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“Si alguna vez llega el fascismo al poder lo hará en nombre de la libertad”. Thomas Mann, premio Nobel 1940.
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Nacionales - 10-09-2024 / 09:09
¿ES LEGAL PEGARLES A LOS JUBILADOS?

El cruel gobierno de Milei y Bullrich se deleita ante una posible nueva represión a los ancianos frente al Congreso

El cruel gobierno de Milei y Bullrich se deleita ante una posible nueva represión a los ancianos frente al Congreso
Cuando se espera que una multitud rodee mañana el Congreso contra el veto de Milei al aumento de las jubilaciones, la represora Patricia Bullrich amenaza con su protocolo ilegal, que le sirvió para garrotear a los mayores las últimas dos semanas. Quiere cualquier excusa para golpear, gasear o detener manifestantes. Lo que buscan es infundir miedo, aterrorizar. Pero ese decreto calificado de inconstitucional ya enfrenta dos presentaciones ante la Justicia y el cuestionamiento internacional en la CIDH y Naciones Unidas.
En el gobierno de Javier "el Loco" Milei advierten que este miércoles volverán a repetirse las escenas de jubilados golpeados y gaseados, con el agravante de que la manifestación contra el veto a la ley de movilidad contará con el apoyo de la CGT y los movimientos sociales. Mientras, la represora Patricia Bullrich le dice a la justicia que el derecho a la protesta está garantizado en el país. El protocolo represivo acumula cuestionamientos y la justicia mira para otro lado.
 
Así, todo está dado para que la protesta de este miércoles de los jubilados contra el veto de la ley de movilidad termine otra vez con gases, palos y detenciones al voleo. En el Gobierno se regodean ante la posibilidad de, esta vez, reprimir a mucha más gente: la marcha frente al Congreso contará con el apoyo de columnas nutridas de varios gremios de la CGT, las organizaciones sociales, la izquierda y las CTA.
 
En la Casa Rosada advierten que se preparan para una "batalla campal", dado que la postura de las fuerzas de Seguridad seguirá en la misma tónica de las últimas dos semanas: pegarle a cualquiera que ose movilizarse con tal de "garantizar el orden" del que Bullrich se vanagloria públicamente.
 
Ese "orden", hasta ahora, se basó en el protocolo represivo que estableció por decreto en diciembre pasado y que acumula causas judiciales que cuestionan su legalidad. La justicia, hasta ahora, no hizo más que dilatarlas, mientras siguen los palazos. La ministra incluso se dio el lujo de asegurar, mediante un escrito presentado ante un juzgado en lo Contencioso Administrativo, que en Argentina el derecho a la protesta, a las libertades de asociación y reunión y a peticionar ante las autoridades "se siguen ejerciendo sin ningún problema".
 
Hay dos expedientes en trámite desde hace casi los mismos nueve meses que lleva de gobierno Milei y en los que se discute la ilegalidad del protocolo antiprotestas" o "antipiquetes". En uno de ellos, que tramita ante el juez contencioso Martín Cormick, es que la cartera de Bullrich argumentó que en este país cualquiera se puede manifestar y expresar libremente sus discrepancias.
 
La otra causa estuvo en Comodoro Py, en manos del juez Sebastián Casanello, y tras de un sinuoso derrotero terminó en la Corte Suprema. Los supremos simplemente deben resolver quién es el juez/a o fuero competente. Sin embargo, por ahora no parecen tener ningún apuro en pronunciarse. Existe al menos otra investigación en la que se analiza la responsabilidad de agentes de fuerzas de seguridad en la represión y las heridas sufridas por manifestantes. También hay un proceso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 
 
Para reprimir la protesta social --clásica receta destinada a la aplicación del ajuste-- la gestión actual invoca el llamado "Protocolo para el mantenimiento del orden público ante el corte de vías de circulación", que fue publicado en el Boletín Oficial el 14 de diciembre de 2023, apenas llegó el gobierno libertario. Bullrich y equipo utilizan el lema "ley y orden" para justificar los despliegues violentos de las fuerzas de seguridad.
 
Ese eslogan se desarma fácil: el protocolo no es ley y, precisamente, uno de los cuestionamientos por los que está judicializado, es porque ha convertido a la protesta en un delito en flagrancia a través de una mera resolución. Además de que la protesta no es delito, se trata de una reforma penal de hecho, que representantes de Naciones Unidas observan con reparos y preocupación por ir a contramano de la normativa internacional obligatoria que protege los derechos humanos. 
 

 
EL GOBIERNO SE REGODEA ANTE UNA POSIBLE NUEVA REPRESIÓN FRENTE AL CONGRESO
 
Un protocolo cuestionado para desatar una eventual "batalla campal"
 
La cuestión del orden se basa en una falacia: las protestas desde que llegó Milei han sido pacíficas y la provocación siempre provino de las fuerzas de seguridad; también es trucho el objetivo de despejar la circulación y hacer prevalecer el "interés público" cuando son los agentes quienes con frecuencia ocupan la calle para desarmar la protesta. El gobierno ni siquiera acepta que quede despejado algún carril. Quiere cualquier excusa para golpear, gasear o detener manifestantes. Lo que buscan es infundir miedo, paralizar.
 
El jueves pasado recuperó la libertad Roberto de la Cruz Gómez, el último de los 33 detenidos en la movilización contra la Ley Bases. Estuvo preso en una cárcel federal casi tres meses. Pero el fiscal Carlos Stornelli está obsesionado con mantener abierta esta causa --en la que en línea con el Gobierno quiso imputar terrorismo a quienes se habían movilizado, vendían comida o pasaban de casualidad-- y ahora imputó a cinco personas más.
 
 
Escollos judiciales
  
Con excepción del juez Casanello, quien intentó avanzar en febrero, citó a Bullrich a una audiencia y le advirtió a que estaba cruzando los límites de lo legal, el comportamiento del Poder Judicial ha sido dilatar definiciones sobre el protocolo y sus consecuencias.
 
*Un habeas corpus de la legisladora porteña Celeste Fierro (MST-Frente de Izquierda Unidad), que también planteaba la inconstitucionalidad del protocolo, fue lo que dio inicio a la causa que tuvo el juez Casanello. Esta no lo suspendió pero le señaló límites a Bullrich y le exigió que adecuara "la actuación de las fuerzas policiales y de seguridad federales a los límites impuestos por nuestro Sistema Constitucional de Derecho" y a los pactos internacionales de protección de los derechos humanos.
 
Invocó criterios que en enero habían marcado tres relatores de  Naciones Unidas en una carta dirigida al gobierno de Milei (que éste ignoró) que señalaba aspectos ilegales de la norma. El magistrado le dijo a Bullrich que no puede aplicar el poder punitivo por fuera de la legislación y que si sus fuerzas advierten un delito deben pedir intervención judicial. El camarista Eduardo le sacó la causa y la mandó al fuero penal ordinario.
 
Ya desde antes, el expediente había peregrinado por esos tribunales y pasó por ocho juzgados y una Cámara. "Tuvimos que esperar 50 días cuando hicimos la denuncia con el Centro de Abogados por los Derecho Humanos hasta que Casanello aceptó la competencia, pero el gobierno logró quitarle el caso. Ahora está hace meses en la Corte, que tiene que resolver una simple discusión de competencia,  mientras se sigue aplicando el protocolo a quienes protestan", señaló Fierro a Página/12.
 
*El Centro de Estudios Legales y Sociales presentó un amparo colectivo en diciembre, donde denunciaba que el protocolo "lesiona, restringe, altera y amenaza derechos fundamentales garantizados en la Constitución Nacional y en diversos tratados internacionales sobre Derechos Humanos, como el derecho a la protesta, la libertad de expresión, de petición y de reunión. Es decir, es ilegal y arbitrario".
 
En un comienzo el juez Cormick se declaró incompetente y la causa terminó en la Cámara Federal, que tuvo la causa cuatro meses. En junio volvió al juzgado de Cormick quien, en agosto, le pidió el Estado Nacional que presente un informe previsto en la ley de amparo.
 
"El Ministerio de Seguridad dijo que el protocolo es legal y constitucional, que no hay ningún perjuicio o lesión al derecho y que la gente protesta con normalidad. Que es para poner orden, ya que el derecho a la protesta está sujeto a límites. Se valen de la idea de colisión de derechos (protesta versus circulación) pero anulan un derecho. Desde el CELS respondimos que no hay normalidad, que no está garantizado el derecho a la protesta en términos del sistema interamericano de derechos humanos si impedís que la gente corte la calle, modalidad histórica de visibilizar reclamos en Argentina. Reprimen y detienen, usan armas menos letales (gases, balas de goma, camiones hidrantes) en forma desproporcionada. La protesta no está garantizada", advierte Agustina Lloret, Coordinadora d Litigio y Defensa Legal del CELS.
 
El organismo recuerda jurisprudencia según la cual los cortes de tránsito no pueden ser asimilados al artículo 194 del Código Penal cuando son para ejercer "derechos como la libertad de expresión y de reunión". Cormick, tarde o temprano, tendrá que decir algo.
 
La especialista señala como casos emblemáticos el del 12 de junio (represión en la protesta por la Ley Bases que terminó con 33 detenidos/as), donde además "tuvo un fuerte papel el fiscal Stornelli" que se alineó con el discurso del gobierno que trató a los manifestantes como terroristas y desestabilizadores. Otro ejemplo es la creciente represión a  jubilados/as que van los miércoles a manifestarse.
 
"La presencia policial  y de otras fuerzas es fuerte en todas las protestas donde dicen que van a despejar las vías de circulación. A menos que sean movilizaciones muy masivas donde eso es imposible, como ocurrió con la marcha universitaria, o la del  24  de marzo, que es histórica. Cuando no hay millones de personas hacen el despliegue represivo y criminalizante, y claramente buscan un efecto disuasivo", señala Lloret.
 
El CELS hace presentaciones ante Naciones Unidas y la Comisión Interamericana sobre la reacción estatal ante cada protesta reprimida. Esto logró despertar preocupación hace dos meses hubo una audiencia de organizaciones argentinas con representantes de ambos organismos.
 
El gobierno de Milei tuvo que dar explicaciones y sus funcionarios aludieron a las manifestaciones como si fueran un alzamiento contra las autoridades democráticas. El secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, y el responsable de Cooperación Internacional del ministerio de Seguridad, Alberto Fohrig, dijeron que todo es para evitar una "desestabilización".
 
El representante para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humano, Jan Jarab, cuestionó el "desincentivo" al "derecho a la protesta" y el uso de la palabra "terrorista" para referirse a manifestantes. El comisionado José Luis Caballero, advirtió recordó que protestar "es una acción vinculada a la promoción y defensa de la democracia".
 
 
Números y políticas
  
En el informe "Bala y Cárcel" el CELS señaló que para julio último 665 personas habían sido heridas en protestas solo en la Ciudad de Buenos Aires; 47 trabajadoras/es de prensa quedaron heridos en manifestaciones; hubo 80 detenciones al azar en Córdoba, Rosario y CABA; se les quiere cobrar 131millones de pesos a organizaciones por el operativo del 12 de junio (tampoco existe transparencia sobre cómo se hace ese cálculo). Un mecanismo de disuasión de la protesta es realizar requisas en transportes públicos.
 
Solo el 20 de diciembre de 2023, por ejemplo, fueron requisados más de 700 transportes. El gobierno se ha negado a dar información sobre los operativos anti-protesta frente los pedidos de acceso de la exdiputada Myriam Bregman. Según el protocolo, además, pueden identifica a quienes organizan y convocan. Quizá sea uno de los motivos de tanta inversión en ciberpatrullaje y servicios de inteligencia.
 
Bregman tuiteó esta semana que en una causa a cargo del juez Julián Ercolini sobre la represión en la primera manifestación contra la Ley Bases, que se hizo el 1 de febrero, ya declararon 16 periodistas y fotógrafos y denunciaron que la policía les disparaba directamente a ellos, a la cara y a quemarropa (están presentados el Sindicato de Prensa de Buenos Aires la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina).
 
Fue la marcha donde quedó herido en un ojo con un balazo de goma el abogado de Matías Aufieri (del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos), hecho que forma parte de la pesquisa. El ataque a la prensa, como es obvio, pretende evitar los registros de la represión. Ese día en particular, además, se reprimía a gente que estaba arriba de una plazoleta (no en la calle). Esto está vinculado con otro hecho denunciado por los manifestantes, que es que de pronto bajó la iluminación en la plaza de los dos Congresos. El gobierno porteño lo confirmó, pero no explicó la razón.
 
En este contexto que intenta disuadir la protesta y meter miedo, las y los jubilados, como escribió Luis Bruschtein en este diario, se están convirtiendo en los verdaderos héroes de este tiempo que sostienen la movilización y ponen el cuerpo. Sobre ellos ha caído el gran peso del ajuste y la pelean a pesar de los palazos. Ese azote a los adultos mayores concita unos de los mayores rechazos del gobierno de Milei.
 
Por Irina Hauser
 
Fuente: Página 12
 

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12-10-2024 / 09:10
El gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei que acusó a las universidades de actuar como centros de adoctrinamiento, es responsable del repentino brote de politización y radicalización estudiantil que hace recordar a los años 70.
 
El veto a la ley de financiamiento universitario, su aprobación y la ofensiva oficial para destruir a la universidad pública tuvieron el mismo efecto que patear a un león dormido. Milei acusó de adoctrinamiento cuando menos participación política había en las universidades. Fue una gran mentira y ahora deberá confrontar con un movimiento estudiantil fortalecido y reactivado.
 
La toma de facultades en todo el país no refleja la acción de pequeños grupos politizados, sino que tiene consenso de la mayoría estudiantil que hasta hace poco era reacia a la acción política. Las tomas fueron decididas en asambleas, junto a docentes y no docentes.
 
En Psicología de la UBA, la conducción del centro de estudiantes no estaba de acuerdo con las tomas, pero la mayoría decidió en asamblea tomar la facultad. En La Matanza, las que se opusieron fueron las autoridades, que resultaron sobrepasadas por los estudiantes y se vieron obligadas a abrir los portones. Las tomas fueron masivas en la universidad cordobesa y en provincias como Salta y Tucumán, en Rosario y en la universidad cuyana.
 
En La Matanza se declaró persona no grata y se planteó la expulsión del profesor Alejandro Finocchiaro, ex ministro de Educación de Mauricio Macri y uno de los diputados que respaldó el desfinanciamiento de las universidades que impulsa el gobierno. Este profesor universitario argumentó su voto contra las universidades porque "antes de votar con el kirchnerismo me corto un brazo".
 
El radicalismo de Franja Morada hegemonizó el movimiento estudiantil desde el gobierno de Raúl Alfonsín. Al revés de lo que dijo el gobierno, desde la salida de la dictadura se produjo un proceso gradual de despolitización del movimiento estudiantil, cada vez más volcado a la actividad puramente gremial.
 
También al contrario de lo que dijo Milei, ese proceso fue más pronunciado en las nuevas universidades del conurbano, las que no mostraban paredes pintadas o grandes carteles de las agrupaciones politizadas.
 
El brutal ajuste que está aplicando el gobierno en las universidades anuló la perspectiva de futuro de miles de estudiantes. La inseguridad y la incertidumbre se han extendido en las aulas, el debate político surgió como una necesidad, incluso entre los que votaron a Milei.
 
Docentes y no docentes coinciden en que se hizo masiva la participación estudiantil. El movimiento tiene antecedentes como catalizador de las luchas populares. Y es el forjador de las futuras generaciones de profesionales y dirigentes.
 

11-10-2024 / 12:10
Javier "el Loco" Milei intentó reivindicar al youtuber libertario rentado que fue corrido en la manifestación del miércoles frente al Congreso. Para eso, no se le ocurrió mejor idea que ir al local de empanadas donde se refugió, pero lo que consiguió es que lo insulten y abucheen. Las agresiones sufridas en los últimos días por agitadores de La Libertad Avanza -muchos de ellos, con cargos y fueros- es usada por el Gobierno para señalar la barbarie en el ojo ajeno. Es una trampa: la violencia que enrarece el aire en la Argentina es responsabilidad exclusiva de Milei.
 
El viernes pasado, militantes de LLA encabezados por el secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, y los diputados Agustín Romo y Santiago Santurio fueron repudiados y agredidos en la Universidad Nacional de La Plata por organizaciones estudiantiles, docentes y no docentes. La delegación libertaria se presentó en la UNLP para dar una charla inmediatamente después del veto presidencial a la ley de financiamiento de las universidades y de la marcha multitudinaria en defensa de esa norma en el Congreso.
 
Este miércoles, en las afueras del Congreso, después de que el oficialismo lograra sostener el veto a la ley, manifestantes identificados con agrupaciones de izquierda le pegaron a Fran Fijap, un youtuber libertario que minutos antes, para celebrar la votación que sepultó la ley que aumentaba el presupuesto destinado al sistema público de educación superior, había tuiteado: "Se mantiene el veto contra el proyecto de los degenerados fiscales. LTA (NdR: "La tienen adentro") zurdos".
 
Romo y Fijap no son unos zarpados más mileístas que Milei que se pasan de rosca en su violencia verbal contra las personas que expresan y militan ideas opositoras. En rigor, no hacen más que seguir el ejemplo  Milei.
 
Unas horas antes de que lo corrieran y le pegaran, el agitador digital había posteado un fragmento del discurso que el Presidente había pronunciado por la mañana frente a una platea de empresarios divertidísimos con el mandatario insultador. "No les demos lugar a los zurdos de mierda", había arengado el jefe del Estado. Fijap había encabezado su tuit anunciando que "Milei aniquiló a los zurdos que lo envidian" y lo había cerrado invitando a darle "RT para que revienten los zurdos". Todo normal para los libertarios.
 
Se sabe y aumenta el riesgo de naturalizarlo: el Presidente insulta a todas las personas y grupos que lo critican o simplemente expresan ideas contrarias a su pensamiento. El Presidente no critica ni cuestiona: insulta. En el Parque Lezama, descargó una ráfaga impresionante de descalificaciones a periodistas, economistas, sindicalistas, encuestadoras, kichneristas y otros colectivos a los que calificó de ensobrados corruptos soretes siniestros delincuentes sindigarcas parásitos degenerados y econochantas. Además, alentó a sus barrabravas, agitando sus brazos, a cantarles "¡Hijos de puta! ¡Hijos de puta! ¡Hijos de puta!" a todos esos enemigos.
 
Cuando la violencia es ejercida y alentada por el Estado y, como en este caso, personalmente por quien lo conduce, todas las réplicas provocadas por particulares o grupos de particulares son su responsabilidad y ningún episodio violento puede ser colocado en un pie de igualdad. Es lo que intenta hacer, de mínima niega su propia violencia y se victimiza frente a la de sus adversarios.
 
El gobierno libertario en una actualización de la teoría de los dos demonios, en sintonía con su negacionismo del terrorismo de Estado y su reclamo de las dos verdades, es una aspiración que contradice toda la legislación internacional a la que adhiere la Argentina. No hay dos demonios en el país distópico. La violencia es toda de Javier Milei.
 
La Opinión Popular
 

10-10-2024 / 09:10
En una votación muy ajustada, el miserable y cruel gobierno oligárquico de Javier "el Loco" Milei consiguió salvar el veto que desfinancia las universidades con el apoyo de la casta del PRO, los "heroicos" tránsfugas radicales, provinciales y los peronistas traidores  Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil, en una indisimulada compraventa de votos. Pero el conflicto sigue abierto. Volverá al Congreso con la discusión del Presupuesto, y la propia comunidad universitaria reaccionó con decenas de facultades tomadas y un paro nacional para este mismo jueves, mientras el desquiciado Milei amenaza con el Terrorismo de Estado.
 
Milei confirmó este miércoles que es capaz de tejer una red de contención que le permite gobernar a la defensiva, muy lejos de la democracia y muy cerca de una dictadura, a fuerza de decretos que voltean leyes, pero volvió a sentir el vértigo de hacer equilibrio en el borde del precipicio. Con 35 de los 38 votos que tiene en la Cámara de Diputados, el PRO fue clave para sostener el veto. Mauricio Macri terminó de recibirse de esbirro del Presidente y su partido, de furgón de cola de La Libertad Avanza. El ingeniero se consolidó como el forro de una gobernabilidad que Milei ata con alambre.
 
El triunfo pírrico de Milei afianzó un conflicto que puede arruinarlo. Es que, opositores y aliados ponen paños fríos a la algarabía libertaria y advierten que las universidades no son el mejor rival para un Gobierno y con este veto se inició una disputa capaz de erosionar al Presidente hasta su último día en la Casa Rosada. Referentes del PRO, bloque clave en la banca al veto, habían advertido a funcionarios sobre la inconveniencia de elevar el conflicto que no terminará con el veto aceptado. Las universidades no son enemigas para tener. Están en todos lados y llegan a mucha gente. La mayoría tiene prestigio y todas movilizan a sus comunidades.
 
El veto despertó la rebelión estudiantil. Explota la lucha universitaria en todo el país. Estudiantes toman distintas medidas de fuerza contra la aprobación del veto ajustador del gobierno libertario y la casta cómplice contra la universidad pública. Lejos de bajar los brazos, crece la bronca en el movimiento estudiantil. En distintas facultades se dieron acciones espontáneas durante la tarde y la noche del miércoles que vienen resolviendo medidas de acción directa: cortes de calle, asambleas, ruidazos, tomas de facultades y enfrentamiento con las autoridades.
 
El martes por la noche había 22 instituciones educativas de todo el país ocupadas en protesta contra el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario. El miércoles por la mañana, justo antes de la sesión en la cámara de diputados, ya eran 33. Después de que el Congreso ratificó la decisión de Milei ese número se duplicó. Más de 60 facultades y colegios en todo el país pasaron la última noche tomados por sus estudiantes. Quien crea que 85 diputados ensobrados pueden clausurar el conflicto está viendo la película equivocada. Se abrió una caja de Pandora.
 
El Frente Sindical Universitario, compuesto por todas las organizaciones de trabajadores de las universidades públicas, declaró para la jornada de hoy un paro de 24 horas. No es el primero y no va a ser el último. Se descuentan nuevas medidas de fuerza. El conflicto ya pasó de los claustros a las calles y las rutas. Anoche en varias ciudades del país volvieron a sonar cacerolas. La única respuesta que ensaya el gobierno es la represión de Patricia Bullrich, como en la dictadura militar. Pero el régimen autoritario conducido por Milei está más débil que nunca.
 
A Milei lo que más le importa es ganar la supuesta batalla cultural que libra contra todo lo que implique una institución colectiva. Todo lo que no sea un individualismo extremo anarco capitalista es considerado socialismo, cualquier institución que implique una colaboración entre los seres humanos, cualquier gesto de sensibilidad por el otro. El 0,14 del PBI, es el costo fiscal del proyecto que decidió vetar. No hay explicación económica. Si la universidad pública no le costase al Estado un centavo, él encontraría otra excusa para destruirlas. Porque la oligarquía le tiene terror a que la gente que no es rica se eduque y porque hay un componente importante de sadismo en Milei. No se trata sólo de la falta de sensibilidad por el sufrimiento del pueblo. Hay placer en generar ese sufrimiento.
 
La Opinión Popular
 

09-10-2024 / 11:10
Quizá el cruel Javier "el Loco" Milei sí haga historia, pero como uno de los pocos presidentes que amenazan a su propio pueblo mientras éste se moviliza. El desquiciado mandatario compartió un tuit donde se puede leer claramente una amenaza violenta contra aquellos que se manifiesten en contra de las políticas anarco capitalistas.
 
En medio de una situación económica, política y social caótica; donde las marchas se suceden todos los días gracias a las terribles políticas de ajuste, el mensaje del Loco Milei, como en la dictadura, genera repudio. En el tuit se expresa: "Marchas, paros, tomas... quieren derrocar al presidente con más huevos de la historia. Están avisados zurdos. Después no lloren DDHH y lesa humanidad". Este terrible y amenazante mensaje fascista fue compartido por el mismísimo mandatario argentino que cada día da más vergüenza ajena.
 
Con los números ajustados, el oficialismo presiona hasta último momento para conseguir blindar este miércoles el veto de Milei a la ley de Financiamiento Universitario. Apuestan todo a convencer a gobernadores dialoguistas y comprar ausencias o abstenciones clave. Hay votos en danza y los radicales, otra vez, enfrentan fugas que serán decisivas.
 
"Se va a terminar de definir en el recinto", señalan en La Libertad Avanza, donde se declaran "bilardistas", como Milei. No van a cantar victoria hasta que no tengan los votos garantizados. También, consideran que hay muchas bancadas "especulando" porque no quieren quedar en el bando perdedor. Para ratificar la ley la oposición necesita dos tercios, pero sobre el total de los votos. Para ese cálculo no cuentan las ausencias pero tampoco las abstenciones.
 
De antemano se sabe que habrá, al menos, cuatro ausentes: Héctor Stefani (PRO), Ricardo López Murphy (Encuentro Federal), Oscar Zago (MID) y Fernando Carbajal (UCR). Si fueran los únicos ausentes el oficialismo necesitaría 85 votos a favor para alcanzar el tercio y sellar el veto, pero todavía no alcanza ese número, con los confirmados hasta ahora.
 
Sin embargo otros aún juegan al misterio, como los tres tucumanos que responden al mandatario Osvaldo Jaldo. Esperan una reunión con su mandatario para anunciar su decisión. Sin embargo, desde que se abrieron del bloque de Unión por la Patria votaron todo junto al Gobierno libertario y dos de ellos ya habían votado en contra de la ley de Financiamiento Universitario.
 
A favor del veto, el oficialismo cuenta a sus 39 diputados de La Libertad Avanza, al menos 35 del PRO, 2 del MID, a la tucumana Paula Omodeo y cuatro de los cinco radicales que ya se rebelaron cuando se trató la insistencia de jubilaciones para ser "héroes ensobrados" de Milei.
 
Este martes a la noche hubo una tensa reunión de bloque de la UCR que terminó con caras largas y nuevas dudas sobre el futuro de la bancada. En el encuentro, tres legisladores informaron su intención de acompañar a Milei para blindar el veto, a pesar de que las universidades son una histórica bandera del partido, y que sus compañeros los increparon fuertemente y hasta les pidieron que al menos falten o se abstengan. Se trata de Luis Picat, Mariano Campero y Martín Arjol. "Hay que esperar a mañana a ver si cambian de idea y en todo caso después ver cómo sigue el bloque", confirmó un legislador de la bancada radical.


En la vigilia de la votación ya hay distintas facultades tomadas y este miércoles se espera que haya manifestaciones contra el veto fuera del Congreso.

La Opinión Popular

08-10-2024 / 10:10
Uno de los relatos más potentes que alimenta el imaginario colectivo nacional es que Argentina es "un país de clase media". Este concepto se fue gestando lentamente a medida que el país se consolidó como estado-nación y fue desarrollando un modelo económico, político y social. La inmigración, la educación pública, la industrialización y la urbanización del país fueron factores clave en la formación de una subjetividad de clase que se transformó en un atributo diferencial de la identidad nacional.
 
La existencia y expansión de la clase media ha contribuido a la cohesión social funcionando como un factor estabilizador, evitando la polarización extrema entre ricos y pobres, pero al mismo tiempo, al concebirse como un grupo separado de los sectores de menores ingresos, ha dificultado la posibilidad de tejer redes solidarias políticas más amplias entre ciudadanos que comparten más intereses de los que reconocen.
 
A pesar de las recurrentes crisis políticas, económicas y sociales, muchos argentinos han mantenido su autoidentificación como integrantes de la clase media. Incluso cuando las condiciones económicas empeoraron, la aspiración a pertenecer a la clase media se mantuvo vigente, lo que demostraba la resiliencia de esta identidad. Sin embargo, luego de décadas de inestabilidad económica, una parte importante de la identidad nacional, asociada al valor simbólico de pertenencia a la clase media, esté cambiando.
 
El gobierno de Juan Perón implementó una serie de políticas públicas dirigidas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, incluyendo la construcción de viviendas, barrios y ciudades obreras que posibilitó que muchos trabajadores accedieran a la propiedad de la vivienda, un factor clave en la consolidación de una identidad de clase media.
 
Sin embargo, la ausencia de un horizonte claro, la incapacidad de producir una síntesis que conjugara el modelo agroexportador con el industrial, los cambios pendulares en la política económica y el fracaso de los gobiernos para gestionar de manera eficiente los recursos del Estado, produjeron un colapso del sistema económico en Argentina que se manifestó en el cierre de muchas fábricas, precarización del empleo, pauperización, inseguridad, exclusión y nulo o escaso acceso al crédito.
 
Las encuestas indican que sólo el 18% se reconoce como "clase media", mientras que el 37% de las personas se autopercibe de "clase media-baja" y el 41% de "clase baja". Sin embargo, el 81% de las personas que se define de clase "media baja" tiene ingresos por debajo de la línea de pobreza, fijada por el INDEC en $939.887 para una familia tipo. Esto significa que eligen identificarse con la clase media aunque técnicamente sean pobres.
 
Durante los gobiernos radicales de principios del siglo XX, se promovió la educación como un medio para igualar oportunidades, pero fue durante el período peronista, que la industrialización y la expansión del sector de servicios generaron una gran demanda de mano de obra calificada y semicalificada que permitió a muchos trabajadores acceder a mejores salarios y condiciones laborales, favoreciendo la formación de una clase media trabajadora asalariada.
 
El 22 de noviembre de 1949, Perón suspendió el cobro de los aranceles universitarios y logró que la educación superior dejara de ser un privilegio para transformarse en un derecho. Esta medida, interrumpida por los gobiernos de facto y reinstaurada por el de Raúl Alfonsín, fue determinante para que pudieran acceder a la universidad los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
 
Sin embargo, en las últimas décadas, la educación pública fue perdiendo su valor integrador. Las escuelas de nivel primario y secundario de gestión estatal dejaron de ser el ámbito donde se cruza el hijo del médico con el del obrero para transformarse en ámbitos segregados donde muchas familias envían a sus hijos simplemente porque no cuentan con los recursos suficientes para pagar una escuela de gestión privada.
 
Otra variable clave en la percepción de clase es la propiedad de una vivienda. Los programas de vivienda y el acceso al crédito fueron fundamentales para que sectores previamente excluidos del acceso a la propiedad pudieran mejorar sus condiciones de vida, contribuyendo a la percepción de pertenencia a la clase media. La inestabilidad económica y la inflación han dificultado la implementación de estos programas. Los datos de la encuesta revelan que el 58% de las personas no cree que vaya a poder acceder a una vivienda propia en el futuro.
 
Hace varias décadas primaba la idea de que Argentina era un país de clase media, idea vinculada, entre otros factores mencionados, a la fuerte presencia del Estado, tanto en la prestación de servicios básicos gratuitos como salud y educación, como en su rol de administrador de las relaciones de poder en la sociedad. La degradación de la calidad de esos servicios y la ausencia del Estado en algunas zonas del país fueron menoscabando la confianza de la población en las instituciones que debían velar por su interés.
 
Las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei no van a revertir la tendencia sino, más bien, a profundizarla. Sólo el 8% de los encuestados opina que sus políticas benefician a la clase media y a la clase baja, mientras que el 50% cree que benefician a los más ricos. Las políticas impulsadas por la actual administración libertaria perjudican la posibilidad de progreso. En poco tiempo, el país de clase media se transformó en un país de pobres.
 
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