de las personas no cree que vaya a poder acceder a una vivienda propia en el futuro.
 
Hace varias décadas primaba la idea de que Argentina era un país de clase media, idea vinculada, entre otros factores mencionados, a la fuerte presencia del Estado, tanto en la prestación de servicios básicos gratuitos como salud y educación, como en su rol de administrador de las relaciones de poder en la sociedad. La degradación de la calidad de esos servicios y la ausencia del Estado en algunas zonas del país fueron menoscabando la confianza de la población en las instituciones que debían velar por su interés.
 
Las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei no van a revertir la tendencia sino, más bien, a profundizarla. Sólo el 8% de los encuestados opina que sus políticas benefician a la clase media y a la clase baja, mientras que el 50% cree que benefician a los más ricos. Las políticas impulsadas por la actual administración libertaria perjudican la posibilidad de progreso. En poco tiempo, el país de clase media se transformó en un país de pobres.
 
La Opinión Popular
 

 
Agustín Salvia: "Un cuarto de la sociedad dejó de ser de clase media y cayó en la pobreza"
 
Impacto social y político del naufragio de los sectores medios. CFK, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei. De la grieta al rescate de la democracia.
 
Por Marcelo Falak
 
El índice de pobreza al segundo semestre, un escalofriante 52,9%, cayó pesadamente sobre el gobierno de Javier Milei y sobre el ánimo social. El número impacta por su propia magnitud y por exponer lo que el especialista Agustín Salvia define como el hundimiento de un cuarto de la población que ha dejado de ser y de sentirse de clase media. ¿Adiós a un rasgo constitutivo de la Argentina?
 
La tendencia no es nueva y remite a un nudo macroeconómico denso, dado por una inflación que no ha dejado de crecer desde hace 15 años y al agotamiento de un ciclo incapaz desde hace tiempo de generar crecimiento, inversión, ganancias de productividad y empleo formal y bien remunerado.
 
Salvia es sociólogo, doctor en Ciencias Sociales e investigador principal del Conicet. Como director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), ha sido atacado por sucesivos gobiernos que eligieron pelearse con la realidad que ese organismo medía -especialmente cuando las estadísticas oficiales no resultaban creíbles- antes que abocarse a resolver el problema. A continuación, los principales tramos de la entrevista que concedió a Letra P.
 
-¿Cómo llegó el país a la actual crisis social?
 
-El cambio que viene experimentando la sociedad es una de mis preocupaciones académicas desde hace tiempo, pero aún no se ve el final de ese proceso. En términos históricos, hubo una recuperación rápida desde 2003-2004, que benefició a sectores como los pequeños comerciantes, trabajadores con oficios y por cuenta propia, y a los calificados y semicalificados de las actividades productivas más dinámicas y competitivas. Sin embargo, el país no llegó a perforar el piso del 30% de pobreza y de economía informal, que quedó cristalizado entre 2011 y 2012, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y luego nuevamente en 2017, con Mauricio Macri. Estamos hablando de prácticamente un tercio de la sociedad que vive en un contexto de pobreza crónica, estructural.
 
Clase media y pobreza: historia de un naufragio
-Si se observa que Macri salió del poder, tras la crisis de 2018 y 2019, con una pobreza del 35,5%, que Alberto Fernández se fue con 41,7% y que la última medición, con Milei, fue de 52,9%, surge que a ese núcleo duro se sumaron sectores que cayeron desde la clase media.
 
-Claro. Hay un sector medio que atravesó las crisis de los años 80, 90 y la primera década de este siglo, y que se recuperó, pero otro comenzó a entrar y salir de la pobreza en cada una de esas coyunturas. Desde 2010 o 2011, después de la burbuja de consumo de esos años, ya se advertía que esa parte de la clase media no podía reproducirse por contar con empleos de baja productividad y porque, en esas condiciones, la inflación dificultaba un aumento de sus ingresos. Desde 2013 y 2014, más allá de rebotes de la actividad, quedó claro que ya se había dejado de generar inversión y empleo de calidad de modo consistente. Un tercio de la sociedad, de extracción media y que estaba compuesta por jubilados, pequeños comerciantes, empleados de restaurantes o comercios y obreros de sectores dinámicos, entre otros, empieza a perder ingresos en términos reales (contra la inflación). Ese tercio es muy vulnerable en la situación actual.
 
-¿De allí proviene el cuarto de la sociedad que constituye la capa de nuevos pobres?
 
-Desde fines de 2014, con Cristina Fernández de Kirchner, queda un piso de 30% de pobreza y con el sector mencionado de la clase media en una situación que ya era de vulnerabilidad, del que surge un cuarto más de la población que cayó en esa condición. O más precisamente un 23% si hacemos el promedio del primer trimestre de año con el segundo. Es interesante que la fracción de personas que lograron recuperarse entre dichos períodos está conformada, en verdad, por personas que emergieron de la pobreza estructural; no son las que habían caído desde la clase media. Esto es así porque es la que recibió planes de asistencia, un apoyo que los sectores medios no tienen ni quieren tener.
 
 
El efecto corrosivo de la inflación
  
-¿La clave es la caída de los ingresos frente a la inflación, reforzada por el ajuste y la recesión más recientes?
 
-De acuerdo con las estadísticas del INDEC, la media de los ingresos indica que el 50% de los trabajadores gana menos de 550.000 pesos por mes, pero ojo: el proceso había empezado antes, aunque se lo ocultaba con burbujas de consumo como las mencionadas o como la de 2017, las que llevaron a las devaluaciones de 2014 y de 2018-2019, respectivamente.
 
-En términos laborales, ¿cuáles son los antecedentes de la situación actual?
 
-Sin inversiones de la magnitud suficiente ni creación de empleo de mejor calidad en el sector privado, sólo el Estado absorbía a esa parte vulnerable de la clase media. En paralelo, fue creciendo el sector informal dentro de esa clase media baja, compuesto por personas con trabajo precario y por cuenta propia. Esos argentinos son los que comenzaron a trabajar mucha más cantidad de horas porque el dinero no les alcanzaba.
 
-¿Para qué no les alcanzaba?
 
-Cuándo se habla de dinero que no alcanza, no se habla solamente de pobreza estadística o de la posibilidad de cambiar un auto o de hacerle arreglos a la casa familiar. Desde el punto de vista social, se invierte cada vez menos en capital simbólico, en educación, salud, recreación, deporte, vacaciones... Lo mismo pasa con el deseo de ayudar a los hijos a abrirse camino. Hablamos de sectores que se van empobreciendo estructuralmente, de familias que tal vez cambiaron a sus hijos de escuela o que cancelaron sus seguros de medicina prepaga para comenzar a concurrir a hospitales públicos; familias que mantienen su auto viejo u otros bienes que se van depreciando.
 
-Es un caída sostenida...
 
-Cada ciclo de crisis las acorrala más y les demanda cada vez más tiempo de trabajo por algo que no les rinde debido a la inflación, a la falta de productividad de los ramas en las que se desempeñan y a la dificultad para reconvertirse en actividades más productivas.
 
 
Una clase media partida en dos
  
-¿Qué tendencia observa en el tramo superior de la clase media?
 
-El tercio superior de la población, en el que hay un sector de clase media, no experimenta esos problemas: se va alejando de la línea de pobreza por contar con una relativa protección sindical en las actividades más competitivas en las que se desempeña o por tener acceso a herramientas financieras que le permiten preservar sus ahorros. En eso se diferencia del tercio inferior que entra y sale de la pobreza.
 
-¿Qué efectos provoca este proceso en términos de autoestima y relación con la política sobre el tercio vulnerable que menciona, parte del cual pasó a engrosar el sector pobre de la Argentina?
 
-Para quienes se enfrentan a dificultades, es obvio que se va asentando un cierto resentimiento. Esto ocurrió primero en forma de rechazo al kirchnerismo, algo que se venía acumulando pero que encontró una vía de representación en Macri. Era el sector que entonces se llamaba clase media aspiracional, que tal vez en ese momento no era tal por ingresos, pero que mantenía esa autopercepción. Luego, tras la crisis de 2018 y 2019, fue recuperado por Alberto Fernández, pero esa nueva decepción lo convirtió en una fuente de apoyo a Milei.
 
 
Sociedad y política: la fractura hace ruido
  
-El desafío para la dirigencia política es fenomenal...
 
-Mi tesis es que el actual proceso social está en una fase de agotamiento. Los sectores populares se venían alejando de la política, el pacto político-social se venía resquebrajando y la clase media pasó a acumular una carga similar de resentimiento. Estamos en una fase de crisis de la representación política. Las dirigencias necesitan reestructurar el sistema político a través de una reconfiguración de alianzas, pero, incluso si lo lograran, los nuevos consensos seguirían siendo frágiles.
 
-¿De qué dependen esos consensos?
 
-Aun con esas limitaciones, la única manera de generar un nuevo consenso es la superación de la grieta, del péndulo permanente. En ese sentido, Milei sería parte de lo viejo, no de lo nuevo.
 
-¿Eso significa que el Presidente tendría el rol histórico de ponerle punto final a una etapa y no el de inaugurar una nueva?
 
-Sí, este es el fin de un ciclo de crisis, algo que que era necesario. Se trata de un líder desbordado, desubicado, pero con una energía importante para enfrentar la tormenta. Por eso la sociedad expresó que era el indicado para desarmar lo anterior. Sin embargo, eso no garantiza la promesa de crecimiento con inclusión.
 
-¿Eso sería así incluso si lograra reducir la inflación de modo duradero, como promete?
 
-Porque los segmentos con potencial para dinamizar la actividad económica, según se ve, son los vinculados a la minería, la energía, la agroindustria y otros que no generan empleo a gran escala y tampoco inclusión social. Un proceso diferente requeriría, por ejemplo, el desarrollo de las pymes.
 
Fuente: Letra P
 

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01-12-2025 / 09:12
En Diputados, con una impunidad ante la que vale detenerse, la legisladora macrista Marilú Quiroz organizó una jornada de seis horas contra "la obligatoriedad y compulsividad" de las vacunas, abarcando relacionarlas con el autismo. Vimos a un tipo que, a torso descubierto, se mostró imantado por efecto de la inoculación. En 2014 ya habían montado el mismo circo, en una actuación televisiva y con otro protagonista, y adjudicándoselo a otros factores. Los objetos metálicos "se le pegan al cuerpo", ratificaron esta vez tras varios intentos fallidos.
 
Lo más parecido a esto que se vio el jueves debe ser el conjunto de infradotados, vestidos de búfalo, que tomaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. El acto, el de acá, fue autorizado por la presidencia de la Cámara de Diputados.
 
Al margen del espanto y las denuncias de toda autoridad científica, ya con siete niños muertos de sarampión y tos convulsa por no estar vacunados, se desconocen presentaciones judiciales o procederes de oficio. Hubo un delito. Un atentado contra la salud pública.
 
¿Hecho menor, por haberse tratado de un grupo de delirantes bien que ocupando parte del edificio parlamentario? ¿O símbolo gigantesco?
 
Basta recorrer por encima los temas dominantes de la agenda publicada para advertir el momento prácticamente bizarro de nuestra política. Es el accionar gubernamental, es la plancha desconcertante en que está sumida la oposición y son las consecuencias de ese estadio. ¿Será la calma o desviación temática que preceden a alguna tormenta o, acaso, un clima destinado a permanecer durante largo rato?
 
La guerra entre la AFA, el Gobierno y los medios oficialistas, operada desde el efectismo de un campeonato de escritorio y una formación de pasillo dando la espalda a los campeones, se lleva por varios cuerpos el conversatorio periodístico, digital y vaya a saberse si, también, masivo. Es de esos disparadores que invitan a la básica y poderosa pregunta de si no pasa nada más importante en el país.
 
Los títulos de casi toda la prensa ametrallan sin parar, incluso a través de "noticias" y variantes fragmentadas -sobre el mismo tópico- que se suceden una tras otra. Pocas veces se vio algo semejante, tan desembozado.
 
Hasta un imberbe percibiría que no destrozan a la AFA por sus desaguisados ni por arbitrajes escandalosos, que desde ya sobran. El centro indesmentible es privatizar la actividad futbolística hasta el extremo que sea posible, pero eso ni siquiera es mencionado de refilón por la militancia independiente de los bufones oficiales.
 
Desde el Presidente de la Nación hasta su ministra de Seguridad instalaron el asunto con rango de gravedad nacional. Se supone que una cosa es la pasión desenfrenada que el fútbol desata en Argentina. Y que otra, completamente distinta, es llevar el caso a una cuestión de Estado ligada a negociados formidables. Sólo se supone.
 

30-11-2025 / 12:11
La concentración de fachos en Plaza de Mayo para pedir por la libertad de los represores fue un fracaso. No fue nutrida ni contó con la asistencia de las caras más conocidas del reclamo pro-dictadura. Sus organizadores debieron levantar sus petates a las apuradas cuando un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) se acercó para avisarles que estaba llegando la manifestación por Palestina, que los sextuplicaba en participantes.
 
El que recibió el mensaje fue Guillermo Sottovia, uno de los organizadores de la movida fallida, que dice ser piloto civil e hijo de un oficial de la Aeronáutica. A Sottovia no le quedó más remedio que agarrar el megáfono maltrecho que tenían e iniciar la retirada. -Nos tenemos que ir, no por cobardes, sino para demostrar que ellos son los violentos -dijo.
 
Hasta segundos antes, Sottovia había estado a los abrazos con Carlos Pampillón, el dirigente neonazi marplatense procesado por atacar un monumento a la Memoria, la Verdad y la Justicia. Pampillón palmeaba a algunos hombres con uniformes y los llamaba "héroes" mientras se abría paso por la Plaza de Mayo.
 
Asunción Benedit estaba contenta porque casi había más fotógrafos que concurrentes. Ella se había puesto un pañuelo negro en la cabeza como forma de identificarse: no solo en oposición a las Madres de Plaza de Mayo sino porque también dice estar de "luto" por los represores presos.
 
Según las estadísticas de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), hay 22 criminales de lesa humanidad presos en cárceles comunes y 63 en la Unidad 34 de Campo de Mayo, considerada una prisión VIP por sus comodidades.
 
Tanto Asunción como su hermano, el diputado nacional entrerriano Beltrán Benedit, suelen visitar a los condenados y procesados por secuestrar, torturar y desaparecer personas. Ella sostiene que no solo hay que pedirle al gobierno de Javier "el Loco" Milei por su libertad, sino también reivindicar su accionar represivo.
 
"La esperanza es lo último que se pierde", dijo la mujer que pululó por distintas organizaciones pro-dictadura. "De hecho podemos estar haciendo este reclamo. Si fuera con otro gobierno, ya estaríamos presos", concedió, aunque no esconde su desazón porque la administración de La Libertad Avanza (LLA) no hizo más para tener al genocida Alfredo Astiz y compañía fuera de las cárceles.
 
Conformaron un grupúsculo que se dio en llamar Unidos por la Sangre Derramada, pero, en realidad, lo que derramaron fueron peleas internas. Hasta hace diez días, Orlando González se presentaba como el coordinador general de la iniciativa. El tema se complicó cuando se contó quién era el personaje: un represor de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) condenado a prisión perpetua y que se encuentra en arresto domiciliario. Aficionado a la fotografía, el "Hormiga" González solía retratar a sus víctimas.
 
En Plaza San Martín se hicieron grandes actos para oponerse a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia del kirchnerismo y para reclamar una amnistía general. Las concentraciones eran mucho más nutridas que las de este sábado en Plaza de Mayo. Pese a eso, con megáfono en mano, Sottovia afirmaba: "Tenemos poder ahora de cambiar la historia. Nunca se hizo un acto como éste". Patético.
 
La Opinión Popular
 

29-11-2025 / 10:11
Con un señor en cueros haciendo equilibrio para que no se le caiga un pedazo de fierro que sostenía en sus grandes pectorales flácidos empezó en el Congreso la reunión antivacunas que convocó la diputada oficialista Marilú Quiroz.
 
El hombre quedó "imantado" por las vacunas, según denunciaron, mientras el Senado retrasaba, hasta que ingresen los nuevos senadores, la discusión sobre la incorporación de la rionegrina oficialista Lorena Villaverde, ya rechazada por la comisión de Asuntos Constitucionales por sus antecedentes vinculados con el narcotráfico.
 
El INDEC retocó los índices de crecimiento para ocultar que el país está en recesión desde principios de año. Pero cuando se habla con los industriales, parecen vacas que van al matadero al balbucear que igual respaldan a este gobierno "porque es el único que se preocupó por la macro".
 
La pobreza de pensamiento de la clase empresarial produce hasta molestia física. Cuestionan aspectos como los antivacunas o la corrupción del famoso tres por ciento, pero no pueden ver que se intenta cambiar la matriz productiva y que el primer paso es el industricidio.
 
Aplauden como focas un proyecto de reforma laboral que atrasa 200 años las relaciones de trabajo, mientras tienen que cerrar sus propias empresas. Esta semana Whirlpool cerró la fábrica de Pilar, que había inaugurado hace tres años con una inversión de 50 millones de dólares.
 
Desde noviembre de 2023, cerraron más de quince mil empresas. Las patronales del campo pensaban que tenían la vaca atada pero ahora, con un dólar barato, tienen que afrontar insumos inflacionados, rutas abandonadas e inundaciones y sequias sin asistencia.
 
"Unos 220 obreros quedaron en la calle por el cierre de Whirlpool" adujo el periodista. El economista oficialista Miguel Boggiano, hijo de un ex juez de la Corte menemista, explicó: "Pero ahora tenés a 850 mil que van a comprar más barato el lavarropa". Aplazado el economista Boggiano, porque los desocupados y los que tienen bajos salarios dejaran de comprar lavarropas, heladeras, televisores, bicicletas, motos, etc., etc. Sin comprar nada de eso, la mayoría de los argentinos no llega a fin de mes con lo que gana.
 
Con este proyecto de país, industriales y comerciantes se van al bombo o se ajustan y los patrones rurales se achican. En contrapartida, las tecnológicas, extremistas del discurso anti Estado, reciben subsidios. El capital concentrado trata de volcarse a la energía, la minería y la timba financiera, que son los únicos que crecieron realmente. Y el INDEC funciona como vaselina con dibujos de los índices de crecimiento, de inflación o de consumo, para que el infierno parezca paraíso.
 
El Gobierno que salió airoso de las elecciones de medio término, ahora se dirige a cobrar el premio. Un Consejo de Mayo inútil, que no resuelve nada, pensado para una foto mentirosa que quiera dar la imagen de "diálogo", anunció que antes de fin de año el gobierno enviará al Congreso un proyecto de Reforma Laboral, que no tuvo consenso ni fue aprobado por ese Consejo por el nivel esclavista que propone para los trabajadores.
 

28-11-2025 / 10:11
El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Ricardo Diab, alertó por el cierre de empresas en Argentina, y entre las principales causas detalla la baja en el consumo y la apertura de importaciones que impulsa el gobierno de Javier "el Loco" Milei. Diab mencionó el reciente cierre de Whirlpool, que dejó a 220 personas sin trabajo, y el de la láctea La Suipachense señalando que estas no son "grandes empresas" pero si son significativas.
 
Vale recordar que la CAME tomó partido por Milei antes del balotaje con Sergio Massa, apoyó públicamente el mega DNU del presidente en diciembre de 2023 sobre la desregulación total de la economía y respaldó junto a otras cámaras de grandes empresas el endeudamiento de Luis Caputo ante el FMI.
 
En primer lugar, el presidente de CAME sostuvo que la baja en el consumo "hace que el comercio en sí mismo no demande a la industria producto por este mismo motivo. Nosotros solicitamos otras alternativas de incentivo al consumo, en lo que tenía que ver con los planes de cuota a largo plazo que dio en un momento facilidades en la forma de estirar el salario".
 
Sin embargo, indicó que no tuvo éxito porque el Estado no interviene en las cuestiones de los privados: "Si los bancos no acceden, no aceptan o las plataformas de tarjeta, es muy difícil llevarlo a cabo". A esto se le suma la apertura de importaciones: "Muchas empresas ven que no son competitivas con respecto a productos que vienen fundamentalmente de China". El empresario señaló que incluso en rubros como el alimenticio se observa un aumento de productos importados que compiten con los nacionales.
 
Aunque el comercio internacional es "imprescindible", para Diab en el crecimiento económico en tecnología y materias primas, ciertos sectores nacionales no logran ser competitivos, lo que "lleva al cierre". Observó, además, que la tendencia es "creciente", al punto que empresarios que no tenían entre sus proyectos ser importadores, ahora lo están analizando.
 
El dirigente también destacó el impacto de la carga tributaria en la competitividad de las empresas argentinas. "Si sabemos que automáticamente cualquiera de nuestros productos tiene un 50% de impuesto, ya partimos de una situación impositiva muy difícil de resolver", afirmó, y comparó la situación con otros países que tienen menores cargas o distintos estilos de producción.
 
En cuanto al mercado laboral, Diab fue contundente al señalar que "en línea genérica, no hay actividad que esté demandando empleo". Explicó que, aunque una adecuación de la legislación laboral es necesaria, no será suficiente "si no hay demanda productiva". El presidente de CAME reconoció que, si bien la gente no consume porque "no tiene salarios buenos", las propias empresas, en especial las PyMEs, están imposibilitadas de mejorar esos salarios sustancialmente debido a la falta de rentabilidad y la fragilidad del contexto económico.
 
La industria nacional, a contramano de los datos que promociona el Gobierno de Milei, sigue en un pozo del que no puede salir. "Estamos inmersos casi en un círculo negativo donde los mismos que declamamos no lo podemos llevar a cabo fácilmente", afirmó. Además, el dirigente mencionó que, si bien han dialogado con el Gobierno, "el Estado hoy no interviene absolutamente en nada que tenga que ver los privados".
 
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27-11-2025 / 10:11
El industricidio avanza gracias a las políticas neoliberales de Javier "el Loco" Milei y Luis "Toto" Caputo. Ya pasó un mes de aquellas elecciones legislativas donde Milei logró un triunfo que hizo crecer la soberbia de su gobierno, lo cual impulsa la reforma laboral que propone. No obstante, se enfrenta a un panorama complicado que lo desafía por completo.

A un mes de la "Argentina" violeta, se acumulan los despidos en fábricas ante la apertura de importaciones. Whirlpool cerró la planta de Pilar inaugurada en 2022 y despidió a sus 220 trabajadores. Asimismo, el consumo continúa en caída libre mientras que diciembre se avecina con nuevos aumentos que sigue golpeando más de un bolsillo. Por su parte, el salario continúa congelado y no hay sueldo que aguante.

Sin embargo, el Gobierno anarco capitalista hace vista ciega y avanza a fondo por la reforma laboral. Tal es así que el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, reunió este miércoles (26/11) en Casa Rosada a los miembros del Consejo de Mayo y, pese a la falta de consensos, anunció que la administración libertaria enviará el proyecto al Congreso el próximo 9 de diciembre.

Si los tiempos avanzan como pretende Milei, la reforma laboral se debatirá al filo o durante la Navidad y Año Nuevo anticipando semanas difíciles para aquellos trabajadores que perdieron su empleo, lo que se intensificó en los últimos días luego de la victoria electoral de La Libertad Avanza, donde nada cambió para la economía real pese al rescate del INDEC.

Las pálidas continúan y están a la vista de todos los argentinos. Sin ir más lejos, los datos del último informe de CEPA, que abarca hasta agosto, sostienen que desde que Milei inició su gestión, por día cierran 30 empresas y, en total, se destruyeron 276.000 puestos de trabajo registrados. "Creer o reventar", dice la frase.

Por su parte, el INDEC que conduce Marco Lavagna quedó en el centro de una nueva polémica por una sugestiva corrección de los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) para evitar que la economía entre en recesión técnica. El organismo que en septiembre la actividad económica tuvo un incremento de 0,5% en comparación con agosto, un dato mucho mejor que el estimado por las consultoras privadas que preveían una caída de entre 0,1% y 0,3%. Dibujando los números, el gobierno logró evitar ese título negativo pese que el tercer trimestre fue el más afectado por la inestabilidad económica consecuencia de las elecciones.

En tanto, los principales bancos y consultoras nacionales e internacionales recortaron sus previsiones de crecimiento para la economía argentina en 2026. Según el relevamiento de FocusEconomics, el Producto Bruto Interno se expandirá menos de la estimación previa. El ajuste refleja un escenario menos optimista y expone el desgaste del discurso libertario, que hasta ahora muestra más promesas que resultados.

El relato libertario remacha que la economía empieza a mostrar signos de recuperación, pero la realidad en las góndolas y en los bolsillos cuenta otra historia. El consumo masivo sigue estancado, sin el menor atisbo de mejora en la segunda mitad del año. Los datos publicados por el Indec este miércoles son contundentes: las ventas en supermercados cayeron a nivel intermensual y ya suman seis meses consecutivos de baja hasta septiembre. El golpe al consumo es tan fuerte que, en la comparación interanual, las ventas también retrocedieron. El ingreso de productos importados que compiten con los de fabricación nacional, el dólar barato y el encarecimiento de los costos productivos alientan la desindustrialización y el desempleo.

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