Nacionales - 17-05-2024 / 11:05
EL 2001, LA PANDEMIA Y EL MACRISMO YA QUEDARON CHICOS
La crisis que generó el desastroso gobierno de Milei es inédita en industria, consumo y construcción
En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno de Javier “el Loco” Milei, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Hay fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza.
En sólo cinco meses del desastroso Gobierno de Javier "el Loco" Milei, los números muestran que la gestión económica superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. La consultora Scentia en abril, refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia.
A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y el endeudador serial Luis "Toto" Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de difícil retorno. Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada por Milei para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar.
Con los datos oficiales conocidos hasta ahora, casi todos los analistas económicos no dudan en afirmar que el consumo ha caído fuertemente, que el gasto público ha sufrido un recorte de características inéditas, que la inversión es casi nula y que las exportaciones están pendientes de una mejora en el tipo de cambio o bien de una suba del precio internacional.
El afán de Milei por llegar al déficit cero hace que desde el 10 de diciembre no haya emitido un solo peso, el resultado no es otro que una recesión, cuya profundidad y alcance es mayor a lo que esperaba el propio gobierno libertario, que los empresarios temen que se convierta en fuerte depresión.
La caída de los salarios reales, de las jubilaciones y pensiones, de los planes asistencialistas y de la obra pública tienen su correlato en la recesión y en la pérdida de puestos de trabajo. Todo es producto del ajuste en curso, el más grande de la humanidad según el propio Milei, pero el proyecto de la LLA va mucho más allá. Implica una reformulación completa del país en términos económicos, sociales y políticos, lo que lleva implícito un fuerte cambio en las relaciones sociales a favor del gran capital.
Es también la explicación de porqué el contundente paro nacional de trabajadores es un nuevo eslabón en la cadena de movilizaciones, pero no el último. Es que cada vez mayores sectores de la sociedad, comenzando por las centrales sindicales, se dan cuenta que el proyecto Milei implica una subordinación total al capital internacional, financiero y extractivista, reduciendo el peso de la industria manufacturera nacional y convirtiendo al país en un mero enclave exportador. Con la consuguiente desaparición de la clase media.
Puede que los paros de la CGT y las otras centrales operen como una plataforma para forjar las alianzas necesarias para cambiar la relación de fuerzas a favor del pueblo trabajador vs la oligarquía parasitaria que apoya y controla a Milei. Y en esto el peronismo está obligado a jugar un papel decisivo. Es el futuro de la Nación y de las clases populares lo que está en juego.
La Opinión Popular
Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear.
A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. "Es la pregunta del millón", contestó un alto dirigente de UIA.
En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas.
En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002.
"Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo", explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual.
Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID.
En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas.
Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial.
Por Leandro Renou
Fuente: Página 12