“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
Termina la batalla de Okinawa, la más sangrienta en la guerra del Pacífico
Bandera yanqui levantada sobre Okinawa. No es tan dramático como Iwo Jima, pero no menos importante, ni sangriento.
M4 Sherman del 763 º batallón de tanques y tropas de la 96 ª División de Infantería en la batalla de Okinawa, el 1945.
Soldados yanquis en Okinawa, después de 82 días de asedio sin fin. El 21 de junio de 1945 culmina la batalla en la isla japonesa de Okinawa, el mayor asalto anfibio en el Teatro del Pacífico. Se combatió durante 82 días, desde principios de abril hasta mediados de junio de 1945.
El objetivo principal de la operación era apoderarse de la gran isla de Okinawa a sólo 550 km de distancia del Japón. Después de una larga campaña de saltar entre islas (los estadounidenses la denominaban Island hopping), los Aliados se acercaron a Japón, y planearon usar Okinawa como base para las operaciones aéreas bajo el plan de invadir territorio japonés, cuyo nombre en clave era Operación Downfall.
La batalla resultó ser una de las que tuvo más víctimas, civiles y militares, en toda la Segunda Guerra Mundial: la totalidad de los fallecidos supera el cuarto de millón. Las pérdidas de EE.UU. fueron más de 50.000 soldados, de los cuales más de 12.000 murieron o fueron dados por desaparecidos. De los 107.000 soldados y 24.000 milicianos japoneses, tuvieron 110. 000 muertos y 7.400 prisioneros, aproximadamente. Esto hizo que fuera la batalla más sangrienta en la guerra del Pacífico.
Finalmente los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki y la entrada soviética en la guerra provocarían la rendición de Japón tan sólo unas semanas después del fin de los combates en Okinawa.
La Opinión Popular Simón Bolívar Buckner, Jr., Comandante General del X Ejército, fallece en combate en la batalla de Okinawa. Se trata del oficial del ejército yanqui de más alto rango en ser muerto por el enemigo durante esa contienda.
El objetivo principal de la operación fue apoderarse de la gran isla de Okinawa a sólo 550 km de distancia de Japón y dar un golpe moral al Japón.