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“Esta gloriosa Revolución Libertadora se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”. Almirante Arturo Rial.
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Nacionales - 07-04-2024 / 10:04
HACE DE LA EMERGENCIA UN ARGUMENTO PARA DESARROLLAR SISTEMÁTICAMENTE POLÍTICAS A FAVOR DE LOS MÁS RICOS

Con Javier el Loco Milei presidente, la democracia está gravemente amenazada

Con Javier el Loco Milei presidente, la democracia está gravemente amenazada
Las elecciones argentinas no podrán ser iguales después de este brutal ajuste neoliberal, puesto en marcha sobre la base la burla de muchos artículos legales y constitucionales, y exclusivamente apoyado sobre la base de la “necesidad” y la urgencia. Notable: la expresión “necesidad y urgencia” suele converger hoy con el interés de los más grandes grupos empresariales y no es empleado ni por error para referirse a las necesidades de trabajadores, jubilados y pauperizados por las políticas del gobierno.
El país marcha en la dirección de conflictos políticos muy agudos que, probablemente, no termine de ser orientada por ninguno de los sectores que concurran en ellos. Nada desde aquí se dice a favor del derrumbe de la política, desde un deseo redencionista de que la radicalidad de la rebelión llene los vacíos de actuales dirigencias bastante desorientadas sobre cómo moverse en estas circunstancias.
 
Sería una simplificación absurda interpretar la situación en términos "apocalípticos", es decir como vísperas de un acontecimiento que lo conmueva y lo transforme todo, lo pasado y lo por venir, y genere un "orden nuevo". No es ése el relato político que pueda ser el eje de una superación del tiempo de la frustración, en el que, falsamente, nada parece tan normal y razonable como esperar y ver, sin actuar.
 
El tiempo actual tiene en su seno la amenaza de un giro profunda y radicalmente antipolítico y antidemocrático bajo el disfraz de lírica revolucionaria. Las dirigencias políticas partidarias tienen la necesidad de revalidar sus fueros en tiempos en que insinúan situaciones altamente conflictivas. Y esa revalidación de fueros tiene para la dirigencia un componente muy complejo: la dificultad de actuar al mismo tiempo en la calle con la gente y seguir sosteniendo sobre los hombros la responsabilidad por la vida y la sociedad en la Argentina.
 
Esta reflexión no debería interpretarse como la espera de una utópica conversación en el interior del pueblo argentino y sus representaciones que pudiera producir una mirada única y central sobre los hechos contemporáneos. Cuando se habla de un gran debate "popular" no debe entenderse solamente como asambleas populares permanentes.
 
Simplemente se habla de una recuperación de la palabra política. Se dirá que la palabra política no hace falta "recuperarla" porque existe. Pero entramos en una etapa crítica, surcada por los costos crecientes e injustos que nuestro pueblo tiene que pagar por una política.
 
Que no es distinta de todas las políticas desplegadas por los gobiernos golpistas de la etapa de la proscripción, de la época del remate de la propiedad pública para "equilibrar nuestras cuentas" perpetrada por un gobierno con todos los documentos formales de pertenencia al peronismo y que decidió no ser un simple "caso" de las reformas neoliberales, sino el ejemplo a seguir por todos los países subordinados a Estados Unidos.
 
Estamos hablando, claro, de la etapa menemista de la regresión antipopular a la que seguiría el tiempo crítico y decadente de De la Rúa que terminó con la explosión del sistema político.
 
Es perfectamente válido que, ante este tipo de planteos, cualquiera pueda pensar que son elucubraciones mentales y no acontecimientos reales. Que se trata de mera "imaginación política" y que será en los hechos y en las respuestas políticas reales el terreno en el que se desarrollará la próxima gran crisis argentina.
 
Ahora bien, qué quiere decir ser un "dirigente político" en la Argentina de hoy? Por supuesto que el éxito de su exposición en los medios de comunicación -los antiguos, los nuevos y los ultra-nuevos- es una herramienta indispensable para cualquier pretensión de aparición y notoriedad pública. Pero estamos pensando en un fortalecimiento cuantitativo y cualitativo de la política democrática y no de un operativo de marketing. 
 

Las elecciones argentinas no podrán ser iguales después de este brutal ajuste neoliberal, puesto en marcha sobre la base la burla de muchos artículos legales y constitucionales, y exclusivamente apoyado sobre la base de la "necesidad" y la urgencia.
 
Notable: la expresión "necesidad y urgencia" suele converger hoy con el interés de los más grandes grupos empresariales y no es empleado ni por error para referirse a las necesidades de trabajadores, jubilados y pauperizados por las políticas del gobierno.
 
Es cierto que las necesidades y carencias vienen de antes de Milei, sin embargo, las magnitudes son muy diferentes y es diferente la cuestión de decidir "medidas de emergencia" de la de hacer de la emergencia un argumento para desarrollar sistemáticamente políticas a favor de los más poderosos. Esto último es lo que sucede y no hay signos de reflexión sobre el camino.
 
La inflación que estamos viviendo no es producto de un ciclo o de un accidente: es la brutalidad de un régimen que dice disfrutar de los "cambios que se dan y que, según el gobierno, vienen en la Argentina". Lo que hasta ahora dio algunos resultados en materia de generar expectativas positivas hacia el gobierno irá entrando en una zona crítica, en la medida en que las privaciones se prolonguen en el tiempo y siga acompañándolas el discurso gélido y falsario de los Adorni y compañía.
 
El gobierno de ultraderecha de la Argentina desarrolla un operativo de vaciamiento sistemático de la cultura laboral histórica del país desde 1945 hasta hoy y de naturalización de las lacras del capitalismo desregulado. No es, en absoluto, una novedad.
 
Hay abundantes registros fílmicos de la dictadura militar alentando el "compre extranjero" y de Cavallo en diferentes gobiernos prometiendo la tierra prometida después de los dolores de parto de la barbarie patronal concentrada. ¿Cómo es posible que alguien pueda creer en fórmulas que terminaron desastrosamente en el pasado? El problema no es de "memoria": es de política y es de poder.
 
Paralelamente a la dolorosa crisis económica la Argentina atraviesa una delicada situación política de la que no parece haber suficiente conciencia. En la Argentina se intentan dar pasos muy intensos en la dirección contraria a los intereses de los trabajadores.
 
"La crisis obliga a modernizar el régimen de trabajo". Planteada de este modo impersonal e impolítico, suena razonable; la cuestión es cuál es sentido general de lo que está impulsando: si consiste en regular temas y problemas nuevos de las formas de trabajo en vigencia o en bajar el salario real de los trabajadores que no consiste solamente en el pago de sus haberes sino en un conjunto de derechos que lo protegen de los abusos personales.
 
Derechos que, aunque el presidente los insulte y denigre, constituyen un orgullo democrático de la Argentina en su relación con el mundo.
 
Vamos entrando en un terreno de definiciones políticas que seguramente van a crear reagrupamientos políticos. La definición principal es el "fenómeno Milei". ¿Es un hecho común de la política? ¿Es LLA un partido nuevo más?
 
La primera repercusión -especialmente para quienes hemos sufrido proscripciones y persecuciones diversas en nuestra historia- es la de pensar en el actual equipo dirigente del Estado como el fruto de la diversidad democrática, es decir, como "un partido más".
 
Naturalmente que esto es así en términos de derechos jurídicos. Pero no equivale a sostener que desde la máxima autoridad del Estado salgan definiciones sobre la vida política que alienten conductas reñidas con la Constitución y la vida social.
 
¿Son neutrales en términos políticos, los ataques neuróticos del presidente contra diputados, gobernadores, dirigentes políticos de estados nacionales cercanos al nuestro? ¿Son legales el maltrato a personas de la cultura y de otros ámbitos a causa de su posición crítica con relación a Milei y su gobierno? Esas cuestiones están pasando ante nuestros ojos con reacciones claramente insuficientes. El insulto a hombres y mujeres de estado de países hermanos no está entre las atribuciones que protege la Constitución.
 
¿Es cierto que postular la posibilidad de un juicio político al presidente es una conducta antidemocrática? El presidente de una democracia no pertenece a una casta superior. Le corresponden todos los derechos y las obligaciones que cualquier ciudadano debe respetar y su especificidad es, justamente, la naturaleza de los bienes que está obligado a defender.
 
Claro que todas estas objeciones parecerán torpes o insignificantes para los cultores de las "nuevas formas de comunicación". El problema es que la novedad (el progreso técnico, el descubrimiento) no puede adquirir el derecho a imponerse como regla por efecto de la costumbre.
 
La violencia simbólica en las redes es una conducta inmoral y antidemocrática, más allá de la existencia eventual de una ley específica al respecto. El hecho de envenenar la vida colectiva con mentiras, provocaciones y violencias de distinto tipo no es una elección válida para un pueblo democrático y pacífico.
 
Es algo parecido a la portación de armas: puede argumentarse que se pretende un recurso defensivo...pero es un recurso que debe ser regulado de modo estricto. Porque si tomamos el camino "libertario" nuestro país se puede parecer a una jungla (como sucede con la población de un Estado que le dice a todo el mundo qué es lo que hay que respetar, pero no respeta ninguna regla común si estorba a sus intereses).
 
El juicio político es un instituto constitucional tanto como la elección del presidente y del Congreso. Claro que hay que pensar con mucha responsabilidad en este asunto, porque la institución del juicio político tiene como sentido central el de garantizar el control del cumplimiento de las tareas públicas.
 
Pero esa protección a la institución presidencial no tiene nada que ver con el uso irresponsable del insulto y el agravio a personas cuyo derecho a la expresión es tan sagrada como la institución del congreso nacional y de la presidencia. Si estas cuestiones fueran objeto de un amplio debate público no faltarían las objeciones multimediáticas: atacan a la "libertad de prensa".
 
Tenemos un tramo difícil de nuestra vida política por transitar. Parece que es muy importante un debate público sobre la democracia argentina, sus problemas viejos y nuevos, su relación con el poder social y el dinero, su dimensión regional, su respeto por la diversidad política y su opción por la paz y contra la violencia (física o verbal) como arma política.
 
Por Edgardo Mocca
 
Fuente: El Destape
 

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28-12-2025 / 12:12
Las ventas en rubros estratégicos de Alimentos caen hasta 20% interanual, y aun así las fábricas avisaron aumentos mayores al 5% desde el 1 de enero. El diagnóstico de la UIA da balance en rojo de Los 4 grandes. Deberá el presidente Javier "el Loco" Milei quemar en la hoguera de los balances de fin de año una de sus teorías predilectas sobre uno de los fenómenos que creyó tener bajo control, pero que se le está desmadrando.
 
Apasionado por la idea del poco iluminado economista austríaco Carl Menger, el mandatario aplicó uno de sus principios para -a lo largo de estos dos años- afirmar que los precios se establecen en relación no a los costos de producción y otros factores, sino a la cantidad de dinero que los consumidores estén dispuestos a convalidar como precio de ese bien.
 
Pero los hechos muestran que pasó exactamente lo contrario: hace varios meses, y sobre todo con mayor intensidad desde el triunfo electoral libertario el 26 de octubre, las grandes empresas del sector alimentos decidieron subir los precios, aún en un contexto de consumo masivo desplomado.
 
Es decir, eligieron regular su pérdida aumentando el precio del producto, sin importar lo que los consumidores creen, convalidan o rechazan sobre esos precios. Y esto pegó de lleno en las mediciones de inflación del INDEC, que siguen centradas más en Bienes que en Servicios, a pesar del cambio de composición en el gasto de los hogares.
 
Así, Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se garantizaron la permanencia en el escenario que todos los gobiernos intentan esquivar: la estanflación, es decir, estancamiento de la actividad con inflación al alza.
 
Desde octubre, de hecho, no hubo ni una sola semana con precios de alimentos estables, y las últimas cuatro semanas del mes acumulan un alza de al menos 2,5 por ciento en un rubro clave como es el consumo de bienes básicos.
 
PáginaI12 accedió en las últimas horas a listados con aumentos de precios de hasta 6 por ciento a aplicarse desde el 1° de enero en diferentes rubros. "No hay explicación alguna", admiten los comerciantes que recibieron las alzas, pero aseguran que las empresas de alimentos nucleadas en la Coordinadora de Productores de Alimentos (COPAL) precisan que no hay otra forma de amortiguar que la crisis que venden por precios lo que no sale de góndola por cantidades.
 
Hay un pelotón de firmas, entre las que están los gigantes Procter & Gamble, SC Johnson y Unilever, que ya avisaron que desde el 1° de enero aumentan un 5 por ciento toda su línea de productos. Un poco más abajo, aparecen lácteas como La Serenísima, que pasaron listas con aumentos del 2,5 para enero. Esto último es curioso, dado que la mayoría de las empresas, a diferencia de lo que ve el Gobierno, estiman que la inflación será mayor, no menor, en los meses siguientes.
 
En ese grupo de las que pasaron aumentos cercanos al 3 por ciento también aparecen Coca Cola y Pepsi, y varias de las empresas que producen cerveza, que hace al menos tres meses no suben de precio y tienen ventas derrumbadas, aún en los calores, temporada alta de su negocio.
 
Lo curioso es que, a muchas de estas firmas, hace cerca de dos semanas, los supermercados y comercios ya les rechazaron listas de aumentos por no querer aplicarlos. El Gobierno, que se jacta de ser el más liberal del mundo, les ruega a los comerciantes que no acepten aumentos, sino el desborde sería mayor.
 

27-12-2025 / 09:12
Negando lo innegable, defendiendo lo indefendible. Con iglesias evangélicas que se oponen al aborto pero apoyan a un gobierno que regala libros que elogian a proxenetas y narcos; con militares que votan en masa a un gobierno que los lleva al suicidio; con industriales que se entusiasman con el oficialismo que los lleva a la quiebra; con jóvenes que se ilusionan con un "cambio" que les roba el futuro; con un gobierno que abandona a los discapacitados, pero se queda con una coima del tres por ciento de sus medicamentos, el país parece terminar el año en un descomunal aquelarre cuya lógica la oposición no termina de aprehender.
 
Surgen gurúes de la pobreza que entienden todo y autoflagelaciones de culpa que recriminan incapacidad, pero en realidad no se trata de un fenómeno exclusivo, sino que acompaña la deriva de Occidente. Estados Unidos, que ha sido la matriz ideológica de las últimas décadas, se ha lanzado a la conquista agresiva de Latinoamérica.
 
El diseño es igual de esquizofrénico, primero establece una ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que le permite sólo a Estados Unidos fabricar guerras para robar petróleo, como a Venezuela, confiscar recursos financieros, como a Rusia, o decretar aranceles de castigo para todo el mundo.
 
Y después la completa con lineamientos de seguridad nacional que le permiten agredir, invadir o bloquear a cualquier otro país. La esquizofrenia está en la pretensión de que el mundo acepte esos auto permisos como leyes establecidas incluso por los que son agredidos.
 
En la que fue la primera democracia del planeta cualquiera puede ser detenido sin causa sólo por el tono de su piel y tiene de presidente a Donald Trump que fue acusado de intentar un golpe de Estado. Por años, Occidente ha asimilado en forma bizarra el producto ideológico de esa matriz que en realidad ocultaba la relación entre el imperio y sus colonias dominadas.
 
Con la pérdida de poder de Estados Unidos en su puja con China, el fondo de esa lógica quedó al descubierto, pero Washington mantiene la pretensión de que su propuesta de opresión se asuma como de libertad. Parece una estupidez obvia, pero cuenta con el dispositivo de construcción simbólica más poderoso del planeta y de la historia de la humanidad para hacerlo creíble.
 
Aparecieron réplicas en América Latina y aquí en Argentina se expresó en los libertarios, donde esa palabra que identificaba a los viejos anarquistas fue apropiada por lo opuesto: el poder de las corporaciones sobre el resto de la sociedad; la palabra Libertad también significa lo opuesto a lo que ellos proponen y la idea de "cambio" en realidad significa para ellos romper los cambios verdaderos que promovieron igualdad y libertad.
 
Son sociedades donde la esperanza se reemplazó por la ansiedad y la depresión, porque la ilusión de que sólo basta el mérito personal termina en frustración. Son sociedades, como la Argentina, donde el suicidio se ha triplicado a causa de la frustración y la depresión y se ha convertido en la principal causa de muerte violenta en los jóvenes entre los 10 y 19 años. Todos los días se suicida un chico o chica en Argentina según un informe del Ministerio de Seguridad que se publicó a mediados de noviembre, en 2024 hubo 4294 suicidios.
 
En la semana previa a las navidades, -que la diputada libertaria Juliana Santillán confundió con las Pascuas (¡!)- hubo tres suicidios de soldados y otro de un gendarme. Las Fuerzas Armadas y De Seguridad votaron masivamente a este gobierno que los ha hundido en la pobreza. 
 

26-12-2025 / 07:12
Sea por la infatuación que le dio el triunfo en las elecciones de octubre, por un criterio equivocado o por simple ignorancia política, el gobierno de Javier "el Loco" Milei ha incurrido en un error que puede resultarle caro. Aunque no explícitamente, se ha indispuesto con la Iglesia Católica, porque esta defiende la Justicia Social.
 
Se sabe que esta institución, se diría que, desde siempre, ha sido el credo mayoritario en el país, con militancia de las clases altas y muchas de las jerarquías militares, y si no recordar los últimos meses del primer período de gobierno peronista, cuando hubo un abierto enfrentamiento con la Iglesia y los aviones que bombardearon a gente inocente en Plaza de Mayo lo hicieron con el claro signo de "Cristo Vence" escrito en el fuselaje de sus máquinas.
 
Aquí y ahora la situación no ha llegado a extremos semejantes, pero se manifiesta claramente en el tradicional cambio de saludos para fin de año que concretaron la Iglesia y el Gobierno. A una nota enviada por el arzobispo al Presidente en la que destaca "nuestro anhelo de una paz social sólida, fundada en el cuidado de cada persona y especialmente de quienes atraviesan mayores fragilidades: los pobres, los trabajadores que sostienen día a día la vida del país y los ancianos cuya sabiduría y experiencia necesitamos valorar y acompañar".
 
Milei respondió diciendo que aprecia y valora "el llamado a la reflexión, a la paz social y el compromiso por el bien común" planteado por la jerarquía católica" y sostiene que "seguiremos trabajando incansablemente para generar las condiciones que permitan a cada argentino desarrollarse con dignidad, libertad y oportunidades reales de progreso, especialmente a quienes se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad".
 
Es fácil advertir que ambas misivas rezuman protocolo. Es posible que en el proceder de la Presidencia se refleje la dudosa capacidad de sus colaboradores en la materia (tal como se ha hecho evidente en materia diplomática) pero en el asunto cuentan dos hechos altamente significativos.
 
El primero es la abierta confesión de Milei de su militancia en la religión judía, la que no sólo lo ha llevado a alineamientos internacionales con Israel que hicieron trizas la tradicional neutralidad argentina; y también a cometer algunas torpezas dentro del rito mismo. Imbuida de una tradición de presidentes católicos o poco menos, la Iglesia debió deglutir en silencio el sapo que representó su presencia en actos de profunda significación dentro de la fe católica.
 
El otro error fue más grosero. No solamente faltó el tradicional encuentro de Navidad y Fin de Año entre ambos sectores político-religiosos; desde el Ejecutivo ha habido una suspensión de fondos a obras sociales que eran administradas por la Iglesia Católica, con el agravante -se diría que casi ofensa-- de derivarlos hacia congregaciones protestantes y evangelistas, miembros de la llamada Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera).
 
A primera vista parecería una áspera respuesta por elevación a las repetidas homilías que el Episcopado católico ha hecho públicas, claramente críticas de la actual política de gobierno. Tampoco hay que olvidar la presencia presidencial de hace algunos meses en la inauguración de un gran templo evangélico, que hasta contó con la concreción de pretendidos -y torpes-milagros. La falta de contactos efectivos mencionada antes tuvo un agravante: sus principales integrantes evangélicos sí fueron participantes de un encuentro con autoridades del Poder Ejecutivo.
 
"El presidente -ha dicho uno de los principales analistas en el tema- no invita a dialogar a las autoridades del Episcopado católico, mientras orienta fondos hacia los evangelistas de Aciera y celebra con ellos en Casa Rosada". Una relación que va de fría a congelada.
 
La Opinión Popular
 

24-12-2025 / 11:12
La guerra de las coimas. Daniel Garbellini, el hombre de los primos Menem al que Daniel Spagnuolo definía en sus audios como "un delincuente" y al que le echó toda la culpa por la corrupción con los remedios para discapacitados, declaró ante la Justicia que el verdadero culpable era el propio Spagnuolo. "El asumió la suma del poder en la Andis y era el único que tenía firma autorizada para realizar pagos", sostiene en un documento.
 
La causa sobre coimas, direccionamiento y sobreprecios en la compra de medicamentos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) dejó expuesta una batalla entre los principales imputados. Después de que el exdirector del organismo, Spagnuolo, buscara en un escrito responsabilizarlo por las irregularidades, Garbellini -su exnúmero dos, extitular de Acceso a los Servicios de Salud- le devolvió en un descargo la gentileza.
 
En el marco de la causa que investiga las irregularidades en la Agencia Nacional de Discapacidad, Garbellini, ex número dos del organismo, presentó un escrito ante la Justicia en el que negó todas las acusaciones y trasladó la responsabilidad de las decisiones operativas y administrativas a Diego Spagnuolo, ex abogado personal de Javier "el Loco" Milei y exdirector ejecutivo de la entidad.
 
Garbellini fue removido de su cargo tras el escándalo por sobornos en la compra de medicamentos y detalló que asumió la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud en junio de 2024. Según su descargo, sus funciones se limitaban a la gestión del programa Incluir Salud, destinado a brindar cobertura médica a personas con discapacidad sin obra social, y no incluían facultades decisorias sobre contrataciones ni sobre bajas de pensiones.
 
En su presentación, sostuvo que el control total del sistema informático, las compulsas de precios y los pagos estaban en manos exclusivas de la Dirección Ejecutiva. "Tanto el suscripto como el resto de los funcionarios éramos usuarios del sistema", afirmó, y remarcó que el acceso pleno e irrestricto a la información dependía únicamente del director ejecutivo.
 
Garbellini insistió en que no tenía atribuciones para transparentar o abrir las contrataciones, y que cualquier falta de publicidad o control público fue una decisión ajena a su responsabilidad. Incluso aseguró haber sugerido cambios estructurales que fueron rechazados con el argumento de que "todo se hacía por urgencia".
 
El caso se originó a partir de grabaciones que involucraban a Spagnuolo, aunque esas pruebas no fueron consideradas válidas por el fiscal Franco Picardi. En esos registros también se mencionaba un vínculo entre Garbellini y Karina Milei, a través de un colaborador cercano, aunque esa línea no avanzó formalmente.
 
Hasta ahora, el único testimonio oral fue el de Roger Grant, quien admitió irregularidades en las contrataciones del programa PACBI y aseguró que actuaba bajo órdenes directas de Garbellini, a quien señaló como la figura que definía la operatoria. Sin embargo, evitó referirse a presuntas coimas. El expediente también incorpora anotaciones secuestradas en un allanamiento que vuelven a comprometer al exfuncionario libertario y refuerzan la disputa de responsabilidades en la causa.
 
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23-12-2025 / 09:12
Un fallo de Cámara obliga al Gobierno a explicar ante la Justicia dónde está el oro que, en junio de 2024, el gobierno de Javier "el Loco" Milei sacó del Banco Central para enviar al exterior. Para los jueces, esa información constituye "un asunto de indudable interés público como es la administración de las reservas". La presentación la hizo La Asociación Bancaria, el gremio que descubrió y denunció la maniobra con los lingotes de oro. El presidente del Banco central, Santiago Bausili, ya se negó a contestar un requerimiento de la Auditoría General de La Nación. Junto a "Toto" Caputo sacaron el oro del país y nunca informaron sobre su destino.
 
En un operativo clandestino de ribetes policiales, comenzó una saga de ocultamiento de las autoridades sobre el destino de uno de los principales activos líquidos del organismo monetario. El diputado nacional y líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, presentó varios pedidos de informes exigiendo a las autoridades que expliquen donde está el oro y que tipo de cauciones lo afectan. Caputo nunca quiso explicar su destino, se limitó a comentar muy por arriba en un programa de televisión que se giró a un banco para cobrar intereses. No explicó quien lo tiene ni qué tipo de operación se hizo con ese importante activo.
 
Ahora, la Justicia Federal ordenó este lunes al Banco Central que entregue información precisa sobre el destino del oro. En una resolución firmada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, la Sala V de la Cámara Contencioso Administrativa Federal, consideró que la autoridad monetaria no justificó de manera suficiente su decisión de no informar sobre el destino del activo y sostuvo que la negativa vulneró los principios de transparencia.
 
Es que Caputo y Bausili sostienen que la operación forma parte de la "administración" de las reservas y por ende es secreta. El mismo criterio opaco que Caputo utiliza para no dar precisiones sobre el swap firmado con Estados Unidos y los bonos que le entregó al Tesoro para que rentabilice la venta de dólares que hizo sobre el cierre de la campaña.
 
Los jueces fueron punzantes sobre el lamentable manejo de Caputo sobre información que debería ser pública. "La configuración de alguna de las excepciones legales a la entrega de información pública no puede depender de una apreciación unilateral del sujeto obligado", sostiene el fallo y subraya que es el Estado quien debe demostrar, de manera concreta, que la difusión de los datos solicitados causaría un daño a un interés legítimamente protegido.
 
El Banco Central respondió apenas con un comunicado formal que "había completado transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas", sin precisar monto, destino ni motivo concreto. La respuesta evasiva del BCRA encendió alarmas. Porque ese oro no es un adorno: según informes oficiales, las reservas de oro rondan unos USD 4.900 millones, un componente significativo del total de activos extranjeros del Central.
 
Aunque la entidad insiste en que las operaciones no alteran el volumen agregado de las reservas, nadie sabe realmente dónde están físicamente esos lingotes y si siguen efectivamente en poder del Estado o se remataron en algunas de las operaciones de préstamos igualmente opacas que concretó Caputo. El balance del BCRA, en ciertos trimestres, llegó incluso a no mostrar ese componente con claridad, como si hubiera desaparecido entre páginas y cifras.
 
La Auditoría General de la Nación (AGN) reveló recientemente que el Banco Central se negó a entregar documentación sobre dónde están los lingotes, bajo qué condiciones se conservan y si parte del oro fue transformado en instrumentos financieros. El argumento oficial: la información es "confidencial" y su difusión podría poner en riesgo la seguridad de los activos. Como sea, la pregunta es: ¿dónde está el oro? Eso es lo que la Justicia ahora exige que responda Milei.
 
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