“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
Carlos Gardel: a 89 años de su muerte, la leyenda sigue viva
Carlos Gardel.
Carlos Gardel y Alfredo Le Pera.
En 1935, Carlos Gardel era la figura argentina más importante que triunfaba en toda América ya había filmado ocho películas para la Paramount norteamericana y estaba promocionando los films y los discos de las dos últimas: El día que me quieras y Tango Bar.
Durante esa gira lo acompañaban sus guitarristas Barbieri, Riverol, Aguilar y el letrista y guionista Alfredo Le Pera. El 10 de junio de ese año llegó a Colombia, precisamente a Medellín donde estuvo hasta el 14 de junio, luego viajó a Bogotá para hacer nuevas presentaciones.
El 24 de junio de 1935 por la mañana, Gardel en compañía de Le Pera y sus músicos salen de Bogotá rumbo a Cali, pero hacen una escala técnica en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellin, conocido como Las Palmas.
El objetivo de la escala fue cargar combustible y los rollos de la película Payasadas de la vida. El avión además llevaba instrumentos musicales, telones y valijas de los 13 ocupantes. A las tres de la tarde, el Ford F-31 de la empresa Saco, carreteó el aeropuerto y se estrelló aún en tierra con el Ford F-11 de Scadta.
De los trece tripulantes sobrevivieron el profesor de inglés José Plaja, el ayudante de cabina Grant Flynn y el guitarrista José María Aguilar.
La calidad de su voz y su muerte prematura ayudaron a convertirlo en un mito popular. Gardel se ha convertido en una figura indiscutible de la que no es necesario reseñas ni alabanzas. Todo aquel que oyó hablar de tango, lo encontró pegado al nombre de Carlos Gardel.
Jugadores del Club de Futbol Barcelona rodean a Carlos Gardel, entusiasta simpatizante de los azulgranas.