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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 08-10-2024 / 10:10
AGUSTÍN SALVIA: "UN CUARTO DE LA SOCIEDAD DEJÓ DE SER DE CLASE MEDIA Y CAYÓ EN LA POBREZA"

En poco tiempo, al país de clase media el Loco Milei lo transformó en un país de pobres

En poco tiempo, al país de clase media el Loco Milei lo transformó en un país de pobres
Las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei no van a revertir la tendencia sino, más bien, a profundizarla. Sólo el 8% de los encuestados opina que sus políticas benefician a la clase media y a la clase baja, mientras que el 50% cree que benefician a los más ricos. Las políticas impulsadas por la actual administración libertaria perjudican la posibilidad de progreso. En poco tiempo, el país de clase media se transformó en un país de pobres.
Uno de los relatos más potentes que alimenta el imaginario colectivo nacional es que Argentina es "un país de clase media". Este concepto se fue gestando lentamente a medida que el país se consolidó como estado-nación y fue desarrollando un modelo económico, político y social. La inmigración, la educación pública, la industrialización y la urbanización del país fueron factores clave en la formación de una subjetividad de clase que se transformó en un atributo diferencial de la identidad nacional.
 
La existencia y expansión de la clase media ha contribuido a la cohesión social funcionando como un factor estabilizador, evitando la polarización extrema entre ricos y pobres, pero al mismo tiempo, al concebirse como un grupo separado de los sectores de menores ingresos, ha dificultado la posibilidad de tejer redes solidarias políticas más amplias entre ciudadanos que comparten más intereses de los que reconocen.
 
A pesar de las recurrentes crisis políticas, económicas y sociales, muchos argentinos han mantenido su autoidentificación como integrantes de la clase media. Incluso cuando las condiciones económicas empeoraron, la aspiración a pertenecer a la clase media se mantuvo vigente, lo que demostraba la resiliencia de esta identidad. Sin embargo, luego de décadas de inestabilidad económica, una parte importante de la identidad nacional, asociada al valor simbólico de pertenencia a la clase media, esté cambiando.
 
El gobierno de Juan Perón implementó una serie de políticas públicas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, incluyendo la construcción de viviendas, barrios y ciudades obreras que posibilitó que muchos trabajadores accedieran a la propiedad de la vivienda, un factor clave en la consolidación de una identidad de clase media.
 
Sin embargo, la ausencia de un horizonte claro, la incapacidad de producir una síntesis que conjugara el modelo agroexportador con el industrial, los cambios pendulares en la política económica y el fracaso de los gobiernos para gestionar de manera eficiente los recursos del Estado, produjeron un colapso del sistema económico en Argentina que se manifestó en el cierre de muchas fábricas, precarización del empleo, pauperización, inseguridad, exclusión y nulo o escaso acceso al crédito.
 
Las encuestas indican que sólo el 18% se reconoce como "clase media", mientras que el 37% de las personas se autopercibe de "clase media-baja" y el 41% de "clase baja". Sin embargo, el 81% de las personas que se define de clase "media baja" tiene ingresos por debajo de la línea de pobreza, fijada por el INDEC en $939.887 para una familia tipo. Esto significa que eligen identificarse con la clase media aunque técnicamente sean pobres.
 
Durante los gobiernos radicales de principios del siglo XX, se promovió la educación como un medio para igualar oportunidades, pero fue durante el período peronista, que la industrialización y la expansión del sector de servicios generaron una gran demanda de mano de obra calificada y semicalificada que permitió a muchos trabajadores acceder a mejores salarios y condiciones laborales, favoreciendo la formación de una clase media trabajadora asalariada.
 
El 22 de noviembre de 1949, Perón suspendió el cobro de los aranceles universitarios y logró que la educación superior dejara de ser un privilegio para transformarse en un derecho. Esta medida, interrumpida por los gobiernos de facto y reinstaurada por el de Raúl Alfonsín, fue determinante para que pudieran acceder a la universidad los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
 
Sin embargo, en las últimas décadas, la educación pública fue perdiendo su valor integrador. Las escuelas de nivel primario y secundario de gestión estatal dejaron de ser el ámbito donde se cruza el hijo del médico con el del obrero para transformarse en ámbitos segregados donde muchas familias envían a sus hijos simplemente porque no cuentan con los recursos suficientes para pagar una escuela de gestión privada.
 
Otra variable clave en la percepción de clase es la propiedad de una vivienda. Los programas de vivienda y el acceso al crédito fueron fundamentales para que sectores previamente excluidos del acceso a la propiedad pudieran mejorar sus condiciones de vida, contribuyendo a la percepción de pertenencia a la clase media. La inestabilidad económica y la inflación han dificultado la implementación de estos programas. Los datos de la encuesta revelan que el 58% de las personas no cree que vaya a poder acceder a una vivienda propia en el futuro.
 
Hace varias décadas primaba la idea de que Argentina era un país de clase media, idea vinculada, entre otros factores mencionados, a la fuerte presencia del Estado, tanto en la prestación de servicios básicos gratuitos como salud y educación, como en su rol de administrador de las relaciones de poder en la sociedad. La degradación de la calidad de esos servicios y la ausencia del Estado en algunas zonas del país fueron menoscabando la confianza de la población en las instituciones que debían velar por su interés.
 
Las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei no van a revertir la tendencia sino, más bien, a profundizarla. Sólo el 8% de los encuestados opina que sus políticas benefician a la clase media y a la clase baja, mientras que el 50% cree que benefician a los más ricos. Las políticas impulsadas por la actual administración libertaria perjudican la posibilidad de progreso. En poco tiempo, el país de clase media se transformó en un país de pobres.
 
La Opinión Popular
 

 
Agustín Salvia: "Un cuarto de la sociedad dejó de ser de clase media y cayó en la pobreza"
 
Impacto social y político del naufragio de los sectores medios. CFK, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei. De la grieta al rescate de la democracia.
 
Por Marcelo Falak
 
El índice de pobreza al segundo semestre, un escalofriante 52,9%, cayó pesadamente sobre el gobierno de Javier Milei y sobre el ánimo social. El número impacta por su propia magnitud y por exponer lo que el especialista Agustín Salvia define como el hundimiento de un cuarto de la población que ha dejado de ser y de sentirse de clase media. ¿Adiós a un rasgo constitutivo de la Argentina?
 
La tendencia no es nueva y remite a un nudo macroeconómico denso, dado por una inflación que no ha dejado de crecer desde hace 15 años y al agotamiento de un ciclo incapaz desde hace tiempo de generar crecimiento, inversión, ganancias de productividad y empleo formal y bien remunerado.
 
Salvia es sociólogo, doctor en Ciencias Sociales e investigador principal del Conicet. Como director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), ha sido atacado por sucesivos gobiernos que eligieron pelearse con la realidad que ese organismo medía -especialmente cuando las estadísticas oficiales no resultaban creíbles- antes que abocarse a resolver el problema. A continuación, los principales tramos de la entrevista que concedió a Letra P.
 
-¿Cómo llegó el país a la actual crisis social?
 
-El cambio que viene experimentando la sociedad es una de mis preocupaciones académicas desde hace tiempo, pero aún no se ve el final de ese proceso. En términos históricos, hubo una recuperación rápida desde 2003-2004, que benefició a sectores como los pequeños comerciantes, trabajadores con oficios y por cuenta propia, y a los calificados y semicalificados de las actividades productivas más dinámicas y competitivas. Sin embargo, el país no llegó a perforar el piso del 30% de pobreza y de economía informal, que quedó cristalizado entre 2011 y 2012, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y luego nuevamente en 2017, con Mauricio Macri. Estamos hablando de prácticamente un tercio de la sociedad que vive en un contexto de pobreza crónica, estructural.
 
Clase media y pobreza: historia de un naufragio
-Si se observa que Macri salió del poder, tras la crisis de 2018 y 2019, con una pobreza del 35,5%, que Alberto Fernández se fue con 41,7% y que la última medición, con Milei, fue de 52,9%, surge que a ese núcleo duro se sumaron sectores que cayeron desde la clase media.
 
-Claro. Hay un sector medio que atravesó las crisis de los años 80, 90 y la primera década de este siglo, y que se recuperó, pero otro comenzó a entrar y salir de la pobreza en cada una de esas coyunturas. Desde 2010 o 2011, después de la burbuja de consumo de esos años, ya se advertía que esa parte de la clase media no podía reproducirse por contar con empleos de baja productividad y porque, en esas condiciones, la inflación dificultaba un aumento de sus ingresos. Desde 2013 y 2014, más allá de rebotes de la actividad, quedó claro que ya se había dejado de generar inversión y empleo de calidad de modo consistente. Un tercio de la sociedad, de extracción media y que estaba compuesta por jubilados, pequeños comerciantes, empleados de restaurantes o comercios y obreros de sectores dinámicos, entre otros, empieza a perder ingresos en términos reales (contra la inflación). Ese tercio es muy vulnerable en la situación actual.
 
-¿De allí proviene el cuarto de la sociedad que constituye la capa de nuevos pobres?
 
-Desde fines de 2014, con Cristina Fernández de Kirchner, queda un piso de 30% de pobreza y con el sector mencionado de la clase media en una situación que ya era de vulnerabilidad, del que surge un cuarto más de la población que cayó en esa condición. O más precisamente un 23% si hacemos el promedio del primer trimestre de año con el segundo. Es interesante que la fracción de personas que lograron recuperarse entre dichos períodos está conformada, en verdad, por personas que emergieron de la pobreza estructural; no son las que habían caído desde la clase media. Esto es así porque es la que recibió planes de asistencia, un apoyo que los sectores medios no tienen ni quieren tener.
 
 
El efecto corrosivo de la inflación
  
-¿La clave es la caída de los ingresos frente a la inflación, reforzada por el ajuste y la recesión más recientes?
 
-De acuerdo con las estadísticas del INDEC, la media de los ingresos indica que el 50% de los trabajadores gana menos de 550.000 pesos por mes, pero ojo: el proceso había empezado antes, aunque se lo ocultaba con burbujas de consumo como las mencionadas o como la de 2017, las que llevaron a las devaluaciones de 2014 y de 2018-2019, respectivamente.
 
-En términos laborales, ¿cuáles son los antecedentes de la situación actual?
 
-Sin inversiones de la magnitud suficiente ni creación de empleo de mejor calidad en el sector privado, sólo el Estado absorbía a esa parte vulnerable de la clase media. En paralelo, fue creciendo el sector informal dentro de esa clase media baja, compuesto por personas con trabajo precario y por cuenta propia. Esos argentinos son los que comenzaron a trabajar mucha más cantidad de horas porque el dinero no les alcanzaba.
 
-¿Para qué no les alcanzaba?
 
-Cuándo se habla de dinero que no alcanza, no se habla solamente de pobreza estadística o de la posibilidad de cambiar un auto o de hacerle arreglos a la casa familiar. Desde el punto de vista social, se invierte cada vez menos en capital simbólico, en educación, salud, recreación, deporte, vacaciones... Lo mismo pasa con el deseo de ayudar a los hijos a abrirse camino. Hablamos de sectores que se van empobreciendo estructuralmente, de familias que tal vez cambiaron a sus hijos de escuela o que cancelaron sus seguros de medicina prepaga para comenzar a concurrir a hospitales públicos; familias que mantienen su auto viejo u otros bienes que se van depreciando.
 
-Es un caída sostenida...
 
-Cada ciclo de crisis las acorrala más y les demanda cada vez más tiempo de trabajo por algo que no les rinde debido a la inflación, a la falta de productividad de los ramas en las que se desempeñan y a la dificultad para reconvertirse en actividades más productivas.
 
 
Una clase media partida en dos
  
-¿Qué tendencia observa en el tramo superior de la clase media?
 
-El tercio superior de la población, en el que hay un sector de clase media, no experimenta esos problemas: se va alejando de la línea de pobreza por contar con una relativa protección sindical en las actividades más competitivas en las que se desempeña o por tener acceso a herramientas financieras que le permiten preservar sus ahorros. En eso se diferencia del tercio inferior que entra y sale de la pobreza.
 
-¿Qué efectos provoca este proceso en términos de autoestima y relación con la política sobre el tercio vulnerable que menciona, parte del cual pasó a engrosar el sector pobre de la Argentina?
 
-Para quienes se enfrentan a dificultades, es obvio que se va asentando un cierto resentimiento. Esto ocurrió primero en forma de rechazo al kirchnerismo, algo que se venía acumulando pero que encontró una vía de representación en Macri. Era el sector que entonces se llamaba clase media aspiracional, que tal vez en ese momento no era tal por ingresos, pero que mantenía esa autopercepción. Luego, tras la crisis de 2018 y 2019, fue recuperado por Alberto Fernández, pero esa nueva decepción lo convirtió en una fuente de apoyo a Milei.
 
 
Sociedad y política: la fractura hace ruido
  
-El desafío para la dirigencia política es fenomenal...
 
-Mi tesis es que el actual proceso social está en una fase de agotamiento. Los sectores populares se venían alejando de la política, el pacto político-social se venía resquebrajando y la clase media pasó a acumular una carga similar de resentimiento. Estamos en una fase de crisis de la representación política. Las dirigencias necesitan reestructurar el sistema político a través de una reconfiguración de alianzas, pero, incluso si lo lograran, los nuevos consensos seguirían siendo frágiles.
 
-¿De qué dependen esos consensos?
 
-Aun con esas limitaciones, la única manera de generar un nuevo consenso es la superación de la grieta, del péndulo permanente. En ese sentido, Milei sería parte de lo viejo, no de lo nuevo.
 
-¿Eso significa que el Presidente tendría el rol histórico de ponerle punto final a una etapa y no el de inaugurar una nueva?
 
-Sí, este es el fin de un ciclo de crisis, algo que que era necesario. Se trata de un líder desbordado, desubicado, pero con una energía importante para enfrentar la tormenta. Por eso la sociedad expresó que era el indicado para desarmar lo anterior. Sin embargo, eso no garantiza la promesa de crecimiento con inclusión.
 
-¿Eso sería así incluso si lograra reducir la inflación de modo duradero, como promete?
 
-Porque los segmentos con potencial para dinamizar la actividad económica, según se ve, son los vinculados a la minería, la energía, la agroindustria y otros que no generan empleo a gran escala y tampoco inclusión social. Un proceso diferente requeriría, por ejemplo, el desarrollo de las pymes.
 
Fuente: Letra P
 

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16-09-2025 / 11:09
La bala entró. La derrota electoral en la provincia de Buenos Aires sacudió al Gobierno de Javier "el Loco" Milei de tal manera que se vio obligado a cambiar el tono discursivo. La administración libertaria se niega a modificar su brutal política económica de ajuste y motosierra, pero ayer el presidente brindó un discurso atípico: fue moderador, evitó los insultos, las provocaciones, anunció mejoras en el Presupuesto 2026 para los sectores más vulnerables y llamó a trabajar "codo a codo" con los Gobernadores.
 
Además, el jefe de Estado envió un mensaje a la población y aseguró que "lo peor ya pasó, no aflojemos". De esta manera, Milei acusó recibo del fuerte descontento social. Sin embargo, no fue la primera vez que el mandatario prometió que los momentos más difíciles quedaron atrás y que lo mejor estaba por venir.
 
El 10 de diciembre de 2024, el libertario afirmaba que ya habíamos "superado la prueba de fuego". "Estamos saliendo del desierto. La recesión terminó y el país finalmente ha comenzado a crecer. Gracias por confiar en este gobierno. Esto no quiere decir que hayamos llegado a puerto, pero sí quiere decir que podemos terminar el año con alivio y de que hemos dejado atrás lo peor", decía entonces en otra cadena nacional.
 
Un mes antes, el 11 de noviembre de 2024, decía exactamente lo mismo. "Hoy ya podemos decir que la recesión se terminó y de ahora en adelante todo lo que queda es crecimiento. De acá para adelante son todas buenas noticias", exclamaba. Pero lo frase no le pertenece exclusivamente a Milei. Años antes, en 2018, el entonces presidente Mauricio Macri también prometía frente al Congreso nacional que "lo peor" ya había pasado y vaticinaba años de crecimiento qué nunca llegaron.

Un Milei "sosegado" confirmó que profundizará el rumbo de ajuste fiscal exigido por el FMI. Y, tras una paliza electoral, La Libertad Avanza reflota la vieja promesa de que lo más difícil queda atrás. Sin embargo, y a pesar de algunas mejoras anunciadas, el Presupuesto 2026 es una ley de ajuste que no modifica los planes del Gobierno y del Fondo Monetario Internacional. Son mentiras, falsas promesas de aumentos para ganar las elecciones y más ajuste en jubilaciones, salud y educación.

En las calles, se manifestó el hartazgo total, hubo una ola de cacerolazos en el AMBA contra la cadena nacional de Milei. Desde Palermo y Recoleta hasta La Plata, cientos de personas en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires manifestaron su rechazo al Presidente mientras lanzaba el Presupuesto 2026. La sociedad no compró las mentiras de la cadena nacional y repentinamente salió a las ventanas y los balcones a manifestarse en contra de las medidas de ajuste del Gobierno anarco capitalista. La noche quedó marcada por una ola de cacerolazos en todo el AMBA.

El ruido metálico se convirtió en un grito unánime contra las políticas que solo traen más hambre, despidos y desesperación. "No se puede más, nos están matando de a poco", gritaban en Plaza de Mayo, donde las cacerolas parecían tambores de guerra. El fantasma de la crisis del 2001 sobrevoló la noche, con la misma bronca, la misma impotencia y las mismas calles llenas de familias cansadas.
 
El Gobierno de Milei, mientras tanto, respondió con silencio y un operativo de seguridad notorio en los puntos calientes. Sin embargo, la bronca ya no se calla con policías ni patrulleros. La pregunta que queda flotando es si este rugido metálico será apenas un desahogo pasajero o el comienzo de un estallido más grande que termine por arrinconar a la hermana coimera, al libertario desquiciado y a su nefasto plan neoliberal.
 
La Opinión Popular
 

15-09-2025 / 09:09
Un Gobierno anarco capitalista sin cuadros políticos y sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado, se enfrenta a la profundización de su propia distopía tras la paliza electoral. La hermanísima copó el Ejecutivo y con Jamoncito, hasta acá, se demostraron como una unidad indivisible. El Gobierno está completamente en manos político-administrativas de Karina "el Jefe" Milei y se resolvió que sólo sea Luis "Toto" Caputo quien conduzca el único plan existente: pisar el dólar hasta las elecciones de octubre. No hay más que eso. No hay más certezas que ésas.
 
Respecto de la primera, podrían apuntarse dos observaciones. Una es que La Hermanísima Karina siempre estuvo a cargo de la ejecutividad gubernamental, excepción hecha de lo económico. La otra consiste en que, como fuere, no habría mayores novedades porque desde un comienzo la gestión fue un quilombo. Basta con repasar los centenares de funcionarios echados o renunciados, que supieron llegaron al promedio de uno por día.
 
Y esto tampoco sería novedoso, porque se corresponde con las características de un Gobierno arribado como tal sin la más mínima preparación institucional. Sin cuadros políticos. Sin la más remota idea sobre el funcionamiento del Estado. En otros términos conocidos, Javier "el Loco" Milei fue un armado del establishment, desde el panelismo televisivo y las redes, para segmentar parte de los votos peronistas y antiperonistas.
 
Pero el Frankestein adquirió una fuerza propia inusitada, a tono con endilgarle ese carácter de accidente insólito en la historia argentina. Y después no hubo nada que hacer. Así, el país quedó al arbitrio de unos Hermanos & Cía. exclusivamente relacionables con un escenario distópico. ¿Cuál es la noticia, entonces? Es que, tras el resultado electoral, la distopía se profundizó. Ya no hay Presidente, al menos por ahora, en su acepción de figura con aptitudes básicas para tomar decisiones autónomas. Milei está paralizado, totalmente fuera de eje.
 
Es así desde la noche del domingo pasado, cuando, aunque siga sin poder creerse, hasta último momento imaginó que perdía por muy poca diferencia. Incluso, de acuerdo con las mesas testigo del indescriptible Sebastián Pareja, pensó que llegarían a ganar por unos 8 puntos. Eran 50 de esas mesas, según pudo constatarse, de calidad irrelevante. Al aterrizar con los números reales entró en colapso (político, aclaremos, porque los diagnósticos psiquiátricos incumben a especialistas y nunca a la bartola periodística). Continúa en ese estado.
 
Se verá si para la cadena nacional de este lunes a la noche puede recomponerse como para dar una imagen atildada, llamémosle. Hablamos del continente, desde ya. El contenido será la provocación de redoblar su rumbo. La hermana, en consecuencia, asumió enteramente el rol presidencial. Y, hasta ahora sin visos de modificaciones, se cargó con desprecio todo intento de cambios siquiera por maquillaje.
 
El hazmerreír de una mesa política con los mismos rostros de la derrota y el nombramiento de un ministro de Interior que ya lo era de facto, tras el pase de Guillermo Francos a la Jefatura de Gabinete, es todo de ella. Es de ella -en todo caso, junto con el edecán de Francos- llamar al diálogo con los gobernadores mientras se vetan los fondos de ATN a las provincias, para no hablar de la "profunda autocrítica" que en simultáneo rechaza el financiamiento a las Universidades y la emergencia pediátrica Garrahan incluido.
 
Es de ella haberse animado a un acto de lanzamiento de LLA en Tucumán, ante un estadio cuyas tribunas debieron cubrir con lonas negras para ocultar el vacío; en el que brilló por su ausencia cualquier cántico de aliento y donde, en poco más de dos minutos de balbuceos, volvió a incurrir en el espectáculo de su terrorismo sintáctico. Sin más vueltas, he aquí la Presidenta real en ejercicio directo de la función.
 

14-09-2025 / 09:09
El miserable Gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei no solo canceló los fondos destinados a las personas discapacitadas, a los inundados o a la ciencia, también se apropió de los dólares de los créditos internacionales otorgados específicamente para esas actividades. Solo en Discapacidad figuran 560 millones en divisas que nadie sabe a dónde fueron, con la excepción de dos viajes de Spagnuolo a Israel. El Gobierno libertario no explica dónde está la plata que debería ir a ciencia o discapacidad. La hipótesis del Congreso de que los fondos están en el Tesoro para contener el esquema cambiario.
 
Pocas horas después de la paliza electoral en la Provincia de Buenos Aires, Milei recibió en Casa Rosada al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn. El lunes al mediodía, ambos posaron para la foto junto a Luis "Toto" Caputo, Guillermo Francos y la motosierra de bronce que corona el despacho presidencial. El titular del organismo también había sido muy requerido para entrevistarse con dirigentes de la oposición, pero alegó estar muy ocupado.
 
Desde la comisión bicameral Revisora de Cuentas del Congreso, que conducen el diputado Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria), querían citarlo para indagar en la letra chica de los créditos que el organismo le otorgó al país en los últimos meses.
 
La preocupación, que se hizo explícita en la última sesión de la comisión, es que muchos de esos fondos --cientos de millones de dólares-- en principio destinados a financiar obra pública y programas de inclusión como la discapacidad o la investigación científica, registran niveles de ejecución nulos o muy por debajo de lo pactado a la firma. Lo cual habilita la hipótesis de que el Gobierno desvía esos recursos hacia las cuentas del Tesoro para contener el actual esquema cambiario y favorecer la bicicleta financiera.
 
En lo que va del año, el Gobierno reconoció haber gastado unos 277 mil millones de pesos (algo menos de 250 millones de dólares) de lo que ingresó vía los distintos créditos de inversión del BID y otros organismos. En total hay unos 140 programas de desarrollo vigentes, desde los pautados para financiar el Progresar hasta la extensión y fortalecimieinto de la red de agua potable, pero el país hasta ahora vió poco y nada de esos fondos.
 
A esta altura del año (en ocho meses), los dos gobiernos anteriores (Cambiemos y Frente de Todos) ya habían ejecutado en promedio más de 1.500 millones de dólares. Es decir, la ejecución de Caputo es prácticamente del 20 por ciento de lo esperable. En paralelo, el Tesoro utilizó 500 millones de dólares para pisar el dólar en las semanas previas de la elección bonaerense.
 
El BID aprobó en julio de este año la "Estrategia País 2025-2028" para la Argentina, un paquete de apoyo financiero por un total de 10.000 millones de dólares (7.000 para el sector público y 3.000 para la inversión privada).
 
Si bien el organismo trabaja con todos los gobiernos y cada uno tiene una orientación específica, en este caso respalda a una administración que solo se preocupa por mantener el esquema cambiario-electoral, mientras tiene un desprecio palpable hacia la obra pública y pasa la motosierra por sectores sensibles. Lo contrario a lo que, a priori, buscan los organismos de crédito cuando apoyan a los países. Pese a todo, Goldfajn sigue apostando por Milei.
 

13-09-2025 / 10:09
Desde el 10 de diciembre de 2023, los auto percibidos libertarios (que en realidad son los nietos de la dictadura, los hijos del menemismo y los hermanos menores del macrismo), sembraron odio, represión, industricidio, desprecio, hambre, pobreza, deuda, desocupación, negacionismo, homofobia, racismo y misoginia.
 
Se vienen tiempos de derrota sin revancha, porque parece que no fue un gran plan dejar sin remedios a los pacientes oncológicos, vaciar de alimentos los comedores populares, pegarle a los jubilados, estafar con una criptomoneda y afanarle a los discapacitados. ¿Podían esperar otro resultado, los que por primera vez pisaron el conurbano, para decirle al pueblo, en campaña y sin intermediarios, "negros de mierda"? ¿Podían esperar otra cosa los que dijeron que la justicia social era una estafa?
 
Creyeron que la realidad, no era la única verdad y cocinaron su suicidio político, gritando desde aquella infame ficción del 17.000% de inflación, hasta el relato perverso con el que aseguran haber sacado a 12 millones de la pobreza. No podía terminar de otra manera una locura que comenzó exigiendo que más de tres tenían que pedir permiso para juntarse en una esquina. No podía terminar de otra manera aquel grito libertario el día de la asunción que clamaba "Po-li-cía, Po-li-cía".
 
Perdieron en las urnas, la motosierra, el protocolo anti-piquetes, el DNU 70/23, la Ley Ómnibus, la Ley Bases, el Pacto de Mayo y la Patria financiera. Perdió el presidente que eligió como enemigo público número uno, a un pibe autista de 12 años. Perdieron las desregulaciones ridículas y las importaciones suicidas. Perdieron la mesa de dinero del Toto Caputo, la crueldad de Patricia Bullrich, el cinismo de Pettovello, la violencia discursiva de Adorni, el verso de Francos y el afano a cuatro manos de los Menem.
 
Perdió un gobierno diseñado exclusivamente para el gran capital y el mercado. Perdieron Kueider, el pastor que convirtió los pesos en dólares y los hermanitos de la Suizo-Argentina. Perdieron De Loredo, el comisario conspirador y candidato, Tronco, la Avenida del Medio, los premios internacionales de plástico, Roberto Piazza, Fátima y Yuyito.
 
Perdieron los que se reunieron con Astiz y los que soñaron con intervenir la provincia de Buenos Aires. Perdieron Libra y el 3% de la coimera Karina. Perdió el Indec de Lavagna. Perdieron el Pacto de Acasusso, Macri, Ritondo, Santilli y Valenzuela. Perdieron Lilia, Benegas Lynch y la tarotista que no pudo ver la derrota.
 
Perdieron la soberbia de Pareja, los "héroes" del veto a jubilados, los periodistas que van a escuchar ópera a Olivos y los que se saben de memoria los diálogos de "Homo Argentum". Perdieron las redes sociales, las patotas tuiteras, el "pedo buzo", "comprá campeón" y "cárcel o bala". Y perdieron todos los gobernadores que, como Frigerio, hasta hace un ratito, fueron cómplices del desastre presente, acompañando en el Parlamento la construcción de un país irrespirable.
 
Ganó la unidad del peronismo. Ganaron los discapacitados, los expulsados del sistema, los que laburan por sueldos de miseria y la gran pelea de los jubilados. Ganaron la obra pública y la industria nacional. Ganaron el Garrahan, el Bonaparte, el Conicet, el INTA y el INTI. Ganó la Universidad pública. Ganaron los que "cagan en latas y pisan el barro". Le ganó el pueblo a la "gente de bien".
 
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12-09-2025 / 10:09
Fernando "el Cantor" Cerimedo, dueño de La Derecha Diario y una figura clave en la campaña que hizo presidente a Javier "el Loco" Milei, declaró bajo juramento ante la Justicia que Diego Spagnuolo le había ido contando "en cuotas", durante conversaciones sostenidas a lo largo de 2024, el mismo esquema de sobornos con los medicamentos para discapacitados que, según los ya famosos audios, terminaba en Karina "la Recaudadora" Milei y la Casa Rosada.
 
Cerimedo, consultor de La Libertad Avanza, declaró ante el fiscal Franco Picardi en el marco de la investigación por una red de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Durante su testimonio, confirmó que el exdirector del organismo, Spagnuolo, le había «hablado de hechos de corrupción» y hecho mención «a coimas». Esta declaración es considerada un elemento central para la pesquisa que intenta determinar la existencia de un circuito de sobornos que involucraría a la ANDIS y a la droguería Suizo Argentina SA.
 
En su relato, Cerimedo ratificó el contenido de las denuncias, sosteniendo que Spagnuolo le había comentado sobre posibles irregularidades. Sin embargo, negó de manera rotunda haber sido el autor de las grabaciones que desataron el escándalo. Argumentó que nunca se reunió en el lugar que se escucha de fondo en los audios y cuestionó su presunta motivación para perjudicar al Gobierno libertario, destacando su apoyo público a la administración.
 
Respecto a su vínculo con el exfuncionario, Cerimedo no ocultó que mantuvo una buena relación, la cual fue facilitada por el presidente Milei. Precisó que Spagnuolo solía contarle «cosas de internas y de política» utilizando expresiones similares a las de las polémicas grabaciones. Cerimedo aclaró además que en la conversación filtrada no se hablaba del presidente, sino de la cercanía de Spagnuolo con Milei.
 
Mientras tanto, la defensa de la familia Kovalivker, propietaria de la droguería mencionada, ha solicitado la nulidad de la investigación. Alega que la causa se inició basándose en una grabación obtenida de manera ilícita, lo que constituiría una violación a la intimidad de Spagnuolo.
 
La investigación se encuentra próxima a un momento crucial, con el vencimiento en una semana del secreto de sumario. Esto permitirá a las partes acceder al expediente completo. En este escenario, se evalúa que Spagnuolo podría optar por convertirse en «imputado colaborador», una figura que le permitiría mejorar su situación legal a cambio de aportar datos veraces y relevantes para la causa.
 
La declaración de Cerimedo es una bomba político-judicial. Es el primer testimonio directo ante la justicia federal que confirma no sólo la autenticidad de los audios de Spagnuolo sino su contenido: la existencia de una matriz de corrupción en el corazón del gobierno libertario para cobrar coimas en la compra de medicamentos para los discapacitados.
 
La confirmación en sede judicial del esquema de coimas instrumentado en conjunto con la droguería Suizo Argentina de la familia Kovalivker amenaza así con erigirse en el gran escándalo de corrupción del gobierno anarco capitalista de Milei y sumar otro capítulo negro a la historia de la política ultra derechista argentina.
 
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