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Nacionales - 27-06-2024 / 09:06
EL PRINCIPAL ACUSADO DEL INTENTO DE MAGNICIDIO DECLARÓ EN EL INICIO DEL JUICIO ORAL A “LOS COPITOS”

Sabag Montiel: Sabía que si mataba a Cristina se venía una desestabilización o guerra civil

Sabag Montiel: Sabía que si mataba a Cristina se venía una desestabilización o guerra civil
En el primer día del juicio a los autores materiales del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, Fernando Sabag Montiel, el ejecutor directo, solo se preocupó por asumir toda la culpa y desactivar cualquier intento por hurgar en las conexiones políticas y económicas del intento de asesinato. En ese esfuerzo, contó cómo tomó la decisión de hacerlo junto a su pareja, aunque cayó en evidentes contradicciones. El autor del disparo intentó negar que tuviera un móvil político o económico. "No soy un sicario ni soy de Revolución Federal", dijo.
En el primer día del juicio a los autores materiales del atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, Fernando Sabag Montiel, el ejecutor directo, solo se preocupó por asumir toda la culpa y desactivar cualquier intento por hurgar en las conexiones políticas y económicas del intento de asesinato. En ese esfuerzo, contó cómo tomó la decisión de hacerlo junto a su pareja, aunque cayó en evidentes contradicciones. El autor del disparo intentó negar que tuviera un móvil político o económico. "No soy un sicario ni soy de Revolución Federal", dijo.
 
Había algo llamativo en el relato de Sabag Montiel: usaba la palabra "atentado" para referirse a su intento de matar a Cristina, decía "los copitos" al aludir al grupo de vendedores de copos de azúcar que frecuentaba por esos días con su novia Brenda Uliarte, actividad que usaban para "estudiar --dijo-- cómo perpetrar" el crimen. Parecía un cronista de sí mismo. La fiscala Gabriela Baigún le preguntó a qué se refería al hablar de "atentado". "Se contesta sola la pregunta: Matar a Cristina", respondió sin titubear. "Yo la quería matar y ella quería que se muera", resumió "la decisión" que había tomado junto con su pareja Uliarte "la semana previa" al hecho, lo que dejaba en claro la planificación.
 
En la primera audiencia del juicio por el intento de magnicidio contra la expresidenta, a Sabag Montiel se lo vio con el pelo crecido, enmarañado, y la barba larga. Era evidente que quería hablar. Ya lo había intentado cuando todavía no era su turno, cerca del mediodía, y trató de subirse a un planteo del abogado del tercer acusado, Gabriel Carrizo --el dueño del negocio del algodón de azúcar--, que reclamaba un jurado popular para el caso. "Ya lo planteé en la Corte", esbozó el principal acusado desde su asiento, en el medio de la sala, todavía enfundado en una gruesa campera bordó, y siguió con frases confusas.
 
Varias veces Sabag Montiel habló de las razones que, definió sin pruritos, lo llevaron a acercar una pistola Bersa calibre 32 a muy pocos centímetros "de la cara" de CFK. "Gatillé una vez, no fueron dos. No le volví a dar carga porque fui interceptado", quiso aclarar. Como es conocido, la bala no ingresó a la recámara del arma y por eso el disparo no salió. No tuvo, recapituló el asesino fallido, "escape del plan", una idea que dejaba flotando que habría imaginado huir. "No sé qué pasó con el cargador. Un acto reflejo es descartarse del arma. Nunca maté a una persona, iba a ser la primera vez, pasa todo como un flash", fue explícito. En efecto, tiró el arma al piso y fue hallada después. Reconoció que intentó hacerse pasar por militante kirchnerista para que no lo capturaran, pero no le creyeron.
 
Su intento de asesinato tuvo, buscó argumentar, "una motivación personal". Lo veía como "un acto de justicia". "No traté de beneficiarme económicamente". "Tiene una connotación más profunda, mas ética, y más comprometida con el bien social que otra cosa". "No soy un sicario, ni un psicópata ni conozco a Revolución Federal". A esas afirmaciones sumó una teoría sobre sus compañeros de banquillo, Uliarte y Carrizo: "les pagaron para auto incriminarse". Ellos no llegaron a declarar en la primera jornada.
 
Es evidente que la defensa de Sabag Montiel consiste en hacerse el justiciero.
 

 
Cuando la presidenta del Tribunal Oral Federal 6 (TOF6), Sabrina Namer, lo convocó a pasar al frente para prestar declaración indagatoria, fue decidido y dijo que quería contestar preguntas. Se presentó: 37 años, nacionalidad "brasileña", estudios "terciarios" (luego dijo hizo dos años de ingeniería industrial en la UBA), trabajó de remisero, vendía copitos. Su tono era calmo y monocorde. Tenía puestas las mismas zapatillas blancas con rayas negras que llevaba cuando lo detuvieron la noche del 1 de septiembre de 2022 en medio de la multitud que llevaba once días de movilización en apoyo a CFK alrededor de su casa en Recoleta. Primero lo agarraron entre dos militantes, como recordó la lectura de la acusación de la fiscalía y la querella. Otro lo había visto apuntar y gritó "¡Tiene un fierro!". Recién después quedó en manos de la policía.
 
En una de las pocas fotos que se pudieron rescatar del celular de Sabag Montiel --que apareció dañado en las primeras horas pos atentado--, se lo veía con el pelo largo, apuntando con la misma arma que utilizó para el intento de magnicidio. La imagen la tomó un vecino suyo, el mismo que le había dado la pistola ese mismo día de 2021: "César Bruno Herrera, fallecido de Covid". Le había prometido, contó, que la pondría a su nombre, cosa que no sucedió. Le pagó 20.000 pesos. Tenían a la vez un acuerdo y compartieron vivienda. Sabag parecía empecinado en hacer notar que no sabía usar el arma y que en un video solo "emuló" a que la recargaba. Admitió, sí, que la probó una vez. Dijo que era una Bersa que tenía 22 años y no conocía el uso que es le había dado. "No lo hice más porque no es una cosa agradable", aclaró.
 
 
La relación con Uliarte
  
En la historia que ofrece a los presentes en la sala, Sabag Montiel conoció a Uliarte hace siete años, se fueron juntos de una fiesta, y desde entonces tuvieron encuentros eventuales. Recién un mes antes del atentado se fueron a vivir juntos. La diferencia entre ambos, dice Sabag, es que él se considera "apolítico", y ella cultivó simpatía por Javier Milei.
 
Hasta metió en su declaración, sin mencionarlo como tal, el romance que Brenda tuvo con Miguel Prestofelippo, un youtuber libertario conocido como "El Presto" (que hasta tiene una condena por amenazas a CFK). "Eso también nos llevó a interiorizarnos en temas políticos (...) el último tiempo (previo al ataque) fue dedicado a la política (...) yo no creo en Milei, Cristina o Macri".
 
Sabag buscó darle a Uliarte en la  trama un papel de "acompañante". "Ella me escuchó mis ideas, lo que quería hacer y hasta donde quería llegar. Y compartió conmigo. Ella no estaba tan segura de lo que yo podía llegar a hacer. Tal vez lo tomó como juego de niños. No como algo serio, algo profundo. Si bien eso la complicó tampoco hubo un freno para decir no hagamos esto, podemos caer presos, complicarnos la vida. Me hubiera gustado que hubiera salido una palabra de ella para poder frenar. Creo que no midió las consecuencias. Y las consecuencias son graves (...) Quizá pensó que al día siguiente íbamos a estar en casa durmiendo tranquilos".
 
Consideró que ella "es chica, tiene 24". Y coló una frase paradójica: "ante un acto así una persona tiene que tener los pies sobre la tierra y entender las consecuencias de sus actos".
 
En ese momento, a Brenda, que llevaba un abrigo con estampado escocés rosa y violeta y el pelo amarrado con un gancho,  no se la vio gesticular tanto como cuando el secretario del tribunal leyó al comienzo de día los chats previos al intento de asesinato, en los que ella decía que había mandado a matar a Cristina, que se le había "metido el espíritu de San Martín en el cuerpo" y, cuando buscaban con Sabag Montiel un departamento cerca del de la expresidenta y fueron a ver uno en Recoleta, ella decía: "Cristina vive en Recoleta, estamos re cerca de la mina, la podemos hacer pija... hay que ir y pegarle un corchazo". En ese y otros momentos de los diálogos se tentó y se rió.
 
Carrizo había ido con un camisa y saco, el pelo largo atado muy prolijo. Se mostraba serio.  Sabag lo acusó de haber plantado otra arma (una calibre 22 corto, que menciona el jefe de los copitos en mensajes pero jamás apareció). Pero dijo que con él, que más tarde comentó en mensajes con conocidos "recién intentamos matar a Cristina", no tuvo conversaciones "que impliquen un plan criminal". Con Brenda dijo que pensaron el atentado desde al menos una semana antes. Ella tiene fotos con armas desde abril de 2022.
 
Sabag Montiel dijo que el arma la había llevado él al lugar, en su campera. Que la bolsa que tenía Brenda en la mano, con la que se la ve en filmaciones, tenía azúcar y palitos para los copos y un paraguas verde. "Estuve una sola vez antes del atentado: fui a vender copitos y estudiar cómo perpetrar el atentado. Si vamos a entrar en detalle, la inteligencia no era tan necesaria se podría prever en el acto mismo; si veo que una persona está en un estado de indefensión puedo actuar pero si atento contra una persona que tiene seguridad ambos podemos salir lastimados", mostró su razonamiento. Cuando sobrevenía un silencio le preguntaba con desparpajo a quien lo estuviera interrogando: "¿Más preguntas?"
 
 
Por qué CFK
  
Tanto la fiscalía como la defensora de Sabag, Fernanda López Puleio, insistieron en que explicara sus razones para un intento de magnicidio. En el plano de "el fin personal", sostuvo que "son cuestiones de incomodidad con lo establecido".
 
"Respecto de la persona de Fernández de Kirchner --agregó-- no me gusta, es corrupta, roba, hace daño a la sociedad y demás cuestiones que ya son sabidas. No es necesario que sean aclaradas por mí porque cualquier persona siente lo mismo que yo, o la mayoría. Pensamientos que son bien vistos por la sociedad". 
 
Parecían referencias repetidas en los medios de comunicación, en especial desde la época de macrismo que comenzó la persecución judicial contra la dos veces presidenta.
 
También la responsabilizó de la  "inflación" y de terminar sintiéndose "humillado" porque "de tener un buen pasar a ser vendedor de copitos". José Manuel Ubieira --quien comparte la querella de CFK con Marcos Aldazabal-- le preguntó qué lo llevaba  de decir que el gobierno de Fernández de Kirchner lo había empobrecido si al comienzo de la audiencia había dicho que él llevaba una buena vida.
 
De hecho, habló de que tenía una propiedad y cinco vehículos, se quejó porque su casa estaba ocupada desde que lo metieron preso y que hasta le sacaron la ropa. El acusado dudó y respondió que "no podía arreglar los autos".
 
--¿Le genera arrepentimiento (lo que hizo)?-- preguntó Ubeira.
 
--Uno se arrepiente más por sí mismo que por el otro--
 
 
Alta tensión
 
Después del primer tramo de la audiencia, en que se leyó el detalle de las acusaciones, la fiscala Baigún pidió la palabra para anunciar que llegado el momento iba a agravar la acusación para incluir violencia política fundada en razones de género, algo que había sido descartado por el fiscal de instrucción Carlos Rívolo.
 
López Puleio la cruzó, y le dijo que si iba a ampliar la acusación había que suspender todo, porque su defendido tenía derecho a que le expliquen de que se lo acusa. La jueza Namer siguió de largo, dijo que solo era un anuncio de la fiscalía, pese a que a lo largo de toda la audiencia se cruzó varias veces con Baigún.
 
La fiscala dijo que hablaba de odio de género y de violencia política porque intentar matar a CFK había sido una forma de buscar "en forma definitiva impedirle seguir ejerciendo su cargo en la vida pública".
 
Sabag Montiel dijo que en algún momento se le había cruzado por la cabeza que el magnicidio podía generar "desestabilización, guerra civil, enojo grande de la sociedad". Lo decía como una idea más, casi de paso. "Fue un acto en contra de mi voluntad. Que no lo quería hacer pero lo tenía que hacer", dijo.
 
Cuando la fiscalía le pidió que muestre sus tatuajes, explicó uno por uno, incluso los que son símbolos nazis y dijo que había agregado una cruz cristiana porque después de una larga enfermedad (el dice arteriosclerosis), había abandonado otras "prácticas paganas" y  se volcó al cristianismo. "Hoy soy cristiano, pese a haber intentado matar a una persona, sin ser hipócrita, soy cristiano", soltó.
 
Entrada la tarde se notaba la ansiedad en el recinto por terminar un largo día y la presidenta del tribunal trató de apurar a quienes hacían las últimas preguntas.
 
Sabag Montiel dijo que no tenía problema en seguir: "Estoy regio".
 
Por Irina Hauser
 
Fuente: Página 12
 

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21-10-2024 / 11:10
Cristina Kirchner le respondió a Javier "el Loco" Milei. "¿Así que ahora también me querés matar?", planteó la exmandataria ante la afirmación del Presidente de que le gustaría "meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina adentro". En un texto que publicó en su cuenta de X, CFK responsabilizó al líder de La Libertad Avanza y "a los medios que han habilitado discursos de violencia sin límites" de lo que pueda sucederle a ella y a otros dirigentes opositores. Además le señaló el fracaso de su gobierno "Vos como presidente das vergüenza", afirmó.
 
"Estás nervioso y agresivo porque todas las idioteces que, durante años, dijiste en la tele y todavía seguís repitiendo son solo eso: idioteces", arrancó la expresidenta su réplica a Milei y agregó: "Como no tenés las más pálida idea de lo que es la gestión del Estado terminaste pidiéndole ayuda a Macri".
 
En el primer tramo de la respuesta, Cristina Kirchner le marcó a Milei sus contradicciones y el resultado negativo de las políticas que viene aplicando. Citó por caso que dijo que iba a dolarizar y terminó "copiándole la tablita del dólar a Martínez de Hoz; y lo tenemos otra vez al Toto Caputo con el carry trade, donde se la están llevando en pala los sectores financieros".
 
"Pensé que los plagios solamente los hacías con los libros", ironizó la exmandataria que también le recordó al Presidente que afirmaba que iba a cerrar el Banco Central y ahora pasa "sus pasivos al Estado argentino con las LEFI y las LECAPS que están generando intereses mensuales por más de 2 billones de pesos y armando una bola que, cuando explote, mejor no estar cerca".
 
Tras ese tramo inicial, CFK le sugirió que "sería bueno que, en lugar de insultar a diestra y siniestra, y amenazarme con mi muerte, encontraras la forma de que los argentinos puedan volver a comer cuatro veces al día y en su casa, sus hijos crecer sanos para poder estudiar y progresar y los viejos tengan sus remedios para poder vivir".
 
"Ya hubo una época en la Argentina, en la que se pensaba que la muerte del adversario era la solución", recordó también la expresidenta y sumó otra ironía a propósito de la acusación que Milei formuló en campaña contra Patricia Bullrich de que su ahora socia ponía bombas en jardines de infantes en los 70: "De aquel tiempo podes preguntarle a tu Ministra de Seguridad que, de eso, puede dar cátedra".
 
Cristina Kirchner le pidió a Milei que deje de amenazar y aprenda "a gestionar el Estado, porque ¿sabes una cosa Javier Gerardo Milei? Aunque me maten y de mí no queden ni la cenizas... tu Gobierno es un fracaso y vos como Presidente das vergüenza ajena".
 
"Lo hago responsable a usted y a los medios que han habilitado discursos de violencia sin límites (que finalmente terminan con un intento de disparo en la cabeza), no sólo de lo que me suceda a mí, sino a otros peronistas, integrantes de otras fuerzas políticas opositoras y organizaciones libres del pueblo", cerró su respuesta CFK.
 

21-10-2024 / 09:10
Dos tramas se desarrollan en paralelo pero absolutamente conectadas. La institucional y la política. Respecto a la primera, finalmente dos listas se presentaron antes de la medianoche de ayer para competir por la presidencia del PJ. Según lo previsto, Cristina Fernández de Kirchner y Ricardo Quintela deberán enfrentarse el 17 de noviembre, aunque existen dudas sobre la posibilidad de organizar la logística de una interna con un padrón de más de tres millones de afiliados.
 
Las elecciones podrían postergarse hasta marzo, dando tiempo para encontrar un acuerdo de unidad, algo que, al menos de la boca para afuera, todos los actores y actrices involucrados prefieren antes que contarse las costillas adelante de todos. La posibilidad de que se firme la paz en los próximos días, sin embargo, fue perdiendo terreno a medida que escaló la tensión de la segunda trama, la política y la más importante, que enfrenta a Cristina con el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
 
CFK encabezará una lista con varios nombres pesados que representan a los bloques oficialistas en el Congreso, al sindicalismo y a los movimientos sociales. La presentó el viernes en un acto en SMATA cuyo contenido se filtró rápidamente a pesar de que no hubo transmisión ni presencia periodística en el lugar. "Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más", dijo. Para que no quedaran dudas, el senador Oscar Parrillil confirmó el destinatario a la mañana siguiente.
 
Kicillof publicó por la tarde un comunicado en el que buscó ponerse por encima de la interna partidaria, hizo una autocrítica explícita de la experiencia del Frente de Todos, planteó diferencias muy concretas con el modo de conducción de CFK y La Cámpora, y pidió concentrar los esfuerzos opositores en la doble tarea de constituir "un escudo" que defienda a la población de las agresiones del gobierno y construya "una alternativa" para reemplazarlo.
 
"Milei no ganó por accidente; es presidente luego de que el peronismo hiciera un gobierno nacional que no cumplió con las expectativas. Evidentemente algo no anda bien", escribió. Sobre la interna manifestó el deseo de "que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna". En ese sentido, destacó que CFK y Quintela coinciden en proponer "dos puntos centrales" que son "una nítida oposición a Milei" y una "convocatoria a la unidad".
 
Las provocaciones y aprietes en los días previos no lograron doblegarlo ni lo hicieron pisar el palito. "Quintela no es mi candidato, es un gobernador y un dirigente que viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei. Es un error pensar que se trata de un dirigente que yo subo o bajo, pero sobre todo es un gran error atacarlo", escribió, pidiendo "respeto y acompañamiento" a los gobernadores que fueron reelectos el año pasado.
 
"La verdad es que no quiero ni puedo estimular peleas entre compañeros pero tampoco puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento", advirtió. "Mi única pelea en la que todos los días pongo cuerpo y alma es la pelea contra Milei y sus políticas de exclusión y crueldad. En esa pelea que me toca afrontar, necesito del pleno acompañamiento del peronismo de mi provincia".
 

20-10-2024 / 10:10
El gobernador bonaerense Axel Kicillof publicó este sábado una carta donde toma distancia de la interna del PJ nacional y rechaza los cuestionamientos del kirchnerismo. "No me interesa disputar la interna del PJ ni directa ni indirectamente", dijo el gobernador. En una carta de tres páginas, Kicillof recordó que desde que Alberto Fernández se apartó de la conducción del partido viene repitiendo en público y en privado que no le interesa disputar la interna.
 
"Por razones que me son ajenas, hoy en el Partido Justicialista están a punto de quedar dos listas", dice el gobernador y argumenta -no sin intención- que Ricardo Quintela anunció su postulación hace tres meses y que Cristina Kirchner dio a conocer su candidatura hace diez días. "Mi deseo y mi posición es que se logre un encuentro, un diálogo, y se evite una innecesaria competencia interna", dice el texto.
 
El mejor escenario para el gobernador era que se llegue a una lista de unidad entre la ex presidenta y el riojano. Ese sería el mejor escenario para que Kicillof pueda comenzar a despejar la tensión que se generó en las últimas semanas. "A horas del cierre, vuelvo a expresar mi voluntad: ¡unidad, unidad respetuosa, unidad peronista!", dijo.
 
"En virtud de los reiterados ataques públicos que se han hecho durante los últimos tiempos, me gustaría agregar algunos comentarios", dijo Kicillof y destaca que Quintela no es su candidato, aunque lo pondera como un gobernador que "viene enfrentando, con un coraje que no abunda, las políticas de Milei".
 
"Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo subo o bajo, pero sobre todo es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados", agregó en uno de los párrafos más fuertes de la carta.
 
En la segunda parte del texto se enfoca en las críticas de los últimos días. Horas antes del acto de Berisso, todo el kirchnerismo salió a cuestionar a Kicillof por no manifestarse en favor de Cristina en la interna del PJ. "No puedo convalidar el equivocado mecanismo de que cualquier diferencia o crítica desate el disciplinamiento", dijo y agregó que la única pelea es contra el gobierno de Milei.
 
"En esa pelea que me toca afrontar, necesito el pleno acompañamiento del peronismo de mi provincia", dijo y lanzó quizás el párrafo más duro contra Máximo Kirchner y La Cámpora: "últimamente, sectores de nuestra fuerza política con quienes a veces tengo diferencias, pero también un recorrido común, decidieron criticarme mucho y acompañarme poco". En el gobierno bonaerense quedaron molestos por el acto de Máximo en Atenas, donde funcionarios de su gabinete cantaron contra el gobernador a pocas cuadras de Casa de Gobierno. Para el mandatario, fue una cuestión institucional que no debería haber sucedido.
 
Sin embargo, en su carta se adelanta a algunos trascendidos que circularon ayer y que daban cuenta de que los ministros de La Cámpora podrían renunciar en masa la semana próxima. De algún modo, el gobernador parece adelantarse a posibles decisiones y deja expreso que no existen observaciones desde Casa de Gobierno sobre esos funcionarios.
 
Sobre el final, el gobernador se expresa sobre su vínculo con Cristina y vuelve a llamar a la unidad. Además, hace una referencia directa a la ex presidenta. "Cristina está en el corazón del pueblo, también en el mío y no tengo que rendir examen de ese sentimiento", dice. La respuesta por parte del cristinismo llegará en breve.
 
La Opinión Popular
 

19-10-2024 / 08:10
"En el Titanic no había botes para todos", dijo el representante empresario Daniel Funes de Rioja. "No me pidan que baje los impuestos, pídanme que baje el gasto", o sea que haga más ajuste, les dijo Federico Sturzenegger a los empresarios. Javier Milei redondeó el concepto: "tuvimos que hacer el ajuste en las vacaciones para que la gente no se diera cuenta". Esta es la verdadera casta, la que nunca debería haber llegado al gobierno, porque es enemiga del pueblo y del bien común.
 
Las declaraciones de Funes de Rioja fueron en la UIA en respuesta a los empresarios que se quejaban por las importaciones a destajo promovidas por el gobierno. Sturzenegger y Milei hablaron ayer en el Coloquio de IDEA, en Mar del Plata. Cristina Kirchner lo definió como "demolición social" en la grabación que envió al acto que se realizó en la Federación de Boxeo por el 17 de octubre. La definición de la ex presidenta se ajustó a la realidad. Demolición social y demolición de la Nación como ámbito de convivencia y resguardo de sus habitantes, de sus bienes y de su dignidad como seres humanos.
 
Las palabras de Milei producen indignación. Pusieron al descubierto la enorme mentira con la que engañó a sus votantes. El ajuste se hizo en las vacaciones para engañar al pueblo, parte del cual lo votó, reconoció.
 
Sturzenegger no podía ser más revelador: "Si me piden que les saque impuestos, lo que saco a uno, se lo tengo que aplicar a otro empresario". En cambio si le piden "que baje el gasto", o sea: más ajuste, les saca a los jubilados, a los estudiantes, a los enfermos, y no le tiene que sacar a ningún millonario. Los argentinos están frente a un pelotón de fusilamiento. Y los fusiladores lo reconocen. "Demolición social" advirtió Cristina Kirchner con exactitud.
 
Frente a tremenda brutalidad, las discusiones en la oposición parecen chiquitas, aunque son lógicas después de una derrota electoral. Y también son legítimas porque forman parte del juego democrático de la política. El riesgo sería perder de vista a la bestia que deberán enfrentar y debilitarse en esa puja.
 
El fuerte crecimiento de la figura del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, produjo reacomodos dentro del peronismo, del kirchnerismo y de sus aliados. El surgimiento de una figura nueva en un momento de retracción, fue una buena señal, una demostración de vitalidad cuando parecía que Milei se llevaba puesta a la Argentina.
 
Por las leyes de la física, cuando una figura crece, ocupa más espacio, no sólo en volumen sino también en calidad. Sería un error negarlo. Sobre todo, porque cuando la figura que surge no plantea una contraposición ideológica, como ha sucedido otras veces en el peronismo.
 
Con el desgaste del gobierno, también creció Cristina Kirchner en la expectativa popular por encima de lo que mantuvo siempre. Además del vínculo político histórico, ella y Kicillof tienen un vínculo de afecto. La expresidenta se postuló para encabezar el PJ y seguramente competirá con el gobernador Ricardo Quintela que impulsó una nueva Constitución, ejemplar, en La Rioja. Las tres figuras son armónicas y convocantes. En conjunto expresan la profundización del peronismo en el camino que marcó su fundador, Juan Perón.
 
No es un momento malo para el peronismo. Muchos ven a estos tres dirigentes en debate y ven división. En realidad, por primera vez en mucho tiempo, hay tanta concordancia. 
 

18-10-2024 / 10:10
En el "kilómetro cero" del movimiento que reclamó la liberación de Juan Perón el 17 de octubre de 1945, el gobernador bonaerense Axel Kicillof encabezó un significativo acto con la tropa propia y más de 50 mil militantes en Berisso, en una potente muestra de poder con guiños presidenciales y de unidad en el Día de la Lealtad, jornada que aprovechó para disparar contra Javier "el Loco" Milei y ensayar un acercamiento a Cristina Fernández de Kirchner (CFK): "El peronismo volverá a gobernar la Argentina", afirmó.
 
"No alcanza con ser oposición, tenemos que ser alternativa y tenemos que ser futuro, Este proyecto político y este pueblo es el que el año que viene le va a poner un freno a Milei en las urnas y va a empezar a construir una alternativa superadora. El peronismo sufrió una gran derrota, estamos en un momento de reflexión y de debate. No tengamos miedo, no dramaticemos; como dice Cristina en su documento, acá no sobra nadie y en la discusión todas y todos somos iguales; como decía Néstor, con la verdad relativa de cada uno vamos a construir una síntesis superadora", esbozó sobre las internas Kicillof.
 
Con ello, el Gobernador planteó ponerle un punto final al conflicto en el peronismo, que lo tiene tironeado entre el "axelismo" y el kirchnerismo duro. "Únanse, unámonos. Es muy claro: no me interesa disputar ninguna interna, mi responsabilidad y mi mandato es el de conducir el Gobierno bonaerense. La única pelea que me interesa es la pelea contra las políticas de Milei", subrayó; y añadió: "Mi opinión sobre las cosas que se estuvieron discutiendo es muy sencilla - unidad, unidad y unidad".
 
"El peronismo no solo transformó las vidas y la economía del país, sino que para siempre transformó las conciencias, las mentes y los corazones, por supuesto que de los peronistas pero también de todos los argentinos. Acá, cuando se ve una injusticia, se dice no; cuando Milei avanza, se le dice basta; y eso es porque por la Argentina pasó, pasa y pasará y volverá al Gobierno el peronismo. La historia está inconclusa y continúa, y estamos acá para escribirla", arengó el mandatario provincial.
 
Junto a ello, Kicillof mostró también con un acercamiento a CFK, quien será candidata para presidir el Partido Justicialista (PJ): "Durante los 50 años que siguieron a la muerte de Perón, tuvo el peronismo páginas más felices y otras peores. Pero quiero dejar en claro que en este siglo fueron Néstor y Cristina los que le devolvieron al peronismo su fuerza transformadora, esa que nació con Perón y Evita. Los días más felices siempre fueron peronistas, los mejores días siempre fueron con Cristina, y los días mejores que se vienen tienen que estar en el futuro".
 
Kicillof señaló: "No busquen palabritas, si algo quiere la derecha es vernos divididos. Nunca me van a ver buscando divisiones. El peronismo con sus aliados, con los sindicatos y los movimientos sociales, en la Provincia tiene y representa un proyecto". Y remarcó: "Festejamos la convicción de que este desastre de Milei no dura para siempre. Cuando duden o piensen que no hay futuro, recuerden que acá en la Provincia de Buenos Aires derrotamos tres veces a Milei".
 
"Si la libertad en algún momento avanza es solo de la mano de la igualdad y la justicia social. Sin justicia social, la única libertad que avanza es la de los ricos, los privilegiados, los millonarios, las empresas extranjeras y la timba financiera. Es la libertad que quieren para evadir, explotar a los laburantes sin que nadie los proteja, contaminar nuestro planeta, saquear nuestros recursos", advirtió más tarde. Junto a ello, el mandatario provincial se expresó en defensa de los estudiantes y los jubilados, así como en contra de la privatización de Aerolíneas Argentinas y otras empresas públicas nacionales.
 
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