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Nacionales - 24-03-2024 / 08:03
MILEI, LA DESTRUCCIÓN DE LA CLASE MEDIA Y EL NUNCA MÁS

Nos vemos en la plaza: A 48 años del golpe en el contexto de un gobierno que niega, justifica o exalta los crímenes de lesa humanidad

Nos vemos en la plaza: A 48 años del golpe en el contexto de un gobierno que niega, justifica o exalta los crímenes de lesa humanidad
En el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y a 48 años del golpe de Estado de 1976, los organismos de derechos humanos desplegarán una movilización masiva hacia la Casa Rosada en medio de un contexto complejo con un gobierno que no reconoce el terrorismo de Estado. Fuerzas políticas, organizaciones sindicales y gremios de la oposición se plegarán al reclamo de memoria, verdad y justicia para las víctimas en una jornada en la que habrá un sinfín de protestas contra la administración neoliberal de Javier Milei.
Ya en marzo de 1977, al cumplirse un año de la última dictadura militar, estaba claro que el verdadero objetivo de los perpetradores, instigadores y sponsors del golpe de Estado era económico. Por trillado que resulte es esclarecedor volver a la Carta Abierta de Rodolfo Walsh, que por entonces indicaba que "en la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada".
 
Las cifras que exhibía Walsh resuenan hoy con una actualidad preocupante: "En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar", escribió en la carta que fue su testamento público. Los paralelismos con el proceso de concentración de riqueza que comenzó con la llegada al poder de Javier Milei son llamativos.
 
Sin embargo, lo más gravoso de la última dictadura no fue ese ajuste en sí sino el hecho de que dejó sentadas las condiciones para que eso nunca pudiera revertirse. De hecho, en ningún momento de los cuarenta años de democracia ininterrumpida el país estuvo ni siquiera cerca de recuperar las condiciones económicas y sociales que existían en la Argentina hasta marzo del 76. Hubo algo, en la matriz productiva pero también en el conjunto de ideales y valores de la sociedad, que se rompió y nunca pudo repararse.
 
El golpe del 24 de marzo irrumpió en un país en el que, dos décadas después de haber intentado suprimir al peronismo de la vida pública e incluso habiendo atravesado, unos meses antes, la experiencia hiperinflacionaria del Rodrigazo, todavía la pobreza alcanzaba a apenas al 4,4 por ciento de sus habitantes. En octubre de 1983, al recuperarse la democracia, esa cifra se había multiplicado por ocho: el 37,4 por ciento de los argentinos era pobre. Ocho veces más. Esa debacle jamás se pudo revertir.
 
Dicho de otra forma: al comenzar la dictadura, apenas cuatro de cada cien argentinos no alcanzaba a satisfacer sus necesidades básicas, pero cuando terminó, casi cuatro de cada diez habían caído por debajo de esa vara, y la profundidad del cambio fue tal que el país nunca pudo desandar ese camino. El riesgo más acuciante en estos días es que el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel complete esa tarea y eleve la pobreza estructural al punto en el que seis, siete u ocho de cada diez argentinos sea pobre para siempre.
 
Entre 1945 y 1976 existía una sociedad en el que la enorme mayoría era parte de una gran clase media: albañiles, docentes, policías, médicos, torneros, porteros, artistas, carpinteros, periodistas, abogados y científicos, empleados o cuentapropistas, comerciantes y profesionales, todos se ubicaban en algún lugar de un amplio arco que iba desde las humildes barriadas obreras suburbanas hasta los barrios céntricos en las ciudades. Con diversas realidades que coexistían, la Argentina era un país de clase media.
 
Después de la dictadura se convirtió en un país con clase media. Pero la pobreza estructural que en el 83 alcanzaba a 4 de cada 10 argentinos nunca pudo desarmarse. Tuvo momentos en los que cedió. Al final de los doce años de gobierno kirchnerista había retrocedido hasta ubicarse en torno al 25 por ciento. Y otros donde creció, en episodios de crisis, hasta llegar al 60 por ciento. Pero un cuarto, o un tercio o más de la población quedaron condenados a apenas subsistir, sin ninguna perspectiva de movilidad social ascendente.
 

El resultado de las políticas que quiere implementar este gobierno es que Argentina termine siendo, en forma permanente, un país sin clase media. El destino latinoamericano: cuentas ordenadas y progreso macroeconómico al servicio del 10 por ciento de la población. Salarios bajos sostenidos por desempleo crónico y alta informalidad. Ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres. Ir a fondo en el cambio irreversible de la matriz económica que comenzó la dictadura. Completar la tarea de Videla y Martínez de Hoz.
 
Esta semana, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Abel Furlán, explicó que a fines de 2015 el salario de ingreso de un trabajador en la rama siderúrgica estaba por encima de los 2000 dólares y hoy apenas supera los 300 dólares. La diferencia no se esfumó: pasó del bolsillo del trabajador a engrosar las ganancias de la empresa. Si Milei tiene éxito, esa debacle nunca va a recuperarse. Es la historia del último medio siglo: de un país de clase media a un país con clase media a un país sin clase media.
 
Así como la primera parte de esa operación no pudo realizarse sin un plan represivo que quebró el espíritu de la sociedad argentina y diezmó a dos generaciones, los ejecutores de la etapa actual deberán hacer lo propio.
 
La reescritura de la historia reciente que ensaya este gobierno, bajo la conducción intelectual de la vicepresidenta Villarruel, es una maniobra necesaria para habilitar, ante la opinión pública, el regreso de cuadros provenientes de las fuerzas armadas a resortes clave en áreas sensibles de la administración.
 
Con la articulación del silencioso jefe de Gabinete Nicolás Posse aparecen figuras como Jorge Antelo, exbrigadier de la Fuerza Aérea, en la Secretaría de Estrategia Nacional. Además, por primera vez desde 1983, se incorporaron militares en lugares clave de la AFI, como la secretaría de Producción de Inteligencia, la de Planificación de Inteligencia Nacional y la dirección de Contrainteligencia. Todos responden a Posse, que en sus primeros cien días en el cargo tuvo dos reuniones con el jefe de la CIA, William Burns.
 
En el mismo sentido, no es casual que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Defensa y Cosplay, Luis Petri, eligieran las vísperas de un nuevo aniversario del golpe de Estado para anunciar un paquete de leyes que habilitaría a las Fuerzas Armadas a intervenir en seguridad interior "en tareas como patrullaje, control de personas y de vehículos, control de instalaciones y aprehensión en flagrancia para aquellas personas que cometen delitos". Además, "sus acciones no van a ser punibles".
 
Además, anunciaron una ley "anti mafias" según la cual "aquellos que cometen distintos tipos de delitos encadenados para el objetivo que tiene una organización criminal van a tener una pena, ella no será la pena individual, sino la pena por pertenecer a esa organización mafiosa".
 
Aunque se plantea como una herramienta en la lucha contra el narco, si esta ley se aprueba las autoridades van a poder perseguir (usando a las Fuerzas Armadas) a todo miembro de cualquier organización que etiqueten como "terrorista".
 
Si desde el gobierno se pone el mote de terrorista a todas las víctimas de la represión ilegal en los 70s, cuando secuestraron, torturaron, desaparecieron y asesinaron a estudiantes, docentes, científicos, artistas, militantes de base, curas villeros, dirigentes sindicales y políticos que nunca utilizaron un arma ni ejercieron violencia, ¿Qué garantías existen de que no vayan a hacer lo mismo ahora? Mejor dicho: ¿para qué reescriben la historia si no es para volver a acceder a aquello que estuvo vedado durante cuarenta años?
 
Sin embargo, por más que quieran pervertir la memoria colectiva, los hechos son, como suele decirse, sagrados. Y es un hecho que la Argentina, hasta marzo de 1976, incluso después de haber pasado dos décadas sin democracia plena, con bombardeos, con fusilamientos, con proscripción, alternando gobiernos militares con gobiernos civiles bajo tutela militar, era un país con menos del cinco por ciento de pobres. Argentina era un país de clase media. Y que cuando terminó la última dictadura, eso ya no existía.
 
Y también es un hecho que en ningún momento de los 40 años de democracia supimos reconstruir esa matriz productiva, económica y social que nos caracterizaba. Ni siquiera durante los 12 años de kirchnerismo estuvimos cerca. Y no hablo sólo de cuestiones materiales sino también de horizontes de posibilidad que se desprenden de ellas. Sólo un país en el que la enorme mayoría de la población tiene las necesidades básicas satisfechas puede proyectarse hacia el futuro. Argentina es un país con poco pasado y poco futuro.
 
40 años de deudas sin saldar (hoy, con la democracia, muchos argentinos no comen, ni se curan, ni se educan) fueron el caldo de cultivo que permitió que creciera el monstruo que enfrentamos ahora, parido desde las entrañas de una profunda insatisfacción con el estado de las cosas, materiales y de las otras.
 
Argentina, que después del 45 se había constituido como un país de clase media se convirtió, tras la dictadura, en otro muy distinto, donde se naturalizó que entre un cuarto y cuatro de cada diez argentinos vivan en la pobreza.
 
Ahora vienen por lo que nos queda. Y si no entendemos esto, va a ser muy difícil evitarlo. La lección que nos dejaron estos 40 valiosísimos años de democracia, la tarea que tienen por delante y que deberán interpretar y ejecutar quienes tomen la posta cuando este experimento horroroso termine, es que si sólo nos conformamos con gestionar lo que deje este gobierno estaremos condenados al fracaso. Que es necesario transformar la realidad con la misma potencia que ellos se proponen cambiarla, pero en sentido contrario.
 
Ojo: no se trata de caer en la trampa de pararse, una vez más, sobre el pedestal del mito de la refundación. Esa es una trampa que nos condena a volver a empezar una y otra vez la misma tarea. Se trata de reconstruir sobre los cimientos que la Argentina conoce muy bien, porque supo ser un país potente, un país solvente, un país sin pobres. Cuando este experimento termine es imprescindible tener un plan para volver a ser un país sin pobres. Eso, y no otra cosa, es la justicia social.
 
Si ya interiorizamos que la dictadura no fue una dictadura militar, sino una dictadura militar y empresarial y civil con un fin económico, como se sabía desde el primer día, y como dejó por escrito Walsh en su carta, entonces tenemos que entender que Nunca Más es Nunca Más a la violencia política, Nunca Más al terrorismo de Estado, pero también tiene que ser Nunca Más a vivir en un país que normaliza tener un cuarto, un tercio o la mitad de su población excluida de la posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas. Nunca Más.
 
Por Nicolás Lantos
 
Fuente: El Destape
 
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18-10-2025 / 09:10
Un 17 de octubre en la recta final de una campaña electoral, donde dos de sus figuras principales son el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent por el oficialismo y por la oposición la expresidenta Cristina Kirchner con prisión domiciliaria. Que dos de las figuras que más pesan en una puja electoral sean el ministro de Economía de una potencia extranjera y la principal dirigente de la oposición proscripta, constituye un síntoma de descomposición del sistema político.
 
Con las ventas de dólares del Tesoro de los Estados Unidos y con una catarata de mensajes con promesas de campaña, Bessent se puso al hombro la campaña del oficialismo. Prometió como si fuera candidato, pidió el voto para las listas de los falsos libertarios y aseguró que, si ganaban los seguidores de Javier "el Cipayo" Milei, Argentina sería bendecida por Estados Unidos. El gobierno casi no mostró sus candidatos. El yanqui Bessent ha sido hasta ahora su carta principal.
 
La intervención del alto funcionario norteamericano no fue oculta, sino que ha sido pública, ciertamente impúdica, y en situaciones normales se juzgaría como intervencionismo de una potencia en la política interna de otro país. Lo paradójico ha sido que no fue una intervención impuesta o forzada, sino solicitada por el mismo presidente Milei.
 
Si el oficialismo no tiene candidatos más fuertes que el ministro de Economía de una potencia extranjera y, si al mismo tiempo, la principal dirigente de la oposición fue encarcelada, son datos muy fuertes que al cruzarlos inducen a pensar que la expresidenta fue proscripta porque sus adversarios son incapaces de generar un liderazgo similar y tienen que recurrir a una potencia extranjera que cobrará caro por su intervención.
 
La intervención de Bessent puso en evidencia la falta de propuestas del oficialismo que, de esta manera, lo único que se le ocurrió fue ofrecer una dependencia ruinosa en lo material e indigna en lo moral. La dependencia colonial del gobierno con Washington es evidente porque es el único recurso que tiene en política y en la economía.
 
Los últimos diez días mostraron a un gobierno desesperado en esa dependencia. Todo el equipo económico -la mayoría de ellos tienen residencia en Estados Unidos- en procesión entre Washington y Nueva York para rogar por ayuda. Como si fueran creyentes que le piden a la virgen de Luján. Con la diferencia que Estados Unidos no es la virgen y cobrará caro cada gesto.
 
La falta de cuadros políticos, de dirigentes y candidatos en el oficialismo agrandó aún más el liderazgo que mostró Cristina Kirchner en la convocatoria al acto de ayer. La expresidenta planteó que así como en 1945, la consigna fue "Braden o Perón", en las próximas elecciones se trata de "Milei o Argentina".
 
Mientras la multitud se congregaba en Constitución, frente al edificio donde Cristina Kirchner permanece prisionera, el oficialismo tenía dificultades para reunir un puñado de simpatizantes en Caseros, en el conurbano. Al mismo tiempo se juntaba a protestar un grupo espontáneo de vecinos y se repitió la escena que frustró la mayoría de los actos de campaña de Milei.
 
El presidente se movilizó en helicóptero y alcanzó a explicar con un megáfono que no había que abandonar en mitad del río. Su discurso se resumió en que hace falta más esfuerzo. Pero el presidente estuvo pocos minutos y no hizo la caminata que estaba prevista. Reaccionó a la defensiva tras un discurso a la defensiva: "Hay que aguantar".
 

17-10-2025 / 11:10
Para los ricos, todo, para los trabajadores, menos derechos. Desde Washington, el ministro de Economía, el endeudador serial Luis "Toto" Caputo, envió un mensaje al Coloquio de IDEA hablando de las reformas laboral, previsional y tributaria. Mientras los grandes empresarios, que le financian la campaña electoral, exigen más garantías para sus ganancias, el gobierno profundiza un modelo basado en la desregulación, el endeudamiento y la pérdida de derechos para los trabajadores. Con Manuel "Cara de Piedra" Adorni prometieron en IDEA que enviarán un proyecto de ley post elecciones para quitar derechos laborales. Mientras, sigue creciendo el cierre de pequeñas empresas y el desempleo.
 
El Gobierno de Javier "el Loco" Milei se encamina a implementar una reforma laboral para eliminar los convenios colectivos de trabajo y facilitar los despidos si gana las elecciones del 26 de octubre. Ésa fue la promesa que le hicieron este jueves el presidente Milei --a través de su vocero, Adorni-- y el ministro de Economía, Caputo, a los empresarios reunidos en Mar del Plata para el Coloquio de IDEA.
 
El paquete incluirá también el reemplazo de las mesas paritarias por "negociaciones libres" entre cámaras empresarias y sindicatos, según confirmaron ambos ante un auditorio repleto de directores ejecutivos y miembros del círculo rojo. La letra chica estará contenida en un proyecto de ley que podría ingresar al Congreso luego del recambio legislativo del 10 de diciembre, fecha a partir de la cual la Casa Rosada espera un parlamento "más receptivo a las reformas", según dijo Adorni, siempre y cuando las urnas no digan lo contrario.
 
En concreto, de lo que dijeron hasta ahora Caputo, Milei y Adorni se desprende que la reforma incluiría:
 
*La eliminación de las paritarias y su reemplazo por "negociaciones libres"
 
*El fin de la indemnización por despidos o su reemplazo por un "fondo de cese" financiado en cuotas por los propios trabajadores. Un antecedente en ese sentido fue introducido en la Resolución General 1071/2025 de la Comisión Nacional de Valores.
 
*La imposibilidad por ley de realizar juicios laborales ya sea por despidos injustificados u otros motivos de abuso patronal.
 
*La eliminación de los convenios colectivos de trabajo que regulan las distintas actividades.
 
*La posibilidad (más bien un acto de publicidad libertaria) de elegir la moneda en la que cobrar los sueldos, o sea, que pueda ser en dólares.
 
Por supuesto que todos esos puntos son, al menos por ahora, propuestas unilaterales de los libertarios: no hubo rondas ni negociaciones abiertas entre los distintos sectores --desde la UIA a la CGT o las asociaciones de Pymes-- para debatir o consensuar un texto.
 
El discurso de Caputo ante los más ricos empresarios, los dueños del país, no deja dudas, el rumbo del gobierno libertario es profundizar la dependencia con los EE.UU., el endeudamiento con el FMI y la entrega de nuestros recursos naturales. Frente a ese proyecto de saqueo, la alternativa debe construirse desde abajo, con movilización y organización para pelear una salida en función de las necesidades de las grandes mayorías populares.
 
La Opinión Popular
 

16-10-2025 / 09:10
Dos denuncias judiciales salpican a Patricia "Pato" Bullrich, ministra de Seguridad y candidata a senadora por la Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires, y la acercan a la trama en la que se investiga en Estados Unidos a Federico "Fred" Machado por narcotráfico, lavado y fraude y que terminó por un hundir la candidatura de José Luis "Pelado" Espert, quien había recibido sus generosos aportes.
 
El punto de contacto son los dueños de la empresa Lácteos Vidal que tendrían operaciones por 3 millones de dólares con la empresa Wright Brothers Aircraft Title Inc. (transferencias ida y vuelta) ligada al narco Machado, de la que habían salido los 200.000 dólares que recibió Espert en enero de 2020. Pero, además, fueron aportantes a la campaña de Bullrich como candidata a presidenta, todavía por Juntos por el Cambio, en 2023.
 
Una presentación de un grupo de trabajadores despedidos de Lácteos Vidal tras una huelga en 2022, quienes cuentan con decisiones favorables de la justicia laboral que la empresa incumple, pide investigar sus vínculos con "operaciones de narcotráfico internacional" y "triangulación de fondos ilícitos", además de "violaciones graves a los derechos laborales".
 
Son una veintena las personas que fueron desvinculadas y la empresa no acató su reinstalación vigente por una medida cautelar confirmada por la Cámara del Trabajo. Además, advirtieron que la firma estaba realizando escisiones societarias y la sospecha es que el objetivo era desviar dinero hacía otras sociedades manejadas por los mismos dueños por sumas que cubrirían los créditos laborales.
 
Están en plena disputa por frenar esas escisiones. Lo que sucede es que en medio de todo este proceso salieron a la luz en varias publicaciones periodísticas las presuntas vinculaciones entre Lácteos Vidal y Machado, además de la actualización del dato de que la empresa fue aportante de Bullrich.
 
La Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra) presentó ante el juez laboral que lleva el caso, José Ignacio Ramonet, algunos elementos publicados relacionados con el expediente que tramita en Texas, y que  tiene a Machado como protagonista, donde surge documentación de transferencias millonarias entre una cuenta ligada a Machado y su socia condenada a 16 años de prisión, Debra Lynn Erwin Mercer, y Alejandra Bada Vázquez, quien maneja Lácteos Vidal con su hermano Vidal Bada Vázquez. Las operaciones son parte de la contabilidad que lleva el Bank of America y fueron publicadas por El Destape.
 
Un comunicado del gremio también señala aportes de campaña de esa firma a Bullrich en 2023 "lo que refuerza --afirma-- la sospecha de triangulación de fondos de origen ilícito hacia la política argentina". Ramonet decidió derivar todas estas referencias a la justicia federal, porque dijo que no era un asunto de su competencia.
 
En Comodoro Py hizo una presentación de la candidata del Frente de Izquierda (FIT) Myriam Bregman ante el juzgado electoral de María Servini, donde pide explicaciones por los aportes narcos recibidos por Bullrich de Lácteos Vidal. Recuerda, además, que Lácteos Vidal S.A "es públicamente conocida por ser impulsora de una legislación regresiva en términos laborales que implica despedir trabajadores sin derecho alguno y castigar la protesta, con Alejandra Bada Vázquez a la cabeza".
 

16-10-2025 / 08:10
Hay que remontarse a Braden o Perón para encontrar una injerencia tan desfachatada de Estados Unidos en un proceso electoral argentino. Sin medias tintas: El plan económico libertario es una mierda, fracasó y ahora vuelven a pedir plata prestada a los yanquis. Apenas bajó del avión, Javier "el Cipayo" Milei retornó a protagonizar una escena digna de su estilo: salió corriendo a un canal de televisión amigo para aclarar el escándalo que desató su confusa gira por Estados Unidos. Pero lo que buscaba ser una aclaración terminó siendo un nuevo papelón diplomático.
 
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había sido contundente al declarar que el apoyo económico a la Argentina dependería del resultado electoral de octubre: "Si Milei pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con la Argentina", afirmó en un almuerzo en la Casa Blanca. Más tarde, reforzó su postura en redes sociales, instando a "apoyar a Milei en las próximas elecciones de medio término", dejando claro que la ayuda financiera tiene condiciones políticas explícitas. Un verdadero salvavidas de plomo.
 
La brutal frase de Trump espantó a los mercados y convirtió la visita a la Casa Blanca en un activo radioactivo para la campaña del Gobierno libertario. El poco interés de Trump por cuidar las formas con Milei quedó en evidencia cuando luego de la larga perorata del argentino, el republicano se dio cuenta que nadie lo había traducido y le dio fiaca escucharlo: "Lo dejamos así", dijo. Insólito es poco. Lo humilló en público.
 
La historia de este enredo podría ser incluso más desopilante. Diputados muy cercanos al gobierno sostienen que la frase de Trump fue el resultado de una "idea fuerza" trabajada especialmente por Santiago Caputo, que desde el domingo pasado cansó a todos sus contactos en la administración republicana para que lograran que el republicano la verbalizara. De no creer.
 
Sin embargo, en su entrevista con A24, el mandatario argentino intentó negar la evidencia, pero terminó contradiciendo al mandatario de EE.UU. y no pudo decir qué pide la Casa Blanca a cambio. Aseguró que "mientras yo esté en el poder, cuento con el apoyo de Estados Unidos". Cuando se le preguntó por el posteo de Trump, se enredó aún más: "Eso es un plus adicional, como diciéndole a los argentinos vayan por este lado".
 
Consultado sobre qué pide Estados Unidos a cambio del supuesto acuerdo de 20 mil o 40 mil millones de dólares, Milei no respondió con claridad y se limitó a repetir que quienes lo critican "no entienden" lo firmado. Tras el tropiezo de la reunión entre Milei y Trump, el virrey Scott Bessent afirma que prepara un paquete más amplio para rescatar a la Argentina. Ahora promete USD 40.000 millones, una nueva deuda para un modelo anarco capitalista desastroso e insostenible. Otro anuncio y van.... Además, el Tesoro vendió dólares en el mercado local para frenar la suba, con deudas sin renovar y tasas que no aflojan.
 
Todo refleja una mezcla de improvisación y subordinación política. Mientras el país atraviesa una crisis económica y social profunda, el presidente parece más preocupado por mantener contento a Trump que por explicar los compromisos asumidos. Lejos de mostrar liderazgo, Milei dejó la imagen de un mandatario totalmente dependiente de Washington y desconectado de la realidad nacional, en un momento donde la política exterior se usa más como recurso de campaña que como estrategia de Estado.
 
La Opinión Popular
 

15-10-2025 / 11:10
Vergüenza ajena: el yanqui trató al presidente argentino como un perro faldero. Donald Trump necesita justificar el respaldo a Javier "el Roto" Milei, que necesita a su vez ese respaldo para llegar a las elecciones. Parte de la decadencia argentina se procesaba así en Washington y otra aquí, donde el enviado de la Casa Blanca, Barry Bennet, convenció a los gobernadores de Provincias Unidas y a la mayoría radical de sostener al gobierno.
 
Trump llegó agotado de su gira por Israel, donde pidió a la Justicia de ese país que se olvide de las causas por corrupción contra Benjamín Netanyahu y se arrogó el mérito por un triste acuerdo de paz tras haber respaldado el genocidio ejecutado a instancias de Netanyahu.
 
El presidente argentino, con su carpetita de apego bajo el brazo, no pudo ocultar su emoción cuando saludó a Trump en la puerta de la Casa Blanca. Lo miraba de reojo, nervioso, como si se sintiera bajo observación de una autoridad superior. Y se mostraba deseoso de agradar antes de levantar sus pulgares.
 
En Estados Unidos, Milei no es una figura respetada por todos. Su concierto en el Movistar Arena fue difundido por algunos medios locales y los más críticos lo trataron de "payaso" y otros de "poco serio". Las críticas le han llovido tanto desde los demócratas como también de algunos republicanos que responsabilizan a Milei por la crisis financiera para la que pide el rescate.
 
Por eso, Trump necesita justificar la ayuda a un país cuya economía está mal gobernada, según la opinión más extendida a nivel internacional. Mostrar a un presidente argentino obsequioso, agradecido y hasta servicial, fue parte de esa explicación y parte de la necesidad de Milei de mostrar el respaldo de Estados Unidos para aquietar los mercados hasta el 26 de octubre. Fue una forma de mostrar que ayudan a un aliado dispuesto a todo para seguir las políticas norteamericanas.
 
Del saludo en la puerta, se fueron de cabeza a una extensa conferencia de prensa en la que Milei agradeció por todo, desde la ayuda a Argentina hasta por el papel de Trump en la tragedia palestina y su respaldo a Netanyahu. Pero el discurso del argentino no fue traducido al inglés porque nadie mostró demasiado interés.
 
Después habló Trump largamente, mientras Milei lo escuchaba embelesado sentadito del otro lado de la mesa y de espaldas a los periodistas que hacían las preguntas. Junto a Trump estaba el gabinete de Estados Unidos, inclusive Pete Hegseth, el jefe del Pentágono quien debió explicar los múltiples obstáculos que puso a los periodistas que cubren temas militares en ese país. Junto a Milei, en el otro lado de la mesa, estaba parte del gabinete argentino, que funcionó como espectador de la larga conferencia que concedió el norteamericano.
 
Trump se refirió a cuestiones de política interna de la Argentina. Dijo que si perdía Milei iba a ganar "una persona de extrema izquierda" y agregó que el apoyo sería a favor de Milei si gana las elecciones, pero que, si las pierde, retirarían ese respaldo. Fue un discurso bizarro de campaña para la interna argentina formulado por el jefe de una potencia extranjera que ambiciona beneficios económicos extraordinarios como contrapartida de su respaldo ideológico a Milei.
 
Fue el mismo mensaje de Barry Bennet en Buenos Aires, a los radicales y otras fuerzas opoficialistas y en especial a los gobernadores que formaron Provincias Unidas, desde el cordobés Martín Llaryora, hasta el radical santafesino Maximiliano Pullaro. El guiño de Bennet coincidió con llamadas telefónicas del Ministerio del Interior, prometiendo respaldo financiero para después de las elecciones.
 

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