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Nacionales - 10-08-2024 / 09:08
NI CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS NI DEGENERACIÓN SEXUAL EN LAS POLÍTICAS DE GÉNERO

La denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández confirma la necesidad de un Ministerio de la Mujer y de las políticas de género

La denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández confirma la necesidad de un Ministerio de la Mujer y de las políticas de género
La denuncia contra el expresidente Alberto Fernández y la detención del hijo de un desaparecido, por el crimen de su madre, son presentados para indisponer a la sociedad hacia las políticas de derechos humanos y de protección a la mujer. Por el contrario demuestran la necesidad de fortalecer y profundizar esos valores porque han sido situaciones creadas por el patriarcado y el terrorismo de Estado.
La denuncia contra el expresidente Alberto Fernández y la detención del hijo de un desaparecido, por el crimen de su madre, son presentados para indisponer a la sociedad hacia las políticas de derechos humanos y de protección a la mujer. Por el contrario demuestran la necesidad de fortalecer y profundizar esos valores porque han sido situaciones creadas por el patriarcado y el terrorismo de Estado.
 
Son escenarios que están en desarrollo. Cada quien puede creerle a cada uno de los protagonistas. La apariencia de paradoja está en que Alberto Fernández, que está denunciado como golpeador, fue promotor del Ministerio de la Mujer como herramienta institucional contra la discriminación y la violencia de género.
 
Esa falsa paradoja no solamente no desmerece la existencia del Ministerio, sino que subraya la necesidad de que exista. Los que han usado la denuncia de Fabiola Yáñez para caranchear en forma politiquera, al mismo tiempo son los que eliminaron el Ministerio de la Mujer y los que han rechazado la figura del femicidio como agravante en la justicia.
 
En este caso, el castigo al golpeador no termina con esa práctica. Se requieren políticas que creen conciencia y formas de salvaguarda en un proceso que llevará tiempo para romper esa matriz de discriminación y explotación.
 
La paradoja es falsa porque la discriminación de género, el patriarcado, es una rémora que está en el entramado cultural de sociedades machistas desde su raíz. El machismo y la violencia de género atraviesan a todos los partidos políticos, de izquierda, de centro y de derecha.
 
No importa en este caso si Alberto Fernández fue mal o buen presidente o si es peronista, radical o macrista. En todo caso, para el peronismo, y más en el kirchnerismo, el machismo y la violencia de género son aún más graves porque hay un debate sobre lo que significa y nadie se puede hacer el desentendido.
 
El asesinato de Susana Montoya y la detención de su hijo, Fernando Albareda, hijo de desaparecidos y activista de derechos humanos, llenó de dolor, congoja y confusión. La investigación aún está en marcha.
 
Pero sea cual sea el resultado, se trata de una desgracia producto del terrorismo de Estado. De la misma forma que la denuncia contra Alberto Fernández, la tragedia cordobesa se revela como una explosión de horrores que dejó el paso del ex general Luciano Benjamín Menéndez por la provincia.
 
La historia de los protagonistas es desgarradora por la ferocidad que se abatió sobre sus vidas con el terrorismo de Estado. El país entero, nadie, ninguno, salió indemne. Más de 40 años de políticas de Memoria, Verdad y Justicia no alcanzaron para limpiar los efectos de un genocidio, para superar las lacras psicológicas del exterminio masivo de compatriotas, de la aplicación masiva del secuestro, la desaparición y la tortura como prácticas naturalizadas por una dictadura sangrienta.
 
Produce cansancio y saturación que se reconozca estas problemáticas solamente cuando conviene, por oportunismo político. Los políticos y los partidos son reflejo de la sociedad que los generó, con defectos agrandados, en algunos casos, por el influjo pernicioso de la cercanía con el poder. 
 

 
Pero está en los partidos la responsabilidad de cambiar esas lacras culturales. De no minimizar actitudes discriminatorias o los discursos y las formas autoritarias a partir de reconocer que no es un discurso de oportunidad, para la gilada, sino que son valores que fortalecen el basamento de una sociedad más respirable de la que tenemos.
 
Parece una broma que en esta semana, con el país conmocionado por estas historias, en el Congreso, los legisladores estén movilizados por el inminente debate sobre la visita de un grupo de ellos a genocidas condenados por violaciones a los derechos humanos.
 
La política puesta al servicio del horror que todavía infecta a sectores de la sociedad por los efectos del terrorismo de Estado. "No aflojen, conserven la memoria" fue el mensaje del Papa Francisco que llegó cuando la Cámara de Diputados no podía reunir quorum para crear la comisión que debe investigar a los que se reunieron con los genocidas y conspiraban para liberarlos.
 
En un país que produce y exporta alimentos pero en el que la quinta parte de sus habitantes pasa hambre y está por debajo de la línea de indigencia, esa discusión ya tendría que haber sido saldada. Pero está latente y brota siempre en los mismos contextos.
 
Cuando las mayorías son sometidas a la pobreza y el sacrificio, cuando se les confisca el 17 por ciento de sus salarios y jubilaciones, se los despoja de sus derechos laborales y aumenta el precio de los alimentos, los remedios y el transporte, reaparecen, hermanados con estas políticas, los discursos de reivindicación de la dictadura.
 
Resurgen los que aplican estas políticas y en muchos casos son apellidos y políticas que se repiten, disfrazadas de palabras como "el cambio" o "lo nuevo", "yo nunca hice política".
 
El otro decreto que espera en las gateras del Congreso es la modificación de la AFI y la asignación de cien millones de dólares para su funcionamiento. La maquinaria aceita sus engranajes. La gran paradoja es que lo hace bajo el discurso de la libertad, como cuando las dictaduras suprimían la democracia con la excusa de defenderla. Ahora se trata de libertad para el mercado, garrotazos para los demás.
 
La sociedad se acerca a una encrucijada en la que descubrirá que no hay nada nuevo en el sacrificio que se le exigió. Con este gobierno, lo que se perdió no se recupera. Pero no es la misma sociedad de las décadas anteriores y el comportamiento no es tan predecible. Hay señales, como la marcha del miércoles desde San Cayetano o la misma fila para acceder a la iglesia.
 
También circuló una encuesta esta semana, entre jóvenes de menos de 24 años en el área del AMBA, Conurbano y CABA y que publicó Pagina/12. Es un dato para tener en cuenta. Y es importante si se recuerda que el 70 por ciento del voto menor de 24 años se inclinó por Javier Milei en las elecciones presidenciales.
 
En su mayoría fue un voto de expectativa, no de alineamiento ideológico. En esa zona blanda del voto libertario, el 80 por ciento califica de mala la situación y apenas el 30 por ciento de los jóvenes encuestados tiene imagen positiva del Presidente.
 
El descontento se extendió entre quienes lo votaron, aunque ese proceso todavía no llegó a la protesta. Pero es una sociedad distinta, el descontento tomó forma, pero no apareció la alternativa. La oposición no conectó con el desencantado. Tiene sus propios problemas, porque antes el desencanto fue con ella, que se confirma con hechos como el de Alberto Fernández. Ese empate en el rechazo frena el surgimiento de la alternativa que convenza.
 
No sería tan difícil convencer que no hay curro de los derechos humanos, ni curro en la solidaridad con los que menos tienen, ni degeneración sexual en las políticas de género. Basta la intención, discreta, casi mínima, de vivir en un país donde se respeten los derechos de las personas en forma humana y civilizada, donde la mujer no esté discriminada ni temerosa de sufrir violencia o donde no se vea a los pobres como un enemigo.
 
Por Luis Bruschtein
 
Fuente: Página 12
 

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13-09-2024 / 08:09
12-09-2024 / 09:09
Con la compra de un grupete de traidores y conversos radicales, el gobierno inhumano y cruel de Javier "el Loco" Milei evitó dentro del Congreso que la oposición juntara los votos necesarios para rechazar el veto que congela las míseras jubilaciones en el punto más bajo de la historia. Afuera, en la Plaza, desplegó una represión indiscriminada que dejó más de 50 heridos, desde niños de 7 años a muchas personas mayores. La macrista Patricia Bullrich implementó un operativo de casi 900 efectivos y mandó a "identificar" a los referentes de la oposición.

Por apenas 13 votos no se consiguieron los dos tercios para insistir con la movilidad jubilatoria. El presidente anarco capitalista negoció con radicales y gobernadores para lograr sostener su veto contra el módico aumento de las jubilaciones. Un triunfo adentro del Congreso, y una derrota en el humor social y en la calle. Hubo miles de personas en la protesta apoyando a los jubilados y hubo represión tras la votación. El aire se llenó de gases lacrimógenos pocos minutos después de que se conociera el resultado de la votación en el recinto.

La plaza de los dos Congresos bramó contra el ajuste y la "traición" de los diputados panqueques de la UCR. La policía de Bullrich disparó balas de goma y desalojó a los manifestantes, que replegaron como pudieron. La cacería, igualmente, siguió durante horas. El Gobierno cipayo vendepatria festejó por partida doble: dentro del recinto ratificó el ajuste sobre las jubilaciones (no sin ayuda de la casta) y afuera desplegó otra vez el circo del protocolo del "orden", tal como lo había advertido en la previa la Casa Rosada.
 
Aunque Milei frenó, con esta sesión, la seguidilla de derrotas legislativas y logra sostener el veto a las jubilaciones, la causa de los jubilados va a persistir y seguramente siga creciendo el rechazo a la decisión del oficialismo de que sean la principal variable de ajuste a fuerza de palos y represión. Las organizaciones de jubilados ya se venían movilizando todos los miércoles. Desde el veto presidencial fueron creciendo, y la de este miércoles fue la más importante, además de contar por primera vez con el apoyo en la calle de sectores sindicales de la CGT y la CTA.
 
Con Milei, los jubilados perdieron poder adquisitivo, perdieron contra la inflación y están en un nivel histórico muy bajo similar al que estuvieron en los 90 menemistas, pero además a esos mismos jubilados también le quitaron el ciento por ciento en medicamentos que para ellos son imprescindibles en algunos casos para mantenerse con vida y en otros para tener bienestar porque es feo vivir con dolor, sí no es nada más que sobrevivir.
 
Esto tiene que ver con el abandono del Estado, que nos perjudica a todo, pero mucho más a los jubilados y en ese contexto hay un montón de Diputados que están dispuestos a levantar la mano en contra de los jubilados. Milei, cediendo ante la "casta", pudo evitarse una nueva derrota en el Congreso. Pero las jubilaciones de hambre y las dificultades para acceder a los medicamentos siguen ahí. Y seguirá la resistencia de una causa que gana cada vez más apoyo social.
 
La Opinión Popular
 

11-09-2024 / 08:09
Hoy se aprobará o rechazará en Diputados el cruel veto del presidente, Javier "el Loco" Milei, a la ley que estableció la módica actualización de los haberes jubilatorios. En medio de acusaciones sobre prebendas personales, repartija de cargos y presiones sobre los gobernadores, Milei consiguió agenciarse a un grupo de diputados radicales derechistas y traidores, que le permitirían defender su veto a la pequeña mejora en las jubilaciones. Lo más llamativo es que la ley fue presentada por la propia UCR y defendida a viva voz por varios de los que aceptaron cambiar su voto para aplastar a los más débiles.
 
Los diputados radicales conversos que se encontraron con el presidente, Karina "el Jefe" Milei y el -también radical- ministro de Defensa Luis Petri, fueron el tucumano Mariano Campero, el correntino Federico Tournier, el cordobés Luis Picat, el neuquino Pablo Cervi y el misionero Martín Arjol. En la reunión también estaban presentes Patricia Bullrich, la represora ministra de Seguridad, y Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados.
 
Los cinco diputados de la UCR negociaron con Milei y le aportarán al Gobierno los votos para mantener el cruel y feroz ajuste sobre las jubilaciones. Referentes del partido como Yacobitti y Manes pidieron su expulsión. En la Casa Rosada se muestran confiados en que podrán cerrar la jornada con un triunfo en el Congreso, con o sin represión en la calle. El plan B de un rechazo parcial no reúne aún los consensos necesarios. 
 
La foto en Casa Rosada confirmó lo que todos los dirigentes opositores temían: un grupúsculo de diputados radicales traidores, que en junio había votado a favor del aumento a los jubilados, finalmente definió que, este miércoles, defenderá el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria. Se dieron vuelta. El cambio de postura de estos cinco diputados -a los que podrían sumarse otros más en el recinto- no solo generó un cataclismo dentro de la UCR, sino que terminó de inclinar la cancha en favor del Gobierno libertario en la previa de la sesión.
 
Como ocurrió duramente el tratamiento de la Ley Bases vuelve a quedar en evidencia que la rosca parlamentaria de la casta política termina jugando en contra los intereses del pueblo trabajador en la inmensa mayoría de los casos. En esta negociación, el gobierno logra quebrar el bloque radical y hacer que un sector se dé vuelta.
 
Muy lejos de afectar a "la casta", tal como lo prometió Milei en campaña, el brutal y cruel ajuste del gobierno anarco capitalista impactó fuertemente en los sectores populares, por los escandalosos aumentos en productos alimenticios, porque las subas en salarios y jubilaciones fueron y son todavía por debajo de la inflación y también porque la quita de subsidios al transporte y las tarifas de servicios públicos, están haciendo imposible la vida de los argentinos de a pie. Hoy un gran porcentaje de la población tiene que elegir entre pagar la luz o el gas o el agua, y poder comer. La crueldad al poder.

Los dos tercios para insistir en la ley de movilidad están cada vez más lejos, aunque los más optimistas depositan sus esperanzas en la presión social y aspiran a una presencia masiva en las calles que ayude a torcer algunas voluntades. En Balcarce 50, mientras tanto, se preparan para recibir a los manifestantes con gases y detenciones arbitrarias, y se muestran confiados en que podrán cerrar la jornada con un triunfo de Milei sobre el Congreso. Con o sin represión.

 
Hoy a partir de las 12, sectores populares ejercerán presión contra el Gobierno mediante una movilización y concentración de agrupaciones políticas, sindicales, sociales, de jubilados y de derechos humanos, bajo la consigna: ¡No al veto! ¿Serán los jubilados quienes puedan romper la parálisis del combativo movimiento obrero? ¿Será la "vejez, divino tesoro" el sector que podrá dar vuelta la tortilla de este país tan desigual?
 
La Opinión Popular

10-09-2024 / 09:09
En el gobierno de Javier "el Loco" Milei advierten que este miércoles volverán a repetirse las escenas de jubilados golpeados y gaseados, con el agravante de que la manifestación contra el veto a la ley de movilidad contará con el apoyo de la CGT y los movimientos sociales. Mientras, la represora Patricia Bullrich le dice a la justicia que el derecho a la protesta está garantizado en el país. El protocolo represivo acumula cuestionamientos y la justicia mira para otro lado.
 
Así, todo está dado para que la protesta de este miércoles de los jubilados contra el veto de la ley de movilidad termine otra vez con gases, palos y detenciones al voleo. En el Gobierno se regodean ante la posibilidad de, esta vez, reprimir a mucha más gente: la marcha frente al Congreso contará con el apoyo de columnas nutridas de varios gremios de la CGT, las organizaciones sociales, la izquierda y las CTA.
 
En la Casa Rosada advierten que se preparan para una "batalla campal", dado que la postura de las fuerzas de Seguridad seguirá en la misma tónica de las últimas dos semanas: pegarle a cualquiera que ose movilizarse con tal de "garantizar el orden" del que Bullrich se vanagloria públicamente.
 
Ese "orden", hasta ahora, se basó en el protocolo represivo que estableció por decreto en diciembre pasado y que acumula causas judiciales que cuestionan su legalidad. La justicia, hasta ahora, no hizo más que dilatarlas, mientras siguen los palazos. La ministra incluso se dio el lujo de asegurar, mediante un escrito presentado ante un juzgado en lo Contencioso Administrativo, que en Argentina el derecho a la protesta, a las libertades de asociación y reunión y a peticionar ante las autoridades "se siguen ejerciendo sin ningún problema".
 
Hay dos expedientes en trámite desde hace casi los mismos nueve meses que lleva de gobierno Milei y en los que se discute la ilegalidad del protocolo antiprotestas" o "antipiquetes". En uno de ellos, que tramita ante el juez contencioso Martín Cormick, es que la cartera de Bullrich argumentó que en este país cualquiera se puede manifestar y expresar libremente sus discrepancias.
 
La otra causa estuvo en Comodoro Py, en manos del juez Sebastián Casanello, y tras de un sinuoso derrotero terminó en la Corte Suprema. Los supremos simplemente deben resolver quién es el juez/a o fuero competente. Sin embargo, por ahora no parecen tener ningún apuro en pronunciarse. Existe al menos otra investigación en la que se analiza la responsabilidad de agentes de fuerzas de seguridad en la represión y las heridas sufridas por manifestantes. También hay un proceso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 
 
Para reprimir la protesta social --clásica receta destinada a la aplicación del ajuste-- la gestión actual invoca el llamado "Protocolo para el mantenimiento del orden público ante el corte de vías de circulación", que fue publicado en el Boletín Oficial el 14 de diciembre de 2023, apenas llegó el gobierno libertario. Bullrich y equipo utilizan el lema "ley y orden" para justificar los despliegues violentos de las fuerzas de seguridad.
 
Ese eslogan se desarma fácil: el protocolo no es ley y, precisamente, uno de los cuestionamientos por los que está judicializado, es porque ha convertido a la protesta en un delito en flagrancia a través de una mera resolución. Además de que la protesta no es delito, se trata de una reforma penal de hecho, que representantes de Naciones Unidas observan con reparos y preocupación por ir a contramano de la normativa internacional obligatoria que protege los derechos humanos. 
 

09-09-2024 / 09:09
Otra vez lo destinado a jubilaciones y pensiones tuvo un desplome más pronunciado que otras partidas. El violento ajuste de las jubilaciones, al que se sumó el fin de muchos medicamentos gratuitos, un bono estancado desde marzo, la falta de médicos de cabecera y largas demoras para acceder a las moratorias, obligó a la mayoría de los ancianos a restringir consumos y volver al trabajo para poder llegar a fin de mes.
 
Las historias emblemáticas de varios de ellos muestran cómo los mayores se convirtieron en el principal objetivo del gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei y de qué manera lo están sufriendo. La semana próxima se tratará en el Congreso el veto presidencial al aumento a los jubilados. Habrá movilización en las calles el miércoles 11 para derrotar el brutal plan de ajuste de Milei y Caputo.
 
Volver a trabajar, cerca de los 80 años, porque la jubilación mínima no alcanza para vivir. Hacer "changas" para sumar ingresos porque el haber jubilatorio dura, con suerte, hasta el día veinte de cada mes. Los medicamentos que antes eran gratuitos ahora hay que pagarlos un 40 por ciento y se consumen buena parte del presupuesto. Reducir las compras de lácteos, quesos y frutas.
 
Los nueve meses de gobierno de Milei son "un asalto a todos los derechos" de los trabajadores y de los más de cinco millones de jubilados y pensionados que cobran los haberes mínimos con bonos y soportan, en palabras de una jubilada docente, "un silencioso genocidio". El veto presidencial que dejó sin efecto la ley de movilidad jubilatoria empeora la situación y muestra "el ensañamiento que tiene Milei con los más humildes y con la clase pasiva", denuncian.
 
El poder de compra promedio de las jubilaciones de ocho meses de 2024 registra una caída real de 26,6% en relación al mismo período de 2023. En tanto, que los haberes mínimos (con bonos) perdieron 16,7% en términos reales. La jubilación mínima en agosto fue de $295 mil (con bono incluido) mientras que la canasta de los jubilados, que calcula la Defensoría de la Tercera Edad de Ciudad de Buenos Aires, se ubica en alrededor de $850 mil. Es decir, que ese haber mínimo solo alcanza para vivir diez días del mes.
 
Pese a las estadísticas indican que la pobreza superó el 50 por ciento en el primer semestre del año, el diputado de La Libertad Avanza, José Luis Espert, insiste en defender la gestión de Milei, a quien calificó como un "bombero" que apagó un incendio que dejó "el gobierno anterior". Pero no fue solo eso, sino que, además, negó que el Gobierno libertario haya ajustado a los jubilados. "De ninguna manera el gobierno de Milei está haciendo ajustes sobre los viejos o ajustes sobre los trabajadores o ajustes sobre los beneficiarios de planes. Entonces, contra fines del año pasado, estamos cada vez mejor", deliró contra la verdad, el economista.
 
A finales de año Milei podrá mostrarle al FMI que hizo el ajuste más grande de la historia. El 32% fue mediante la licuación de las jubilaciones. Este saqueo a los ancianos no va más. Hay que enfrentar las medidas ajustadoras de Milei contra el pueblo trabajador. Trabajadoras y trabajadores en actividad, estudiantes y organizaciones sociales deben acompañar a las jubiladas y los jubilados el próximo miércoles.
 
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