“Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, está gobernado por aquellos que pierden con la difusión del saber”. Ítalo Calvino
En Chile, la dictadura de Pinochet tortura y degüella a tres profesores
Tres militantes de la izquierda chilena son asesinados por la dictadura de Augusto Pinochet. Los profesionales Santiago Esteban Nattino Allende, pintor y partidario de la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH), Manuel Leónidas Guerrero Ceballos, profesor y dirigente de la AGECH, y José Manuel Parada Maluenda, sociólogo y funcionario de la Vicaría de la Solidaridad, fueron secuestrados a fines de marzo de 1985 por agentes de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (DICOMCAR).
El 30 de marzo de 1985, camino a Quilicura y cerca del aeropuerto Pudahuel, los cuerpos de los profesionales fueron encontrados degollados y con signos de tortura. Sus asesinatos fueron un claro mensaje de la dictadura para infundir terror en la población, que -tras la fuerte crisis económica- se había tomado las calles para manifestarse contra el régimen.
El llamado Caso Degollados conmocionó al país. La investigación judicial fue inevitable y causó un terremoto político. Cuatro meses más tarde, la investigación realizada por el juez José Cánovas Robles condujo a la detención de dos coroneles, un comandante, dos capitanes y dos oficiales de Carabineros. En 1995 se condena a prisión perpetua a cinco integrantes de la policía y otros once efectivos reciben penas menores. Hoy hay solamente un condenado en prisión.