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Nacionales - 07-04-2024 / 10:04
HACE DE LA EMERGENCIA UN ARGUMENTO PARA DESARROLLAR SISTEMÁTICAMENTE POLÍTICAS A FAVOR DE LOS MÁS RICOS

Con Javier el Loco Milei presidente, la democracia está gravemente amenazada

Con Javier el Loco Milei presidente, la democracia está gravemente amenazada
Las elecciones argentinas no podrán ser iguales después de este brutal ajuste neoliberal, puesto en marcha sobre la base la burla de muchos artículos legales y constitucionales, y exclusivamente apoyado sobre la base de la “necesidad” y la urgencia. Notable: la expresión “necesidad y urgencia” suele converger hoy con el interés de los más grandes grupos empresariales y no es empleado ni por error para referirse a las necesidades de trabajadores, jubilados y pauperizados por las políticas del gobierno.
El país marcha en la dirección de conflictos políticos muy agudos que, probablemente, no termine de ser orientada por ninguno de los sectores que concurran en ellos. Nada desde aquí se dice a favor del derrumbe de la política, desde un deseo redencionista de que la radicalidad de la rebelión llene los vacíos de actuales dirigencias bastante desorientadas sobre cómo moverse en estas circunstancias.
 
Sería una simplificación absurda interpretar la situación en términos "apocalípticos", es decir como vísperas de un acontecimiento que lo conmueva y lo transforme todo, lo pasado y lo por venir, y genere un "orden nuevo". No es ése el relato político que pueda ser el eje de una superación del tiempo de la frustración, en el que, falsamente, nada parece tan normal y razonable como esperar y ver, sin actuar.
 
El tiempo actual tiene en su seno la amenaza de un giro profunda y radicalmente antipolítico y antidemocrático bajo el disfraz de lírica revolucionaria. Las dirigencias políticas partidarias tienen la necesidad de revalidar sus fueros en tiempos en que insinúan situaciones altamente conflictivas. Y esa revalidación de fueros tiene para la dirigencia un componente muy complejo: la dificultad de actuar al mismo tiempo en la calle con la gente y seguir sosteniendo sobre los hombros la responsabilidad por la vida y la sociedad en la Argentina.
 
Esta reflexión no debería interpretarse como la espera de una utópica conversación en el interior del pueblo argentino y sus representaciones que pudiera producir una mirada única y central sobre los hechos contemporáneos. Cuando se habla de un gran debate "popular" no debe entenderse solamente como asambleas populares permanentes.
 
Simplemente se habla de una recuperación de la palabra política. Se dirá que la palabra política no hace falta "recuperarla" porque existe. Pero entramos en una etapa crítica, surcada por los costos crecientes e injustos que nuestro pueblo tiene que pagar por una política.
 
Que no es distinta de todas las políticas desplegadas por los gobiernos golpistas de la etapa de la proscripción, de la época del remate de la propiedad pública para "equilibrar nuestras cuentas" perpetrada por un gobierno con todos los documentos formales de pertenencia al peronismo y que decidió no ser un simple "caso" de las reformas neoliberales, sino el ejemplo a seguir por todos los países subordinados a Estados Unidos.
 
Estamos hablando, claro, de la etapa menemista de la regresión antipopular a la que seguiría el tiempo crítico y decadente de De la Rúa que terminó con la explosión del sistema político.
 
Es perfectamente válido que, ante este tipo de planteos, cualquiera pueda pensar que son elucubraciones mentales y no acontecimientos reales. Que se trata de mera "imaginación política" y que será en los hechos y en las respuestas políticas reales el terreno en el que se desarrollará la próxima gran crisis argentina.
 
Ahora bien, qué quiere decir ser un "dirigente político" en la Argentina de hoy? Por supuesto que el éxito de su exposición en los medios de comunicación -los antiguos, los nuevos y los ultra-nuevos- es una herramienta indispensable para cualquier pretensión de aparición y notoriedad pública. Pero estamos pensando en un fortalecimiento cuantitativo y cualitativo de la política democrática y no de un operativo de marketing. 
 

Las elecciones argentinas no podrán ser iguales después de este brutal ajuste neoliberal, puesto en marcha sobre la base la burla de muchos artículos legales y constitucionales, y exclusivamente apoyado sobre la base de la "necesidad" y la urgencia.
 
Notable: la expresión "necesidad y urgencia" suele converger hoy con el interés de los más grandes grupos empresariales y no es empleado ni por error para referirse a las necesidades de trabajadores, jubilados y pauperizados por las políticas del gobierno.
 
Es cierto que las necesidades y carencias vienen de antes de Milei, sin embargo, las magnitudes son muy diferentes y es diferente la cuestión de decidir "medidas de emergencia" de la de hacer de la emergencia un argumento para desarrollar sistemáticamente políticas a favor de los más poderosos. Esto último es lo que sucede y no hay signos de reflexión sobre el camino.
 
La inflación que estamos viviendo no es producto de un ciclo o de un accidente: es la brutalidad de un régimen que dice disfrutar de los "cambios que se dan y que, según el gobierno, vienen en la Argentina". Lo que hasta ahora dio algunos resultados en materia de generar expectativas positivas hacia el gobierno irá entrando en una zona crítica, en la medida en que las privaciones se prolonguen en el tiempo y siga acompañándolas el discurso gélido y falsario de los Adorni y compañía.
 
El gobierno de ultraderecha de la Argentina desarrolla un operativo de vaciamiento sistemático de la cultura laboral histórica del país desde 1945 hasta hoy y de naturalización de las lacras del capitalismo desregulado. No es, en absoluto, una novedad.
 
Hay abundantes registros fílmicos de la dictadura militar alentando el "compre extranjero" y de Cavallo en diferentes gobiernos prometiendo la tierra prometida después de los dolores de parto de la barbarie patronal concentrada. ¿Cómo es posible que alguien pueda creer en fórmulas que terminaron desastrosamente en el pasado? El problema no es de "memoria": es de política y es de poder.
 
Paralelamente a la dolorosa crisis económica la Argentina atraviesa una delicada situación política de la que no parece haber suficiente conciencia. En la Argentina se intentan dar pasos muy intensos en la dirección contraria a los intereses de los trabajadores.
 
"La crisis obliga a modernizar el régimen de trabajo". Planteada de este modo impersonal e impolítico, suena razonable; la cuestión es cuál es sentido general de lo que está impulsando: si consiste en regular temas y problemas nuevos de las formas de trabajo en vigencia o en bajar el salario real de los trabajadores que no consiste solamente en el pago de sus haberes sino en un conjunto de derechos que lo protegen de los abusos personales.
 
Derechos que, aunque el presidente los insulte y denigre, constituyen un orgullo democrático de la Argentina en su relación con el mundo.
 
Vamos entrando en un terreno de definiciones políticas que seguramente van a crear reagrupamientos políticos. La definición principal es el "fenómeno Milei". ¿Es un hecho común de la política? ¿Es LLA un partido nuevo más?
 
La primera repercusión -especialmente para quienes hemos sufrido proscripciones y persecuciones diversas en nuestra historia- es la de pensar en el actual equipo dirigente del Estado como el fruto de la diversidad democrática, es decir, como "un partido más".
 
Naturalmente que esto es así en términos de derechos jurídicos. Pero no equivale a sostener que desde la máxima autoridad del Estado salgan definiciones sobre la vida política que alienten conductas reñidas con la Constitución y la vida social.
 
¿Son neutrales en términos políticos, los ataques neuróticos del presidente contra diputados, gobernadores, dirigentes políticos de estados nacionales cercanos al nuestro? ¿Son legales el maltrato a personas de la cultura y de otros ámbitos a causa de su posición crítica con relación a Milei y su gobierno? Esas cuestiones están pasando ante nuestros ojos con reacciones claramente insuficientes. El insulto a hombres y mujeres de estado de países hermanos no está entre las atribuciones que protege la Constitución.
 
¿Es cierto que postular la posibilidad de un juicio político al presidente es una conducta antidemocrática? El presidente de una democracia no pertenece a una casta superior. Le corresponden todos los derechos y las obligaciones que cualquier ciudadano debe respetar y su especificidad es, justamente, la naturaleza de los bienes que está obligado a defender.
 
Claro que todas estas objeciones parecerán torpes o insignificantes para los cultores de las "nuevas formas de comunicación". El problema es que la novedad (el progreso técnico, el descubrimiento) no puede adquirir el derecho a imponerse como regla por efecto de la costumbre.
 
La violencia simbólica en las redes es una conducta inmoral y antidemocrática, más allá de la existencia eventual de una ley específica al respecto. El hecho de envenenar la vida colectiva con mentiras, provocaciones y violencias de distinto tipo no es una elección válida para un pueblo democrático y pacífico.
 
Es algo parecido a la portación de armas: puede argumentarse que se pretende un recurso defensivo...pero es un recurso que debe ser regulado de modo estricto. Porque si tomamos el camino "libertario" nuestro país se puede parecer a una jungla (como sucede con la población de un Estado que le dice a todo el mundo qué es lo que hay que respetar, pero no respeta ninguna regla común si estorba a sus intereses).
 
El juicio político es un instituto constitucional tanto como la elección del presidente y del Congreso. Claro que hay que pensar con mucha responsabilidad en este asunto, porque la institución del juicio político tiene como sentido central el de garantizar el control del cumplimiento de las tareas públicas.
 
Pero esa protección a la institución presidencial no tiene nada que ver con el uso irresponsable del insulto y el agravio a personas cuyo derecho a la expresión es tan sagrada como la institución del congreso nacional y de la presidencia. Si estas cuestiones fueran objeto de un amplio debate público no faltarían las objeciones multimediáticas: atacan a la "libertad de prensa".
 
Tenemos un tramo difícil de nuestra vida política por transitar. Parece que es muy importante un debate público sobre la democracia argentina, sus problemas viejos y nuevos, su relación con el poder social y el dinero, su dimensión regional, su respeto por la diversidad política y su opción por la paz y contra la violencia (física o verbal) como arma política.
 
Por Edgardo Mocca
 
Fuente: El Destape
 

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02-12-2024 / 09:12
La última encuesta del consultor Gustavo Córdoba, que se publicó este domingo 1 de diciembre, sostiene que una mayoría de la población percibe que "no hay nada" frente al presidente Javier "el Loco" Milei, que el oficialismo no tiene contrapeso.
 
En el año 2017, luego de lograr la victoria en las elecciones de medio término, el entonces presidente Mauricio Macri le decía a sus asesores: "El punto es que peleamos contra la nada". Estaba convencido de que había logrado construir una nueva hegemonía política, entre el triunfo en las urnas y la persecución judicial a sus adversarios. Y que los riesgos pasaban entonces por las internas que se abrían en la supuesta nueva fuerza dominante, ahora que no había un cuco a ser derrotado que funcionara como ordenador.
 
Fue una etapa de la política argentina -no duró más de seis meses- en la que también se había instalado la percepción de que no había oposición. Lo mismo puede decirse de la mayoría de los 12 años que gobernó el kirchnerismo. Recién cuando se constituyó Cambiemos, en marzo de 2015, surgió una gran coalición antiperonista con capacidad de ganar una elección nacional. Tuvo que correr mucha agua bajo el puente, incluida la desaparición física de Raúl Alfonsín, que jamás hubiera avalado una alianza del radicalismo con el macrismo.
 
¿En qué se parecen estos períodos al actual? Dos elementos: un oficialismo fortalecido por cierto respaldo popular, en el caso de Milei recostado en las encuestas propias, y una oposición sin rumbo.
 
A la oposición hay que analizarla en dos planos. Un trazo es lo que podría describirse como el antimileismo. En ese universo están incluidos los radicales que responden a Martín Lousteau y Facundo Manes; el socialismo santafesino y el Frente de Izquierda. Por ahora parece imposible que estas fuerzas construyan una alianza con el peronismo para enfrentar al gobierno.
 
En otro plano está la fragmentación del propio peronismo. La defección de gobernadores como Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil y Martín Llaryora dejó como expresión opositora al peronismo de Axel Kicillof de la Provincia de Buenos Aires, junto con el riojano Ricardo Quintela, el formoseño Gildo Insfrán el pampeano Sergio Ziliotto; y, más oscilante, el santiagueño Gerardo Zamora. El punto es que dentro de ese peronismo opositor también hay fragmentación. La más visible es la tensión entre el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y La Cámpora de Máximo Kirchner, a la que se suman intendentes alineados en cada vertiente.

El peronismo opositor a Milei es sólo una parte del peronismo y además está dividido. No es extraño que la percepción social sea que no hay una oposición. Kicillof suele mostrar su gestión como la contracara de Milei, pero esa posición no es luego acompañada por el resto del peronismo bonaerense. Los dirigentes nucleados en La Cámpora ponen más energía en cuestionar al gobernador de su propia fuerza que en respaldarlo en su enfrentamiento con el gobierno nacional, que está asfixiando a la Provincia. Es una estrategia que tiene un efecto seguro: no suma votos para nadie.

Kicillof, por su parte, trasladó este conflicto a la disputa por la conducción del PJ nacional. No respaldó la candidatura de CFK para la conducción partidaria. Es una posición que no le suma demasiado porque sus votantes son los mismos que quieren a Cristina. Luego del triunfo de Macri en 2015 parecía que el PJ se había roto en tantos pedazos que sería imposible volver a pegarlo y cuatro años después ese PJ ganaba la elección. 

La Opinión Popular


01-12-2024 / 11:12
¿Qué habrán interpretado los industriales argentinos cuando Javier Milei les prometía eliminar al Estado y a cualquier política pública que limitara al libre mercado nacional e internacional? ¿Habrán entendido que el anarco capitalismo consistía en defender a la industria nacional? ¿O creyeron que Milei, una vez asumido, no iba a cumplir con sus compromisos de campaña?
 
Es posible que todo se trate de un malentendido de origen, producto del optimismo natural de los empresarios. Durante estos meses se la pasaron aplaudiendo a alguien que suponían Donald Trump y ahora descubrieron que siempre fue Milei. Esta semana la Unión Industrial Argentina celebró su trigésima conferencia. Los industriales habían invitado al Presidente y a su ministro de Economía. Ninguno de los dos fue.
 
El Presidente venía de declarar en septiembre que en los últimos años los industriales "se volvieron más dependientes del Estado. A mediados del siglo pasado se decidió que todo se tenía que producir acá y, para proteger a la industria, se le robó al campo". En lo económico, Milei no es Trump, Bolsonaro, Meloni, Orbán ni Abascal. Hay un solo presidente...
 
Durante la campaña, Milei casi no habló de la industria. Apenas sostuvo que "van a tener que competir, ganarse el pan con el sudor de la frente o irán a la quiebra". En la plataforma electoral de La Libertad Avanza ni siquiera le dedicó un párrafo. Los industriales medianos, grandes y pequeños pidieron reiteradamente alguna definición. Siempre les respondieron extraoficialmente diciéndoles que se iría a una "apertura comercial unilateral a la chilena", porque "el comercio libre produce bienes de mejor calidad a mejor precio".
 
Los industriales que ahora se sorprenden con las actitudes de Milei, quizá querían creer que se encontraban ante un liberal que lo que haría sería resolver el déficit, bajar la inflación y producir una reforma laboral que permitiera producir más con una mayor previsibilidad.
 
Dicen que no hay peor sordo que el que no quiere oír. Si Milei es un anarquista que detesta la intervención del Estado en el comercio, enemigo de los aranceles y de los límites a las importaciones; si nunca se interesó por la industria argentina y si cuando habló fue para castigar a los industriales; por qué ahora tanta sorpresa.
 
Un mundo sin aranceles. En la UIA trataron de minimizar la descortesía de Milei y Caputo. Su presidente, Daniel Funes de Rioja, sólo hizo una advertencia sobre la apertura indiscriminada de importaciones: "El punto es bajo qué condiciones se abrirá la economía. Hay que mirar la experiencia internacional. Hoy tenemos a Estados Unidos protegiendo su producción, Europa, Canadá, Brasil y, desde el punto de vista de las restricciones, tenemos distorsiones fiscales."
 
Tras la confusión inicial de haber festejado a Milei como si fuera Trump, los industriales se encuentran un año después con el peor escenario. En la Argentina hay un Presidente que pretende levantar las restricciones a las importaciones y en los Estados Unidos llega otro, el verdadero Trump, que restringirá aún más el ingreso de productos importados a su país.
 
Esto es: las potencias podrán ingresar sin mayores restricciones sus productos, pero el país tendrá cada vez más problemas para ingresar los suyos en esas potencias.
 

30-11-2024 / 11:11
Las y los jóvenes son el grupo que más dificultades tiene para encontrar trabajo en Argentina: el 90% así lo sostiene. En una coyuntura de recesión económica, con destrucción sostenida de fuentes de empleo formal y una reforma laboral que busca mayor precarización en la entrada, permanencia y finalización de un trabajo, escaló a 9 de cada 10 la cantidad de jóvenes que encuentra barreras al momento de acceder a un puesto laboral.
 
Se suma que el 72% señala a la falta de experiencia como principal obstáculo mientras que 7 de cada 10 termina desempeñándose en actividades que no son de su interés.
 
Los datos se desprenden de una encuesta regional que, en el caso de nuestro país, refleja que la mayor parte de la juventud termina aceptando lo que pueda encontrar, debido a la urgencia de necesidades económicas en un escenario donde una cuarta parte de la juventud argentina vive en la indigencia.
 
"La dificultad que manifiestan los jóvenes para insertarse en el mercado de trabajo es realmente alarmante", resaltó el informe donde se observa que entre las condiciones laborales predomina una menor estabilidad laboral y un peor nivel de ingresos, lo que además genera mayores dificultades para el acceso a la vivienda.
 
Sobre esto último, en base a datos oficiales, se puede observar que si bien las y los jóvenes trabajan, en promedio, casi las mismas horas que la población general, tienen ingresos un 30% inferiores, diferencia que se agrava aún más en el caso de las mujeres, y de esa manera están sobrerrepresentados en los deciles de menores ingresos -donde casi la mitad tiene entre 14 y 29 años- y son sólo el 7% de las personas del decil de mayores ingresos de la población.
 
Al respecto, un joven necesitó contar con un mínimo de 325.670 pesos en octubre para afrontar los gastos básicos para subsistir; esto es, 190% más que hace un año atrás y el doble que desde diciembre pasado (158.000 pesos más).
 
"La tasa de pobreza y la de indigencia presentan una tendencia al alza, con una mayor incidencia en los jóvenes que en la población total. Este segmento etario sufre la pobreza y la indigencia más que el promedio de la sociedad", alertaron recientemente desde el Centro de Estudios para la Recuperación Argentina. Actualmente, la pobreza en la juventud aumentó a 62% y la indigencia alcanza casi al 25%.  
 

29-11-2024 / 10:11
Mauricio Macri está perdiendo relevancia. Y lo sabe. Por eso una vez más salió a clavar un estilete bien dirigido en el flanco del Gobierno. Lo hizo al cuestionar el compromiso libertario para aprobar el proyecto de Ficha Limpia que, de ser sancionado, proscribiría a Cristina. La segunda sesión que impulsó el PRO se cayó con ausencias de La Libertad Avanza, que ya permiten a los macristas especular con un supuesto pacto entre Javier Milei y la presidenta del PJ, aunque solo sea para limar un poco al actual mandatario.
 
Pero hay temas que le generan aún más recelo a Macri: que lo hayan excluido de la negociación por el Presupuesto 2025, donde el Gobierno busca acordar individualmente con los gobernadores PRO (ni siquiera como bloque). Y, sobre todo, que hayan enviado a extraordinarias un proyecto para eliminar las PASO, lo que destruye cualquier chance para que pueda negociar de manera exitosa con Karina Milei la inclusión del PRO en las listas de un frente común.
 
La declaración de Macri sobre Ficha Limpia tenía destinatarios precisos, a los que envenenar con una frase teleridigida con mira telescópica: Santiago Caputo y Karina Milei. La sesión de Ficha Limpia fue impulsada por el PRO y como algunos de sus integrantes señalaron --la indignadísima Silvia Lospenatto-- hubo notorias ausencias de La Libertad Avanza que impidieron llegar al quórum. Por lo tanto, la estocada de Macri busca poner en duda que Milei tenga un real compromiso de lucha contra la corrupción y, en particular, de golpear sobre su adversaria, la expresidenta.
 
Pero lo que realmente tiene envenenado a Macri son otras dos cuestiones. La primera es la negociación del Presupuesto 2025, de la que él fue prolijamente dejado al margen. En su última reunión de la cúpula del PRO, dio instrucciones para defender a rajatabla los planteos de los gobernadores de Juntos (ya no Juntos por el Cambio, Juntos a secas). Y planteó que había que arrancarle al Gobierno las modificaciones al Presupuesto y tener por escrito que van a cumplir con las transferencias de fondos, que vienen retaceando, a las provincias aliadas.
 
Por ahora, no está el Presupuesto entre los temas a tratar en extraordinarias, lo que alimenta el enojo de Macri. También el hecho de que el Gobierno busca no solo puentearlo a él, sino romper el frente común entre gobernadores del PRO y radicales y conseguir que cada uno negocie individualmente. Lo que fomenta Santiago Caputo para destruir toda resistencia y que Macri busca evitar a toda costa. Por ahora, Macri no tiene las de ganar: hay gobernadores que negocian solos y, de hecho, entregaron su última herramienta de presión, la sesión para rechazar el DNU de renegociación de deuda.
 
El segundo tema urticante que tiene a Macri pensando en la ruptura es la convocatoria a extraordinarias para eliminar las PASO. Macri necesita de las primarias, primero como herramienta de amenaza para negociar las listas y, en segundo lugar, como herramienta efectiva para competirle a La Libertad Avanza en aquellos distritos donde no tiene estructura y el PRO tiene las de ganar. Sin PASO, Macri queda a merced de la lapicera de Karina Milei para el cierre de listas y su única alternativa es quedar afuera de un frente, que podría llevar al PRO a sacar porcentajes ínfimos si se comprueba el traspaso de votantes a La Libertad Avanza que marcan la mayoría de las encuestas.
 
La Opinión Popular
 

28-11-2024 / 10:11
Hace dos meses, Javier "el Loco" Milei envió al Senado los pliegos del juez federal Ariel Lijo, y del catedrático Manuel García-Mansilla para ser nombrados en la Corte Suprema. El polémico juez Lijo recibió una andanada de cuestionamientos de distintos sectores, incluido el propio oficialismo.
 
Hay senadores que son oficialistas o están cerca del Gobierno que adelantaron su rechazo a Lijo. Entre ellos, la propia vicepresidenta Victoria Villarruel cuestionó al juez federal. También el ahora exlibertario Francisco Paoltroni y el cordobés Luis Juez, presidente del bloque del PRO, entre otros.
 
Así, el Presidente no logra imponer al juez Lijo y al catedrático García-Mansilla. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que podrían nombrarlos por decreto. El verdadero motivo que impulsa a Milei a cambiar la conformación del alto tribunal, es poder controlarlo.
 
El senador de Unión por la Patria, José Mayans, le entregó a Francos una nota para rechazar la eventual designación por decreto de los jueces de la Corte Suprema y le solicitó al Gobierno nacional negociar las designaciones. Lo hizo al finalizar su discurso de cierre en el Senado de la Nación, luego de la exposición de Francos del tercer informe anual de gestión, en el que repasó el año del presidente Milei en la Casa Rosada.
 
"Le voy a entregar una nota para que usted considere el tema de la Corte, queremos hablar sobre la Justicia nacional, Procurador General, Defensor... Hagan un acuerdo con las fuerzas políticas", finalizó Mayans. La nota hace foco en la inconstitucionalidad de la accionar por decreto de los magistrados del tribunal supremo. Antes, el formoseño criticó la posibilidad que abrió Francos de nombrar a los jueces de la Corte por decreto.
 
En su discurso, Mayans dijo: "Está el tema de la Corte... No se puede hacer como si fuera un subalterno del Presidente. La Constitución por la que hoy usted es jefe de Gabinete... Menem dijo "yo quiero ser reelecto". Vamos a tener jefe de Gabinete, tercer senador, Consejo de la Magistratura y hoy esa es la Constitución que impera en el país".
 
"En eso consiste esto. Un poder del Estado es un sistema complejo. A propuesta del Poder Ejecutivo, el Senado interviene. Ahora, una persona que es nombrado por decreto, ¿Qué garantía tiene de estabilidad? ¿Qué garantía tiene de independencia?", continuó el senador.
 
Y remató: "Si no le gusta al Presidente, ahora quiere echar a la vicepresidenta... Ahora usted es la casta número uno, hace 50 años que vive del Estado (por Francos). Usted dice vamos a nombrar por decreto. ¡Nulo de nulidad absoluta!. ¿Qué les dice la Constitución? Negocien".
 
Para nombrar a un miembro de la Corte se necesitan 48 votos, es decir, una mayoría agravada, y el peronismo cuenta con 44 senadores. Por ese poder en el Senado, la aspiración de Milei de designar a dos nuevos cortesanos debe pasar por el tamiz de Cristina Kirchner.
 
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