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“A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza. Yo defiendo a los jubilados ¿cómo no los voy a defender? Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados”. Diego Maradona
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Nacionales - 24-03-2024 / 08:03
MILEI, LA DESTRUCCIÓN DE LA CLASE MEDIA Y EL NUNCA MÁS

Nos vemos en la plaza: A 48 años del golpe en el contexto de un gobierno que niega, justifica o exalta los crímenes de lesa humanidad

Nos vemos en la plaza: A 48 años del golpe en el contexto de un gobierno que niega, justifica o exalta los crímenes de lesa humanidad
En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y a 48 años del golpe de Estado de 1976, los organismos de derechos humanos desplegarán una movilización masiva hacia la Casa Rosada en medio de un contexto complejo con un gobierno que no reconoce el terrorismo de Estado. Fuerzas políticas, organizaciones sindicales y gremios de la oposición se plegarán al reclamo de memoria, verdad y justicia para las víctimas en una jornada en la que habrá un sinfín de protestas contra la administración neoliberal de Javier Milei.
Ya en marzo de 1977, al cumplirse un año de la última dictadura militar, estaba claro que el verdadero objetivo de los perpetradores, instigadores y sponsors del golpe de Estado era económico. Por trillado que resulte es esclarecedor volver a la Carta Abierta de Rodolfo Walsh, que por entonces indicaba que "en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada".
 
Las cifras que exhibía Walsh resuenan hoy con una actualidad preocupante: "En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar", escribió en la carta que fue su testamento público. Los paralelismos con el proceso de concentración de riqueza que comenzó con la llegada al poder de Javier Milei son llamativos.
 
Sin embargo, lo más gravoso de la última dictadura no fue ese ajuste en sí sino el hecho de que dejó sentadas las condiciones para que eso nunca pudiera revertirse. De hecho, en ningún momento de los cuarenta años de democracia ininterrumpida el país estuvo ni siquiera cerca de recuperar las condiciones económicas y sociales que existían en la Argentina hasta marzo del 76. Hubo algo, en la matriz productiva pero también en el conjunto de ideales y valores de la sociedad, que se rompió y nunca pudo repararse.
 
El golpe del 24 de marzo irrumpió en un país en el que, dos décadas después de haber intentado suprimir al peronismo de la vida pública e incluso habiendo atravesado, unos meses antes, la experiencia hiperinflacionaria del Rodrigazo, todavía la pobreza alcanzaba a apenas al 4,4 por ciento de sus habitantes. En octubre de 1983, al recuperarse la democracia, esa cifra se había multiplicado por ocho: el 37,4 por ciento de los argentinos era pobre. Ocho veces más. Esa debacle jamás se pudo revertir.
 
Dicho de otra forma: al comenzar la dictadura, apenas cuatro de cada cien argentinos no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas, pero cuando terminó, casi cuatro de cada diez habían caído por debajo de esa vara, y la profundidad del cambio fue tal que el país nunca pudo desandar ese camino. El riesgo más acuciante en estos días es que el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel complete esa tarea y eleve la pobreza estructural al punto en el que seis, siete u ocho de cada diez argentinos sea pobre para siempre.
 
Entre 1945 y 1976 existía una sociedad en el que la enorme mayoría era parte de una gran clase media: albañiles, docentes, policías, médicos, torneros, porteros, artistas, carpinteros, periodistas, abogados y científicos, empleados o cuentapropistas, comerciantes y profesionales, todos se ubicaban en algún lugar de un amplio arco que iba desde las humildes barriadas obreras suburbanas hasta los barrios céntricos en las ciudades. Con diversas realidades que coexistían, la Argentina era un país de clase media.
 
Después de la dictadura se convirtió en un país con clase media. Pero la pobreza estructural que en el 83 alcanzaba a 4 de cada 10 argentinos nunca pudo desarmarse. Tuvo momentos en los que cedió. Al final de los doce años de gobierno kirchnerista había retrocedido hasta ubicarse en torno al 25 por ciento. Y otros donde creció, en episodios de crisis, hasta llegar al 60 por ciento. Pero un cuarto, o un tercio o más de la población quedaron condenados a apenas subsistir, sin ninguna perspectiva de movilidad social ascendente.
 

El resultado de las políticas que quiere implementar este gobierno es que Argentina termine siendo, en forma permanente, un país sin clase media. El destino latinoamericano: cuentas ordenadas y progreso macroeconómico al servicio del 10 por ciento de la población. Salarios bajos sostenidos por desempleo crónico y alta informalidad. Ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres. Ir a fondo en el cambio irreversible de la matriz económica que comenzó la dictadura. Completar la tarea de Videla y Martínez de Hoz.
 
Esta semana, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Abel Furlán, explicó que a fines de 2015 el salario de ingreso de un trabajador en la rama siderúrgica estaba por encima de los 2000 dólares y hoy apenas supera los 300 dólares. La diferencia no se esfumó: pasó del bolsillo del trabajador a engrosar las ganancias de la empresa. Si Milei tiene éxito, esa debacle nunca va a recuperarse. Es la historia del último medio siglo: de un país de clase media a un país con clase media a un país sin clase media.
 
Así como la primera parte de esa operación no pudo realizarse sin un plan represivo que quebró el espíritu de la sociedad argentina y diezmó a dos generaciones, los ejecutores de la etapa actual deberán hacer lo propio.
 
La reescritura de la historia reciente que ensaya este gobierno, bajo la conducción intelectual de la vicepresidenta Villarruel, es una maniobra necesaria para habilitar, ante la opinión pública, el regreso de cuadros provenientes de las fuerzas armadas a resortes clave en áreas sensibles de la administración.
 
Con la articulación del silencioso jefe de Gabinete Nicolás Posse aparecen figuras como Jorge Antelo, exbrigadier de la Fuerza Aérea, en la Secretaría de Estrategia Nacional. Además, por primera vez desde 1983, se incorporaron militares en lugares clave de la AFI, como la secretaría de Producción de Inteligencia, la de Planificación de Inteligencia Nacional y la dirección de Contrainteligencia. Todos responden a Posse, que en sus primeros cien días en el cargo tuvo dos reuniones con el jefe de la CIA, William Burns.
 
En el mismo sentido, no es casual que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Defensa y Cosplay, Luis Petri, eligieran las vísperas de un nuevo aniversario del golpe de Estado para anunciar un paquete de leyes que habilitaría a las Fuerzas Armadas a intervenir en seguridad interior "en tareas como patrullaje, control de personas y de vehículos, control de instalaciones y aprehensión en flagrancia para aquellas personas que cometen delitos". Además, "sus acciones no van a ser punibles".
 
Además, anunciaron una ley "anti mafias" según la cual "aquellos que cometen distintos tipos de delitos encadenados para el objetivo que tiene una organización criminal van a tener una pena, ella no será la pena individual, sino la pena por pertenecer a esa organización mafiosa".
 
Aunque se plantea como una herramienta en la lucha contra el narco, si esta ley se aprueba las autoridades van a poder perseguir (usando a las Fuerzas Armadas) a todo miembro de cualquier organización que etiqueten como "terrorista".
 
Si desde el gobierno se pone el mote de terrorista a todas las víctimas de la represión ilegal en los 70s, cuando secuestraron, torturaron, desaparecieron y asesinaron a estudiantes, docentes, científicos, artistas, militantes de base, curas villeros, dirigentes sindicales y políticos que nunca utilizaron un arma ni ejercieron violencia, ¿Qué garantías existen de que no vayan a hacer lo mismo ahora? Mejor dicho: ¿para qué reescriben la historia si no es para volver a acceder a aquello que estuvo vedado durante cuarenta años?
 
Sin embargo, por más que quieran pervertir la memoria colectiva, los hechos son, como suele decirse, sagrados. Y es un hecho que la Argentina, hasta marzo de 1976, incluso después de haber pasado dos décadas sin democracia plena, con bombardeos, con fusilamientos, con proscripción, alternando gobiernos militares con gobiernos civiles bajo tutela militar, era un país con menos del cinco por ciento de pobres. Argentina era un país de clase media. Y que cuando terminó la última dictadura, eso ya no existía.
 
Y también es un hecho que en ningún momento de los 40 años de democracia supimos reconstruir esa matriz productiva, económica y social que nos caracterizaba. Ni siquiera durante los 12 años de kirchnerismo estuvimos cerca. Y no hablo sólo de cuestiones materiales sino también de horizontes de posibilidad que se desprenden de ellas. Sólo un país en el que la enorme mayoría de la población tiene las necesidades básicas satisfechas puede proyectarse hacia el futuro. Argentina es un país con poco pasado y poco futuro.
 
40 años de deudas sin saldar (hoy, con la democracia, muchos argentinos no comen, ni se curan, ni se educan) fueron el caldo de cultivo que permitió que creciera el monstruo que enfrentamos ahora, parido desde las entrañas de una profunda insatisfacción con el estado de las cosas, materiales y de las otras.
 
Argentina, que después del 45 se había constituido como un país de clase media se convirtió, tras la dictadura, en otro muy distinto, donde se naturalizó que entre un cuarto y cuatro de cada diez argentinos vivan en la pobreza.
 
Ahora vienen por lo que nos queda. Y si no entendemos esto, va a ser muy difícil evitarlo. La lección que nos dejaron estos 40 valiosísimos años de democracia, la tarea que tienen por delante y que deberán interpretar y ejecutar quienes tomen la posta cuando este experimento horroroso termine, es que si sólo nos conformamos con gestionar lo que deje este gobierno estaremos condenados al fracaso. Que es necesario transformar la realidad con la misma potencia que ellos se proponen cambiarla, pero en sentido contrario.
 
Ojo: no se trata de caer en la trampa de pararse, una vez más, sobre el pedestal del mito de la refundación. Esa es una trampa que nos condena a volver a empezar una y otra vez la misma tarea. Se trata de reconstruir sobre los cimientos que la Argentina conoce muy bien, porque supo ser un país potente, un país solvente, un país sin pobres. Cuando este experimento termine es imprescindible tener un plan para volver a ser un país sin pobres. Eso, y no otra cosa, es la justicia social.
 
Si ya interiorizamos que la dictadura no fue una dictadura militar, sino una dictadura militar y empresarial y civil con un fin económico, como se sabía desde el primer día, y como dejó por escrito Walsh en su carta, entonces tenemos que entender que Nunca Más es Nunca Más a la violencia política, Nunca Más al terrorismo de Estado, pero también tiene que ser Nunca Más a vivir en un país que normaliza tener un cuarto, un tercio o la mitad de su población excluida de la posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas. Nunca Más.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 
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08-07-2025 / 08:07
El Gobierno de Javier el "Psicótico" Milei avanzará con la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad, la eliminación de la Agencia de Seguridad Vial y la concesión de 9.120 kilómetros de rutas. Motosierra para todos, negocios para pocos "amigos". Con el cierre de Vialidad, Milei deja a la intemperie las rutas argentinas y a miles de familias sin sustento, mientras habla de "corrupción" para justificar otro negocio privado corrupto.
  
Mientras uno piensa si el próximo pozo te revienta el tren delantero o directamente te mata, el prescindente Milei firma alegremente el certificado de defunción de Vialidad Nacional, el organismo que, desde hace décadas, mantiene más de 40 mil kilómetros de rutas y que hoy deja sin laburo a 5500 trabajadores. Porque claro, en la lógica de este gobierno, cerrar organismos estatales es sinónimo de "luchar contra la corrupción", aunque eso signifique dejar a pueblos incomunicados, a rutas congeladas sin asistencia y a miles de familias sin sustento.
 
La noticia llegó, como siempre, de la mano del ventrílocuo de turno, el vocero presidencial Manuel "Cara de Piedra" Adorni, que aseguró, con una sonrisa cínica, que "la corrupción en la obra pública tiene su acta de defunción firmada". El problema es que esa acta también condena a muerte a cualquier persona que se atreva a manejar por la Cordillera en invierno, a un productor que dependa de rutas para sacar su cosecha o a un colectivo lleno de laburantes volviendo del norte a la capital.
 
¿Quién va a despejar la nieve en Neuquén? ¿Quién va a socorrer a los atrapados en una ruta por un alud? ¿Quién va a mantener los caminos transitables en zonas rurales? Nadie. Porque el Estado se borró. Porque Milei decidió que todo lo que huela a público es el enemigo, aunque sea lo que te salva la vida.
 
Y como si fuera poco, el Gobierno anarco capitalista planea privatizar 9120 kilómetros de rutas mediante una licitación, que no tiene nada de transparente ni de eficiente. Es un nuevo negociado para los amigos del poder libertario, una nueva oportunidad para entregar lo que queda del país a pedazos.

En lugar de discutir cómo mejorar la infraestructura vial o cómo modernizarla, la cierran con un video de Jorge Lanata. Ridículo, patético, y peligrosamente idiota. Como si un corte editado en la tele justificara arrasar con un organismo clave para la vida cotidiana de millones. 
Y el mentiroso de Federico "Pelado Botón" Sturzenegger habla de "modernizar" el Estado con recetas más viejas que timbre de pirámide.


Mientras tanto, los gremios denuncian un "genocidio en las rutas nacionales", con más de 118 tramos a la deriva. Graciela Aleñá, secretaria general del STVyARA, no se anduvo con vueltas: "Nos vamos a morir todos en las rutas argentinas. Es una vergüenza. Mienten con nuestras funciones y está armado para hacer negocios".

Pero para Milei, el que se muere por falta de mantenimiento es un daño colateral del dogma libertario. Nada importa si no se puede medir en dólares, si no cotiza en Wall Street. No hay sensibilidad, no hay planificación, no hay país. Solo una república bananera, una colonia. Sólo hay motosierra, soberbia y obediencia ciega al manual del ajuste salvaje. Mientras tanto, andá bajando un cambio cuando agarres la ruta. Porque podés matarte por la peligrosidad de las rutas destruidas. 

La Opinión Popular

 

07-07-2025 / 10:07
Se consignó aquí, hace una semana y, también, sin otro privilegio noticioso que la información publicada, el listado concreto del tembladeral que azota al Gobierno de Javier "el Loco" Milei. Vamos de vuelta con esa nómina, porque no hizo más que profundizarse con ciertos agregados. Sube la deuda, bajan las reservas y el FMI mira para el costado. Se rebelan "el campo" y los mandatarios provinciales, mientras la oposición avanza firme en el Congreso con jubilaciones, discapacidad, el Garrahan y universidades.
 
Sube la deuda. Bajan las reservas. No hay forma de pagar con excepción momentánea de la mirada al costado del FMI. "El campo" se "rebela" contra el aumento en las retenciones. El superávit comercial producido por la energía lo licua la salida de divisas por turismo. La motosierra, sus límites y sus consecuencias.
 
Los gobernadores "peluqueados" comenzaron a cansarse de un verdugueador que, encima, no les paga los favores. Las tropas parlamentarias, en consecuencia, se empacaron y le advierten a la reencarnación de Moisés que ya no le acompañarían su vetocracia contra el aumento a jubilados, moratoria previsional, presupuesto universitario, regulación del reparto de los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN), emergencia en discapacidad.
 
Luis "Toto" Caputo saca cuentas optimistas, desde sus fantasías provisorias. Canchereó con que banca los trapos frente a los compradores de dólares y el mercado le contestó con una suba semanal de 55 pesos. Al margen de una coyuntura en la que intervienen el pago de aguinaldos y otros factores, en lo que va del libertarismo nunca se escuchó con tanta intensidad la mención a una corrida cambiaria.
 
El mundo, como si se tratara de algo al pasar en la visión infantiloide de tales gobernantes, se sacude mientras tanto en variables geopolíticas donde Argentina, por si hiciere falta recordarlo, es un lejano actor de reparto: Oriente Medio, Ucrania, protestas sociales por doquier (aunque sin carácter de contienda efectiva, cual si fuese una ola imparable de cambios radicales), multilateralismo global, China como potencia expansiva consolidada, una Europa senil, la inmigración como elemento determinante... y en medio de semejante escenario un Presidente argentino de historieta, apenas receptor de premiaciones truchísimas que ya ni sobresalen en las ínfulas de sus guerrillas digitales.
 
Es en consonancia con tal incertidumbre que el régimen mileísta profundiza sus inclinaciones brutales, sin que los "republicanistas", ñoños o disfrazados de liberales sensatos, se hagan mayores problemas. Algo intuyen, de todos modos, acerca de que a mediano o largo plazo no les convendrían unos representantes de su ideario tan extravagantes, tan imprevisibles, tan improvisados. Tan grasas, ya que estamos.
 
¿Querían motosierra? Aquí la tienen en toda su dimensión. Indiscriminada. Animalesca. Venía y continúa como planta llave en mano, y no precisamente compresora. Jamoncito significa esto con exactitud. Cabría imaginar que ya quedan entre pocos y ninguno creyendo que la sierra eléctrica era contra la casta.
 

06-07-2025 / 09:07
El presidente Javier "el Psicótico" Milei se encuentra en el ojo del huracán tras haber difundido en sus redes sociales la promoción de una criptomoneda denominada $LIBRA, que pasó de ser presentada como una herramienta para financiar pequeñas empresas a convertirse en el epicentro de un fraude multi millonario.
 
Hasta ahora, las imágenes de las cajas de seguridad del empresario Mauricio Novelli, uno de los protagonistas del caso $Libra que perjudicó a miles de inversores, mostraban a su madre y a su hermana en el momento en que se llevaban de la bóveda una mochila y un bolso llenos. Fue el primer día hábil después del lanzamiento del token, que había sido el 14 de febrero.
 
Este viernes se sumaron al expediente otros videos donde el propio Novelli aparece junto a ellas, pero diez días antes del escándalo. Es decir, son filmaciones del 4 de febrero, cuando el trader dio de alta las cajas y autorizó a ambas mujeres a tener acceso. En esta ocasión, ingresaron los tres al subsuelo, aunque hicieron movimientos por separado. Llevaban dos mochilas y un bolso, que habrían llegado llenos y fueron descargados allí.
 
Novelli es un joven empresario del mundo cripto muy vinculado a Javier "el Psicótico" Milei, quien daba clases en su academia de negocios. En 2024, junto con su socio Manuel Terrones Godoy, conectó al Presidente con el estadounidense Hayden Davis, creador de la estafa de la criptomoneda $Libra.
 
Novelli entró nueve veces a la Casa Rosada durante la administración libertaria, la mayoría con autorización de Karina "la Recaudadora" Milei, secretaria presidencial, y fue otras tres a la quinta de Olivos. Estuvo en tres de esas reuniones en la sede de gobierno con Davis, una de ellas ya este año, el 30 de enero.
 
Todo indica que habría sido un encuentro para avanzar en el lanzamiento de $Libra. Para el estadounidense era una instancia clave en su plan, que incluía hasta instalar oficinas propias en Buenos Aires y desarrollar la "tokenización" de la economía argentina.
 
Cuatro días después de aquel cónclave en la Rosada --después del cual Milei compartió en sus redes sociales una foto con Davis-- Novelli abrió dos cajas de seguridad en la sucursal Martínez del Banco Galicia, de acuerdo a documentos en manos de la fiscalía de Eduardo Taiano.
 
Las imágenes del informe de la División Lavado de Activos de la Policía Federal, que fue agregado el viernes último al expediente, constatan que ese 4 de febrero Novelli ingresó al banco con su hermana María Pía Novelli, y su mamá, María Alicia Rafaele.
 
Los tres hicieron movimientos con las cajas de seguridad y esto incluiría una tercera, a nombre de la madre. Ya se sabía que el 17 de febrero las mujeres habían ido con bolsos vacíos, que sacaron llenos después de pasar por la bóveda, según el reporte policial. Las capturas del video fueron reveladas por Página/12. El caso $LIBRA es el gran escándalo de corrupción de la Presidencia de Milei, con investigaciones en marcha y crecientes denuncias que cruzan fronteras.
 
La Opinión Popular


05-07-2025 / 09:07
El atropello brutal de la jueza ultra macrista Sandra Arroyo Salgado contra los militantes acusados de realizar un escrache al diputado José Luis Espert es un síntoma de descomposición. Lula da Silva, presidente de Brasil, el principal vecino y socio comercial del país, visitó a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner condenada por la Corte, pero no quiso mantener una bilateral con el presidente Javier "el Loco" Milei. Fue otro síntoma de descomposición. El alto ausentismo en las elecciones provinciales es un indicador que confirma que todo huele mal en el país de la Libertad al Carajo y por eso JP Morgan anunció que se bajaba de la bicicleta financiera.
 
En el ambiente de Comodoro PRO, al que nadie podrá acusar de piel delicada, sorprendió la sobreactuación de Arroyo Salgado, empujada por Espert, el hombre que hizo sus campañas con el respaldo de un reconocido narco traficante, luego detenido en Neuquén, y por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
 
Los detenidos fueron acusados de participar en el escrache que consistió en colgar un pasacalle y dejar bosta de caballo en la puerta de la casa de Espert, pero ni siquiera está probada la participación de ninguno de ellos. La carátula que les encajó la jueza fue: participar en una organización que busca imponer sus ideas por la fuerza, como si fueran terroristas del califato mundial.
 
El escrache se produjo días después que Espert fuera expulsado de la Universidad Católica por calificar de hija de puta a Florencia Kirchner. La consigna de Espert en su campaña es "cárcel o bala", al estilo de las viejas consignas del nacionalsocialismo alemán hitleriano.
 
Ese tipo de consignas surgen cuando el sistema empieza a derrapar. Mucha bala, mucha bala, pero Espert nunca explicó su relación con el narco Fred Machado, quien financió su campaña y puso a su disposición el avión particular y otros vehículos con los que se trasladaba el candidato y de los que tenía la cédula azul. Machado fue detenido por pedido de los Estados Unidos.
 
Lo de la cédula azul viene al caso, porque la madre de Alexia Abaigar fue detenida durante un día entero en la alcaldía de los tribunales de San Isidro por poseer la cédula azul del automóvil de su hija.
 
La jueza Arroyo Salgado fue pareja del fiscal Alberto Nisman, que había hecho carrera de la mano del jefe de los espías Antonio Stiuso. En el mundillo judicial sugieren que su nombramiento en un juzgado estratégico como el de San Isidro tuvo ese origen.
 
La consigna "cárcel o bala", parece la exageración de una mala película sobre el nazismo. Borra la Justicia. Es la imagen de una banda de camorreros con cachiporras. Cárcel o bala puede ser para cualquiera que fuera señalado. El ejemplo es lo que hizo Arroyo Salgado a instancias de Espert y Bullrich.
 
Como dice el escrito que presentaron Mariano Recalde y Vanesa Siley en el Consejo de la Magistratura, el escrache que supuestamente cometieron no pasa de ser una contravención municipal. No tendrían que estar detenidos y menos en una cárcel de alta seguridad ni tendría que haber allanamientos en la madrugada, como hacia la dictadura. 
 

04-07-2025 / 10:07
El presidente brasileño, Lula da Silva, esquivó el almuerzo de la cumbre del Mercosur, con Javier "el Psicótico" Milei como anfitrión, y fue a visitar a Cristina Kirchner a su lugar de detención domiciliaria. Le pidió sostener su "lucha por la justicia". La ex presidenta aprovechó para referirse en duros términos a la actual situación, que denominó "terrorismo de Estado de baja intensidad". La defensa de CFK busca darle visibilidad a su detención a nivel internacional.
 
Lula estuvo apenas unas horas en la Argentina, pero se encargó de hacer algunos gestos fuertes. No disimuló su incomodidad cada vez que debió saludar a Milei en la cumbre del Mercosur. El presidente argentino no suele caracterizarse por su bonomía, ni por sus dotes de anfitrión, pero el brasileño sí. Terminada la cumbre, que cerró con un abrazo muy forzado entre ambos cuando intercambiaron los atributos de presidencia pro témpore del bloque regional, Lula esquivó el almuerzo de rigor y fue directo a visitar a Cristina en su prisión domiciliaria.
 
Más allá de las palabras de cariño y solidaridad, la instó a sostener su "lucha por la justicia". No pudo ir más allá sin generar un conflicto diplomático, pero su partido -el PT- emitió una declaración en la que habló de una "guerra legal" contra líderes populares como que en su momento sufrió Lula, a quien finalmente debieron dejar en libertad. La defensa de Cristina viene planteando la estrategia de visibilizar la detención y proscripción de CFK a nivel internacional.
 
La ex presidenta aprovechó para despacharse contra el gobierno del desquiciado Milei y el Poder Judicial. "Argentina vive una auténtica deriva autoritaria de la mano del gobierno de Milei, en lo que podemos identificar como terrorismo de Estado de baja intensidad", afirmó en el párrafo más duro del texto que subió a las redes sociales.
 
Recalcó con mayúsculas un dato central: "su visita fue mucho más que un gesto personal: fue un acto político de solidaridad". Hizo un racconto de las situaciones de autoritarismo registradas en las últimas semanas -con la detención de varias mujeres militantes por un escrache al diputado Espert en primer plano- que calificó como "un plan preventivo contra la capacidad del pueblo de organizarse".
 
Comparó la situación con la vivida en Brasil por el campo popular con la detención de Lula, quien luego pudo volver a representarlos. "Lula lo demostró en Brasil. Y nosotros también lo haremos", confió.
 
Lula, que venía de una cumbre incómoda con Milei, estuvo más contenido en su tuit, pero firme en expresar su solidaridad. Su fuerza, el Partido de los Trabajadores (PT), marcó con énfasis que "Cristina ha estado sufriendo la guerra legal igual que nuestro presidente Lula". También que "Cristina es blanco del mismo odio clasista y de un sistema que no tolera a líderes populares comprometidos con la justicia social, los más pobres y la soberanía nacional".
 
Con un Poder Judicial Macrista que tiene a la ex presidenta como uno de sus blancos predilectos y amenaza sumarle condenas con otros juicios, el cristinismo busca exponer su situación en el campo internacional. Que un líder de la talla de Lula se solidarice y comparen la situación de la ex presidenta con la que debió soportar él, sin duda es una enorme colaboración.
 

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