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Sociedad e Interés General - 22-08-2024 / 07:08
EL 22 DE AGOSTO DE 1951, RENUNCIA A LOS HONORES, NO A LA LUCHA

Eva Perón y las causas de un histórico renunciamiento

Eva Perón y las causas de un histórico renunciamiento
Una multitud reunida frente a la actual sede de los ministerios de Salud y Desarrollo Social, reclama a María Eva Duarte de Perón que acompañe al presidente Juan Domingo Perón en la fórmula para su reelección. “Hoy digo que prefiero ser Evita, porque siendo Evita sé que siempre me llevarán muy dentro de su corazón”, les respondió la primera dama en el llamado “día del renunciamiento histórico”. En la imagen: Perón abraza a Evita llorando tras anunciar ella que no será candidata a vicepresidente de la Nación, impulsada por la CGT. A la izquierda, aplaude Héctor Cámpora Foto: Pinélides Aristóbulo Fusco
El 22 de agosto de 1951, con tradición hispana, se lleva a cabo el Cabildo Abierto del Justicialismo, una extraordinaria manifestación de más de 2 millones de personas, el acto más importante realizado hasta la fecha por el peronismo, organizada por la CGT con delegaciones de todo el país, a lo largo de la avenida 9 de julio, en la Capital Federal.
 
Por primera vez, hubo un acto colmado de columnas políticas de mujeres puesto que sería entonces (1951) el primer sufragio al cual accederían luego de la sanción a nivel nacional en 1947 de la Ley 13.010 de sufragio femenino y derechos políticos de la mujer.
 
En el Cabildo Abierto se proclama la Fórmula Perón-Perón, referido al general y su esposa, para las elecciones presidenciales del 11 de noviembre de ese año y se produce un vibrante dialogo entre el pueblo presente y Evita.
 
A fines de agosto, Eva Perón anuncia por radio su "decisión irrevocable y definitivas e renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi patria quisieron honrarme". Ante esta renuncia, la candidatura justicialista vuelve a ser Perón-Quijano, como en 1946.
 
¿Qué pasó entre ambas fechas? ¿Quería Evita realmente la vicepresidencia? ¿Cuál fue el rol de Perón? ¿Y el Movimiento Obrero y las Fuerzas Armadas, que hicieron? ¿Hubo una conspiración político-militar antiperonista?

 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista
Escribe: Blas García

 
Eva Perón y las causas de un histórico renunciamiento
Cabildo Abierto del Justicialismo, impresionante manifestación, la más grande que se había visto en la Argentina con una concurrencia calculada en más de 2 millones de personas.
 
Cabildo Abierto del Justicialismo

El 1º de mayo de 1951, la Confederación General del Trabajo (CGT) inició la campaña por la reelección de Juan Perón para las elecciones presidenciales del 11 de noviembre de ese año, por el periodo 1952-1958.

El 22 de agosto de ese año, la CGT convocó a un Cabildo Abierto en la avenida 9 de Julio de Buenos Aires, frente al entonces Ministerio de Obras Públicas, donde se montó un inmenso palco, para pedirle a Evita que aceptara la candidatura a la vicepresidencia de la República, con la consiga: "Perón - Eva Perón, la fórmula de la Patria".

En esa impresionante manifestación -la más grande que se había visto en la Argentina con una concurrencia calculada en más de 2 millones de personas-, y con su grave enfermedad a cuestas, Eva Perón tuvo uno de los diálogos más profundos y emotivos con su Pueblo. Fue una verdadera asamblea popular que pasará a la historia como el Cabildo Abierto del Justicialismo y también como el Día del Renunciamiento, aunque este se produjo nueve días después.

Su candidatura había surgido el 26 de febrero de 1951, lanzada por los trabajadores organizados. Resistida por la oligarquía y los militares antiperonistas, fue creciendo hasta ser una poderosa realidad popular que la decisión de Evitaconvirtió en su histórico Renunciamiento.

En el Cabildo Abierto, Evita no acepta la candidatura a vicepresidente, pero las bases populares presionaban para arrancar dicha candidatura. En el acto se desarrolla uno de los diálogos más memorables entre Evita y el Pueblo, que le reclama la aceptación del cargo. 

Evita intenta disuadir de sus pretensiones a los compañeros allí reunidos, y al final, encuentra una salida proponiendo una tregua para su respuesta definitiva, ya que la situación en la concentración comenzaba a hacerse difícil por la intransigencia de los sindicatos que no estaban dispuestos a escuchar una respuesta negativa.


¿Evita quiere la vicepresidencia?

¿Evita quiere la vicepresidencia? Es indudable que ella quería la candidatura porque sin su asentimiento no es posible la campaña previa, la gran concentración del 22 de agosto y la presión para que acepte la candidatura.

Era una lógica ambición personal y política. Personal porque tal vez ella, que venia desde muy abajo, demandaba una legalidad instituida y respetada; y política porque sabe que con el ascenso de ella aumentará el poder los sectores que le son más fieles: los sindicalistas, los pobres, los más postergados. 

Pero también sabía que su tarea en la Fundación era más importante que la de un vicepresidente. La vicepresidencia la iba a encasillar en el Congreso. Era renunciar a su destino en la obra social por una tarea para la cual no estaba totalmente dispuesta.

Por otra parte, ya comenzaban a verse algunos síntomas de lo que seria su enfermedad terminal: la fatiga, el semblante demacrado y la pérdida de peso. ¿Una mujer que está en esas condiciones de salud, puede pelear para ser vicepresidenta?

Sostiene el historiador Norberto Galasso, en su monumental libro "Perón", que los hechos muestran que Evita no perseguía ningún objetivo personal sino que era una militante al servicio de una causa y acepta una candidatura que no va del todo con sus gustos y la rechaza cuando ve que esta pone en peligro la estabilidad de su gobierno. 


Movimiento Obrero y FFAA

Pero la historia "oficial" peronista no explica cual es el motivo principal de por qué Evita retiró su candidatura y nada dice sobre la oposición de las Fuerzas Armadas a la misma.

Sería ingenuo, creer que no hubo presiones militares. Era conocido el poder irritativo de la figura y la actividad de Evita en los cuadros militares oligárquicos. 

A partir de febrero de 1951 se desencadenó una lucha subterránea entre el Movimiento Obrero y la cúpula de las Fuerzas Armadas. La conducción de arrogantes hombres de armas identificaba claramente a sus enemigos. Evita era uno de los más poderosos: mujer, fanática y plebeya. Casi nada. 

Muchos eran los oficiales de alta graduación no percibieron con buenos ojos las nacientes relaciones de Evita con Perón porque, los militares como la oligarquía, no olvidaban su pasado.

Por eso, el principal obstáculo a su candidatura se originó en las cúpulas de las Fuerzas Armadas, cuya relación con Perón había entrado en un período de enfriamiento desde hacía por lo menos dos años. 

El contenido revolucionario del lenguaje de Evita, cuando se dirigía a los trabajadores, era considerado peligroso. Y la posibilidad de que ella llegara a la presidencia por la muerte de Perón o le sucediera en el gobierno y estuviera en condiciones de dar órdenes a las Fuerzas Armadas era inconcebible en aquel tiempo. 

Para los militares era imprescindible frenar a Evita. Se conocían sus actividades de adoctrinamiento sobre los suboficiales y cuadros inferiores del Ejército; se conocía su poder sobre el pueblo; se sospechaba que el proyecto de la creación de milicias populares estaba en marcha. ¿Permitirle la vicepresidencia? Jamás. 


Eva Perón y las causas de un histórico renunciamiento 

¿Cuál fue el rol de Perón?

En principio, a Perón lo visitan varios gremialistas para que Eva Perón sea candidata a vicepresidente y él escucha la propuesta en silencio, halagado, pues significa un reconocimiento a la labor desarrollada por Evita. Perón reconoce que tiene a su lado una mujer excepcional. No un simple adorno como tuvieron muchos presidentes de este país. 

También le gusta la idea porque siempre ambicionó asegurarse un vicepresidente de confianza, que no pudiera ser tentado a alguna aventura por parte de algún posible militar descontento, y nadie mejor que Evita

Pero, también se le cruza, como una sombra amenazante, la reacción de los altos jefes de las tres fuerzas armadas. ¿Hasta donde aceptarían ellos una candidatura de ese tipo que, si a él le ocurriese algo, dejaría a Eva en condición de Comandante en Jefe? 

Perón opta por dejar hacer, para que los acontecimientos se precipiten y poder evaluar cuáles son las fuerzas en juego. Hasta dónde esa candidatura es digerible por los mandos militares solo es posible saberlo dejando desarrollar los acontecimientos.

Perón sabe que está frente a una jugada difícil en la cual su papel consiste en sopesar, en última instancia, la correlación de fuerzas entre los sectores populares y la oligarquía, entre la CGT y las Fuerzas Armadas para, una vez más, arbitrar el curso de la acción.


Conspiración político-militar antiperonista

Al avanzar con la candidatura de EvaPerón ve el malestar que se produce en las filas castrenses y percibe que la conspiración político-militar de los generales Menéndez, Lonardi y Osorio Arana, que está en marcha desde tiempo atrás, se amplía. Renunciando Evita a su candidatura se aliviaría la tensión en los medios castrenses y los haría menos proclives a sumarse a los partidos políticos opositores.

Un mes después, el 28 de septiembre de 1951, estalló una revuelta militar encabezada por el general Benjamín Menéndez para derrocar a Juan Perón e impedir su reelección presidencial. La asonada fue apoyada públicamente por la mayor parte de los dirigentes políticos de la oposición, pero, en pocas horas, el levantamiento fue derrotado.

Las posibilidades de triunfo hubieran sido mucho mayores si se hubiese continuado adelante con la candidatura de Evita. En cambio, su renunciamiento aquietó los ánimos de muchos jefes militares que prefirieron mantenerse leales.

El fallido levantamiento contrarrevolucionario del general Menéndez prueba que"el renunciamiento" llevó a varios altos jefes a desistir del complot.


Renunciamiento

Evita tuvo que renunciar a la candidatura porque se perdió la batalla, porque la medida que impulsó la CGT no tenía la fuerza necesaria para imponerse, pero también porque el Ejército estaba en su momento de mayor poder. 

La batalla se perdió por la oligarquía, la Iglesia, los militares gorilas y se perdió, también, por los dirigentes claudicantes del PJ que le tenían miedo, porque sabían que había una figura política capaz de controlarlos, de pelearle espacios de poder, de quitárselos, y esa era Evita.

Eva Perón y las causas de un histórico renunciamiento

El 31 de agosto, Eva se dirige a los trabajadores a través de la Red Argentina de Radiodifusión: "Compañeros: quiero comunicar al pueblo argentino mi decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi Patria quisieron honrarme en el histórico Cabildo Abierto del 22 de agosto."

Después de recordar su compromiso desde el 17 de octubre de 1945, agregó:"No tenía entonces, ni tengo en estos momentos, más que una sola ambición personal: que de mí se diga, cuando se escriba el capítulo maravilloso que la historia dedicará seguramente a Perón, que hubo al lado de Perón una mujer que se dedicó a llevar al Presidente las esperanzas del pueblo. Y que, a esa mujer, el pueblo la llamaba cariñosamente "Evita"Eso es todo lo que quiero ser" y concluyó "Renuncio a los honores, no a la lucha. Mi puesto de batalla es el trabajo".

 Eva Perón y las causas de un histórico renunciamiento 

Conclusión 

El carácter revolucionario de Evita y su relación permanente con el pueblo trabajador le dio una dimensión complementaria a la de Perón, pero también autónoma y diferenciada. Ella expresó siempre una tendencia dispuesta a asumir y resolver con mayor intransigencia las contradicciones internas en la fuerza de carácter movimientista y policlasista que fue el peronismo en sus inicios.

Con el intento de llegar a la vicepresidencia, Evita quiso representar institucionalmente una presencia más determinante de la clase obrera peronista en el manejo del Estado cuando ya asomaban las contradicciones en el Proyecto Nacional y Popular con otros sectores del movimiento original, como el nuevo empresariado industrial y las Fuerzas Armadas.

Escribe: Blas García

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17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 18:10
17-10-2025 / 09:10
El coronel Juan Perón estaba preso. Nada se oponía a la restauración oligárquica y al retorno a la fraudulenta y corrupta Década Infame, interrumpida por la irrupción de la Revolución de Junio de 1943. Pero en ese momento la clase obrera se movilizó y desde ese instante se convertiría en un actor determinante del proceso político nacional.
 
Nadie la conocía aun. Carecía de antecedentes. Venía de abajo, del subsuelo de la Patria, y su marcha fue irresistible. Si había demorado en aparecer, lo cierto es que nadie pudo, desde entonces, olvidarlo jamás.
 
En la madrugada del 17 de octubre de 1945 comenzó una movilización de la clase trabajadora en los barrios populares del oeste de Capital Federal así como de las zonas industriales de sus alrededores.
 
Los obreros no ingresaban a trabajar en las fábricas y talleres e iban recorriendo los establecimientos vecinos, incitando a abandonarlos a quienes se encontraban en ellos, para luego marchar coreando consignas en favor de Juan Perón, por las calles principales hacia el centro de la Capital Federal.
 
Aquel 17 de octubre los trabajadores dejaron sus herramientas, apagaron las máquinas de sus talleres y fabricas, se subieron al tranvía o al ómnibus y se fueron a la Plaza de Mayo. Estaban dispuestos a dar la vida por Perón. Un nuevo ciclo histórico se iniciaba en la Argentina.
 
El 17 de octubre de 1945 marcó un antes y un después en la historia de nuestro país: más de un millón de trabajadores, coparon la Plaza de Mayo para exigir la liberación del que ya entonces consideraban su líder: el coronel Perón, quien desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, había instrumentado numerosas medidas que favorecieron a los obreros, sentando las bases de la movilidad social ascendente y permitiéndoles integrarse a un país que, hasta entonces, no los reconocía.
 
Setenta y ocho años después, recordamos aquella expresión de lealtad mutua: de los trabajadores hacia su líder, pero también de Perón hacia ellos, al visibilizarlos y, una vez en el poder, haber seguido defendiendo sus derechos. Sin arriar nunca las banderas del trabajo, la dignidad y la justicia social.

 
Escribe Blas García  

17-10-2025 / 09:10
El 17 de Octubre de 1945, Juan Perón fue rescatado de la cárcel por la masiva movilización de la clase trabajadora, exponiendo así la falencia del anciano régimen oligárquico antinacional -rapaz y parasitario- y la caducidad de los viejos partidos políticos seudo democráticos, sobrepasados por el proletariado, que de ahora en más, podía obtener reivindicaciones que ya no se pedían, se reclamaban, porque ya no se confiaba en la buena voluntad de los sectores dominantes sino en la propia fuerza de los trabajadores.

Ese día resurge la Argentina profunda, el subsuelo de la Patria sublevado, y reaparece para continuar escribiendo la historia de las masas populares, una secuencia que va desde las lanzas primero -con las montoneras federales del interior-, el voto después -con el radicalismo yrigoyenista- y por último los sindicatos obreros -con el peronismo-. Tres momentos en los que el Pueblo lucha para realizarse con el federalismo, la soberanía política y la democracia social.

Como consecuencia de la actuación revolucionaria de las masas populares el 17 de octubre de 1945, el justicialismo llega al poder y produce transformaciones en todos los ámbitos de la realidad del país. La Revolución Nacional, de Eva y Juan Perón, rompió con el modelo semicolonial dependiente, logrando la independencia económica, la justicia social y permitiendo importantes conquistas a los sectores populares. Una Nueva Argentina con el Pueblo de protagonista.

La terrible reacción gorila de la vieja Argentina oligárquica y autoritaria, en el golpe de septiembre de 1955, dan la medida de la trascendencia revolucionaria del peronismo. Cómo los movimientos nacionales antecesores: el federalismo de Rosas y el radicalismo de Yrigoyen; solo se alcanzaron conquistas transitorias y fueron derrotados por la estructura de la injusticia y la dependencia. Revolución y contrarrevolución.

A partir de 1955, la exclusión política del peronismo produjo un proceso de Resistencia que ampliaría su perfil. Aglutinó, representó y canalizó a todas las rebeldías y críticas contra el sistema económico, social y político, crecientemente ineficaz y en el cual era el único actor apartado. En esta lucha, el peronismo constituyó el agrupamiento de las fuerzas populares y proletarias, mientras que el régimen militar se identificaba con los intereses de la oligarquía, la burguesía entreguista y los partidos liberales.

Todos estos esfuerzos son partes de un mismo combate, en la que todavía no se han alcanzado triunfos definitivos. Corsi e ricorsi, la Patria aparece como un proyecto inacabado que debemos realizarlo plenamente hoy cuando el capitalismo globalizado pretende desembarazarse de las limitaciones que, a lo largo del siglo XX, le impusieran los Estados Nacionales y los movimientos sociales encabezados por la clase trabajadora, para aplicar sus políticas neoliberales de injusticia social.

Las medidas económicas impulsadas por Javier Milei y Luis Caputo están inspiradas en el más crudo neoliberalismo, que fue iniciado durante la Revolución Fusiladora, continuadas por la dictadura de Jorge Rafael Videla y por los votos en los gobiernos de Carlos MenemFernando de la Rua, Mauricio Macri y Javier Milei. Este tipo de recetas conservadoras y reaccionarias, que aumentan la injusticia quitando derechos sociales y agrandan la dependencia con el fuerte endeudamiento, siempre fracasaron, provocando resistencias populares y revueltas sociales. 


Por eso, como integrantes del Movimiento Nacional y Popular que cambió la historia política argentina, volvemos a levantar, como en 1945, el cuestionamiento del sistema neoliberal económico y social injusto y la necesidad de dar la pelea para cambiarlo. Con el peronismo, seremos una Nación independiente, y si nos sacamos la dependencia del capital financiero y del FMI volveremos al desarrollo económico. Caso contrario, podría retornar el neoliberalismo apátrida y seguiremos hundiéndonos aun más en la pobreza y la dependencia. 
La cuestión sigue siendo la misma, patria o colonia. El legado de la lucha continúa, hoy contra una de las formas mas crueles, brutales y salvajes de capitalismo, la de Javier Milei.


 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
 Escribe: Blas García 

 

15-10-2025 / 19:10
Juan Perón había surgido a la vida política dos años antes, desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, y había dignificado al obrero otorgando derechos vulnerados desde siempre. Unidos en el odio a Perón y defendiendo sus intereses, el frente oligárquico logra aislarlo, despojarlo de todos su cargos forzando su renuncia y recluirlo en la isla de Martín García. Parecía que una vez más en nuestra historia, los que más tenían, los que hacían las  leyes, los que vivían del trabajo ajeno, imponían su voluntad omnipotente.
 
Pero los trabajadores argentinos reaccionan y en la mañana del lunes 16 de octubre de 1945, los dirigentes de la CGT se entrevistan con presidente Edelmiro J. Farrell, al cual le trasmite su preocupación por la situación del coronel Perón, así como que algunos gremios han empezado a salir a la calle reclamando por su libertad. También le expresan la preocupación reinante en la clase trabajadora ante las versiones de los diarios acerca del nuevo gabinete que estaría integrado por hombres de la oligarquía y del conservadorismo.
 
Por su parte, la Unión Obrera Local- expresión sindical del Partido Comunista-sostiene que "desautoriza las versiones a favor de una huelga inminente lanzadas por un grupo afecto al gobierno desplazado y por elementos nazis que pretenden obstruir el camino de las elecciones libres".
 
A su vez, el Partido Socialista denuncia "la maniobra encaminada a confundir la opinión de los trabajadores y crear factores de perturbación y anarquía...tentativa de los dirigentes entregados a la dictadura implantada por el ex secretario de Trabajo y Previsión".
 
Los partidos de "izquierda" de la oligarquía, más que confundidos, no saben de donde sale esa "chusma" peroniana, como la denominan despectivamente, que nada tiene que ver con el modelo de obrero de sus libros y manuales, pulcro y atildado, con el que están acostumbrados a tratar.
 
A la tarde se conoce la decisión de la Central Obrera: por 16 votos contra 11, "la CGT, en defensa de las conquistas obtenidas y las por obtener y considerando que éstas se hallan en peligro ante la toma del poder por las fuerzas del capital y la oligarquía, declara un Paro General en todo el país por el término de 24 horas, que se hará efectivo el día jueves 18 de octubre, a partir de la cero hora".
 
Comienza así, el devenir histórico por el cual los trabajadores argentinos se introducen por primera vez y para siempre en la escena política nacional, para terminar con la semicolonia pastoril y construir una nación moderna e independiente, y lo hacen con un movimiento popular que tiene como eje al proletariado. En nuestro país nada volvería a ser igual.
 
Gustavo Rearte, fundador y líder de la JP, héroe de la Resistencia Peronista 
Escribe Blas García 

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