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Sociedad e Interés General - 16-05-2024 / 07:05
EL 16 DE MAYO DE 1966

Mao Tse-Tung da inicio a la Revolución Cultural Proletaria

Mao Tse-Tung da inicio a la Revolución Cultural Proletaria
El movimiento se inició en mayo de 1966, después de que Mao alegara que elementos burgueses se habían infiltrado en el gobierno y en la sociedad en general, con el objetivo de restaurar el capitalismo.
El 16 de mayo de 1966 se inicia la Revolución Cultural organizada por Mao Tse-Tung, líder del Partido Comunista de China. La Gran Revolución Cultural Proletaria fue una campaña de masas en la República Popular China organizada por el líder del Partido Comunista de China de 1966 a 1976 y dirigida contra altos cargos del partido e intelectuales a los que Mao y sus seguidores acusaron de traicionar los ideales revolucionarios, al ser, según sus propias palabras, partidarios del camino capitalista.
 
Su principal fin, a ojos de sus partidarios, fue el de paliar el llamado divorcio entre las masas y el partido que se estaba produciendo en la República Popular China. Mao, apoyado por un sector dirigente del Partido, utilizó una gigantesca movilización estudiantil (Guardias rojos) para desacreditar al ala derecha, procapitalista (encabezada por Liu Shaoqi, Peng Zhen Deng Xiaoping), dentro del aparato del Partido Comunista Chino.
 
Esta recorrió todo el país, afectando también a las zonas rurales, terminó por extenderse a la clase obrera y, finalmente, a los soldados del Ejército Popular, convirtiéndose en un cuestionamiento generalizado contra las autoridades del Partido, que amenazaba con escapársele de las manos.
 
Desde el punto de vista de sus dirigentes y de sectores de la izquierda, la Revolución Cultural fue un intento sincero de restaurar la ortodoxia comunista frente a la burocratización y desviación "derechista" de la cúpula del Partido, lo que explicaría el entusiasmo con que las masas la acogieron, descontentas con la creciente corrupción y elitismo de los dirigentes de "segunda generación".
 
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Mao Tse-Tung da inicio a la Revolución Cultural Proletaria 
Afiche de la Revolución Cultural china.


Este proceso dio lugar a la formación de Comités Populares de obreros, soldados y cuadros del partido por cerca de la mitad del país, los cuales funcionaban como órganos de doble poder popular en las distintas tareas de administración y gobierno; situación que Mao logró encauzar, situándolos bajo la dirección del Partido.
 
Esta situación duró hasta 1976, momento en que un golpe de Estado militar encabezado por Deng Xiaoping, con una dura represión, restauró en el poder a la facción encabezada por él mismo, procediéndose al arresto de la Banda de los Cuatro y la vuelta al statu quo, emprendiendo los cambios en la economía que, bajo el nombre de socialismo con características de mercado, iniciarían la vuelta a la economía de mercado capitalista.
 
Según una interpretación, convencionalmente difundida en los medios de prensa occidentales, en el fondo la Revolución Cultural fue una lucha por el poder en la que la aspiración de Mao por recuperar su autoridad se vio apoyada por las ambiciones de otros miembros del partido, como su esposa Jiang Qing y el jefe del ejército Lin Biao. El objetivo era apartar del poder político a Liu Shaoqi, jefe del Estado, y a Deng Xiaoping, secretario general del Partido.
 
Sin embargo, desde el punto de vista de sus dirigentes y de sectores de la izquierda, la Revolución Cultural fue un intento sincero de restaurar la ortodoxia comunista frente a la burocratización y desviación "derechista" de la cúpula del Partido, lo que explicaría el entusiasmo con que las masas la acogieron, descontentas con la creciente corrupción y elitismo de los dirigentes de "segunda generación".
 
Si bien la Revolución Cultural en sí finalizó con el IX Congreso del Partido Comunista de China en abril de 1969, es frecuente extender el periodo histórico designado con esta expresión a toda la etapa de luchas por el poder en la República Popular China, que se extendió desde 1966 hasta 1976, año en que murió Mao y se arrestó a la Banda de los Cuatro, la facción encabezada por Jiang Qing.
 
La Revolución Cultural permitió a Mao recuperar el poder político, del que había sido apartado tras el fracaso del Gran Salto Adelante. Esta lucha por el poder daría lugar a una situación de caos y conmoción política que estuvo acompañada por numerosos episodios de violencia, en su mayoría protagonizados por los Guardias rojos, grupos de jóvenes, apenas adolescentes en muchos casos, que, organizados en comités revolucionarios, atacaban a todos aquellos que habían sido acusados de deslealtad política al régimen y a la figura y el pensamiento de Mao Zedong.
 
La cuestión de cómo una lucha por el poder alcanzó niveles tan altos de violencia y desorden social ha intrigado a los historiadores y a los expertos en psicología de masas, y han sido numerosos los estudios académicos publicados en China y en el extranjero sobre este periodo de la historia reciente de China, que han intentado ofrecer explicaciones sobre las causas de los sucesos de aquellos años.

 
Mao Tse-Tung da inicio a la Revolución Cultural Proletaria
Afiche de la Revolución Cultural china.

Fuente: Wikipedia

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26-07-2024 / 08:07
El 26 de julio es un día de recordación para todos los sectores populares, porque ese día murió de cáncer y a los 33 años,  esa gran revolucionaria que fue María Eva Duarte, Eva Duarte, Eva Perón, o Santa Evita y que quiso ser llamada simplemente Evita.

Querida por el Pueblo hasta el misticismo y odiada por la oligarquía hasta la profanación de su cadáver, legó a su Patria una extraordinaria obra de justicia social, los derechos de los trabajadores y de la mujer, y el ejemplo de su fuerte compromiso militante por el bienestar de los pobres.

Tuvo el derrotero de vida de una heroína predestinada a la grandeza, que consiguió sobreponerse al espanto de la niñez y la juventud para alcanzar la cima rompiendo con todos los mandatos sociales de la época. De origen humilde, migró a la ciudad de Buenos Aires a los 15 años donde se dedicó a la actuación, alcanzando renombre en el teatro, el radioteatro y el cine. En 1943 fue una de las fundadoras del sindicato de la Asociación Radial Argentina (ARA), siendo elegida presidenta. En 1944 conoció a Juan Perón, entonces secretario de Estado.

Participó activamente en la generación de la histórica movilización revolucionaria del proletariado argentino el 17 de octubre de 1945 y en la campaña electoral de 1946 que permitió el triunfo popular. Con el Pueblo en el Gobierno, impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, el que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los sectores más pobres. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas. Adoptó una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. 

Los gorilas oligarcas la despreciaron tanto que no lograron más que agigantar sus logros y volver más férrea la defensa popular. Su voz, sus discursos, su joven belleza y su rebeldía quedaron para siempre en el corazón de todo un pueblo. Inmortal, intocada por la muerte, agigantada en su martirio por el cáncer y el robo su cuerpo, es un mito que el tiempo se encarga de tener siempre vigente, aquí en su Patria y en el mundo.
 
Como a todos los grandes líderes populares de la historia, el odio la envolvió y la siguió más allá de la muerte. Sus enemigos, la antipatria y la oligarquía, ejecutaron la macabra y enfermiza venganza de profanar y secuestrar su cadáver.

Ni siquiera así, y prohibiendo nombrarla, sus enemigos pudieron arrancarla de la memoria y el cariño popular. El odio de la oligarquía y el amor del pueblo son parte del mismo fenómeno, escindido en dos efectos antagónicos; uno y otro se alimentan recíprocamente.

Evita sigue viva, mas revolucionara, más mujer, más combativa que nunca. Ya volvió, en los albores de los años ´70, como símbolo y bandera revolucionaria, en un periodo de grandes transformaciones políticas y sociales, en Argentina y en toda Latinoamérica, para sumar a vastos sectores juveniles a la militancia por el retorno de Juan Perón.

Evita reaparece siempre en su ejemplo, para que pongamos en práctica los valores que nos legó, como bien lo recordara el poeta José María Castiñeira de Dios en "Volveré y seré millones".

Reivindicando a Néstor Kirchner
Escribe: Blas García 

26-07-2024 / 08:07
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