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“Si alguna vez llega el fascismo al poder lo hará en nombre de la libertad”. Thomas Mann, premio Nobel 1940.
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Nacionales - 15-09-2024 / 09:09
LAS PROVOCADORAS ÓRDENES DE BULLRICH Y LA IMPUNIDAD QUE LES GARANTIZAN AUNQUE VIOLEN TODOS LOS PROTOCOLOS

Los guardianes del ajuste del Loco Milei, que golpean y gasean a jubilados, tienen su recompensa

Los guardianes del ajuste del Loco Milei, que golpean y gasean a jubilados, tienen su recompensa
Los jubilados tienen buenas razones para protestar por el veto de Javier “el Loco” Milei, pero el Gobierno anarco capitalista se ocupó de garantizarles millones de razones a los encargados de reprimirlos. Los uniformados reciben entre nueve y doce veces más que un haber mínimo. La pasión de los cuerpos especiales por pelear, se debe a su afinidad con las ideas libertarias y la baja de línea de Patricia Bullrich.
Los jubilados tienen buenas razones para protestar por el veto de Javier "el Loco" Milei, pero el Gobierno anarco capitalista se ocupó de garantizarles millones de razones a los encargados de reprimirlos. Los uniformados reciben entre nueve y doce veces más que un haber mínimo. La pasión de los cuerpos especiales por pelear, se debe a su afinidad con las ideas libertarias y la baja de línea de Patricia Bullrich.
 
La desproporción es descomunal y, encima, el gobierno de Milei la resuelve a palos. Los jubilados de la mínima que estuvieron en la marcha del jueves cobran 234.000 pesos en este mes de septiembre, a lo que hay que agregar el bono de 70.000 pesos. Total: 304.000 pesos. De haberse rechazado el veto, hubieran cobrado 317.000 pesos. Pierden por goleada contra la inflación y lo cierto es que la votación en el Congreso sólo consistía en restituirles el 8,1 por ciento que les quitaron en abril.
 
Pero pierden por una goleada aún mayor comparados con los ingresos de los efectivos de las fuerzas de seguridad que fueron a pegarles. Los policías federales y los gendarmes que estaban detrás de los escudos, tirando gas pimienta y reprimiendo, tienen la jerarquía de inspector (policías federales) y alférez (gendarmes) o grados todavía más altos, principal y hasta segundo comandante.
 
El sueldo básico de un inspector o un alférez es, en septiembre, 977.000 pesos. Pero, con los adicionales, duplican esa cifra. Por ejemplo, el gendarme cobra por "prevención barrial" 419.287 pesos y recibe una "compensación por recargo de servicio" de 9.933 pesos por día, lo que supera otros 200.000 pesos en un mes. Pero hay otros adicionales.
 
Los efectivos agregan ingresos por la antigüedad y por el riesgo. Buena parte de los que estaban sentados en las motos, los que golpeaban y accionaban los sprays, superarán este mes los dos millones (2.000.000) de pesos de sueldo más adicionales. Los mandos, los que dirigían en la calle al malón uniformado, están muy por encima de los 3.000.000 de pesos. La proporción es esa. La gran mayoría de los jubilados, 304.000 pesos. Los que pegaban y tiraban gas, más de 2.000.000 y los jefes más de 3.000.000 de pesos.
 
Entre los propios policías y gendarmes se ríen de esos cuerpos especiales: los que aspiran a estar en ellos son, en general, los que tienen cierta pasión por pelear, pegar, por el enfrentamiento físico, la tonfa, los gases, las balas de goma. Muy diferentes a los que se postulan para los cuerpos de investigaciones o pericias. Y son, por escándalo, los más indisciplinados. Dentro de las fuerzas los catalogan como "los más brutos". Obviamente, los de cuerpos especiales dicen que los demás son "maricones", "no tienen huevos" y lindezas por el estilo.
 
Los cuerpos integrados por efectivos que se creen superhéroes explican el operativo caótico del jueves, con policías tirando gases de manera indiscriminada, disparándole con escopeta de postas de goma a una jubilada desde muy cerca (riesgo de vida), golpeando en la cabeza y con las motos descontroladas.
 
Es un secreto a voces dentro de las fuerzas de seguridad que en esos cuerpos especiales hay niveles sorprendentes de adicción, incluyendo en la previa de los operativos. Las cosas derivan en las indisciplinas que se vieron. Porque tirar gases de la forma que se tiraron no encaja en los protocolos o el entrenamiento previo: son un accionar indisciplinado. 
 

 
Quienes tienen experiencia dentro de las fuerzas de seguridad sostienen que el operativo tenía un objetivo: que la gente no se acerque al Congreso. Pero cuando el jueves se lanzaron a reprimir la desconcentración, todo se desmadró por completo. Cada efectivo hizo lo que quiso, por lo que prevaleció el carácter patoteril de los policías y gendarmes.
 
 
El mensaje de la ministra
 
Por supuesto que de arriba hacia abajo se transmitió, y se sigue transmitiendo, el "hagan lo que quieran, peguen, tiren gases libremente", sin límite alguno. Todo fue justificado por el Ministerio de Seguridad y Patricia Bullrich, al punto de poner en marcha la jugarreta del falso video de los gases a Fabrizia, la niña de 10 años.
 
La reacción no fue la de poner en disponibilidad al efectivo que claramente aparece tirando el gas hacia abajo, direccionado a la madre y la hija. Ni siquiera amagaron con decir que iban a investigar el caso. Se lanzaron a la defensa de lo realizado, a avalar esta represión y la que viene y la que viene.
 
Toda la impronta viene desde el Ministerio de Seguridad. Por ejemplo, antes se conversaba con los referentes de cualquier marcha, se negociaba que dejaran libres uno o dos carriles, que ocuparan tal lugar pero no tal otro. Y, por lo general, había un funcionario del propio ministerio buscando que las cosas se resolvieran sin lastimados. El gobierno de Javier Milei optó por la represión, sin medias tintas.
 
El mejor ejemplo de lo que ocurre es la "transformación" de Luis Rollé, el actual jefe de la Policía Federal. Rollé llegó al cargo de casualidad. Fue designado en 2023 para organizar la custodia de los debates presidenciales. Ahí le cayó bien a Javier Milei pero sobre todo a Nicolás Posse, que era el encargado por parte de La Libertad Avanza. Cuando el nuevo gobierno tuvo que resolver la designación del jefe de la Federal, mandaron a llamar a Rollé.
 
Lo insólito es que el comisario Rollé fue Director General de Operaciones durante algunos años del gobierno de Alberto Fernández, es decir que tiene experiencia en manejar la calle sin que haya ningún choque, ningún herido. Se negociaba, se hablaba con los manifestantes, se buscaba evitar la confrontación.
 
Ahora Rollé responde a lo que pide la ministra: los policías empujan, provocan a los manifestantes, los hostigan, buscan el choque. Se acosa a los que marchan aun cuando se están desconcentrando, como ocurrió el jueves. Un ejemplo claro de la estrategia cuasi bélica de Bullrich es la cantidad insólita de tubos de gas pimienta que tienen los efectivos y el visto bueno para el uso de esos sprays.
 
Dado que la orden explícita o tácita fue pegar y tirar gases a discreción, la ministra no quiere -ni tampoco puede- dar marcha atrás. Mantiene, al menos por ahora, a Rollé en el cargo, pese a que el jefe no fue designado por ella sino por Posse, algo que en el gobierno de LLA es mala palabra. Bullrich sabe que sacar de la cancha a Rollé le quita autoridad a sus órdenes de represión.
 
Y en la Casa Rosada todos prevén que la conflictividad va a seguir creciendo: no quieren grietas en la respuesta represiva. De hecho, pasaron menos de 48 horas y el propio Milei respaldó a Bullrich llevándola a la Sociedad Rural, en un acto que no tenía la menor relación con la cuestión de seguridad.
 
 
Cuestiones de zurdos y judíos
  
Como ya señaló Página/12 en febrero, la mayoría de los integrantes de los cuerpos especiales son votantes de Javier Milei. Provienen de familias de tradición policial o de suboficiales militares, odian a "los zurdos y a los movimientos sociales". En el caso de los gendarmes y los prefectos, hay menos politización, son efectivos que llegan desde ciudades del interior del país, en muchos casos fronterizas, más tentados por los sueldos y venir a las grandes ciudades que por la tentación represiva.
 
El punto oscuro es el antisemitismo: a la mayoría les cae mal, muy mal, el coqueteo de Milei con el judaísmo. Buena parte de esos efectivos son sostenedores de que "los judíos dominan el mundo" o que "fueron los creadores de la pandemia" o que "se quieren apropiar de la Patagonia". Incluso algunos se agarran de la vieja cláusula constitucional, derogada en 1994: "Milei no puede ser presidente porque es judío".
 
En el marco de esa desconfianza, los que pegan palos tienen interiorizado el discurso contra "la subversión" y el insólito revival del peligro comunista alentado por el mandatario. Pero quienes conviven con los integrantes de los cuerpos especiales afirman que tienen lealtad, por sobre todo, hacia los dos o tres millones de pesos que ganan todos los meses. Una cifra que la gran mayoría, sólo con secundario completo o incompleto, seguramente no conseguiría en otro trabajo.
 
Por Raúl Kollmann
 
Fuente: Página 12
 

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12-10-2024 / 09:10
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei que acusó a las universidades de actuar como centros de adoctrinamiento, es responsable del repentino brote de politización y radicalización estudiantil que hace recordar a los años 70.
 
El veto a la ley de financiamiento universitario, su aprobación y la ofensiva oficial para destruir a la universidad pública tuvieron el mismo efecto que patear a un león dormido. Milei acusó de adoctrinamiento cuando menos participación política había en las universidades. Fue una gran mentira y ahora deberá confrontar con un movimiento estudiantil fortalecido y reactivado.
 
La toma de facultades en todo el país no refleja la acción de pequeños grupos politizados, sino que tiene consenso de la mayoría estudiantil que hasta hace poco era reacia a la acción política. Las tomas fueron decididas en asambleas, junto a docentes y no docentes.
 
En Psicología de la UBA, la conducción del centro de estudiantes no estaba de acuerdo con las tomas, pero la mayoría decidió en asamblea tomar la facultad. En La Matanza, las que se opusieron fueron las autoridades, que resultaron sobrepasadas por los estudiantes y se vieron obligadas a abrir los portones. Las tomas fueron masivas en la universidad cordobesa y en provincias como Salta y Tucumán, en Rosario y en la universidad cuyana.
 
En La Matanza se declaró persona no grata y se planteó la expulsión del profesor Alejandro Finocchiaro, ex ministro de Educación de Mauricio Macri y uno de los diputados que respaldó el desfinanciamiento de las universidades que impulsa el gobierno. Este profesor universitario argumentó su voto contra las universidades porque "antes de votar con el kirchnerismo me corto un brazo".
 
El radicalismo de Franja Morada hegemonizó el movimiento estudiantil desde el gobierno de Raúl Alfonsín. Al revés de lo que dijo el gobierno, desde la salida de la dictadura se produjo un proceso gradual de despolitización del movimiento estudiantil, cada vez más volcado a la actividad puramente gremial.
 
También al contrario de lo que dijo Milei, ese proceso fue más pronunciado en las nuevas universidades del conurbano, las que no mostraban paredes pintadas o grandes carteles de las agrupaciones politizadas.
 
El brutal ajuste que está aplicando el gobierno en las universidades anuló la perspectiva de futuro de miles de estudiantes. La inseguridad y la incertidumbre se han extendido en las aulas, el debate político surgió como una necesidad, incluso entre los que votaron a Milei.
 
Docentes y no docentes coinciden en que se hizo masiva la participación estudiantil. El movimiento tiene antecedentes como catalizador de las luchas populares. Y es el forjador de las futuras generaciones de profesionales y dirigentes.
 

11-10-2024 / 12:10
Javier "el Loco" Milei intentó reivindicar al youtuber libertario rentado que fue corrido en la manifestación del miércoles frente al Congreso. Para eso, no se le ocurrió mejor idea que ir al local de empanadas donde se refugió, pero lo que consiguió es que lo insulten y abucheen. Las agresiones sufridas en los últimos días por agitadores de La Libertad Avanza -muchos de ellos, con cargos y fueros- es usada por el Gobierno para señalar la barbarie en el ojo ajeno. Es una trampa: la violencia que enrarece el aire en la Argentina es responsabilidad exclusiva de Milei.
 
El viernes pasado, militantes de LLA encabezados por el secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, y los diputados Agustín Romo y Santiago Santurio fueron repudiados y agredidos en la Universidad Nacional de La Plata por organizaciones estudiantiles, docentes y no docentes. La delegación libertaria se presentó en la UNLP para dar una charla inmediatamente después del veto presidencial a la ley de financiamiento de las universidades y de la marcha multitudinaria en defensa de esa norma en el Congreso.
 
Este miércoles, en las afueras del Congreso, después de que el oficialismo lograra sostener el veto a la ley, manifestantes identificados con agrupaciones de izquierda le pegaron a Fran Fijap, un youtuber libertario que minutos antes, para celebrar la votación que sepultó la ley que aumentaba el presupuesto destinado al sistema público de educación superior, había tuiteado: "Se mantiene el veto contra el proyecto de los degenerados fiscales. LTA (NdR: "La tienen adentro") zurdos".
 
Romo y Fijap no son unos zarpados más mileístas que Milei que se pasan de rosca en su violencia verbal contra las personas que expresan y militan ideas opositoras. En rigor, no hacen más que seguir el ejemplo  Milei.
 
Unas horas antes de que lo corrieran y le pegaran, el agitador digital había posteado un fragmento del discurso que el Presidente había pronunciado por la mañana frente a una platea de empresarios divertidísimos con el mandatario insultador. "No les demos lugar a los zurdos de mierda", había arengado el jefe del Estado. Fijap había encabezado su tuit anunciando que "Milei aniquiló a los zurdos que lo envidian" y lo había cerrado invitando a darle "RT para que revienten los zurdos". Todo normal para los libertarios.
 
Se sabe y aumenta el riesgo de naturalizarlo: el Presidente insulta a todas las personas y grupos que lo critican o simplemente expresan ideas contrarias a su pensamiento. El Presidente no critica ni cuestiona: insulta. En el Parque Lezama, descargó una ráfaga impresionante de descalificaciones a periodistas, economistas, sindicalistas, encuestadoras, kichneristas y otros colectivos a los que calificó de ensobrados corruptos soretes siniestros delincuentes sindigarcas parásitos degenerados y econochantas. Además, alentó a sus barrabravas, agitando sus brazos, a cantarles "¡Hijos de puta! ¡Hijos de puta! ¡Hijos de puta!" a todos esos enemigos.
 
Cuando la violencia es ejercida y alentada por el Estado y, como en este caso, personalmente por quien lo conduce, todas las réplicas provocadas por particulares o grupos de particulares son su responsabilidad y ningún episodio violento puede ser colocado en un pie de igualdad. Es lo que intenta hacer, de mínima niega su propia violencia y se victimiza frente a la de sus adversarios.
 
El gobierno libertario en una actualización de la teoría de los dos demonios, en sintonía con su negacionismo del terrorismo de Estado y su reclamo de las dos verdades, es una aspiración que contradice toda la legislación internacional a la que adhiere la Argentina. No hay dos demonios en el país distópico. La violencia es toda de Javier Milei.
 
La Opinión Popular
 

10-10-2024 / 09:10
En una votación muy ajustada, el miserable y cruel gobierno oligárquico de Javier "el Loco" Milei consiguió salvar el veto que desfinancia las universidades con el apoyo de la casta del PRO, los "heroicos" tránsfugas radicales, provinciales y los peronistas traidores  Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, en una indisimulada compraventa de votos. Pero el conflicto sigue abierto. Volverá al Congreso con la discusión del Presupuesto, y la propia comunidad universitaria reaccionó con decenas de facultades tomadas y un paro nacional para este mismo jueves, mientras el desquiciado Milei amenaza con el Terrorismo de Estado.
 
Milei confirmó este miércoles que es capaz de tejer una red de contención que le permite gobernar a la defensiva, muy lejos de la democracia y muy cerca de una dictadura, a fuerza de decretos que voltean leyes, pero volvió a sentir el vértigo de hacer equilibrio en el borde del precipicio. Con 35 de los 38 votos que tiene en la Cámara de Diputados, el PRO fue clave para sostener el veto. Mauricio Macri terminó de recibirse de esbirro del Presidente y su partido, de furgón de cola de La Libertad Avanza. El ingeniero se consolidó como el forro de una gobernabilidad que Milei ata con alambre.
 
El triunfo pírrico de Milei afianzó un conflicto que puede arruinarlo. Es que, opositores y aliados ponen paños fríos a la algarabía libertaria y advierten que las universidades no son el mejor rival para un Gobierno y con este veto se inició una disputa capaz de erosionar al Presidente hasta su último día en la Casa Rosada. Referentes del PRO, bloque clave en la banca al veto, habían advertido a funcionarios sobre la inconveniencia de elevar el conflicto que no terminará con el veto aceptado. Las universidades no son enemigas para tener. Están en todos lados y llegan a mucha gente. La mayoría tiene prestigio y todas movilizan a sus comunidades.
 
El veto despertó la rebelión estudiantil. Explota la lucha universitaria en todo el país. Estudiantes toman distintas medidas de fuerza contra la aprobación del veto ajustador del gobierno libertario y la casta cómplice contra la universidad pública. Lejos de bajar los brazos, crece la bronca en el movimiento estudiantil. En distintas facultades se dieron acciones espontáneas durante la tarde y la noche del miércoles que vienen resolviendo medidas de acción directa: cortes de calle, asambleas, ruidazos, tomas de facultades y enfrentamiento con las autoridades.
 
El martes por la noche había 22 instituciones educativas de todo el país ocupadas en protesta contra el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario. El miércoles por la mañana, justo antes de la sesión en la cámara de diputados, ya eran 33. Después de que el Congreso ratificó la decisión de Milei ese número se duplicó. Más de 60 facultades y colegios en todo el país pasaron la última noche tomados por sus estudiantes. Quien crea que 85 diputados ensobrados pueden clausurar el conflicto está viendo la película equivocada. Se abrió una caja de Pandora.
 
El Frente Sindical Universitario, compuesto por todas las organizaciones de trabajadores de las universidades públicas, declaró para la jornada de hoy un paro de 24 horas. No es el primero y no va a ser el último. Se descuentan nuevas medidas de fuerza. El conflicto ya pasó de los claustros a las calles y las rutas. Anoche en varias ciudades del país volvieron a sonar cacerolas. La única respuesta que ensaya el gobierno es la represión de Patricia Bullrich, como en la dictadura militar. Pero el régimen autoritario conducido por Milei está más débil que nunca.
 
A Milei lo que más le importa es ganar la supuesta batalla cultural que libra contra todo lo que implique una institución colectiva. Todo lo que no sea un individualismo extremo anarco capitalista es considerado socialismo, cualquier institución que implique una colaboración entre los seres humanos, cualquier gesto de sensibilidad por el otro. El 0,14 del PBI, es el costo fiscal del proyecto que decidió vetar. No hay explicación económica. Si la universidad pública no le costase al Estado un centavo, él encontraría otra excusa para destruirlas. Porque la oligarquía le tiene terror a que la gente que no es rica se eduque y porque hay un componente importante de sadismo en Milei. No se trata sólo de la falta de sensibilidad por el sufrimiento del pueblo. Hay placer en generar ese sufrimiento.
 
La Opinión Popular
 

09-10-2024 / 11:10
Quizá el cruel Javier "el Loco" Milei sí haga historia, pero como uno de los pocos presidentes que amenazan a su propio pueblo mientras éste se moviliza. El desquiciado mandatario compartió un tuit donde se puede leer claramente una amenaza violenta contra aquellos que se manifiesten en contra de las políticas anarco capitalistas.
 
En medio de una situación económica, política y social caótica; donde las marchas se suceden todos los días gracias a las terribles políticas de ajuste, el mensaje del Loco Milei, como en la dictadura, genera repudio. En el tuit se expresa: "Marchas, paros, tomas... quieren derrocar al presidente con más huevos de la historia. Están avisados zurdos. Después no lloren DDHH y lesa humanidad". Este terrible y amenazante mensaje fascista fue compartido por el mismísimo mandatario argentino que cada día da más vergüenza ajena.
 
Con los números ajustados, el oficialismo presiona hasta último momento para conseguir blindar este miércoles el veto de Milei a la ley de Financiamiento Universitario. Apuestan todo a convencer a gobernadores dialoguistas y comprar ausencias o abstenciones clave. Hay votos en danza y los radicales, otra vez, enfrentan fugas que serán decisivas.
 
"Se va a terminar de definir en el recinto", señalan en La Libertad Avanza, donde se declaran "bilardistas", como Milei. No van a cantar victoria hasta que no tengan los votos garantizados. También, consideran que hay muchas bancadas "especulando" porque no quieren quedar en el bando perdedor. Para ratificar la ley la oposición necesita dos tercios, pero sobre el total de los votos. Para ese cálculo no cuentan las ausencias pero tampoco las abstenciones.
 
De antemano se sabe que habrá, al menos, cuatro ausentes: Héctor Stefani (PRO), Ricardo López Murphy (Encuentro Federal), Oscar Zago (MID) y Fernando Carbajal (UCR). Si fueran los únicos ausentes el oficialismo necesitaría 85 votos a favor para alcanzar el tercio y sellar el veto, pero todavía no alcanza ese número, con los confirmados hasta ahora.
 
Sin embargo otros aún juegan al misterio, como los tres tucumanos que responden al mandatario Osvaldo Jaldo. Esperan una reunión con su mandatario para anunciar su decisión. Sin embargo, desde que se abrieron del bloque de Unión por la Patria votaron todo junto al Gobierno libertario y dos de ellos ya habían votado en contra de la ley de Financiamiento Universitario.
 
A favor del veto, el oficialismo cuenta a sus 39 diputados de La Libertad Avanza, al menos 35 del PRO, 2 del MID, a la tucumana Paula Omodeo y cuatro de los cinco radicales que ya se rebelaron cuando se trató la insistencia de jubilaciones para ser "héroes ensobrados" de Milei.
 
Este martes a la noche hubo una tensa reunión de bloque de la UCR que terminó con caras largas y nuevas dudas sobre el futuro de la bancada. En el encuentro, tres legisladores informaron su intención de acompañar a Milei para blindar el veto, a pesar de que las universidades son una histórica bandera del partido, y que sus compañeros los increparon fuertemente y hasta les pidieron que al menos falten o se abstengan. Se trata de Luis Picat, Mariano Campero y Martín Arjol. "Hay que esperar a mañana a ver si cambian de idea y en todo caso después ver cómo sigue el bloque", confirmó un legislador de la bancada radical.


En la vigilia de la votación ya hay distintas facultades tomadas y este miércoles se espera que haya manifestaciones contra el veto fuera del Congreso.

La Opinión Popular

08-10-2024 / 10:10
Uno de los relatos más potentes que alimenta el imaginario colectivo nacional es que Argentina es "un país de clase media". Este concepto se fue gestando lentamente a medida que el país se consolidó como estado-nación y fue desarrollando un modelo económico, político y social. La inmigración, la educación pública, la industrialización y la urbanización del país fueron factores clave en la formación de una subjetividad de clase que se transformó en un atributo diferencial de la identidad nacional.
 
La existencia y expansión de la clase media ha contribuido a la cohesión social funcionando como un factor estabilizador, evitando la polarización extrema entre ricos y pobres, pero al mismo tiempo, al concebirse como un grupo separado de los sectores de menores ingresos, ha dificultado la posibilidad de tejer redes solidarias políticas más amplias entre ciudadanos que comparten más intereses de los que reconocen.
 
A pesar de las recurrentes crisis políticas, económicas y sociales, muchos argentinos han mantenido su autoidentificación como integrantes de la clase media. Incluso cuando las condiciones económicas empeoraron, la aspiración a pertenecer a la clase media se mantuvo vigente, lo que demostraba la resiliencia de esta identidad. Sin embargo, luego de décadas de inestabilidad económica, una parte importante de la identidad nacional, asociada al valor simbólico de pertenencia a la clase media, esté cambiando.
 
El gobierno de Juan Perón implementó una serie de políticas públicas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, incluyendo la construcción de viviendas, barrios y ciudades obreras que posibilitó que muchos trabajadores accedieran a la propiedad de la vivienda, un factor clave en la consolidación de una identidad de clase media.
 
Sin embargo, la ausencia de un horizonte claro, la incapacidad de producir una síntesis que conjugara el modelo agroexportador con el industrial, los cambios pendulares en la política económica y el fracaso de los gobiernos para gestionar de manera eficiente los recursos del Estado, produjeron un colapso del sistema económico en Argentina que se manifestó en el cierre de muchas fábricas, precarización del empleo, pauperización, inseguridad, exclusión y nulo o escaso acceso al crédito.
 
Las encuestas indican que sólo el 18% se reconoce como "clase media", mientras que el 37% de las personas se autopercibe de "clase media-baja" y el 41% de "clase baja". Sin embargo, el 81% de las personas que se define de clase "media baja" tiene ingresos por debajo de la línea de pobreza, fijada por el INDEC en $939.887 para una familia tipo. Esto significa que eligen identificarse con la clase media aunque técnicamente sean pobres.
 
Durante los gobiernos radicales de principios del siglo XX, se promovió la educación como un medio para igualar oportunidades, pero fue durante el período peronista, que la industrialización y la expansión del sector de servicios generaron una gran demanda de mano de obra calificada y semicalificada que permitió a muchos trabajadores acceder a mejores salarios y condiciones laborales, favoreciendo la formación de una clase media trabajadora asalariada.
 
El 22 de noviembre de 1949, Perón suspendió el cobro de los aranceles universitarios y logró que la educación superior dejara de ser un privilegio para transformarse en un derecho. Esta medida, interrumpida por los gobiernos de facto y reinstaurada por el de Raúl Alfonsín, fue determinante para que pudieran acceder a la universidad los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
 
Sin embargo, en las últimas décadas, la educación pública fue perdiendo su valor integrador. Las escuelas de nivel primario y secundario de gestión estatal dejaron de ser el ámbito donde se cruza el hijo del médico con el del obrero para transformarse en ámbitos segregados donde muchas familias envían a sus hijos simplemente porque no cuentan con los recursos suficientes para pagar una escuela de gestión privada.
 
Otra variable clave en la percepción de clase es la propiedad de una vivienda. Los programas de vivienda y el acceso al crédito fueron fundamentales para que sectores previamente excluidos del acceso a la propiedad pudieran mejorar sus condiciones de vida, contribuyendo a la percepción de pertenencia a la clase media. La inestabilidad económica y la inflación han dificultado la implementación de estos programas. Los datos de la encuesta revelan que el 58% de las personas no cree que vaya a poder acceder a una vivienda propia en el futuro.
 
Hace varias décadas primaba la idea de que Argentina era un país de clase media, idea vinculada, entre otros factores mencionados, a la fuerte presencia del Estado, tanto en la prestación de servicios básicos gratuitos como salud y educación, como en su rol de administrador de las relaciones de poder en la sociedad. La degradación de la calidad de esos servicios y la ausencia del Estado en algunas zonas del país fueron menoscabando la confianza de la población en las instituciones que debían velar por su interés.
 
Las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei no van a revertir la tendencia sino, más bien, a profundizarla. Sólo el 8% de los encuestados opina que sus políticas benefician a la clase media y a la clase baja, mientras que el 50% cree que benefician a los más ricos. Las políticas impulsadas por la actual administración libertaria perjudican la posibilidad de progreso. En poco tiempo, el país de clase media se transformó en un país de pobres.
 
La Opinión Popular
 

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