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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 15-05-2024 / 07:05
EL PRESIDENTE SE ABRAZA A LA RECESIÓN PERMANENTE COMO ÚNICA POLÍTICA ANTI-INFLACIÓN

Cosa de locos: Milei festejó la inflación de abril que fue de 8,8%, 289,4% en el año y respaldó al ministro Caputo

Cosa de locos: Milei festejó la inflación de abril que fue de 8,8%,  289,4% en el año y respaldó al ministro Caputo
El peor festejo. Javier “el Loco” Milei lo hace con su primer índice de inflación de un dígito: 8,8%. Todavía por encima del 8,3% que demolió a Sergio Massa en octubre, acumula casi 100% desde que asumió y 289,4% en el año. El impacto resulta aún peor si se considera que para lograrlo el Gobierno libertario hundió los ingresos populares y forzó una caída de la actividad de niveles históricos. Milei, como Presidente, es un desastre.
El peor festejo. Javier "el Loco" Milei lo hace con su primer índice de inflación de un dígito: 8,8%. Todavía por encima del 8,3% que demolió a Sergio Massa en octubre, acumula casi 100% desde que asumió y 289,4% en el año. El impacto resulta aún peor si se considera que para lograrlo el Gobierno libertario hundió los ingresos populares y forzó una caída de la actividad de niveles históricos. Milei, como Presidente, es un desastre. 

Milei festeja el dato de inflación de abril como si fuese un gol y se abraza al endeudador serial Luis "Toto" Caputo con la esperanza de que consiga más dólares con deuda externa. La farsa de la desaceleración de precios que siguen al alza a ritmos históricos licuando a su paso salarios, jubilaciones e ingresos populares. En medio de una brutal recesión, con el dólar planchado, recortes de subsidios en puerta y mega endeudamiento. Y tres millones de nuevos pobres.

Con el IPC en un dígito pero el salario perdiendo y dólar y tarifas pisadas, la actividad se desplomó a dos dígitos altos y es la razón de la desaceleración. Eso fue un efecto buscado por el Gobierno anarco capitalista, que decidió planchar el Salario Mínimo, ajustar las jubilaciones y sueldos estatales y, a la vez, liberar todos los precios de la economía juntos.  
 
La venta de gaseosas cayó 30 por ciento, la de cerveza 40, electro un 50, aceites bajó un 54 por ciento, carne casi 20 puntos y pescado un 45. Dato de color: la malaria es tal que el tercer producto más vendido en el Hot Sale de Mercado Libre que arrancó el lunes fue el jabón para lavar la ropa.
 
Este 8,8% de abril apenas implicó volver a los niveles de octubre del año pasado (8,3%), y representa casi el doble el promedio de inflación mensual que existe desde diciembre de 2016 (4,8%), cuando se inició el nuevo relevamiento de IPC. El propio Milei que criticaba el "robo" del impuesto inflacionario ahora festeja la "licuadora" sobre salarios, jubilaciones y partidas sociales y celebra el superávit fiscal apoyado en un ajuste brutal.
 
La mentada "desaceleración" desde niveles estratosféricos tiene un componente de "inflación reprimida" mal que le pese a Milei. El dólar planchado y la suspensión transitoria de algunas subas de tarifas previstas buscaron llegar a este número de una cifra en abril para tener "algo" que mostrar. Milei y Caputo buscan tapar que entre los principales factores del dato hay otro más grave, la fuerte desaceleración de la industria, la construcción y el consumo a causa de los ingresos deprimidos.
 
No hay mucho para festejar. Primero, es todavía una inflación muy alta. Por ejemplo, a lo largo de todo el gobierno de Alberto Fernández, solo se superó ese número en agosto, septiembre y noviembre del año pasado. Nunca en el gobierno de Mauricio Macri y mucho menos en el de Cristina donde jamás se verificó un valor semejante. En fin, falta muchísimo para poder hablar de baja inflación.
 
La Opinión Popular
 

EL PRESIDENTE SE ABRAZA A LA RECESIÓN PERMANENTE COMO ÚNICA POLÍTICA ANTI-INFLACIÓN
 
Lo que los números fríos y Milei no dicen
 
La imagen, el contraste, es de impacto y grafica casi a la perfección el modelo de Javier Milei y lo que posiblemente ocurrirá hacia adelante: al mediodía de ayer, casi en el mismo instante, mientras el Presidente inauguraba el busto de Carlos Menem en la Casa Rosada -el período democrático con mayor impacto negativo sobre la industria, desempleo de dígitos y, a la vez, el  proceso de mayor desinflación con la ficción del 1 a 1- un grupo muy importante de pymes le rogaban de manera desesperada al senador de UP, José Mayans, soluciones ante la intransigencia del gobierno de corregir el RIGI y ocuparse de una recesión impiadosa con todo el arco empresario.
 
Una crisis que se está llevando puestos el nivel de actividad, el empleo y que en breve redundará en cierre de empresas. Un rato después de eso, por la tarde, el INDEC dio a conocer el número de inflación y el Gobierno celebró una cifra que se explica, sobre todo, por el desplome en la economía.
 
El organismo oficial reportó un 8,8 por ciento en abril, baja considerable en relación al 11 por ciento del mes y muy cerca del 8,3 octubre del 2023, cuando a decir verdad la curva ya tenía tendencia ascendente y no descendente.
 
Ese 8,8, que lógicamente el Gobierno pondera -es la primera vez que toca un dígito y la tedencia es a la baja-, es aún una inflación récord para lo que va de su gestión pero, sobre todo, para los niveles de contracción económica actuales: si se toman los últimos 4 meses, la inflación toca los 65 puntos, y llega al 100 por ciento si se incluye diciembre, con un IPC del 25 por ciento tras la devaluación que generó Milei. En los últimos 12 meses, la inflación acumuló 289,4 por ciento, muy por encima de la gestión de Alberto Fernández.
 
Hasta ahí los números fríos, que el Gobierno interpreta como producto de su plan económico y, sobre todo, del ajuste fiscal. Pero como la inflación no opera en el vacío, la explicación de la moderación de precios requiere contexto y análisis serio de los modos para alcanzarla.
 
El eje más fuerte para entender lo que pasa es que mientras el IPC camina a un dígito, la caída de la actividad se desploma a dos dígitos altos en todos los rubros. Eso fue un efecto buscado por el Gobierno, que decidió planchar el Salario Mínimo, ajustar las jubilaciones y sueldos estatales y, a la vez, liberar todos los precios de la economía juntos.
 
Por todo eso, hoy el regulador de los precios y lo que no permite ver la desinflación en el bolsillo es que nadie compra nada. Ese diagnóstico es el que tienen los empresarios, quienes mientras Milei festeja el IPC no saben cómo hacer para vender algo, no mucho, algo.
 
 
La inflación, en contexto
  
En abril, según cifras a las que accedió Página I12 de cada sector, el consumo masivo, la industria y la construcción caen muy fuerte a dos dígitos, siendo los sectores que representan casi 9 puntos del PBI. Algunos ejemplos puntuales de cómo la recesión condicionó el gasto y reguló los precios: la venta de gaseosas cayó 30 por ciento, la de cerveza 40, electro un 50, aceites bajó un 54 por ciento, carne casi 20 puntos y pescado un 45. Dato de color: la malaria es tal que el tercer producto más vendido en el Hot Sale de Mercado Libre que arrancó el lunes fue el jabón para lavar la ropa.
 
Tan fuerte es el precio que paga la actividad por el vicio apurado del ministro Luis Caputo de darle a Milei una inflación muy baja, que  no se condice esa morigeración de precios con un mayor empuje a las ventas: en abril, los super registraron un alza de entre 2 y 3 puntos en el precio de productos de la canasta básica, y las ventas cayeron entre 12 y 14 por ciento. Es evidente, no hay plata.
 
En este punto, el programa de Milei-Caputo empieza a tener contradicciones serias: si la baja en los precios está atada a la recesión, los salarios y jubilaciones pisadas, el dólar clavado y precios regulados pospuestos, ¿cómo habrá una recuperación en "V"? Y, de darse, ¿cómo evitaría Milei que los precios vuelvan a subir?
 
Un empresario alimenticio que habló con este diario apuntó, con bastante lógica, que "la política de desinflación de Milei es bastante populista y, quizás, la medida más cortoplacista y menos sustentable del programa". Es que, en general, los empresarios diagnostican que si bien el ajuste fiscal pega en salarios públicos, jubilaciones y quita de subsidios, el corazón del ajuste es la crisis de actividad por la liberación de precios.
 
Un dato que lo muestra más gráficamente: en abril, una familia tipo necesitó arriba de los 370 mil pesos para no ser indigente y más de 828 mil para no ser pobres. Hoy, un Salario Mínimo -que pone piso al sueldo de la informalidad- son 234 mil pesos y el salario promedio registrado es de 555 mil pesos. No hay plata.
 
 
Los problemas de desregular
  
Ahora bien, ¿por qué si Alimentos, que pondera muy alto en el IPC, quedó por debajo del índice general en abril, el consumo no se recupera? es la pregunta que el Gobierno no responde. La responden los empresarios: los supermercadistas y proveedores nucleados en la cámara Copal hacen una cuenta fácil.
 
La canasta de una familia incluye todos los bienes y servicios que el Gobierno liberó de manera conjunta. Si el paquete de fideos pasó de 5000 a 4500 pesos, el impacto no se ve, primero, porque esa baja viene de un precio ya muy alto y, sobre todo, porque prepagas, colegios privados, naftas, peajes y el tarifazo (aún incompleto) a la energía y el agua arrasaron los bolsillos.
 
Todos esos servicios, además, tienen una nominalidad muy alta, es decir, son todos costos mensuales muy elevados que no permiten ni el ahorro familiar ni la derivación de excedentes al consumo masivo. Ergo, los precios naturalmente bajan porque los fideos no se venden, literal.
 
Un último dato de contexto muy relevante y que los economistas empiezan a ver como un problema. Hace unos días, CEPAL, organismo que depende de Naciones Unidas, diagnosticó que Argentina será uno de los dos países de LATAM-Caribe que tendrán caídas en el PBI (-3,1%). El otro es Haití, el país más pobre de la región, que cae menos, 2,1. Con estos números de actividad, tomada por Milei como la clave para bajar la inflación, las consultoras ya piensan que el pronóstico es corto, y que el PBI podría caer entre 5 y 6 puntos este año. Demasiado caro poner los precios más baratos.
 
Por Leandro Renou
 
Fuente: Página 12
 

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22-12-2025 / 10:12
Las joyas de la abuela que remata el gobierno. A espaldas del Congreso, el Gobierno ya vendió 40 valiosos terrenos del Estado (pertenecientes a las fuerzas armadas, instituciones científicas y hasta predios de ex centros clandestinos de detención) y tiene 140 inmuebles más para subastar. Luis "Toto" Caputo sueña con conseguir unos mil millones de dólares mientras las grandes inmobiliarias amigas del gobierno, con Eduardo Costantini a la cabeza, se quedan con el botín.
 
Tierras del Plan Procrear, de las Fuerzas Armadas, ferroviarias, de instituciones científicas, predios de ex Centros Clandestinos de Detención y hasta un pedazo de montaña en Mendoza. Todo eso incluye la lista de más de 180 terrenos e inmuebles públicos que conforman el plan de ventas de bienes del Estado que ya avanza en el Gobierno de Javier "el Loco" Milei.
 
Los remates, que esta semana fueron noticia por la venta de tierras destinadas originalmente a viviendas sociales, se concentran por ahora en la Ciudad de Buenos Aires con las empresas de Eduardo Costantini como principales beneficiarias y otros grandes jugadores del sector, como el Grupo IRSA, codiciando las tierras.
 
A través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), y sin pasar por el Congreso, la fuerza libertaria ya vendió cerca de 40 bienes y tiene en lista otros 140 lotes e inmuebles publicados para subastar en lo que le queda de mandato.
 
La lista de subastas futuras cuenta con terrenos de hasta 300 hectáreas a vender en el interior del país con destino al negocio agropecuario o a grandes proyectos inmobiliarios. Especialistas y organizaciones ambientalistas advierten que se trata "de uno de los procesos de descapitalización pública más agresivos de nuestra historia reciente".
 
"Vamos a vender muchos de los activos de la AABE y eso va a generar un ingreso de miles de millones". No mentía el ministro de Economía, "Toto" Caputo, cuando a principios de junio reconocía que el gobierno remataría las tierras del Estado para intentar sostener las reservas, en conjunto con los procesos de privatizaciones y concesiones.
 
Sólo desde ese mes la Agencia abrió subastas para un total de 26 terrenos e inmuebles a los que hay que sumarle otros 17 procesos de remate que se habían abierto desde fines de 2023. En paralelo a las subastas de la AABE, el gobierno remata también las tierras que estaban destinadas al ya disuelto Plan Procrear y apunta a recaudar una suma de entre 800 y 1000 millones de dólares por todo el paquete. Aunque hubo ventas en Mendoza, La Plata, Pinamar y Córdoba, la mayor parte de los bienes vendidos hasta ahora se concentran en la Ciudad de Buenos Aires.
 
El terreno más grande de ese paquete es el predio de cuatro hectáreas que pertenecía al Ejército y que Eduardo Costantini adquirió por más de 120 millones de dólares. El mismo empresario se quedó con un lote de la Policía Federal en Bajo Belgrano a través de la firma Argencons, que controla desde mayo, en una subasta peleada en la que la empresa le ganó incluso al peso pesado de Eduardo Elsztain y su Grupo IRSA.
 
Antes, Costantini también había sumado otro terreno a pocos metros del Campo Argentino de Polo. En los tres casos se construirán desarrollos inmobiliarios.
 

21-12-2025 / 09:12
Cuando los cimientos están agrietados, todo lo que se construye es frágil e inestable. Cincuenta días tardó Javier "el Loco" Milei, tras una sorpresiva e impactante victoria en las elecciones de medio término, en fagocitarse el crédito político, de la misma forma que se fagocitó -durante los últimos dos años- una cantidad récord de divisas sin poder acumular reservas.
 
Ahora, tiene por delante dos años en los que su suerte está atada a la voluntad de aliados poco confiables. El FMI volvió a intervenir la economía, forzando un volantazo; los gobernadores pasaron por caja y después le votaron en contra. Un poco de su propia medicina. Hola incertidumbre, mi vieja amiga, podría cantar el presidente. Dos años, en Argentina, es mucho tiempo.
 
Después de la sesión del miércoles en la Cámara de Diputados, la mayoría de los medios titularon con un triunfo del oficialismo por la media sanción de diputados y apenas destinaron alguna línea en la bajada para comentar, como algo secundario, la inesperada derrota en el Capítulo 11 que se votó de madrugada. Con el correr de las horas, la realidad se encargó de corregir ese evidente error de criterio.
 
La derrota del gobierno fue completa y sus consecuencias están teniendo ramificaciones imprevistas. Milei amenazó con vetar su propio presupuesto y Patricia Bullrich tuvo que anunciar la postergación del tratamiento de la reforma laboral, justo a la hora que la CGT desconcentraba la Plaza de Mayo. Una derrota indisimulable.
 
El debate sobre la Ley de Presupuesto en la Cámara Baja era la primera y la más sencilla de todas las sesiones que tiene por delante el Gobierno para aprobar las reformas que anunció. La dificultad insalvable que encontró esta semana echa dudas sobre la viabilidad del resto de sus planes, justo cuando tiene que convencer a los acreedores que le vuelvan a prestar el dinero que no podrá devolver en 20 días.
 
La forma en la que intentó, sin éxito, salvar esa dificultad, repercutió negativamente en la relación con todos sus aliados, a los que necesita para que el Congreso le siga dando una pátina de legitimidad a sus decisiones, muchas veces ilegales e inconstitucionales.
 
La caída del artículo 75, el corazón de la derrota, está cargada de significado político porque fue una rebelión contra la cláusula de la humillación. Enceguecido por una mala lectura de las urnas, Milei no se contentó con ganar sino que quiso escenificar un triunfo absoluto y definitivo sometiendo a los legisladores que antes de la elección habían apoyado las leyes que daban presupuesto a la Universidad Pública y a las personas con discapacidad, para que votaran explícitamente en contra de esas mismas leyes. Ese era el corazón político del proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo. Las partidas pueden reconducirse por decreto. Lo importante era coronar a Milei.
 
Así, el solsticio de verano no sólo marca hoy el final de la primavera, sino también, en coincidencia, el de la primaverita política que había comenzado para el gobierno con el resultado de las elecciones de medio término y que terminó sin que pudiera capitalizar de manera alguna ese éxito. La realidad muestra que, al fin y al cabo, las cosas no son tan malas como parecían en septiembre ni tan buenas como nos quisieron hacer creer después de octubre.
 
Todo sigue más o menos parecido a lo que fue el largo 2025: precario, inestable, violento, cada vez más autoritario y deteriorado. Este año Milei necesitó tres rescates del FMI, de Trump y de las urnas, para llegar hasta acá. Va a necesitar uno más, de los Senadores, antes del brindis del 31. Y con el 2026 comenzará una historia diferente.
 

20-12-2025 / 10:12
Agrandado como alpargata de pobre, en pocas semanas el gobierno anarco capitalista de Javier "el Loco" Milei dilapidó el resultado favorable de las urnas, resquebrajó su alianza con el PRO al romper la promesa de un lugar en la AGN; soportó un masivo acto de protesta de la CGT; debió postergar la reforma laboral, y le rechazaron en el Congreso su intento de derogar las leyes de presupuestos universitario y para discapacidad.
 
El efecto colateral del resultado favorable pero inesperado en las urnas fue confiarse demasiado y tomar de su propia medicina para creerse el relato sobre la estupidez humana. No ganó las elecciones porque los ciudadanos piensen que están bien. Es posible que así piense una pequeña parte de sus votantes. La mayoría sabe que está mal y votó -o no fue a votar- entre el discurso gorila antiperonista y la amenaza de un apocalipsis argentino inminente revoleado por el presidente norteamericano Donald Trump.
 
Javier Milei insiste en que la gente está bien. Es una mala lectura de la realidad que dibujan el Indec, el ministro Toto Caputo y Santiago Bausili en el Banco Central. Es el peor mensaje para mentir porque cualquier hijo de vecino puede constatar su falsedad. No importa si la inflación es cero o diez, ni si los medios dicen que bajó la pobreza. El sueldo no llega a fin de mes. O para que llegue hay que hacer sacrificios en calidad de vida, en calidad de salud y alimentación, en las vacaciones y el transporte. Todos saben que el padre, el tío o los abuelos están en el horno con las jubilaciones.
 
La lista de desgracias es más larga porque hay que anotar a los que perdieron negocios o el trabajo, que son cientos de miles. El gobierno hizo una mala lectura y sobre esa base tomó decisiones equivocadas. Una de ellas fue prometerles a sus aliados del PRO un puesto en la Auditoría General de la Nación que no podría otorgarle.
 
Se habló de una negociación con Unión por la Patria, pero en realidad, el puesto que estaba en discusión fue el que asumió la salteña Pamela Calleti que responde al gobernador Gustavo Sáenz. Si hubo negociación no fue por los votos. Los diputados de Unión por la Patria rechazaron las propuestas del Gobierno en todas las votaciones siguientes. Desde el intento oficial de derogar las leyes de financiamiento universitario y para la discapacidad, hasta el presupuesto. No hubo votos de Unión por la Patria en ninguna de esas votaciones.
 
El bochorno mayor fue con la compra de voluntades con los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) previo a la votación. Las provincias más fieles a las decisiones del bloque, como Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja y Formosa quedaron fuera del reparto. Milei repartió 66 mil millones de pesos de ATN para comprar esos votos. Lo hizo en forma descarada.
 
Al tucumano Osvaldo Jaldo, el más favorecido, lo hizo llegar hasta Buenos Aires para que le bese el anillo y para escracharlo con una fotografía en la Rosada. Votos en remate para el Presupuesto y la Reforma Laboral, que son parte de las políticas del Gobierno que está destruyendo la industria y expulsando inversiones.
 
Se ha naturalizado esa actitud como un acto "responsable" de los gobernadores, como si el gobierno pudiera usar con ese fin los ATN que son para problemas concretos y no para comprar votos. Usado de esa manera, ese mecanismo es directamente extorsivo.
 
Los diputados que representan a las provincias de Misiones, Salta, San Juan y Mendoza, que originalmente habían votado a favor del aumento del presupuesto a las universidades y a la discapacidad, cambiaron su voto luego de que sus gobernadores recibieran los ATN.
 

19-12-2025 / 10:12
La central obrera, acompañada de otras centrales sindicales, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, gritaron el rechazo a la reforma laboral y avisaron que comenzó un plan de lucha. Una masiva movilización desbordó la Plaza de Mayo, y muchas otras plazas de todo el país, en el primer paso del plan de lucha de la CGT y otras centrales sindicales contra la "reforma laboral" esclavista. Desde el escenario, los dirigentes de la CGT marcaron que irán escalando hasta un paro nacional.  El Gobierno tomó nota de la creciente resistencia y, cagado en las patas, pateó su tratamiento hasta febrero.
 
"Ojo con lo que hacen, porque el pueblo y la patria se defienden", advirtió, en el acto, primero Octavio Argüello. Luego llegó el turno de Cristian Jerónimo: "El proyecto está escrito y redactado maliciosamente a favor de las grandes corporaciones y de las grandes empresas de la Argentina", afirmó. El último en hablar fue Jorge Sola: "Este es el primer paso, sigan sin escucharnos, terminaremos en un paro nacional en todo el país", aseguró.
 
Las frases retumbaban en Plaza de Mayo. Los triunviros de la CGT hablaban en el escenario -que le daba la espalda a la Casa Rosada- acompañados por todo el universo sindical y referentes del peronismo, la izquierda, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales. No eran pocos, como especulaba y afirmaba el oficialismo, era una multitud.
 
Los bombos, platillos y bronces marcaban el ritmo de los discursos sin saber, al menos en ese instante, que el gobierno reculaba y desactivaba el tratamiento exprés de la dañina reforma laboral. Todo quedaba para febrero porque habían confirmado que el proyecto sumaba más detractores que aplaudidores. Y se asustaron con la movilización masiva.
 
Al menos por ahora, los derechos de los trabajadores y trabajadoras, quedaron a salvo. No es poco para estos tiempos de crueldad que corren. Una señal clara de debilidad. La decisión es el resultado de las limitaciones de una administración acostumbrada a gobernar por DNU y que choca contra la realidad parlamentaria cuando intenta avanzar sobre derechos laborales consolidados.
 
El apuro por aprobar modificaciones estructurales sin diálogo ni consenso encontró un freno en un Congreso que todavía funciona. El mensaje de la oposición fue contundente: no habrá cheque en blanco para desmantelar conquistas sociales mientras se niegan recursos a discapacitados y universidades. La ratificación de estas leyes pese al veto presidencial marca un límite que la Casa Rosada no puede ignorar.
 
Patricia Bullrich reculó en chancletas y ya anunció que habrá nuevas extraordinarias del 2 al 27 de febrero para insistir con las reformas que exigen el FMI y los empresarios. Sin embargo, las fechas elegidas confirman lo que todos intuyen: el Gobierno deberá prometer el Presupuesto como condición para obtener votos opositores.
 
La estrategia de avanzar sin negociar nada tiene precio. Lo que pretendía ser un trámite exprés se convirtió en un recordatorio de que gobernar requiere construir mayorías, no imposiciones. Mientras Milei insiste con su agenda autoritaria de ajuste brutal, lo que ocurrió en las calles y el Congreso demuestra que aún queda capacidad de resistencia popular dispuestas a defender derechos básicos. La reforma laboral esperará, pero las dudas sobre la capacidad del Loco Mlei para aprobar sus iniciativas anarco capitalista, y gobernar a favor de los ricos, crecen. El gobierno de la oligarquía no se puede llevar todo por delante.
 
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18-12-2025 / 08:12
Tras conseguir la media sanción de un presupuesto 2026 que multiplica el ajuste, solo favorece a los más ricos y carga los costos sobre los desprotegidos, el Gobierno de Javier "el Loco" Milei sufrió un duro golpe con el rechazo al capítulo que derogaba el Financiamiento Universitario y la Emergencia en Discapacidad. También quedaron fuera la restricción de la ley de zona fría y la desindexación de la AUH.
 
El Gobierno consiguió la aprobación en general el Presupuesto 2026, pero sufrió una derrota clave: la oposición logró voltear completo el capítulo 11, donde se concentraba la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad, dos leyes que el oficialismo insiste con incumplir. Tras una sesión que comenzó a las dos de la tarde y se extendió hasta la madrugada, Lule Menem y Diego Santilli ofrecieron concesiones de todo tipo a gobernadores y bloques aliados para blindar el capítulo entero.
 
Sin embargo, al momento de la votación sólo reunieron 117 votos afirmativos, mientras que la oposición alcanzó 123 rechazos y sumó además dos abstenciones. Es la tercera vez en un semestre que el Gobierno pierde frente al financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad, si se cuentan la sanción original de las leyes, la insistencia parlamentaria tras el veto presidencial y ahora el intento de derogación vía presupuesto. También se rechazaron la eliminación de las actualizaciones automáticas de la Asignación Universal por Hijo y demás asignaciones familiares.
 
Envalentonado por el triunfo electoral de octubre, el oficialismo buscó acelerar la motosierra y eliminar dos normas que el Congreso sancionó, el Ejecutivo vetó y ambas Cámaras ratificaron con mayoría agravada, más de los dos tercios de los presentes. A pesar de las arduas negociaciones, el reparto de ATN y las promesas de la Casa Rosada a los gobernadores aliados, la catamarqueña Fernanda Avila, se les dio vuelta y voto en contra el capítulo 11, al igual que los tres tucumanos del bloque Independencia y los tres salteños de Innovación Federal.
 
Para destrabar el trámite, el oficialismo había intentado a último momento una maniobra más: incorporó la adecuación de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires y un refuerzo de 21.000 millones de pesos para el Poder Judicial, bajo la administración del Consejo de la Magistratura. El objetivo fue evitar el naufragio del capítulo completo. "Le ponen un condicionamiento al Poder Judicial para que ni se le ocurra judicializar el capítulo XI porque se les cae el financiamiento. Son unos chantas y eso es lo que están haciendo ahora", denunció el jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez.
 
A la hora de votar, resultaron decisivas las abstenciones de los radicales Cipolini y Schneider. Desde sus redes, la diputada Cecilia Moreu celebró la victoria de la oposición. "Quisieron jugar sucio y les salió mal. Pese a las múltiples maniobras extorsivas con las que el oficialismo y los sectores cómplices intentaron blindar la derogación de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario, logramos sostenerlas. Basta de dilaciones, son leyes votadas y ratificadas por el Congreso Nacional. Vamos a seguir dando la pelea para que entren en vigencia y se apliquen como corresponde", escribió en X.
 
Durante el debate varios diputados habían advertido que judicializarían la norma, de aprobarse. Los diputados Maximiliano Ferraro y Eduardo Valdés, fueron los encargados de advertir que el intento del oficialismo vulneraba el artículo 20 de la Ley 24.156 de Administración Financiera que en relación al presupuesto establece que "no podrá contener disposiciones de carácter permanente, ni reformar o derogar leyes vigentes".
 
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