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Nacionales - 09-06-2024 / 09:06
180 DÍAS DE LOS HERMANOS MILEI EN LA ROSADA: EL ESTADO EN MANOS DE QUIENES SE PROPONEN DESTRUIRLO

Torpeza planificada, batalla cultural y desconcierto opositor: inédita cruzada ultraderechista en su punto de partida

Torpeza planificada, batalla cultural y desconcierto opositor: inédita cruzada ultraderechista en su punto de partida
El Gobierno ultraderechista expone otra característica esencial, que pesa tanto en su identidad como su ideología: la torpeza como ejercicio de Gobierno. El reconocimiento por parte de Milei de que se propone destruir al Estado “desde adentro”, “como un topo”, lleva a pensar que el conjunto de arribistas y hombres y mujeres de negocios de los que se rodeó no son producto de alguna limitación social o psicológica de los hermanos gobernantes, sino que fueron seleccionados para un objetivo premeditado.
En un tiempo, la sociedad argentina sentirá consternación al observar que muchos de sus ciudadanos apoyaron, disimularon y votaron a un Gobierno como el de Javier "Papada de Sapo" Milei. Es una hipótesis. El lapso que llevará asimilar este dato de la historia podrá llevar meses, años o décadas. Otra hipótesis, un tanto inespecífica.
 
El bochorno de este presente al que llegó la política argentina no se limita a un Presidente que hace bandera de la crueldad en cada una de sus acciones, como ninguno de sus antecesores democráticos de la amplia familia de la centroderecha y la derecha.
 
No casualmente, además de lo que significa el apoyo recibido en las urnas, hay formas de Milei que hacen al fondo de las relaciones sociales y encuentran eco en quienes se presentan como adversarios o enemigos. La estridencia, lo soez y la violencia que el ultra derechista llevó a la jefatura de Estado aparecen como ráfagas cotidianas en emergentes opositores y en pantallas televisivas y de streaming -al menos en los papeles- antimilieístas.
 
Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Mauricio Macri -muy distintos en sus condiciones de liderazgo personal, representatividad, construcción política y éxito en sus propios términos- tocaron partituras liberal-conservadoras y apelaron, en un tópico de los promotores del libre mercado, a un "último sacrificio" que sería redentor, antes de poner a Argentina en la senda de los "países exitosos". Ninguno actuó con el grado de desprecio y odio que enarbola el economista de La Libertad Avanza hacia sus adversarios y hacia los millones que padecen sus medidas.
 
Martín Vicente, investigador sobre las derechas en el Conicet y docente de la Universidad de Mar del Plata, traza un puente entre la narrativa de Milei y el "cambio de mentalidad" que se proponía un emblema de la no democracia, José Alfredo Martínez de Hoz, algo perceptible en la coincidencia terminológica de ambos economistas.
 
El Gobierno ultraderechista expone otra característica esencial, que pesa tanto en su identidad como su ideología: la torpeza como ejercicio de Gobierno. El reconocimiento por parte de Milei de que se propone destruir al Estado "desde adentro", "como un topo", lleva a pensar que el conjunto de arribistas y hombres y mujeres de negocios de los que se rodeó no son producto de alguna limitación social o psicológica de los hermanos gobernantes, sino que fueron seleccionados para un objetivo premeditado.
 
Las partidas sociales que no se ejecutan, las obras públicas próximas a concluirse que se abandonan, los recursos humanos valiosos a los que se expulsa, los alimentos que se vencen en depósitos, los obscenos negocios que se habilitan, las muertes por medicamentos que no se entregan y los programas científicos que se atascan en mails que quedan sin responder no obedecen sólo a que hay una tarotista que se toma su tiempo para entender de qué se trata o un abogado de un estudio privado con intenciones aviesas.
 
Mucho más que eso, hay una decisión política de desmantelar "el colectivismo" que representa la mera existencia del Estado, más allá de la función básica de seguridad y tribunales para arbitrar conflictos. No cabe elucubrar teorías conspirativas. Hay que escuchar a Milei. Este capítulo de individualismo enseñoreado, en el que el goce con el sufrimiento ajeno parece un componente indisociable, excede con creces a las figuras de los hermanos Milei.
 

 
Aquel violento y auspiciado panelista que atravesaba la pantalla televisiva tuvo capacidad para navegar y atizar una era. Cuando Milei gritaba en los estudios de América y sus videos volaban a la pantalla de los celulares, Agustín Laje y Nicolás Márquez emprendían una "batalla cultural" con bestsellers y concurridas conferencias, el periodismo tóxico calentaba el ambiente con pseudoinvestigaciones y canilla libre para la vulgaridad, y millones de familias sentían que "el Estado presente", "la década ganada" o "no vas a perder nada de lo que ya tenés" se habían transformado en consignas cristalizadas.
 
Los referentes políticos conocidos, aun con sus idas y vueltas y con la dosis de desconfianza que podían haber inspirado incluso entre sus votantes, no sólo se mostraban incapaces de concretar sus promesas, sino que parecían haber dejado de hablarle a un porcentaje importante de la población.
 
 
El entretenedor
  
El escritor Marcelo Figueras traduce el ascenso de Milei en estos términos: "Un tipo que lee el relajamiento de la idea del Estado-Nación en beneficio de las corporaciones y que entiende que cambió el sujeto político. Que los pibes y pibas vienen con una cabeza distinta, y que presentan prioridades distintas con respecto a otras generaciones".
 
El resquebrajamiento de ideas como el ascenso social a partir del trabajo, de alguna pertenencia a una comunidad transversal, fuera política o cultural, exacerba la apuesta individual por la salvación. Bajo ese prisma, el esfuerzo personalísimo "pese" y "contra" el Estado, el objetivo de "pegarla con un curro" o la mera apuesta por el juego online son ejes con los que Milei supo sintonizar, en la mirada de Figueras, entrevistador de Cristina en presentaciones del libro Sinceramente. Si rige la ley de la selva, que no haya privilegios para nadie, una categoría laxa en la que caben quienes reciben un subsidio, un plan social o un sueldo público.
 
El autor de Todos los demonios están aquí anota otra característica de Milei, que lo blinda hasta cierto punto de las consecuencias más dramáticas de las medidas de Gobierno. "Se concibe como quien tiene que entretener todo el tiempo y cambiar de personaje para estar en el centro de la escena".
 
Marcelo Leiras, director del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de San Andrés, apunta un elemento constitutivo del ascenso de Milei: "el odio a los pobres, muy extendido en todo Occidente, que se manifiesta en la puja política de manera desembozada y encontró en las redes sociales un terreno para dar aceptabilidad a esos argumentos".
 
"Cierto fastidio con la ineficacia de las políticas públicas alimentó la adhesión a políticas de la crueldad, en particular con aquellas medidas con las que cierta gente no se siente directamente beneficiada", puntualiza Leiras.
 
El docente de San Andrés resalta un factor decisivo para el liderazgo, que es la "capacidad de nombrar la política de una manera que parezca verosímil. Ello le otorga una ventaja intepretativa sobre el presente y un marco que a cierta parte de la población le parece aceptable, como la denuncia contra la casta y el Estado que no sirve".
 
 
La vía de La Libertad Avanza
  
La "batalla cultural" hizo blanco en ejes narrativos y prioridades de actores políticos preponderantes en las últimas décadas.
 
Vicente, de la Universidad de Mar del Plata, sitúa a La Libertad Avanza en la vía que nació con el fusionismo de las derechas en la década de 1960 y buscó consolidar un mínimo común denominador que agrupara a todas las vertientes: liberales, conservadoras, religiosas, nacionalistas, cosmopolitas, reaccionarias, etcétera. El factor de cohesión sería el derecho del individuo como medida universal, en oposición al colectivismo.
 
Inspirado en Murray Rothbard, el autor que le "cambió la vida", Milei extendió la lucha contra todo colectivismo y puso en el blanco al feminismo, las minorías culturales, el indigensimo y el movimiento de derechos humanos. Esas batallas son parte de la guerra contra el Estado y el "totalitarismo progresista", indica Vicente.
 
"Una disputa por los sentidos y un desafío a la convivencia social", "contra lo políticamente correcto que se rompió", grafica Shila Vilker, directora de la consultora Trespuntozero y docente de Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
 
Vilker se detiene en la vigencia de la "batalla cultural" de Milei. El desafío oficial a los derechos de las minorías lgbti, el aborto, parte de las luchas feministas y la alusión a los 30.000 desaparecidos; el señalamiento a instituciones como el INADI y "el nido de ratas" del Congreso encuentran "un terreno fértil" en un sector de la sociedad.
 
Ello no quiere decir que sean disputas saldadas ni mucho menos, ni que ese consenso relativo, en algún punto mayoritario, se extienda a un negacionismo puro y duro sobre los crímenes de lesa humanidad, al aval a conductas discriminatorias o a un desentendimiento estatal de la violencia de género, especifica la analista.
 
"El mandato de Milei, y él ha dicho que lo tiene claro, no es terminar con los derechos de las minorías, sino cuestiones económicas y de seguridad, y el resto de la batalla cultural es subsidiara de esos desafíos principales", dice Vilker. Coincide con Figueras en cuanto a la aptitud de Milei por dominar la escena y, en ese parámetro, ubica el combate de las sub-batallas contra el colectivismo.
 
 
Márgenes de la motosierra
  
La prédica de Milei contra "la casta", "los chorros de los políticos" y "los empobrecedores de siempre" encabeza el ajuste llevado a cabo durante su primer semestre en Casa Rosada, basado en la reducción de las jubilaciones, el congelamiento de la obra pública y la asfixia a las provincias.
 
La recesión disparada con motosierra y un sinfín de anclajes terraplanistas sobre el porcentaje de la inflación, la pobreza, el déficit y la deuda -otro factor constitutivo que habla del Presidente ultra y de la sociedad que le dio el liderazgo- no parece haber encontrado un final. El consenso de los economistas indica que, aun si se hubiera tocado un piso, la recuperación para una de las caídas más aceleradas que se registren será lenta.
 
¿En qué medida el deterioro de las condiciones materiales de la clase media y los más humildes, que votaron en un porcentaje muy significativo a Milei, podría marcar un pronto declive irreversible para el proyecto ultraderechista?
 
"La premisa no hay plata y la idea del ajuste es hipertransversal, incluso en un contexto en que las condiciones materiales ya se desmoronaron", describe Vilker. Mágister en Comunicación y Cultura, la consultora agrega que el liderazgo mesiánico y el miedo a las consecuencias de que no salga bien juegan un papel relevante a la hora del "aguante" al Presidente.
 
Vicente, que además es doctor en Ciencias Sociales por la UBA, entiende que se está "empezando a ver un desgajamiento en la popularidad de Milei" en segmentos que fueron cruciales para sostener su candidatura cuando parecía acechada. Los hombres jóvenes, pilar en el voto libertario, ven más degradado el mercado laboral y sus ámbitos de pertenencia.
 
El otro factor al que prestar atención -para este coautor de Está entre nosotros ¿De dónde sale y hasta dónde puede llegar la extrema derecha que no vimos venir? (Siglo XXI, 2023)- es el del ingreso de las familias. Cuanto mayor espalda económica haya en el hogar para mitigar los efectos de la motosierra, mayores son las posibilidades de prolongar la adhesión ideológica y los diferentes capítulos de la "batalla cultural". 
 
En un contexto de privaciones aceleradas, Leiras todavía ve margen para que el Gobierno de los Milei "utilice el Estado para hacer blanco en sectores progresistas como modo de confirmar los prejuicios de mucha gente", aunque también ubica la existencia de frenos ya consolidados, que difícilmente serán amenazados, como la apertura social a la exhibición de los cuerpos y las relaciones entre personas del mismo sexo.
 
"La derecha radicalizada está montada en una insuficiencia real de los últimos gobiernos y ello la habilita para plantear soluciones inexistentes y a apuntar disparatadamente contra el socialismo y el keynesianismo", explica.
 
Leiras cita el antecedente de Menem entre 1989 y 1991, antes de que acertara un plan antiinflacionario como la convertibilidad. En ese lapso, el mandatario se desdijo por completo de sus promesas electorales, tuvo tres ministros de economía, recayó en varias espirales al alza de precios, despidió a miles de empleados públicos, puso a funcionarios oscuros a privatizar empresas, indultó a los represores y dio rienda suelta a la corrupción a gran escala que lo acompañaría en sus dos mandatos.
 
Con ese trasfondo, el ayudamemoria recurrente sobre la debacle final de Raúl Alfonsín le alcanzó para dominar el centro político y mantener niveles de popularidad aceptables.
 
 
Una oposición que actúe como oposición
 
En la mirada del investigador de San Andrés, el predominio de Milei o alguien de su sector podría mantenerse hasta tanto sus mayores adversarios "no demuestren que una política progresista puede resolver el problema de crecimiento que tiene la Argentina hace años, y asuman el compromiso con el orden de las cuentas públicas y la imposibilidad de vivir sin crédito y sin moneda".
 
La voz de Leiras encierra una crítica al sector peronista-progresista del que es cercano. "El juicio sobre los responsables el 210% de inflación con el que terminó el Gobierno del Frente de Todos ya está dado, no hay nada que esperar de ahí".
 
"Si la novedad que tiene para ofrecer el peronismo son personajes como Guillermo Moreno, con lo que representa por su paso en el INDEC y el retorno del a inflación tras los primeros años de Néstor Kirchner, evidencia una amnesia absoluta que lo lesiona como alternativa", agrega este sociólogo de la UBA y doctor por Notre Dame (EE.UU.).
 
En su mirada, sin la asunción de demandas que marcaron la histórica derrota de 2023 y "una estrategia muy amplia, a lo Lula (Da Silva) o lo (Joseph) Biden", la reversión de la hegemonía ultra se presenta improbable.
 
La amplitud, para Leiras, no es sinónimo de vaguedad o seguidismo de la agenda de los hermanos Milei, sino que debe hacer eje en "un argumento contraindividualista, y no dejar de consignar que estamos ante un Presidente que no sabe nada de economía, y que hace y dice locuras".
 
Vilker coincide en cuanto a la amplitud. El Lula que venció a Jair Bolsonaro por un margen ínfimo "fue un opositor duro, pero portó traje, dio señales de previsibilidad y no se recluyó en el primer PT", pese a que había salido de la cárcel y el arco político del centro a la derecha lo había dejado solo.
 
"Milei es un líder global de la alt right y genera estímulos permanentemente. El estímulo, cuando se repite, comienza a anestesiar", dice Vilker. "Un error crucial en política es creer que cualquier escena se puede eternizar", concluye.
 
Por Sebastián Lacunza
 
Fuente: eldiarioar.com
 

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18-07-2025 / 12:07
Tech Security, la firma fundada por el presidente de la Cámara de Diputados, Martin Menem, fue beneficiada con una licitación pública para la seguridad de distintas sedes de la banca estatal. Facturará más de tres millones de dólares. El negociado se suma a los que venía acumulando una sociedad vinculada al clan a través de otro empresario, que ya acumula varios contratos. La casta al palo.
 
La supuesta pelea libertaria contra "la casta" demuestra tener patas cada vez más cortas. Si con el apellido sólo no alcanzaba, los contratos que la familia Menem sigue ampliando con el Estado salen a la luz para demostrar que varios de los principales funcionarios del Gobierno, incluidos los de máxima confianza de Javier Milei, replican las mismas prácticas que dicen combatir.
 
La empresa Tech Security, fundada hace casi 20 años por el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem junto a sus dos hermanos, Fernando Nicolás Menem y Eduardo Adrián, resultó beneficiada con un contrato multimillonario con el Banco Nación. Se trata de la preadjudicación de una licitación pública para brindar el servicio de seguridad en distintas sedes de esa entidad financiera.
 
La suma total que embolsará trepa a los $3.933.026.507,98, poco más de tres millones de dólares. Que se suman a los más de 3 mil millones que desde diciembre de 2023 ya facturó otra empresa vinculada al clan a través de distintos intermediarios, de nombre Global Protection Service (GPS) Group. 
 
El contrato se concretó a través de la Licitación Pública CDS 1251/2025 del Banco Central, con fecha del 4 de julio de este año. Si bien Tech Security ya brindaba el mismo servicio desde 2018, los contratos se renovaban anualmente, mientras que esta vez, ya con Milei en el poder, se hizo por 24 meses, con opción a dos años más.
 
A diferencia de otras renovaciones, además, esta es la primera vez que la empresa gana una licitación por semejante monto con Menem ocupando un cargo relevante en la administración pública, lo que generaría, a priori, un conflicto de intereses, además de llevarse a las patadas con los postulados de la Ley de Ética Pública.
 
Por otro lado, el clan Menem ya venía ganando influencia en el Banco Nación desde hace meses, por ejemplo, en la rama de negocios de Nación Seguros, que llamativamente quedó afuera del listado de empresas públicas que Milei quería privatizar cuando impulsó la primera versión de la Ley Bases. El director de Nación Seguros es Alfonso Torres, cercano a Eduardo "Lule" Menem.
 
La Opinión Popular
 

18-07-2025 / 11:07
Una multitud se movilizó este jueves desde Congreso hasta Plaza de Mayo para defender al Hospital Garrahan y a la salud pública del brutal ajuste implementado por el gobierno de Javier "el Loco" Milei. La Marcha Federal de la Salud, que tuvo su réplica en diversas ciudades de la Argentina, fue convocada por la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT) y sumó la presencia de numerosos sindicatos y organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, culturales y de derechos humanos, junto a una gran cantidad de familias y gente de a pie que participó de la manifestación para expresar su apoyo al reclamo.
 
Los trabajadores del Hospital Garrahan protagonizaron este jueves una masiva movilización al Congreso de la Nación, en defensa de la salud pública y en rechazo al ajuste impulsado por el Gobierno nacional. La marcha coronó una jornada de paro total en el hospital pediátrico, uno de los más reconocidos del país y referente en atención infantil.
 
Desde las 16:30, médicos, médicas, personal de enfermería, residentes y técnicos se congregaron en una columna que avanzó por las calles del centro porteño, respaldados por organizaciones gremiales, sociales y una amplia adhesión ciudadana. La consigna fue clara: denunciar el desfinanciamiento, exigir mejoras salariales y visibilizar la crítica situación que atraviesa el sistema sanitario público.
 
El reclamo incluye el rechazo a las reformas en el sistema de residencias, la pérdida de personal por las condiciones laborales y una caída del poder adquisitivo estimada en un 54% en términos reales, según un informe de la Fundación Soberanía Sanitaria. El documento también advirtió que los insumos médicos y medicamentos sufren una inflación superior al promedio general, agravando el panorama.
 
La protesta fue una nueva expresión de una lucha que los trabajadores del Garrahan vienen sosteniendo desde hace meses, con paros, asambleas y acciones callejeras. La continuidad y la masividad del reclamo reflejan no solo el deterioro de las condiciones laborales, sino también la preocupación por el futuro de una institución que es pilar de la salud infantil en Argentina.
 
En ese marco, los gremios que nuclean a los trabajadores del hospital, entre ellos la Asociación de Profesionales y Técnicos y ATE, rechazaron el aumento salarial propuesto por el Gobierno, al considerar que no cubre las necesidades básicas del personal.
 
La Opinión Popular
 

17-07-2025 / 10:07
Mientras la canasta de crianza supera los 500 mil pesos, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, lanzó un insólito nuevo plan social que busca cambiar el eje de la asistencia: en lugar de alimentos, vouchers para actividades deportivas y culturales.
 
La propuesta, dijo, está pensada para las zonas "más vulnerables del país", aunque su fundamento ideológico no deja lugar a dudas: "El Estado no tiene que cuidar a los niños, los tiene que cuidar la familia".
 
La frase, que dejó caer en una entrevista, resume el espíritu de la medida. Pettovello detalló que los vouchers se entregarán a familias que asistan a "escuelas para padres" y podrán canjearse en parroquias o clubes.
 
Según explicó, el objetivo es fortalecer los vínculos familiares sin intermediación política, como parte de los futuros "Centros de Familia" que comenzarán a funcionar en agosto con una prueba piloto en la ciudad de Concordia.
 
La visión de Pettovello sobre la infancia es coherente con el discurso del oficialismo, que busca reducir la presencia del Estado en las políticas de cuidado.
 
Pero los números no acompañan el repliegue: según el INDEC, criar a un hijo en Argentina cuesta entre $411.000 y $517.000 por mes, según la edad del menor. Se trata de una canasta de crianza que incluye tanto bienes y servicios como el costo del tiempo de cuidado. La cifra más alta corresponde a niños y niñas entre 6 y 12 años.
 
Los datos son contundentes: solo en junio, el costo de criar a un bebé menor de un año fue de $411.201, mientras que el de un niño en edad escolar trepó a $517.364. Frente a estos montos, el lanzamiento de vouchers recreativos aparece más como un gesto simbólico que como una respuesta estructural a la pobreza infantil.
 
El anuncio también llega en un contexto de fuertes cuestionamientos a la gestión de Capital Humano por la retención de alimentos en depósitos oficiales. Lejos de reforzar el esquema de comedores comunitarios, Pettovello insiste en una política de asistencia "directa", en línea con el ideario libertario. "La familia tiene una función que no se puede delegar en el Estado", aseguró.
 
Mientras se ajustan presupuestos en salud, educación y cultura, la ministra apuesta a que un taller de cerámica o una clase de fútbol puedan reemplazar a un plato de comida caliente. En esa lógica, el Estado deja de garantizar derechos y pasa a sugerir actividades.
 

17-07-2025 / 10:07
El gobierno de Javier "el Loco" Milei intenta resistir hasta octubre en medio de tensiones económicas y políticas crecientes. Los frentes de conflicto se multiplican: ¿se le hizo demasiado largo el calendario electoral al libertario? En el medio asoman las peleas con los gobernadores.
 
A pesar de que el receso invernal del Congreso le abrió una ventana de tiempo para negociar, el gobierno de Milei enfrenta una tormenta en Diputados que podría llevarlo a una dura derrota, como la que sufrió la semana pasada en el Senado. La oposición prepara una sesión para aprobar el financiamiento universitario y la declaración de emergencia en pediatría a raíz del conflicto del Hospital Garrahan.
 
También se sumarían los proyectos de todos los gobernadores para distribuir de forma equitativa los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles, que aprobó la Cámara alta y ayer ingresaron a Diputados, donde el oficialismo buscará obstaculizar su tratamiento.
 
Más complicado aún para la Casa Rosada será si la convocatoria incluye el rechazo al veto de Milei a la emergencia en Bahía Blanca (que ya revocó el Senado), donde sus propios aliados del PRO que votaron la emergencia deberán discernir si sostienen el veto presidencial para bancar la alianza electoral bonaerense detrás de los libertarios o si ratificaran la ayuda económica para la ciudad devastada por la inundación.
 
Los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre y la Coalición Cívica vienen trabajando en la convocatoria a una sesión para la última semana de julio (podría ser el 30) o la primera de Agosto (el 6), que tienen como ejes darle media sanción a los proyectos de financiamiento para las universidades nacionales y la declaración de emergencia en el hospital pediátrico Garrahan.
 
Además, ayer ingresaron a la Cámara de Diputados los proyectos con media sanción del Senado impulsados por los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para establecer por ley un esquema de coparticipación de los ATN y de una porción del impuesto a los combustibles destinados para obras viales que el Gobierno central recauda, no distribuye o lo hace a cuentagotas y de manera discrecional.
 
Ahora, el titular del cuerpo legislativo, el libertario riojano Martín Menem, deberá definir a que comisiones será girado cada uno de ellos. No se descarta que ambos vayan a la comisión de Presupuesto, donde su presidente José Luis Espert comanda la primera barricada oficialista para frenar cualquier iniciativa que incomode al Gobierno.
 
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16-07-2025 / 09:07
Javier "el Loco" Milei pretendía imponer límites a las huelgas mediante un decreto, esquivando al Congreso e ignorando las garantías constitucionales. La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo le puso un freno al decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado por el prescindente Milei que pretendía recortar el derecho de huelga en Argentina.
 
Con una sentencia definitiva, el tribunal suspendió la aplicación del DNU 340/2025, una medida que ampliaba de forma arbitraria la cantidad de actividades consideradas "esenciales" y obligaba a mantener entre un 50 y un 75 por ciento de la actividad aun en situaciones de conflicto gremial.
 
El fallo fue firmado por los jueces Silvia Pinto Varela y Héctor Guisado, quienes ratificaron la resolución de la jueza de primera instancia Moira Fullana, que ya había dado lugar a un amparo presentado por la Confederación General del Trabajo (CGT). El tercer integrante de la sala, Manuel Diez Selva, no participó por estar de licencia.
 
El intento del Gobierno de Milei de cercenar el derecho de huelga, un derecho constitucional y fundamental de los trabajadores, fue declarado inválido por la Justicia por no cumplir los requisitos básicos para dictar un decreto de necesidad y urgencia.
 
En su voto, Silvia Pinto Varela dejó en claro que no se dan las "circunstancias excepcionales" que exige la Constitución Nacional para utilizar esta herramienta.
 
"Es muy claro que no se dan los extremos excepcionales a los que se refiere reiterada jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para justificar el dictado de un DNU, esto es, la imposibilidad de que se reúna el Congreso de la Nación", sostuvo.
 
El DNU 340/2025 había sido firmado por Milei el 21 de mayo. En su artículo 3 ordenaba, por decreto, que en los servicios esenciales no se pudiera negociar una cobertura menor al 75 por ciento, y en las actividades de "importancia trascendental", no se pudiera bajar del 50 por ciento.
 
Es decir, el Ejecutivo pretendía imponer límites a las huelgas mediante un decreto, esquivando al Congreso e ignorando las garantías constitucionales. La maniobra no es nueva: estos mismos cambios ya estaban en el capítulo 4 del DNU 70/2023, otro megadecreto de Milei, que también fue suspendido por la Justicia y que aún espera un fallo definitivo de la Corte Suprema.
 
La CGT había solicitado la acción de amparo argumentando que el decreto viola el principio de división de poderes y ataca la libertad sindical. La Justicia le dio la razón. El fallo representa un freno a un gobierno autoritario y anti democrático que viene avanzando sin consenso ni diálogo en medidas que afectan directamente los derechos laborales y sociales de los argentinos.
 
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