“Discutir con la ultraderecha es como jugar al ajedrez con una paloma: la paloma derribará las piezas, se cagará en el tablero y luego saldrá volando, atribuyéndose orgullosa la victoria y dejándote a ti la tarea de tener que limpiar la mierda”. Ece Temelkurán
TRAS EL ALZAMIENTO DEL 1º DE AGOSTO DE 1944, EL EJÉRCITO ALEMÁN DESTRUYE EL 85% DE LA CIUDAD
Varsovia se subleva contra la ocupación nazi en un combate que dura 63 días
Jóvenes insurgentes a la salida de calle Czackiego y calle ?wi?tokrzyska con armas capturadas después de la ocupación del edificio de la jefatura de policía en Krakowskie Przedmie?cie.
Calle Warecka: el área de la boca de alcantarillado después de que los defensores del casco antiguo salgan de las alcantarillas. En el centro: Zofia D?browska "Myszka", a la derecha Waldemar Papi?ski "Pancerz" (con la metralleta "B?yskawica")
La Gestapo y los hombres de las SS capturados por los insurgentes no contaron con misericordia. Una bala en la cabeza los estaba esperando casi de inmediato. El mismo destino sucedió al Volksdeutsche. Los soldados capturados de la Wehrmacht fueron tratados bien, recibieron atención médica y se les dieron raciones de comida como todos los demás.
El Levantamiento de Varsovia (en polaco: Powstanie Warszawskie) tuvo lugar durante la ocupación nazi de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial, del 01 de agosto al 02 de octubre de 1944. Fue planificado por el Armia Krajowa o Ejército Territorial, que representaba al gobierno constitucional en el exilio. Formaba parte de la llamada Operación Tempestad, cuyo objetivo era liberar Polonia antes de que lo hiciera la Unión Soviética.
Las tropas polacas resistieron durante 63 días el asedio alemán, pero ante la falta de apoyo aliado, fueron superadas finalmente por las mucho mejor equipadas tropas alemanas. El final de la contienda se saldó con 250.000 civiles de Varsovia muertos, la mayoría ejecutados, y más del 85% de los edificios de la ciudad destruidos.
Cuando empezó el Levantamiento, el Ejército Rojo se encontraba a decenas de kilómetros de la capital, y al llegar el 16 de septiembre sólo debían cruzar el río Vístula para liberar Varsovia. Sin embargo, los soviéticos se detuvieron, lo que ha llevado a la mayoría de los historiadores a concluir que Stalin prefería que la sublevación fracasara, para poder gobernar Polonia con mayor facilidad durante los años de la Guerra Fría.
Los soviéticos, por su parte, aseguraron que frenaron su avance por problemas de abastecimiento, ya que sus líneas de suministros estaban sobrextendidas desde la Operación Bagration.